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La cefalea es un síntoma frecuente en la fase aguda de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) y también uno de los efectos adversos más comunes tras la vacunación. En ambos casos, la fisiopatología de la cefalea parece estar relacionada con la respuesta inmunitaria del huésped y podría presentar similitudes. Nuestro objetivo fue comparar el fenotipo clínico y la frecuencia de los síntomas asociados y los síntomas de inicio en pacientes con cefalea relacionada con la COVID-19 y cefalea relacionada con la vacuna de la COVID-19.
realizó un estudio de casos y controles. Se incluyó a pacientes con infección confirmada por COVID-19 y receptores de la vacuna de la COVID-19 que experimentaron un nuevo inicio de cefalea. Se administró un cuestionario estandarizado que incluyó variables demográficas, antecedentes previos de cefaleas, síntomas asociados y variables relacionadas con la cefalea. Ambos grupos se emparejaron por edad, sexo y antecedentes previos de cefaleas. Se realizó un análisis de regresión multivariante.
Un total de 238 pacientes cumplieron con los criterios de elegibilidad (143 pacientes con cefalea relacionada con la COVID-19 y 95 sujetos con cefalea relacionada con la vacuna de la COVID-19). Los pacientes con cefalea relacionada con la COVID-19 presentaron una mayor frecuencia de artralgia, diarrea, disnea, dolor torácico, expectoración, anosmia, mialgia, odinofagia, rinorrea, tos y disgeusia. Además, los pacientes con cefalea relacionada con la COVID-19 experimentaron una duración diaria más prolongada de la cefalea y describieron la cefalea como la peor que habían experimentado. Los pacientes con cefalea relacionada con la vacuna de la COVID-19 experimentaron con más frecuencia dolor en la región parietal, fonofobia y empeoramiento de la cefalea por movimientos de la cabeza o de los ojos.
La cefalea causada por la infección por el SARS-CoV-2 y la cefalea relacionada con la vacunación de la COVID-19 presentan más similitudes que diferencias, lo que respalda una fisiopatología compartida y la activación de la respuesta inmunitaria innata. Las principales diferencias estuvieron relacionadas con los síntomas asociados.
Ver artículo: González-Celestino A, González-Osorio, Y García-Iglesias C, Echavarría-Iñiguez A, Sierra-Mencía A, Recio-García A, et al. Diferencias y similitudes entre la cefalea relacionada con la COVID-19 y la cefalea relacionada con la vacuna de la COVID-19. Un estudio de casos y controles. Rev Neurol [Internet]. 2023[citado 4 feb 2024]; 77:229-39. DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7710.2023063
16 noviembre 2023| Fuente: Neurología.com| Tomado de | Noticia
ene
18
Un estudio observacional realizado por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y del Hospital del Mar determina que la administración intradérmica de la vacuna JYNNEOS contra la viruela induce una respuesta inmunitaria eficiente que debería prote
Investigadores del Laboratorio de Biología de la Infección del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) de la Universidad Pompeu Fabra y de la Unidad de VIH del Instituto de Investigación Hospital del Mar, han demostrado que la vacunación intradérmica con la vacuna JYNNEOS contra la viruela es la mejor opción para proteger a las personas con VIH de contraer el virus de la viruela del mono. Esta pauta de administración de la vacuna requiere menos material para inyectar a cada paciente, lo que multiplica por 5 las dosis de vacuna disponibles. Los resultados de este estudio observacional también indican que aquellos individuos con un nivel bajo de células T CD4 -un tipo de glóbulo blanco esencial para combatir adecuadamente nuevas infecciones- necesitan una dosis de refuerzo 28 días después de la primera dosis para compensar su estado de inmunodepresión.
El virus de la viruela del mono (monkeypox, en inglés) es un virus zoonótico de la familia del virus variólico que causa la viruela. La viruela del mono causa una enfermedad infecciosa que puede propagarse de forma autóctona entre humanos por contacto directo y por vía respiratoria. Los síntomas más comunes de la infección por viruela símica son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, inflamación de los ganglios linfáticos, erupción cutánea, síntomas respiratorios y rectales, y agotamiento. Su gravedad depende de la edad y de la respuesta del sistema inmunitario para resistir a patógenos y parásitos.
Antes de la primavera de 2022, la viruela símica solía aparecer como brotes aislados en zonas endémicas de África Central y Occidental, pero en ese momento se produjo un brote mundial que facilitó la transmisión de persona a persona. Transmisión que se produjo, principalmente, entre hombres que mantenían relaciones sexuales con hombres. Un grupo de población con muchos individuos infectados por el VIH y que son especialmente susceptibles a la infección por el virus de la viruela del mono y a su patogenicidad.
Aunque no existe una vacuna específica contra la viruela del mono, la vacuna contra la viruela protege a 8 de cada 10 personas de contraer la infección, debido al parentesco antigénico entre ambos virus.
Combatir la viruela del mono cuando se vive con el VIH
Los resultados del estudio publicado hoy en la revista Journal of Medical Virology indican que la actividad de las células T -responsables de la respuesta contra los patógenos, la homeostasis y la memoria del sistema immune- de los individuos infectados por el VIH-1, cuya carga viral estaba controlada por la terapia antirretroviral, aumentó tras la vacunación con la vacuna contra la viruela JYNNEOS. Y que la respuesta de las células T fue equivalente a la de los individuos sanos de control.
Entre las personas que viven con una infección por VIH, existe un grupo de riesgo que merece especial atención. Se trata de los llamados no respondedores inmunológicos (INR por sus siglas en inglés), individuos que controlan su carga viral con la terapia antirretroviral, pero sólo recuperan parcialmente su recuento de linfocitos T CD4.
«Nuestro estudio muestra que estos INR pueden necesitar una dosis de refuerzo 28 días después de la primera vacunación para generar una respuesta eficiente de células T y estar, así, protegidos frente a la viruela del mono», explica Robert Güerri, clínico del Hospital del Mar y profesor asociado de la UPF, que ha coordinado el estudio de vacunación. En conjunto, los nuevos hallazgos subrayan la importancia de realizar estudios específicos sobre la respuesta inmunitaria en personas con VIH, especialmente en aquellas con un número más bajo de glóbulos blancos CD4.
Las vías de administración de la vacuna modulan la respuesta inmunitaria
Antes del brote de viruela del mono de la primavera de 2022, la vacuna JYNNEOS se administraba por vía subcutánea para proteger a la población. Pero debido al aumento de la demanda de vacunas, en agosto de 2022, las autoridades sanitarias estadounidenses y europeas propusieron administrar la vacuna JYNNEOS por vía intradérmica. Por esta vía, la vacuna se libera en la capa superior de la piel, donde se encuentran muchas células inmunitarias. Aunque, lo más importante de este nuevo procedimiento es que multiplica por 5 las dosis de vacuna disponibles, aumentando la disponibilidad de la vacuna sin comprometer su eficacia.
En contraste con la respuesta de las células T de los individuos infectados por el VIH-1 que recibieron la vacuna JYNNEOS por vía subcutánea, todos los individuos que recibieron la vacuna por vía intradérmica generaron una respuesta significativa de las células T. Por lo tanto, la vacunación intradérmica fue más eficaz para activar la inmunidad antivírica específica.
«Nuestros resultados apoyan claramente la propuesta de una vía de vacunación que ahorre dosis también para la protección de los individuos inmunodeprimidos, que son los que más necesitan la vacuna», añade Andreas Meyerhans, investigador ICREA y catedrático de la UPF, que coordinó la parte experimental del estudio.
Este estudio proporciona una indicación temprana de cómo mejor proceder con la vacunación preventiva contra la viruela del mono en un grupo de individuos con alto riesgo de infección. Sin embargo, otros estudios deberán confirmar y ampliar las observaciones derivadas de este estudio que cuenta con un número pequeño de individuos vacunados.
Referencia: Sisteré-Oró M, Du J, Wortmann DDJ, Filippi MD, Cañas Ruano E, Arrieta Aldea I, et al. Pan-pox-specific T-cell responses in HIV-1-infected individuals after JYNNEOS vaccination. J Med Virol[Internet]. 2023[citado 17 ene 2024]; 96:e29317. doi:10.1002/jmv.29317
12 enero 2024| Fuente: Eureka Alert| Tomado de Comunicado de prensa
nov
23
La cefalea es un síntoma frecuente en la fase aguda de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) y también uno de los efectos adversos más comunes tras la vacunación. En ambos casos, la fisiopatología de la cefalea parece estar relacionada con la respuesta inmunitaria del huésped y podría presentar similitudes. Ese ha sido el objetivo de un estudio, publicado en Revista de Neurología y desarrollado por un grupo de investigadores españoles y británicos (Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Brain Research Imaging Centre (CUBRIC) y Universidad Rey Juan Carlos), comparando el fenotipo clínico y la frecuencia de los síntomas asociados y de inicio en pacientes con cefalea relacionada con la COVID-19 y con la vacuna de la COVID-19.
Se realizó un estudio de casos y controles incluyendo pacientes con infección confirmada por COVID-19 y receptores de la vacuna de la COVID-19 que experimentaron un nuevo inicio de cefalea. Se administró un cuestionario estandarizado que incluyó variables demográficas, antecedentes previos de cefaleas, síntomas asociados y variables relacionadas con la cefalea. Ambos grupos se emparejaron por edad, sexo y antecedentes previos de cefaleas y se realizó un análisis de regresión multivariante. El estudio refleja que un total de 238 pacientes cumplieron con los criterios de elegibilidad. Los pacientes con cefalea relacionada con la COVID-19 presentaron una mayor frecuencia de artralgia, diarrea, disnea, dolor torácico, expectoración, anosmia, mialgia, odinofagia, rinorrea, tos y disgeusia. Además, los pacientes con cefalea relacionada con la COVID-19 experimentaron una duración diaria más prolongada de la cefalea y la describieron como la peor que habían experimentado. Los pacientes con cefalea relacionada con la vacuna de la COVID-19 experimentaron con más frecuencia dolor en la región parietal, fonofobia y empeoramiento de la cefalea por movimientos de la cabeza o de los ojos.
Los autores concluyen que la cefalea causada por la infección por el SARS-CoV-2 y la relacionada con la vacunación de la COVID-19 presentan más similitudes que diferencias, lo que respalda una fisiopatología compartida y la activación de la respuesta inmunitaria innata. Las principales diferencias estuvieron relacionadas con los síntomas asociados.
Ver más información:
González Celestino A, González Osorio Y, García Iglesias A, Echavarría Íñiguez A, Sierra Mencía A, Recio García J, et al. Diferencias y similitudes entre la cefalea relacionada con la COVID-19 y la cefalea relacionada con la vacuna de la COVID-19. Un estudio de casos y controles. Rev Neurol [Internet]. 2023[citado 22 nov 2023]; 77:229-239. PMID: 37962534DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7710.2023063
23 noviembre 2023 | Fuente: Neurología.com |Tomado de | Noticia Salud
ago
30
Un estudio psicológico de la Universidad de Constanza (Alemania) sugiere que el cerebro puede evaluar el estado de nuestra propia salud con más precisión de lo que se suponía, e incluso es probable que sea capaz de evaluar correctamente el estado del sistema inmunitario. En el estudio, publicado en Biological Psychology, estos científicos examinaron cómo evalúan las personas recién vacunadas la fuerza de su respuesta inmunitaria al patógeno respectivo.
Tras la vacunación, los participantes en el estudio fueron capaces de evaluar sorprendentemente bien la fuerza con la que su sistema inmunitario estaba preparado para combatir la enfermedad correspondiente. Esto era especialmente cierto en el caso de las personas que sólo habían desarrollado unos pocos anticuerpos. De hecho, el 71% de los participantes que no se sentían bien protegidos tras la vacunación también tenían una respuesta inmunitaria por debajo de la media. Pero el hallazgo más notable es que quienes consideraban que no habían producido niveles elevados de anticuerpos tras la vacunación solían estar en lo cierto en su valoración. Por el contrario, los participantes que evaluaron su respuesta inmunitaria como buena, no siempre estaban en lo cierto. Sin embargo, todos los que tuvieron una respuesta inmunitaria especialmente fuerte también afirmaron sentirse bien protegidos.
Los autores consideran, sin embargo, que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas, al barajar otras posibles causas, entre ellas el efecto placebo. Esto se debe a que la comunicación entre el cerebro y el sistema inmunitario discurre en ambas direcciones. Por tanto, las señales de nuestro cerebro también pueden influir en el sistema inmunitario. En cualquier caso, parece evidente que estos resultados sugieren que es probable que las personas tengan una capacidad real para evaluar su propia salud. Sin embargo, no es descartable que exista una combinación de efectos en juego, incluido el efecto placebo y/o sentimientos de optimismo.
Referencia
Dimitroff S, Würfel L, Meier M, Faig KE, Benz AB, Denk B, et al. Estimation of antibody levels after COVID-19 vaccinations: Preliminary evidence for immune interoception. Biological Psychology 182, 2023, 108636 https://doi.org/10.1016/j.biopsycho.2023.108636 https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0301051123001540
28 agosto 2023 (Neurología.com) Tomado- Noticias Neurología © Viguera Editores, S.L.U. 2023
ago
16
Aunque la extirpación del timo es habitual, su papel en la inmunidad y la salud del adulto sigue sin estar claro. Un nuevo estudio propone que el timo adulto es esencial para el mantenimiento de la inmunidad.
En términos generales, se ha mantenido la opinión de que el timo, una pequeña glándula grasa del tamaño de una nuez ubicada detrás del esternón, desempeña un papel fundamental en la inmunidad durante la infancia, pero a menudo se considera «innecesaria» en la edad adulta.
Sin embargo, una investigación reciente liderada por la Universidad de Harvard y basada en datos retrospectivos sugiere que el timo podría tener una relevancia más significativa de lo que se pensaba previamente. Parece que esta glándula podría tener una función crucial en el mantenimiento de la salud inmunológica a medida que envejecemos, especialmente en la prevención de enfermedades como el cáncer.
Científicos estadounidenses, al comparar información de pacientes a quienes se les había extirpado el timo con la de aquellos que conservaban esta glándula, han descubierto patrones interesantes. Aquellos que habían sido sometidos a una timectomía presentaron un mayor riesgo de mortalidad por diversas causas en etapas posteriores de su vida. También se observó un aumento en la probabilidad de desarrollar cáncer, así como un leve incremento en enfermedades autoinmunes.
Investigación observacional, pero con implicaciones significativas
Es importante destacar que esta investigación tiene un carácter observacional, lo que significa que no puede establecer una relación directa entre la presencia del timo y los resultados adversos en la salud de los pacientes. No obstante, los hallazgos tienen implicaciones clínicas significativas.
«La magnitud del riesgo era algo que nunca habríamos esperado», afirma David Adden, catedrático de Medicina Gerald y Darlene Jordan y profesor del Departamento de Células Madre y Biología Regenerativa, que dirigió el estudio publicado en The New England Journal of Medicine en colaboración con investigadores del Hospital General de Massachusetts.
Aunque todavía no se comprenden por completo las razones detrás de estas asociaciones, los investigadores teorizan que la ausencia del timo podría perturbar de alguna manera el funcionamiento saludable del sistema inmunológico en la edad adulta.
«La razón principal por la que el timo influye en la salud general parece ser la protección contra el desarrollo del cáncer», agrega Scadden.
El timo: un «accidente evolutivo»
Antiguamente considerado un lugar donde las células en declive se acumulaban y visto como un «accidente evolutivo» sin mayor importancia, el timo, a pesar de su papel crucial en los años formativos, solía pensarse que perdía relevancia en la edad adulta, siendo también removido en ocasiones durante cirugías cardiacas para facilitar el acceso al corazón y a los principales vasos sanguíneos.
En la primera infancia, el timo se encuentra especialmente activo en la producción de células T, un tipo de glóbulos blancos que combaten infecciones y enfermedades. Sin embargo, a medida que llega la pubertad, el timo tiende a transformarse en tejido adiposo. Aun así, la extirpación temprana de esta glándula resulta en una disminución a largo plazo de las células T en los pacientes.
Los análisis de datos retrospectivos
Para llegar a estas conclusiones, Scadden y su equipo analizaron el riesgo de mortalidad, cáncer y enfermedades autoinmunes en un grupo de 1 146 pacientes a quienes se les realizó una timectomía y un grupo igual de adultos que se sometieron a cirugía cardiotorácica sin extirpación del timo.
Al evaluar a todos los pacientes con un seguimiento de más de cinco años, se observó una tasa de mortalidad más alta en el grupo de timectomía en comparación con la población general de Estados Unidos, con un 9 % frente a un 5.2 %, respectivamente. Lo mismo sucedió con la mortalidad por cáncer, con un 2.3 % frente a un 1.5 %. Además, el cáncer en este grupo fue más agresivo y mostró más recaídas después del tratamiento en comparación con el grupo de control.
En un subgrupo de pacientes, se encontró que aquellos que habían sido sometidos a una timectomía tenían una producción sistemáticamente menor de nuevas células T y niveles más elevados de moléculas proinflamatorias en la sangre, que son pequeñas proteínas de señalización asociadas con la autoinmunidad y el cáncer.
«En conjunto, estos hallazgos respaldan el papel del timo en la producción de nuevas células T en la edad adulta y en el mantenimiento de la salud humana», concluyen los autores. «La alteración de la homeostasis causada por la timectomía es suficiente para afectar negativamente a los resultados críticos de salud, lo que argumenta firmemente que el timo adulto sigue siendo funcionalmente importante».
Fuente: DW
Referencia: Kameron A. Kooshesh, Brody H. Foy, David B. Sykes, Karin Gustafsson, and David T. Scadden, M.D. Health Consequences of Thymus Removal in Adults August 3, 2023. N Engl J Med 2023; 389:406-417. DOI: 10.1056/NEJMoa2302892
https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2302892
may
16
Hace cuatro años un grupo de investigadores encontró a una mujer que podría tener la llave contra la demencia más común en el mundo, el alzhéimer. Aquella huella genética se suma ahora a otra que han hallado en un hombre de 67 años y que servirá como nueva pista con la enfermedad que afecta a más de 38 millones de personas en todo el mundo.
En esta ocasión, la pieza del puzle que porta el hombre está en el gen RELN, H3447R (denominado Reelin-Colbos por el estudio de investigación de biomarcadores de Colombia-Boston), que codifica la proteína de señalización reelina, clave en las principales alteraciones cognitivas y bioquímicas de las demencias relacionadas con la proteína tau. En el caso de la mujer, el misterio se está en una mutación rara en el gen APOE3, uno de los responsables del desarrollo de la neurodegeneración, que actúa como freno frente a la aparición de los síntomas asociados con la enfermedad de Alzheimer. «Hemos caracterizado el segundo caso del mundo en el que hemos comprobado la resiliencia frente la enfermedad de Alzheimer autosómica dominante (ADAD)», explican los autores en Nature.
El equipo de investigación que ha dado con el varón y la nueva mutación es el mismo que encontró a la mujer. El grupo multidisciplinar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf y el Grupo de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia en Medellín (Colombia) llevan décadas resolviendo el rompecabezas de las mutaciones genéticas que causan Alzheimer entre los habitantes emparentados en una región rural de Antioquía y que provocan la aparición de síntomas a edades muy tempranas.
Para poner en contexto ambos casos, Joseph F. Arboleda-Velasquez, uno de los autores y profesor asociado Facultad de Medicina de Harvard, explica a El Mundo que «si en la mujer protegida la mutación estaba en el gen APOE, ahora en el varón la mutación se encuentra en el gen Reelin». Y continúa aportando detalles de las diferencias en cada caso. «En ella, la mutación de APOE se denominó Christchurch, las pruebas mostraban un cerebro que tenía muchas placas de amiloide, pero poca acumulación de tau, otra proteína que también resulta importante para en el alzhéimer. En el hombre se ha observado, además, una elevada presencia de ambas proteínas, tanto amiloide como tau, lo cual indica que es posible estar protegido incluso cuando la patología clínica de alzhéimer es alta».
La ADAD es una forma hereditaria rara de la demencia y que está más comúnmente causada por mutaciones específicas en el gen PSEN1-E280A que codifica la proteína transmembrana presenilina 1. «Se caracteriza por la aparición temprana de deterioro cognitivo, como déficits de memoria, a una edad temprana, típicamente a los 40-50 años de edad», explican los investigadores.
En la publicación se pone en contexto la situación del hombre frente a la de su hermana que sí que desarrolló la sintomatología clínica del alzhéimer y terminó falleciendo a los 73 años, con un cúmulo de patologías asociadas, tras iniciar la demencia a los 61 años. Ambos compartían la mutación PSEN1-E280A con la variante Reelin. Ella también presentó un retraso en la edad de inicio del deterioro cognitivo, aunque con una protección menor en comparación con su hermano y una enfermedad en etapa terminal prolongada. «La hermana tenía antecedentes de una lesión grave en la cabeza, que requirió cirugía reconstructiva, así como antecedentes de depresión e hipotiroidismo. Estos factores pueden haber tenido un impacto en su perfil clínico y deben tenerse en cuenta al evaluar su fenotipo», puntualizan en las conclusiones los autores.
Los investigadores explican que compararon al varón con la mujer, los dos con ADAD tardía. «Ambas personas mostraron una patología amiloide generalizada y considerable en el cerebro, que es un sello patológico de la enfermedad de Alzheimer». Y apuntan las diferencias encontradas: «Sin embargo, hubo una agregación limitada de tau (una proteína estabilizadora de microtúbulos en el cerebro) en la corteza entorrinal, una región del cerebro que se ve afectada característicamente en las primeras etapas clínicas de la enfermedad de Alzheimer».
Para verificar qué sucedía los autores realizaron la secuenciación genética y encontraron que el varón albergaba un tipo diferente de mutación: una nueva variante rara de RELN (H3447R denominada Reelin-COLBOS). Los investigadores detallan los complejos procesos que sirven para explicar la resistencia al desarrollo de las manifestaciones de la neurodegeneración que «esta mutación da como resultado un ligando RELN, una molécula de unión, que puede ser más eficaz para limitar la agregación de tau, pero para lo que se necesita más investigación». Las proteínas APOE y Reelina involucradas en la protección de estos individuos funcionan como ligandos de receptores celulares comunes y los autores apuntan que esto podría sugerir un mecanismo común para la resistencia al Alzheimer.
¿Cómo se podría saber si uno tiene estos genes del alzhéimer?
Con estos descubrimientos cabe especular si habrá más personas que cumplan estos rasgos y si habría posibilidad de plantear cribado para encontrarlas. «Mientras que sí resulta sencillo realmente llevar a cabo los estudios genéticos para buscar la variante, sin embargo, estamos ante una mutación muy rara. Por lo que lo más seguro es que se encontrará en pocos pacientes», lamenta Arboleda-Velasquez.
Pese a ello, el investigador de Harvard subraya la participación de la comunidad estudiada. «Es importante reconocer la contribución de los pacientes que con mucho sacrificio participan de los estudios clínicos y genéticos. Ellos son los héroes de este descubrimiento».
Una puerta a nuevas terapias contra el alzhéimer
Si bien en los últimos tiempos llegan buenas noticias en el tratamiento del alzhéimer, la caracterización de estas nuevas pistas genéticas puede suponer opciones a corto plazo. «Cada uno de estos pacientes abre la puerta a varias terapias. Estamos avanzando en el anticuerpo inspirado en el caso de Christchurch y también tenemos progresos en los abordajes inspiradas en el caso de Reelin», detalla Arboleda-Velasquez.
En la actualidad, en EEUU ya está disponible Lecanemab para los pacientes. Se trata de un anticuerpo monoclonal desarrollado por la compañía japonesa Eisai y la estadounidense Biogen indicado para los pacientes que están en las etapas más tempranas de la enfermedad. El fármaco ha logrado reducir la tasa de deterioro cognitivo temprano en un 27% en comparación con un placebo.
Mayo 15/2023 (Diario Médico) – Tomado de Neurología – Estudio en ‘Nature’ Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U. Todos los derechos reservados.