may
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Las personas que viven en zonas rurales tienen un 36 % más de riesgo de sufrir la enfermedad de Lyme como consecuencia de la picadura de garrapatas, según se desprende de una revisión de más de dos centenares de estudios realizada por parte de la Fundación SOS Lyme.
Factores como tener mascotas, practicar actividades al aire libre, dedicarse a la agricultura, pesca o ganadería o vivir en el norte de España contribuyen a un mayor riesgo de sufrir esta enfermedad.
Asimismo, actividades como el senderismo, la acampada y la pesca en áreas propensas a las garrapatas pueden contribuir a contraer la patología, pues suelen realizarse en entornos naturales donde abundan las garrapatas, especialmente durante las épocas como la primavera, en la que se multiplica su población.
«Este riesgo es más acentuado si se trabaja en la silvicultura, la agricultura y la ganadería debido a su exposición frecuente a los hábitats de las garrapatas. Estas ocupaciones suelen implicar períodos prolongados en áreas boscosas o cubiertas de hierba donde prevalecen las garrapatas de la especie Ixodes ricinus«, ha explicado el presidente de la Fundación SOS Lyme y director de Biosalud Day Hospital, el doctor Mariano Bueno.
Cabe destacar que los hogares con mascotas tienen 1,83 veces más riesgo de encontrar garrapatas arrastrándose sobre ellos, y 1,49 veces más riesgo de encontrarlas adheridas en los miembros de la familia, en comparación con aquellos que no tienen mascotas.
El hecho de tener gatos incrementa un 11,1 % la probabilidad de contraer la enfermedad de Lyme, pues estos suelen estar más sueltos que los perros, lo que conlleva a una menor vigilancia por parte de los dueños, tal y como ha explicado el doctor Bueno.
«La explicación de que los gatos presenten más riesgo de Lyme para las personas que los perros se atribuye a que, si les deja sueltos, suelen deambular más lejos, tienden a cazar pequeños roedores, y es menos probable que los propietarios usen la prevención de garrapatas, tanto con collares como exámenes detallados», ha añadido.
Un estudio publicado en la revista Ticks Tick Borne Diseases ha explicado que el norte de España, zona en la que se producen el mayor número de hospitalizaciones del país por esta enfermedad, vive esta situación por la mayor propagación de garrapatas por su clima templado y húmedo, especialmente en la Cordillera Cantábrica, lo que permite que las ninfas de Ixodes ricinus permanezcan activas durante todo el año.
POSIBILIDAD DE CONFUNDIR SUS SÍNTOMAS
El doctor Bueno ha subrayado la necesidad de aplicar medidas de contención temprana de la enfermedad para evitar que evolucione hacia una etapa crónica y grave, que puede ser letal, y ha advertido de que sus síntomas pueden llegar a confundirse con otras enfermedades, motivo por el que también se le conoce como la ‘enfermedad imitadora’.
«Se ha demostrado que muchos pacientes diagnosticados con fibromialgia, fatiga crónica, enfermedades neurodegenerativas o enfermedades autoinmunes tienen su origen en la enfermedad de Lyme», ha matizado Bueno, señalando que entre los principales síntomas se encuentran el eritrema migratorio, dolor de cabeza, de cuello y de garganta, otros dolores en músculos y articulaciones, fiebre y escalofríos, fatiga y pérdida de apetito, inflamación de las glándulas, problemas neurológicos y cardiacos, trastorno en la vista y molestias hepáticas.
Una vez se confirma el diagnóstico clínico de la enfermedad y se realiza un análisis de sangre, se aplica un tratamiento «lo antes posible» para evitar que la enfermedad avance, destruya o debilite al sistema inmune.
«Para ello, se utilizan diferentes tratamientos que pueden llegar a frenar e incluso curar la enfermedad, desde antibióticos a procedimientos avanzados, como la INUSpheresis, que elimina las toxinas en el organismo con un sistema de filtrado del plasma sanguíneo, la terapia fotodinámica endovenosa láser, la hipertermia corporal y la Terapia de Inducción Iónica Papimi», ha agregado el especialista.
La Fundación SOS Lyme ha anunciado también la puesta en marcha de la campaña SOS Garrapatas, con motivo del Día Mundial del Lyme, que se celebra este jueves, y cuyo objetivo es concienciar sobre los riesgos de las garrapatas.
Esta campaña incluirá materiales divulgativos para la población y formación para profesionales sanitarios y veterinarios sobre cómo actuar ante la picadura de una garrapata, y evitar así que la enfermedad de Lyme se convierta en crónica.
30 abril 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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14
Así se ha mostrado Sánchez con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se celebra cada 11 de abril. El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en el mundo después de la enfermedad de Alzheimer y, según las últimas estimaciones realizadas al respecto, en España existirían actualmente unas 200 000 personas afectadas por esta enfermedad y, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año se diagnosticarán unos 10 000 casos nuevos.
A principios del mes de marzo se daban a conocer las conclusiones del último ‘Global Burden of Disease Study‘ sobre la enfermedad de Parkinson en las que, teniendo en cuenta los datos de 195 países, se estimaba que frente a los 12 millones de personas que padecen actualmente la enfermedad de Parkinson en todo el mundo, en los próximos 25 años estas cifras aumentarán más del doble, concretamente un 112 %, lo que supone que en 2050 habrán más de 25,2 millones de personas con la enfermedad debido, sobre todo, al envejecimiento pero también al crecimiento de la población mundial.
«Y a pesar de que este previsible aumento se producirá en todos los países, sexos y edades, son especialmente llamativas las previsiones para España. Porque a pesar de que solo somos el 31º país más poblado, actualmente ya somos el noveno país con más casos de Parkinson en el mundo. Pero, en 2050, escalaremos hasta el octavo puesto y, además, seremos el país con mayor número de personas con Parkinson por habitante, con una prevalencia cercana a los 850 casos por cada 100 000 habitantes, debido al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento de la población española», comenta Sánchez.
MAYOR INCIDENCIA EN HOMBRES
El experto ha explicado que la enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica y progresiva, que se caracteriza por la reducción gradual de la capacidad del cerebro para producir dopamina, un neurotransmisor que controla, entre otros aspectos, el movimiento y el equilibrio.
«Síntomas como el temblor, la rigidez muscular, la lentitud en el movimiento y/o la inestabilidad postural son comunes en esta enfermedad; pero también otros no motores, como la pérdida del sentido del olfato, cambios en el estado de ánimo, depresión, alteraciones del sueño o incluso degeneración cognitiva, que generan una alta discapacidad a medida que avanza la enfermedad», ha detallado.
Además, la enfermedad de Parkinson tiene una incidencia dos veces mayor en hombres que en mujeres, y la edad media de inicio de la enfermedad es ligeramente mayor en mujeres que en hombres, aunque las pacientes de Parkinson presentan una menor esperanza de vida y una mayor mortalidad por la enfermedad. Y si bien la edad es el principal factor de riesgo conocido para padecer la enfermedad y, por lo tanto, la enfermedad de Parkinson se diagnostica más frecuentemente en personas de edad avanzada; sin embargo, la edad no es el único factor de riesgo.
Hasta un 20 % de los casos se producen en personas de menos de 50 años y ya se conocen ciertos factores, muchos de ellos evitables llevando a cabo hábitos saludables, que también parecen predisponer el desarrollo de la enfermedad. «La inactividad física y aislamiento social, o no controlar adecuadamente ciertos factores de riesgo vascular, como el azúcar en sangre, la presión arterial o el colesterol, son factores que también pueden influir en el desarrollo de la enfermedad», destaca Sánchez.
«Por otra parte, la exposición a pesticidas, disolventes industriales, o la contaminación atmosférica también son factores que parecen predisponer a desarrollar la enfermedad. Por lo tanto, tratar de fomentar la prevención es el primer paso que debemos de dar en la lucha contra el Parkinson, así como potenciar la investigación para encontrar tratamientos que permitan detener, o al menos aminorar de manera más efectiva, el curso progresivo de esta enfermedad», ha añadido.
10 abril 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.| Noticia
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Se espera que la esperanza de vida en todo el mundo aumente en casi cinco años en los hombres y más de cuatro años en las mujeres durante las próximas tres décadas, afirma hoy la revista The Lancet.
Previsiones de investigadores de varias naciones, publicadas por ese medio de prensa, indican que estos incrementos se produzcan en países donde la esperanza de vida suele ser más corta, en la medida que las personas en las naciones menos desarrolladas vivan más tiempo y alcancen a las de mayores recursos.
La tendencia está impulsada por las medidas de salud pública para mejorar la prevención, la detección y el tratamiento de la enfermedad cardíaca, la covid-19 y una variedad de problemas de salud relacionados con las enfermedades infecciosas, el parto y la nutrición, señalaron.
Sin embargo, también detectaron un cambio en las afecciones que influyen en la esperanza de vida, por lo que prevén que las dolencias crónicas como la cardíaca, diabetes, cáncer y pulmonar desempeñen un papel más poderoso que las infecciosas en la duración de la vida de las personas.
Como resultado, los factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión arterial, la mala alimentación, la falta de ejercicio y el tabaquismo tendrán el mayor impacto en las enfermedades y la esperanza de vida en la próxima generación.
De hecho, el número de años perdidos por una mala salud y una muerte prematura por esos factores de riesgo metabólico ha aumentado en un 50 % desde el año 2000, encontraron los expertos.
Tenemos por delante una inmensa oportunidad de influir en el futuro de la salud global al adelantarnos a estos crecientes factores de riesgo metabólicos y dietéticos, en particular los relacionados con factores conductuales y de estilo de vida, como las cifras elevadas de azúcar en sangre, el índice de masa corporal alto y la hipertensión, señaló el catedrático de Ciencias de la Métrica de la Salud de la Universidad de Washington, Chris Murray.
Se prevé que la esperanza de vida general aumente de 73,6 años a 78,1 años entre 2022 y 2050, avizora el estudio, en tanto el número medio de años que una persona puede esperar vivir con buena salud crecerá de 64,8 años a 67,4 años en ese mismo período de tiempo.
Además de un incremento en la esperanza de vida en general, se encontró que la disparidad entre las geografías se reducirá, comentó Murray.
«Este es un indicador en que, si bien las desigualdades en materia de salud entre las regiones de ingresos más altos y más bajos se mantendrá, las brechas se reducirán por lo que los mayores aumentos estarán en África subsahariana», destacó.
01 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Un equipo internacional de investigadores ha descubierto más de cien nuevas regiones del genoma humano (o loci), que parecen influir en la tensión arterial de una persona.
Además, varios de ellos pueden ser relevantes para el metabolismo del hierro y un tipo de receptor celular conocido como receptores adrenérgicos.
El estudio, liderado por los Institutos Nacionales de la Salud estadounidenses (NIH) y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI) y publicado este martes en la revista Nature Genetics, es uno de los mayores estudios genómicos sobre la presión arterial realizados hasta la fecha, con datos de más de un millón de participantes.
Los resultados servirán para comprender mejor cómo se regula la presión arterial y encontrar posibles nuevas dianas farmacológicas.
«Nuestro estudio ayuda a explicar una proporción mucho mayor de las diferencias entre la presión arterial de dos personas de lo que se sabía hasta ahora», dice Jacob Keaton, científico del NHGRI y primer autor del estudio.
Además, «conocer el riesgo de una persona de desarrollar hipertensión podría conducir a tratamientos a medida, que tienen más probabilidades de ser eficaces», puntualiza.
Para comprender la genética de la presión arterial, el equipo combinó cuatro grandes conjuntos de datos procedentes de estudios de asociación de todo el genoma de la presión arterial y la hipertensión.
Tras analizar los datos, hallaron más de 2 000 loci genómicos relacionados con la presión arterial, incluidas 113 regiones nuevas.
Entre los loci genómicos recién descubiertos, varios residen en genes que desempeñan un papel en el metabolismo del hierro, lo que confirma estudios anteriores según los cuales los niveles elevados de hierro acumulado pueden contribuir a las enfermedades cardiovasculares.
El equipo también confirmó la asociación entre las variantes del gen ADRA1A y la presión arterial.
ADRA1A codifica un tipo de receptor celular, denominado receptor adrenérgico, que actualmente es diana de la medicación contra la tensión arterial, lo que sugiere que otras variantes genómicas descubiertas en el estudio también pueden tener el potencial de ser dianas farmacológicas para alterar la tensión arterial.
«Este estudio demuestra que estos grandes estudios de asociación de todo el genoma tienen relevancia clínica para encontrar nuevas dianas farmacológicas y son necesarios para descubrir más dianas farmacológicas a medida que avanzamos», defiende Keaton.
A partir de estos análisis, los investigadores pudieron calcular una puntuación de riesgo poligénico, que combina los efectos de todas las variantes genómicas para predecir la presión arterial y el riesgo de hipertensión.
Estas puntuaciones de riesgo poligénico pueden ser una herramienta útil en la medicina de precisión, pero se necesitan datos genómicos más diversos para que puedan aplicarse ampliamente en la atención sanitaria rutinaria.
Aunque los datos recopilados procedían en su mayoría de personas de ascendencia europea, los investigadores descubrieron que las puntuaciones de riesgo poligénico también eran aplicables a personas de ascendencia africana.
Casi la mitad de los adultos de Estados Unidos padecen presión arterial alta o hipertensión, una dolencia que suele ser hereditaria, lo que significa que, junto al estilo de vida (sendentarismo, tabaquismo o estrés) y la dieta, hay un componente genético en el desarrollo de esta afección.
Cuando la tensión arterial es demasiado alta de forma constante, puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos del cuerpo y provocar cardiopatías, enfermedades renales, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones.
30 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
abr
8
La Cruz Roja de España ha alertado del impacto del cambio climático en las personas vulnerables que han provocado un incremento del 67% de las atenciones a consecuencia de las olas de frío y calor. Según la organización, el cambio climático ha generado un aumento significativo en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, que tienen impacto directo en la salud de las personas tanto a corto como a largo plazo.
A propósito de la celebración del Día Mundial de la Salud, han asegurado que las personas en situación de vulnerabilidad económica o social son «particularmente susceptibles a sus efectos adversos», ya sea por el mayor riesgo que enfrentan al no disponer de recursos para mantener la vivienda a una temperatura adecuada (bien por calor extremo o frío), por la mayor prevalencia de enfermedades crónicas y su falta de adherencia terapéutica, o por el aislamiento social (que también redunda en su salud mental). Así, la organización humanitaria ha registrado en el último año un aumento de número de personas atendidas desde el área de salud en relación con esta problemática: si en 2022 eran cerca de 43 000 las personas que necesitaron de la ayuda de la Cruz Roja para combatir las olas de calor, este último año, con 1,3 grados por encima de la media, más de 24 días de altas temperaturas y récords históricos en 23 estaciones de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) durante el día y 10 durante la noche, han provocado el incremento de contacto y seguimiento de hasta 71 702 personas.
En respuesta a esta situación en 2023, se han implementado diversas acciones tanto a nivel individual como grupal. Estas incluyen llamadas telefónicas de información y seguimiento (con especial atención a personas mayores en situación de soledad no deseada), orientación sobre promoción y sensibilización acerca de los riesgos y consejos útiles, así como acompañamiento a recursos sanitarios y la organización de sesiones y talleres de formación y prevención.
Si bien no hubo más que un episodio de tres días que pudiera considerarse ola de frío, en 2023 hubo varios episodios con temperaturas por debajo de las habitualespara la época del año, tras el paso de las borrascas Gerard, Fien y Juliette, que también se dejaron notar en la salud de las personas: Cruz Roja tuvo que atender a más del doble que el año anterior, pasando de 21 676 a 43 672.
Según esta ONG, las temperaturas extremas pueden llevar a situaciones de soledad y aislamiento que puede repercutir negativamente en la salud de las personas por problemas de mala adherencia terapéutica, pudiendo provocar un peor control de la enfermedad, dificultar el desarrollo de actividad física, asumir patrones menos saludables de la alimentación, empeorar el ciclo de sueño, y deteriorar claramente su salud emocional.
El impacto de las temperaturas extremas en la población vulnerable puede generar empeoramiento en su estado de salud. Por eso desde Cruz Roja, de forma proactiva, se contacta con estas personas en los periodos de olas de calor y frío, intentando detectar precozmente los problemas que puedan aparecer. Esta población se ve muy afectada por el impacto de los determinantes sociales de la salud (las características de su vivienda, la economía, la soledad no deseada), y en ese contacto se valoran necesidades a las que se enfrenta la persona, antes de que se genere un problema mayor, intentando dar la mejor respuesta posible que se pueda en cada situación.
Muchas veces es suficiente con realizar un contacto telefónico, que aumente la tranquilidad de la persona sabiendo que no está sola, y que hay un equipo de Cruz Roja pendiente de ella; en otras, se precisa ayudarles a recoger la medicación crónica en su farmacia, acompañarles al centro de salud, darles recomendaciones preventivas para mitigar el efecto de las temperaturas extremas o realizar visitas domiciliarias.
IMPACTO CLIMÁTICO EN LA SALUD DE LAS PERSONAS
En el caso de las altas temperaturas, éstas pueden causar deshidratación, golpes de calor y agotamiento, especialmente en mayores, niños o personas con enfermedades
crónicas, sobre todo las cardiovasculares, respiratorias y renales, que pueden experimentar un empeoramiento de sus condiciones de salud debido al estrés térmico. Todo ello, además provoca el aislamiento de la persona para evitar el calor o frío exterior, y aumentan tanto el estrés como la ansiedad por mantenerse fresco o abrigados y seguros, incidiendo en la salud mental.
La ONG ha recordado que los efectos a largo plazo por fenómenos extremos de calor y frío pasan por desplazamientos de la población (las llamadas migraciones climáticas), el impacto en la seguridad alimentaria (por el daño que causa en los cultivos y el ganado) y ejercen presión sobre los sistemas de energía, agua y salud (precios más elevados en los suministros, escasez, etc.). En los casos más críticos, las dificultades económicas asociadas al uso de sistemas de calefacción o enfriamiento pueden llevar a las personas en situación de vulnerabilidad a tener que elegir entre gastar en necesidades básicas, como alimentos y medicamentos, o en mantener un ambiente seguro y saludable en el hogar.
En el Día Mundial de la Salud, Cruz Roja aboga por la mitigación del cambio climático y la adopción de medidas de adaptación como «elementos esenciales para proteger la salud pública y reducir los impactos adversos de estos eventos extremos».
05 abril 2024|Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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4
Fumar cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, según uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha. Aunque no ha sido publicado, el tamaño de la muestra y el gran número de datos del estudio respaldan esta afirmación y demuestran que esta relación debe estudiarse con urgencia. Los resultados se han presentado este martes en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología.
La insuficiencia cardíaca, que afecta a más de seis millones de estadounidenses, es una enfermedad en la que el corazón se vuelve demasiado rígido o débil para bombear la sangre, lo que suele provocar síntomas debilitantes y hospitalizaciones frecuentes, sobre todo, a medida que se envejece. Los productos electrónicos de nicotina, como los cigarrillos electrónicos, los vapeadores o las pipas electrónicas, suministran nicotina en forma de aerosol sin combustión y desde que comenzaron a comercializarse a finales de la década de 2000, se han presentado a menudo como una alternativa más segura al tabaco.
Pero cada vez más estudios relacionan los cigarrillos electrónicos con efectos nocivos y descubren que podrían no ser tan seguros como se pensaba’, avisa Yakubu Bene-Alhasan, del MedStar Health (Baltimore, Estados Unidos) y autor principal del estudio.
La investigación se basó en datos y registros sanitarios electrónicos de ‘All of Us’, un gran estudio nacional dirigido por los Institutos Nacionales de Salud diseñado para analizar la relación entre los cigarrillos electrónicos y los nuevos diagnósticos de insuficiencia cardíaca. Basado en una muestra de 175.667 participantes (una media de edad de 52 años y un 60,5 % de mujeres), el estudio constató que 3.242 de ellos desarrolló insuficiencia cardíaca en un periodo medio de seguimiento de 45 meses.
El estudio descubrió que las personas que habían consumido cigarrillos electrónicos en algún momento tenían un 19 % más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca que las que nunca los habían consumido.
Para calcular esta proporción, los investigadores tuvieron en cuenta diversos factores demográficos y socioeconómicos, y otros factores de riesgo de cardiopatía y el consumo anterior y actual de otras sustancias, como alcohol y tabaco.
Los resultados concuerdan con estudios anteriores realizados en animales, que apuntaban que el consumo de cigarrillos electrónicos puede afectar al corazón de forma relevante. Otros estudios en seres humanos también han mostrado vínculos entre el consumo de cigarrillos electrónicos y algunos factores de riesgo asociados a la insuficiencia cardíaca, pero ninguno ha sido concluyente, algo que, según Bene-Alhasan, se debe a las limitaciones inherentes a los diseños de los estudios transversales, al menor tamaño de las muestras y al menor número de casos de insuficiencia cardíaca observados en las investigaciones anteriores.
Para el equipo, los resultados de este estudio respaldan la necesidad de realizar más investigaciones sobre las posibles repercusiones del vapeo en la salud cardíaca, especialmente dada la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos entre los más jóvenes, que oscila entre el 5 % y el 10 % de los adolescentes estadounidenses y que va en aumento.
El estudio apunta también que los cigarrillos electrónicos no deberían utilizarse como herramienta para dejar de fumar, y recuerda que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aconsejan combinar el asesoramiento y la medicación como mejor estrategia para abandonar este hábito. Y aunque el estudio no demuestra de forma concluyente la relación entre los cigarrillos electrónicos y la insuficiencia cardíaca, los investigadores advierten de que el estudio indica que sí hay relación.
02 abril 2024|Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.