Imagen: Archivo.Dos de los tratamientos antidiabéticos evaluados se han podido relacionar con una menor probabilidad de consumir medicación contra la enfermedad de Alzheimer, por lo que podrían considerarse un factor de protección frente a la aparición y el avance de este tipo de demencia.

La diabetes, señala la Universidad CEU Cardenal Herrera en un comunicado, al igual que otras enfermedades como la hipertensión o la dislipemia, se han identificado como factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer. Por ello, investigaciones recientes consideran que los fármacos utilizados en estas enfermedades podrían ser de utilidad en la prevención y ralentización de este tipo de demencia.

En esta investigación de la Cátedra DeCo se han aplicado técnicas de Big Data para el análisis de la base de datos proporcionada por la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana con las medicaciones anonimizadas de 233 183 pacientes mayores de 50 años entre los años 2018 y 2020.

Las técnicas de IA aplicadas en la investigación han permitido analizar más de seis millones de prescripciones de medicamentos. Se incluyeron en el estudio a aquellos pacientes que tomaban al menos una medicación para la hipertensión, la diabetes y/o la dislipemia, quedando así 91 836 casos clasificados como pacientes con riesgo cardiovascular, siendo este el primer grupo de estudio.

De ellos, 29 260 tomaban solo medicación para la diabetes, es decir, no consumían ni antihipertensivos ni fármacos utilizados en el tratamiento de la dislipemia. Estos fueron clasificados como el segundo grupo de estudio.

Los resultados del análisis, que acaban de ser publicados en la revista Pharmacological Research, muestran que, tanto en pacientes con riesgo cardiovascular como en pacientes diabéticos, aquellos tratados con inhibidores del cotransportador sodio-glucosa 2 (iSGLT2), solo o en combinación con metformina, podrían tener menos probabilidades de consumir medicación para la enfermedad de Alzheimer. Y los análogos del péptido de glucagón 1 (GLP-1) también podrían disminuir las probabilidades de tomar medicación para el Alzheimer.

Sin embargo, el uso de insulina solo o en combinación con otros antidiabéticos podría aumentar las posibilidades de tomar fármacos para este tipo de demencia.

ENSAYOS CLÍNICOS

Según destaca la catedrática de Farmacología de la CEU UCH, Lucrecia Moreno, responsable de la Cátedra DeCo de la CEU UCH y el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos (MICOF), «pese a las limitaciones del estudio, resulta muy novedoso el posible papel de los iSGLT2 en la enfermedad de Alzheimer que hemos detectado». «Nuestros resultados podrían servir de base para la realización de estudios longitudinales y ensayos clínicos para confirmar los datos obtenidos a partir del análisis de la base de datos de prescripciones», apostilla.

Además, estos resultados también podrían ser de utilidad para la modificación de las guías de prescripción de antidiabéticos: «En pacientes con riesgo de demencia, los iSGLT2 serían los fármacos de elección, dada la relación que hemos detectado en nuestro estudio con un menor consumo de fármacos contra el Alzheimer por parte de las personas que siguen estos tratamientos para la diabetes».

Este estudio ha sido realizado por las investigadoras de la Cátedra DeCo para la detección precoz del Deterioro Cognitivo de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) y el MICOF Mar García Zamora, Gemma García Lluch y su responsable, Lucrecia Moreno, en colaboración con la investigadora Consuelo Cháfer, del Grupo de Alzheimer del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS-La Fe), y del profesor Juan Pardo Albiach, del Departamento de Matemáticas, Física y Ciencias de la Computación de la CEU UCH.

24 julio 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.Los incendios forestales y el polvo sahariano repercuten en el agravamiento de determinadas enfermedades, como las cardiorrespiratorias. Ahora, un estudio constata que además pueden tener influencia en las enfermedades mentales, con un efecto ‘estadísticamente significativo’ en los ingresos hospitalarios.

Esta es una de las conclusiones de un trabajo que publica la revista Science of the Total Environment, firmado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), de la Universidad de Alcalá, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat).

Agravamiento de enfermedades mentales

El cambio climático afecta tanto a la frecuencia y magnitud de los incendios forestales como al aumento del número de días con intrusiones de polvo sahariano, lo que impacta en la salud, señala una nota del ISCIII. El nuevo estudio analiza cómo influyen ambos fenómenos en los ingresos hospitalarios por trastornos mentales.

Se conocía que el aumento de las denominadas partículas finas (PM), que se produce cuando hay incendios y polvo sahariano, repercute en enfermedades cardiorrespiratorias y variables adversas al nacimiento (bajo peso o prematuridad).

La nueva investigación evidencia que también puede tener influencia en el agravamiento de patologías mentales.

El trabajo analizó la relación entre las concentraciones medias diarias de partículas PM10, PM 2,5, dióxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3) y la temperatura máxima diaria en olas de calor, y los ingresos hospitalarios diarios en urgencias en España debidos a trastornos mentales y del comportamiento, depresión y ansiedad.

El período de estudio abarcó 2009-2018 e incluyó datos de una provincia representativa de cada una de las nueve regiones en las que se dividió España para analizar las intrusiones de los compuestos y las partículas: A Coruña, Las Palmas, Madrid, Málaga, Islas Baleares, Sevilla, Valencia, Vizcaya y Zamora.

En algunas provincias, como Vizcaya, Islas Baleares y Sevilla, las concentraciones de PM llegan a relacionarse con cerca del 40 % de los ingresos que se producen los días en los que hay transporte de partículas por combustión de biomasa.

«Las PM que vienen de los incendios forestales son cinco veces más tóxicas que las que pueden venir de un tubo de escape», ha resumido Julio Díaz, investigador del ISCIII y coautor, junto a Cristina Linares, del estudio, en una sesión informativa organizada por Science Media Centre España.

Sin embargo, en los días con intrusiones de polvo sahariano, aunque sí se produce un aumento en las concentraciones de PM, son otras variables consideradas en el análisis las que están más relacionadas con este tipo de ingresos, como la propia temperatura en olas de calor, el NO2 o el O3, que también aumenta en estos días.

Esto podría suponer que en los días con intrusión de polvo del Sáhara centrar su impacto en salud únicamente en el efecto de las PM podría llevar a minimizar sus verdaderos efectos.

Para Julio Díaz, codirector de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano, hay «mecanismos sólidos» que ya explican estas asociaciones encontradas en el estudio. Por ejemplo, las PM, el NO2 y el O3 se relacionan con el estrés oxidativo y la inflamación sistémica.

Dadas estas conclusiones, recomienda poner en marcha planes de prevención en salud pública que tengan en cuenta el efecto conjunto.

«Tenemos que ir a planes integrales que contemplen todas las variables», ha dicho Díaz, quien ha recordado que cuando hay un incendio forestal el penacho puede influir a 500-600 kilómetros.

Ingresos por enfermedades bacterianas

En un segundo estudio, el ISCII, con datos de entre 2013 y 2018, ha examinado una posible relación a corto plazo entre los ingresos hospitalarios urgentes debidos a las principales enfermedades bacterianas de transmisión alimentaria (salmonelosis, campilobacteriosis e infecciones por Eschericha coli) y las diferentes variables meteorológicas y de contaminación atmosférica, incluida la temperatura máxima diaria en olas de calor.

Los resultados respaldan que la temperatura máxima diaria es un factor de riesgo que puede favorecer el aumento de las hospitalizaciones. Se relaciona no solo con la reproducción del número de bacterias, sino también en el tiempo de incubación de la propia enfermedad.

22 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.La muerte de una residente de medicina en Colombia, que se quitó la vida porque presuntamente no soportó el maltrato y las humillaciones de sus superiores, ha abierto una polémica en el país donde estudiantes y médicos denuncian que esas prácticas son habituales en la formación universitaria.

La víctima en este caso fue la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga, que realizaba su primer año de posgrado como residente de cirugía general en la Universidad Javeriana.

«A todos los residentes, gracias. De cada uno me llevo muchas enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón. Ustedes pueden. Ánimo. CGZ», dice una nota dejada por la joven médica.

La Universidad Javeriana dijo este domingo en un comunicado que «revisará e indagará sobre la existencia de situaciones que no estén en línea con nuestro modo de proceder y tomará las medidas que sean necesarias para garantizar el bienestar de la comunidad javeriana».

«Es un acontecimiento muy duro para nuestra comunidad educativa, que nos llama a reflexionar profundamente, y con humildad, sobre la cultura y los modos de proceder en la formación de nuestros médicos especialistas», agregó la institución en el comunicado emitido sobre «la triste noticia del fallecimiento de nuestra residente de cirugía Catalina Gutiérrez Zuluaga».

El mensaje añade que «la formación médica es retadora y desafiante y que en algunos casos implica mucho estrés y presión por las responsabilidades que conlleva», razón por la cual a partir de la próxima semana la universidad comenzará reuniones con profesores y «espacios de diálogo» con los médicos residentes «para establecer la mejor línea de acción».

Denuncias de abusos

Tras la muerte de la médica, muchos profesionales que pasaron por situaciones similares han publicado en las redes sociales cartas en las que denuncian que eran sometidos a humillaciones y abusos laborales.

Algunos señalan que se les obligaba a cumplir jornadas de hasta 20 horas diarias durante semanas enteras, se les castigaba delante de sus compañeros sin justificación alguna y se les ponían tareas que no estaban relacionadas con sus estudios, lo que en algunos casos los llevó a abandonar su sueño de convertirse en especialistas.

Por su parte, el estatal Instituto Nacional de Salud (INS) lamentó «profundamente el deceso de la doctora Catalina Gutiérrez y las condiciones en las cuales se produjo».

Igualmente, hizo «un enérgico llamado para que se ponga fin a hechos y conductas que puedan constituir cualquier tipo de acoso en la formación quirúrgica en Colombia».

También instó a las instituciones de formación y educación médica y especializada «para que se adopten medidas para reducir la prevalencia de estas conductas».

La junta directiva del Colegio Médico Colombiano también lamentó «la tragedia de la muerte» de la médica y dijo que es «vital» promover «un ambiente de respeto» en estos entornos para que «la educación médica no sea sinónimo de sufrimiento y desgaste emocional».

«Todos debemos trabajar juntos para asegurar que nuestros futuros médicos se formen en un entorno saludable y solidario que les permita alcanzar su máximo potencial sin poner en riesgo su salud mental y emocional», dijo el Colegio Médico Colombiano en un comunicado.

Sumado a lo anterior, el Colegio invitó a una jornada de solidaridad con familiares, amigos y colegas de la médica fallecida, que se realizará este lunes en la plazoleta principal de la Universidad Javeriana.

21 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

julio 23, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Cirugía, Medicina, Psicología, Psiquiatría, suicidio | Etiquetas: , , , |

Imagen: Archivo.Una dieta rica en omega-3 podría ayudar a mejorar la función cerebral y prevenir la demencia asociada con el Alzheimer, según un estudio publicado en Alzheimer’s and Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring.

De acuerdo con la investigación de un equipo del Barcelona Beta Brain Research Center y el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, el consumo habitual de alimentos ricos en grasas omega-3, de origen vegetal y marino, está relacionado con una mejor capacidad del cerebro para metabolizar la glucosa necesaria para su funcionamiento. El trabajo confirma que el omega-3 tiene un importante papel, ya que contribuye al correcto funcionamiento de los receptores necesarios para la captación de la glucosa en el cerebro, de forma que la incorporación de este producto a la dieta puede ser beneficioso de cara a tener un cerebro resistente a los cambios que están produciéndose antes de la aparición de la enfermedad.

La pesquisa incluyó datos de 320 personas voluntarias, cognitivamente sanas, sin síntomas clínicos de Alzheimer, pero descendientes en su mayoría de individuos afectados por esta enfermedad y por tanto, con un riesgo genético elevado de desarrollarlo.

Los resultados mostraron que los omega-3 de origen vegetal se asociaban a un mejor uso de la glucosa cerebral, especialmente en los participantes con mayor riesgo genético, es decir, portadores del gen APOE-e4.

Por su parte, los omega-3 de origen marino resultaron más beneficiosos en aquellas personas que, pese a no presentar síntomas de Alzheimer, ya empezaban a tener la acumulación de proteínas amiloide y tau, características de la enfermedad.

Los expertos concluyeron que es positivo mantener niveles adecuados de omega-3 en la sangre para prevenir la enfermedad, especialmente en personas con mayor riesgo de desarrollar demencia.

16 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

Imagen: Archivo.Los anticonceptivos hormonales pueden influir en la salud mental, tanto de forma positiva o negativa, de hasta un 10 % de las mujeres que los consumen, puntualiza una publicación difundida hoy en The Conversation.

De acuerdo con el estudio, estos medicamentos influyen en algo más que los ovarios y el útero y al cambiar los niveles de estrógeno y progesterona, pueden modular el estado de ánimo, para bien o para mal.

«El estrógeno y la progesterona también regulan la respuesta al estrés: la reacción de «lucha o huida» del cuerpo ante desafíos físicos o psicológicos», señaló Natalie Tronson, autora de la indagación.

La investigación indica que la principal hormona implicada en la respuesta al estrés (el cortisol en humanos y la corticosterona en roedores, abreviadas como CORT) es metabólica, lo que significa que el aumento de los niveles sanguíneos de dichos productos granulares durante condiciones estresantes provoca una mayor movilización de energía de las reservas de grasa.

«Entonces, cuando se exponen a un factor estresante leve, las mujeres que usan anticonceptivos hormonales muestran un aumento menor en CORT que las personas que no los utilizan», explica el texto.

Los investigadores observaron el mismo efecto en ratas y ratones: cuando se trataron diariamente con una combinación de hormonas que imitan la píldora, las ratas y ratones hembra también mostraron una supresión de la respuesta al estrés.

Por otro lado, aclara Tronson, es importante señalar que ni el aumento ni la disminución de las respuestas al estrés están directamente relacionados con el riesgo o la resiliencia contra la depresión, sin embargo, esa condición mental está estrechamente relacionada con el estado de ánimo y el estrés crónico aumenta sustancialmente el riesgo de depresión.

«Al modificar las respuestas al estrés, los anticonceptivos hormonales cambian el riesgo de depresión después del estrés, lo que genera «protección» contra la depresión para muchas personas y «mayor riesgo» para una minoría de personas», puntualiza el estudio.

Por otro lado, advierte la pesquisa que aún no ha sido posible identificar qué mujeres experimentará un mayor riesgo con estas hormonas anticonceptivas, pues en ello influyen factores genéticos.

«La exposición previa al estrés aumentan el riesgo de depresión, y factores similares contribuyen a los cambios de humor relacionados con la anticoncepción hormonal», concluye el texto.

En este sentido, el estudio demostró que nueve de cada 10 personas que usan anticonceptivos hormonales no experimentarán disminución del estado de ánimo ni síntomas de depresión, y muchas notarán una mejora.

16 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

julio 17, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Ginecología y Obstetricia, Medicina Familiar y Comunitaria, Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: , |

Imagen: Archivo.La pobreza y las enfermedades mentales no solo están relacionadas, sino que también existe una relación causal, según un estudio de investigadores de la Universidad Médica de Ámsterdam, la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Módena que demuestra que, si bien ciertos problemas de salud mental pueden obstaculizar la estabilidad financiera, la pobreza también es uno de los factores causales que conducen a los problemas de salud mental.

«Este estudio indica que ciertos problemas de salud mental pueden hacer que la situación financiera de una persona sea incierta. Pero, a la inversa, también vemos que la pobreza puede conducir a problemas de salud mental», afirma el psiquiatra de Amsterdam UMC, Marco Boks.

Estudios anteriores han demostrado una fuerte correlación entre pobreza y enfermedad mental, pero es difícil desentrañar la relación causa-efecto. Las consecuencias de la enfermedad mental pueden afectar la situación financiera de una persona, por ejemplo, si esta no puede trabajar bien o tiene mayores costos de atención médica. Pero las circunstancias financieras difíciles también pueden causar problemas psicológicos.

Los investigadores del estudio, publicado en la revista Nature Human Behaviour, utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido y del Consorcio Internacional de Genómica Psiquiátrica. «Descubrimos que la esquizofrenia y el TDAH contribuyen causalmente a la pobreza. A la inversa, la pobreza contribuye al trastorno depresivo mayor y a la esquizofrenia. El riesgo de anorexia nerviosa en realidad se reduce cuando hay pobreza», afirma Boks.

En primer lugar, se determinó una medida de pobreza en función de los ingresos familiares, los ingresos laborales y la privación social. A continuación, los investigadores utilizaron la información genética de los participantes mediante una técnica especial llamada aleatorización mendeliana para desentrañar la relación. La aleatorización mendeliana es un método para determinar la influencia de los factores de riesgo en una enfermedad, midiendo la variación de los genes que son más comunes en ciertos rasgos.

«Pudimos captar aspectos de la pobreza que comparten el individuo, el hogar y la zona en la que vive. Esto nos permitió identificar mejor los efectos causales de la pobreza en las enfermedades mentales», afirma el genetista estadístico de la Universidad de Edimburgo, David Hill.

Los resultados de esta investigación son importantes para la formulación de políticas y el enfoque de la pobreza y las enfermedades mentales. Al reconocer la influencia recíproca entre la pobreza y la salud mental, los responsables de las políticas pueden desarrollar intervenciones más eficaces destinadas a romper el ciclo de pobreza y problemas de salud mental. «La investigación proporciona pruebas sólidas de la necesidad de examinar también factores sociales como la pobreza, cuando se profundiza en el desarrollo de las enfermedades mentales», afirma Boks.

«Nuestros hallazgos sugieren que la reducción de las desigualdades podría conducir a ganancias sustanciales en la salud mental pública. A menudo existe confusión sobre el uso de datos genéticos para investigar la relación entre pobreza y enfermedad mental. Hacemos hincapié en que esto no significa que la pobreza sea genética. Al contrario, con los datos genéticos, pudimos identificar la pobreza como un factor ambiental modificable para la salud mental», añade la psiquiatra de la Universidad de Módena, Mattia Marchi.

15 julio 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

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