sep
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El consorcio internacional IciStem, co-coordinado por el Instituto español de Investigación del Sida, IrsiCaixa, ha confirmado el primer caso de un paciente que ha logrado la remisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) tras un trasplante de células madre que no tenía la mutación que confiere protección frente al virus.
El individuo, conocido como ‘paciente de Ginebra’ y cuya identidad no se ha hecho pública, es la sexta persona que ha logrado la remisión del VIH tras un trasplante de células madre.
Se diferencia de los cinco anteriores por haber recibido células madre de un donante que no presentaba la mutación CCR5Δ32, conocida por conferir protección frente al VIH, informó este martes el IrsiCaixa.
El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, sugiere que la mutación CCR5Δ32 «facilita la curación, pero que no es imprescindible para lograrla».
«Este caso es especialmente interesante porque nos muestra que la remisión del VIH es posible incluso sin la mutación CCR5Δ32. Además, hemos identificado cuáles serían los posibles mecanismos que han permitido la curación en este caso, abriendo nuevas vías de investigación que nos acercan cada vez más a la erradicación del VIH», afirmó el profesor de investigación ICREA en IrsiCaixa y coordinador de IciStem Javier Martínez-Picado.
El ‘paciente de Ginebra’ fue diagnosticado con VIH en mayo de 1990 y comenzó inmediatamente el tratamiento antirretroviral.
En enero de 2018 fue diagnosticado con un sarcoma mieloide y, en julio del mismo año, se sometió a un trasplante de células madre procedentes de un donante compatible.
Un mes después del trasplante, las pruebas ya mostraban que las células sanguíneas del paciente habían sido totalmente reemplazadas por las del donante, y esto iba acompañado de una disminución de las células portadoras del VIH en su cuerpo.
Antes del trasplante, a pesar de la optimización del tratamiento antirretroviral, el paciente presentaba aún virus con capacidad para replicarse.
En cambio, tras el trasplante, el equipo médico y científico observó una drástica reducción de los parámetros relacionados con el VIH: ninguna partícula del virus, un reservorio indetectable y ninguna respuesta inmunitaria que indicara que el cuerpo estaba reconociendo la presencia del virus.
«El paciente de Ginebra ha sido el primero en lograr una remisión prolongada en el tiempo”, indicó la investigadora senior en IrsiCaixa y coordinadora de IciStem Maria Salgado.
Anteriormente, ya se habían realizado trasplantes sin la mutación CCR5Δ32 en otros pacientes con VIH, pero, si se detenía el tratamiento, aparecía un rebrote viral, aunque más lento que el que se observaría en una persona con VIH no trasplantada, han indicado los investigadores.
El equipo investigador ha propuesto varias hipótesis para explicar por qué este paciente ha logrado mantener el VIH bajo control sin tratamiento y señalan que «es clave la aloinmunidad, es decir, la interacción entre el sistema inmunitario del donante y el del receptor».
«Después de un trasplante, las células inmunitarias del receptor perciben las del donante como una amenaza, y viceversa, lo que desencadena una batalla entre los dos sistemas inmunitarios», dijo Salgado.
Durante este enfrentamiento, muchas células inmunitarias del receptor, incluidas las infectadas por el VIH, mueren y finalmente son reemplazadas por las del donante.
«Aunque este proceso es muy agresivo para el cuerpo, es crucial para eliminar el VIH latente en las células que podría reactivar la infección», añadió IrsiCaixa.
En el caso del ‘paciente de Ginebra’, el equipo optó por administrar ruxolitinib, un medicamento inmunosupresor que tiene como objetivo reducir el daño colateral causado en la batalla inmunitaria, pero que además ha demostrado en estudios de laboratorio la capacidad de bloquear la replicación del VIH y de evitar su reactivación.
Este fármaco ha sido identificado como otro factor que ha contribuido a la remisión del VIH.
Finalmente, el equipo ha destacado el papel «crucial de las células Natural Killer (NK) en este paciente».
Se trata células que «patrullan el cuerpo con el objetivo de encontrar células peligrosas, como las infectadas por el VIH, y eliminarlas, así como mantener el sistema inmunitario alerta», según la entidad.
El caso se ha llevado a cabo en el marco del consorcio IciStem, co-coordinado por IrsiCaixa, que es un centro impulsado conjuntamente por la Fundación ‘la Caixa’ y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, junto a la Universidad de Utrecht y lo han liderado el Hospital Universitario de Ginebra y el Instituto Pasteur.
03 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
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Un equipo de investigadores ha logrado, por primera vez, crear células madre sanguíneas muy parecidas a las del cuerpo humano y que han probado con ratones; este descubrimiento podría llevar en un futuro a tratamientos personalizados contra la leucemia y otros trastornos por insuficiencia de la médula ósea.
