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Un equipo de investigación de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI (Dublín, Irlanda) ha desarrollado un nuevo implante que transmite señales eléctricas y puede tener el potencial de estimular la reparación de las células nerviosas (neuronas) después de una lesión de la médula espinal, según han publicado en la revista Materials Today.
«Hasta la fecha, ha sido extremadamente difícil promover la regeneración de neuronas después de una lesión de la médula espinal, lo que constituye un obstáculo importante en el desarrollo de tratamientos exitosos para lesiones tan debilitantes», explica el vicerrector adjunto de Investigación e Innovación y profesor de Bioingeniería y Medicina Regenerativa en el RCSI y director del Grupo de Investigación de Ingeniería de Tejidos (TERG) del RCSI, el profesor Fergal O’Brien. «Nuestra investigación aquí representa un nuevo enfoque prometedor que puede tener potencial para el tratamiento de lesiones de la médula espinal».
La lesión de la médula espinal es una enfermedad devastadora y a menudo paralizante. Una persona sufre lesión de la médula espinal cada semana en Irlanda, y hay más de 2 300 personas y familias que viven con una lesión de la médula espinal en todo el país. Después de la lesión, las largas proyecciones axónicas de las células nerviosas se cortan y «mueren» en el lugar de la lesión, y al mismo tiempo se forma una lesión o un hueco en el lugar de la herida que impide su regeneración, necesaria para restablecer la función.
Para abordar este complejo problema, el equipo de investigación de TERG de RCSI y el Centro de Investigación de Materiales Avanzados y Bioingeniería (AMBER) de SFI en Trinity College Dublin desarrollaron un andamio implantable, electroconductor e impreso en 3D que se puede colocar directamente en el sitio de la lesión, cerrando la brecha.
El profesor O’Brien, que también es subdirector de AMBER, considera el implante como un nuevo enfoque. «Unir la lesión con un biomaterial electroconductor diseñado para imitar la estructura de la médula espinal, combinado con la aplicación de estimulación eléctrica, puede ayudar a que las neuronas lesionadas regeneren sus axones y se reconectan para restaurar la función, hasta la fecha no existe una plataforma de este tipo», afirma.
Cuando se aplica estimulación eléctrica al implante, este puede transmitir esa señal eléctrica para estimular el crecimiento de los axones dañados. Al mismo tiempo, el andamiaje y los canales del implante están diseñados para actuar como un puente y dirigir los axones para que vuelvan a crecer en la formación correcta. Cuando los investigadores pusieron el implante a prueba en el laboratorio, vieron resultados prometedores.
«Pudimos observar que cuando aplicamos estimulación eléctrica durante una semana a las neuronas que crecían en este andamio, desarrollaron largas extensiones sanas llamadas neuritas. En el cuerpo, este tipo de crecimiento sería un paso clave hacia la reparación y recuperación después de una lesión», afirma el primer autor del estudio y candidato a doctorado en RCSI, Liam Leahy.
Los investigadores de RCSI y AMBER colaboraron con la Irish Rugby Football Union Charitable Trust (IRFU-CT) en el proyecto y reunieron a un grupo asesor sobre lesiones de la médula espinal para supervisar y guiar la investigación. Ese grupo incluía médicos, personas que viven con lesiones de la médula espinal e investigadores de Participación Pública y de Pacientes (PPI).
«Este grupo asesor nos brindó información valiosa sobre las realidades de las lesiones de la médula espinal y las posibles estrategias de tratamiento», afirma Leahy. A través de reuniones periódicas y visitas al laboratorio, el grupo asesor ayudó a orientar el trabajo desde su inicio hasta la publicación actual y dio lugar a dos publicaciones independientes sobre el papel de la participación del público y de los pacientes en la investigación preclínica».
30 agosto 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un equipo científico ha desarrollado un nuevo material bioactivo que regenera con éxito el cartílago en las articulaciones de la rodilla de un modelo animal de gran tamaño, una oveja.
Aunque parece una sustancia gomosa, el biomaterial es en realidad una compleja red de componentes moleculares que actúan conjuntamente para imitar el entorno natural del cartílago en el organismo.
Los detalles se publican en la revista PNAS, en un artículo liderado por investigadores de las universidades Northwestern y Wisconsin-Madison, Estados Unidos.
Los científicos, en sus experimentos, aplicaron el material al cartílago dañado de las rodillas de los animales y en solo seis meses observaron indicios de reparación mejorada, incluido el crecimiento de nuevo cartílago que contenía biopolímeros naturales (colágeno tipo II y proteoglicanos), que permiten una resistencia mecánica sin dolor en las articulaciones.
Estos afirman que, con más trabajo, el nuevo material podría utilizarse algún día para evitar las operaciones de prótesis completas de rodilla, tratar enfermedades degenerativas como la artrosis y reparar lesiones deportivas como la rotura del ligamento cruzado anterior.
El cartílago es un componente esencial de las articulaciones y cuando se daña o se rompe con el tiempo puede tener un gran impacto en la salud general y la movilidad de las personas, explica Samuel I. Stupp, de Northwestern.
El problema es que, en humanos adultos, este no tiene una capacidad inherente para curarse. «Nuestra nueva terapia puede inducir la reparación en un tejido que no se regenera de forma natural», afirma.
El nuevo biomaterial consta de dos componentes: un péptido bioactivo que se une al factor de crecimiento transformante beta-1 (TGFb-1) -una proteína esencial para el crecimiento y mantenimiento del cartílago- y ácido hialurónico modificado, un polisacárido natural presente en el cartílago y en el líquido sinovial lubricante de las articulaciones.
El equipo integró el péptido bioactivo y partículas de ácido hialurónico modificadas químicamente para impulsar la autoorganización de fibras a nanoescala en haces que imitan la arquitectura natural del cartílago.
El objetivo, crear un andamio ‘atractivo’ para que las células del propio organismo regeneren el tejido cartilaginoso (mediante señales en las fibras a nanoescala, el material estimula la reparación del cartílago por las células que pueblan el andamio).
Para evaluar la eficacia del material, los investigadores lo probaron en ovejas con defectos cartilaginosos en la articulación de la rodilla, una unión compleja de las extremidades posteriores similar a la rodilla humana y que es increíblemente difícil de regenerar.
Este trabajo se llevó a cabo en el laboratorio de Mark Markel, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Wisconsin-Madison.
El equipo inyectó el material espeso y pastoso en defectos del cartílago, donde se transformó en una matriz gomosa. No solo crecía nuevo cartílago para rellenar el defecto a medida que se degradaba, sino que el tejido reparado era sistemáticamente de mayor calidad que el de control, aseguran los científicos.
El tratamiento estándar actual es la cirugía de microfracturas y su principal problema es que suele dar lugar a la formación de fibrocartílago -el mismo que hay en las orejas- en lugar de cartílago hialino, el necesario para tener articulaciones funcionales, dice Stupp.
«Al regenerar el cartílago hialino, nuestro método debería ser más resistente al desgaste, solucionando el problema de la escasa movilidad y el dolor articular a largo plazo y evitando también la necesidad de reconstruir las articulaciones con grandes piezas», concluye.
05 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un nuevo estudio interdisciplinario en India muestra hoy los beneficios de terapias de yoga para mejorar de manera significativa la salud de pacientes con artritis reumatoide (AR).
Según la investigación, liderada por el Laboratorio de Reproducción Molecular y Genética, el yoga contribuye a controlar el estrés un desencadenante conocido de la enfermedad autoinmune crónica que causa inflamación en las articulaciones y puede afectar otros sistemas de órganos, como los pulmones, el corazón y el cerebro.
El estudio publicado en la revista Scientific Reports proporciona evidencia del potencial de la práctica de la milenaria disciplina india como terapia complementaria para los afectados por la dolencia y sus síntomas como debilidad general o sensación de malestar, dificultad para dormir, dolor de pecho cuando respiras, pérdida de apetito, entre otros.
Luego de sesiones de yoga, los pacientes experimentaron una reducción de la percepción del dolor, una mejor movilidad de las articulaciones y una disminución de la discapacidad, de acuerdo con los expertos.
A diferencia de los medicamentos, el yoga no tiene efectos secundarios y ofrece una alternativa natural y rentable para controlar enfermedades autoinmunes graves, señala la pesquisa.
El yoga resulta un arte sincronizado de movimiento, respiración y meditación, que ayuda a expandir la conciencia, mejorar el equilibrio, aumentar el intelecto, reducir la ansiedad, así como ayudar a controlar el peso y una buena salud mental, física y emocional en general.
16 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Caminar podría ser lo más sencillo para prevenir el dolor de espalda recurrente, según un estudio publicado en Lancet, que demuestra cómo los pacientes que pasean a diario sufren menos ese problema.
Investigadores australianos descubrieron que las personas que caminaban cinco veces a la semana durante una media de 30 minutos cada día y recibían asesoramiento de un fisioterapeuta permanecían sin dolor casi el doble de tiempo que las que no recibían ningún tratamiento.
Dar pasos con regularidad también mejoró la calidad de vida de los pacientes y el tiempo que tuvieron que ausentarse del trabajo se redujo casi a la mitad. Caminar puede tener un profundo impacto en una enfermedad que afecta a ocho de cada diez personas en el Reino Unido y es la principal causa de discapacidad en todo el mundo.
Es un ejercicio sencillo, de bajo costo y muy accesible que casi todo el mundo puede practicar, independientemente de su situación geográfica, edad o estatus socioeconómico, aseguró Mark Hancock, catedrático de Fisioterapia de la australiana Universidad Macquarie.
Alrededor de 800 millones de personas en todo el mundo padecen lumbalgia, y siete de cada 10 que se recuperan de un episodio vuelven a tener reagudizaciones al cabo de un año.
En la actualidad, el tratamiento y la prevención del dolor de espalda consisten en una combinación de ejercicio, terapia y, en algunos casos, cirugía.
Los científicos hicieron un seguimiento de hasta tres años a más de 700 adultos que se habían recuperado recientemente de un episodio de lumbalgia.
Como parte de la investigación, a la mitad de ellos se les asignó aleatoriamente un programa de caminatas y sesiones educativas de un fisioterapeuta, mientras que el resto se asignó a un grupo de control al que no se proporcionó ninguna intervención específica, pero que podía buscar tratamiento si los síntomas reaparecían.
«El grupo de intervención tuvo menos episodios de dolor limitante de la actividad en comparación con el grupo de control, y un periodo medio más largo antes de sufrir una recidiva, con una mediana de 208 días frente a 112″, afirmó Hancock.
No sabemos exactamente por qué caminar es tan bueno para prevenir el dolor de espalda, pero es probable que incluya la combinación de los suaves movimientos oscilatorios, la carga y el fortalecimiento de las estructuras de la columna vertebral y los músculos, la relajación y el alivio del estrés, y la liberación de endorfinas para sentirse bien.
También sabemos que caminar conlleva muchos otros beneficios para la salud, como la salud cardiovascular, la densidad ósea, un peso saludable y una mejor salud mental, añadió.
08 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La artrosis en la Edad Media estaba causada por un exceso de trabajo físico, mientras que hoy en día es el sedentarismo lo que la provoca, según un estudio presentado este viernes que analiza restos óseos de los siglos XI y XII encontrados durante las excavaciones efectuadas en el Parque Arqueológico del Coliseo.
El análisis de microestructura ósea de los restos de cuatro individuos de una familia romana encontrados en la Domus Tiberiana ha sido promovido por la fundación AILA, que lucha contra la artrosis y la osteoporosis, en colaboración con el parque arqueológico del Coliseo y dos profesores de la Universidad La Sapienza de Roma.
En la Edad Media, la combinación del trabajo agrícola y las labores manuales intensas contribuían a un notable desarrollo muscular y óseo, sobre todo en las articulaciones inferiores, pero esto también conducía «al desarrollo de artrosis precoz a una edad que hoy consideramos joven», explicó Michela Relucenti, profesora de la Sapienza.
Los primeros restos óseos analizados corresponden a los de una mujer de entre 20 y 30 años, a la que se le detectó artrosis por la erosión del cartílago en el fémur, pero no presentó ningún tipo de osteoporosis.
También se analizaron los huesos de un menor de entre 6 y 9 años del que se desconoce el sexo que revelaron síntomas de anemia, además de presentar una hernia discal debido al levantamiento de pesos superiores para su edad y su complexión física.
Esta familia romana de la Edad Media llevaba una dieta basada en vegetales y suplementos proteicos derivados de carne de origen animal, «por lo que no eran personas particularmente mal nutridas, eran personas normales para la época», concluye Relucenti.
Dada la fragilidad de las muestras se utilizó un microscopio innovador con una sonda EDX que permitió observar las muestras óseas con un método no destructivo, en su estado natural y sin ningún procedimiento de preparación que las modifique permanentemente.
En contraste con la Edad Media, cuando las personas soportaban «cargas excesivas que desarrollaban la artrosis, hoy el sedentarismo, además de desarrollar la artrosis también lleva a la osteoporosis», explicó el presidente de AILA, Francesco Bove, quien destacó la importancia de «un equilibrio entre la carga y la edad» en la actividad física diaria.
También advirtió de que «otro peligro de la sociedad moderna es la obesidad» y aseguró que esta enfermedad supone que «un individuo que debe pesar 65 kilos pesa 85, es como si llevase una carga de 25 kilos a la espalda», ejemplificó, por lo que en este caso la artrosis tiene las mismas causas que en la antigüedad.
Gracias «al estudio de los individuos antiguos comprendemos la importancia de un correcto estilo de vida para conservar la salud de los huesos, ayer hoy y también en el futuro», concluyó Relucenti.
21 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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El reciente hallazgo de una proteína llamada TP53INP2 puede resultar clave en la lucha contra la sarcopenia, trastorno frecuente en la vejez que se caracteriza por la pérdida progresiva de masa y función muscular.
Generalmente este desgaste comienza a manifestarse a partir de los 55 años y tiene un impacto negativo en la funcionalidad y salud del individuo, pues conduce a una mayor fragilidad, riesgo de sufrir caídas y lesiones, discapacidad física, dependencia y necesidad de cuidados a largo plazo.
La sarcopenia se acelera con el transcurso de los años. Más allá de los 50 años se producen disminuciones anuales de la masa muscular del uno al dos por ciento, para llegar a los 80 años con una pérdida de hasta 45 por ciento.
Es conocido que la potencia o fuerza muscular alcanza su pico máximo entre la segunda y tercera década de la vida y declina alrededor de 1,5 puntos porcentuales anual entre las edades de 50 a 60 años, y de tres por ciento después. Un estudio liderado por los doctores Antonio Zorzano, del Instituto de Investigación en Biomedicina de Barcelona, y David Sebastián, profesor de la Universidad de Barcelona, con la colaboración del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, mostró que niveles elevados de TP53INP2 en el músculo están asociados con una mayor fuerza muscular y un envejecimiento más saludable en humanos.
A través de experimentos en modelos de ratón y el análisis de muestras de tejido muscular humano, los investigadores descubrieron que los niveles de esta proteína disminuyen con la edad.
Tales revelaciones sugieren que fomentar la actividad de ésta y, por ende, la autofagia en el músculo, podría ser una estrategia efectiva para luchar contra la sarcopenia y promover un envejecimiento más activo y saludable.
«Este estudio no solo resalta la importancia de mantener activa la autofagia en los músculos para prevenir la pérdida de masa muscular, sino que también nos da esperanzas sobre posibles tratamientos que podrían mejorar o al menos mitigar los efectos del envejecimiento en nuestros músculos», explicó Zorzano en un artículo publicado en la revista Autophagy.
Este avance abre nuevas vías de investigación en el campo del envejecimiento, además de sugerir posibles intervenciones para mejorar significativamente la calidad de vida de las personas mayores, ayudándoles a mantener su independencia y vitalidad.
CAUSAS Y PREVALENCIA
De acuerdo con un estudio que vio la luz en la Revista Cubana de Medicina General Integral (julio-septiembre de 2019), la sarcopenia y sus consecuencias, sin lugar a dudas, representan un reto para la sociedad y el sistema de salud.
En Cuba, al concluir 2017, el número de personas de 60 años y más se elevó hasta el 19,8 % de la población, con un incremento evolutivo con respecto a 1970 de 10,8 puntos porcentuales. El proceso de envejecimiento se observó de manera más o menos intensa en todos los territorios, lo que se manifestó de forma más evidente en las provincias de La Habana, Pinar del Río, Las Villas y Sancti Spíritus.
Mientras, una de sus causas, la elevada esperanza de vida de la población, se situó en 78,45 años (2011-2013), cuando las mujeres presentaron una mayor longevidad que los hombres (80,45 frente a 76,50 años).
La sarcopenia es una entidad común en la población anciana, con una prevalencia entre nueve y 18 por ciento en mayores de 64 años y entre 11 y 50 por ciento en personas mayores de 80 años.
En un estudio donde intervinieron 651 hombres y mujeres, mayores de 60 años, residentes en diferentes barriadas habaneras, se evaluó la masa muscular apendicular y la fuerza de agarre manual para diagnosticar sarcopenia.
Según se observó, la masa muscular apendicular estuvo disminuida en 46,8 %, siendo más evidente en hombres.
Por su parte, la dinamometría fue más deficiente en mujeres (76 %) que en hombres (22), mientras 32,3 por ciento de los hombres y más del 90 % de las mujeres cumplieron con el criterio de sarcopenia.
Varios autores opinan que esta debe considerarse un síndrome geriátrico frecuente y relevante para la práctica clínica diaria.
Si consideramos que es un acompañante habitual del proceso de envejecimiento, se pudiera inferir que puede afectar al 100 % de los ancianos. Sin embargo, si introducimos el matiz de que la pérdida de masa y potencia muscular sea lo suficientemente intensas como para producir síntomas, la prevalencia será menor, se evaluó en el artículo.
Los expertos plantean varios aspectos que facilitan la aparición de la sarcopenia, entre ellos se destacan: el proceso de envejecimiento, las condiciones genéticas del individuo, la dieta inadecuada asociada a pérdida de peso desde edades tempranas, estilo de vida sedentario, enfermedades crónicas y los tratamientos con ciertas drogas.
También se mencionan los cambios hormonales producto del declive de la secreción de hormonas anabólicas -como la de crecimiento y las sexuales-, incremento de la resistencia a la acción de la insulina, la aterosclerosis, el incremento en la circulación de citoquinas pro-inflamatorias y la disminución en la densidad ósea y de la capacidad oxidativa, entre otros aspectos.
CÓMO PREVENIR O REVERTIR ESTE PADECIMIENTO
La mejor manera de prevenir o revertir la sarcopenia es sin duda alguna la actividad física y más concretamente los ejercicios de potenciación muscular, afirmó en un artículo especializado el doctor J. A. Serra Rexach, del Servicio de Geriatría del hospital general universitario Gregorio Marañón, Madrid, España.
Está ampliamente demostrado cómo este tipo de ejercicios produce en los ancianos un incremento de la masa y potencia muscular algo más pequeño en términos absolutos que los más jóvenes, pero similar en términos relativos, aseveró.
Los beneficios de estos programas de entrenamiento se obtienen en tan solo ocho semanas con ejercicios dos o tres veces por semana, habiéndose conseguido mejorías incluso en ancianos con más de 90 años.
Distintos programas de entrenamiento en ancianos demuestran un incremento de la potencia muscular entre el 30 y el 170 %, según el experto.
Además, dijo, «este incremento de la potencia muscular tiene importantes implicaciones funcionales: mayor capacidad y velocidad de marcha, mayor capacidad para subir escaleras y por lo tanto mayor capacidad para mantenerse físicamente independientes».
Asimismo la actividad física ha demostrado su utilidad para prevenir y tratar una gran cantidad de enfermedades frecuentes en los adultos mayores. Por último también está demostrado que los ancianos que llevan una vida más activa viven más años y en mejores condiciones, subrayó el especialista.
29 abril 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia