covid-19-516x288El virus COVID-19 puede persistir en la sangre y el tejido de los pacientes durante más de un año después de que haya terminado la fase aguda de la enfermedad, según una nueva investigación de la UC San Francisco que ofrece pistas potenciales de por qué algunas personas desarrollan COVID durante mucho tiempo.

Los científicos encontraron piezas de SARS-CoV-2, conocidas como antígenos COVID, permaneciendo en la sangre hasta 14 meses después de la infección y durante más de dos años en muestras de tejidos de personas que tenían COVID.

Estos dos estudios proporcionan algunas de las pruebas más fuertes hasta ahora de que los antígenos COVID pueden persistir en algunas personas, aunque creemos que tienen respuestas inmunitarias normales, dijo Michael Peluso, MD, investigador de enfermedades infecciosas en la Escuela de Medicina de la UCSF, quien dirigió ambos estudios.

Los hallazgos fueron presentados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), que se celebró del 3 al 6 de marzo de 2024, en Denver.

Evidencia de infección a largo plazo

Al principios de la pandemia, se pensaba que el COVID-19 era una enfermedad transitoria. Pero un número creciente de pacientes, incluso aquellos que previamente habían estado sanos, continuaron teniendo síntomas, como, niebla cerebral, problemas digestivos y problemas vasculares, durante meses o incluso años.

Los investigadores analizaron muestras de sangre de 171 personas que habían sido infectadas con COVID. Utilizando una prueba ultrasensible para la proteína COVID, que ayuda al virus a romper en las células humanas, los científicos encontraron que el virus todavía estaba presente hasta 14 meses después en algunas personas.

Entre los que fueron hospitalizados por el COVID, la probabilidad de detectar los antígenos del COVID era aproximadamente el doble de lo que era para los que no lo estaban. También fue mayor para quienes reportaban estar más enfermo, pero no estaban hospitalizados.

Como médico, estas asociaciones me convencen de que estamos en algo, porque tiene sentido que alguien que se había enfermado con COVID tuviera más antígeno que puede quedarse, dijo Peluso.

Virus persiste hasta dos años en tejido

Dado que se cree que el virus persiste en los reservorios de tejidos, los científicos revirtieron en el Long COVID Tissue Bank de la UCSF, que contiene muestras donadas por pacientes con y sin COVID largo.

Detectaron porciones de ARN viral hasta dos años después de la infección, aunque no había evidencia de que la persona se hubiera reinfectado. Lo encontraron en el tejido conectivo donde se encuentran las células inmunitarias, lo que sugiere que los fragmentos virales estaban causando que el sistema inmunitario atacara.  En algunas de las muestras, los investigadores descubrieron que el virus podría estar activo.  Peluso mencionó que se necesita más investigación para determinar si la persistencia de estos fragmentos impulsa el COVID largo y riesgos asociados como ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

07 marzo 2024| Fuente: EurekAlet| Tomado de | Comunicado de prensa

COVID-19El 26 de febrero de 2020, Brasil registró el primer caso de COVID-19 en su territorio, lo que marcó el inicio de la pandemia en Latinoamérica y el Caribe.  Desde su aparición el 30 de diciembre de 2019 en Wuhan, China, el virus SARS-CoV-2 dejó un devastador rastro a nivel mundial, con 774 millones de casos y 7 millones de fallecimientos registrados hasta la fecha. Las Américas fueron duramente golpeadas, representando el 25% del total de casos y el 43% de todas las muertes, situándose como la región con mayor número de defunciones por COVID-19 a nivel mundial. Read more

covid-19-516x288El COVID-19 persistente, también conocido como COVID de larga duración, es un tema de gran interés en la comunidad científica y médica.

Un estudio publicado en la revista Science mostró diferencias significativas en las proteínas de la sangre en más de 110 personas que habían tenido covid, las cuales 40 presentaban síntomas seis meses después del contagio.  El covid persistente es el nombre que se da a una gran variedad de síntomas presentes generalmente en los tres meses después de la infección y que continúan al menos dos meses después del contagio del virus SARS-CoV-2.

Los síntomas más frecuentes del COVID son el cansancio, la dificultad para respirar, el dolor muscular Y problemas para concentrarse, también conocidos como “neblina mental».

Aunque el número de personas afectadas por este fenómeno sigue siendo difícil de evaluar, representarían de 10 a 20% de las personas que contrajeron el covid, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Varios trabajos científicos recientes han avanzado en los mecanismos, el diagnóstico y el tratamiento de esta afección. Según el suizo Onur Boyman, principal autor del estudio, una parte del sistema inmunitario del organismo, el sistema del complemento, que lucha normalmente contra las infecciones matando a las células infectadas, sigue al parecer activa y continúa atacando partes sanas, lo que provoca lesiones en los tejidos.

Otro estudio reciente en los enfermos de covid largo, publicado en Nature, detectó anomalías en los tejidos musculares y una disfuncionalidad de las mitocondrias, la fuente de energía de las células, lo que podría explicar el cansancio extremo.

Un estudio publicado en el British Medical Journal hace hincapié en la importancia del apoyo a los enfermos y señala que la reeducación en grupo mejora la calidad de vida de los pacientes que sufren el síndrome poscovid, varios estudios recientes han confirmado la protección de las vacunas contra el SARS-CoV-2 frente al riesgo del covid persistente, en adultos y niños.

Sin embargo, el covid de larga duración es difícil de delimitar porque es «multisistémico». Y se suele pensar «en enfermedades en función de los sistemas de órganos», explica Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington en San Luis.

Entender los mecanismos del covid largo podría ayudar a comprender «por qué y cómo las infecciones agudas provocan enfermedades crónicas», según este investigador. También podría reforzar la lucha contra otras dolencias, como el síndrome de la fatiga crónica o los síntomas persistentes de después de la gripe.

Para más detalle, consulte el artículo completo: Cervia Hasler C, Bruningk S, Hoch T, Fan B, Muzio G, Thompson RC, et al. Persistent complement dysregulation with signs of thromboinflammation in active Long Covid. Science[Internet]. 2024[ citado 12 feb 2024]; 383(6680). DOI: 10.1126/science.adg7942

12 de febrero 2024| Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A

El coronavirus «no ha desaparecido

coronaLa Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó hoy más de 400.000 nuevos casos de Covid-19 en el mundo durante las tres primeras semanas del año, así como 7.800 muertes, más de 171.000 hospitalizaciones y 2.100 ingresos a terapia intensiva.

Ante el reciente repunte de virus respiratorios, la directora del Departamento de Preparación y Prevención de Epidemias y Pandemias de la agencia sanitaria de la ONU, Maria Van Kerkhove señaló que el coronavirus «no ha desaparecido», informó la agencia de noticias Europa Press.

En esta línea, destacan el aumento de la circulación del JN.1, «una variante dominante en todo el mundo» que representa alrededor del 79 por ciento de las secuencias que se comparten a nivel mundial.

Desde la OMS esperan que esa tendencia «continúe en las próximas semanas», según se informó durante un seminario en el que se abordaron qué variantes están circulando, su riesgo e impacto, y qué se puede hacer para prevenir y proteger contra infecciones.

Por su parte, el responsable regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, informó unas semanas atrás que las vacunas contra la Covid-19 salvaron a al menos 1,4 millones de vidas en ese continente, en su mayoría personas mayores de edad, e insistió que el virus «llegó para quedarse», consignó la agencia de noticias AFP.

«Hoy en día, 1,4 millones de personas en nuestra región (europea) -en su mayoría ancianos- pueden disfrutar de la vida con sus seres queridos porque han tomado la decisión vital de vacunarse contra la Covid-19″, sostuvo Kluge.

«A medida que aprendemos a vivir con los virus respiratorios, es absolutamente vital para las poblaciones vulnerables mantenerse al día en sus vacunaciones contra la Covid y la gripe», consideró el representante de la OMS.

Asimismo, enfatizó en la necesidad de que Europa continúe la inversión en salud y realice «esfuerzos» en materia de financiación para mejorar la situación de los trabajadores en el sector de salud y reducir la escasez de medicamentos básicos.

2 de febrero 2024| Fuente: IntraMed| Tomado de | Noticias médicas

febrero 3, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Coronavirus, COVID-19, Mundo, Organización Mundial de Salud(OMS), Salud | Etiquetas: , |

analisis. sangrejpgEl análisis de muestras de sangre de pacientes con COVID-19 prolongado, una afección debilitante de causas desconocidas, ha revelado cambios en las proteínas séricas como la causa probable. Estos hallazgos destacan potenciales biomarcadores para el diagnóstico del COVID-19 prolongado y podrían proporcionar información sobre el tratamiento de la afección. No todos los pacientes se recuperan completamente del COVID-19. Aproximadamente el 20% de los pacientes diagnosticados con COVID-19 y alrededor del 5% de todas las personas infectadas con SARS-CoV-2 desarrollan síntomas persistentes, llamados COVID prolongado, que pueden persistir durante muchos meses. Los síntomas del COVID-19 prolongado pueden incluir fatiga, malestar tras un esfuerzo e incapacidad cognitiva, además de involucrar a múltiples órganos. Aunque estudios previos han mostrado que los pacientes con COVID-19 prolongado presentan signos de disfunción inmunológica, activación persistente de células inmunológicas y producción de anticuerpos autoinmunes, la causa subyacente del COVID-19 prolongado todavía se comprende de manera deficiente y los biomarcadores diagnósticos para esta condición no están bien definidos. Actualmente, el COVID-19 prolongado tampoco cuenta con un tratamiento efectivo. En esta ocasión, Carlo Cervia-Hasler y sus colaboradores informan de los hallazgos de un análisis longitudinal del suero sanguíneo de 113 pacientes que se recuperaron completamente de COVID-19 o desarrollaron COVID-19 prolongado, así como de controles sanos. Aplicando enfoques de proteómica de alto rendimiento, Cervia-Hasler et al. midieron los niveles séricos de 6596 proteínas humanas entre los participantes del estudio. Los sujetos con COVID-19 agudo confirmado fueron seguidos durante hasta un año y se tomaron nuevas muestras de suero sanguíneo a los 6 meses y a los 12 meses cuando ello fue posible. Los pacientes que experimentaron COVID-19 prolongado mostraron cambios en las proteínas del suero sanguíneo, lo que apunta a una activación desregulada del sistema del complemento, coagulación alterada y lesiones tisulares, lo que sugiere respuestas tromboinflamatorias continuas. Los autores muestran que, a nivel celular, la firma tromboinflamatoria asociada con COVID-19 prolongado se vinculó con un aumento de los agregados monocito-plaqueta. La desregulación de las proteínas del complemento podría contribuir a la tromboinflamación asociada con COVID-19 prolongado. Los hallazgos del estudio identifican posibles biomarcadores para COVID-19 prolongado y nuevas estrategias de tratamiento que justifican una investigación adicional tanto en el ámbito diagnóstico como terapéutico. Wolfram Ruf escribe en un artículo de Perspective relacionado: «Si bien las intervenciones terapéuticas con inhibidores de la coagulación y del complemento en COVID-19 agudo produjeron resultados mixtos, las características patológicas específicas del COVID-19 prolongado sugieren posibles intervenciones para pruebas clínicas».

Referencia: Cervia Hasler C, Brüningk S, Hoch T, Fan B, Muzio G, Thomson RC, et al.  Persistent complement dysregulation with signs of thromboinflammation in active Long Covid. Science[Internet].2024[citado 21 ene 2024];383(6680). DOI: 10.1126/science.adg7942

18 enero 2024| Fuente: EurekaAlert| Tomado de | Comunicado de Prensa

nobel medicinaEl nuevo premio nobel de Medicina Drew Weissman, cuyas investigaciones están en la base de la tecnología que hizo posibles las vacunas contra la covid-19, cree que aún hay margen de mejora y está trabajando para conseguir una inmunización universal frente a los coronavirus.

El inmunólogo estadounidense ha merecido este año el galardón junto a la bioquímica húngara Katalin Karikó por crear la tecnología que permite usar ARN mensajero como agente terapéutico, premio que recogerán junto al resto de galardonados el próximo domingo. Esa investigación fue crucial para desarrollar las primeras vacunas de la pandemia, salvando millones de vidas y previniendo enfermedades graves en muchas más, según dijo, al dar a conocer el premio, el Instituto Karolinska, encargado de otorgar este nobel.

Weissman (1959) señaló a EFE que aún hay margen para mejorar las vacunas basadas en ARN mensajero para la covid-19, un virus que muta de forma similar a la gripe, lo que supone que cada año haya que hacer nuevas vacunas pues el virus ya no es bloqueado por la del año anterior. Sin embargo, el nuevo nobel ya está trabajando, tanto en su laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania (EE.UU), como con un grupo internacional, en una vacuna ‘pancoronavirus’ o universal, ‘que protegerá contra todos’.

Dicha inmunización, que ‘tal vez sirva para cinco años, pero eso no lo sabemos aún’, evitará cualquier nuevo coronavirus, incluso los que puedan pasar a personas, procedentes por ejemplo de murciélagos, y cualquiera de las variantes del actual covid-19. El candidato vacunal se dirige a la fase de ensayos clínicos (con personas), pues hay uno que empezará en Tailandia, ‘probablemente dentro de seis u ocho meses’ y también trabaja en otro, de inicio ‘probablemente dentro de un año’, en colaboración con la Universidad de Duke (EE.UU).

El centro de las investigaciones de Weissman y Karikó es el ARN mensajero (ARNm) o ácido ribonucleico mensajero, un tipo de molécula que transporta la información genética necesaria de una parte de la célula a otra para fabricar las proteínas que nos permiten vivir. Ambos científicos, en aquella época en la Universidad de Pensilvania, descubrieron cómo modificar las moléculas de ARN para usarlas como agente terapéutico sin que el sistema inmune humano las destruyera e idearon un sistema para ponerlo en nanopartículas, lo que evita su rápida degradación.

Aunque durante la pandemia, esta tecnología se convirtió en base para el rápido desarrollo de vacunas, su potencial es muy grande en las más distintas áreas de la medicina, y Weissman estimó que ‘los principales cambios se producirán en los próximos 10 o 20 años’. En la actualidad -dijo- su equipo tiene siete vacunas en fase uno de ensayos clínicos para prevenir, entre otros, los norovirus (que causan vómitos y diarreas) o bacterias como ‘Clostridioides difficile’, que provoca infección en el intestino grueso, sin olvidar una universal para la gripe.

Además, ha creado un programa de terapia génica contra la malaria, que espera poder empezar a administrar en los próximos dos años, entre otras ‘muchas terapias en desarrollo’. Weissman lleva años investigando una vacuna para el VIH, de hecho ese era su objetivo principal cuando en 1997 conoció de forma casual, en una fotocopiadora de la Universidad, a Karikó. Ella ya investigaba en ARN-mensajero y allí comenzaría una estrecha colaboración de más de dos décadas.

Entre los proyectos de vacunas que está investigando el laboratorio de Weissman hay ‘un par’ dirigidas al VIH, que ‘probablemente tardarán entre cinco y siete años’ en llegar a fase tres (la última) de los ensayos clínicos. Además, destacó un programa de curación de la enfermedad, que ya prueba en modelos de macacos y ‘en seis meses sabremos si funciona’ si ese fuera el caso el próximo paso sería la prueba con pacientes.

El futuro del ARN-mensajero es muy prometedor, pero en el inicio de las investigaciones su potencial contó con poca atención de otros científicos. Sin embargo lo hoy nuevos nobeles siempre lo tuvieron claro. ‘Hace 25 años, Katie y yo enumerábamos todo lo que podía hacer el ARN-mensajero, pero bromeábamos diciendo que probablemente moriríamos antes de que este dejara huella en el mundo. Sin embargo, hemos sobrevivido hasta ahora’, dijo.

9 diciembre 2023|Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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