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Las personas jóvenes son más vulnerables a los efectos dañinos del colesterol y de la tensión arterial elevada, dos factores que favorecen el desarrollo de la aterosclerosis que se produce cuando se acumulan grasa y otras sustancias en las paredes de las arterias. Lo ha comprobado un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y sus conclusiones se publican hoy en la revista Journal of the American College of Cardiology.
Los investigadores han comprobado que los jóvenes son más vulnerables a los efectos perjudiciales de esos dos factores (el colesterol y la tensión arterial alta) y han subrayado por ello la necesidad de que el control de los indicadores de riesgo comience en edades más tempranas, para lo que sería necesario -han apuntado- ‘cambiar las estrategias de prevención primaria’.
La cardióloga Guiomar Mendieta, primera firmante del trabajo, ha subrayado, entre los hallazgos más importantes de esta investigación, que la aterosclerosis, que se había considerado hasta ahora un fenómeno progresivo irreversible, ‘puede desaparecer si se controlan los factores de riesgo de forma temprana’.
El estudio ha sido coliderado por el director del CNIC y del Instituto Cardiovascular del Mount Sinai Medical Center de Nueva York, Valentín Fuster; y por el director científico de CNIC y cardiólogo en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Borja Ibáñez.
La aterosclerosis subclínica progresa a menudo en personas de mediana edad, especialmente cuando los niveles de colesterol y la tensión arterial están elevados, pero también cuando ese aumento es ligero o moderado, ha subrayado el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. Los investigadores han incidido en que tanto la comunidad médica como la sociedad deberían ser conscientes de que la aterosclerosis es una enfermedad que puede detener su progresión si se gestionan de manera ‘agresiva’ los factores de riesgo desde una edad temprana. Por ello, Valentín Fuster ha destacado que ‘un cribado de la aterosclerosis subclínica desde temprana edad, así como el control agresivo de los factores de riesgo, podría ayudar a aliviar la carga global de enfermedades cardiovasculares’. Existen pocos estudios en el mundo que evalúen la presencia de aterosclerosis silente, es decir en personas totalmente asintomáticas, en personas jóvenes o de edad media aparentemente sanas y sobre cómo esta enfermedad progresa a lo largo de la vida, ha señalado el CNIC.
El trabajo se enmarca en el proyecto PESA-CNIC-Santander (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis) que se inició en el año2009 y es fruto de la colaboración entre el CNIC y el Banco de Santander.
Más de 4.000 personas voluntarias de esta entidad en Madrid, de edad media y aparentemente sanas, participan en un estudio de imagen no invasiva exhaustivo cada tres años de varios territorios arteriales (carótidas, femorales, coronarias y aorta); y además se recogen muestras de sangre para realizar estudios avanzados de medicina genómica o proteómica.
‘El estudio PESA ya ha contribuido de manera muy importante al conocimiento de la enfermedad cardiovascular y es considerado el más avanzado en este campo’, ha asegurado Valentín Fuster, ya que tiene implicaciones muy importantes en el campo de la prevención cardiovascular y en el de la medicina personalizada. En relación a la prevención, este estudio muestra que el control de los factores de riesgo (principalmente colesterol y tensión arterial) debería de iniciarse en edades muy tempranas, cuando las arterias son más vulnerables a los efectos dañinos.
Borja Ibáñez ha explicado a EFE que esos cribados deberían empezar a los 20 o 25 años, y comenzar a hacer analíticas para el colesterol y controlar la tensión y los niveles de glucemia, pero ha reconocido que a esas edades ‘no es habitual’ que las personas estén en centros de salud u hospitales, por lo que sería muy importante incorporar a los servicios de prevención de riesgos laborales de las empresas en esos cribados.
‘A lo que nosotros nos referimos cuando decimos un manejo agresivo de los factores de riesgo es a tener los niveles de colesterol lo más bajos posibles’, ha precisado el investigador, y ha insistido en que la forma de bajarlo puede ser con hábitos de vida saludables, dietas o ejercicio físico y, si eso no es suficiente, con un tratamiento farmacológico. Los investigadores han comprobado que la aterosclerosis puede llegar a desaparecer por completo controlando esos factores.
‘Y en los casos en que no seamos suficientemente precoces como para poder de hacer desaparecer la enfermedad, estamos convencidos, aunque tenemos que demostrarlo, de que el manejo agresivo de estos factores de riesgo puede reducir prácticamente la totalidad de la progresión y evitar
que esas placas sigan creciendo y vayan a provocar complicaciones ( infartoo ictus) en el futuro’.
17 noviembre 2023 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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7
Un estudio británico encontró que quienes consumían sal — incluso solo «de vez en cuando» — tenían mayores probabilidades de padecer diabetes tipo 2
. No está claro por qué, pero un investigador piensa que la sal conduce a la sobrealimentación, aumentando las probabilidades de obesidad e inflamación
. Quitar el salero de la mesa podría tener un enorme impacto en tu salud
Deja el salero, especialmente si estás en riesgo de diabetes tipo 2.
Mientras que la condición nos hace pensar en la necesidad de evitar el azúcar, un nuevo estudio la vincula con el consumo frecuente de sal.
«Ya sabemos que limitar la sal puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares e hipertensión, pero este estudio muestra por primera vez que quitar el salero de la mesa también puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2,» dijo el autor principal del estudio, el Dr. Lu Qi. Él es el presidente y profesor en la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans.
«No es un cambio difícil de hacer, pero podría tener un tremendo impacto en tu salud,» dijo Qi en un comunicado de prensa de la universidad.
Para comprender mejor la conexión, los investigadores encuestaron a más de 400 000 adultos registrados en el Biobanco del Reino Unido sobre su ingesta de sal.
Durante casi 12 años en promedio, el equipo de investigación observó más de 13 000 casos de desarrollo de diabetes tipo 2.
Comparado con aquellos que «nunca» o «raramente» usaban sal, los participantes que «a veces», «usualmente» o «siempre» agregaban sal tuvieron un riesgo respectivo del 13 %, 20 % y 39 % mayor de desarrollar diabetes tipo 2, según el estudio.
Por qué la alta ingesta de sal tendría este impacto no se comprende completamente.
Qi piensa que la sal anima a las personas a comer porciones más grandes, lo que luego aumenta las posibilidades de desarrollar factores de riesgo como la obesidad y la inflamación.
El estudio sí encontró una asociación entre el consumo frecuente de sal y un mayor índice de masa corporal y relación cintura-cadera.
El siguiente paso es un ensayo clínico controlando la cantidad de sal que consumen los participantes y observando los efectos.
Por ahora, nunca es demasiado temprano para comenzar a buscar formas de sazonar tus alimentos favoritos con bajo contenido de sodio, sugirió Qi.
Este es un consejo especialmente bueno para aquellos en riesgo de diabetes, incluyendo a cualquier persona con prediabetes, un historial de diabetes gestacional o un estilo de vida sedentario (físicamente activo menos de tres veces a la semana). Si tienes sobrepeso, tienes 45 años o más o tienes un historial familiar de diabetes, tu riesgo también es mayor.
Referencia
Wang X, Ma H, Kou M, Tang R, Xue Q, Li X, Harlan TS, et al. Dietary Sodium Intake and Risk of Incident Type 2 Diabetes. Mayo Clin Proc [Internet].2023[citado 6 nov 2023]; 98(11): 1641-1652. DOI: https://doi.org/10.1016/j.mayocp.2023.02.029
7 noviembre 2023|Fuente: HealthDay| Tomado de Noticias de Salud
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7
Los investigadores detectaron un posible vínculo entre el uso de teléfonos móviles y la disminución del recuento de espermatozoides en hombres jóvenes. ¿Deberías preocuparte?
Los recuentos mundiales de espermatozoides han ido disminuyendo por décadas y aunque los investigadores tienen muchas hipótesis nadie sabe exactamente por qué. Un nuevo estudio realizado en Suiza puede agregar otro factor de riesgo potencial a la lista: los celulares.
Después de analizar las muestras de semen de más de 2 800 hombres jóvenes, investigadores suizos encontraron una asociación entre una mayor frecuencia de uso de teléfonos móviles y una menor concentración de esperma en un estudio publicado la última semana de octubre de 2023 en la revista Fertility and Sterility.
No encontraron diferencias en la movilidad o morfología de los espermatozoides entre los diferentes tipos de usuarios de teléfonos. Tampoco encontraron evidencia alguna que indicara que guardar el teléfono en el bolsillo, en lugar de en un morral, por ejemplo, desempeñe un papel en la concentración de esperma.
Los investigadores realizaron el estudio entre 2005 y 2018. Descubrieron que la asociación entre el uso elevado del teléfono y el bajo recuento de espermatozoides fue mayor en los primeros años del estudio que en los últimos.
«Este patrón está en línea con la transición a nuevas tecnologías, principalmente de 2G a 3G y 4G, y la correspondiente disminución en la potencia de salida del teléfono», escribieron los investigadores.
El recuento de espermatozoides en los hombres ha disminuido en los últimos 50 años y los investigadores no saben por qué.
Factores que afectan la fertilidad
El estudio agrega los teléfonos móviles a una larga lista de factores que otros investigadores han descubierto que podrían afectar la fertilidad: el tabaquismo, la obesidad, el alcohol, el estrés psicológico y los llamados químicos «alteradores endocrinos» que se encuentran en pesticidas y envoltorios de plástico en los que se empacan los vegetales que compramos en la tienda.
La investigación proporciona algunas pruebas de la creciente preocupación de las últimas décadas de que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (EMF-RF) que emiten los celulares tienen un impacto negativo en la salud reproductiva humana.
Hasta ahora, los estudios que investigan esta posible asociación solo se han podido realizar en ratones o espermatozoides in vitro. Este estudio es el primero realizado en el «mundo real».
«El estudio no es perfecto y sus autores lo reconocen, pero es un estudio en el mundo real, y eso es bueno en mi opinión», sostuvo en un comunicado el profesor en Andrología Allan Pacey, quien no estuvo involucrado en la investigación.
El estudio puede ofrecer alguna evidencia de que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) emitidos por los teléfonos móviles pueden estar asociados con un menor recuento de espermatozoides. El estudio puede ofrecer alguna evidencia de que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) emitidos por los teléfonos móviles pueden estar asociados con un menor recuento de espermatozoides.
Por su parte, Alison Campbell, directora científica de Care Fertility, calificó el estudio de «fascinante y novedoso”, aunque no participó en la investigación. Sin embargo, señaló que podría haber otras explicaciones para la disminución del recuento de espermatozoides entre los usuarios frecuentes del teléfono.
Pacey se hizo eco de la misma preocupación: «No podemos estar seguros de que el teléfono móvil no sea un marcador sustituto de otro aspecto del estilo de vida u ocupación de los hombres que sea la causa real de cualquier cambio en la calidad de su esperma», apuntó.
¿Qué deberían hacer los hombres?
Si eres un hombre que busca tener hijos algún día, esta noticia puede parecer alarmante, pero los investigadores dicen que no te preocupes ni hagas grandes cambios todavía.
«Si los hombres están preocupados, entonces guardar sus teléfonos en un bolso y limitar su uso es algo relativamente fácil para ellos», afirmó Pacey. «Pero actualmente no hay evidencia de que esto mejore la calidad de su esperma. En cuanto a mí, seguiré guardando mi teléfono en el bolsillo del pantalón».
Referencia
Rahban R, Senn A, Nef S, Rӧӧsli M. Association between self-reported mobile phone use and the semen quality of young men. Fertil Steril[Internet]. 2023[citado 6 nov 2023]; 0282(23): 01875-7. DOI: https://doi.org/10.1016/j.fertnstert.2023.09.009
7 noviembre 2023|Fuente: DW.com|Tomado de Salud
nov
1
La prolongada es un deterioro común post-Covid 19.
Los efectos a largo plazo de la COVID-19 sobre la función cognitiva se han convertido en un área de creciente preocupación. Este artículo proporciona una descripción general de las características, factores de riesgo, posibles mecanismos y estrategias de manejo de la disfunción cognitiva en la condición post-COVID-19 (PCC).
La disfunción cognitiva prolongada es uno de los deterioros más comunes en la condición post-COVID-19 (PCC), afecta entre el 17% y el 28% de los individuos más de 12 semanas después de la infección y persiste en algunos casos durante varios años.
Las disfunciones cognitivas pueden manifestarse como una amplia gama de síntomas que incluyen deterioro de la memoria, déficit de atención, disfunción ejecutiva y velocidad de procesamiento reducida.
Los factores de riesgo para desarrollar PCC, con o sin deterioro cognitivo, incluyen la edad avanzada, las condiciones médicas preexistentes y la gravedad de la enfermedad aguda. Los mecanismos subyacentes aún no están claros, pero los contribuyentes propuestos incluyen neuroinflamación, hipoxia, daño vascular y reactivación del virus latente, sin excluir la posibilidad de una invasión viral directa del sistema nervioso central, lo que ilustra una patología viral compleja.
Síntomas cognitivos
Las funciones de atención permiten la capacidad de procesar información de nuestro entorno y se consideran de naturaleza jerárquica. La atención focalizada y la atención sostenida se consideran funciones de atención fundamentales. Los niveles más altos de atención dependen de funciones ejecutivas y abarcan atención alterna, selectiva y dividida. A pesar de su nombre, la memoria de trabajo también se considera una función de la atención y desempeña un papel importante en la codificación de la memoria y la recuperación de información almacenada en la memoria a largo plazo.
Dado que las funciones de atención sirven como procesos y subsistemas cognitivos fundamentales para otras funciones cognitivas, son cruciales para gestionar nuestra vida cotidiana. Las funciones de atención deterioradas, incluso en los casos de deficiencias leves, afectan directamente el rendimiento tanto en las tareas cotidianas como en la vida laboral.
Las funciones de atención se asocian frecuentemente con la velocidad de procesamiento. Desde una perspectiva neuroanatómica, el tálamo desempeña un papel crucial como centro de redes que respaldan procesos relacionados con la atención, el procesamiento de información, la memoria y las funciones ejecutivas. Sin embargo, en los estudios realizados hasta el momento sobre la COVID-19 no se ha determinado cuál de las funciones de atención se ve más afectada en el PCC, ni en qué medida otras disfunciones cognitivas son independientes o están vinculadas a funciones de atención disminuidas.
Las deficiencias en la atención, la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas a menudo tienen efectos secundarios en las pruebas que evalúan la codificación y recuperación de la memoria. En consecuencia, la memoria episódica puede verse afectada indirectamente por el tipo de daño neurológico causado por enfermedades virales, principalmente a través de reducciones en la atención y la velocidad de procesamiento necesarias para la codificación. En el contexto del PCC, aún no está completamente establecido si los resultados observados en las pruebas de memoria se deben a dificultades primarias en el almacenamiento de la memoria o si son efectos secundarios resultantes de un deterioro de la atención y/o de la memoria de trabajo.
Fatiga
La fatiga es un síntoma destacado tanto en el COVID-19 agudo como en el PCC. Las tasas de prevalencia de fatiga post-COVID oscilan entre el 32 % y el 46 % en diferentes estudios y en el metanálisis de seguimientos de 1 año entre el 18 % y el 39 %. Sin embargo, la fatiga es un síntoma multifactorial y vagamente definido presente en diversas afecciones, incluidos trastornos neurológicos, dolor crónico y depresión. También se ha informado de fatiga posinfecciosa después de otras epidemias virales.
En la mayoría de los estudios, la fatiga se informa subjetivamente mediante escalas de autoevaluación diseñadas para capturar un nivel bajo de energía que no es proporcional al nivel de actividad del individuo y que no se alivia con el descanso o el sueño normales. Actualmente, no existe una escala de fatiga validada específicamente para la fatiga post-COVID.
Como COVID-19 es una afección nueva, no es evidente si la fatiga experimentada en el PCC es equivalente y comparte los mismos mecanismos subyacentes que la fatiga en las afecciones neurológicas. En condiciones neurológicas, la disminución de la atención, la disminución de la velocidad de procesamiento y la fatigabilidad se han relacionado con la experiencia de fatiga, pero también han mostrado correlaciones significativas con la depresión y los trastornos del sueño.
Abordaje
Como la variación individual de los deterioros cognitivos es grande, se requiere un examen neuropsicológico y un enfoque multidimensional centrado en la persona. Según la Organización Mundial de la Salud, la evidencia limitada sobre los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19 requiere la implementación de intervenciones de rehabilitación a partir de prácticas establecidas para condiciones similares.
Se recomienda psicoeducación y entrenamiento en habilidades compensatorias. Podrían ser útiles los productos de asistencia y las modificaciones ambientales adaptadas a las necesidades individuales.
En disfunciones específicas de la atención y la memoria de trabajo, el entrenamiento cognitivo (cuidadosamente controlado en cuanto a su intensidad) podría ser eficaz para las personas que no sufren malestar post-esfuerzo.
Es crucial realizar más investigaciones para intervenciones basadas en evidencia específicas para los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19.
Conclusiones
La disfunción cognitiva prolongada es un deterioro común que afecta a las personas con PCC. Los factores de riesgo del PCC en general incluyen el sexo femenino, la edad, las condiciones médicas preexistentes y la gravedad de la enfermedad aguda.
Los mecanismos propuestos que contribuyen al PCC y los deterioros cognitivos incluyen neuroinflamación, hipoxia, daño vascular, reactivación viral latente e invasión viral directa del sistema nervioso central.
El manejo de la disfunción cognitiva en el PCC requiere un enfoque multidimensional que incluya un examen neuropsicológico y rehabilitación individualizada. Aunque la evidencia específica sobre los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19 es limitada, se pueden implementar intervenciones basadas en prácticas establecidas para otras afecciones neurológicas. La OMS recomienda educación, entrenamiento de habilidades, ejercicios cognitivos, productos de asistencia y modificaciones ambientales.
Se recomienda un entrenamiento funcional con un cuidadoso control de la intensidad para las personas que no padecen PEM. Es esencial realizar más investigaciones para intervenciones basadas en evidencia específicas para los deterioros cognitivos relacionados con la COVID-19.
Referencia
Möller M, Borg K, Janson C, Lerm M, Normark J, Niward K, et al. Cognitive dysfunction in post-COVID-19 condition: Mechanisms, management, and rehabilitation. J Intern Med [Internet]. 2023[citado 31 oct 2023]; ;294(5):563-581. doi: 10.1111/joim.13720.
1 noviembre 2023| Fuente: IntraMed |Tomado de Noticias biomédicas
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31
Los pacientes con artritis reumatoide que además presentan depresión o ansiedad tienen un mayor riesgo de experimentar mala calidad del sueño, según un estudio transversal realizado en México publicado en Medicina.[1]
Las manifestaciones que acompañan a un paciente con artritis reumatoide no se limitan a rigidez y dolor articular. Los pacientes con esta enfermedad son propensos a padecer trastornos psicológicos o alteraciones del sueño, como somnolencia, vigilia, dificultad para conciliar el sueño o sueño de mala calidad, entre otros. Asimismo, estudios realizados en Turquía, Corea, China y Malasia han puesto en evidencia que esta asociación no está limitada a una región.
«Una enfermedad inflamatoria crónica induce en los pacientes depresión y la calidad de vida es mala. Desde ahí quisimos abordar el tema porque era la primera vez que se exploraban estos puntos y ahí nace la idea de esta investigación [en los pacientes con artritis reumatoide]», comentó a Medscape en español la primera autora del trabajo, Isela Juárez Rojop, Ph. D
Para determinar la prevalencia de la mala calidad del sueño y los posibles factores de riesgo asociados con este fenómeno en personas con artritis reumatoide los autores realizaron un estudio transversal con pacientes del Servicio de Reumatología del Hospital Regional de Alta Especialidad «Dr. Gustavo Rovirosa Pérez» en Villahermosa, Tabasco.
Metodología
Se incluyó a 102 pacientes con edades entre 18 y 58 años con diagnóstico de artritis reumatoide y determinación reciente de proteína C reactiva. Se excluyeron aquellos con diagnóstico previo de ansiedad o depresión.
Variables demográficas como edad, sexo, educación, situación laboral y estado civil actual fueron recopiladas mediante una herramienta diseñada para esta finalidad en particular. Por otra parte, variables clínicas e información acerca del tratamiento físico y farmacológico fue obtenida a partir de la historia clínica de cada paciente.
Para clasificar la actividad de la enfermedad los autores utilizaron la puntuación según el Índice de actividad de la enfermedad en 28 articulaciones (DAS28). Variables como niveles de proteína C reactiva y las articulaciones sensibles e inflamadas fueron utilizadas para el cálculo. Aquellos con valores por debajo de 2,6 fueron considerados pacientes en remisión.
Por otra parte, los síntomas de depresión y ansiedad se evaluaron utilizando la Escala de Depresión y , mientras que en la calidad de sueño se utilizó una versión validada del Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI).
31 octubre 2023| Fuente: Medscape Tomado de Noticias Médicas
oct
13
El diagnóstico de diabetes tipo 2 antes de los 30 años puede reducir la esperanza de vida en 14 años
Aunque la diabetes tipo 2 (T2D) es más común en adultos, ha habido un enorme aumento en los casos de inicio precoz, generalmente asociados con la obesidad.
Un nuevo estudio ha encontrado que la esperanza de vida de las personas diagnosticadas con diabetes antes de los 30 años es 14 años menor que para las personas sin diabetes.
La diabetes tipo 2 es una condición crónica que se desarrolla cuando el cuerpo deja de producir suficiente insulina, la hormona que controla la glucosa en sangre o deja de responder a ella.
La insulina mueve la glucosa, producida por la digestión de los alimentos, desde la sangre hasta las células donde se puede utilizar. Se habla de Resistencia a la insulina, cuando las células dejan de responder a la insulina, puede conducir a Prediabetes y diabetes tipo 2.
En el pasado, se pensaba que la diabetes tipo 2 se desarrollaba sólo en personas mayores, y aún es más común en las edades de 50 años o más. Sin embargo, los casos en los más jóvenes han ido en aumento. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, el estilo de vida, parientes cercanos con diabetes tipo 2, siendo de origen étnico negro y de las minorías, y pertenecer a un grupo socioeconómico menos acomodado.
Un nuevo estudio, publicado en Lancet Diabetes & Endocrinology, ha analizado el efecto del diagnóstico de diabetes tipo 2 sobre la esperanza de vida.
Los hallazgos destacan que ser diagnosticado con diabetes tipo 2 acortó la esperanza de vida en un promedio de seis años. Sin embargo, si ese diagnóstico era antes de los 30 años, la esperanza de vida se redujo en 14 años.
Sin embargo, en una noticia más prometedora, otro estudio encontró que el tirzepatide, un nuevo fármaco inyectable para la diabetes, es tan efectivo en aquellos con diabetes tipo 2 de inicio temprano como en personas que desarrollan la condición más adelante en la vida.
Esta investigación fue presentada en la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) en Hamburgo, Alemania.
En un estudio utilizando datos de dos fuentes a gran escala, los factores de riesgo emergentes Colaboración y el Biobanco del Reino Unido, los investigadores investigaron las asociaciones entre la edad en el diagnóstico de diabetes y la esperanza de vida.
Descubrieron que por cada década y diagnóstico temprano la diabetes tipo 2 reducía la esperanza de vida se redujo en 3-4 años.
Los diabéticos, si no están bien manejados, pueden llevar a múltiples complicaciones, como insuficiencia renal, enfermedades cardíacas y amputaciones, cada una de las cuales reduce la esperanza de vida.
– Dr. Robert Gabbay, director científico y médico de la Asociación Estadounidense de Diabetes, quien no participó en el estudio, en declaraciones a Medical News Today.
En Estados Unidos, en comparación con una persona sin diabetes, un hombre de 50 años con diabetes murió en promedio 14 años antes si se le diagnosticaba a la edad de 30, 10 años antes cuando se le diagnosticaba a los 40, o seis años antes cuando se le diagnosticaba a los 50. Las estimaciones correspondientes para la Unión Europea eran 13, nueve, o cinco años antes.
Uno de los autores, Prof. Naveed Sattar, del Instituto de Ciencias Cardiovasculares y Médicas de la Universidad de Glasgow, dijo en un comunicado de prensa: «Nuestros hallazgos apoyan la idea de que el individuo diagnosticado más joven de diabetes tipo 2, tiene más daños acumulados en su cuerpo por el metabolismo deteriorado.
Sin embargo, añadió una nota esperanzadora: «Pero los hallazgos también sugieren que la detección temprana de la diabetes por cribado seguida de un manejo intensivo de la glucosa podría ayudar a prevenir complicaciones a largo plazo».
En otro estudio, hay buenas noticias potenciales para aquellos con diabetes tipo 2 de inicio temprano.
Los investigadores descubrieron que tirzepatide (Mounjaro), perteneciente a una nueva clase de drogas que imita el efecto del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) y el polipéptido insulinotrópico (GIP) dependiente de la glucosa, dos hormonas involucradas en el control del azúcar en sangre y la supresión del apetito, es eficaz tanto en aquellos con diabetes tipo 2 de inicio temprano como en las personas que desarrollan la enfermedad más tarde.
El fármaco, administrado por una inyección una vez por semana, está aprobado por la FDA en los Estados Unidos desde mayo de 2022 y en el Reino Unido para tratar la diabetes tipo 2 desde septiembre de 2023.
En este estudio, investigadores de la Universidad de Leicester, Reino Unido y Estados Unidos, evaluaron el efecto del tirzepatide en el control de la glucosa en sangre, el peso corporal y los marcadores cardiometabólicos en la diabetes de desarrollo temprano y tardío. Se usaron datos del programa SURPASS (SURPASS-1, -2, -3 y -5) para tres dosis diferentes de tirzepatide – 5 mg, 10 mg y 15mg.
Descubrieron que el tirzepatide era igualmente eficaz en ambos grupos en las tres dosis. Ambos grupos mostraron mejores niveles medios de glucosa en sangre y peso corporal después de 40 o 52 semanas. Su circunferencia de la cintura, lípidos y presión arterial sistólica también mejoraron.
La diabetes tipo 2 que se diagnostica en la edad adulta infantil o temprana (por debajo de los 40 años) se clasifica como diabetes tipo 2 de inicio temprano.
La diabetes de inicio temprano es generalmente más agresiva y difícil de tratar que la diabetes tipo 2 diagnosticada más adelante en la vida. El aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, muerte temprana y complicaciones microvasculares se relacionan con niveles elevados de glucosa en sangre, que puede llevar a:
– retinopatía: Los vasos sanguíneos en la retina se dañan, lo que puede llevar a la ceguera.
– daño nervioso por la falta de suministro de sangre en los vasos pequeños que conduce a los nervios.
– nefropatía: Daño renal que impide que los riñones filtren adecuadamente la sangre, lo que conduce a una acumulación de metabolitos dañinos en el cuerpo.
La diabetes tipo 2 de inicio temprano no sólo es más agresiva, sino que generalmente responde peor a los medicamentos, lo que significa que nuestros hallazgos son realmente alentadores. Ahora se necesita continuar investigando para evaluar si comenzar el tratamiento con tirzepatide y medicamentos similares temprano en el curso de la enfermedad mejora los resultados a largo plazo en este importante grupo.
– Prof. Melanie Davies, autora correspondiente de la Universidad de Leicester, Leicester, Reino Unido.
El Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades aconseja varias maneras de reducir el riesgo de diabetes tipo 2:
Bajar de peso y mantenerlo lo alcanzado: Se puede prevenir o retrasar la diabetes al perder 5 a 7 % por ciento de su peso inicial.
Consuma una dieta más saludable: Reemplazar los alimentos procesados, las grasas trans, las bebidas azucaradas y el alcohol con consumo de verduras, proteínas magras, granos enteros, agua y bebidas sin endulzar.
Haz un plan y rastrea tu progreso para tratar de hacer permanentes los cambios de estilo de vida.
Las personas deben asegurarse que están comiendo alimentos saludables y enteros. Consuma una dieta equilibrada, baja en carbohidratos refinados, azúcares refinados, grasas saturadas y alimentos procesados. Hacer ejercicio de forma regular. Mantenga un peso corporal saludable, sin sobrepeso, no obesidad.
– Dr. Ishita Prakash Patel, endocrinólogo certificado por la junta, Texas Diabetes y Endocrinología en Austin, Texas, quien no estuvo involucrado en el estudio.
Referencia
Emerging Risk Factors Collaboration. Life expectancy associated with different ages at diagnosis of type 2 diabetes in high-income countries: 23 million person-years of observation. The Lancet Diabetes & Endocrinology[Internet].[citado 2 oct 2023]; 11(10): 731-742. https://doi.org/10.1016/S2213-8587(23)00223-1
13 octubre 2023│Fuente: Medical News Today│ Tomado de Noticia