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El sueco Bengt Samuelsson, premio Nobel de Medicina en 1982, falleció a los 90 años, informó este lunes a AFP el Instituto Karolinska.
«Fuimos informados el sábado, por uno de sus excolegas […] Nos dijo, por correo electrónico, que el profesor emérito Bengt Samuelsson había muerto, plácidamente en su casa, a los 90 años», indicó a AFP Peter Andreasson, director de comunicación del Instituto Karolinska de Estocolmo, de donde procede la asamblea que designa a los ganadores el premio Nobel de Medicina.
En 1982, Bengt I. Samuelsson recibió, junto a Sune Bergström y el británico John Vane, el prestigioso galardón por su trabajo en las prostaglandinas, unos componentes bioquímicos que influyen en la coagulación y la presión sanguínea, la temperatura corporal, reacciones alérgicas y otros fenómenos fisiológicos en los mamíferos.
Su trabajo ha dado lugar a medicamentos antiinflamatorios, antihistamínicos, contra el glaucoma y contra enfermedades cardiovasculares.
El bioquímico, nacido en 1934 en Halmstad, en el suroeste de Suecia, estudió en la Universidad de Lund, en el sur del país, y en el Instituto Karolinska, a las afueras de Estocolmo.
También realizó una estancia de investigación en la universidad estadounidense de Harvard durante un año.
Bengt Samuelsson tenía tres hijos.
08 julio 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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29
Un reciente estudio sobre longevidad humana, publicado en GeroScience, demostró que aquellas personas con bajos niveles de glucosa, creatinina y ácido úrico llegaron a vivir hasta 100 años.
Esta investigación tuvo como muestra a 44 000 suecos con edades que oscilaban de 64 a 99 años, sometidos a diferentes estudios médicos.
Durante la investigación, que duró 35 años, se compararon los perfiles de esas personas en la búsqueda de patrones y de las cuales 2,7 % vivió hasta los 100 años y entre ellas 85 % eran mujeres.
Al comparar los perfiles se incluyeron 12 biomarcadores sanguíneos relacionados con la inflamación, el metabolismo, la función hepática y renal, así como con la posible desnutrición y anemia.
Los resultados de los exámenes en la sangre revelaron los individuos con bajos niveles de glucosa, creatinina y ácido úrico llegaron a vivir hasta 100 años.
Cabe destacar que la glucosa es la principal fuente de energía para las células, por lo que su regulación adecuada es crucial para mantener la salud y prevenir enfermedades metabólicas como la diabetes.
Por otro lado, la creatinina y el ácido úrico son desechos que el cuerpo genera, los niveles de la primera son un indicador sobre el funcionamiento de los riñones, mientras el segundo es muestra de la función renal, por lo que el estado normal de ambas sustancias significan un buen proceso metabólico y un estándar saludable.
Cuando se compararon los resultados de las personas investigadas de 90 y 100 años, resultaban equivalentes al promedio de la población joven y saludable.
Aunque no fue posible sacar conclusiones sobre qué factores determinan la esperanza de vida de una persona, es razonable pensar que una dieta balanceada y la actividad física necesaria son variables que regulan el metabolismo y funcionamiento del cuerpo humano.
Si bien, hoy parece común encontrar personas de 70 u 80 años, lo cierto es que es una tendencia reciente, ya que a inicios del siglo XX la esperanza de vida no superaba los 40 años debido a la hambruna, epidemias y guerras.
Ello se debe a que desde mediados del siglo pasado la esperanza de vida ha aumentado 2,5 años por cada década.
27 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La entrada de medicamentos ‘chatarra’, llamados así porque no cuentan con registro sanitario y se ofrecen en el mercado ilegal, representan un riesgo para la población en México, pues pueden provocar miles de muertes al año, alertó la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
«Esos productos no han sido evaluados por Cofepris (Comisión Federal para Protección contra Riesgos Sanitarios) la única institución en México que tiene facultades de evaluar y determinar si esos productos cumplen en términos de seguridad, calidad y eficacia», dijo este domingo a EFE Fernando Fon, director de Asuntos Regulatorios de la AMIIF.
El directivo explicó que el auge de la llegada de estos productos se derivó de una cláusula que permitió la importación de estos fármacos ante la pandemia por covid-19.
Dicho acuerdo, publicado en enero de 2020, permite «comprar medicamentos en cualquier lugar del mundo», aunque no tengan un registro sanitario.
Fon explicó que estos medicamentos se ofrecen en el mercado ilegal, a través de páginas de internet apócrifas o en sitios que no tienen los registros adecuados y generalmente son importados, pero no tienen un registro sanitario emitido por la Cofepris.
«Por lo que se desconoce si cumplen a razón de esta evaluación de nuestros científicos con tres criterios: seguridad, calidad y eficacia», aseveró.
Señaló que para que un medicamento salga al mercado tienen que pasar por lo menos 12 años de investigación para que cumplan con esos tres criterios, que son vitales en la industria farmacéutica de todo el mundo.
Lo más grave, precisó, es que existe la importación de medicamentos ‘chatarra’ provenientes de países como Rusia y Pakistán, que no cuentan con un registro sanitario y que entran a México, los cuales, inclusive, circulan en el sector público o privado.
El problema, abundó, es que muchas veces se desconoce cómo han sido almacenados, cómo han sido fabricados y, en el caso del mercado ilegal, si han sido adulterados, que no contengan el principio activo o que contengan ingredientes dañinos para la salud.
«Identificamos la necesidad de hacer una divulgación permanente de las características que deben observar los pacientes».
Ante esta situación, recomendó a la población adquirir los medicamentos en los lugares legalmente establecidos que son las farmacias, ya que si se adquieren en otros lugares como tianguis (mercados), son medicamentos que lo único que pueden provocar son daños.
De acuerdo con la Coalición por la Salud Digital en México (Cosadim), uno de cada 10 medicamentos que circulan en México es falsificado o de baja calidad, lo que pone en riesgo y retrasa la recuperación de la salud de las personas.
Además, la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm) indica que en el país las pérdidas anuales por esta situación alcanzan hasta 32 000 millones de pesos (1 733 millones de dólares) anuales.
16 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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13
Los viajes al espacio, incluso de corta duración, son un desafío para la salud, con cambios a muchos niveles, aunque gran parte se normalizan al regreso, según una veintena de nuevos estudios que incluyen datos de la primera tripulación compuesta solo por astronautas no profesionales.
Un centenar de instituciones científicas participaron en los estudios que publican varias revistas del grupo Nature, cuyos resultados representan el mayor compendio de datos sobre medicina aeroespacial y biología espacial.
Viajar al espacio induce cambios moleculares, celulares y fisiológicos y plantea innumerables retos biomédicos al cuerpo humano, que serán cada vez más relevantes a medida que más personas se aventuran.
Los investigadores han usado datos de estancias de hasta un año en la Estación Espacial Internacional (EEI), pero la novedad es el análisis de los recopilados en Inspiration 4, la primera misión privada con una tripulación únicamente de astronautas civiles.
En 2021, dos mujeres y dos hombres pasaron tres días a 590 kilómetros de la Tierra (unos 200 por encima de la EEI), donde realizaron diversos experimentos y tomaron muestras de sangre, saliva, heces o biopsias de piel.
Esa misión de corta duración en órbita terrestre baja provocó cambios a múltiples niveles, algunos de los cuales reflejaban los de vuelos de mayor duración, aunque «no supuso un riesgo significativo para la salud de la tripulación», según una de las investigaciones.
Vuelta a la normalidad
La mayoría de los cambios en los telómeros (extremos de los cromosomas), la química de la sangre, las proteínas o en la expresión génica vuelven «a la normalidad en unos meses» tras el regreso, destacó en una rueda de prensa virtual Chirstopher Mason, de la Escuela de Medicina de Nueva York, firmante de varios artículos.
Manson dijo que esta vuelta a los niveles de base se dieron en una tripulación «que no son especialmente atletas olímpicos ni que se entrenan diez años para ir al espacio».
Aunque un 95 % de los marcadores vuelven a su valor de referencia en los meses posteriores al final de la misión, algunas proteínas, genes y citoquinas parecen activarse solo durante la recuperación y persisten al menos tres meses.
Esto sugiere que la readaptación a la Tierra activa una serie de mecanismos reparadores que ayudan a recuperar, al menos en parte, el estrés fisiológico impuesto por la exposición al entorno espacial.
El lanzamiento y la reentrada a la Tierra
Los cambios fisiológicos que más impactan de manera inicial al cuerpo se dan en el lanzamiento y la reentrada a la Tierra, debido a la variación de la gravedad, dijo a EFE el mexicano Emmanuel Urquieta, director médico del estadounidense Instituto de Investigación Traslacional para la Salud Espacial (TRISH).
El artículo en que colaboró Urquieta se centró en las primeras fases de adaptación al vuelo a nivel anatómico, celular, fisiológico y cognitivo, parámetro este último en el que «no hubo cambios significativos».
Los primeros son los cambios neurovestibulares, que tienen que ver con la orientación, provocando mareos y vómitos que afectan al 80 % de las personas, después -agregó- se producen los relacionados con la sangre y fluidos que se redistribuyen hacia el tórax, el cuello y la cabeza.
Urquieta señaló que la muestra del estudio es pequeña, cuatro personas, y que hacen falta más datos sobre los mismos parámetros en futuros vuelos.
El sistema inmunitario y la vejez
Otros estudios se centraron en los efectos de la falta de gravedad en el sistema inmunitario, combinando datos de simulaciones, de astronautas y ratones en la EEI. Los resultados apuntan a la reactivación de virus latentes o infecciones, incluso en vuelos de corta duración.
Las distintas células del sistema inmunitario en la sangre periférica se ven moldeadas por la microgravedad, en especial linfocitos y monocitos, que son los principales protagonistas de la inmunidad.
Este trabajo, firmado entre otros por el Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento (EE.UU.), investigó posibles compuestos para revertir los efectos de la microgravedad y apuntó a la quercitina como prometedora para mitigar esos daños.
Los cambios observados en el sistema inmunitario durante los viajes espaciales se semejan a los del envejecimiento en la Tierra, por lo que estos conocimientos pueden servir para diseñar intervenciones ante la disfunción inmune que acompaña a la vejez.
Los telómeros (relacionados con el envejecimiento celular) son objeto de otras investigaciones, pues aunque ya se había descrito que se alargan en el espacio, no se sabía cuándo se producía.
La investigadora de la Universidad Estatal de Colorado (EE.UU.) Susan Bailey indicó en la rueda de prensa que, con datos de Inspiration 4, comprobaron que los telómeros de todo ellos habían crecido en un viaje de solo tres días.
Bailey precisó que al regreso estos «se acortan drásticamente» y el resultado total es que «siguen siendo más cortos que cuando el astronauta comenzó el viaje».
Atención a los riñones
Entre los estudios, uno encabezado por el University College de Londres, advierte de que la estructura y función de los riñones se ve alterada por la radiación, tanto solar como galáctica (la del espacio profundo), hasta un punto que podría poner en riesgo una misión a Marte.
La investigación simuló con ratones la exposición a radiación galáctica similar a la que se sufriría en un viaje a Marte y el resultado fue daños permanentes y pérdida de función de los riñones.
Los marcos actuales de la medicina aeroespacial están por detrás de los avances de la de precisión en la Tierra, lo que subraya la necesidad de desarrollar rápidamente bases de datos, herramientas y protocolos de medicina espacial de cara a las próximas misiones lunares, marcianas y de exploración.
Los datos de estas investigaciones forman parte de un Atlas Médico y Ómico Espacial (SOMA), un repositorio integrado con datos de una amplia gama de misiones espaciales, así como de la base de datos EXPAND del TRISH.
12 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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12
El microbiólogo y bioquímico japonés Akira Endo, descubridor de las estatinas, los fármacos que revolucionaron la prevención de enfermedades cardiovasculares, falleció a los 90 años, comunicó el martes a AFP uno de sus antiguos compañeros.
El científico falleció el miércoles pasado, declaró a AFP el bioquímico Keiji Hasumi, otrora pupilo y compañero de Akira Endo.
«Era duro y estricto, muy perspicaz. Podía ver la esencia oculta de las cosas», dijo Hasumi.
Endo nació en 1933 en una familia granjera de Akita, una localidad del norte de Japón. Desde pequeño le fascinó la forma en que los champiñones y otros mohos afectaban a los seres vivos.
Su abuelo, a quien le interesaba la medicina, lo animó a desarrollar su interés y fue su «gran maestro», escribió Endo en su autobiografía publicada en 2008.
En la universidad, Endo se interesó por antibióticos como la penicilina, y se quedó «muy impresionado» con todas las vidas que los fármacos habían logrado salvar.
A finales de la década de los 60, llevó a cabo investigaciones en el Colegio de Medicina de Nueva York, donde le sorprendió el gran número de personas mayores con sobrepeso. «Me di cuenta de que era necesario desarrollar un medicamento contra el colesterol», recuerda en su autobiografía.
Cuando volvió a Japón, Endo trabajó en la Universidad de Agricultura y Tecnología de Tokio y para la farmacéutica Sankyo, hoy parte del grupo Daiichia Sankyo.
El bioquímico estudió 6 000 cepas de microbios durante dos años antes de descubrir, en 1973, la mevastatina, el primer tipo de estatina con la capacidad de reducir la concentración de LDL, el «colesterol malo», en la sangre.
Más de 200 millones de personas en el mundo toman este tipo de medicamento y, según estudios, el valor del mercado mundial de estatinas es de 15 000 millones de dólares.
Varias polémicas sobre la posible nocividad o ineficacia de las estatinas hicieron que muchas personas abandonasen estos tratamientos.
Sin embargo, según un metaanálisis publicado en 2022 en el European Heart Journal, una revista médica de cardiología, la intolerancia a las estatinas habría sido sobrediagnosticada.
Akira Endo recibió numerosos premios por sus descubrimientos, como el Albert Lasker de Investigación Médica en 2008.
«Su trabajo tiene el mismo valor e impacto que el descubrimiento de la penicilina», declaró Hasumi.
11 junio 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un estudio ha demostrado que la exposición al frío mejora marcadores clave de la salud del corazón y el metabolismo y puede modificar los niveles de ciertos lípidos.
Un grupo de expertos del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) dirigido por Jonatan R. Ruiz ha demostrado que dos horas de exposición al frío pueden modificar los niveles de ciertos lípidos señalizadores.
Concretamente, el estudio ha demostrado un aumento de oxilipinas derivadas de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6, vinculados con la salud cardiometabólica en humanos.
Los ácidos grasos poliinsaturados son esenciales para el cuerpo y juegan un papel clave en la regulación del metabolismo, el sistema inmune y la respuesta inflamatoria.
En el organismo, estos ácidos grasos se transforman en compuestos llamados oxilipinas, que son responsables de llevar a cabo las funciones de los ácidos grasos originales y ayudan a resolver la inflamación.
Este grupo de científicos, junto a especialistas de las universidades de Granada, Almería, Barcelona, Leiden y Vrije, en Ámsterdam, han analizado el impacto de exponer de manera personalizada a adultos jóvenes a dos horas de frío.
Los expertos les realizaron extracciones sanguíneas antes, a la hora y a las dos horas de exposición al frío para medir los niveles de lípidos señalizadores y comprobaron que a las dos horas de frío aumentan los niveles de los omegas.
Estudios previos han sugerido que el tejido adiposo marrón, un tipo de grasa que ayuda a regular la temperatura y el metabolismo, podría ser el tejido involucrado en la secreción de lípidos señalizadores en respuesta al frío.
Para investigar esto, después de dos horas de exposición al frío, se midió la cantidad y actividad del tejido adiposo marrón utilizando una tomografía PET/TAC en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, aunque no se han relacionado esos cambios en los lípidos ni con la cantidad ni con la actividad de este tejido.
Además, los niveles de los omegas aumentaron más en personas con normopeso en comparación con aquellas que tenían sobrepeso u obesidad, por lo que los cambios en los niveles de oxilipinas se asocian con un perfil cardiometabólico más saludable, como menor cantidad de grasa corporal y mejores niveles de glucosa.
Estos resultados sugieren que las personas con mayor cantidad de grasa corporal y factores de riesgo cardiometabólico podrían tener una respuesta alterada en la secreción de estos lípidos cuando se exponen al frío.
03 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia