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Los alimentos con vitamina C, ácido fólico y nutrientes con propiedades antiinflamatorias «ayudan a aliviar las reacciones alérgicas», según explica la experta en Medicina General del centro médico MGC Mutua, la doctora Nuria Paredes, con motivo de la llegada de la primavera, y consigo, las etapas de mayor polinización.
Según la doctora Paredes, «las alergias ocurren cuando el sistema inmunitario reacciona de manera exagerada ante una sustancia extraña, como puede ser el polvo, el polen, el veneno de las abejas o el pelo de las mascotas», así como «al ingerir ciertos alimentos, como los cacahuetes, el melocotón, el huevo, etc.».
En concreto, la manzana (con quercetina, un flavonoide que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico), el ajo y la cebolla (con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y vitaminas que ayudan a prevenir el envejecimiento celular), o el jengibre, son algunos de los alimentos aconsejables para la prevención de alergias.
En este sentido, la experta subraya que «una de las medidas más importantes es cuidar el sistema inmunológico y esto se consigue siguiendo una dieta saludable y equilibrada, rica en alimentos que cuiden, protejan y lo fortalezcan».
«Además, es muy importante realizar ejercicio físico frecuentemente, controlar el nivel de estrés diario y evitar fumar y beber alcohol», añade la doctora Paredes, quien distingue tres tipos de prevención.
PREVENCIÓN PRIMARIA, SECUNDARIA Y TERCIARIA
La experta en Medicina General determina, en primer lugar, la prevención primaria, recomendada a personas sin síntomas alérgicos pero con riesgo para desarrollar alergias, entre los que se encuentran familiares de pacientes con antecedentes de alergia, niños con alguna enfermedad congénita o adquirida, u otros que tienen síntomas de dermatitis atópica, asma y rinoconjuntivitis con estudio de alergia negativo. Al tratarse de pacientes difíciles de identificar, las medidas de prevención serán diferentes para cada caso.
La prevención secundaria, por otro lado, se lleva a cabo en personas con pruebas de alergia positivas, pero que no han experimentado síntomas. Se realiza para evitar que los síntomas se desarrollen y, en el caso de alergia a ciertos alimentos, por ejemplo, es habitual recomendar que el paciente, a pesar de la sensibilización, consuma el alimento si lo está tolerando bien y no le genera ningún síntoma o malestar.
Sin embargo, en materiales como el látex, a pesar de que el paciente lo tolere, no se recomienda exponerse a este material, puesto que es probable que termine desarrollando síntomas.
Por último, la prevención terciaria se realiza en aquellas personas que ya han tenido síntomas alérgicos para evitar que vuelvan a tenerlos o para intentar que sean más leves. Este grupo es el más fácilmente identificable y puede llevarse a cabo evitando el alérgeno y, cuando sea necesario, con un tratamiento farmacológico (medicación preventiva y/o inmunoterapia).
15 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
abr
9
Pediatras y gastroenterólogos han lanzado este lunes una campaña para sensibilizar sobre el dolor abdominal funcional que afecta al 30 % de los niños en edad escolar en el mundo, una causa importante de ausentismo de las aulas. Es un trastorno digestivo que provoca «dolores de barriga» muy frecuentes y continuados en el tiempo; se llama funcional porque no está causado por una enfermedad digestiva u otros problemas médicos, pero no significa que el dolor sea imaginario o fingido.
Según han informado este lunes la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica se suman a la iniciativa de sus homólogos europeos para concienciar y entender mejor este trastorno. Con ese fin se repartirá material educativo en diferentes idiomas entre familias y pediatras. El dolor abdominal funcional afecta al 30 % de
los niños en edad escolar y es el trastorno más habitual que se consulta a los pediatras.
Este problema genera una mala calidad de vida para el niño y se asocia a un mayor ausentismo escolar y a trastornos comórbidos de salud mental, como depresión y ansiedad, explica la nota de prensa. «El dolor abdominal funcional es un trastorno benigno pero insidioso que afecta a la vida diaria, no solo del niño que lo padece sino de toda la familia. «Si se aborda correctamente, más del 80 % de los niños que lo sufren no tendrán más dolor», señala Sanja Kolacek, de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica.
El profesor Marc A. Benninga, gastroenterólogo pediátrico, explica que «el dolor abdominal funcional es muy frecuente en todo el mundo». A veces es intermitente, pero suele afectar a la calidad de vida. Los niños que lo padecen sufren más ansiedad, depresión y una peor calidad de vida. El diagnóstico debe incluir: dolor episódico o continuo que dura al menos cuatro días al mes durante al menos dos meses, el dolor no se produce solo durante la comida o la menstruación, no cumple con los criterios de otros trastornos gastrointestinales funcionales
y no se puede explicar con otro trastorno clínico. Los niños también pueden quejarse de dolor de cabeza, mareos, cansancio, dolor en las extremidades y náuseas coexistentes.
08 abril 2024|Fuente: EFE|Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
abr
3
Puede ser un potencial preventivo de la leucemia linfoblástica aguda (LLA). No obstante, se debe profundizar en los mecanismos biológicos subyacentes.
Se asocia una mayor duración de la lactancia materna exclusiva con un menor riesgo de cáncer infantil, incluida la leucemia linfoblástica aguda (LLA), ¿el cáncer más común en la infancia? La respuesta parece ser sí, según los datos de un último estudio que recoge JAMA.
Trabajos anteriores ya han sugerido que la lactancia materna protege contra los cánceres infantiles, en particular la leucemia linfoblástica aguda (LLA). Sin embargo, la evidencia proviene únicamente de estudios de casos y controles.
En este estudio de cohorte, la duración más prolongada de la lactancia materna exclusiva se ha asociado con un riesgo reducido de LLA-BCP infantil, (leucemia precursora de células B infantiles), «lo que corrobora los resultados de investigaciones previas de casos y controles en este campo. Sin embargo, para informar sobre futuras intervenciones preventivas, las siguientes investigaciones deberían centrarse en los posibles mecanismos biológicos subyacentes a la asociación observada», según la coordinadora del estudio, Signe Holst Søegaard, de la Sociedad Danesa del Cáncer en Copenhague, Dinamarca, y especialista en cáncer infantil y enfermedades infecciosas pediátricas.
Este trabajo ha investigado si la duración de la lactancia materna exclusiva se asocia con el riesgo de desarrollar leucemia linfoblástica aguda y otros cánceres infantiles. En concreto, los resultados de esta cohorte para LLA-BCP «se alinean con la reducción de aproximadamente un 30% del riesgo de LLA en niños amamantados exclusivamente durante al menos 4 meses frente a los que nunca fueron amamantados, en análisis conjuntos recientes de estudios internacionales de casos y controles que incluyeron a más de 10.000 niños con LLA», explica la coordinadora.
Datos del registro infantil de salud
En este estudio de cohorte poblacional que incluyó a 309.473 niños daneses, la lactancia materna exclusiva durante al menos 3 meses o más se asoció con un menor riesgo de cánceres hematológicos infantiles, particularmente LLA de precursores de células B, pero no con riesgo de tumores sólidos o del Sistema Nervioso Central (SNC), hecho que, según los autores, sugiere que «una duración más prolongada de la lactancia materna puede ser un factor potencial en la prevención de la LLA de precursores de células B infantil».
Para el análisis se incluyeron todos los niños nacidos en Dinamarca entre enero de 2005 y diciembre de 2018 con información disponible -del Registro Nacional de Salud Infantil de Dinamarca- sobre la duración de la lactancia materna exclusiva.
Se excluyeron niños en los que faltaba información sobre el peso al nacer, edad gestacional, edad y nivel educativo. Tampoco se incluyen niños con síndrome de Down debido a su mayor riesgo de leucemia con una biología distinta.
De los 309.473 niños analizados, 332 niños (el 0,1%) fueron diagnosticados con cáncer en edades comprendidas entre el año y los 14 años, con una edad media de 4 años en el momento del diagnóstico. De estos, 124 (un 37,3%) fueron diagnosticados con cánceres hematológicos (un 65,3% fueron LLA, de los cuales un 91,4% fueron LLA de precursores de células B). Un 13,3% presentaron tumores del SNC, un 24,1% tumores sólidos y un 25,3% presentó otras neoplasias no especificadas.
En comparación con la duración de la lactancia materna exclusiva de menos de 3 meses, la lactancia materna exclusiva durante 3 meses o más se asoció con un menor riesgo de cánceres hematológicos, lo que se atribuyó en gran medida a un menor riesgo de LLA-BCP, pero no con riesgo de tumores del SNC o tumores sólidos.
Mecanismos implicados
Sobre los mecanismos que establecen la potencial relación entre lactancia materna exclusiva y duradera y LLA infantil, la investigación detalla que los modelos actuales postulan que el desarrollo infantil de LLA-BCP comienza, a menudo, antes del nacimiento, cuando -y por razones desconocidas- un evento genético inicial da lugar a un clon preleucémico (como ETV6-RUNX1 ).
La prevalencia de la preleucemia en los recién nacidos es un aspecto que aún se debate, pero lo más probable es que la LLA-BCP se desarrolle solo en una pequeña proporción de niños nacidos con preleucemia”, explica Holst Søegaard, quien recuerda que durante mucho tiempo se ha especulado que, en estos niños, la transformación maligna de un clon preleucémico en LLA es desencadenada por una respuesta inmune desregulada a las infecciones.
Ver artículo: Bailey HD. Exploring Exclusive Breastfeeding and Childhood Cancer Using Linked Data. JAMA Netw Open[Internet]. 2024[citado 02 abr 2024];7(3): e243075. doi:10.1001/jamanetworkopen.2024.3075
02 abril 2024| Fuente: Diario Médico| Tomado de | Medicina| Ginecología y Obstetricia
mar
21
El cáncer pediátrico, también llamado cáncer del desarrollo, es poco frecuente. En todo el mundo, se diagnostican unos 400.000 nuevos casos al año. La probabilidad de que una niña o un niño desarrolle dos cánceres independientes en su etapa infantil es extremadamente baja. Sin embargo, estos casos se dan y estudiar el origen de estas segundas neoplasias no solo sirve para explicar estos casos concretos, sino que también contribuye a entender mejor el origen del cáncer pediátrico en general.
En un estudio publicado hoy por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el PCCB-Hospital Sant Joan de Déu · Institut de Recerca Sant Joan de Déu (HSJD – IRSJD) en la revista Cancer Discovery, un equipo científico ha logrado importantes avances en la comprensión delorigen del cáncer infantil.
El trabajo no sólo esclarece el origen de las patologías tan improbables de estos pacientes, sino que mejora la comprensión de los cánceres pediátricos en general. En el futuro, este conocimiento podría contribuir a determinar el tratamiento y seguimiento de los pacientes jóvenes”, reflexiona el Dr. Abel González-Pérez.
La huella mutacional de la quimioterapia
El estudio se enfocó en explorar el origen de estos segundos cánceres, utilizando técnicas avanzadas de secuenciación del genoma. Los resultados revelaron que las terapias contra el cáncer, específicamente aquellas basadas en el platino, introducen mutaciones —cambios en el ADN— en el segundo tumor y en los tejidos sanos de los niños. Esta huella mutacional específica ayuda a entender cuándo se formó el segundo cáncer.
En concreto, uno de los pacientes del estudio desarrolló una leucemia (o cáncer de la sangre) cuatro años después de haber sido sometido a quimioterapia para el tratamiento de un primer tumor (sarcoma) en una pierna. Los patrones mutacionales que se hallaron, desvelaron que la leucemia se desarrolló posteriormente a este tratamiento.
Aunque sabemos que la quimioterapia recibida años antes está relacionada con el desarrollo del segundo cáncer, no podemos determinar si este ha sido causado por la acción mutagénica de la quimio, o por otras causas. Sea como sea, estas terapias aumentan el número de mutaciones en el cuerpo de los niños más allá de lo que se acumularía naturalmente con el tiempo, lo que nos hace preguntarnos cómo podrían afectar su salud en el futuro”, explica la primera autora del trabajo, la investigadora postdoctoral del IRB Barcelona Dra. Mónica Sánchez-Guixé.
Mutaciones tempranas o eventos independientes
Otro descubrimiento clave del estudio es que, en el caso de un paciente, ambos tumores (tanto el primero como el segundo, que se manifestó 8 años después) se desarrollaron a partir de una única mutación, que el niño había adquirido en una etapa temprana de su desarrollo embrionario, mucho antes de haber recibido cualquier tratamiento contra el cáncer.
La importancia de compartir los datos clínicos para impulsar la investigación
El progreso en la investigación médica, especialmente en áreas tan complejas y críticas como el cáncer, depende en gran medida de la disponibilidad y el análisis de datos clínicos. Especialmente en el caso de enfermedades raras (el cáncer del desarrollo es una de ellas), la falta de datos es uno de los mayores obstáculos en su investigación, ya que limita la capacidad de los científicos para identificar patrones, probar hipótesis y desarrollar terapias eficaces.
La decisión de pacientes y familias de compartir esta información tan personal y sensible es un acto de generosidad que tiene el potencial de transformar la investigación y salvar vidas. “Este estudio no hubiera sido posible si los padres de los pacientes no hubieran demostrado un compromiso total con la investigación a lo largo de todo su camino. Primero autorizando el uso de las muestras de sus hijos para seguir investigando. Segundo, autorizando el estudio de las muestras de autopsia en los casos de fallecimiento, un acto de donación extraordinario y con clara vocación para seguir ayudando a los siguientes afectados. Este convencimiento es lo que ha impulsado la creación del Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB)”, añade el Dr. Jaume Mora, Director Científico del Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu y coordinador del programa de Cáncer Pediátrico del IRSJD.
Este estudio, no solo contribuye significativamente a nuestra comprensión del cáncer pediátrico, sino que también enfatiza la importancia de mejorar los tratamientos pensando en el futuro de los pacientes, asegurando no solo su supervivencia, sino también su calidad de vida a largo plazo” concluye la Dra. Núria López-Bigas, investigadora ICREA del IRB Barcelona.
Ver artículo: Sánchez Guixé M, Muiños F, Pinheiro Santin M, González Huici V, Rodriguez Hernandez CJ, Avgustinova A, et al. Origins of Second Malignancies in Children and Mutational Footprint of Chemotherapy in Normal Tissues. Cancer Discov[Internet]. 2024[citado 20 mar 2024]; https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-23-1186
20 marzo 2024| Fuente: Dicyt| Tomado de| Noticias|Salud
mar
15
Una investigación realizada por químicos de la Universidad de La Laguna ha hallado en muestras de purés y compotas infantiles la presencia de al menos 5 ftalatos, unos compuestos utilizados como plastificantes para los envases de alimentos que han sido considerados disruptores endocrinos.
El estudio forma parte de la investigación que en este ámbito realizan desde 2018 los científicos Bárbara Socas, Javier González, Antonio Herrera, Álvaro Santana y Javier Hernández, del grupo de investigación AQAIMPA del Departamento de Química de La Laguna, y que para ello han validado y aplicado una metodología eficaz para analizar ftalatos en productos alimenticios. La autora principal del estudio, la profesora ayudante doctor Bárbara Socas, explica en una entrevista a EFE que el objetivo del grupo de investigadores es evaluar los compuestos que se utilizan en la producción de plásticos y que pueden migrar hacia los alimentos o el medio ambiente.
Al respecto, precisa la investigadora que cuando se fabrica el plástico se le añaden sustancias para mejorar su calidad, que tengan un determinado color, sean más flexibles o más resistentes en función de donde se vayan a aplicar y uno de los grupos más importantes de estos compuestos son los ftalatos. Y ¿qué problema plantean los ftalatos?: que, en la síntesis, en la preparación industrial, no están unidos desde el punto de vista químico con fortaleza a la estructura del plástico, por lo que pueden migrar, desplazarse, por todo el medio que lo rodea. Esto puede ocurrir al ser sometidos a temperaturas altas, a un disolvente que favorezca su ruptura o simplemente, por la prolongación de su tiempo de uso.
Cuando empezamos a estudiar esta cuestión nos planteamos si el tipo de alimentos que vienen envasados en plástico y se calientan en el microondas van a estar sometidos a estos compuestos, y de ahí surgió la investigación y, especialmente, en alimentos infantiles por ser uno de los grupos de población más vulnerables’, detalla Bárbara Socas.
El hecho de que estos compuestos migren puede afectar negativamente a la salud porque se trata de disruptores endocrinos, esto significa que pueden alterar el funcionamiento del sistema endocrino al igual que los exoestrógenos y los plaguicidas.
Ello puede inducir a desarrollar enfermedades relacionadas con el sistema reproductivo, menarquía precoz en niñas, disminución de la calidad del esperma en los varones, deformaciones en el sistema reproductivo y otro tipo de patologías cardiovasculares. Para este estudio en particular se analizaron muestras de alimentos infantiles adquiridos en distintos comercios de Tenerife y con características diferentes: fruta, carne, pollo, pescado y mezcla de sabores, y con distintos tipos de envasado, como plástico, vidrio y aluminio. Los investigadores validaron la metodología para identificar un grupo de 14 ftalatos y al analizar los alimentos encontraron que había al menos cinco de ellos en todas las muestras salvo uno, que era un adipato, un compuesto que se utiliza como sustitutivo de los ftalatos y que actualmente también es considerado perjudicial para la salud.
Uno de los resultados de la investigación es que también había ftalatos en los alimentos envasados en vidrio, por lo que la hipótesis es que el compuesto migra a partir de la goma plástica incluida en la tapa metálica del recipiente.
14 marzo 2024 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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15
El masaje infantil es una práctica milenaria que va más allá de la mera manipulación física. No solo proporciona alivio físico, sino que también contribuye al desarrollo emocional y social del bebé. Aquí algunos de los múltiples beneficios que esta maravillosa y sencilla herramienta puede ofrecer:
La piel, el órgano más extenso del cuerpo humano, desempeña un papel crucial en nuestra comunicación con el mundo exterior. En este contexto, el masaje emerge como una técnica que va más allá de la mera manipulación física.
La aplicación de movimientos suaves y rítmicos en el cuerpo del niño es una práctica milenaria que no solo le proporciona alivio físico, sino que contribuye a su desarrollo emocional y social. Se utiliza en consulta pediátrica, pero también es recomendable para que los padres –siempre con el debido asesoramiento profesional sanitario– fortalezcan los vínculos afectivos y promuevan el bienestar de su pequeño.
Impacto multisistémico. El masaje infantil no se limita a la piel; su influencia benéfica se extiende al sistema nervioso y circulatorio. El masaje estimula el flujo sanguíneo y linfático, mejorando la oxigenación de los tejidos y la eliminación de toxinas.
Desarrollo motor. Contribuye a la estimulación de los músculos y la mejora de la flexibilidad y coordinación, lo que puede favorecer hitos importantes en el desarrollo motor del bebé, como el control de la cabeza, el volteo, el gateo y el momento de empezar a caminar. Además, al promover una postura corporal más adecuada, el masaje infantil puede ayudar a prevenir problemas ortopédicos y a optimizar la alineación estructural del cuerpo en crecimiento.
Vínculo afectivo. Además de calmar al bebé, este contacto directo establece una conexión profunda con el cuidador, fundamental para el desarrollo emocional y social del niño. Este vínculo se ve reforzado por la conexión “piel con piel”, que fomenta un sentido profundo de seguridad y pertenencia en él.
Reducción del estrés y ansiedad. Los movimientos suaves y rítmicos del masaje disminuyen las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Adicionalmente, la liberación de endorfinas promueve la relajación y la sensación de bienestar.
Alivio de molestias. El masaje abdominal puede atajar problemas comunes en el bebé como los cólicos y la dificultad para evacuar, favoreciendo el tránsito intestinal y el funcionamiento del sistema digestivo. También se puede utilizar como herramienta terapéutica en consulta pediátrica para calmar la tensión muscular y abordar problemas específicos como el tono muscular alterado, la rigidez o la falta de coordinación.
Desarrollo cognitivo. El contacto físico y la atención durante el masaje contribuyen al desarrollo cerebral del bebé. La estimulación sensorial mejora la percepción y la cognición.
Conciencia corporal. Ayuda a los bebés a desarrollarla al estimular diferentes partes del cuerpo y proporcionar experiencias táctiles variadas. Esto puede reforzar la coordinación motora, el equilibrio y la postura adecuada a medida que los niños crecen.
El momento adecuado
Hay situaciones en las que el masaje infantil se revela especialmente eficaz, como las siguientes:
Después del baño. Es una forma perfecta de relajar al bebé, ya que la piel está suave y receptiva, y el pequeño, listo para recibir cariño.
Antes de dormir. Un masaje suave puede ayudar a calmar al niño y prepararlo para un sueño reparador.
Momentos puntuales de tensión o molestias o simplemente como rutina diaria.
También hay que tener en cuenta que los beneficios del masaje no se limitan a los bebés; se amplían a niños con necesidades especiales y prematuros, que pueden experimentar sus efectos positivos hasta edades más avanzadas. Para que el pequeño reciba los beneficios descritos, el masaje debe ser enseñado por profesionales de la salud pediátrica.
El masaje infantil trasciende lo meramente físico para convertirse en una herramienta terapéutica intuitiva que nutre tanto el cuerpo como el alma del bebé. Padres y cuidadores: no subestimen el poder de sus manos amorosas, anímense a explorar este camino de caricias y afecto. Su pequeño ángel se lo agradecerá.
13 marzo 2024| Fuente: The Conversation| Tomado de | Salud