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Desde inicios de enero y mediados de julio de 2024 fueron reportados en la región de las Américas 33 casos confirmados de fiebre amarilla y 17 defunciones por esta causa, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Los registros ocurrieron en cinco países: Bolivia (cuatros casos y tres muertes), Brasil (tres y dos, respectivamente), Colombia (ocho y cinco), Guyana (dos casos, sin fallecidos) y Perú (16 y siete).
Según la actualización epidemiológica emitida por la OPS y la OMS, los casos se reportaron a lo largo de la zona amazónica de Perú, Ecuador y Colombia, siguiendo una trayectoria de sur a norte.
De acuerdo con los expertos, en la región de las Américas el riesgo de ocurrencia de brotes de fiebre amarilla es alto.
Se trata de una grave enfermedad viral hemorrágica que representa un desafío para el profesional de la salud, pues requiere un reconocimiento temprano de signos y síntomas, que a menudo son inespecíficos y pueden simular otros síndromes febriles agudos.
Estudios clásicos sobre la historia natural de la enfermedad muestran que esta se caracteriza clínicamente por tres fases: infección, con temperatura corporal elevada; remisión, con la presencia de albuminuria; y tóxica, con manifestaciones hemorrágicas y signos y síntomas de insuficiencia hepática aguda, como ictericia y encefalopatía hepática.
Todavía no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, por lo tanto, la detección temprana de casos sospechosos o confirmados, el monitoreo de signos vitales, las medidas de soporte vital y el manejo de la insuficiencia hepática aguda continúan siendo las estrategias recomendadas para el manejo de casos.
La vacuna contra la fiebre amarilla es segura, asequible y una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de refuerzo.
Si bien la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más exitosas para prevenir esta enfermedad, la mayoría de los casos notificados durante 2024 no tienen antecedentes de vacunación contra la fiebre amarilla.
Por ello la OPS y la OMS instan a los estados miembros con áreas de riesgo para fiebre amarilla a que continúen con sus esfuerzos para fortalecer la vigilancia y la vacunación en zonas endémicas.
Destacan la necesidad de que los países garanticen coberturas de vacunación mayores o iguales al 95 % de forma homogénea y que las autoridades sanitarias aseguren contar con un inventario de reserva estratégico que les permita mantener la vacunación de rutina y al mismo tiempo responder a eventuales brotes.
31 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La inmunización mundial disminuyó durante la pandemia de Covid-19, lo cual aumentó la carga de morbilidad y el riesgo de brotes, según un nuevo artículo publicado en la revista The Lancet Global Health.
La encuesta midió las consecuencias de interrumpir varias vacunas como parte de los servicios de inmunización de rutina y de campaña en 112 países entre 2020 y 2030 para 14 patógenos. Los investigadores del Imperial College de Londres estimaron la carga excesiva de la fiebre amarilla, el virus del papiloma humano (VPH), la rubéola, el sarampión y la hepatitis B en 49 mil muertes adicionales, siendo el sarampión la causa de la mayoría de ellas.
Esta última afección representó la mayor parte del exceso de muertes como resultado de las interrupciones en la vacunación relacionadas con la Covid-19. La carga del sarampión y la fiebre amarilla aumentó inmediatamente después de la pandemia, encontraron los investigadores. En el caso del sarampión, el potencial era alto en las regiones de África y el Sudeste Asiático, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La pandemia afectó la cobertura de vacunas contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP). Un análisis de la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) encontró que 25 millones de niños en todo el mundo no recibieron la vacuna DTP. África necesita inmunizar a 33 millones de niños en dos años para estar en el camino de la inmunización mundial, dijo la OMS.
Recientemente, se informó un resurgimiento de casos de sarampión en varios países, incluso naciones como el Reino Unido y Estados Unidos, donde se consideraba erradicado. En 2021, la OMS afirmó que casi 61 millones de dosis de vacunas contra el sarampión se pospusieron o se omitieron debido a retrasos relacionados con la Covid-19 en las campañas de inmunización de 18 países.
Asimismo, en 2022 la OMS informó de un aumento de los casos de sarampión del 18 por ciento y un alza de las muertes del 43 por ciento a nivel mundial en relación con los niveles de 2021. También ese año, al menos 22 millones de niños omitieron su primera dosis de la vacuna y 11 millones de niños perdieron la segunda. Más de la mitad de esos 22 millones de pequeños viven en Nigeria, Pakistán, Filipinas, la República del Congo, Etiopía, India, Indonesia, Angola, Brasil y Madagascar.
Londres, 19 marzo 2024|Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Varios países de las Américas se han visto asediados este año por un virus, esta vez conocido, que ya acumula en el Cono Sur más 1,7 millones de casos sospechosos y 350 muertos.
El dengue brotó con fuerza en la región y, según los expertos, su presencia amenaza con convertirse en permanente. En Brasil, nueve estados decretaron la emergencia y las autoridades implementaron una campaña de vacunación, mientras que en Perú, 20 de los 24 departamentos del país declararon la emergencia sanitaria a causa del dengue. Argentina también ha visto un incremento de casos.
De acuerdo al Boletín Epidemiológico Nacional número 694, el último publicado por el Ministerio de Salud argentino, desde la semana 1 a la semana 9 de este año se notificaron 78.606 casos de dengue, 18 veces más que en el mismo período de 2023, cuando se registraron 4.317 casos.
En Uruguay, el ministerio de Salud informó sobre la circulación viral de la enfermedad, aunque todavía registra pocos casos y ningún fallecimiento, mientras que las autoridades ecuatorianas consignaron que en lo que va de este año más del doble de contagios que en el mismo período del año anterior. Según los últimos datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), publicados el 7 de marzo, entre las semanas epidemiológicas 1 y 8 se reportaron 1,87 millones de casos sospechosos en las Américas, es decir, un aumento del 249 por ciento en el mismo período de 2023 y del 354 por ciento respecto al promedio de los últimos cinco años.
Además, en esas semanas se registraron 422 muertes en toda la región, según este reporte.
explicó a la Agencia Sputnik la ex viceministra de Salud de Argentina, Sandra Tirado.
El dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, aparece mayormente en los meses de calor, pero el comportamiento actual del clima ha cambiado los patrones.
Según expertos en enfermedades tropicales, el aumento de la temperatura debido al cambio climático, el cambio en las temporadas de lluvia y sequías tienen efectos directos sobre las poblaciones de mosquitos.
El Aedes aegypti es un mosquito que no está acostumbrado a las temperaturas bajas, pero en América Latina se ha visto un cambio en su resistencia, según Tirado. ‘Antes, con una determinada temperatura ya no había presencia del mosquito y ahora se está viendo que también se está acostumbrando a temperaturas un poco más bajas’, explicó la exfuncionaria, quien también fue secretaria de Acceso a la Salud en el Ministerio de Salud de su país, es pediatra y actualmente trabaja en la provincia de Tucumán.
Pero también si la temperatura se mantiene alta o templada, el mosquito sigue circulando, ya que las características necesarias para su expansión no sufren modificaciones. ‘
Tiene que ver con qué zonas, por ahí subtropicales, se están comportando más como zonas tropicales y esto hace que el vector permanezca todo el tiempo y por eso tenemos casos permanentemente, entonces no se produce esa baja en el invierno (…) Sí, por supuesto que el cambio climático tiene que ver’, explicó Tirado.
El fenómeno climático El Niño ha causado más lluvias e inundaciones, así como temperaturas más altas en parte del continente en los últimos meses, características esenciales para la reproducción del mosquito.
Brasil suma más de 1,3 millones de casos sospechosos en lo que va del año, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Salud, correspondientes al pasado viernes; además, se registraron 363 muertes y otros 763 fallecimientos son investigados.
El Gobierno del gigante sudamericano lanzó una campaña de inmunización con una vacuna japonesa para niños y preadolescentes, pero la respuesta ha sido lenta.
En Perú, en apenas dos meses de este año los casos casi que triplicaron el total del año pasado.
Más de 46.000 personas se contagiaron de dengue y 53 fallecieron, frente a 25 de todo el 2023.
El Centro de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de Perú dijo a principios de mes que la epidemia de dengue podría extenderse hasta junio debido a las altas temperaturas que persisten hasta después del verano austral.
Las autoridades de toda la región han instado a la población a extremar los cuidados, ya que si bien la enfermedad no se transmite de persona a persona sí se contagia si un mosquito pica a alguien que tiene el virus en la sangre y luego a otra persona. Además, como el virus tiene diferentes serotipos, existe la posibilidad de que formas más graves de la enfermedad, como el tipo hemorrágico, pueda afectar a personas con comorbilidades y resultar mortal.
El mosquito es peridomiciliario, es decir, no vuela lejos del criadero, por ello hay que eliminar todos los lugares donde se puede desarrollar dentro y fuera de la vivienda.
El Aedes aegypti no solo transmite dengue, sino una serie de enfermedades con graves efectos secundarios o potencialmente mortales, como el zika, y la chikungunya. Aunque actualmenteno hay circulación de estas enfemedade que son similares. Hay que pensar que estamos en esta situación de cambio climático y que estas enfermedades están presentes y van a seguir estando’, concluyó Tirado.
11 marzo 2024 | Fuente: Sputnik | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Un estudio muestra por primera vez el sustrato anatómico de las arritmias que ocurren en quienes padecen esta enfermedad. El virus de la fiebre amarilla afecta especialmente al hígado, pero otros órganos también son acometidos. Read more
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Este trabajo, para el que se requiere una importante potencia informática, podría ayudar contra otras enfermedades causadas por virus similares, como el zika y la fiebre amarilla.
Los flavivirus (dengue, zika, virus del Nilo Occidental, fiebre amarilla…) infectan las células humanas por un proceso llamado endocitosis (fusionan su membrana con la pared celular en función de la acidez que detectan). Conocer este mecanismo es clave para obtener fármacos antivirales que eviten la infección y, dado que la interacción entre los virus y las células sanas se produce a través de proteínas muy complejas, para entender el proceso es necesario simular por ordenador cómo se produce la interacción química entre sus moléculas.
Con este enfoque, un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, publicado en la revista Biochimica Biophysica Acta Biomembranes, ha revelado la secuencia específica de la proteína E del virus del dengue donde se produce la interacción con las células humanas y, por tanto, hacia dónde deberían dirigirse los fármacos para prevenir la infección, según destaca José Villalaín, líder del estudio y profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la UMH.
¿Cuál es el punto de partida del proyecto? El virus del dengue ya es endémico en nuestro país, al detectarse casos autóctonos. Según Villalaín, investigador del Instituto de Desarrollo, Investigación e Innovación en Biotecnologías Sanitaria de la Universidad Miguel Hernández (IdiBE), es de esperar que se produzcan cada vez más casos debido a las altas temperaturas y a las inundaciones periódicas que favorecen la extensión y propagación de los mosquitos Aedes aegypti o Aedes albopictus, cuya picadura puede transmitir la enfermedad.
Anteriores publicaciones de Villalaín demostraron que la proteína E del virus del dengue, responsable de la entrada del virus en la célula huésped, tiene tres puntos de unión a las membranas biológicas. A partir de ese conocimiento, ya que la fusión de las membranas es el primer y más importante paso en la infección del virus del dengue, era necesario «afinar» aún más dónde podía producirse el proceso.
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Este estudio se ha realizado mediante dinámica molecular, un proceso de «simulación virtual» de la interacción entre proteínas que requiere tanta potencia informática que resulta necesario un conjunto de ordenadores para llevar a cabo el experimento. En estas simulaciones, se puede ver cómo se comporta cada átomo que compone las proteínas del virus y, por tanto, estudiar en detalle tanto la interacción entre moléculas como lo que ocurre dentro de las mismas.
Para este tipo de investigaciones, la UMH cuenta con un clúster de computación científica, un grupo de ordenadores unidos mediante una red de alta velocidad, gestionada por el Servicio de Innovación y Planificación Tecnológica. Según Villalaín, «se analizaron diversas conformaciones proteicas del sensor de pH y su interacción con diferentes lípidos de la membrana. Debido a la complejidad de los sistemas la toma de datos duró unos seis meses».
Gracias a esa labor, se ha demostrado que existe una secuencia específica de la proteína E del virus del dengue que es responsable tanto de la interacción proteína-proteína como proteína-membrana, fundamental en el proceso de activación proteica y en la consecuente fusión de las membranas viral y celular. Ese segmento, además de funcionar como sensor de pH, es decir, ser capaz de detectar la entrada del virus dentro del endosoma tardía, se une a la biomembrana de la célula con una alta afinidad y gran especificidad, lo que lo convierte en una diana terapéutica fundamental con la cual atacar al virus. Respecto al resultado, Villalaín destaca que «no se sabía si solo funcionaba como sensor de pH y/o además interaccionaba con la membrana de un modo específico, como así se ha demostrado».
Aplicación a otros virus similares
La importancia adicional del trabajo radica en que este segmento, encontrado también en otros tipos similares de virus, podría ayudar a encontrar moléculas antivirales que también serían efectivas contra las infecciones de virus similares al dengue, como el zika o la fiebre amarilla. Ese hallazgo, en definitiva, «nos descubre una nueva diana para poder inhibir la entrada del virus del dengue y, posiblemente, la de otros flavivirus». En todas estas patologías, recuerda, «no existen vacunas, son ineficientes o incluso producen efectos secundarios a determinados tipos de paciente». Todo ello podría ayudar a «conseguir un antiviral de efecto genérico contra los flavivirus», además de «estar preparados para nuevos tipos de virus emergentes de la misma familia que, posiblemente, a medio y largo plazo puedan ser generadores de nuevas enfermedades».
Fuente: Diario Médico