Imagen: ElDiariodotesEspecialistas de la Universidad de Granada, el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (IBS Granada) y el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) han presentado un estudio que analiza la relación entre la fuerza muscular y la salud mental en adultos mayores cognitivamente sanos.

El trabajo incluye noventa adultos mayores (el 57 % mujeres) y ofrece nuevas perspectivas sobre cómo la condición física puede influir en el bienestar psicológico de las personas mayores, ha informado este martes el Ibima en un comunicado.

El estudio, publicado en la revista International Journal of Clinical and Health Psychology, se centró en evaluar la fuerza muscular a través de varias pruebas, como la fuerza de agarre manual, sentadillas y ejercicios de extensión de codo y rodilla, así como mediante indicadores percibidos como la Escala Internacional de Aptitud Física (IFIS).

Además, se evaluaron diversos aspectos de la salud mental, incluyendo la ansiedad, la depresión, el estrés, la soledad, la satisfacción con la vida, la autoestima y el bienestar emocional.

Una de las investigadoras, María Rodríguez, ha señalado que los resultados «indican que existe una asociación significativa entre la fuerza de agarre y la autoestima, así como entre la fuerza percibida y los síntomas depresivos».

Además, ha incidido en que «los hallazgos en este estudio subrayan la importancia de mantener una buena fuerza muscular no solo para la salud física, sino también para el bienestar mental en la tercera edad».

Otro investigador, Darío Bellón, ha recordado la relevancia de estos resultados para la práctica clínica, ya que «la identificación de la fuerza muscular como un factor modificable puede abrir nuevas vías para la intervención y prevención de problemas de salud mental en adultos mayores, reforzando la necesidad de promover programas de ejercicio físico adaptados a esta población».

Este estudio forma parte del ensayo aleatorizado controlado AGUEDA (Active Gains in brain Using Exercise During Aging).

AGUEDA ha desarrollado una intervención de fuerza muscular de seis meses de duración para examinar si las mejoras en fuerza muscular tras el programa de ejercicio producen mejoras en la salud mental y cognitiva en adultos mayores, e identificar los mecanismos de acción que subyacen a estas mejoras.

24 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Evan Vucci / APEl número de tratamientos hospitalarios de la enfermedad de Alzheimer aumentó un 82 % en los últimos 20 años en Alemania, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, el próximo 21 de septiembre, Destatis indicó que en 2021 fueron tratados de forma estacionaria alrededor de 18 700 pacientes por esta demencia sin cura, un 82 % más que hace 20 años.

Solo fueron tratadas menos personas por Alzheimer en los años 2020 y 2021, durante la pandemia de coronavirus, dado que los tratamientos que requieren de planificación fueron pospuestos en parte.

De acuerdo con la información, más de 9 200 personas murieron en 2021 de Alzheimer, casi el doble que 20 años antes (+ 94 %).

El claro aumento de las cifras también es atribuible al envejecimiento de la población. En 2021 vivían en Alemania un 31 % más personas de más de 65 años y un 88 % más personas de más de 80 años que 20 años antes.

El riesgo de enfermar de Alzheimer aumenta con la edad. De acuerdo con la Destatis, alrededor de nueve de diez pacientes tenían 70 o más años en 2021. Con un 30 % de casos, las personas con Alzheimer de 80 a 84 años fueron tratadas con frecuencia en hospitales.

18 septiembre 2024|Fuente: DPA |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

septiembre 20, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Demencia, Enferm. Psiquiát. y Psicológicas, Estadística, Geriatría, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna | Etiquetas: , , |

Imagen: Archivo.Una red global de doctores y laboratorios trabaja para detectar la aparición de nuevas amenazas virales, muchas motivadas por el cambio climático, en un intento de evitar la próxima pandemia mundial.

Esta coalición de «cazadores de virus», como se llaman a ellos mismos, ha destapado ya una inusual enfermedad transmitida por garrapatas en Tailandia o un brote infeccioso en Colombia propagado por mosquitos.

«La relación de cuestiones por las que nos tenemos que preocupar, como vimos en el covid-19, no es estática», afirma Gavin Cloherty, experto en enfermedades infecciosas que dirige la Coalición de Defensa contra Pandemias de Abbott.

«Tenemos que estar muy atentos a los tipos malos que ya conocemos y que están evolucionando (…) Pero también a si hay nuevos niños en el barrio», dice a la AFP.

La coalición reúne a doctores y científicos en universidades e instituciones sanitarias de todo el mundo, financiados por el gigante de dispositivos médicos y sanitarios Abbott.

Al descubrir nuevas amenazas, la coalición otorga a la empresa una ventaja a la hora de diseñar los test diagnósticos que fueron claves en la respuesta a la pandemia del covid.

Su implicación dota a la coalición de amplios recursos y de la capacidad de detectar y secuenciar, pero también responder a los nuevos virus.

«Cuando encontramos algo, somos capaces de desarrollar rápidamente test de diagnóstico a nivel industrial», dice Cloherty.

«La idea es contener un brote, de forma que podamos prevenir una pandemia», agrega.

La coalición ha secuenciado aproximadamente 13 000 muestras desde que empezó a funcionar en 2021.

En Colombia descubrió un brote de Oropouche, un virus transmitido por jejenes y mosquitos que apenas se había observado previamente.

El trabajo filogenético para trazar el árbol familiar de la cepa reveló que procedía de Perú o Ecuador y no de Brasil, otro foco de esta enfermedad.

«Puedes ver de dónde vienen las cosas. Es importante desde una perspectiva de salud pública», afirma Cloherty.

Vínculo con el cambio climático

Más recientemente, la coalición trabajó con médicos en Tailandia para descubrir que un virus propagado por garrapatas estaba detrás de un misterioso grupo de casos de pacientes enfermos.

«En ese momento no sabíamos qué virus causaba este síndrome», explica Pakpoom Phoompoung, profesor asociado de enfermedades infecciosas en el hospital Siriraj de Bangkok.

El análisis y la secuenciación de muestras tomadas desde 2014 concluyó que muchas eran positivas del virus de fiebre severa con síndrome trombocitopénico (SFTSV).

«Menos de diez paciente habían sido diagnosticados (previamente) con SFTSV en Tailandia (…) No tenemos test PCR de diagnosis, no tenemos serología para el diagnóstico de esta infección viral», cuenta Pakpoom a la AFP.

Diagnosticarla «es difícil, necesita mucha mano de obra y también es costoso».

Pero al mismo tiempo crece la necesidad de controlar estas amenazas porque el cambio climático amplía globalmente el espectro de las enfermedades infecciosas.

El vínculo entre cambio climático y las enfermedades infecciosas ha quedado bien establecido por la ciencia y es multifacético.

Unas condiciones más cálidas permiten que transmisores como los mosquitos puedan vivir en nuevos entornos, el aumento de las lluvias intensas crea más criaderos y los episodios meteorológicos extremos dejan a más personas a la intemperie, donde son más vulnerables.

El impacto humano en el planeta fomenta la expansión y la evolución de las enfermedades infecciosas de otras maneras: la pérdida de biodiversidad fuerza a los virus a evolucionar en nuevos huéspedes y empuja a los animales más cerca de las zonas pobladas.

De Bangkok a Boston

El análisis filogenético de la cepa del SFTSV en Tailandia ofrece un ejemplo de las complejas interrelaciones.

El virus pasó de una especie de garrapata con una reducida presencia geográfica a la garrapata asiática de cuernos largos, más resistente y expandida.

Los análisis sugieren que su evolución estuvo principalmente causada por el uso de pesticidas que redujo la población del primer tipo de garrapata.

Una vez en el nuevo anfitrión, el virus se ha expandido más allá porque las garrapatas asiáticas de cuernos largos pueden vivir en pájaros, que se trasladan más lejos y más rápido.

«Es casi como si fueran una aerolínea», dice Cloherty.

Las huellas del cambio climático se encuentran por todos partes, desde los brotes de dengue en América Latina y el Caribe hasta la propagación del virus del Nilo Occidental en Estados Unidos.

Aunque la coalición se aprovechó de los trabajos previos a la última pandemia, la propagación global del covid-19 fue un potente recordatorio de los riesgos de estas enfermedades.

Pero Cloherty teme que la población ya se está olvidando de estas lecciones.

«Tenemos que estar atentos», afirma. «Algo que pasa ahora en Bangkok puede estar ocurriendo mañana en Boston».

17 septiembre 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.Un primer análisis global difundido este lunes por la revista The Lancet estima que a lo largo de los próximos 25 años -de aquí al año 2050- se habrán producido más de 39 millones de muertes derivadas de infecciones por resistencia a los antibióticos.

Se trata de un estudio en profundidad sobre los impactos en la sanidad global de la resistencia antimicrobiana (RAM) a lo largo del tiempo, que revela tendencias registradas entre 1990 hasta 2021 y estima el impacto potencial entre ahora y el año 2050 para 204 países y territorios.

El análisis revela que más de un millón de personas fallecieron de RAM a nivel global cada año entre 1990 y 2021 y que, durante ese periodo, las muertes por RAM entre niños menores de 5 años decayeron en un 50 % mientras que, en cambio, las producidas entre personas de más de 70 años aumentaron en más de un 80 %.

El estudio indica que predicciones futuras apuntan a que las muertes por este motivo aumentarán en las próximas décadas, incrementándose en casi un 70 % para 2050 frente a 2022, impactando más en personas mayores.

También se desprende de esto que un mejor acceso al cuidado sanitario y los antibióticos podrían salvar un total de 92 millones de vidas entre 2025 y 2050.

Estos hallazgos subrayan la necesidad de adoptar medidas decisivas como una mejor atención sanitaria, más prevención y medidas de control y nuevos antibióticos para proteger a las personas de la amenaza del RAM.

En concreto, el estudio estima que 1,91 millones de personas podrían potencialmente fallecer como resultado directo de la resistencia a los antimicrobianos en 2050, casi un 70 % más frente a 2022. Durante el mismo periodo, el número de muertes en las que las bacterias RAM desempeñan un papel aumentará en casi un 75 %, pasando de 4,71 millones a 8,22 millones al año.

Estas tendencias continuarán, conforme a los datos, en las próximas décadas poniendo de manifiesto la vital necesidad de efectuar intervenciones como prevención de infecciones, vacunas o minimizar el uso inadecuado de los antibióticos.

El autor del análisis, Mohsen Naghavi, líder del equipo de investigación de RAM en el Instituto de Métricas de Salud (IHME) de la Universidad de Washington (EE.UU.), afirma que «las medicinas antimicrobianas son unas de las piedras angulares de la sanidad moderna e incrementar la resistencia a ellas es una causa principal de preocupación».

«Estos hallazgos ponen de relieve que las RAM han sido una significativa amenaza a la sanidad global durante décadas y que esta amenaza está aumentando», destaca el experto.

El estudio también señala que observar cómo las tendencias en las muertes por RMA han cambiado a lo largo del tiempo y cómo variarán probablemente en el futuro es «vital para tomar decisiones informadas para ayudar a salvar vidas».

Las infecciones por resistencia a los antibióticos ocurren cuando las bacterias u otros patógenos cambian de manera que evolucionan hasta dejar de responder a estos fármacos.

17 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: EFE.Las personas con covid persistente pueden llegar a presentar un sistema inmunitario similar al de los pacientes hospitalizados con la misma enfermedad pero más graves, con un aumento de las células proinflamatorias y una reducción de su capacidad para combatir las infecciones.

Lo ha comprobado un equipo de investigadoras del Instituto de Salud Carlos III en colaboración con varios centros de investigación, que han conseguido nuevos datos sobre las características inmunitarias de las personas que desarrollan covid persistente -una condición que se define por síntomas continuados tras haber pasado la infección-, y han publicado los resultados de su trabajo en la revista Frontiers in Immunology.

La autora principal de la investigación es Mayte Coiras, de la Unidad de Patogenia Inmune y Reservorio Viral del Centro Nacional de Microbiología (CNM) del ISCIII, y en el trabajo han participado también grupos del Área de Enfermedades Infecciosas del Centro de Investigación Biomédica en Red del ISCIII (CIBERINFEC) y de diversos hospitales y universidades de la Comunidad de Madrid.

Se denomina covid persistente a la condición que desarrollan algunas personas después de pasar una infección leve de la enfermedad, que no requiere hospitalización, caracterizada por síntomas que pueden persistir o empeorar con el tiempo, y se acompaña de cambios en el sistema inmunológico que pueden durar varios meses o años después de haber pasado la infección por el coronavirus SARS-CoV-2.

Para añadir más conocimiento científico a esta condición, cuyo origen y desarrollo aún no se conoce por completo, y poder así definir nuevas estrategias terapéuticas, la investigación liderada desde el ISCIII ha comparado la respuesta inmunitaria en personas con covid persistente con la de individuos hospitalizados con diferentes niveles de gravedad, analizando de manera específica los subtipos de las células inmunitarias (los linfocitos T CD4+), que son esenciales para el desarrollo de una respuesta inmunitaria eficaz contra el virus.

Los resultados han demostrado que las personas con covid persistente participantes en el estudio presentaban un sistema inmunitario muy similar al de los pacientes hospitalizados con covid grave o crítico, con presencia en ambos grupos de pacientes de un aumento de las células proinflamatorias y una reducción de su capacidad para combatir infecciones, ha informado el Instituto de Salud Carlos III en una nota de prensa difundida hoy.

Las investigadoras han explicado que estos cambios inmunitarios podrían contribuir a un estado inflamatorio crónico y a una mayor vulnerabilidad a las infecciones en las personas con covid persistente, una hipótesis que debe consolidarse con nuevos estudios y que sugeriría la necesidad de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para «reprogramar» la respuesta inmunitaria de estos pacientes.

El grupo de Mayte Coiras, autora principal del trabajo, ya había publicado en 2022 un estudio que revelaba cambios inmunitarios en personas con síntomas persistentes meses después de pasar la infección, y el nuevo trabajo consolida y añade nuevos datos a la existencia de una respuesta inmunitaria antiviral alterada en la denominada covid persistente.

Según ha explicado en la nota, la respuesta inmunitaria en estas personas «o bien no es eficaz para eliminar por completo el virus, o bien se mantiene activa una vez acabada la infección, como sucede en algunas enfermedades autoinmunes».

Así, los síntomas de covid persistente podrían deberse a una respuesta inmunitaria innecesaria y extendida en el tiempo o a unas defensas insuficientes para derrotar por completo al virus, según la investigadora, que ha subrayado que serán necesarias nuevas investigaciones al respecto para determinar si la covid persistente podría llegar a considerarse una enfermedad inflamatoria o autoinmune.

16 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.La duración de los tratamientos con antibióticos se podría reducir en la mayoría de infecciones respiratorias, adoptándolos a las necesidades de los pacientes, según un trabajo liderado por el investigador Carl Llor, del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) JGol.

El IDIAP JGol ha informado este lunes en un comunicado de las conclusiones del trabajo de Llor, que es una revisión de estudios sobre este tema publicados anteriormente.

Carl Llor, primer firmante del trabajo y líder del Grupo de Investigación en Infecciones en Atención Primaria del IDIAP JGol, ha destacado que cada persona metaboliza los medicamentos de manera diferente, lo que hace que el tratamiento antibiótico estándar no sea adecuado para todas.

Factores como la edad, las comorbilidades (presencia de una o más enfermedades), otras enfermedades debilitantes o el estado del sistema inmunitario del individuo influyen en la duración del tratamiento para cada persona, según el investigador.

En algunos casos, bastaría con prescribir antibiótico una semana o incluso tres días de tratamiento para ser efectivos, ha precisado.

En los hospitales se pueden usar biomarcadores para determinar la duración óptima del tratamiento con antibióticos, pero estos recursos a menudo no están disponibles en la atención primaria.

En este trabajo, que ha sido publicado en la revista eClinicalMedicine, del grupo The Lancet, se explica que se podría reducir la duración del tratamiento antibiótico cuando mejoran los síntomas sin perder efectividad.

«Aún así, antes de recomendar esta práctica en el ámbito clínico, sería necesario realizar un ensayo clínico aleatorizado que permitiera comparar la individualización de la duración del tratamiento antibiótico con las necesidades de cada paciente», se afirma en el comunicado.

Está previsto que el IDIAP JGol lleve a cabo próximamente este estudio clínico, en una fecha que, por ahora, no se ha concretado.

Llor ha destacado que «sustituir la práctica tradicional de tratamientos de duración fija por un enfoque individualizado y centrado en el paciente podría mejorar la atención, reducir la exposición de los pacientes a los antibióticos, disminuir los efectos secundarios y ayudar a reducir la resistencia antimicrobiana, algo que ahora tendremos que valorar en un ensayo clínico».

El IDIAP JGol ha recordado que los antibióticos han sido fundamentales para salvar vidas y prevenir infecciones, pero que su efectividad está en riesgo a causa del aumento de la resistencia a los antimicrobianos, provocado por el abuso de estos medicamentos.

Aproximadamente el 80 % de los antibióticos se prescriben en la Atención Primaria, una gran mayoría de los cuales tratan infecciones del tracto respiratorio, que son muy frecuentes.

En los últimos años, las autoridades sanitarias han insistido en la necesidad de reducir el uso excesivo de los antibióticos, pero solo ha disminuido un 4 % la media de exposición de la población a los antibióticos, se asegura en la nota.

16 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

septiembre 18, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Farmacología, Geriatría, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna, Pediatría | Etiquetas: , , , |

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