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La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las neuronas del cerebro y la médula espinal provocando la pérdida del control muscular. Un estudio de la Universidad de Barcelona ha diseñado una potencial estrategia terapéutica para abordar esta patología que todavía no tiene tratamiento. Se trata de una trampa molecular que evita que uno de los compuestos peptídicos causantes de la ELA genética más común, el dipéptido polyGR, provoque sus efectos tóxicos en el organismo. Los resultados muestran que esta estrategia reduce la muerte de las neuronas de los pacientes y en un modelo animal (moscas del vinagre) de la enfermedad.
Los primeros autores de esta investigación internacional publicada en la revista Science Advances son los expertos Juan Alberto Ortega Cano, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y el Instituto de Neurociencias (UBneuro) de la UB, e Ivan Sasselli, del Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU). También han participado investigadores de la Universidad de Zaragoza y la Northwestern University (Estados Unidos), entre otros.
Una de las causas genéticas más frecuentes de la ELA es la mutación en el gen C9orf72, ya que se encuentra en aproximadamente el 33 % de los pacientes afectados por la ELA familiar y el 5 % de los afectados por la ELA esporádica en España. En estos pacientes se generan unos dipéptidos con gran cantidad de cargas positivas que generan efectos altamente tóxicos en las neuronas motoras. En la primera parte del estudio, los investigadores combinaron técnicas computacionales y experimentales para mejorar la comprensión molecular de estos dipéptidos y cómo producen este proceso patológico.
Una unión tóxica para las neuronas
Los resultados mostraron que la toxicidad de estos compuestos se debe en parte a los que se unen al ARN ribosomal (ARNr), una molécula que participa en el proceso de traducción de la información genética y la síntesis de proteínas en la célula. «Hemos visto que estos dipéptidos, especialmente los ricos en el aminoácido arginina (poli-glicina-arginina o poly-GR), se unen a una región concreta del ARNr afectando a la biosíntesis de ribosomas (pequeñas estructuras que se encargan de sintetizar las proteínas de nuestro organismo) y la traducción de proteínas en neuronas motoras humanas, produciendo la muerte de estas», explica el profesor Juan Alberto Ortega Cano. «Además —añade el investigador— esta interacción de los poly-GR con el ARNr es mucho más fuerte que la interacción del poly-GR con otras proteínas ribosomales que se habían descrito previamente en otros estudios, y explica por qué estos dipéptidos tienen gran afinidad en unirse a los ribosomas de las células».
Ante estos resultados, los investigadores diseñaron una estrategia innovadora para engañar a los dipéptidos poly-GR y reducir su toxicidad. Crearon una trampa, una molécula que imitaba la secuencia específica del ARNr con la que se unen los poly-GR durante el proceso patológico, con el objetivo de evitar así los efectos neurotóxicos de esta unión. La aplicación de esta estrategia en neuronas derivadas de tejido de pacientes in vitro y en modelos de la enfermedad (moscas del vinagre) in vivo muestran que «reduce los defectos en la biosíntesis de ribosomas en la traducción de proteínas y la toxicidad en células que expresan poly-GR, así como la muerte en motoneuronas de pacientes de ELA con mutaciones en el gen C9orf72,», detalla el investigador.
Aunque todavía queda mucha investigación por validar y comprender completamente el funcionamiento de esta estrategia, los investigadores señalan en el artículo que estos resultados, prometedores, refuerzan la idea de que el uso de trampas de ARN es útil «no solamente para estudiar las interacciones ARN-proteína, sino también para proteger a las neuronas de los efectos perjudiciales de proteínas anómalas que se generan en otras enfermedades neurodegenerativas».
Referencia
Ortega JA, Sasselli IR, Boccitto M, Fleming AC, Forturna TR, Li Y, et al. CLIP-Seq analysis enables the design of protective ribosomal RNA bait oligonucleotides against C9ORF72 ALS/FTD poly-GR pathophysiology. Sci Adv[Internet]. 2023[citado 15 nov 2023]; 10;9(45):eadf7997. doi: 10.1126/sciadv.adf7997. Epub 2023 Nov 10.
17 noviembre 2023 | Fuente: EurekAlert| Tomado de Comunicado de Prensa
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La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las neuronas del cerebro y la médula espinal provocando la pérdida del control muscular. Un estudio de la Universidad de Barcelona ha diseñado una potencial estrategia terapéutica para abordar esta patología que todavía no tiene tratamiento. Se trata de una trampa molecular que evita que uno de los compuestos peptídicos causantes de la ELA genética más común, el dipéptido polyGR, provoque sus efectos tóxicos en el organismo. Los resultados muestran que esta estrategia reduce la muerte de las neuronas de los pacientes y en un modelo animal (moscas del vinagre) de la enfermedad.
Los primeros autores de esta investigación internacional publicada en la revista Science Advances son los expertos Juan Alberto Ortega Cano, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y el Instituto de Neurociencias (UBneuro) de la UB, e Ivan Sasselli, del Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU). También han participado investigadores de la Universidad de Zaragoza y la Northwestern University (Estados Unidos), entre otros.
Una de las causas genéticas más frecuentes de la ELA es la mutación en el gen C9orf72, ya que se encuentra en aproximadamente el 33 % de los pacientes afectados por la ELA familiar y el 5 % de los afectados por la ELA esporádica en España. En estos pacientes se generan unos dipéptidos con gran cantidad de cargas positivas que generan efectos altamente tóxicos en las neuronas motoras. En la primera parte del estudio, los investigadores combinaron técnicas computacionales y experimentales para mejorar la comprensión molecular de estos dipéptidos y cómo producen este proceso patológico.
Una unión tóxica para las neuronas
Los resultados mostraron que la toxicidad de estos compuestos se debe en parte a los que se unen al ARN ribosomal (ARNr), una molécula que participa en el proceso de traducción de la información genética y la síntesis de proteínas en la célula. «Hemos visto que estos dipéptidos, especialmente los ricos en el aminoácido arginina (poli-glicina-arginina o poly-GR), se unen a una región concreta del ARNr afectando a la biosíntesis de ribosomas (pequeñas estructuras que se encargan de sintetizar las proteínas de nuestro organismo) y la traducción de proteínas en neuronas motoras humanas, produciendo la muerte de estas», explica el profesor Juan Alberto Ortega Cano. «Además —añade el investigador— esta interacción de los poly-GR con el ARNr es mucho más fuerte que la interacción del poly-GR con otras proteínas ribosomales que se habían descrito previamente en otros estudios, y explica por qué estos dipéptidos tienen gran afinidad en unirse a los ribosomas de las células».
Ante estos resultados, los investigadores diseñaron una estrategia innovadora para engañar a los dipéptidos poly-GR y reducir su toxicidad. Crearon una trampa, una molécula que imitaba la secuencia específica del ARNr con la que se unen los poly-GR durante el proceso patológico, con el objetivo de evitar así los efectos neurotóxicos de esta unión. La aplicación de esta estrategia en neuronas derivadas de tejido de pacientes in vitro y en modelos de la enfermedad (moscas del vinagre) in vivo muestran que «reduce los defectos en la biosíntesis de ribosomas en la traducción de proteínas y la toxicidad en células que expresan poly-GR, así como la muerte en motoneuronas de pacientes de ELA con mutaciones en el gen C9orf72,», detalla el investigador.
Aunque todavía queda mucha investigación por validar y comprender completamente el funcionamiento de esta estrategia, los investigadores señalan en el artículo que estos resultados, prometedores, refuerzan la idea de que el uso de trampas de ARN es útil «no solamente para estudiar las interacciones ARN-proteína, sino también para proteger a las neuronas de los efectos perjudiciales de proteínas anómalas que se generan en otras enfermedades neurodegenerativas».
Referencia
Ortega JA, Sasselli IR, Boccitto M, Fleming AC, Forturna TR, Li Y, et al. CLIP-Seq analysis enables the design of protective ribosomal RNA bait oligonucleotides against C9ORF72 ALS/FTD poly-GR pathophysiology. Sci Adv[Internet]. 2023[citado 15 nov 2023]; 10;9(45):eadf7997. doi: 10.1126/sciadv.adf7997. Epub 2023 Nov 10.
17 noviembre 2023 | Fuente: EurekAlert| Tomado de Comunicado de Prensa
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Se trata de la primera vez que una persona prueba un implante cerebral y otro en la médula espinal para las extremidades superiores.
Un hombre tetrapléjico en Suiza se convirtió en la primera persona en probar una tecnología que combina dos implantes, uno cerebral y otro en la médula espinal, que le permiten volver a mover los brazos, las manos y los dedos a través del pensamiento.
La combinación de estos implantes ya permitió a un parapléjico volver a caminar mediante el pensamiento; un avance que fue publicado en la revista científica Nature en mayo. Ahora es la primera vez que se utiliza esta doble técnica para las extremidades superiores.
«La movilidad del brazo es más compleja», explicó a la AFP la cirujana Jocelyne Bloch, quien realizó las intervenciones quirúrgicas para colocar los implantes. Con los brazos no se plantea el problema del equilibrio pero «la musculatura de la mano es bastante fina, con muchos músculos pequeños diferentes que se activan al mismo tiempo para determinados movimientos», explica.
El paciente, que ha pedido permanecer en el anonimato, es un suizo de 46 años que perdió el uso de sus brazos tras una caída. El mes pasado se sometió a dos operaciones en el Centro Hospitalario Universitario Vaudois (CHUV) en Lausana, Suiza.
Uso de doble implante en fase de entrenamiento
La primera fue para colocarle, en lugar de un pequeño trozo de hueso craneal, un implante cerebral de unos pocos centímetros de diámetro concebido por la organización francesa CEA-Clinatech. En la segunda operación le colocaron electrodos desarrollados por la empresa nederlandesa Onward a la altura de la médula cervical, conectados a una pequeña caja implantada en el abdomen.
El implante cerebral registra las regiones del cerebro que se activan cuando el paciente piensa en un movimiento y las comunica a los electrodos. Algo así como un «puente digital». «Por el momento todo va bien», describió Jocelyne Bloch, cofundadora de Onward y que sigue siendo consultora de la empresa.
«Podemos registrar la actividad cerebral y sabemos que la estimulación funciona. (…) Pero es demasiado pronto para hablar de los progresos que ha realizado, de lo que es capaz de hacer ahora».
El paciente se encuentra en la fase de entrenamiento, para intentar conseguir que el implante cerebral reconozca los distintos movimientos que ha dejado de hacer. Habrá que repetir muchas veces estos movimientos antes de que se vuelvan naturales.
El proceso durará «meses», según Bloch. Está previsto que otros dos pacientes participen en este ensayo cuyos resultados se publicarán más adelante. La estimulación de la médula espinal ya se ha utilizado en el pasado para que pacientes paralíticos puedan mover sus brazos, pero por separado, sin un implante cerebral acoplado.
Referencia
Lorach H, Galvez A, Spagnolo V, Martel F, Karakas S, Intering N, et al. Walking naturally after spinal cord injury using a brain–spine interface. Nature [Internet].2023[citado 3 oct 2023]; 618, 126–133. https://doi.org/10.1038/s41586-023-06094-5
3 octubre 2023| Fuente: DW.com|Tomado de | Ciencia
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En los últimos años varios pacientes con lesión medular crónica han podido caminar gracias a implantes eléctricos. Ahora, los científicos suizos que lograron ese avance han localizado las neuronas que se activan y reorganizan con la estimulación eléctrica. Read more
ene
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Un equipo científico de Estados Unidos, ha logrado revertir la parálisis en roedores con una única inyección de péptidos sintéticos en movimiento, que incluyen una señal biológica para activar la regeneración. Un mes después del tratamiento, los animales volvieron a caminar. Read more
jun
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Un estudio avala el uso de las células olfativas ensheathing (OECO) para desarrollar y optimizar protocolos mínimamente invasivos y seguros para reparar la médula espinal dañada. Read more