aire contaminadoSe ha sabido desde hace tiempo que la contaminación del aire perjudica el corazón y los pulmones, pero una nueva investigación sugiere que también podría aumentar el riesgo de cáncer de mama.

Investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de EE.UU. (NIEHS, por sus siglas en inglees) y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) descubrieron que los mayores incrementos en la incidencia de cáncer de mama estaban entre las mujeres que, en promedio, tenían niveles más altos de contaminación por material particulado de 2.5 micrómetros (PM2.5) cerca de su hogar en los años anteriores a su registro en el estudio.

Las partículas se liberan a través del escape de vehículos motorizados, la quema de petróleo o carbón, el humo procedente de la quema de madera o vegetación y las emisiones industriales. Estas partículas son lo suficientemente pequeñas para ser inhaladas profundamente en los pulmones.

“Observamos un aumento del 8 % en la incidencia de cáncer de mama al vivir en áreas con mayor exposición a PM2.5. Aunque este es un aumento relativamente modesto, estos hallazgos son significativos dado que la contaminación del aire es una exposición omnipresente que afecta a casi todos”, dijo la autora del estudio Alexandra White, jefa del Grupo de Epidemiología del Cáncer y Medio Ambiente en el NIEHS, en un comunicado de prensa del instituto. «Estos hallazgos se suman a un creciente literatura que sugiere que la contaminación del aire está relacionada con el cáncer de mama».

Para el estudio, los investigadores utilizaron datos del Estudio sobre Dieta y Salud NIH-AARP, que inscribió a más de 500 000 hombres y mujeres entre 1995 y 1996 en California, Florida, Pennsylvania, Nueva Jersey, Carolina del Norte y Luisiana, así como en las ciudades de Atlanta y Detroit.

Las mujeres en el grupo tenían, en promedio, unos 62 años. La mayoría eran blancas.

Los investigadores siguieron a estas mujeres durante aproximadamente 20 años, durante los cuales encontraron más de 15 800 casos de cáncer de mama.

El equipo estimó las concentraciones históricas anuales promedio de PM2.5 en los sitios de residencia de cada participante. Estaban particularmente interesados en las exposiciones a la contaminación del aire durante un período de 10 a 15 años antes del registro en el estudio, teniendo en cuenta el tiempo que lleva el desarrollo de algunos cánceres.

La mayoría de los estudios anteriores han evaluado el riesgo de cáncer de mama en relación con la contaminación del aire en el momento de la inscripción al estudio y no han considerado exposiciones anteriores, señalaron los autores del estudio.

«La capacidad de considerar niveles históricos de contaminación del aire es una fortaleza importante de esta investigación», dijo la autora principal, Rena Jones, investigadora principal del estudio en el NCI. “Puede llevar muchos años desarrollar cáncer de mama y, en el pasado, los niveles de contaminación del aire tendían a ser más altos, lo que puede hacer que los niveles de exposición anteriores sean especialmente relevantes para el desarrollo del cáncer».

Los científicos también consideraron cómo la relación entre la contaminación del aire y el cáncer de mama variaba según el tipo de tumor. Evaluaron los tumores con receptores de estrógenos positivos (ER+) y negativos (ER-) por separado, encontrando que las PM2.5 se asociaban con una mayor incidencia de cáncer de mama ER+, pero no ER-.

Esto sugiere que la disrupción endocrina está involucrada. Los tumores ER+ son los tumores de mama más frecuentemente diagnosticados entre las mujeres en Estados Unidos.

Los hallazgos fueron publicados el 11 de septiembre en la revista Journal of the National Cancer Institute.

Más información

Las personas que viven en los Estados Unidos pueden encontrar información sobre la calidad del aire en su localidad ingresando su código postal en el sitio web Air Now de la Agencia de Protección Ambiental.

Referencia

Alexandra J White, Jared A Fisher, Marina R Sweeney, Neal D Freedman, Joel D Kaufman, Debra T Silverman, Rena R Jones, Ambient fine particulate matter and breast cancer incidence in a large prospective US cohort, JNCI: Journal of the National Cancer Institute, 2023;, djad170, https://doi.org/10.1093/jnci/djad170

14/09/2023

Fuente: (HealthDay News)

leche maternaUn equipo de investigadoras del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona (España) ha comprobado que la leche materna contiene ADN de tumores de mama, lo que abre la puerta a que se pueda utilizar como una biopsia líquida para diagnosticar el cáncer en etapas tempranas.

El estudio, publicado en la revista ‘Cancer Discovery’, parte de la preocupación de una paciente con cáncer de mama que temía haber transmitido la enfermedad a su bebé durante la lactancia, pues fue diagnosticada poco después de haber dejado de dar el pecho a su segunda hija y estando embarazada de su tercera. La jefa de la Unidad de Mama del Hospital Vall d’Hebron e investigadora del VHIO, Cristina Saura, ha explicado que esa paciente trajo una muestra de leche materna que tenía guardada en su congelador. ‘Si bien le dijimos que no había riesgo de transmitir el tumor, decidimos analizar la muestra a la búsqueda de marcadores que pudieran ayudarnos en la investigación’, ha relatado.

Las investigadoras observaron que, en esta bolsa, recogida unos 18 meses antes del diagnóstico, ya había ADN del tumor, conocido como ADN tumoral circulante (ADNct). Tirando del hilo, las investigadoras recogieron muestras de leche materna y sangre de más pacientes con cáncer de mama diagnosticadas durante el embarazo o el postparto, así como de mujeres sanas que estaban en curso de lactancia materna.

De 15 casos de mujeres con cáncer de mama ya diagnosticado durante el embarazo o en el postparto, en 13 de ellas se detectó en la leche la misma mutación que en el tumor que padecían; en cambio, en muestras de sangre solo una era positiva. ‘En tumores localizados, la liberación de ADN en la sangre es bajita y está muy diluido, pero en la lecha materna vemos que hay una cantidad más fácil de detectar, por lo que es una potencial herramienta de diagnóstico’, ha indicado Saura.

El siguiente paso es iniciar un estudio más amplio para recoger muestras de leche materna de 5 000 mujeres sanas a nivel mundial que se hayan quedado embarazadas con 40 años o más, o bien de cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de padecer cáncer de mama (BRCA1, BRCA2, PALB2, RAD51C/D). El objetivo es corroborar si el cáncer de mama se puede detectar en una fase más temprana en la leche materna, incluso antes que mediante técnicas de imagen o analíticas de sangre.

Si los resultados son los esperados, Saura ha aventurado que se podría hacer un cribado a través de la leche materna a todas las mujeres después de dar a luz, al igual que se hace con los recién nacidos en la conocida como prueba del talón para detectar un grupo de enfermedades. ‘Pensamos que tendría utilidad, porque el cribado poblacional de cáncer de mama es a partir de los 50 años, mediante una mamografía, y esta nueva prueba se posicionaría en una población -más joven- en la que no estamos haciendo pruebas; y contra antes diagnostiquemos el cáncer, más posibilidad tenemos de curarlo’, ha subrayado.

Referencia

Saura S, Ortiz C, Matito J, Arenas JE, Suñol A, Martín A, et al.  Early-Stage Breast Cancer Detection in Breast Milk. Cancer Discov 2023; https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-22-1340

https://aacrjournals.org/cancerdiscovery/article/doi/10.1158/2159-8290.CD-22-1340/728651/Early-Stage-Breast-Cancer-Detection-in-Breast?searchresult=1

Fuente: (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

septiembre 15, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Neoplasias, Oncología | Etiquetas: , , , , , , |

ADNInvestigadores de la Universidad de Munich y la Universidad Técnica de Munich están desarrollando una nueva forma de inmunoterapia dirigida a activar al sistema inmunitario frente al cáncer que combina estructuras artificiales de ADN y anticuerpos.

La inmunoterapia, que consiste en la activación del sistema inmunitario frente al cáncer, es una de las aproximaciones terapéuticas con mayor proyección en la oncología clínica.

En muchas de estas terapias, el elemento central son los linfocitos T y el objetivo es dirigirlos o reprogramarlos para que eliminen las células tumorales, sin afectar al resto de células normales del organismo.

