embarazoCuando el nivel de cortisol aumenta durante la noche

UB/DICYT Las mujeres con síntomas depresivos durante el embarazo pueden sufrir una alteración en el ritmo circadiano del cortisol —una hormona necesaria para el desarrollo fetal— que podría afectar el curso de la gestación. Esta hormona aumenta de manera natural en las gestantes durante el embarazo, pero unos niveles excesivos de cortisol en las primeras fases de la gestación pueden tener efectos negativos en el desarrollo del feto, especialmente si el cortisol aumenta durante periodos prolongados y sobre todo cuando sus niveles suelen ser más reducidos (por ejemplo, durante la noche).

En las gestantes con síntomas depresivos, el aumento de los niveles totales de cortisol entre el primer y segundo trimestre de embarazo es muy pronunciado. En concreto, el que se produce en el segundo trimestre puede estar relacionado con una mayor tasa de parto prematuro y un menor percentil de peso de los bebés al nacer.

Estas son las conclusiones principales de un estudio publicado en la revista Psychoneuroendocrinology y dirigido por la catedrática Lourdes Fañanás, de la Facultad de Biología y el Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona (IBUB), en colaboración con el BCNatal del Hospital Clínico de Barcelona y el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. En el estudio han participado investigadores del Centro de investigación Biomédica en Red de salud Mental (CIBERSAM) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER).

Cuando el nivel de cortisol aumenta durante la noche

 Durante el embarazo se producen muchos cambios fisiológicos y psicológicos en las gestantes. Durante la gestación, es frecuente que aparezcan síntomas depresivos en las mujeres embarazadas que no suelen ser diagnosticados en las consultas rutinarias. Sin embargo, estos síntomas podrían asociarse a una desregulación del ritmo circadiano del cortisol.

Esta sintomatología depresiva puede causar alteraciones en el primer y segundo trimestre del embarazo, de manera que «las gestantes no pueden reducir suficientemente los niveles de cortisol durante la noche, cuando tendrían que ser sensiblemente bajos», explica Águeda Castro, primera firmante del artículo y miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB e investigadora del grupo del CIBERSAM. «Estas condiciones podrían afectar al feto, sensibilizando su propio sistema de respuesta al estrés — eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA)— o por toxicidad directa sobre las neuronas», añade.

El estudio se realizó en una cohorte de 112 mujeres en su primer embarazo (edades entre 18 a 40 años). Durante la gestación, los investigadores analizaron trimestralmente el ciclo circadiano del cortisol, la percepción del estrés y los síntomas depresivos de las madres.

Ver artículo completo: Castro Quintas A, Eixarch E, San Martin Gonzalez N, Daura Corral M, Marques Feixa L, Palma Gudiel H, et al. Diurnal cortisol throughout pregnancy and its association with maternal depressive symptoms and birth outcomes. Psychoneuroendocrinology[Internet]. 2024[ citado 5 feb 2024]; 161: 106930. https://doi.org/10.1016/j.psyneuen.2023.106930

5 febrero 2024| Fuente: Dicyt.com| Tomado de | Noticias| Salud

hipertension y embarazoUn equipo científico ha desarrollado ‘miniplacentas’ en el laboratorio y las ha utilizado para esclarecer cómo se desarrolla la placenta e interactúa con el revestimiento interno del útero, lo que podría ayudar a comprender mejor la preeclampsia y, en el futuro, a tratarla. El estudio, publicado este miércoles en Cell Stem Cell, demuestra que es posible experimentar con una placenta humana en desarrollo, en lugar de limitarse a observar especímenes, para estudiar los principales trastornos del embarazo. Read more

mujer y partoMás allá del embarazo: en una serie especial de The Lancet varios expertos reclaman una mayor atención a los problemas de salud a largo plazo que padecen las mujeres y las niñas

Cada año, al menos 40 millones de mujeres probablemente padezcan un problema de salud a largo plazo causado por el parto, según un nuevo estudio que se publica hoy en The Lancet Global Health. El estudio, que forma parte de una serie especial sobre salud materna, pone de manifiesto que existe una elevada carga de afecciones posnatales que se prolongan durante meses, o incluso años, después del parto. Entre ellas se incluyen el dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), que afecta a más de un tercio (35 %) de las mujeres durante el puerperio, el dolor lumbar (32 %), la incontinencia anal (19 %), la incontinencia urinaria (8 %-31 %), la ansiedad (9 %-24 %), la depresión (11 %-17 %), el dolor perineal (11 %), el miedo al parto (tocofobia) (6 %-15 %) y la infecundidad secundaria (11 %).

Los autores del artículo reclaman que el sistema de salud reconozca en mayor medida  estos problemas habituales, muchos de los cuales se producen después del momento en que las mujeres suelen perder el acceso a los servicios posnatales. Los autores también argumentan que una atención eficaz a lo largo del embarazo y el parto también es un factor de prevención crítico para poder detectar riesgos y evitar complicaciones que puedan derivar en problemas de salud duraderos después de dar a luz.

«Muchas afecciones de la etapa puerperal provocan un sufrimiento importante a las mujeres en su vida cotidiana que se prolonga hasta mucho después del parto, tanto a nivel emocional como físico, y sin embargo esas dolencias se valoran, reconocen y notifican menos de lo que conveniente», afirmó la Dra. Pascale Allotey, Directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS. «A lo largo de su vida, y más allá de la maternidad, las mujeres necesitan acceder a una serie de servicios de atención de la salud que escuchen sus preocupaciones y satisfagan sus necesidades, a fin de que, no solo sobrevivan al parto, sino que también puedan disfrutar de buena salud y calidad de vida.»

En el artículo se señala que la investigación clínica, la práctica y la política han descuidado en gran medida estas afecciones, a pesar de su prevalencia. Al llevar a cabo una revisión de la bibliografía de los últimos 12 años, los autores no encontraron ningún documento de directrices reciente y de alta calidad sobre tratamiento eficaz para el 40 % de las 32 afecciones prioritarias analizadas en su estudio, y tampoco hallaron ni un solo documento de directrices de alta calidad de algún país de ingreso bajo o mediano. Las deficiencias en materia de datos también son importantes: no había estudios nacionales representativos ni de alcance mundial sobre ninguna de las afecciones identificadas a través de la investigación.

La serie, titulada «Maternal health in the perinatal period and beyond» (Salud materna durante el periodo perinatal y más allá), en su conjunto reclama más atención para la salud a largo plazo de las mujeres y las niñas, tanto después como antes del embarazo.

En su artículo de apertura se defiende la necesidad de aplicar un enfoque holístico para reducir las muertes maternas, que no solo se centre en sus causas biomédicas inmediatas, sino también en la compleja interacción de las condiciones sociales, económicas y medioambientales de mayor alcance que repercuten en la salud de las mujeres, entre ellas las desigualdades por razones de raza o de género, así como el contexto económico, la nutrición, el saneamiento, los riesgos ambientales o la exposición a violencia y conflictos. Según el artículo, la falta de atención a estos temas fundamentales ayuda a explicar por qué 121 países de entre 185 no han logrado avances significativos en la reducción de las muertes maternas durante las dos últimas décadas.

«La salud materna no es algo de lo que debamos empezar a preocuparnos solo cuando aparece el bulto del embarazo,» dijo Joao Paulo Souza, Director del Centro Latinoamericano y del Caribe para Información en Ciencias de la Salud (BIREME) para la OPS/OMS y uno de los autores del primer artículo. «Hay un gran número de factores que condicionan la probabilidad de que una mujer tenga un embarazo saludable, desde el entorno que la rodea hasta los sistemas políticos y económicos en los que vive, pasando por el acceso a alimentos nutritivos y el nivel de decisión que mantiene sobre su vida. Para mejorar la salud de las mujeres deben abordarse todos estos condicionantes, así como el acceso a una atención de la salud de calidad durante toda la vida.»

Básicamente, la serie aboga por dotarse de un sistema de salud fuerte y multidisciplinar, que no solo brinde servicios de maternidad respetuosos y de calidad, sino que también prevenga la mala salud y mitigue el impacto de las desigualdades en un sentido amplio, incluso mediante intervenciones específicas orientadas a las mujeres y niñas más vulnerables.

Ver más información:  Vogel JP, Jung J,  Lavin T, Simpson G, Kluwgant D, Abalos E,et al. Neglected medium-term and long-term consequences of labour and childbirth: a systematic analysis of the burden, recommended practices, and a way forward. The Lancet Global Health[Internet].2023[citado 7 dic 2023]. DOI:https://doi.org/10.1016/S2214-109X(23)00454-0

8 diciembre 2023|Fuente: Organización Mundial de la Salud | Tomado de | Comunicados de prensa

vacuna anti COVID-19Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (EEUU), el primero en evaluar prospectivamente la relación entre la vacunación contra el Covid-19 antes de la concepción en parejas y el aborto espontáneo, ha descubierto que no existe riesgo de aborto espontáneo entre las parejas vacunadas que intentaban tener hijos.

Múltiples estudios han demostrado que las vacunas contra la COVID-19 no provocan infertilidad ni complicaciones en el embarazo, como el aborto espontáneo, pero muchas personas todavía desconfían de los efectos adversos de la vacuna en el embarazo.

Publicado en la revista ‘Human Reproduction’, el estudio no encontró un mayor riesgo de aborto espontáneo temprano o tardío como resultado de que alguna persona de la pareja o las dos recibieran la vacuna COVID-19 antes de concebir.

El estudio es el primero en evaluar el riesgo de aborto espontáneo temprano (menos de ocho semanas de gestación) después de la vacunación contra la COVID-19 antes de la concepción, así como el primero en evaluar la vacunación masculina y el aborto espontáneo.

Los investigadores esperan que estos resultados proporcionen información útil para las personas que planean quedar embarazadas, así como para sus proveedores de atención médica. «Estos hallazgos deberían replicarse en otras poblaciones, pero son tranquilizadores para las parejas que están planeando un embarazo», afirma la autora principal Jennifer Yland, estudiante de doctorado en epidemiología en BUSPH en el momento del estudio.

Para el estudio, Yland y sus colegas analizaron datos de encuestas sobre la vacunación contra el COVID-19 y el aborto espontáneo entre mujeres y hombres participantes en el Estudio de Embarazo en Línea (PRESTO), un estudio en curso financiado por los Institutos Nacionales de Salud que inscribe a mujeres que intentan concebir y las sigue desde antes de la concepción hasta seis meses después del parto.

Las participantes en este nuevo análisis incluyeron 1 815 mujeres en los EEUU y Canadá que fueron seguidas en el estudio desde diciembre de 2020 hasta noviembre de 2022, incluidas 1 570 parejas con datos sobre la vacunación de sus parejas masculinas. Las participantes femeninas elegibles tenían entre 21 y 45 años y estaban tratando de concebir sin el uso de un tratamiento de fertilidad en el momento de la inscripción.

Fueron observadas desde su primera prueba de embarazo positiva hasta un aborto espontáneo u otro evento (como un aborto inducido, un embarazo ectópico) o 20 semanas de gestación, lo que ocurra primero.

Entre las mujeres participantes, el 75 por ciento había recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19 cuando quedaron embarazadas. Casi una cuarta parte de los embarazos resultaron en abortos espontáneos, y el 75 por ciento de estos abortos espontáneos ocurrieron antes de las 8 semanas de gestación, pero no hubo un mayor riesgo.

El riesgo de aborto espontáneo fue del 26,6 por ciento entre las participantes femeninas no vacunadas, del 23,9 por ciento entre las participantes femeninas que habían recibido una dosis de la vacuna antes de la concepción, del 24,5 por ciento entre las que completaron una serie primaria completa antes de la concepción, del 22,1 por ciento entre las que completaron la serie de vacunas tres meses antes de la concepción, y el 20,1 por ciento entre aquellos que recibieron solo una dosis de una vacuna de dos dosis antes de la concepción.

«La tasa de aborto espontáneo entre las personas vacunadas no solo fue comparable con la de las participantes de PRESTO que concibieron antes de la pandemia, sino que nuestros datos indicaron un riesgo ligeramente menor de aborto espontáneo entre las personas vacunadas en comparación con las no vacunadas», señala Yland.

Referencia

Yland JJ, Wesselink AK, Regan AK, Hatch EE, Rothman KJ, Savitz DA, et al.  prospective cohort study of preconception COVID-19 vaccination and miscarriage. Human Reprod[Internet].2023[citado 11 nov 2023]. https://doi.org/10.1093/humrep/dead211

13 noviembre 2023 | Fuente: redacción médica | Tomado de Noticias Sanidad

cancer-de-mama-2017El cáncer de mama diagnosticado en el embarazo o el posparto tiene peor pronóstico, de ahí la necesidad de métodos eficaces de detección precoz, una evidencia que se constata a diario en la unidad multidisciplinaria específica para tratar estos casos dentro de la Unidad de Mama del Hospital Universitario Vall d’Hebron en Barcelona, España.

En esta línea, en la que trabaja el equipo liderado por la Dra. Cristina Saura, Ph. D., jefa de la unidad y también del Grupo de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), se sitúan los resultados de un estudio recientemente publicado en Cancer Discovery, y en el que por primera vez se ha demostrado que la leche materna de las pacientes con cáncer de mama contiene ADN tumoral circulante (ADNct), susceptible de ser detectado mediante una biopsia líquida de esa leche.

La Dra. Saura explicó a Medscape en español cuál fue el motivo —en cierta medida, «sobrevenido»— de poner en marcha esta investigación: «En este caso fue la inquietud de una paciente con cáncer de mama diagnosticada durante el embarazo de su tercera hija; fue de ella en realidad de quien surgió la idea del proyecto. Le preocupaba haber transmitido el tumor a través de la leche materna a su segunda hija durante el periodo de lactancia, que había sido largo y se había prolongado hasta poco tiempo antes del diagnóstico de su cáncer de mama, así que nos trajo una muestra de leche materna que tenía guardada en su congelador».

«Y es ahí, gracias a ella, donde empezó nuestro proyecto ya que, aunque sabemos que el cáncer de mama no se transmite a través de la leche materna, decidimos analizar la muestra a la búsqueda de marcadores que pudieran ayudarnos en la investigación. Y, efectivamente, al analizar la leche materna de la paciente, encontramos ADN con la misma mutación que estaba presente en su tumor», añadió la Dra. Saura, quien apuntó que la leche materna analizada se había congelado más de un año antes del diagnóstico de cáncer de la paciente.

En cuanto a la metodología, Ana Vivancos, Ph. D., jefa del Grupo de Genómica del Cáncer del VHIO y otra de las autoras del estudio, comentó que se emplearon dos técnicas, secuenciación de nueva generación (NGS) y reacción en cadena polimerasa digital de sola gota (ddPCR) para analizar las muestras de leche materna y de sangre, comprobando así la existencia de ADNct en la leche materna.

«Fuimos capaces de detectar mutaciones presentes en el tumor de pacientes con cáncer de mama en su muestra de leche en 13 de las 15 pacientes analizadas, mientras que en las muestras de sangre recogidas en el mismo momento solo se detectó ADN tumoral circulante en una de ellas», afirmó Vivancos. «En cuanto a las muestras de las dos pacientes en las que no se detectó mutación, se comprobó que eran de calostro recogido en las primeras horas de la lactancia».

Asimismo, para dar utilidad práctica a este hallazgo, el equipo investigador diseñó un papel genómico basado en secuenciación de nueva generación como posible método de detección precoz del cáncer de mama. «Hemos desarrollado un panel basado en química de captura híbrida y con identificadores moleculares únicos (UMIs) que aseguran una mejor sensibilidad en la secuenciación de nueva generación. El diseño del panel se ha ajustado, basándonos en la literatura existente, a los genes más frecuentemente mutados en el cáncer de mama en mujeres jóvenes, menores de 45 años».

Según Vivancos, este panel tiene una sensibilidad de más de 70%, lo que significa que de las muestras de las pacientes analizadas con este se hubieran detectado 7 de 10 casos con una especificidad de 100 %.

«En la práctica, el diseño del panel permitiría detectar alteraciones en más de 95 % de los casos de cáncer de mama en mujeres de edad inferior a 45 años. Por lo tanto, su uso en el escenario de detección precoz de este tumor durante la lactancia debería contribuir a resolver una necesidad médica no cubierta a día de hoy», señaló Vivancos.

En relación con esta necesidad no resuelta, la Dra. Saura incidió en que actualmente no se dispone de ningún sistema o herramienta que permita sospechar de forma precoz de un tumor de mama en embarazadas antes del diagnóstico, «y, precisamente, el objetivo de esta investigación, que ahora se tiene que validar con un grupo más grande de mujeres en un estudio clínico, sería implantar el cribado de cáncer de mama en mujeres que acaban de dar a luz».

Contacto más directo con las células tumorales

En opinión de la Dra. Saura, esto facilitaría que, al igual que en España se realiza la punción del talón con una pequeña muestra de sangre del recién nacido para descartar patologías metabólicas, se recogieran muestras de leche materna de todas las mujeres que den a luz, para descartar o diagnosticar el cáncer de mama.

En cuanto a las ventajas potenciales que tendría la biopsia líquida de leche materna frente a técnicas similares, como por ejemplo la biopsia líquida en sangre, Vivancos remitió a los resultados de su estudio: «Hemos visto que la biopsia líquida en leche materna era positiva para la presencia de ADN tumoral circulante en 87 % de los casos, mientras que la sangre solo mostró presencia de este marcador en 8%. Esta diferencia indica que la leche materna es un biofluido que está en contacto más directo con las células tumorales y que, por lo tanto, será más informativo en estadios más iniciales».

La Dra. Saura apuntó sobre estos tumores en embarazadas o en el posparto que los datos reafirman una realidad: «En general, suelen tener un peor pronóstico por ser, en una gran parte de los casos, un diagnóstico en estadios avanzados. Además, se suele asumir que hay alteraciones fisiológicas de la mama, consideradas normales durante la gestación y la lactancia, que pueden esconder un tumor en desarrollo. El hecho es que el cáncer de mama durante el posparto, entendiendo como posparto la definición actual que corresponde a los 10 años posteriores al parto, representa entre 40 % y 45 % de los casos de cáncer de mama diagnosticados antes de los 45 años».

Las investigadoras tienen previsto dar continuidad a este proyecto: «Nuestro siguiente paso para confirmar la utilidad de la leche materna como nueva herramienta de biopsia líquida para la detección precoz del cáncer de mama en el periodo posparto es realizar esta prueba no invasiva en miles de mujeres», informó la Dra. Saura.

Objetivo, «estandarizarla» como método de screening

«Basándonos en los resultados que hemos publicado, estamos iniciando un estudio dirigido a recoger muestras de leche materna de 5 000 mujeres sanas de todo el mundo que se hayan quedado embarazadas a partir de los 40 años o a cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de padecer cáncer de mama», añadió la especialista.

Acerca de cuándo está previsto disponer de resultados preliminares de este nuevo estudio, la Dra. Saura afirmó que aún no es posible aventurarse a concretar este dato «ya que estamos pendientes de recibir financiación para avanzar en este trabajo, pero vamos analizando caso a caso y, por supuesto, si detectamos alguna anomalía en estas mujeres, seguiremos el protocolo establecido para confirmar el diagnóstico e iniciar un tratamiento si fuera preciso».

Sobre si es factible que la biopsia líquida de leche materna llegue a «normalizarse» como método de screening para las mujeres en edad reproductiva con antecedentes o factores de riesgo de desarrollar un cáncer de mama, Vivancos afirmó que «ese sería el escenario futuro que visualizamos y al que nos gustaría contribuir con evidencia científica para conseguir hacerlo realidad».

«Por el momento, nuestro objetivo es validar que el ADN tumoral circulante puede detectarse mediante biopsia líquida en la leche materna incluso antes de que el cáncer de mama pueda diagnosticarse mediante técnicas de imagen convencionales. Si validamos estos resultados preliminares podremos detectar precozmente el cáncer de mama con una prueba no invasiva como la biopsia líquida de la leche materna», señaló por su parte la Dra. Saura.

Finalmente, y en cuanto a las asignaturas pendientes que aún existen en la detección y el abordaje del cáncer de mama durante el embarazo, la especialista puso de relieve el impacto emocional que tiene para las mujeres y para su entorno el diagnóstico de un cáncer gestacional «pero lo primero que tienen que saber es que el diagnóstico no es necesariamente sinónimo de interrupción del embarazo, sino que este tumor se puede tratar durante la gestación ya que es posible hacer cirugía en cualquier momento y quimioterapia a partir del segundo trimestre. Prueba de ello son los 72 niños que han nacido en este contexto en los últimos 20 años en el Hospital Universitario Vall d’Hebrón, que es pionero en España gracias a un programa multidisciplinar para informar y hacer un seguimiento específico a las mujeres a las cuales se les diagnostica un tumor de mama durante el embarazo».

Referencia

Saura C, Ortiz C, Matito J, Arenas E, Suñol A, Martín A, et al.  Early-Stage Breast Cancer Detection in Breast Milk. Cancer Discov[Internet].2023[citado 3 nov 2023];13(10):2180-2191. doi: 10.1158/2159-8290.CD-22-1340. PMID: 37704212.    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37704212/

4 noviembre 2023|Fuente: Medscape| Tomado de Noticias y Perspectivas

taquismo-pasivo-embarazoLas mujeres que fuman durante el embarazo tienen 2,6 veces más probabilidades de dar a luz prematuramente que las no fumadoras, más del doble de la estimación anterior, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). El estudio, cuyos detalles se publican este jueves en la revista International Journal of Epidemiology, también revela que fumar aumenta cuatro veces las probabilidades de que el bebé sea pequeño para su edad gestacional, con el consiguiente riesgo de complicaciones potencialmente graves, como dificultades respiratorias e infecciones.

Por el contrario, el equipo no halló pruebas de que consumir cafeína estuviera relacionado con resultados adversos. Actualmente se recomienda a las mujeres que dejen de fumar y limiten el consumo de cafeína durante el embarazo para evitar complicaciones al bebé. Y es que fumar durante el embarazo se asocia a un mayor riesgo de retraso del crecimiento fetal, parto prematuro y bajo peso al nacer, aunque también se ha relacionado con un menor riesgo de preeclampsia (hipertensión). También se ha demostrado que un consumo elevado de cafeína, presente en multitud de productos (café, té, chocolate, bebidas energéticas, refrescos y medicamentos) se asocia a un menor peso al nacer y, posiblemente, a un retraso del crecimiento fetal.

Tabaco y cafeína en sangre

Para saber cómo afectan estos productos al organismo, se analizan los niveles de metabolitos en sangre, es decir, los subproductos químicos que se generan cuando el organismo procesa sustancias como el tabaco y la cafeína.

En este estudio, los investigadores de Cambridge y del Hospital Rosie, reclutaron a más de 4 200 mujeres que acudieron al hospital entre 2008 y 2012 analizaron las muestras de sangre a un subconjunto de estas mujeres cuatro veces durante sus embarazos. Para evaluar la exposición al humo del tabaco, midieron los niveles del metabolito cotinina, que puede detectarse en la sangre, la orina y la saliva. Sólo dos de cada tres mujeres con niveles detectables de cotinina en cada muestra de sangre eran fumadoras autodeclaradas, lo que demuestra que esta medida es una forma más objetiva de evaluar la conducta de fumar.

En el análisis del tabaquismo se incluyó a 914 mujeres, el 78,6 % no expuestas al tabaquismo en el embarazo, el 11,7 % expuestas en cierta medida y el 9,7 % expuestas de forma constante. En comparación con las mujeres que no habían estado expuestas al tabaco durante el embarazo, las que sí lo habían estado tenían 2,6 veces más probabilidades de sufrir un parto prematuro espontáneo -más del doble de la estimación anterior de 1,27 realizada a partir de un metaanálisis de estudios- y 4,1 veces más probabilidades de sufrir un retraso del crecimiento fetal.

Se descubrió que los bebés de madres fumadoras pesaban una media de 387 gramos menos que los hijos de no fumadoras, es decir, más de un 10 % menos que el peso de un recién nacido medio, lo que aumenta el riesgo de que el bebé tenga un peso bajo al nacer (2,5 kg o menos) y, a su vez, está vinculado a un mayor riesgo de problemas de desarrollo y a una peor salud en la adultez. Sin embargo, a diferencia de estudios anteriores, el equipo no encontró pruebas de que fumar redujera el riesgo de preeclampsia.

‘Sabemos desde hace tiempo que fumar durante el embarazo no es bueno para el bebé, pero nuestro estudio demuestra que es potencialmente mucho peor de lo que se pensaba. Pone al bebé en riesgo de sufrir complicaciones potencialmente graves por crecer demasiado despacio en el útero o por nacer demasiado pronto’, explica el jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Cambridge, Gordon Smith.

Para evaluar la ingesta de cafeína, los investigadores buscaron el metabolito paraxantina en 915 mujeres, de las que, el 12,8 % tenían niveles bajos de paraxantina a lo largo del embarazo (lo que sugiere una ingesta baja de cafeína), el 74,0% niveles moderados y el 13,2 % tenían niveles altos. Hubo pocas pruebas de una asociación entre la ingesta de cafeína y cualquiera de los resultados adversos.

Referencia

Selvaratnam RJ, Sovio U, Cook E, Gaccioli  F, Charnock-Jones DS, SSmith G. Objective measures of smoking and caffeine intake and the risk of adverse pregnancy outcomes. Int J Epidemiol[internet].2023[citado 28 sep 2023]; dyad123.  https://doi.org/10.1093/ije/dyad123

29 septiembre 2023

Fuente: (EFE) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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