Imagen: Archivo.La ministra brasileña de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, advirtió hoy aquí que la lucha contra el hambre, la pobreza y la crisis climática debe asumirse como una tarea conjunta y urgente. 

«Las personas pierden sus sistemas alimentarios y sus empleos cuando hay inundaciones, tifones o huracanes, como ocurrió recientemente en Paraná, donde una ciudad entera quedó devastada. Se vuelven más vulnerables», señaló Silva, al intervenir aquí en un panel dentro del marco de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30).

Detalló que la desigualdad social y el deterioro ambiental son dos caras de una misma crisis.

Insistió en que las políticas climáticas deben estar integradas con las de inclusión social. “Pensar en abordar la desigualdad junto con el cambio climático es perfectamente posible, y es la única manera de afrontar ambos problemas eficazmente”, afirmó.

En la sesión también participó el ministro de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, Wellington Dias, quien subrayó la urgencia de fortalecer las redes de protección social frente a las emergencias climáticas.

«No hay seguridad alimentaria ni resiliencia climática sin quienes cuidan la tierra, el agua y las semillas. La agricultura familiar proporciona la mayor parte de nuestros alimentos», recordó.

Dias también valoró el papel de los pueblos tradicionales como guardianes del conocimiento agrícola y de la biodiversidad.

«La silvicultura productiva es una vía que integra lo social, lo ambiental y lo ecológico», añadió.

El debate en el foro se enmarca en la reciente Declaración de Belém sobre el Hambre, la Pobreza y la Acción Climática Centrada en las Personas, firmada el 7 de noviembre por 43 países y la Unión Europea.

Impulsado por Brasil, el documento busca situar la erradicación del hambre y la pobreza en el centro de las negociaciones climáticas globales.

La titular alemana de Cooperación y Desarrollo, Reem Alabali Radovan, elogió la iniciativa brasileña y su enfoque integrador.

«Esta declaración representa un paso pionero para vincular la acción climática, la protección social y la seguridad alimentaria. Proteger el planeta y proteger a las personas deben ir de la mano», subrayó.

La jornada de este lunes estuvo marcada por el énfasis en la acción social como parte de la agenda climática, con llamados a coordinar políticas de mitigación, adaptación y justicia social.

Para el martes se espera que las discusiones de la COP30 se concentren en la financiación de las políticas de adaptación y el papel de los países desarrollados en la transferencia de recursos y tecnología hacia las naciones más vulnerables, uno de los temas más sensibles de la conferencia que se celebra por primera vez en la Amazonia y se extiende hasta el día 21.

 11 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia

Imagen: Prensa Latina.La Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó hoy que 2025 podría convertirse en el segundo o el tercer año más cálido registrado desde que se documentan estos datos, hace 176 años.

Según aparece en un boletín sobre el estado del clima mundial publicado por la organización, la temperatura media cerca de la superficie entre enero y agosto de 2025 estuvo en 1,42 °C, unos 0,12 °C por encima del valor medio de la era preindustrial.

Las concentraciones de gases de efecto invernadero que retienen el calor en la atmósfera y el contenido calorífico de los océanos alcanzaron magnitudes sin precedentes en 2024 y prosiguieron con su escalada en 2025, señala el documento.

Mientras, la extensión del hielo marino del Ártico después del período invernal de congelación fue la más baja jamás observada, y en la Antártida, la extensión del hielo marino estuvo muy por debajo de la media durante todo el año.

La tendencia de aumento del nivel del mar a largo plazo continuó, a pesar de una mínima bajada transitoria debida a factores naturales, resalta el informe.

“Esta insólita racha de altas temperaturas, combinada con el aumento récord de las concentraciones de gases de efecto invernadero del año pasado, deja claro que será prácticamente imposible limitar el calentamiento global a 1,5 °C en los próximos años sin que las temperaturas superen transitoriamente ese umbral”, precisa la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.

“Pero la ciencia también es tajante al afirmar que todavía es completamente posible —y esencial— reducir las temperaturas para contener el calentamiento hasta los 1,5 °C para fines de siglo”, añadió.

06 noviembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de | Noticia

Imagen: Archivo.La tasa de mortalidad relacionada con el calor aumentó un 23 % desde la década de 1990, elevando el total de muertes por esta causa a un promedio de 546 000 al año.

Lo anterior es una de las principales conclusiones del informe de 2025 de la iniciativa Lancet Countdown sobre Salud y Cambio Climático, elaborado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud.

Dicho reporte revela que 12 de los 20 indicadores clave que monitorean las amenazas para la salud alcanzaron niveles récord, lo cual demuestra cómo la inacción climática está costando vidas, sobrecarga los sistemas de salud y debilita las economías.

El referido texto deja claro que la inacción climática causa muertes en todos los países e indica que en 2024 una persona promedio estuvo expuesta a 16 días de calor extremo que no se habrían previsto sin el cambio climático.

Mientras, los bebés y adultos mayores sufrieron un total de más de 20 días de olas de calor por persona, lo cual supone un aumento de cuatro veces en los últimos 20 años.

Además, las sequías y las olas de calor provocaron que 124 millones de individuos sufrieran inseguridad alimentaria moderada o grave en 2023.

Igualmente, la exposición al calor causó la pérdida de 640 mil millones de horas laborales potenciales en 2024, con pérdidas de productividad equivalentes a 1,09 billones de dólares.

Entre tanto, el costo de las muertes relacionadas con las altas temperaturas entre los adultos mayores alcanzó los 261 mil millones de dólares.

A su vez, los gobiernos gastaron 956 mil millones de dólares en subsidios netos a los combustibles fósiles en 2023, más del triple de la cantidad anual comprometida para apoyar a los países vulnerables al cambio climático.

No obstante, gracias a la acción climática se estima que se evitaron 160 mil muertes prematuras cada año entre 2010 y 2022, tan solo por la reducción de la contaminación del aire exterior derivada del carbón.

«Desde el desarrollo de energías limpias hasta la adaptación urbana, se están tomando medidas que generan beneficios reales para la salud, pero debemos mantener ese impulso», afirmó la doctora Marina Romanello, directora ejecutiva de Lancet Countdown en el University College London.

De cara a la COP30 en Belém, Brasil, las conclusiones del informe global 2025 de Lancet Countdown proporcionan una evidencia fundamental para acelerar la acción climática centrada en la salud. 

30 octubre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia

Imagen: Archivo.Brasil exhibe hoy, en la antesala de la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, capital del norteño estado de Pará, una inédita estrategia para adaptar su sistema de salud al cambio climático.

Bautizado Plan de Acción de Salud de Belém, el proyecto busca reorganizar la atención médica, prevenir crisis sanitarias y reducir el impacto ambiental del sector.

Entre las medidas más innovadoras figuran la redefinición de los horarios de atención y descanso en los hospitales durante períodos de calor extremo y la creación de protocolos clínicos que ajusten las dosis de medicamentos según las variaciones de temperatura.

«Si las olas de calor se vuelven más frecuentes, los servicios tendrán que cambiar. No podemos mantener el mismo horario si salir entre el mediodía y las cuatro de la tarde se vuelve riesgoso para la población», explicó la epidemióloga Ethel Maciel, exsecretaria de Vigilancia Sanitaria y enviada especial de Brasil a la conferencia.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la crisis climática provocará unas 250 000 muertes anuales entre 2030 y 2050, principalmente por desnutrición, malaria, diarrea y estrés térmico.

Los costos globales para los sistemas de salud oscilarán entre dos mil y cuatro mil millones de dólares al año.

Elaborado en conjunto con la OMS, el plan brasileño se estructura sobre tres pilares: vigilancia integrada de clima y salud, preparación de servicios y profesionales, e innovación sostenible en la cadena de suministro médico.

Como primer pilar propone cruzar datos ambientales y sanitarios para anticipar riesgos como olas de calor, contaminación, cambios en la calidad del agua o brotes de enfermedades.

«Hasta el año pasado, Brasil no contaba con un panel que vinculara contaminación y salud. Ahora lo tenemos, y eso lo cambia todo», afirmó Maciel, también profesora de la Universidad Federal de Espíritu Santo.

La estrategia surge tras tragedias recientes como las inundaciones en Rio Grande do Sul y los incendios en el Pantanal, que evidenciaron la fragilidad del sistema ante emergencias ambientales.

El segundo eje refuerza la preparación médica ante eventos extremos. Además de infraestructura adaptada, se prevé capacitar a profesionales para atender emergencias derivadas del calor, incendios o inundaciones.

Por último, el tercer eje del plan apunta a reducir la huella ambiental del sector sanitario, responsable de gran parte del consumo energético y del uso de plásticos. «El sistema de salud también contamina y debe transformarse», advirtió Maciel.

Con el Plan de Belém, Brasil busca llegar a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) no solo con compromisos climáticos, sino con una nueva visión sanitaria global: un sistema capaz de proteger la salud humana en un planeta cada vez más caliente. 

27 octubre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia

cambio climaticoLa Organización de las Naciones Unidas (ONU) acoge hoy la Cumbre sobre el Clima 2025, en el marco de la semana de alto nivel del 80 período de sesiones de la Asamblea General de ese organismo.

La cita se centrará en definir medidas para impedir que el cambio climático continúe avanzando más rápido que las acciones políticas y exigirá a los Estados miembros pasos concretos para cumplir los compromisos asumidos.

Además, demandará la implementación de estrategias eficaces antes de la conferencia sobre el tema, prevista para noviembre en Belém, Brasil.

No es una negociación, sino un evento donde se esperan anuncios concretos de jefes de Estado, gobiernos, empresas y la sociedad civil. Los firmantes del Acuerdo de París deben presentar medidas nuevas o actualizadas que reflejen una acción audaz para la próxima década, precisó la ONU en un comunicado.

Recientemente, el secretario general de ese organismo, António Guterres, advirtió que los compromisos actuales son insuficientes y solo una minoría de países tiene planes vigentes para 2025.

La Cumbre es a la vez presión y oportunidad. Los líderes deberán demostrar cómo ejecutarán sus medidas y cómo se alinean con la transición hacía energías limpias, indica el texto.

Además, señala que el escenario político está fragmentado y Estados Unidos, uno de los mayores emisores históricos, abandonó el Acuerdo de París, dejando dudas sobre la financiación climática prometida a países en desarrollo.

También recuerda que los resultados del encuentro en Nueva York marcarán el tono de la cita en Belém, la cual estará centrada en justicia climática, protección forestal y energías renovables.

24 septiembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia

octubre 3, 2025 | wferrerentenza | Filed under: Bienestar, salud y calidad de vida, Cambio climático | Etiquetas: |

Imagen: Archivo.Madrid es la segunda capital europea con mayor proporción de muertes por calor imputables al cambio climático (93%).

Hasta el 68% de las muertes por calor extremo en Europa ocurridas durante el verano son atribuibles al cambio climático, según un estudio del Imperial College de Londres (Reino Unido), la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido), la Universidad de Berna (Suiza), el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos y la Universidad de Copenhague (Dinamarca).

El aumento de las temperaturas medias en hasta 3,6 °C ha provocado la muerte de 24 400 personas en las 854 ciudades europeas analizadas, de las que se podrían haber evitado unas 16 500 defunciones sin este incremento del calor, inducido por la quema de combustibles fósiles y la deforestación, tal y como han subrayado los autores del estudio.

Tras ello, han advertido de que esta cifra de fallecidos es «solo una instantánea» de la cifra real, pues la investigación ha abarcado en torno al 30% de la población europea, y han pedido tener en cuenta que la gran mayoría de las muertes relacionadas con el calor no se notifican, y que los problemas cardíacos, respiratorios o renales se agravan con las altas temperaturas.

Los países con más muertes estimadas por el cambio climático este verano son Italia (4 597), España (2 841), Alemania (1 477), Francia (1 444), Reino Unido (1 147), Rumanía (1 064), Grecia (808), Bulgaria (552) y Croacia (268). Mientras tanto, las capitales más afectadas han sido Roma (Italia), con 835 muertes estimadas; Atenas (Grecia), con 630; París (Francia), con 409; Madrid (España), con 387; Bucarest (Rumanía), con 360; Londres (Reino Unido), con 315; y Berlín (Alemania), con 140.

Cabe destacar que Madrid ha sido la segunda capital con mayor proporción de muertes atribuibles al cambio climático, con un 93% del total, y solo superada por Estocolmo (Suecia), que llega hasta el 97%. A estas dos ciudades le sigue Bratislava (Eslovaquia), con un 85% de fallecimientos atribuibles.

«Este estudio demuestra por qué es tan urgente la necesidad de dejar de quemar petróleo, gas y carbón. Hoy, con tan solo 1,3 grados de calentamiento, miles de personas ya mueren a causa de fenómenos meteorológicos intensificados por el cambio climático. Pero este siglo vamos camino de experimentar hasta tres grados, lo que traería a Europa un calor estival más intenso y mucho más mortal», ha declarado la profesora de Ciencias del Clima Friederike Otto, del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres.

LAS PERSONAS MAYORES DE 65 AÑOS, LAS MÁS VULNERABLES

El trabajo también subraya que las personas mayores de 65 años son las más vulnerables al calor, y es que representan el 85% del exceso de muertes, algo de especial relevancia si se tiene en cuenta el envejecimiento de la población europea y que el continente es el que «más rápido» se calienta.

«Esto amenazará la vida de las personas mayores y sobrecargará los sistemas de salud. Se necesitan políticas para que las ciudades sean más resilientes al calor extremo, afirman los investigadores», han recalcado los investigadores, quienes han recordado que el 70% de la población europea vive en ciudades, que suelen tener una media de entre cuatro y seis grados más de temperatura que las zonas rurales.

Es por ello por lo que han recomendado ampliar los espacios verdes y azules, un recurso «vital» durante épocas de calor extremo, especialmente en aquellas comunidades de bajos ingresos, que suelen tener viviendas más calurosas y densas.

«Las ciudades son muy vulnerables a las olas de calor debido a que grandes cantidades de superficies de hormigón y asfalto atrapan y retienen el calor, mientras que el transporte y el consumo de energía generan aún más, intensificando las peligrosas temperaturas urbanas (…) Las tendencias convergentes de urbanización, envejecimiento de la población y cambio climático impulsan la vulnerabilidad y aumentan el riesgo de alcanzar los límites de la adaptación», han agregado.

A pesar de la importancia de tomar políticas de protección contra el calor, los expertos han insistido en la necesidad de un «rápido abandono» de los combustibles fósiles como forma «más eficaz» de evitar veranos más calurosos y mortales.

«A pesar de ser el tipo de clima extremo más mortal, el calor se ha subestimado durante mucho tiempo como riesgo para la salud pública. Por ejemplo, incluso este verano en Europa, la gente sigue trabajando al aire libre con temperaturas superiores a los 40 grados. Nadie esperaría que alguien arriesgara su vida trabajando bajo lluvias torrenciales o vientos huracanados, pero el calor peligroso todavía se trata con demasiada ligereza», ha aseverado el profesor del Instituto Grantham de Cambio Climático y Medio Ambiente del Imperial College de Londres, el doctor Garyfallos Konstantinoudis.

LIGEROS AUMENTOS DEL CALOR PUEDEN CAUSAR MUCHAS MUERTES

Por otro lado, los investigadores han subrayado que incluso unos «pocos grados adicionales» pueden causar «grandes aumentos repentinos» de fallecimientos, principalmente por la exposición de personas vulnerables a temperaturas superiores a las que están acostumbradas a aguantar.

En ese sentido, han detallado que entre junio y agosto de este año se ha registrado un incremento de 0,9 grados por encima de la media de la serie 1990-2020, lo que la convierte en la cuarta temporada de verano más cálida.

Además, han estimado que las temperaturas veraniegas en Europa son entre 1,5 y 2,9 grados superiores a las que habrían sido en un clima 1,3 grados más frío, sin el aumento del calor provocado por la quema de combustibles fósiles.

«Puede que no parezca mucho, pero nuestro estudio demuestra que cambios en el calor estival de tan solo unos pocos grados pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte para miles de personas. Es otro recordatorio de que el cambio climático no es un problema que podamos abordar en el futuro», ha insistido la investigadora del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres, la doctora Clair Barnes.

La experta también ha advertido de que, cuanto más tarden los gobiernos en abandonar los combustibles fósiles y en reducir las emisiones, más «letal» será el calor estival.

De forma parecida se ha pronunciado el responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, Pedro Zorrilla Miras, quien ha instado al Gobierno español a adoptar una postura «acorde con la ciencia» que evite sobrepasar el límite de 1,5 grados de calentamiento global, así como a reforzar los objetivos climáticos para el beneficio del planeta y de la ciudadanía.

Asimismo, ha pedido tomar medidas a través del Pacto de Estado por la emergencia climática, tales como nuevos impuestos a la industria de los combustibles fósiles y a otros grandes contaminadores; adaptar las ciudades y pueblos para transformarlos en entornos más seguros, saludables y justos; o priorizar medidas urgentes que protejan a las personas más vulnerables.

«Hoy la ciencia vuelve a demostrar que el cambio climático mata. España es uno de los países europeos con más muertes este verano ligadas al calor, con casi tres cuartas partes atribuibles al cambio climático. En la capital, Madrid, la situación todavía es más extrema y casi todas las muertes por calor, se debieron a la crisis climática», ha concluido Zorrilla.

16 septiembre 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia

septiembre 23, 2025 | wferrerentenza | Filed under: Cambio climático, Tiempo, clima y salud | Etiquetas: |

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