El equipo de Sebastian Kobold, de la Universidad de Munich, ha diseñado un método que induce, con alta precisión, el reclutamiento de linfocitos frente a las células tumorales. Combinando nanotecnología de ADN y anticuerpos, los investigadores han creado una plataforma con interesantes ventajas para su potencial utilización en la práctica clínica: una estructura modular, adaptable y que proporciona un alto grado de especificidad.

“Creemos que nuestros hallazgos permitirán el ensayo clínico de nanotecnologías de ADN y demostrarán el potencial de las estrategias de ingeniería biomolecular basadas en el origami de ADN para aplicaciones médicas”, concluyen los investigadores del trabajo, publicado en Nature Nanotechnology.

Cómo activar al sistema inmunitario contra el cáncer y desarrollar una inmunoterapia con origami de ADN y anticuerpos

La pieza central de la estrategia del equipo de Kobold es una nanoestructura artificial de ADN sobre la que se pueden unir de forma específica diferentes anticuerpos.

La creación de este tipo de construcciones de ADN, lo que se conoce como origami o papiroflexia de ADN, deriva de la capacidad natural de esta molécula para plegarse y formar estructuras específicas.

El equipo diseñó un chasis nanoscópico en el que se pueden acoplar diferentes anticuerpos en cuatro posiciones. En uno de los extremos se incluyeron anticuerpos que se unen de forma específica a ciertos tipos de células tumorales. En el otro extremo, los investigadores colocaron anticuerpos que se unen a los linfocitos T y activan su respuesta, como por ejemplo CD3.

Los investigadores produjeron estructuras con 105 combinaciones de anticuerpos y evaluaron cuáles de ellas eran capaces de reclutar y activar los linfocitos T hacia las células diana de interés. A estas, que funcionan en esencia como como anticuerpos biespecíficos o multiespecíficos artificiales, las denominaron “captadores programables de linfocitos T” (PTE en sus siglas en inglés).

Los investigadores han evaluado la efectividad de los PTEs tanto in vitro, en diferentes tipos de células, como in vivo, en modelos de ratón. En ambos casos, las nanoestructuras reconocen las células tumorales diana e inducen su eliminación. En cultivo, por ejemplo, los investigadores han estimado que más del 90% de las células son destruidas en 24 horas tras el tratamiento con los PTEs. In vivo, en condiciones fisiológicas, los PETs se distribuyen de forma adecuada en el organismo y reducen el crecimiento tumoral.

Aplicaciones en cáncer

Los resultados obtenidos apuntan a los PETs como interesantes herramientas para el desarrollo de inmunoterapias.

La mayor ventaja del sistema es que es posible utilizar múltiples combinaciones de anticuerpos y por tanto crear diferentes PTEs adaptados al tipo de célula diana. “Este enfoque nos permite producir todo tipo de PTEs diferentes y adaptarlas para optimizar sus efectos”, destaca Adrian Gottschlich, investigador de la Universidad de Munich y uno de los autores del estudio. “En teoría son posibles infinitas combinaciones, lo que convierte a los PTEs en una plataforma muy prometedora para tratar el cáncer”.

Además, al poder combinar múltiples anticuerpos (dirigidos a diferentes copias del mismo antígeno o a diferentes antígenos) los PTEs permiten actuar sobre las células diana con alta especificidad. Este sistema permitiría discriminar mejor entre las células tumorales y las células sanas.

En paralelo, los investigadores señalan que la activación de los linfocitos podría mejorarse utilizando combinaciones de anticuerpos dirigidos a diferentes rutas de señalización.

Referencia

Wagenbauer KF, Pham N, Gottschlich A,  Kick B, Kozina V, Frank Ch, et al. Programmable multispecific DNA-origami-based T-cell engagers. Nat Nanotechnol. 2023. https://doi.org/10.1038/s41565-023-01471-7

https://www.nature.com/articles/s41565-023-01471-7

11/0/2023

(Genotipia.com) Fuente: Genética Médica-Noticias Investigación   Copyright 2023 © Genotipia

La disfunción sexual es un efecto secundario común, angustiante y persistente del tratamiento del cáncer de próstata, con efectos tanto físicos como psicológicos para los pacientes afectados.

ejerciciofisico.jpnLa pérdida de la función eréctil genera un estrés importante en la vida de muchos hombres que reciben tratamiento por cáncer de próstata cada año. Al respecto, una nueva investigación dirigida por la Universidad Edith Cowan (ECU) y avalada por la Fundación Australiana contra el Cáncer de Próstata ha constatado que el ejercicio podría ayudar a superar la disfunción eréctil entre los hombres afectados por este tipo de tratamientos.

«La disfunción sexual es un efecto secundario común, angustiante y persistente del tratamiento del cáncer de próstata, con efectos tanto físicos como psicológicos. Nuestro estudio muestra que estos pacientes pueden beneficiarse inmediatamente de intervenciones de ejercicio supervisadas para mejorar su salud sexual», afirmó el profesor Daniel Galvao, director del Instituto de Investigación de Medicina del Ejercicio (EMRI) de ECU y principal responsable del estudio.

Estudios EMRI anteriores demostraron que el ejercicio puede ayudar a producir proteínas que combaten el cáncer llamadas mioquinas, que actúan para suprimir el crecimiento tumoral incluso en pacientes con cáncer de próstata terminal en etapa avanzada . «Ésta es sólo la última evidencia que demuestra que el ejercicio debe considerarse una parte integral del tratamiento del cáncer de próstata», afirmó el referido experto.

Beneficios del ejercicio

Para llevar a cabo el estudio se dividió a más de 100 pacientes con cáncer de próstata en tres grupos. Uno realizó ejercicios aeróbicos y de resistencia supervisados, mientras que otro hizo el mismo programa de ejercicios, pero también se sometió a terapia psicosexual. Mientras, el tercer grupo recibió tratamiento estándar sin ningún componente de ejercicio o terapia.

La terapia psicosexual no produjo mejoras en la función eréctil ni en la satisfacción sexual; sin embargo, los pacientes que hicieron ejercicio informaron una gran mejora en ambas. Aquellos que hicieron ejercicio vieron un aumento de la función eréctil en 5,1 puntos, en comparación con 1,0 puntos para el grupo de atención habitual, mientras que la satisfacción sexual aumentó en 2,2 puntos con ejercicio y 0,2 puntos con atención habitual.

El ejercicio también evitó un aumento de la masa grasa y mejoró los resultados de la función física, así como la fuerza de los músculos de la parte superior e inferior del cuerpo en comparación con la atención habitual.

«Este estudio demuestra el poder del ejercicio para ayudar a restaurar la función sexual y al mismo tiempo mejorar la salud general, basándose en investigaciones anteriores que han descubierto que el ejercicio también puede ayudar a reducir los riesgos de recurrencia en hombres con cáncer de próstata», señaló, por su parte, Anne Savage, directora ejecutiva de la Fundación de Cáncer de Próstata de Australia.

Finalmente, los investigadores consideran que se necesita más investigación para averiguar cómo el ejercicio puede afectar la salud sexual de los pacientes con cáncer de próstata y otros síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y su tratamiento.

05/09/2023 Urología  Atención Primaria

Investigadores del Instituto Weizmann identifican un biomarcador que podría permitir a un subgrupo de pacientes con cáncer de pulmón beneficiarse de un tratamiento sin recaídas.

CANCER-DE-PULMONLas personas no fumadoras que desarrollan cáncer de pulmón pueden ser tratadas eficazmente con nuevos fármacos, pero sus tumores se niegan a rendirse sin luchar. Los fármacos dejan de funcionar a largo plazo porque los tumores adquieren mutaciones secundarias que les permiten eludir el efecto terapéutico de los medicamentos.

Una investigación publicada en la revista Cell Reports Medicine y realizada por investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias proporciona resultados que podrían llevar a un tratamiento sin recaídas para un subgrupo considerable de pacientes con cáncer de pulmón. En un estudio realizado en ratones, los científicos han identificado un biomarcador que podría ayudar a los médicos a seleccionar a los pacientes con cáncer de pulmón que pueden ser tratados con un único fármaco basado en anticuerpos, el cual posiblemente derive en una remisión completa, sin recaída del cáncer.

 “Hemos hallado un biomarcador potencial que podría cambiar la forma en que se trata a los pacientes con cáncer de pulmón en todo el mundo”, afirma el profesor Yosef Yarden, del Departamento de Inmunología y Biología Regenerativa de Weizmann, director del estudio. “De forma similar a cómo la presencia de mutaciones en genes BRCA predice cómo responderán los pacientes con cáncer de mama y ovario a los fármacos, el nuevo biomarcador podría hacer posible emparejar a algunos pacientes con cáncer de pulmón con la medicación específica con más probabilidades de ayudarles.”

Centrarse en las mutaciones que importan

La mayoría de los cánceres de pulmón se deben al tabaquismo, pero la segunda mayor fracción de casos afecta a no fumadores y se caracteriza por mutaciones en un gen llamado EGFR. El estudio comenzó cuando la Dra. Ilaria Marrocco, entonces investigadora postdoctoral en el laboratorio de Yarden, revisó la bibliografía de ensayos clínicos y se dio cuenta de que todos los pacientes con cáncer de pulmón EGFR-positivo recibían el mismo tratamiento multimedicamentoso, independientemente de cuál de las 30 mutaciones conocidas del EGFR se encontrara en sus tumores. Eventualmente, estos pacientes acababan desarrollando una resistencia a los fármacos que provocaba la recaída del cáncer. Marrocco se preguntó si, clasificando los tumores de pulmón en función de las mutaciones específicas del gen EGFR, sería posible crear un protocolo farmacológico más personalizado y lograr mejores resultados.

“La observación del Dr. Marrocco nos inspiró para buscar un biomarcador que predijera qué pacientes responderían bien a la terapia, según las mutaciones específicas que portaran”, señala Yarden. Los científicos decidieron centrarse en una de las dos variantes genéticas más comunes asociadas al gen EGFR en el cáncer de pulmón: la mutación L858R, en la que un solo aminoácido, de entre varios cientos, se sustituye por otro, en la posición 858 de la proteína EGFR. Esta mutación se produce en aproximadamente el 40 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón cuyos tumores se caracterizan por mutaciones en el gen EGFR.

Los científicos eligieron estudiar el cambio L858R porque, a diferencia de otras mutaciones que afectan a EGFR, tiene un impacto único en su función. “A diferencia de las demás mutaciones, esta mutación requiere que los receptores se emparejen en la membrana de la célula cancerosa, tras lo cual se envían al núcleo señales que ordenan a la célula iniciar la replicación”, explica Yarden. “Utilizando un modelo de ratón de cáncer de pulmón con la mutación L858R, descubrimos que, si no se produce este emparejamiento, es como un cortocircuito: la señal para iniciar la replicación celular no puede enviarse al núcleo y el tumor no crece”.

A continuación, los investigadores bloquearon la unión tratando a los ratones con un fármaco anticuerpo llamado cetuximab, conocido por su nombre comercial Erbitux, desarrollado a partir de las investigaciones de Yarden y el difunto profesor Michael Sela. Erbitux ha sido aprobado por la FDA para el tratamiento del cáncer de colon y de cabeza y cuello.

“Tras el tratamiento con Erbitux, los tumores de pulmón de los ratones se redujeron y no volvieron a aparecer, ni siquiera después de mucho tiempo”, afirma Yarden. “Estos resultados indican que, para el gran número de pacientes humanos con cáncer de pulmón que presentan la mutación L858R, un único fármaco podría ofrecer una vía hacia la recuperación total, sin el devastador fenómeno de la recaída del cáncer”.

El nuevo estudio también explica por qué los intentos anteriores de tratar con Erbitux el cáncer de pulmón con mutaciones en EGFR habían fracasado o, en el mejor de los casos, habían producido resultados contradictorios. “Desde que se aprobaron los nuevos inhibidores del EGFR como fármacos contra el cáncer de pulmón hace casi 10 años, todos los pacientes reciben estos medicamentos anti-EGFR, independientemente de la identidad y el número de sus mutaciones en EGFR. Son muy eficaces durante un tiempo, pero permiten la aparición de mutaciones secundarias que aceleran la recaída del cáncer”, explica Yarden. “En el momento en que se administra Erbitux, suele ser ineficaz porque sólo puede actuar contra determinadas mutaciones en EGFR. Nuestro estudio demuestra la importancia de preseleccionar desde el principio a los pacientes con cáncer de pulmón que pueden ser tratados eficazmente con Erbitux, en función de su perfil de mutaciones.”

Los científicos afirman que el siguiente paso sería poner en marcha un ensayo clínico para establecer la eficacia de este tratamiento en pacientes humanos con cáncer de pulmón, algo que se verá facilitado por el hecho de que Erbitux ya ha sido aprobado para tratar otros tipos de cáncer. Mientras tanto, Yarden y Marrocco están entusiasmados con la posibilidad de que su investigación acabe repercutiendo en la práctica clínica. “El biomarcador L858R podría ayudar a salvar vidas al ofrecer a los médicos una forma de proporcionar un tratamiento farmacológico personalizado a los pacientes con cáncer de pulmón portadores de la mutación pertinente”, señala Marrocco.

Artículo científico: Marrocco I, Giri S, SimonI et al. L858R emerges as a potential biomarker predicting response of lung cancer models to anti-EGFR antibodies: Comparison of osimertinib vs. cetuximab. Cell Rep Med. 2023 Aug 3:101142. doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.xcrm.2023.101142

Referencia

Marrocco I, Giri S, Simoni-Nieves A, Gupta N, Rudnitsky A, Haga Y, et al.  L858R emerges as a potential biomarker predicting response of lung cancer models to anti-EGFR antibodies: Comparison of osimertinib vs. cetuximab. Cell Reports Medicine.  2023, 4(8).  https://doi.org/10.1016/j.xcrm.2023.101142.

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2666379123002951?via%3Dihub  

28/08/2023(genotipia.com) Tomado- Noticias de investigación   Copyright 2023 © Genotipia

septiembre 2, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Genética clínica, Oncología | Etiquetas: , , , , , |

tumor cerebraLUn trabajo del CSIC y el CNIO apunta a que la pérdida cognitiva en pacientes con metástasis cerebral responde a las interferencias que crea el cáncer en los circuitos neuronales.

Los investigadores midieron la actividad eléctrica del cerebro de ratones con y sin metástasis.

El comportamiento del cáncer en el cerebro es un misterio del que poco a poco la ciencia va desvelando piezas. Cuando un tumor crecía alojado en la cavidad de este órgano lo hacía presionando al resto de tejidos a su alrededor. Esta ocupación de espacios se asumía como principal razón para las alteraciones neurológicas que sufrían hasta un 45% de los pacientes.

Y no, no es así. Un estudio pionero realizado por investigadores españoles ha resuelto que los tumores cerebrales no presionan con su masa los tejidos, sino que sus células hackeala comunicación existente entre las neuronas. «Esto es un paso importante«, subraya Manuel Valiente, director del Grupo de Metástasis Cerebrales del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). «No habríamos conseguido pasar con éxito esta prueba de concepto sin el trabajo conjunto de dos disciplinas«, insiste haciendo alusión al trabajo del laboratorio de Liset Menéndez de la Prida, directora del Laboratorio de Circuitos Neuronales del Instituto Cajal (CSIC).

«Juntos hemos conseguido responder a preguntas clave: ¿por qué un tumor pequeño genera alteraciones grandes? ¿por qué uno mayor casi no se traduce en afectación en el paciente?», comenta Valiente. El investigador recalca que han logrado una base científica a las observaciones clínicas que venían recopilando. Este avance ha sido la portada del último número de Cancer Cell.

Se trata de que la diseminación de las células tumorales en el tejido cerebral que se traduce en metástasis provoca la alteración de la química cerebral. «Hay alteraciones bioquímicas y moleculares realizadas por el tumor y responsables de la alteración de la capacidad cognitiva de los pacientes. Estamos ante un cambio de paradigma con implicaciones en el diagnóstico y tratamiento», manifiesta Valiente.

¿Cómo han conseguido estos resultados?

Los investigadores midieron la actividad eléctrica del cerebro de ratones con y sin metástasis, y observaron que los registros electrofisiológicos de los animales con cáncer son distintos entre sí. Para asegurarse de que esa diferencia es atribuible a la metástasis recurrieron a la inteligencia artificial. Entrenaron un algoritmo automático con numerosos registros electrofisiológicos y, en efecto, el modelo logró identificar la presencia de metástasis.

El sistema llegó incluso a diferenciar metástasis provenientes de tumores primarios distintos, como cáncer de piel, pulmón y mama. Estos resultados muestran que, en efecto, la metástasis influye en la actividad eléctrica cerebral de manera específica, dejando una huella muy clara y reconocible.

Menéndez de la Prida explica el método que han puesto en marcha para validar la hipótesis. «Mediante aprendizaje automático hemos sido capaces de integrar todos los datos para crear un modelo que permite saber si en un cerebro hay o no metástasis mirando únicamente su actividad eléctrica. Esta aproximación computacional podría tener la capacidad incluso de predecir subtipos de metástasis cerebral en estadios iniciales. Es un trabajo totalmente pionero, que abre un camino inexplorado».

El cambio de enfoque que aporta esta investigación hace que los laboratorios busquen profundizar sistemáticamente en el estado cognitivo de los pacientes con metástasis cerebral. «Para ello, contamos ya con 18 hospitales trabajando en red. Se trata de algo único en el mundo», explica Valiente. «Se recogen las muestras vivas de los pacientes para su estudio, que se alojan en el Biobanco del CNIO«.

El investigador añade que el siguiente paso que darán es la evaluación neurocognitiva de los pacientes. «Tendremos la oportunidad, a través de un software, de realizar una base de datos estandarizada y correlacionada, que asociará la muestra a unas capacidades. En el laboratorio vamos a poder medir, en modelos de ratón, la eficacia de los fármacos y así diseñar estrategias más tarde en la clínica asistencial». Esto será posible gracias a la tecnología METPlatform desarrollada en el CNIO para evaluar la posible actividad terapéutica cientos de compuestos a la vez sobre las muestras de tejido cerebral afectadas por la metástasis.

Pistas clave para el desarrollo de tratamientos

Más allá del registro de los cambios en la actividad eléctrica cerebral en presencia de metástasis, los investigadores también han dado los primeros pasos para determinar los cambios bioquímicos que explicarían esta alteración. Analizando los genes que se expresan en los tejidos afectados, han identificado una molécula, EGR1, con un papel potencialmente importante en el proceso. El hallazgo abre la posibilidad de diseñar un fármaco que prevenga o palíe los efectos neurocognitivos de la metástasis cerebral.

Liset Menéndez de la Prida, por su parte, avanzará en la integración del registro de la actividad cerebral con el análisis de las moléculas implicadas, «para desarrollar nuevas sondas diagnósticas de tumores cerebrales«, señala. Es una tarea en línea con el proyecto europeo NanoBright, que busca crear técnicas no invasivas para investigar el cerebro y tratar sus patologías, y en el que participan el CSIC y el CNIO.

Otro objetivo es dar con fármacos que protejan al cerebro de las interferencias creadas por el cáncer en los circuitos neuronales, utilizando las estrategias ya mencionadas. «Buscaremos las moléculas que juegan un papel en las alteraciones inducidas por la metástasis en la comunicación neuronal, y las evaluaremos como posibles dianas terapéuticas», explica Valiente.

Referencia

Sanchez-Aguilera A, Masmudi-Martín M, Navas-Olive A, Baena P, Hernández-Oliver C, Priego N, Cordón-Barris L, et al. Machine learning identifies experimental brain metastasis subtypes based on their influence on neural circuits. Cancer Cell 41, 2023 https://doi.org/10.1016/j.ccell.2023.07.010

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1535610823002507

30/08/2023 (Diario Médico) Tomado Medicina Oncología © junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

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