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Los esfuerzos de Pakistán para eliminar la polio sufrieron otro revés el lunes después de que un enclave del norte reportara su primer caso en siete años. En total fue el 11mo caso del país desde enero, a pesar del lanzamiento de varias campañas de inmunización.
El virus fue detectado en un niño del distrito de Diamer en la región de Gilgit-Baltistán, según el programa de erradicación de la polio del país.
Pakistán y la vecina Afganistán siguen siendo los únicos dos países donde no se ha detenido la propagación natural del virus de la polio, según la Organización Mundial de la Salud. Hay brotes en curso de polio vinculados a la vacuna oral en otros diez países, principalmente en África.
El nuevo caso fue reportado después de que Pakistán concluyera el domingo su tercera campaña nacional de vacunación contra la polio del año, con el objetivo de inmunizar a 45 millones de niños.
Mohammad Iqbal, director del programa de polio en el noroeste, dijo que los funcionarios de salud locales aún estaban tratando de determinar cómo el poliovirus que se encontró en la ciudad portuaria del sur de Karachi había infectado al niño en Diamer.
Durante la temporada de verano, miles de turistas de Karachi y otros lugares visitan los centros turísticos en Gilgit-Baltistán.
El programa de erradicación de la polio de Pakistán ha estado llevando a cabo campañas contra la polio durante años, aunque los trabajadores de salud y la policía asignada para protegerlos a menudo son atacados por milicianos que afirman falsamente que las campañas de vacunación son una conspiración occidental para esterilizar a los niños.
Desde la década de 1990, los ataques a los equipos de vacunación contra la polio han matado a más de 200 trabajadores y personal de seguridad.
01 junio 2025 | Fuente: AP | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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Psiquiatras de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) consideran que los problemas en el procesamiento temporal podrían ser una raíz común de las dificultades cognitivas que se producen en la esquizofrenia.
Por eso, defienden la necesidad de que estas dificultades se consideren un fenómeno central para comprender por qué se producen las disfunciones cognitivas –operaciones mentales– asociadas a esta enfermedad.
En una nota de la CUN, el codirector del Departamento de Psiquiatría de la Clínica, Felipe Ortuño, explica que «la capacidad de discriminar el tiempo y de detectar cambios en los estímulos –como variaciones en sonidos o imágenes– comparten, en buena medida, los mismos circuitos cerebrales».
«Esto significa que, si el cerebro procesa mal el paso del tiempo o los cambios en el entorno, puede verse afectado todo el conjunto de funciones cognitivas de las que depende adaptarse a lo que ocurre en cada momento», expone.
El estudio sugiere que los trastornos en el procesamiento temporal no son un síntoma más, sino una posible raíz común de las dificultades cognitivas que se producen por esta enfermedad. Este enfoque abre nuevas vías para el diagnóstico y tratamiento, ya que permite incorporar tareas de percepción del tiempo en la evaluación cognitiva o aplicar técnicas de estimulación cerebral para mejorar estos procesos.
«La esquizofrenia no solo se manifiesta por alucinaciones, delirios o alteraciones en la afectividad y la voluntad. También implica una afectación profunda en funciones cognitivas como la atención, la memoria o el razonamiento. Sin embargo, los tratamientos actuales son poco eficaces para mejorar estos síntomas cognitivos y es necesario abrir nuevas vías de investigación y tratamiento», afirma Ortuño.
Los investigadores han documentado casos significativos a partir de estudios experimentales. Además, junto a especialistas del Servicio de Neurofisiología de la Clínica, han recurrido a marcadores que se utilizan para evaluar y mediar la actividad cerebral a través de la detección automática de cambios en secuencias de estímulos auditivos repetitivos o cuantificando objetivamente las respuestas de este órgano a dichos estímulos.
Según el experto, «desde que en el año 2000 comenzamos a investigar esta cuestión con especialistas de los servicios de Medicina Nuclear y Radiología, gracias al avance de la neuroimagen hemos visto que hay partes del cerebro que no se activan lo suficiente cuando se realizan actividades en las que es necesaria la atención entre estos pacientes».
«Otros estudios nos confirman que las personas con esquizofrenia presentan déficits importantes en circuitos neuronales concretos que afectan a la realización de diferentes tareas. Por ello, es importante situar la disfunción del procesamiento cerebral en el centro del análisis para explorar nuevas estrategias terapéuticas», revela.
Las mismas fuentes explican que la esquizofrenia es una enfermedad mental grave producida por un desorden en el cerebro que deteriora la capacidad de las personas en aspectos psicológicos diversos como el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad.
Entre los principales síntomas que provoca se encuentran los delirios, las alucinaciones, los trastornos del pensamiento o el deterioro de las emociones. Según un informe del Ministerio de Sanidad sobre las enfermedades mentales, esta enfermedad afecta al 3,7 % de la población.
04 mayo 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
abr
17
Un estudio desarrollado por investigadores del Colegio Universitario de Londres mostró que la contaminación atmosférica podría estar dañando el cerebro de las personas mayores, aumentando su riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
La exposición al dióxido de nitrógeno y a la contaminación por partículas finas está relacionada con puntuaciones más bajas en las habilidades clave de pensamiento y memoria, en particular en las habilidades lingüísticas, según un artículo publicado en The Journals of Gerontology.
El investigador principal, Giorgio Di Gessa, profesor de Ciencia de Datos del colegio, señaló que «nuestro estudio muestra que la contaminación atmosférica no solo es dañina para los pulmones y el corazón, sino también para la salud del cerebro, sobre todo cuando las personas se exponen a niveles altos durante periodos prolongados».
Detalló que los vínculos más consistentes encontrados fueron con la capacidad del lenguaje, lo que podría indicar que ciertos contaminantes tienen un efecto específico en procesos cognitivos particulares.
El equipo examinó la exposición de las personas a la contaminación del aire durante un período de ocho a 10 años, y la comparó con su rendimiento en las pruebas de memoria, pensamiento y habilidades lingüísticas.
De acuerdo con la pesquisa, las personas que viven en áreas con los niveles más altos de contaminación por óxido de nitrógeno y partículas obtuvieron peores resultados en las pruebas cerebrales en comparación con las que residen en lugares con niveles promedio de contaminación.
El óxido de nitrógeno ingresa principalmente a la atmósfera a través de la combustión de combustibles fósiles, mientras que la contaminación por partículas se crea principalmente por cualquier tipo de combustión que libere cenizas u hollín, comunicaron los expertos.
Añadieron que las habilidades lingüísticas fueron las que más sufrieron por la exposición a la contaminación del aire, y las personas de las áreas más contaminadas puntuaron en el tercio más bajo de las pruebas cerebrales realizadas.
Los resultados mostraron una relación dosis-respuesta entre la contaminación del aire y las habilidades lingüísticas: cuanto peor estaba el aire, peor era el rendimiento de las personas en las pruebas de idiomas.
Una posible explicación para este vínculo podría ser que los contaminantes del aire perjudican el lóbulo temporal del cerebro, la parte del cerebro esencial para el lenguaje y la fluidez, dijeron los investigadores.
Sin embargo, también hallaron asociaciones entre la contaminación del aire y puntuaciones más bajas en las habilidades de planificación y memoria.
11 abril 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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16
Aunque uno de los principales factores de riesgo del párkinson es la edad avanzada, en ocasiones poco frecuentes también puede aparecer en la infancia o en la adolescencia asociado en la mayoría de casos a otras afecciones genéticas que dificultan su diagnóstico.
Se estima que la incidencia mundial del párkinson infantil se sitúa en torno a los 0,8 casos de cada 100 000, según señala en declaraciones concedidas a la agencia EFE la neuróloga pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona Belén Pérez, quien explica que puede afectar desde a un recién nacido a adolescentes y puede a empezar a dar señales en cualquier momento.
SÍNTOMAS DEL PÁRKINSON EN LOS NIÑOS
Entre los síntomas de la enfermedad en niños se encuentran la falta de movimientos espontáneos, de expresividad en la cara, hipotonía -disminución anormal del tono muscular- y el retraso en el desarrollo, es decir, que comiencen a sentarse o andar tarde, por ejemplo.
En el adulto también los movimientos son lentos, hay temblor en reposo y rigidez del cuerpo, pero es frecuente que todos esos síntomas se produzcan a la vez, mientras que «en el niño no es así, suele ser un parkinsonismo incompleto», señala también a EFE el neurólogo infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona Juan Darío Ortigoza.
Hay otros «síntomas de alarma», que son los que deben de hacer sospechar, como la presencia de un temblor en las manos del bebé o movimientos oculares extraños, también que a lo largo del día fluctúe la clínica, es decir, que aparezcan las señales en un momento del día, pero luego desaparezcan.
RETRASOS EN EL DIAGNÓSTICO
Cuando la enfermedad se manifiesta en edad escolar o en la adolescencia se caracteriza porque el menor «empieza a ser más torpe» en el movimiento, sufre más tropiezos, caídas, en general dificultades motrices que hace que sea menos autónomo.
Belén Pérez, que forma parte del Grupo de Trabajo de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), asegura que los síntomas como son «tan inespecíficos» suelen provocar un retraso en el diagnóstico del párkinson infantil «y también muchos errores».
«El hecho de que un bebé se mueva poco y tenga pocos movimientos a veces puede hacer pensar, por ejemplo, en enfermedades del músculo», abunda.
CAUSAS DIFERENTES AL PÁRKINSON ADULTO
Las causas por las que aparece la enfermedad son diferentes a las de párkinson en adultos, que se caracteriza por la reducción gradual de la capacidad del cerebro para producir dopamina, un neurotransmisor que controla aspectos como el movimiento y el equilibrio.
Además, en adultos es una enfermedad esporádica, no genética (solo en el 5 ó 10 % de los casos lo es), cuyo principal factor de riesgo es la edad, mientras que en menores el origen sí es genético. En este sentido el neurólogo del Sant Joan de Déu, quien también integra también el Grupo de Trabajo de Trastornos del Movimiento de la SENEP, señala que siempre va acompañada de otra patología.
«Esta es otra diferencia que hay con el adulto, que el parkinsonismo en niños rara vez viene aislado, o sea, es muy poco probable que solo tenga signos de esa enfermedad», incide Ortigoza.
Suelen ser enfermedades «muy raras» como las que provocan defectos en los neurotransmisores, que, por ejemplo, en el Sant Joan de Déu, que es hospital de referencia para este tipo de enfermedades suele haber uno o dos pacientes al año, según afirma el neurólogo infantil.
Si en el adulto lo que ocurre es que la neurona muere, en los menores esa «maquinaria» que produce la neurona, que es la dopamina, está estropeada por un defecto genético, explica la neuróloga del Vall d’Hebron.
ES CRUCIAL EMPEZAR EL TRATAMIENTO CUANTO ANTES
En esos casos es «crucial» empezar el tratamiento cuanto antes, porque puede evitar una discapacidad al menor. «En la infancia es muy difícil de detectar, porque los síntomas se solapan y confunden, entonces puede ser que el médico le cueste identificar la enfermedad y que además lo diagnostique de otra cosa que sea mucho más común y que no tenga tratamiento como una parálisis cerebral y entonces queda mal diagnosticado y no recibe el tratamiento apropiado», incide Pérez.
Por eso, señala que «es muy probable» que la incidencia sea mayor.
Hay otras enfermedades de base que no debutan tan pronto, no son del neurodesarrollo, sino que son mitocondriales o lisosomales, entre otras, y que causan que las neuronas dejen de funcionar bien y empiecen «a morirse».
En este caso, la medicación con dopamina, que sí se administra cuando el motivo es la no producción de este neurotransmisor, empieza a no funcionar, con lo que hay que pautar una terapia personalizada y son los mismos fármacos que se utilizan en los adultos, pero en distintas dosis.
Puede darse el caso también, aunque es lo menos frecuente, que el párkinson infantil esté causado por una enfermedad bacteriana o viral sobrevenida.
«Lo más frecuente es el enterovirus 71 (el que causa el denominado ‘boca-mano-pie’). Y de bacterias hay una que se llama micoplasma que da síntomas como cuadro catarral o bronquitis y a veces puede afectar al sistema nervioso central y producir síntomas de parkinsonismo», afirma Ortigoza.
11 abril 2025 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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El vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), el neuropediatra José Luis Peña Segura, ha destacado que este tipo de profesionales sanitarios son los encargados de «abrir la puerta de la discapacidad» a los niños y sus familias.
«Los neuropediatras somos, con mucha frecuencia, los responsables de ‘abrir la puerta de la discapacidad’ a muchos niños y sus familias. Somos expertos en trasmitir ‘la primera mala noticia'», ha afirmado Peña de cara al Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra este martes.
En ese sentido, ha recordado que se encuentran implicados tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, el cuidado y acompañamiento de estos niños desde edades muy tempranas, lo que implica «tranquilidad y seguridad», un mejor conocimiento del pronóstico o manejo y un mayor seguimiento de las comorbilidades asociadas.
«Los neuropediatras cuidamos a la población más sensible y vulnerable de nuestra sociedad, que son los niños y niñas con discapacidad», ha añadido.
El doctor también ha señalado que, como la discapacidad puede ser motora, intelectual, de la comunicación, de las relaciones sociales, de las emocionales o sensorial, se necesita en muchos casos un «abordaje disciplinar», resaltando que los neuropediatras son «especialistas» en trabajar en equipo.
LA IMPORTANCIA DE LA ATENCIÓN TEMPRANA EN LA DISCAPACIDAD
Por otro lado, Peña ha subrayado que los avances en el campo del desarrollo cerebral muestran la importancia de la influencia de las experiencias tempranas en el establecimiento y en el desarrollo de las conexiones neuronales, un campo donde la Atención Temprana se hace esencial para el colectivo.
«La evolución desde la concepción hasta los primeros años de vida no se puede comparar con ningún otro estadio de la vida. Sin embargo, el desarrollo puede verse claramente limitado por discapacidades sociales o emocionales. Aquí es donde se hace necesaria la Atención Temprana», ha manifestado.
Estas intervenciones, dirigidas a niños de entre cero y seis años, así como a sus familiares y entorno, tienen como objetivo dar una respuesta «lo más pronto posible» a las necesidades de estos niños, que deben ser consideradas en la «globalidad» del menor y planificadas por un equipo de profesionales.
Además, ha explicado que las experiencias positivas durante la primera etapa de la infancia pueden llegar a tener efectos positivos en el desarrollo cerebral, lo que les puede ayudar en la adquisición del lenguaje, en el desarrollo de destrezas de resolución de problemas, en la formación de relaciones saludables con iguales y adultos, y en la adquisición de capacidades que le serán de utilidad a lo largo de su vida.
Por último, ha resaltado el papel de los neuropediatras en el diagnóstico y cuidado de la discapacidad cuando está asociada a una enfermedad rara, lo que supone un «reto diagnóstico» o se asocia a problemas prevalentes como los trastornos del neurodesarrollo, la epilepsia o la parálisis cerebral.
02 diciembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
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Un equipo internacional de investigaciones cartografió el cerebro de la mosca de la fruta en un ejemplar adulto, que contiene unas 140 000 neuronas y más de 50 millones de conexiones, para estudiar el órgano rector en humanos, publica hoy Nature.
El trabajo ofrece la oportunidad de estudiar su funcionamiento y allana el camino para mapear los de otras especies y avanzar en el tratamiento de trastornos cerebrales, destaca la publicación.
Las moscas de la fruta comparten el 60 % del ADN humano, y tres de cada cuatro enfermedades genéticas humanas tienen un paralelismo en ellas. Por ello, comprender su cerebro es un peldaño más hacia la comprensión de cerebros de especies más grandes y complejas, como los humanos, apuntan los autores.
Su cerebro puede parecer minúsculo –tiene como un millón de neuronas menos que el órgano humano–, pero una mosca de la fruta puede ver, oler, oír, caminar y volar, argumentan. Es más, socializan, navegan y aprenden de la experiencia, explicó a la prensa Sebastian Seung, investigador en la Universidad estadounidense de Princeton y codirector, junto con Mala Murthy, del equipo de investigación.
Se trata del primer diagrama de cableado (o conectoma) de todo el cerebro de este insecto, Drosophila melanogaster, un organismo modelo típico en biología.
En este estudio participaron investigadores de Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Francia, Alemania, Israel, Corea, Filipinas, Polonia, Portugal, Puerto Rico, Suiza y Taiwán.
Mientras que unos grupos se centraron en las conexiones, otros han identificado en dicho conectoma más de 8 400 tipos celulares, de los cuales 4 581 son nuevos, detalla el artículo.
Por último, otros trabajos arrojan luz sobre cómo la conectividad entre neuronas específicas impulsa comportamientos como la comunicación entre regiones cerebrales o el movimiento, subraya.
03 octubre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia