Imagen: Archivo.Las primeras 100 000 dosis de la vacuna MVA-BN contra la viruela símica (mpox) llegaron hoy a República Democrática del Congo (RDC), el país más afectado actualmente por la dolencia.

El ministro de Salud, Higiene y Prevención, Roger Kamba, recibió el lote en el aeropuerto internacional de N’djili, en Kinshasa, y agradeció a quienes hicieron posible su llegada, reportó Radio Okapi.

Los inmunógenos fueron entregados por la Comisión Europea, llegaron a la RDC a bordo de una aeronave de Ethiopian Airlines procedente de Bruselas y, según Kamba, se trata del mismo fármaco que «detuvo la primera circulación del mpox, sobre todo en Europa y Estados Unidos».

«Es una vacuna cara y útil», remarcó, mientras el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en la RDC, Grant Leaity, advirtió que este lote de vacunas está aprobado actualmente solo para adultos.

«Estamos esperando a que lleguen las otras vacunas, que son específicas para niños de todas las edades», añadió.

En la RDC hasta el momento se han detectado más de 18 000 casos sospechosos de mpox y se produjeron 629 fallecimientos, donde cuatro de cada cinco muertes ocurrieron entre menores de edad, según la ONU.

El reporte de Radio Okapi afirma que las vacunas se conservarán en los almacenes del Programa Ampliado de Inmunización (EPI) en Kinkole, a la espera de que se apruebe el plan de vacunación del Gobierno.

Otras 100 000 dosis son esperadas el sábado.

05 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

Imagen: El Diario.La semaglutida de 2,4 mg, utilizada actualmente para tratar la obesidad, ha demostrado reducir un 20 % el riesgo de sufrir un ictus, un infarto u otros episodios cardiovasculares mayores en personas con sobrepeso u obesidad con enfermedad coronaria, que suponen alrededor de 600 000 pacientes en España.

Así se desprende de los resultados presentados este jueves del estudio Select, en el que han participado 11 centros de investigación españoles, y que han servido para actualizar la ficha técnica de la semaglutida 2,4 mg (Wegovy por su nombre comercial, desarrollada por Novo Nordisk) para incluir una nueva indicación del fármaco.

Wegovy estaba inicialmente indicado como complemento a una dieta baja en calorías y un aumento de la actividad física para pacientes con obesidad a partir de los 12 años y ya había demostrado su beneficio cardiovascular para pacientes con obesidad y sobrepeso con diabetes y enfermedad coronaria.

«La gran noticia es que, por primera vez, tenemos un ensayo con evidencia de reducción del 20 % del riesgo de eventos cardiovasculares mayores en personas con sobrepeso u obesidad, con enfermedad cardiovascular pero sin diabetes», ha celebrado Cristóbal Morales, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas de Sevilla y coordinador del estudio.

Realizado en más de 17 600 pacientes mayores de 45 años a los que se ha seguido durante cinco años, Select demostró que el tratamiento con semaglutida 2,4 mg reduce el riesgo de eventos cardiovasculares mayores un 20 % para estos pacientes independientemente de la edad, el sexo, la raza, la etnia e incluso el Índice de Masa Corporal (IMC).

Además, la investigación ha evidenciado una reducción del 15 % de la muerte cardiovascular, del 18 % de la combinación muerte cardiovascular-visitas a urgencias por insuficiencia cardíaca y hospitalizaciones y del 19 % de muerte por cualquier causa.

«Es el inicio de un antes y un después para actuar en la enfermedad cardiovascular con fármacos que van mas allá de perder peso», ha enfatizado el experto.

De esta forma, los cardiólogos podrán prescribir este medicamento también para estos pacientes -que se calculan en unos 600 000 en toda España-, aunque no con cargo a la sanidad pública.

«Hay que luchar por la financiación de estos fármacos», ha resaltado Almudena Castro, jefa de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital La Paz de Madrid antes de subrayar que, antes estos resultados, los cardiólogos tienen el «deber ético de ofrecer semaglutida 2,4 mg». El problema es que, «desgraciadamente», no todos se lo podrán pagar.

Los laboratorios están en pleno proceso de negociación con el Ministerio de Sanidad para identificar al grupo de pacientes que más podrían beneficiarse del fármaco, ha confirmado Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk España.

«Comprendemos que la puerta debe abrirse poco a poco y, una vez se abra, debe ser controlada», ha admitido Albert Lecube, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo).

Lecube ha recordado que la obesidad es una enfermedad crónica «gatillo» para desarrollar otras 200 comorbilidades y ha insistido en la necesidad de cambiar su enfoque, incluso en el sector sanitario: «la obesidad no es un vicio ni una enfermedad moral, la obesidad te escoge y ahí es donde empiezan todos los problemas», ha concluido.

05 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

septiembre 9, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Cardiología, Endocrinología, Enfermedades cardiovasculares, Farmacología, Medicina familiar y comunitaria, Medicina interna, Nutrición | Etiquetas: , , , |

Imagen: Archivo.La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy sus primeras orientaciones sobre la contaminación por antibióticos procedente de la fabricación, tema que ocasiona un daño ambiental sobre el cual existe poca información accesible.

Estas novedosas directrices sobre la gestión de aguas residuales y residuos sólidos en la fabricación de antibióticos arrojan luz sobre este importante pero desatendido reto antes de la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que tendrá lugar el próximo 26 de septiembre.

De acuerdo con los expertos, la aparición y propagación de la RAM causada por la contaminación por antibióticos podría socavar la eficacia de los antibióticos en todo el mundo, incluidos los medicamentos producidos en los centros de fabricación responsables de la contaminación.

A pesar de que los altos niveles de contaminación por antibióticos están ampliamente documentados, el problema carece en gran medida de regulación y los criterios de garantía de calidad generalmente no abordan las emisiones ambientales.

Además, una vez distribuidos los antibióticos, no se informa a los consumidores sobre cómo desecharlos cuando no se utilizan, por ejemplo, cuando caducan o se termina el tratamiento pero todavía queda medicamento.

La subdirectora general interina de la OMS para la RAM, Yukiko Nakatani, explicó que los residuos farmacéuticos de la fabricación de antibióticos pueden facilitar la aparición de nuevas bacterias resistentes a los medicamentos, que podrían propagarse por todo el mundo y amenazar la salud.

El control de la contaminación derivada de la producción de antibióticos contribuye a que estos medicamentos que salvan vidas sigan siendo eficaces para todos, dijo.

Por su parte, la directora del departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, María Neira, detalló que las orientaciones proporcionan una base científica independiente e imparcial para que los organismos reguladores, y los inspectores, entre otros, incluyan en sus normas un un control sólido de la contaminación por antibióticos.

Estas disposiciones fueron elaboradas en estrecha colaboración con un grupo diverso de expertos que representan a instituciones académicas, organismos de regulación, inspectores, organizaciones internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y otros sectores.

03 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia

septiembre 6, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Farmacología, Medio ambiente | Etiquetas: , |

Imagen: Archivo.Los fármacos contra la diabetes tipo dos que se usan también para el control del peso, comercializados como Ozempic o Wegovy, no se vinculan con un aumento del riesgo de depresión o comportamiento suicida, según dos nuevos estudios.

Las investigaciones que publica Jama Internal Medicine analizan los fármacos contra la diabetes análogos del GLP-1, como la semaglutida.

El primero de los estudios, encabezado por la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), se centró en el uso de semaglutida 2,4 mg y concluyó que su toma para adelgazar no aumentó el riesgo de síntomas depresivos, pensamientos o conductas suicidas en personas sin trastornos graves conocidos.

La investigación agrega que se necesitan más estudios sobre la seguridad psiquiátrica en personas con trastorno depresivo mayor y otras enfermedades mentales graves como esquizofrenia o antecedentes de intento de suicidio, pues no incluyó ese tipo de pacientes.

El estudio contó con datos de 3 500 pacientes de varios ensayos clínicos y no reveló un aumento del riesgo de problemas de salud mental entre quienes toman el medicamento para adelgazar, señaló la universidad en un comunicado.

Los investigadores examinaron cuatro ensayos sobre el efecto del tratamiento con semaglutida en personas con obesidad, que fueron cruciales para obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el uso de semaglutida 2,4 mg contra la obesidad.

Los investigadores observaron que el 1 % o menos de los participantes declararon ideación o comportamiento suicida durante el tratamiento, sin diferencias entre semaglutida 2,4 mg y el placebo.

El 2,8 % de los participantes tratados con semaglutida, frente al 4,1 % con placebo, declararon niveles de depresión en algún momento del tratamiento que requirieron la evaluación de un profesional de la salud mental, unas tasas que concuerdan con el riesgo de depresión significativa en la población general.

«Es posible que las personas con sobrepeso u obesidad que toman semaglutida experimenten síntomas depresivos o ideación o comportamiento suicida, pero los datos sugieren que las personas que no toman semaglutida (el grupo del placebo) tienen las mismas probabilidades de experimentar estas afecciones», según Gregory Brown, coautor del estudio.

El segundo estudio encabezado por el Instituto Karolinska (Suecia) incluyó principalmente pacientes con diabetes de tipo 2, y no mostró una asociación entre el uso de agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) y un mayor riesgo de muerte por suicidio, autolesiones o depresión incidente y trastornos relacionados con la ansiedad.

En la investigación se analizaron datos de casi 300 000 adultos de Suecia y Dinamarca que empezaron a tomar un agonista del receptor de GLP-1 o un inhibidor del cotransportador 2 de sodio-glucosa, otro medicamento contra la diabetes.

«No hallamos ninguna relación clara entre el consumo de los fármacos y un mayor riesgo de muerte por suicidio, autolesiones o depresión y trastornos relacionados con la ansiedad. Esto es tranquilizador», consideró Björn Pasternak, del Instituto Karolinska y uno de los autores del estudio.

Los autores subrayan, sin embargo, la importancia de realizar estudios más amplios a medida que se recopilen más datos.

«Es importante examinar específicamente a las personas con autolesiones o pensamientos suicidas previos, ya que corren un mayor riesgo y es posible que el perfil de seguridad del fármaco difiera en este grupo», dijo, en un comunicado Peter Ueda, también firmante del estudio.

03 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Archivo.El uso de la TAK-003, una vacuna tetravalente contra el dengue, es recomendada hoy por un infectólogo salvadoreño, Jorge Panameño, para combatir la enfermedad en el país.

Aunque el gobierno combate al mal con intensas fumigaciones, la eliminación de criaderos y el acceso a los hospitales y medicinas, el experto aconsejó el uso del fármaco también conocido como Qdenga, desarrollada por el laboratorio Takeda, y que es recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Panameño, según un artículo de la Revista Disruptiva, de la Universidad Francisco Gavidia, estima que ante la actual situación que se vive con el dengue, ve en esta vacuna una herramienta que puede abonar en la lucha contra la enfermedad y, vendría a complementar otras acciones de prevención como la destrucción de criaderos de zancudos (mosquitos), la fumigación y entrega del abate.

Hasta ahora las autoridades reportaron más de 500 contagios y la muerte de siete infantes por complicaciones de esta enfermedad.

Este biológico debe administrarse a partir de los cuatro años, sobre todo a quienes viven en entornos con alta carga de dengue y alta intensidad de transmisión. La aplicación debe hacerse en dos dosis, con intervalo de tres meses entre cada una, explicó el experto.

Esta no es la única vacuna producida para contrarrestar la enfermedad. La OMS ya avaló con anterioridad el uso de la vacuna Dengvaxia (CYD-TDV) siempre contra el dengue o paludismo, desarrollada por Sanofi Pasteur. Esta se administra en una serie de tres dosis con intervalo de seis meses entre ellos.

Panameño explicó que la vacuna Qdenga, producida por Takeda, en colaboración con otros organismos de Estados Unidos y Brasil, es altamente efectiva pues sobre todo evita las formas graves.

En Brasil, uno de los países con más casos de los cerca de 11 millones reportados en las Américas, el gobierno desarrolló un plan piloto de inoculación masiva con ese biológico, con miras a abarcar a un millón de brasileños.

En El Salvador, pese a resultados en el combate a la enfermedad divulgados por el ministro de Salud, Francisco Alabí, «ya deberíamos estarlo discutiendo (el hecho de traer y usar esta vacuna) si realmente representa una opción justo para evitar las condiciones que estamos viviendo».

Precisó Panameño que debe usarse considerando sus alcances: «globalmente reduce un 61 % de formas febriles de la enfermedad, pero reduce en un 82 % el chance de ir al hospital y morir, desarrollar formas graves del dengue».

Mientras tanto, las autoridades prosiguen la ofensiva de la fumigación y fomentan la participación de la comunidad para tratar de disminuir la presencia de larvas del mosquito.

02 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

septiembre 4, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Dengue, Farmacología, Higiene y epidemiología, Inmunología, Medicina familiar y comunitaria | Etiquetas: , , , |

Imagen: Archivo.Hace 30 años que la ciencia no descubre un antibiótico nuevo, por eso, señala el investigador César de la Fuente, hay que buscar moléculas «en todas partes», incluso en nuestros parientes más cercanos, como los neandertales, y en otros organismos extintos, como el mamut: «Queremos explorar todo el árbol de la vida».

De la Fuente trabaja en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, y lleva casi una década aplicando herramientas de inteligencia artificial (IA) para rebuscar, en cada rincón de la biología -viva y extinta-, moléculas con potencial antibiótico, para frenar lo que cada vez más es un problema de salud mundial: las bacterias resistentes.

«Hemos logrado acelerar dramáticamente nuestra capacidad para descubrir nuevos antibióticos», indica en entrevista telemática con EFE el investigador español; a día de hoy, forman parte de su ‘biblioteca molecular’ más de un millón de péptidos -cadenas cortas de aminoácidos conocidas por su potencial como antibióticos innovadores-.

Que él y su equipo han encontrado en neandertales, denisovanos, mamuts lanudos, elefantes de colmillos rectos y perezosos gigantes, todas ellas extintas, y en la saliva y el microbioma humano, en vísceras de cerdo, plantas y muchos otros organismos marinos y terrestres.

¿Por qué no hay nuevos antibióticos?

De la Fuente, quien ha recibido numerosos galardones, como el Premio Princesa de Girona de Investigación en 2021 o el premio Langer, explica que son múltiples los factores que han entorpecido el hallazgo de antibióticos totalmente nuevos -solo se han «modificado mínimamente» las estructuras de algunos-.

Cada vez, dice, hay menos inversión y no hay incentivos a nivel de mercado. Además, durante mucho tiempo se pensó que el problema -combatir bacterias- estaba resuelto porque existían fármacos que funcionaban, lo que «desincentivó» a científicos y compañías, que dirigieron su mirada al cáncer y otras enfermedades.

Pero con el tiempo, como ya advirtió Alexander Fleming -descubridor de la penicilina- en su discurso de aceptación del Nobel, las bacterias se han ido haciendo cada vez más resistentes: existe una brecha de muchos años sin innovación en nuevos antibióticos.

A esto, añade el investigador de A Coruña, hay que sumar que los métodos tradicionales de muestreo y laboratorio para hallar moléculas novedosas «están un poquito obsoletos. Descubrir algo interesante puede llevar entre 6 y 7 años, más tiempo del que se tarda en completar un doctorado, y ni siquiera está garantizado».

Aquí, asevera, es donde entran en juego las máquinas: «los algoritmos pueden acelerar el proceso».

Se trata de aprovechar varias décadas de información biológica disponible en forma de secuenciación de proteomas -el conjunto de proteínas producidas por un organismo y codificadas en su genoma-; genomas -todos los genes de un organismo-; y metagenomas -el conjunto completo de material genético presente en una comunidad microbiana en un entorno específico-.

Y aplicar luego los algoritmos adecuados para encontrar, en esa inmensidad de datos, moléculas escondidas. «Es hacer ciencia a velocidad digital», declara el investigador, quien subraya que siempre, para verificar que lo identificado por la IA es correcto, hay que sintetizar en el laboratorio algunos péptidos.

Además, es fundamental probar su actividad antimicrobiana ‘in vitro’ y en modelos animales, lo que De la Fuente ha logrado.

La ‘desextinción molecular’

El primer paso de esta aventura científica fue escudriñar el proteoma humano; gracias a la IA, se identificaron por primera vez miles de péptidos ocultos con potencial antibiótico. Eso hizo plantearse al equipo que quizás no solo estuvieran ahí, sino también conservados a lo largo de la evolución, del árbol de la vida.

Comenzaron a explorar moléculas similares en neandertales y denisovanos y a desarrollar un nuevo paradigma, la «desextinción molecular», que se refiere al proceso de resucitar moléculas de especies extintas para «hacer frente a problemas de hoy en día».

La primera de estas moléculas extintas reconocida -hubo que inventarse un nombre- fue la ‘neandertalina-1′; «fue emocionante», admite el científico. Después vinieron otras y la idea de ir más allá de los antepasados humanos, ampliando la búsqueda a todas las especies extintas conocidas por la ciencia.

Para lograrlo, De la Fuente y su equipo desarrollaron un nuevo modelo de aprendizaje profundo, denominado APEX, entrenado con bases de datos de ADN arcaico de diversos organismos. Este modelo se enfocó en el «extintoma», la información genética de organismos extintos.

Descubrieron la ‘mamutusina-2′ del mamut lanudo, la ‘elefasina-2′ del elefante de colmillos rectos o la ‘hidrodamina-1′ de la antigua vaca marina. Algunas moléculas mostraron en ratones una eficacia comparable a la del antibiótico polimixina B, comúnmente usado en hospitales, afirma De la Fuente, para quien aún faltan datos para saber si las moléculas extintas tienen mayor potencial que las de organismos vivos.

Cuestiones bioéticas

El equipo está pensando ahora los siguientes pasos, porque el objetivo final es desarrollar antibióticos nuevos. Una opción es crear ellos mismos una empresa (‘spin-off’) para explotar los resultados y diseñar nuevos mecanismos para implementar ensayos clínicos, quizás a través de una fundación sin ánimo de lucro. «El mercado está roto y hay que explorar nuevas vías».

La desextinción es un campo nuevo y su desarrollo ha abierto un debate ético y sobre cómo patentar estas moléculas.

«Al abordar el concepto de resucitar moléculas del pasado, nos enfrentamos a profundas cuestiones éticas sobre nuestra relación con la naturaleza, los límites de la intervención humana y nuestras responsabilidades como administradores del mundo biológico», escribió recientemente en la revista Nature Biotechnology el científico gallego junto al experto en patentes y bioética Andrew W. Torrance.

En las conversaciones mantenidas hasta ahora, «no vemos grandes problemáticas porque son moléculas que no son capaces de autoreplicarse. Son cosas inertes en un tubito con agua», indica a EFE De la Fuente.

Aclara que esto no tiene nada que ver con la resurrección de organismos completos, pero reconoce que el debate sobre la desextinción molecular es necesario y debería involucrar a gobiernos y sociedad.

30 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

septiembre 2, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Biotecnología, Farmacología | Etiquetas: , , , , |

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