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23
La Federación Mundial de Neurología y la Organización Mundial de la Salud celebran hoy el Día Mundial del Cerebro, que enfatiza este año en la necesidad de crear conciencia sobre su potencial, riesgos y enfermedades.
El cerebro o materia gris, como se le conoce comúnmente, es uno de los órganos vitales del cuerpo humano ya que controla las actividades cognitivas (pensar, abstraer, leer) y reacciones del organismo (acciones y funciones corporales en respuesta a estímulos sensoriales).
Representa el 20 % de la energía y oxígeno que consume una persona, representa el 2 % del peso corporal, está conformado por un 73 % de agua y transporta la información a una velocidad de 268 mi/h (431 km/h), más rápido que un vehículo Fórmula 1.
Expertos consideran que gracias a un funcionamiento complejo, el cerebro es considerado el producto más elevado de la evolución biológica y aquello que, a los humanos, los hace ser quienes son.
La funcionalidad del lado izquierdo del cerebro está asociada con el análisis, lógica, matemáticas, lenguaje y secuencia, mientras que el derecho desarrolla la creatividad, la intuición, los sentimientos, la imaginación y las artes. Por ello, el 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro.
Su objetivo principal es concientizar y educar sobre los trastornos de compromiso cerebral que afectan a cientos de miles de personas en todo el mundo, que incluyen a los accidentes cerebrovasculares, enfermedades neurodegenerativas, Alzheimer y Parkinson, epilepsia, esquizofrenia, migraña, esclerosis múltiple, encefalitis y meningitis, entre otras.
El 22 de julio de 2014 la Federación Mundial de Neurología lanzó la primera edición de esta efeméride, un evento dedicado a remarcar la importancia de la salud cerebral y la cada vez más urgente necesidad de hacer campañas de prevención en este tema.
Como ejemplos de los efectos devastadores de las enfermedades cerebrales esa institución recuerda que cada año 15 millones de personas en todo el orbe sufren un accidente cerebrovascular, cerca de seis millones mueren, mientras cinco millones quedan permanentemente discapacitadas.
Asimismo, es responsable de más muertes al año que las atribuidas al sida, la tuberculosis y la malaria juntos, y afecta de manera desproporcionada a quienes viven en países de escasos recursos, en particular por limitada atención a las personas afectadas por demencia que quiebra ante los presupuestos dedicados a la salud, por solo citar un ejemplo.
Si bien no existen curas para muchos de los trastornos neurológicos, es importante comprender y abordar los factores de riesgos que pueden aliviar significativamente la carga que implica para un individuo y su familia sufrir una condición neurológica.
Por eso en este 2024 el Día Mundial del Cerebro tiene como lema: salud cerebral y prevención.
22 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La cobertura mundial de inmunización infantil se estancó en 2023, por lo que habrá 2,7 millones más de niños sin vacunar o sin recibir la totalidad de las dosis en comparación con 2019, se divulgó hoy.
Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef sobre la cobertura nacional de inmunización –que proporcionan el conjunto de datos más amplio y completo del mundo sobre las tendencias de inmunización contra 14 enfermedades– resaltan la necesidad de esfuerzos continuos para actualizar, recuperar y fortalecer los sistemas.
«Las últimas tendencias demuestran que en muchos países hay demasiados niños sin vacunar», afirmó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de Unicef.
Según las conclusiones, el número de niños y niñas que recibieron tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP) en 2023 –un marcador clave de la cobertura mundial de inmunización– se mantuvo estable en el 84 % (108 millones). Sin embargo, el número de pequeños que no recibieron una sola dosis de la vacuna aumentó de 13,9 millones en 2022 a 14,5 millones en 2023.
Más de la mitad de los menores sin vacunar viven en los 31 países con contextos frágiles, afectados por conflictos y vulnerables, donde los pequeños son especialmente vulnerables a enfermedades prevenibles debido a las perturbaciones y la falta de acceso a la seguridad, la nutrición y los servicios de salud.
Otros 6,5 millones de infantes no completaron su tercera dosis de la vacuna DTP, necesaria para lograr la protección frente a la enfermedad durante la lactancia y en los primeros años de vida.
Los datos muestran además un estancamiento de las tasas de vacunación contra el sarampión, una enfermedad mortal, lo que dejó a casi 35 millones de niños sin protección o solo con protección parcial.
En 2023, solo el 83 % de los pequeños de todo el mundo recibieron su primera dosis de la vacuna contra el sarampión por medio de los servicios sanitarios sistemáticos, mientras el número de infantes que recibieron la segunda dosis aumentó solo modestamente con respecto al año pasado, que alcanzó el 74 %.
Estas cifras no llegan al 95 % de cobertura necesario para prevenir brotes, evitar muertes innecesarias por la enfermedad y alcanzar los objetivos de eliminación del sarampión, que en los últimos cinco años sus brotes afectan a 103 países, donde viven aproximadamente tres cuartas partes de los lactantes del mundo.
15 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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16
La pobreza y las enfermedades mentales no solo están relacionadas, sino que también existe una relación causal, según un estudio de investigadores de la Universidad Médica de Ámsterdam, la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Módena que demuestra que, si bien ciertos problemas de salud mental pueden obstaculizar la estabilidad financiera, la pobreza también es uno de los factores causales que conducen a los problemas de salud mental.
«Este estudio indica que ciertos problemas de salud mental pueden hacer que la situación financiera de una persona sea incierta. Pero, a la inversa, también vemos que la pobreza puede conducir a problemas de salud mental», afirma el psiquiatra de Amsterdam UMC, Marco Boks.
Estudios anteriores han demostrado una fuerte correlación entre pobreza y enfermedad mental, pero es difícil desentrañar la relación causa-efecto. Las consecuencias de la enfermedad mental pueden afectar la situación financiera de una persona, por ejemplo, si esta no puede trabajar bien o tiene mayores costos de atención médica. Pero las circunstancias financieras difíciles también pueden causar problemas psicológicos.
Los investigadores del estudio, publicado en la revista Nature Human Behaviour, utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido y del Consorcio Internacional de Genómica Psiquiátrica. «Descubrimos que la esquizofrenia y el TDAH contribuyen causalmente a la pobreza. A la inversa, la pobreza contribuye al trastorno depresivo mayor y a la esquizofrenia. El riesgo de anorexia nerviosa en realidad se reduce cuando hay pobreza», afirma Boks.
En primer lugar, se determinó una medida de pobreza en función de los ingresos familiares, los ingresos laborales y la privación social. A continuación, los investigadores utilizaron la información genética de los participantes mediante una técnica especial llamada aleatorización mendeliana para desentrañar la relación. La aleatorización mendeliana es un método para determinar la influencia de los factores de riesgo en una enfermedad, midiendo la variación de los genes que son más comunes en ciertos rasgos.
«Pudimos captar aspectos de la pobreza que comparten el individuo, el hogar y la zona en la que vive. Esto nos permitió identificar mejor los efectos causales de la pobreza en las enfermedades mentales», afirma el genetista estadístico de la Universidad de Edimburgo, David Hill.
Los resultados de esta investigación son importantes para la formulación de políticas y el enfoque de la pobreza y las enfermedades mentales. Al reconocer la influencia recíproca entre la pobreza y la salud mental, los responsables de las políticas pueden desarrollar intervenciones más eficaces destinadas a romper el ciclo de pobreza y problemas de salud mental. «La investigación proporciona pruebas sólidas de la necesidad de examinar también factores sociales como la pobreza, cuando se profundiza en el desarrollo de las enfermedades mentales», afirma Boks.
«Nuestros hallazgos sugieren que la reducción de las desigualdades podría conducir a ganancias sustanciales en la salud mental pública. A menudo existe confusión sobre el uso de datos genéticos para investigar la relación entre pobreza y enfermedad mental. Hacemos hincapié en que esto no significa que la pobreza sea genética. Al contrario, con los datos genéticos, pudimos identificar la pobreza como un factor ambiental modificable para la salud mental», añade la psiquiatra de la Universidad de Módena, Mattia Marchi.
15 julio 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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13
Los efectos beneficiosos del ejercicio físico moderado son buenos para quienes lo practican, pero los investigadores han comprobado que sus beneficios redundan en los hijos y que se transmiten como herencia incluso hasta la segunda generación, los nietos.
Lo ha comprobado un equipo del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) liderado por el investigador José Luis Trejo, que dirige el grupo «Estilo de Vida y cognición», y los resultados del trabajo se han publicado en el Journal of Neuroscience de la Sociedad Americana de Neurociencia.
Y al igual que los beneficios, los autores del trabajo han comprobado que los efectos adversos de un estilo de vida sedentario también repercuten sobre la descendencia a través de los mismos mecanismos.
Los investigadores han comprobado en ratones cómo el entrenamiento con ejercicio moderado tiene un efecto más duradero de lo que se pensaba, beneficiando hasta la segunda generación, y que muy probablemente está mediado por un pequeño grupo de «micro RNAs» que actúan transmitiéndose de padres a hijos a lo largo de las generaciones.
Esos «micro ARNs» (miRNAS), ha explicado el Instituto Cajal en una nota de prensa difundida hoy, son ARN (ácido ribonucleico) de pequeño tamaño que están involucrados en procesos fisiológicos que gobiernan la función cerebral normal y que son capaces de controlar la expresión génica, y constituyen un mecanismo epigenético de herencia que se transfieren a las siguientes generaciones a través de las células sexuales.
La herencia epigenética consiste en cambios en la función de los genes, inducidos por diversos mecanismos; esos cambios activan o inactivan genes sin modificar la secuencia del ADN, en respuesta a factores ambientales, como la alimentación o el ejercicio.
Ya se sabía que los «micro RNAs», que se descubrieron en 1993, están involucrados en procesos fisiológicos que gobiernan la función cerebral normal y los perfiles de «micro ARNs» desregulados se asocian con el desarrollo y la progresión de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Aunque no han estudiado este mecanismo en ratones hembra por la mayor dificultad para distinguir los efectos epigéneticos del ejercicio, los investigadores sí creen que un mecanismo similar funcionaría en las madres que hacen ejercicio, en las que los «micro RNAs» pasarían a sus óvulos.
Este hallazgo es relevante por la actual falta de pruebas que respalden la transmisión transgeneracional de los resultados positivos derivados de las intervenciones sobre el estilo de vida dirigidas al cerebro y la cognición, ha destacado el Instituto Cajal.
«Abordar esta cuestión es crucial, ya que podría proporcionar información valiosa para diseñar políticas de salud pública más impactantes ante el preocupante incremento del sedentarismo», ha manifestado José Luis Trejo Trejo.
Los investigadores encontraron también que no todos los efectos beneficiosos heredados por los hijos de los ratones físicamente activos se mantenían en los nietos, si sus padres eran sedentarios, lo que apunta a un desvanecimiento parcial de la influencia beneficiosa del ejercicio heredado de los abuelos cuando las siguientes generaciones abandonan la práctica de actividad física.
Los resultados de este trabajo, cuyas primeras autoras son Elisa Cintado y Patricia Tezanos, también podrían interpretarse como una prueba de que el efecto adverso del estilo de vida sedentario para la salud corporal y cerebral puede transmitirse a las siguientes generaciones.
Los investigadores han destacado que los hallazgos conseguidos en este trabajo pueden ser valiosos para respaldar políticas sanitarias basadas en la evidencia en contextos como el desarrollo, las enfermedades y el envejecimiento.
12 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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11
Una dieta saludable a partir de los 40 años ayuda a envejecer con salud y a mantener un buen estado físico, cognitivo y mental hasta las tres décadas siguientes o más, según un estudio, difundido hoy.
Basado en datos recogidos durante más de 30 años, el estudio demostró la estrecha relación entre la dieta en la mediana edad y el envejecimiento saludable.
Dirigido por investigadores de la Universidad de Harvard y presentado en el Nutrition 2024, el congreso anual de la Sociedad Americana de Nutrición que se celebra en Chicago, recogió datos de más de 100 000 personas a lo largo de 30 años.
Quienes seguían una dieta sana a partir de los 40 tenían entre un 43 y un 84 por ciento más de probabilidades de funcionar bien física y mentalmente a los 70 años, en comparación con las que no lo hacían, comprueba el estudio.
Las personas que seguían pautas dietéticas saludables en la mediana edad, especialmente las ricas en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, tenían muchas más probabilidades de envejecer de forma sana, lo que sugiere que lo que se come en la mediana edad puede desempeñar un papel importante en cómo se envejece, dice Anne-Julie Tessier, investigadora de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Aunque muchos estudios anteriores han demostrado que una dieta sana puede ayudar a prevenir las enfermedades crónicas, la nueva investigación es única en su enfoque del envejecimiento saludable, definido no sólo como la ausencia de enfermedad, sino como la capacidad de vivir de forma independiente y disfrutar de una buena calidad de vida a medida que envejecemos, puntualiza el artículo.
Los investigadores analizaron los datos de más de 106 000 personas desde 1986. Los participantes tenían al menos 39 años y no padecían enfermedades crónicas al inicio del estudio y proporcionaron información sobre su dieta a través de cuestionarios cada cuatro años.
En 2016, casi la mitad de los participantes en el estudio habían fallecido y solo el 9,2 % sobrevivió hasta los 70 años o más, manteniendo la ausencia de enfermedades crónicas y una buena salud física, cognitiva y mental.
10 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
jul
11
Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) han desarrollado un estudio que arroja nueva luz sobre los mecanismos moleculares y celulares que se activan en el cerebro cuando se bloquea la señalización de la leptina, la llamada hormona de la saciedad, clave en el desarrollo de enfermedades metabólicas, inmunológicas y neurodegenerativas asociadas a la obesidad, lo que permite avanzar en nuevas terapias.
En el estudio, publicado en la revista científica Life Sciences (Elsevier) y que ha sido dado a conocer este miércoles en nota de prensa por la UCLM, los investigadores aplicaron en ratas adultas sanas un tratamiento farmacológico con un antagonista del receptor de la leptina -SLA- y llevaron a cabo un estudio proteómico cuantitativo y un análisis bioinformático para conocer qué ocurre en el hipotálamo cuando esta región del cerebro, clave en la regulación del metabolismo, recibe una señal deficiente de leptina.
Los resultados del estudio, realizado por las investigadoras de la UCLM Sara Artigas y Lorena Mazuecos, y liderado por Nilda Gallardo y Margarita Villar, muestran que el impacto de una señalización deficiente de leptina en el hipotálamo «promueve un comportamiento anómalo que conduce al desequilibrio metabólico y al aumento del peso corporal».
Concretamente, se produce una remodelación del conjunto de proteínas en el hipotálamo, acompañado de cambios moleculares en procesos biológicos clave como el metabolismo del ARNm, la síntesis proteica, la inflamación y la neurogénesis.
Datos clave para el diseño de nuevas teparapias
Estos datos, han asegurado las investigadoras, «son claves en el diseño de nuevas terapias dirigidas para el tratamiento de la obesidad y otras enfermedades, donde la interrupción de la señalización de leptina podría ser crucial en determinados tipos de cáncer y enfermedades inmunológicas».
La leptina es una hormona secretada por el tejido graso que controla el peso corporal. La ausencia de leptina en humanos es extremadamente rara, pero la resistencia a las acciones de esta hormona es muy común, y con gran frecuencia está presente en la obesidad y la diabetes.
Ambas son importantes problemas de salud pública a nivel mundial, con un gran coste económico asociado a su tratamiento.
Por ello, es esencial entender los mecanismos moleculares que subyacen a estas patologías y descifrar nuevas vías de investigación orientadas al desarrollo de estrategias terapéuticas innovadoras dirigidas a equilibrar el metabolismo energético para combatir el desarrollo de obesidad y sus patologías asociados.
10 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia