jun
18
Lejos de reflejar un rechazo a la maternidad o paternidad, la caída en las tasas globales de natalidad muestra la imposibilidad de crear las familias deseadas debido a obstáculos socioeconómicos y culturales, aseguraron expertos.
Un estudio conjunto del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y YouGove en 14 países que abarcan más de un tercio de la población mundial, reveló que una de cada cinco personas no tendrá el número de hijos que desea.
Esto es debido, principalmente, al alto costo de la vida, inseguridad laboral, falta de vivienda adecuada, ausencia de una pareja estable y la incertidumbre ante el futuro.
A la par, las normas de género siguen colocando el peso del cuidado infantil en las mujeres, muchas de las cuales se ven obligadas a elegir entre su carrera profesional y la maternidad.
Los hombres, por su parte, enfrentan estigmas cuando eligen involucrarse activamente en el cuidado de los hijos.
La situación es especialmente aguda en América Latina, donde millones enfrentan estos desafíos de forma cotidiana, según los datos desagregados del Fondo.
En países como México, Brasil, Colombia y Argentina, las tasas de fecundidad han caído por debajo del nivel de reemplazo, algo que tradicionalmente se atribuía a un «cambio cultural» pero que, de acuerdo con el informe, en realidad se debe a la falta de condiciones propicias.
«Las cifras muestran que vastos sectores de la población quieren formar familias, pero no pueden», afirmó la directora ejecutiva del Unfpa, Natalia Kanem, quien consideró que la «verdadera crisis es de falta de opciones, no de falta de deseo».
En ese contexto, el Unfpa propone políticas públicas centradas en la equidad de género y los derechos reproductivos, entre ellas: licencias parentales remuneradas y compartidas entre hombres y mujeres, acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo anticoncepción, aborto legal y asequible, y asistencia en fertilidad.
Además, inversión en vivienda asequible, trabajo decente y servicios de cuidado infantil, inclusión plena de personas LGBTQI+ y solteras en programas de apoyo a la maternidad o paternidad, y educación para acabar con los estereotipos de género y fomentar relaciones más igualitarias.
10 junio 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
may
5
Un estudio liderado por el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha demostrado que las mujeres que han sufrido complicaciones graves durante el embarazo tienen un riesgo más alto de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como ictus o infarto, años después del parto.
Este nuevo estudio, realizado por el servicio de obstetricia y ginecología del Hospital Vall d’Hebron y el grupo de medicina materna y fetal del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), ha sido publicado en la revista Healthcare.
Sufrir complicaciones graves en el embarazo incrementa el riesgo cardiovascular de la mujer años después del parto, según este estudio, que analiza la relación entre las complicaciones del embarazo y el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
En concreto, el trabajo de investigación evidencia que las mujeres que han sufrido complicaciones graves como preeclampsia, parto prematuro, diabetes gestacional o abortos «tienen el doble de riesgo de desarrollar ictus o infartos años después, en comparación a mujeres sin complicaciones gestacionales».
Los resultados subrayan la necesidad de hacer un seguimiento posparto a las mujeres con complicaciones durante el embarazo, con estrategias de prevención para mejorar la salud cardiovascular futura.
El estudio ha contado con la colaboración del grupo de enfermedades cardiovasculares del VHIR, el servicio de cardiología del Hospital Vall d’Hebron, el Instituto Catalán de la Salud, el Hospital Universitario La Paz (Madrid), la Universidad Jaume I de Castellón y el área de enfermedades cardiovasculares del CIBER (CIBERCV).
Según la doctora María Goya, del servicio de obstetricia y ginecología del Hospital Vall d’Hebron, ya hay estudios internacionales que han explorado la mencionada conexión, «pero resulta fundamental disponer de datos específicos de nuestra población para adaptar mejor las estrategias de prevención y seguimiento».
El análisis se basa en datos de 10 734 mujeres que dieron a luz en el Hospital Vall d’Hebron entre 2010 y 2015, entre las cuales 8 234 no tuvieron complicaciones durante el embarazo, mientras que 2 500 sí que sufrieron alguna.
Posteriormente, se les hizo un seguimiento durante un período de entre 6 y 11 años, en función del momento del parto, para conocer la aparición de enfermedades cardiovasculares con la colaboración de Atención Primaria.
Las conclusiones del estudio apuntan a que las mujeres con complicaciones en el embarazo tienen el doble de riesgo de ictus o infartos, que aparecían, de media, seis años después de dar a luz.
Entre los datos más destacados, se encuentra que tener un parto prematuro se relaciona con un riesgo cuatro veces mayor de tener un ictus, y que sufrir preeclampsia incrementa cuatro veces el riesgo de ictus o infarto.
En el caso de las mujeres que habían tenido más de una complicación durante el embarazo, el riesgo era todavía mayor que si solo habían tenido una complicación, concretamente ocho veces con más riesgo.
El equipo investigador ajustó los resultados teniendo en cuenta otros factores que podían influir en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la edad, la presencia de obesidad o el hábito de fumar, para asegurar que los resultados reflejan la relación directa entre las complicaciones durante el embarazo y los riesgos posteriores.
Según la doctora Marta Miserachs, primera autora del estudio, «el embarazo puede ayudar a detectar de forma precoz posibles problemas de salud cardiovascular que aparecerán más adelante».
En consecuencia, indican los investigadores, el embarazo supone una oportunidad para hacer un seguimiento más cercano a las mujeres que han tenido complicaciones y aplicar medidas para prevenir enfermedades cardiovasculares después del parto, con el objetivo de reducir los riesgos a largo plazo.
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer necesita adaptarse para conseguir dar energía a sí misma y al feto, y esto lo hace mediante cambios en el metabolismo, el corazón y los vasos sanguíneos que, aunque son necesarios, pueden empeorar condiciones de base y traducirse en alteraciones en la gestación.
Las autoras del trabajo destacan la importancia de continuar investigando para entender la relación entre las complicaciones gestacionales y cardiovasculares y por qué se producen los infartos e ictus a largo plazo.
29 abril 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
abr
3
Puede ser un potencial preventivo de la leucemia linfoblástica aguda (LLA). No obstante, se debe profundizar en los mecanismos biológicos subyacentes.
Se asocia una mayor duración de la lactancia materna exclusiva con un menor riesgo de cáncer infantil, incluida la leucemia linfoblástica aguda (LLA), ¿el cáncer más común en la infancia? La respuesta parece ser sí, según los datos de un último estudio que recoge JAMA.
Trabajos anteriores ya han sugerido que la lactancia materna protege contra los cánceres infantiles, en particular la leucemia linfoblástica aguda (LLA). Sin embargo, la evidencia proviene únicamente de estudios de casos y controles.
En este estudio de cohorte, la duración más prolongada de la lactancia materna exclusiva se ha asociado con un riesgo reducido de LLA-BCP infantil, (leucemia precursora de células B infantiles), «lo que corrobora los resultados de investigaciones previas de casos y controles en este campo. Sin embargo, para informar sobre futuras intervenciones preventivas, las siguientes investigaciones deberían centrarse en los posibles mecanismos biológicos subyacentes a la asociación observada», según la coordinadora del estudio, Signe Holst Søegaard, de la Sociedad Danesa del Cáncer en Copenhague, Dinamarca, y especialista en cáncer infantil y enfermedades infecciosas pediátricas.
Este trabajo ha investigado si la duración de la lactancia materna exclusiva se asocia con el riesgo de desarrollar leucemia linfoblástica aguda y otros cánceres infantiles. En concreto, los resultados de esta cohorte para LLA-BCP «se alinean con la reducción de aproximadamente un 30% del riesgo de LLA en niños amamantados exclusivamente durante al menos 4 meses frente a los que nunca fueron amamantados, en análisis conjuntos recientes de estudios internacionales de casos y controles que incluyeron a más de 10.000 niños con LLA», explica la coordinadora.
Datos del registro infantil de salud
En este estudio de cohorte poblacional que incluyó a 309.473 niños daneses, la lactancia materna exclusiva durante al menos 3 meses o más se asoció con un menor riesgo de cánceres hematológicos infantiles, particularmente LLA de precursores de células B, pero no con riesgo de tumores sólidos o del Sistema Nervioso Central (SNC), hecho que, según los autores, sugiere que «una duración más prolongada de la lactancia materna puede ser un factor potencial en la prevención de la LLA de precursores de células B infantil».
Para el análisis se incluyeron todos los niños nacidos en Dinamarca entre enero de 2005 y diciembre de 2018 con información disponible -del Registro Nacional de Salud Infantil de Dinamarca- sobre la duración de la lactancia materna exclusiva.
Se excluyeron niños en los que faltaba información sobre el peso al nacer, edad gestacional, edad y nivel educativo. Tampoco se incluyen niños con síndrome de Down debido a su mayor riesgo de leucemia con una biología distinta.
De los 309.473 niños analizados, 332 niños (el 0,1%) fueron diagnosticados con cáncer en edades comprendidas entre el año y los 14 años, con una edad media de 4 años en el momento del diagnóstico. De estos, 124 (un 37,3%) fueron diagnosticados con cánceres hematológicos (un 65,3% fueron LLA, de los cuales un 91,4% fueron LLA de precursores de células B). Un 13,3% presentaron tumores del SNC, un 24,1% tumores sólidos y un 25,3% presentó otras neoplasias no especificadas.
En comparación con la duración de la lactancia materna exclusiva de menos de 3 meses, la lactancia materna exclusiva durante 3 meses o más se asoció con un menor riesgo de cánceres hematológicos, lo que se atribuyó en gran medida a un menor riesgo de LLA-BCP, pero no con riesgo de tumores del SNC o tumores sólidos.
Mecanismos implicados
Sobre los mecanismos que establecen la potencial relación entre lactancia materna exclusiva y duradera y LLA infantil, la investigación detalla que los modelos actuales postulan que el desarrollo infantil de LLA-BCP comienza, a menudo, antes del nacimiento, cuando -y por razones desconocidas- un evento genético inicial da lugar a un clon preleucémico (como ETV6-RUNX1 ).
La prevalencia de la preleucemia en los recién nacidos es un aspecto que aún se debate, pero lo más probable es que la LLA-BCP se desarrolle solo en una pequeña proporción de niños nacidos con preleucemia”, explica Holst Søegaard, quien recuerda que durante mucho tiempo se ha especulado que, en estos niños, la transformación maligna de un clon preleucémico en LLA es desencadenada por una respuesta inmune desregulada a las infecciones.
Ver artículo: Bailey HD. Exploring Exclusive Breastfeeding and Childhood Cancer Using Linked Data. JAMA Netw Open[Internet]. 2024[citado 02 abr 2024];7(3): e243075. doi:10.1001/jamanetworkopen.2024.3075
02 abril 2024| Fuente: Diario Médico| Tomado de | Medicina| Ginecología y Obstetricia
mar
25
Autoridades sanitarias de Panamá instaron hoy a acelerar la campaña de vacunación infantil contra el sarampión, iniciada hace 10 días, al tiempo que alertaron que 88 mil 600 menores están desprotegidos contra esa enfermedad.
De acuerdo con el Programa Ampliado de Inmunización (PAI), se trata de niños que nunca recibieron ni la primera dosis, que se aplica a los 12 meses de nacidos, ni la segunda (refuerzo), que se coloca a los 18 meses de edad. La titular del PAI, Itzel Hewitt, explicó a la prensa que estos casos vienen arrastrándose desde la pandemia por la Covid-19 y que sus padres, por temor, no llevaron a los niños a inocularse. Ahora corresponde acudir a las instalaciones de salud para solicitar la vacuna, o pueden ser captados en los barrios, en el proceso de casa a casa durante las nuevas jornadas de inmunización, indicó.
En el rango entre uno y cuatro años de edad, la actual campaña prevé inocular a 293 mil 646 menores en todo el país, de los cuales hasta la fecha se han aplicado apenas 41 mil 594 dosis. La experta indicó que la cifra es aún baja, pues apenas representa el 14.2 por ciento de la cobertura que aspira a llegar a un 95 por ciento de la muestra. Ante esta situación, el Ministerio de Salud, con el apoyo del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudio de la Salud, la Sociedad Panameña de Pediatría, el Colegio Médico de Panamá y el PAI reiteraron a la población la importancia de la vacunación en menores de edad contra enfermedades prevenibles.
Por su parte, la directora general de Salud, Melva Cruz, informó que el istmo reaccionó ante la declaración de alerta sanitaria por sarampión emitida el pasado 27 de febrero por la OMS, tras el incremento del 18 por ciento de brotes en la región y sobre todo de casos importados en Costa Rica, Chile, Argentina, Perú, Brasil, Estados Unidos y Canadá.
Ciudad de Panamá, 21 marzo 2024|Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
mar
18
Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en colaboración con el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, ha llevado a cabo una investigación sobre los virus presentes en el líquido cefalorraquídeo (LCR) de niños y niñas afectados de meningitis y encefalitis de origen desconocido y diagnosticadas gracias a nuevos métodos de secuenciación masiva.
Artículo publicado en el European Journal of Clinical Microbiology & Infectious Diseases, se han podido detectar diversos virus que podrían estar involucrados en el desarrollo de esta enfermedad, algunos de ellos no relacionados anteriormente con esta patología. Entre los virus detectados se localizaron seis parechovirus A, tres enterovirus A-CD, cuatro poliomavirus 5, tres virus herpes-7, dos virus BK, un virus herpes simple1, un virus de la varicela zóster, dos citomegalovirus, un virus de Epstein Barr, un virus de la gripe A, un rinovirus y 13 retrovirus endógenos K113.
David Tarragó, del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII, y uno de los autores principales del trabajo, explica que el objetivo era lograr un mayor conocimiento de gran parte de las meningoencefalitis que se producen en niños y niñas y de las que se desconoce el origen, es decir, el agente etiológico que las produce.
E análisis de una cohorte de niños y niñas ingresados por meningoencefalitis no filiadas, diagnosticados mediante secuenciación masiva con apoyo de un método de enriquecimiento viral mediante captura por sondas, se ha podido detectar diversos virus que podrían estar involucrados en el desarrollo de esta enfermedad».
La meningoencefalitis se caracteriza por la inflamación de las meninges y el encéfalo. Puede ser de origen infeccioso, causada por microorganismos como virus, bacterias y parásitos, aunque la causa también puede no ser una infección.
La enfermedad está asociada a tasas elevadas de mortalidad, aunque el pronóstico depende del diagnóstico precoz, el estado inmunológico de la persona afectada y la virulencia del agente infeccioso. No siempre es sencillo conocer qué patógeno ha causado una meningoencefalitis, ya que es complicado aislar del cerebro los posibles microorganismos causantes.
Virus no relacionados
El estudio liderado desde el ISCIII y los pediatras del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, ha analizado 39 casos de meningoencefalitis pediátrica, de etiología desconocida, ingresados entre 2021 y 2022. Se utilizó una tecnología de secuenciación genómica mejorada mediante captura por hibridación, denominada HCSS, lo que permitió detectar presencia de virus en 30 de las muestras de LCR.
Los autores señalan que varios de estos virus no suelen localizarse en los paneles diagnósticos utilizados en casos de meningoencefalitis, «aunque también se detectaron virus ya conocidos por su relación con la patología. Pero, lo más interesante es que alguno de los virus descubiertos no se ha relacionado nunca con la enfermedad».
Varios de estos hallazgos se confirmaron posteriormente mediante PCR específica, el método habitual para tratar de localizar los agentes patógenos que pueden causar la enfermedad.
Con esta investigación, la búsqueda de virus ha podido ampliarse para comprender mejor esta grave enfermedad pediátrica. «El análisis es crucial para identificar las causas de la enfermedad y desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento», se subraya en el trabajo.
Los autores añaden que el procesamiento de la ingente cantidad de datos proporcionados por la secuenciación masiva requiere colaboración multidisciplinar, ya que «supone un difícil reto al interpretar los resultados, que deben siempre consensuarse entre microbiólogos, bioinformáticos y clínicos especializados.
Ver artículo: Launes C, Camacho J, Pons Espinal M, López Labrador Z, Esteva C, Cabrerizo M, et al. Hybrid capture shotgun sequencing detected unexpected viruses in the cerebrospinal fluid of children with acute meningitis and encephalitis. Eur J Clin Microbiol Infect Dis (2024). https://doi.org/10.1007/s10096-024-04795-x
16 marzo 2024|Fuente: Diario Médico| tomado de| Microbiología y enfermedades infecciosa
mar
15
Una investigación realizada por químicos de la Universidad de La Laguna ha hallado en muestras de purés y compotas infantiles la presencia de al menos 5 ftalatos, unos compuestos utilizados como plastificantes para los envases de alimentos que han sido considerados disruptores endocrinos.
El estudio forma parte de la investigación que en este ámbito realizan desde 2018 los científicos Bárbara Socas, Javier González, Antonio Herrera, Álvaro Santana y Javier Hernández, del grupo de investigación AQAIMPA del Departamento de Química de La Laguna, y que para ello han validado y aplicado una metodología eficaz para analizar ftalatos en productos alimenticios. La autora principal del estudio, la profesora ayudante doctor Bárbara Socas, explica en una entrevista a EFE que el objetivo del grupo de investigadores es evaluar los compuestos que se utilizan en la producción de plásticos y que pueden migrar hacia los alimentos o el medio ambiente.
Al respecto, precisa la investigadora que cuando se fabrica el plástico se le añaden sustancias para mejorar su calidad, que tengan un determinado color, sean más flexibles o más resistentes en función de donde se vayan a aplicar y uno de los grupos más importantes de estos compuestos son los ftalatos. Y ¿qué problema plantean los ftalatos?: que, en la síntesis, en la preparación industrial, no están unidos desde el punto de vista químico con fortaleza a la estructura del plástico, por lo que pueden migrar, desplazarse, por todo el medio que lo rodea. Esto puede ocurrir al ser sometidos a temperaturas altas, a un disolvente que favorezca su ruptura o simplemente, por la prolongación de su tiempo de uso.
Cuando empezamos a estudiar esta cuestión nos planteamos si el tipo de alimentos que vienen envasados en plástico y se calientan en el microondas van a estar sometidos a estos compuestos, y de ahí surgió la investigación y, especialmente, en alimentos infantiles por ser uno de los grupos de población más vulnerables’, detalla Bárbara Socas.
El hecho de que estos compuestos migren puede afectar negativamente a la salud porque se trata de disruptores endocrinos, esto significa que pueden alterar el funcionamiento del sistema endocrino al igual que los exoestrógenos y los plaguicidas.
Ello puede inducir a desarrollar enfermedades relacionadas con el sistema reproductivo, menarquía precoz en niñas, disminución de la calidad del esperma en los varones, deformaciones en el sistema reproductivo y otro tipo de patologías cardiovasculares. Para este estudio en particular se analizaron muestras de alimentos infantiles adquiridos en distintos comercios de Tenerife y con características diferentes: fruta, carne, pollo, pescado y mezcla de sabores, y con distintos tipos de envasado, como plástico, vidrio y aluminio. Los investigadores validaron la metodología para identificar un grupo de 14 ftalatos y al analizar los alimentos encontraron que había al menos cinco de ellos en todas las muestras salvo uno, que era un adipato, un compuesto que se utiliza como sustitutivo de los ftalatos y que actualmente también es considerado perjudicial para la salud.
Uno de los resultados de la investigación es que también había ftalatos en los alimentos envasados en vidrio, por lo que la hipótesis es que el compuesto migra a partir de la goma plástica incluida en la tapa metálica del recipiente.
14 marzo 2024 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A