Imagen: Archivo.La Comisión Europea (CE) instó este martes a los Estados miembros de la UE a que refuercen la protección de los menores frente a la violencia con medidas como la elaboración de planes nacionales, el fortalecimiento de los recursos humanos y financieros y la mejora de la recopilación de datos.

Las propuestas se incluyen en una recomendación del Ejecutivo comunitario a los países que pretende apoyar a los Estados a la hora de fortalecer sus sistemas de protección infantil. En ese documento se invita a los Estados miembros a elaborar planes nacionales para poner fin a la violencia contra los menores de edad, aplicar eficazmente la legislación nacional y de la UE sobre protección infantil, establecer estructuras de coordinación, reforzar los recursos humanos y financieros y mejorar la recopilación de datos.

También se pide proteger la integridad y la salud mental de los menores, así como evitar y luchar contra el ciberacoso, alentando a los Estados miembros a desarrollar estrategias nacionales sobre salud mental, con los niños como el grupo objetivo prioritario. Igualmente, se plantea apoyar a los países a la hora de adaptar sus sistemas para proteger a cualquier menor de edad de cualquier forma de violencia usando instrumentos de la Unión Europea como legislación, políticas o financiación.

«Esto comienza por prevenir y combatir la discriminación, brindar apoyo específico y fomentar una cultura social de violencia cero contra los niños», indicó la CE en un comunicado. La recomendación, del mismo modo, aboga por mejorar la coordinación y cooperación entre sectores y autoridades competentes mediante la formación de profesionales, empezando por el nivel local.

Además, se apuesta por establecer acciones de apoyo «exhaustivas y coordinadas» en casos de violencia contra menores, desde la prevención y la identificación temprana hasta la denuncia y el apoyo intersectorial. También se llama a responder a las necesidades de seguridad de los niños en internet y fuera de internet mejorando la alfabetización digital de los menores, promoviendo el uso «seguro» de las tecnologías digitales y formando a las familias y a los cuidadores.

Igualmente, se plantea hacer un mejor uso de las herramientas de la UE existentes para fortalecer los sistemas de protección de menores, como leyes, políticas y apoyo financiero. La recomendación propone poner a los menores en el centro de los sistemas integrados de protección infantil, adaptando los sistemas de protección a las necesidades de los niños e incluyéndolos en la toma de decisiones que les afecten.

Más allá de la UE, se insta a los países a tener en cuenta la protección de los menores también en su acción exterior, en áreas como la erradicación del trabajo infantil, la protección de los niños en conflictos armados y la protección de los menores ante el cambio climático.

La vicepresidenta de la CE para la Democracia y la Demografía, Dubravka Suica, indicó en una rueda de prensa que un 20 % de menores de edad en Europa experimentan «alguna forma de abuso sexual» y que el suicidio es la segunda causa de muerte principal en las personas con edades comprendidas entre los 15 y 19 años. Asimismo, señaló que hasta el 29 % de los niños de 15 años dijeron ser acosados de manera frecuente.

23 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

abril 25, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Pediatría, Psicología, Psiquiatría | Etiquetas: , , |

Imagen: Archivo.La adolescencia es un periodo de intensos cambios, físicos, psicológicos, emocionales y sociales. La Organización Mundial de la Salud la ubica entre los 10 y los 19 años, mientras que la juventud hasta los 24 años. Varios profesionales, así como la Asociación Americana de Pediatría, consideran que este periodo se alarga hasta los 21 años.

Aproximadamente un 30 % de los niños y de los adolescentes padecerán alguna alteración relacionada con el sueño a lo largo de su desarrollo, tal y como asegura en una entrevista la pediatra especialista en Medicina de la Adolescencia, y miembro de la Sociedad Española de la Medicina de la Adolescencia (SEMA) Inés Hidalgo.

Así, dice que el sueño del adolescente se caracteriza por un retraso biológico en el inicio y en la finalización de la secreción nocturna de melatonina (ritmo circadiano): «En estos, además, el acúmulo de la presión de sueño a lo largo del día se produce de una manera más lenta. Por ello, el nivel de somnolencia a última hora del día es menor y, con ello, se retrasa el inicio del sueño».

Otros factores que dificultan que el adolescente cubra sus necesidades biológicas de sueño son, tal y como apunta: la irregularidad de los horarios los fines de semana (acostarse más tarde y alargar el sueño por las mañanas los fines de semana); junto con el uso a última hora del día de la tecnología (supresión de la secreción de melatonina por la luz de los dispositivos).

«También los horarios escolares tienen una gran influencia en el sueño del adolescente. Se ha visto que cada 10 minutos de retraso en el horario de inicio escolar se corresponde a un incremento de la posibilidad de dormir más, y a una disminución de la sensación de cansancio durante el horario escolar», argumenta.

En el sueño del adolescente también influyen otros aspectos como trabajar tras el instituto, la socialización, la participación en deportes, las actividades extraescolares, junto con la falta de control paterno y el saltarse las reglas para dormir bien (higiene del sueño), manifiesta esta doctora de atención primaria.

CUÁNTAS HORAS DEBE DORMIR UN ADOLESCENTE

Con ello, recuerda que la duración ideal del sueño es la que nos permite realizar una actividad diaria con normalidad; insiste en que cada persona tiene unas necesidades específicas; de manera que la duración del sueño varía en función de la edad, del estado de salud de la persona, pero también del estado emocional, e incluso de la geografía de la persona.

«Las necesidades diareias de sueño de los adolescentes según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (NFS, por sus siglas en inglés) oscilan desde las 11 horas (percentil 97) a las 7 horas (percentil 3); siendo el valor del percentil 50 de 7 a 9 horas diarias», precisa.

También cree Hidalgo que hay que considerar el ‘cronotipo de sueño’, que es la predisposición natural que cada persona tiene de experimentar picos de energía o momentos de descanso según la hora del día; siendo distinto en cada persona.

«Dormir un número adecuado de horas, de forma regular, se asocia lógicamente con mejores resultados en salud: mejor atención, conducta, aprendizaje, memoria, regulación de las emociones, calidad de vida, salud física y mental. Mientras, un déficit crónico de sueño puede provocar muchos problemas: accidentes de tráfico y de todo tipo, somnolencia diurna patológica, hiperactividad, inatención, fracaso escolar, alteración del comportamiento, depresión, alteraciones en la esfera endocrina como obesidad, o diabetes, así como hipertensión, aumento del riesgo cardiovascular y alteraciones inmunológicas entre otras», detalla esta experta.

COMO SABER SI HAY UN PROBLEMA DEL SUEÑO

Con ello, preguntamos a esta pediatra y miembro de la Sociedad Española de la Medicina de la Adolescencia cómo pueden saber los padres si sus hijos cuentan o no con un problema de sueño, recordando que estos se consideran cuando se dan «patrones insatisfactorios para los padres, el chico o el pediatra y pueden estar relacionados con el bienestar del paciente o de la familia»; mientras que un trastorno en sí del sueño se define como «una alteración real, no una variación, de una función fisiológica que controla el sueño y opera durante el mismo».

De forma práctica, esta doctora clasifica los problemas del sueño, por ejemplo, en pacientes a los que les cuesta dormirse (insomnio por higiene del sueño inadecuada, insomnio conductual, síndrome de retraso de fase (SRF), o síndrome de piernas inquietas (SPI).

Dice que, entre otros, también puede haber un problema con el sueño del adolescente si el paciente se duerme durante el día, y esto podría darse por una privación crónica del sueño por diferentes causas (dormir pocas horas, uso de estimulantes, uso de drogas, fármacos, nuevas tecnologías de información y comunicación y enfermedad psiquiátrica entre otras); aunque también se incluyen la narcolepsia, o la hipersomnia idiopática, entre otros.

«Para saber si hay un problema del sueño, el profesional realizará una adecuada historia clínica, una exploración física completa, y la agenda de sueño. Posteriormente, puede ayudarse de diferentes cuestionarios y de pruebas diagnósticas según el caso», concreta la doctora Hidalgo.

A su vez, recuerda que en los adolescentes es habitual que haya periodos en los que necesiten más horas de sueño: «Si, como hemos comentado los fines de semana los adolescentes duermen más para recuperar el déficit de sueño que van acumulando a lo largo de la semana por las circunstancias comentadas (pantallas, o horarios, por ejemplo), e incluso las salidas del fin de semana. Igualmente, esto se diferencia con una adecuada historia clínica, con una exploración física completa y con la agenda de sueño. Posteriormente, el profesional puede ayudarse de diferentes cuestionarios, y de pruebas diagnósticas».

EL CASO DE LA HIPERSOMNIA

Le preguntamos concretamente a esta pediatra por los casos de hipersomnia en el adolescente, fruto de ese déficit crónico de sueño, o Somnolencia Diurna Excesiva (SDE), y que se refiere a periodos de tiempo prolongados sin dormir, y por el que el adolescente se va durmiendo en el colegio, por ejemplo, o es hiperactivo e incapaz de sentarse en clase. Y es que el problema que hay hoy día con la hipersomnia en adolescentes es que ésta no suele descubrirse hasta que no se manifiesta en el rendimiento escolar del menor, y en que su vida diaria se ve alterada, por lo que su diagnóstico precoz es clave.

«En un estudio en 2008 de Pin y cols. realizado en 750 adolescentes entre 13-14 años, se observó que el 52,8 % presentaba SDE, cifra como vemos muy elevada. En la SDE intervienen muchos factores: problemas psiquiátricos o médicos, uso de medicamentos como metilfenidato, antihistamínicos, déficit de sueño, sueño fragmentado por luz, ruido, dolor, las nuevas tecnologías, una mala higiene del sueño y trastornos primarios del sueño (SRF, SPI)», relata la miembro de SEMA.

CÓMO SOSPECHAR DE HIPERSOMNIA

Con todo ello, preguntamos a esta pediatra por los principales signos de hipersomnia o déficit crónico de sueño, que tal y como apunta se manifiesta por: despertar matutino difícil; dormir el fin de semana dos horas más de lo habitual; somnolencia en horario escolar o siestas durante el día; alteraciones del ánimo, o del comportamiento durante el día, que mejoran cuando el paciente duerme más tiempo.

«Un déficit crónico de sueño se acompaña de alteraciones cognitivas, del aprendizaje, alteraciones emocionales con irritabilidad, psicológicas y físicas, afectando de forma muy importante a la calidad de vida del paciente y a su entorno. La expresión clínica de la SDE puede variar según la edad, así en los niños pequeños puede haber una necesidad de siestas o de hiperactividad paradójica, déficit de atención con problemas de aprendizaje y desarrollo; mientras que en adolescentes la clínica es similar al adulto con somnolencia, déficit cognitivo e irritabilidad, así como afectación del rendimiento escolar», agrega.

PUEDEN AFECTAR AL DESARROLLO DEL PACIENTE

Con todo ello, esta experta señala que los trastornos del sueño constituyen un problema de salud pública ya que, si no se tratan adecuadamente, afectarán al desarrollo del paciente, aparte de que pueden evolucionar a la edad adulta, a la vez que indica que su presencia puede exacerbar otros problemas que el paciente tenga de base.

Los problemas del sueño en la adolescencia pueden condicionar la salud en etapas posteriores, de manera que un tercio de los adolescentes que presentan problemas del sueño a los 16 años los tienen aún a los 23 años; mientras que un 10 %, a los 42 años. «Así pues, mejorar el sueño del adolescente es mejorar el sueño y la calidad de vida no sólo en la adolescencia, sino en las etapas posteriores de la vidad», avanza esta experta.

No obstante, considera que, en general los trastornos del sueño están infravalorados tanto por los pacientes, como por sus familias, y a veces por los propios profesionales. «Debemos tener en cuenta que estos problemas pueden prevenirse y tratarse. La reducción del déficit de sueño es posible mediante la educación y la difusión del conocimiento», insiste la miembro de SEMA.

En este sentido, recuerda que el estudio SHASTU (Sleep Habits in Students Performance, financiado por la UE dentro del programa Erasmus plus) refleja que el porcentaje de alumnos que superan la línea de corte de una mala calidad de sueño pasaba del 22,5 % al 12,3 % tras establecer durante dos años unos correctos hábitos e higiene del sueño dentro del programa formativo de los centros educativos.

CONSEJOS PARA QUE UN ADOLESCENTE DUERMA MEJOR

En última instancia, las medidas importantes para la higiene del sueño en el adolescente son, tal y como enumera:

-Mantener un horario regular al acostarse y despertarse, incluso el fin de semana.

-Crear un ambiente adecuado para dormir en cuanto a luz, temperatura, y ruido.

-Respetar el ciclo luz-oscuridad, la exposición a luz intensa por la mañana ayuda a adelantar la fase de sueño; debemos evitar el uso de gafas de sol en esas primeras horas; del mismo modo, el sueño debe conciliarse en un ambiente oscuro, pues la luz interfiere negativamente en la síntesis de melatonina.

-Ir al centro docente andando, o en bicicleta, por ejemplo.

-Evitar las siestas; pero si las precisa que sean cortas, de unos 10 minutos, al menos, seis horas antes de la hora previa de acostarse.

-No se aconseja el uso de tecnología una hora antes de acostarse y su dormitorio debe estar libre de tecnología.

-El ejercicio físico moderado intenso deberá practicarse, a ser posible, por la mañana o al inicio de la tarde, evitando hacerlo en las dos horas previas al sueño.

-Evitar cenar después de las 9 o las 9 y 30 de la noche.

-Evitar el consumo de alimentos/bebidas excitantes (chocolates, refrescos) y otras sustancias con efectos nocivos para la salud (tabaco, alcohol, drogas).

-Se debe usar la cama solo para dormir, y levantarse de ella si no puede conciliar el sueño (control de estímulo), restringiendo el tiempo en la cama al tiempo real de sueño (restricción de sueño).

-Uso de técnicas de relajación y estrategias cognitivo-conductuales para reducir la ansiedad.

-Los padres deberán ser entrenados en el reconocimiento del déficit de sueño: irritabilidad, difícil despertar, recuperación durante el fin de semana; además, deberán favorecer el ambiente propicio al sueño al final de la tarde y dar ejemplo con unas adecuadas medidas de higiene del sueño.

19 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de |Noticia

abril 22, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Pediatría, Psicología | Etiquetas: , , , , |

Fuente: Archivo. Los alimentos con vitamina C, ácido fólico y nutrientes con propiedades antiinflamatorias «ayudan a aliviar las reacciones alérgicas», según explica la experta en Medicina General del centro médico MGC Mutua, la doctora Nuria Paredes, con motivo de la llegada de la primavera, y consigo, las etapas de mayor polinización.

Según la doctora Paredes, «las alergias ocurren cuando el sistema inmunitario reacciona de manera exagerada ante una sustancia extraña, como puede ser el polvo, el polen, el veneno de las abejas o el pelo de las mascotas», así como «al ingerir ciertos alimentos, como los cacahuetes, el melocotón, el huevo, etc.».

En concreto, la manzana (con quercetina, un flavonoide que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico), el ajo y la cebolla (con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y vitaminas que ayudan a prevenir el envejecimiento celular), o el jengibre, son algunos de los alimentos aconsejables para la prevención de alergias.

En este sentido, la experta subraya que «una de las medidas más importantes es cuidar el sistema inmunológico y esto se consigue siguiendo una dieta saludable y equilibrada, rica en alimentos que cuiden, protejan y lo fortalezcan».

«Además, es muy importante realizar ejercicio físico frecuentemente, controlar el nivel de estrés diario y evitar fumar y beber alcohol», añade la doctora Paredes, quien distingue tres tipos de prevención.

PREVENCIÓN PRIMARIA, SECUNDARIA Y TERCIARIA

La experta en Medicina General determina, en primer lugar, la prevención primaria, recomendada a personas sin síntomas alérgicos pero con riesgo para desarrollar alergias, entre los que se encuentran familiares de pacientes con antecedentes de alergia, niños con alguna enfermedad congénita o adquirida, u otros que tienen síntomas de dermatitis atópica, asma y rinoconjuntivitis con estudio de alergia negativo. Al tratarse de pacientes difíciles de identificar, las medidas de prevención serán diferentes para cada caso.

La prevención secundaria, por otro lado, se lleva a cabo en personas con pruebas de alergia positivas, pero que no han experimentado síntomas. Se realiza para evitar que los síntomas se desarrollen y, en el caso de alergia a ciertos alimentos, por ejemplo, es habitual recomendar que el paciente, a pesar de la sensibilización, consuma el alimento si lo está tolerando bien y no le genera ningún síntoma o malestar.

Sin embargo, en materiales como el látex, a pesar de que el paciente lo tolere, no se recomienda exponerse a este material, puesto que es probable que termine desarrollando síntomas.

Por último, la prevención terciaria se realiza en aquellas personas que ya han tenido síntomas alérgicos para evitar que vuelvan a tenerlos o para intentar que sean más leves. Este grupo es el más fácilmente identificable y puede llevarse a cabo evitando el alérgeno y, cuando sea necesario, con un tratamiento farmacológico (medicación preventiva y/o inmunoterapia).

15 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

abril 16, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Alergia, Enfermedades dermatológicas, Enfermedades inmunológicas, Pediatría | Etiquetas: , , |
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Pediatras y gastroenterólogos han lanzado este lunes una campaña para sensibilizar sobre el dolor abdominal funcional que afecta al 30 % de los niños en edad escolar en el mundo, una causa importante de ausentismo de las aulas. Es un trastorno digestivo que provoca «dolores de barriga» muy frecuentes y continuados en el tiempo; se llama funcional porque no está causado por una enfermedad digestiva u otros problemas médicos, pero no significa que el dolor sea imaginario o fingido.

Según han informado este lunes la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica se suman a la iniciativa de sus homólogos europeos para concienciar y entender mejor este trastorno. Con ese fin se repartirá material educativo en diferentes idiomas entre familias y pediatras. El dolor abdominal funcional afecta al 30 % de
los niños en edad escolar y es el trastorno más habitual que se consulta a los pediatras.

Este problema genera una mala calidad de vida para el niño y se asocia a un mayor ausentismo escolar y a trastornos comórbidos de salud mental, como depresión y ansiedad, explica la nota de prensa. «El dolor abdominal funcional es un trastorno benigno pero insidioso que afecta a la vida diaria, no solo del niño que lo padece sino de toda la familia. «Si se aborda correctamente, más del 80 % de los niños que lo sufren no tendrán más dolor», señala Sanja Kolacek, de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica.

El profesor Marc A. Benninga, gastroenterólogo pediátrico, explica que «el dolor abdominal funcional es muy frecuente en todo el mundo». A veces es intermitente, pero suele afectar a la calidad de vida. Los niños que lo padecen sufren más ansiedad, depresión y una peor calidad de vida. El diagnóstico debe incluir: dolor episódico o continuo que dura al menos cuatro días al mes durante al menos dos meses, el dolor no se produce solo durante la comida o la menstruación, no cumple con los criterios de otros trastornos gastrointestinales funcionales
y no se puede explicar con otro trastorno clínico. Los niños también pueden quejarse de dolor de cabeza, mareos, cansancio, dolor en las extremidades y náuseas coexistentes.

08 abril 2024|Fuente: EFE|Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

abril 9, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Gastroenterología, Pediatría | Etiquetas: , , , , , |

lactancia maternaPuede ser un potencial preventivo de la leucemia linfoblástica aguda (LLA). No obstante, se debe profundizar en los mecanismos biológicos subyacentes.

Se asocia una mayor duración de la lactancia materna exclusiva con un menor riesgo de cáncer infantil, incluida la leucemia linfoblástica aguda (LLA), ¿el cáncer más común en la infancia? La respuesta parece ser sí, según los datos de un último estudio que recoge JAMA.

Trabajos anteriores ya han sugerido que la lactancia materna protege contra los cánceres infantiles, en particular la leucemia linfoblástica aguda (LLA). Sin embargo, la evidencia proviene únicamente de estudios de casos y controles.

En este estudio de cohorte, la duración más prolongada de la lactancia materna exclusiva se ha asociado con un riesgo reducido de LLA-BCP infantil, (leucemia precursora de células B infantiles), «lo que corrobora los resultados de investigaciones previas de casos y controles en este campo. Sin embargo, para informar sobre futuras intervenciones preventivas, las siguientes investigaciones deberían centrarse en los posibles mecanismos biológicos subyacentes a la asociación observada», según la coordinadora del estudio, Signe Holst Søegaard, de la Sociedad Danesa del Cáncer en Copenhague, Dinamarca, y especialista en cáncer infantil y enfermedades infecciosas pediátricas.

Este trabajo ha investigado si la duración de la lactancia materna exclusiva se asocia con el riesgo de desarrollar leucemia linfoblástica aguda y otros cánceres infantiles.  En concreto, los resultados de esta cohorte para LLA-BCP «se alinean con la reducción de aproximadamente un 30% del riesgo de LLA en niños amamantados exclusivamente durante al menos 4 meses frente a los que nunca fueron amamantados, en análisis conjuntos recientes de estudios internacionales de casos y controles que incluyeron a más de 10.000 niños con LLA», explica la coordinadora.

Datos del registro infantil de salud 

En este estudio de cohorte poblacional que incluyó a 309.473 niños daneses, la lactancia materna exclusiva durante al menos 3 meses o más se asoció con un menor riesgo de cánceres hematológicos infantiles, particularmente LLA de precursores de células B, pero no con riesgo de tumores sólidos o del Sistema Nervioso Central (SNC), hecho que, según los autores, sugiere que «una duración más prolongada de la lactancia materna puede ser un factor potencial en la prevención de la LLA de precursores de células B infantil».

Para el análisis se incluyeron todos los niños nacidos en Dinamarca entre enero de 2005 y diciembre de 2018 con información disponible -del Registro Nacional de Salud Infantil de Dinamarca- sobre la duración de la lactancia materna exclusiva.

Se excluyeron niños en los que faltaba información sobre el peso al nacer, edad gestacional, edad y nivel educativo. Tampoco se incluyen niños con síndrome de Down debido a su mayor riesgo de leucemia con una biología distinta.

De los 309.473 niños analizados, 332 niños (el 0,1%) fueron diagnosticados con cáncer en edades comprendidas entre el año y los 14 años, con una edad media de 4 años en el momento del diagnóstico. De estos, 124 (un 37,3%) fueron diagnosticados con cánceres hematológicos (un 65,3% fueron LLA, de los cuales un 91,4% fueron LLA de precursores de células B). Un 13,3% presentaron tumores del SNC, un 24,1% tumores sólidos y un 25,3% presentó otras neoplasias no especificadas.

En comparación con la duración de la lactancia materna exclusiva de menos de 3 meses, la lactancia materna exclusiva durante 3 meses o más se asoció con un menor riesgo de cánceres hematológicos, lo que se atribuyó en gran medida a un menor riesgo de LLA-BCP, pero no con riesgo de tumores del SNC o tumores sólidos.

Mecanismos implicados 

Sobre los mecanismos que establecen la potencial relación entre lactancia materna exclusiva y duradera y LLA infantil, la investigación detalla que los modelos actuales postulan que el desarrollo infantil de LLA-BCP comienza, a menudo, antes del nacimiento, cuando -y por razones desconocidas- un evento genético inicial da lugar a un clon preleucémico (como ETV6-RUNX1 ).

La prevalencia de la preleucemia en los recién nacidos es un aspecto que aún se debate, pero lo más probable es que la LLA-BCP se desarrolle solo en una pequeña proporción de niños nacidos con preleucemia”, explica Holst Søegaard, quien recuerda que durante mucho tiempo se ha especulado que, en estos niños, la transformación maligna de un clon preleucémico en LLA es desencadenada por una respuesta inmune desregulada a las infecciones.

Ver artículo:  Bailey HD. Exploring Exclusive Breastfeeding and Childhood Cancer Using Linked Data. JAMA Netw Open[Internet]. 2024[citado 02 abr 2024];7(3): e243075. doi:10.1001/jamanetworkopen.2024.3075

02 abril 2024| Fuente: Diario Médico| Tomado de | Medicina| Ginecología y Obstetricia

ninos1El cáncer pediátrico, también llamado cáncer del desarrollo, es poco frecuente. En todo el mundo, se diagnostican unos 400.000 nuevos casos al año. La probabilidad de que una niña o un niño desarrolle dos cánceres independientes en su etapa infantil es extremadamente baja. Sin embargo, estos casos se dan y estudiar el origen de estas segundas neoplasias no solo sirve para explicar estos casos concretos, sino que también contribuye a entender mejor el origen del cáncer pediátrico en general.

En un estudio publicado hoy por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el PCCB-Hospital Sant Joan de Déu · Institut de Recerca Sant Joan de Déu (HSJD – IRSJD) en la revista Cancer Discovery, un equipo científico ha logrado importantes avances en la comprensión delorigen del cáncer infantil.

El trabajo no sólo esclarece el origen de las patologías tan improbables de estos pacientes, sino que mejora la comprensión de los cánceres pediátricos en general. En el futuro, este conocimiento podría contribuir a determinar el tratamiento y seguimiento de los pacientes jóvenes”, reflexiona el Dr. Abel González-Pérez.

 La huella mutacional de la quimioterapia

El estudio se enfocó en explorar el origen de estos segundos cánceres, utilizando técnicas avanzadas de secuenciación del genoma. Los resultados revelaron que las terapias contra el cáncer, específicamente aquellas basadas en el platino, introducen mutaciones —cambios en el ADN— en el segundo tumor y en los tejidos sanos de los niños. Esta huella mutacional específica ayuda a entender cuándo se formó el segundo cáncer.

En concreto, uno de los pacientes del estudio desarrolló una leucemia (o cáncer de la sangre) cuatro años después de haber sido sometido a quimioterapia para el tratamiento de un primer tumor (sarcoma) en una pierna. Los patrones mutacionales que se hallaron, desvelaron que la leucemia se desarrolló posteriormente a este tratamiento.

Aunque sabemos que la quimioterapia recibida años antes está relacionada con el desarrollo del segundo cáncer, no podemos determinar si este ha sido causado por la acción mutagénica de la quimio, o por otras causas. Sea como sea, estas terapias aumentan el número de mutaciones en el cuerpo de los niños más allá de lo que se acumularía naturalmente con el tiempo, lo que nos hace preguntarnos cómo podrían afectar su salud en el futuro”, explica la primera autora del trabajo, la investigadora postdoctoral del IRB Barcelona Dra. Mónica Sánchez-Guixé.

Mutaciones tempranas o eventos independientes

Otro descubrimiento clave del estudio es que, en el caso de un paciente, ambos tumores (tanto el primero como el segundo, que se manifestó 8 años después) se desarrollaron a partir de una única mutación, que el niño había adquirido en una etapa temprana de su desarrollo embrionario, mucho antes de haber recibido cualquier tratamiento contra el cáncer.

La importancia de compartir los datos clínicos para impulsar la investigación

El progreso en la investigación médica, especialmente en áreas tan complejas y críticas como el cáncer, depende en gran medida de la disponibilidad y el análisis de datos clínicos. Especialmente en el caso de enfermedades raras (el cáncer del desarrollo es una de ellas), la falta de datos es uno de los mayores obstáculos en su investigación, ya que limita la capacidad de los científicos para identificar patrones, probar hipótesis y desarrollar terapias eficaces.

La decisión de pacientes y familias de compartir esta información tan personal y sensible es un acto de generosidad que tiene el potencial de transformar la investigación y salvar vidas. “Este estudio no hubiera sido posible si los padres de los pacientes no hubieran demostrado un compromiso total con la investigación a lo largo de todo su camino. Primero autorizando el uso de las muestras de sus hijos para seguir investigando. Segundo, autorizando el estudio de las muestras de autopsia en los casos de fallecimiento, un acto de donación extraordinario y con clara vocación para seguir ayudando a los siguientes afectados. Este convencimiento es lo que ha impulsado la creación del Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB)”, añade el Dr. Jaume Mora, Director Científico del Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu y coordinador del programa de Cáncer Pediátrico del IRSJD.

Este estudio, no solo contribuye significativamente a nuestra comprensión del cáncer pediátrico, sino que también enfatiza la importancia de mejorar los tratamientos pensando en el futuro de los pacientes, asegurando no solo su supervivencia, sino también su calidad de vida a largo plazo” concluye la Dra. Núria López-Bigas, investigadora ICREA del IRB Barcelona.

Ver artículo: Sánchez Guixé M, Muiños F, Pinheiro Santin M, González Huici V, Rodriguez Hernandez CJ, Avgustinova A, et al. Origins of Second Malignancies in Children and Mutational Footprint of Chemotherapy in Normal Tissues. Cancer Discov[Internet]. 2024[citado 20 mar 2024]; https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-23-1186

20 marzo 2024| Fuente: Dicyt| Tomado de| Noticias|Salud

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