El estudio encabezado por el Instituto Murdoch de Investigación Infantil (MCRI) de Melbourne (Australia) y que publica Nature Biotechnology ha superado un importante obstáculo para producir células madre sanguíneas humanas, que pueden crear glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, muy parecidas a las del embrión humano.
El avance conseguido por el equipo, encabezado por Elizabeth Ng, del MCRI, allana el camino para que estas células cultivadas en laboratorio puedan utilizarse en trasplantes de células madre sanguíneas y de médula ósea.
«La capacidad de tomar cualquier célula de un paciente, reprogramarla como célula madre y convertirla en células sanguíneas específicamente compatibles para el trasplante tendrá una enorme repercusión en la vida de estos pacientes vulnerables», dijo la investigadora en un comunicado del MCRI.
Hasta ahora, no era posible desarrollar en el laboratorio células madre sanguíneas humanas que pudieran trasplantarse a un modelo animal de médula ósea incapaz de producir células sanguíneas sanas.
«Hemos desarrollado un flujo de trabajo que ha creado células madre sanguíneas trasplantables que se asemejan mucho a las del embrión humano», que además pueden crearse a escala y con la pureza necesaria para su uso clínico, agregó.
El equipo inyectó estas células madre sanguíneas humanas manipuladas en laboratorio a ratones inmunodeficientes y vieron cómo se convertían en médula ósea funcional a niveles similares a los observados en los trasplantes de células de sangre de cordón umbilical.
La investigación también descubrió que las células madre cultivadas en laboratorio podían congelarse antes de ser trasplantadas con éxito a los ratones, lo que imitaba el proceso de conservación de las células madre de la sangre del donante antes de ser trasplantadas a los pacientes.
Estos hallazgos podrían dar lugar a nuevas opciones terapéuticas para diversos trastornos sanguíneos, según el también firmante del trabajo Ed Stanley, del MCRI.
«Los glóbulos rojos son vitales para el transporte de oxígeno y los blancos son nuestra defensa inmunitaria, mientras que las plaquetas provocan la coagulación para detener las hemorragias; entender cómo se desarrollan y funcionan estas células es como descifrar un complejo rompecabezas», explicó.
Al perfeccionar los métodos con células madre que imitan el desarrollo de las células madre sanguíneas que se encuentran en nuestro cuerpo «podemos comprender y desarrollar tratamientos personalizados para una serie de enfermedades de la sangre, incluidas las leucemias y la insuficiencia de la médula ósea».
Aunque el trasplante de células madre sanguíneas suele ser un elemento clave en el tratamiento de las hemopatías infantiles, no todos los niños encuentran un donante idóneo, recordó el también autor del estudio Andrew Elefanty.
Sin embargo, el desarrollo de células madre sanguíneas personalizadas y específicas para cada paciente evitará estas complicaciones, «abordará la escasez de donantes y, junto con la edición del genoma, ayudará a corregir las causas subyacentes de las enfermedades de la sangre», señaló.
La siguiente fase de la investigación, que probablemente se lleve a cabo en unos cinco años con financiación pública, consistirá en realizar un ensayo clínico de fase uno para comprobar la seguridad del uso en humanos de estas células sanguíneas cultivadas en laboratorio.
03 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
ago
23
La creación de minimédulas óseas para tratar enfermedades sanguíneas fue anunciada hoy por científicos venezolanos, lo que constituye una contribución importante al tratamiento de enfermedades de alto impacto en la población.
El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) informó sobre el desarrollo de mini-órganos capaces de producir células sanguíneas, lo que implicaría revolucionar el tratamiento de enfermedades como la leucemia y la anemia aplásica.
Este tipo de células, esenciales para transportar oxígeno y combatir infecciones se generan en la médula ósea a partir de células madre hematopoyéticas. Los científicos del IVIC han logrado imitar este proceso en un laboratorio, creando mini-órganos que funcionan como pequeñas fábricas de células sanguíneas.
El doctor José Cardier, jefe de la Unidad de Terapia Celular del IVIC reconoció el enorme potencial para mejorar la vida de pacientes con enfermedades de la sangre, pues significaría una alternativa a los trasplantes de médula ósea.
El galeno comentó que el gobierno venezolano, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ha brindado un gran apoyo a este proyecto, demostrando su compromiso con la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías en beneficio de la salud.
21 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
ago
19
Un equipo de investigación japonés formado por científicos de la Universidad de Kioto y la Universidad de Salud Fujita ha desarrollado un nuevo fármaco contra la covid-19 basado en células inmunitarias sintetizadas a partir de células madre.
Este equipo tiene previsto realizar un ensayo clínico dentro de tres años en pacientes inmunodeprimidos a causa de la quimioterapia y que sufren síntomas graves de covid-19, según explicaron los científicos.
La Universidad de Kioto ha presentado una solicitud de registro de patente antes de desarrollar el medicamento a gran escala.
«Aunque la covid-19 se ha convertido en una enfermedad menos peligrosa, sigue siendo aterradora para algunos pacientes», afirmó el jefe del equipo, Hiroshi Kawamoto, director del Instituto de Ciencias Médicas y de la Vida de la Universidad de Kioto, en un comunicado de esta institución.
El nuevo tratamiento se basa en linfocitos T citotóxicos, también conocidos como ‘células asesinas’ por su capacidad de destruir otras células infectadas por microorganismos, y en este caso creadas de manera artificial por el equipo de investigación a partir de células madre pluripotentes inducidas.
Las células, desarrolladas para reducir el riesgo de rechazo por parte de los pacientes, tienen genes con funciones de ‘sensores’ para detectar las proteínas exclusivas del nuevo coronavirus.
El grupo de científicos comprobó su efectividad tras cultivar las células sintéticas junto a las infectadas con el nuevo coronavirus, de las cuales fueron eliminadas alrededor del 90 % tras 12 horas.
El equipo de investigación también incluye miembros de la Universidad de Osaka y del Centro Nacional de Salud y Desarrollo Infantil japonés, quienes tienen previsto realizar pruebas con ratones para determinar la seguridad del tratamiento y consideran esta nueva tecnología puede ser útil para combatir otras enfermedades víricas letales.
En el ensayo clínico, las células desarrolladas artificialmente serán administradas por vía intravenosa, comentó Kawamoto, quien añadió que el riesgo de efectos secundarios graves, como los que se observan en las terapias inmunológicas, es bajo.
16 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un equipo de investigación del Centro de Regulación Genómica (CRG) ha identificado un tratamiento basado en una proteína con actividad antiviral, interferón gamma (IFNγ), que acelera la producción y la calidad de las células madre femeninas pluripotentes en ratones.
El descubrimiento, que se ha publicado en la revista científica Science Advances, involucra células madre pluripotentes inducidas (iPSC), que pueden convertirse en cualquier otro tipo de células del resto del cuerpo.
Estas sirven a los científicos para estudiar enfermedades en el laboratorio y desarrollar tratamientos personalizados, así como reemplazar tejidos dañados.
En humanos, la creación de este tipo de células implica reprogramar las células adultas especializadas -como las de la piel o del hígado- mediante la introducción de genes específicos para devolverlas a un estado similar al embrionario, algo muy difícil de conseguir.
Sin embargo, el equipo del CRG ha descubierto que, al añadir una proteína de defensa viral llamada interferón gamma (IFNγ) a un cultivo de células precursoras neuronales de un ratón, se reduce el tiempo que se tarda en reprogramar las iPSC en un día.
Los investigadores lo califican como algo «sorprendente», pues dicha proteína acostumbra a ayudar al cuerpo a luchar contra infecciones, por ejemplo, activando las células inmunitarias y promoviendo la inflamación como respuesta a un virus.
Por primera vez, se ha demostrado que la IFNγ funciona en otro contexto diferente a la programación celular.
«Una posible explicación es que, al abrir el ADN como una almeja, se exponen ciertos genes, facilitando su reprogramación y acelerando la transformación de la célula en una célula madre», señala la primera autora del estudio e investigadora del centro, la doctora Mercedes Barrero.
Muchos trastornos genéticos están relacionados con el cromosoma X, y el estudio de las iPSC femeninas ayuda a comprender estas afectaciones.
Según el CRG, las células madre femeninas también se pueden usar en pruebas de fármacos para asegurar que las moléculas terapéuticas sean seguras para personas de distintos géneros.
Además, pueden aplicarse a la creación de modelos más precisos para enfermedades que afectan significativamente a las mujeres, e incluso crear tejidos y órganos para trasplantes que aborden necesidades específicas de las pacientes femeninas.
De todos modos, producir líneas de células madre femeninas es un reto aún más complejo, ya que las células adultas de las mujeres suelen tener un cromosoma X inactivo para evitar los efectos de una dosis doble de productos genéticos.
La reprogramación celular es exitosa en el momento en que se activan ambos cromosomas, pues significa que la célula ya ha borrado su anterior identidad y tiene la capacidad de adquirir cualquier otra.
En este sentido, el equipo de investigadores del centro descubrió que el interferón gamma también resulta muy eficaz a la hora de reactivar dicho cromosoma X.
Si bien no mejoró la calidad de las iPSC de manera significativa, la suma de la proteína sí demostró hacer la reactivación del cromosoma X hasta dos veces más eficiente respecto al inicio del proceso en células de ratón, apunta otro de los autores principales del estudio, el doctor Bernhard Payer.
Los investigadores sospechan que, en el caso de los humanos, esto puede cambiar: «Es probable que la proteína de defensa viral sea diferente en las células madre humanas», sostiene Payer.
Sin estas, las terapias experimentales de medicina personalizada «podrían fracasar», advierte el doctor, que considera el IFNγ una «pieza clave» por este motivo.
«Son vitales para que la promesa de la medicina personalizada beneficie a todos, no solo a unas cuantas personas», concluye Payer.
07 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
jul
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Un grupo de investigadores de la Universidad de Osaka (Japón) ha creado parches regenerativos para tratar la insuficiencia cardíaca a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPSC), un esfuerzo avalado por la prestigiosa revista científica Nature.
Se trata de las primeras láminas de cardiomiocitos (célula muscular cardíaca) derivadas de células iPS alogénicas (tomadas de diferentes individuos de la misma especie) diseñadas para tratar a humanos y en cuya comercialización trabaja el profesor emérito de esta universidad del oeste de Japón, Yoshiki Sawa, que dijo a EFE que los parches podrían estar en el mercado «en unos tres años».
Medicina alternativa al trasplante
El avance es significativo de por sí para el campo de la medicina, y aún más para Japón, un país con falta de donantes que se convertiría en el primero del mundo en llevar al mercado esta tecnología regenerativa para el corazón de aprobarse su uso.
PorMedTec, compañía de la universidad nipona de Meiji y responsable junto a la estadounidense eGenesis de crear cerdos modificados para trasplantes de órganos a humanos, cifra que, en 2023, sólo un 3 % de las personas que necesitaban un trasplante (de cualquier órgano) pudo recibirlo.
Sawa lidera el grupo de científicos que podría conseguir que en un plazo de alrededor de tres años los hospitales cuenten con este innovador recurso para tratar a pacientes cuyos corazones no bombean como deberían, erigiéndose como alternativa al trasplante o al implante de dispositivos de asistencia ventricular.
Las láminas de cardiomiocitos iPS son capaces de tratar la miocardiopatía isquémica (estrechamiento de las arterias que suministran sangre al corazón, causando que las paredes de este órgano se vuelvan más delgadas y no pueda bombear bien) y han sido probadas con éxito en ocho pacientes nipones, relata Sawa, resultados que calificó de «prometedores» la revista Nature en un artículo en agosto de 2022.
Tejido muscular cardíaco de laboratorio
Dispuestos en placas de cultivo y frascos, dos parches fueron mostrados por el profesor en una visita de la prensa internacional en Japón a su laboratorio de Osaka, con motivo de la Exposición Universal que la ciudad acogerá en 2025 y donde se exhibirá un «corazón iPS».
Limitados todavía a latir en salas de ensayo, una vez el conocimiento de los científicos creadores se transfiera más allá del laboratorio, las láminas aspiran a salvar la vida de los pacientes que mueren esperando trasplantes de corazón.
La tecnología empleada, las iPSC, son un nuevo tipo de células madre pluripotentes generadas por primera vez en 2006 en ratones y representan un recurso potencialmente importante para aplicaciones en medicina regenerativa, de acuerdo con el Centro para la Investigación y la Aplicación de Células iPS de la Universidad de Kioto (CiRA).
Las iPSC, que derivan de células adultas, pueden diferenciarse en cualquier tipo de célula del cuerpo y proliferar en su cultivo indefinidamente, y fue pionero en conseguirlas el científico nipón Shinya Yamanaka, que formaba parte del grupo investigador responsable del proyecto en sus inicios.
Parches con ADN Nobel
Yamanaka fue Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2012 por demostrar que «las células maduras pueden reprogramarse para volverse pluripotentes».
El mismo año, evidenció junto al equipo la eficacia del método en cerdos, lo que dio lugar al inicio de un ensayo clínico encabezado por Sawa, que utilizó láminas de mioblastos (célula precursora de las fibras musculares) ante la insuficiencia cardíaca grave.
En 2017, el grupo de científicos se constituyó bajo el nombre CUORiPS como empresa, que cotiza en bolsa y fue seleccionada en 2023 para establecerse en Silicon Valley (California, Estados Unidos) como parte del centro de negocios allí del Ministerio de Economía, Comercio e Industria japonés.
En 2020 la firma llevó a cabo su segundo estudio clínico que demuestra la eficacia de las láminas de cardiomiocitos iPS contra la miocardiopatía isquémica, según Sawa, quien confía en una pronta aprobación de los parches por parte del Gobierno de Japón.
«Debemos concluir (la aprobación) para salvar a los pacientes», demanda el investigador.
Desarrollar células iPS que reproduzcan latidos requiere tres meses, pero para obtener las láminas dos semanas bastan, y Sawa estima que el tratamiento con los parches rondaría los 15 millones de yenes (86 520 euros), cinco (o 28 840 euros) por cada uno de los tres parches necesarios por paciente, aunque sería el Ejecutivo nipón el encargado de fijar su coste.
02 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia