DengueLa notable interacción entre los anticuerpos dirigidos contra las glicoproteínas RBD y de la espícula (S) del SARS-CoV-2 y la proteína E del virus dengue serotipo 2 (DENV) podría potenciar y agravar el cuadro clínico del dengue.

El trabajo publicado en Europe PMC destaca el hallazgo de una reacción de potenciación de la infección por dengue para el desarrollo de las estrategias de inmunización contra el SARS-CoV-2, en especial en regiones donde el dengue es endémico.

Particularidades del dengue

La infección primaria por el virus dengue confiere inmunidad permanente contra la infección secundaria homotípica, pero parcial ante una provocación heterotípica. Esta última se correlaciona con síntomas severos como consecuencia de una mayor viremia por el mecanismo denominado potenciación dependiente de anticuerpos (PDA), que se produce cuando anticuerpos en concentraciones subneutralizantes de una infección previa se unen al virión del DENV en casos de reinfecciones con un serotipo diferente y promueven el ingreso del virus a células que posean el receptor Fc.

La enfermedad por dengue registra una elevada prevalencia en zonas tropicales y subtropicales del mundo.

El estudio de Translational Health Science and Technology Institute (Faridabad, Haryana, India) evalúa el impacto de los anticuerpos anti-SARS-CoV-2 sobre la infección por DENV-2 provocado por el aumento reciente de los casos de dengue y los informes de reactividad cruzada potencial con anticuerpos anti-SARS-CoV-2.

Los autores recogieron muestras de plasma humano de la etapa de convalecencia recogidas durante las diferentes olas de la pandemia de COVID-19.

Con la intención de evaluar su capacidad para producir una PDA en cultivos celulares en caso de infección por DENV-2, utilizaron células de líneas mieloides humanas K562 y U937, junto con un panel de anticuerpos desarrollados contra SARS-Cov-2.

Para identificar los anticuerpos que indujeran más reacciones cruzadas al formar complejos con la proteína E de DENV-2, los investigadores realizaron análisis cualitativos y cuantitativos con diversos programas de acoplamiento con el fin de elegir los que desencadenaran la mejor respuesta.

Analizaron además la cinética de la unión de dos anticuerpos anti-SARS-CoV-2 con la envoltura del virus dengue y la proteína S del coronavirus y analizaron la reactividad cruzada mediante ensayos de inmunofluorescencia en células infectadas con DENV2 teñidas con anticuerpos y sueros animales dirigidos contra SARS-Cov-2.

El artículo explica que los anticuerpos anti-SARS-CoV-2 desarrollados en respuesta a una infección natural en seres humanos o por inmunización experimental en animales reaccionaron en forma cruzada con DENV-2 y tuvieron la capacidad de potenciar la infección por este virus en células K562 y U937.

Una prueba de reacción en cadena de polimerasa cuantitativa que detectaba ARN genómico de DENV demostró que 7 de 10 muestras de plasma humano de convaleciente de COVID-19 produjeron mayores tasas de replicación viral en las células K562 que las correspondientes a control.

Estos datos se correlacionaron con un aumento de las células positivas para DENV observadas en la citometría de flujo.

Resultados del trabajo

Uno de los anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el CR3022, mostró una reactividad cruzada estadísticamente significativa (con mayor intensidad media de fluorescencia) que otros anticuerpos examinados en las imágenes de microscopia confocal, caracterizada por usar un punto de escaneo o puntos de luz que iluminan la muestra.

De manera similar, los estudios de simulación computarizada e in vitro indicaron una fuerte interacción entre los anticuerpos anti-SARS-CoV-2 y la proteína E del DENV-2.

La investigación da cuenta de una reactividad cruzada entre plasma de convaleciente y anticuerpos anti-SARS-CoV-2 y el DENV2 y asimismo observaron una afinidad de unión muy potente de los anticuerpos dirigidos contra las proteínas RBD y S del coronavirus con dímeros de proteína E estabilizados de DENV-2.

Los autores atribuyen la interacción a dos mecanismos posibles:

1) una vía extrínseca, que implicaría una mayor entrada del virus en las células de la huésped mediada por el receptor Fc, lo que conduciría a un aumento de la cantidad de células infectadas y

2) otra intrínseca, con una supresión de la respuesta inmunitaria antiviral del huésped y aumentos de la replicación y producción de virus por las células infectadas.

El aumento del porcentaje de células infectadas por DENV-2 también detectado indicaría una mayor internalización del virus y, posiblemente, la presencia de al menos una vía extrínseca para la PDA.

Diversas investigaciones sugieren que las coinfecciones con dengue y SARS-CoV-2 que con mayor frecuencia presentan síntomas típicos de dengue y mayores tasas de mortalidad, posiblemente se deban a una potenciación de la infección por DENV por los anticuerpos contra el coronavirus.

Algunos estudios también plantearon la necesidad de investigar si los anticuerpos inducidos en respuesta a las diversas vacunas contra el SARS-CoV-2 podrían potenciar infecciones por DENV.

Puesto que los virus del dengue y de la COVID-19 circulan simultáneamente en varios países, los autores opinan que es necesario profundizar las investigaciones y tal vez, considerar nuevas estrategias de inmunización que tengan en cuenta la estacionalidad del dengue cuando se analizan las políticas de aplicación de vacunas contra SARS-CoV-2, en particular en aquellos países donde el dengue es endémico.

Referencia

Jakhar K, Sonar S, Singh G, Sarkar T, Tiwari M, Kaur J, et al. SARS-CoV-2 antibodies cross-react and enhance dengue infection. bioRxiv[Internet]. 2023[citado 4 nov 2023].  DOI: 10.1101/2023.10.09.557914.

6 noviembre 2023 | Fuente: SIICSALUD| Tomado de Noticias biomédicas

noviembre 6, 2023 | gleidishurtado | Filed under: COVID-19, Dengue, infecciones, Riesgo a la Salud, Virus SARS-CoV-2 | Etiquetas: , , , |

DengueLa mayoría de los pacientes cursaron la fiebre dengue de manera leve; solo uno de los descritos por el artículo requirió ingreso a la unidad de terapia intensiva pediátrica.

El exantema, los vómitos y la irritabilidad, además de la fiebre, constituyen las manifestaciones habituales de la fiebre dengue en lactantes. La investigación destaca que no ocurrieron fallecimientos.

El ensayo Características de la Fiebre Dengue en niños menores de 6 meses… que publica la revista Pediatría (Asunción) evalúa las características clínicas y epidemiológicas de los lactantes menores de 6 meses con diagnóstico de fiebre dengue.

La Nación / Hospital Acosta Ñu inaugura importantes mejoras con G. 34 mil  millones de inversión.

Las autoras informan que  la institución recibe aproximadamente 110 000 pacientes al año.

Descripción de la enfermedad

El dengue aparece en picos epidémicos cada 3 o 4 años debido a los nuevos serotipos que reinstalan la infección. Después de la pandemia recobró a su prevalencia anterior con más de 2 millones y medio de casos reportados en América, con un millón de fallecidos y una cifra de graves que superó los cuatro mil.

La enfermedad causada por un arbovirus, el virus del dengue, presenta cuatro serotipos DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4. Es transmitido por la picadura del mosquito hembra Aedes aegypti.

El dengue puede cursar con formas subclínicas o leves, o presentarse con formas graves hasta llegar al shock o falla multiorgánica.

Si bien la presentación asintomática puede darse en un 50 a 80% de los casos, en el algoritmo de manejo se distinguen formas clínicas del dengue:

la clásica, o fiebre dengue, sin signos de alarma, caracterizada por fiebre brusca, escalofríos, mialgias, artralgias, anorexia, cefalea y dolor retro orbitario;

dengue con signos de alarma como dolor abdominal intenso y sostenido, vómitos persistentes, ascitis, derrames serosos, sangrado de mucosas, letargo, irritabilidad, hepatomegalia, hipotensión postural, hematocrito aumentado y

dengue grave que implica shock o dificultad respiratoria, sangrado y daño orgánico grave.

La gran mayoría de los casos de dengue se registran en niños menores de 15 años. Las diferencias clínicas de su manisfestación en niños y en adultos indican que en los primeros se presenta con más vómitos y rash cutáneo, mientras en los adultos predominan artralgias, dolor retro orbital y mialgias.

Los datos de laboratorio encuentran más casos de trombocitopenia, hemoconcentración y elevada ALT (alanina aminotransferasa).

Experiencias descritas

Las características del dengue también fueron cambiando en las últimas décadas, tanto en la forma de presentación, como en la severidad y el riesgo vital.

De acuerdo a un informe nicaragüense publicado en 2005, un mayor porcentaje de dengue grave se vio en lactantes de 4 a 9 meses.

Un estudio de Brasil fechado en 2018 reportó que en los mayores de 5 años el dolor abdominal y la hepatoesplenomegalia fueron factores asociados a la severidad del dengue. Otro trabajo -en este caso de Paraguay- con un grupo pequeño de lactantes, mostró que presentaban menos leucopenia que los demás grupos etarios sin observarse incrementos de la gravedad.

Diseño y población del estudio

Ensayo observacional, descriptivo, de corte transversal, retrospectivo comprendido entre enero de 2017 y diciembre del 2021.

De los 48 869 pacientes menores de 6 meses que consultaron el servicio de urgencias del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu, el estudio incluyó 172 lactantes con diagnóstico de fiebre dengue, equivalentes al 0,35 % de la población consultante total.

Las autoras consideran como posible que la baja cantidad esté relacionada con la situación epidemiológica de la infección, ya que tanto en las epidemias periódicas de dengue, como en los periodos de endemia, la afectación de mujeres embarazadas en ocasiones conduce a la infección del feto, por transmisión vertical o al neonato. En este último caso, los anticuerpos maternos pueden tener efectos protectores para el lactante durante un periodo de 6 a 12 meses.

Consecuencias de la investigación

Un escaso porcentaje de la población estudiada presentó signos de alarma, siendo los más frecuentes, vómitos e irritabilidad. Según el artículo, estos hallazgos difieren de manera notable con los registrados por el estudio del 2013 a 60 pacientes del mismo hospital que encontró signos de alarma en el 56,6 % de los lactantes. La diferencia, aclaran, podría deberse al escaso número de participantes del anterior estudio, es decir a un error aleatorio.

Con relación a los métodos auxiliares de diagnóstico, la mayoría de los pacientes presentaron una prueba positiva, ya sea NS1 o serología, datos similares a una investigación de 156 pacientes realizada en la Argentina, en que el 52,5 % fue diagnosticado por virología.

Estos reactivos para antígeno viral NS1 pueden arrojar resultados rápidos, con baja sensibilidad, pero con elevado valor predictivo positivo. Por tanto, un resultado negativo, no descarta la enfermedad, sin embargo, si es positivo, prácticamente la confirma, en atención a la elevada prevalencia del dengue en el país.

En lactantes con 5 meses de edad media, los síntomas predominantes de la fiebre dengue, además de la fiebre misma, fueron exantema, vómitos e irritabilidad. El estudio no observó marcada leucopenia ni plaquetopenia. La mayoría curso levemente la enfermedad y solo un paciente requirió ingreso a la unidad de terapia intensiva pediátrica. No se registraron fallecidos.

Referencia

Casartelli Vall D, Godoy Sánchez L, Mesquita Ramírez M. Características de la Fiebre Dengue en niños menores de 6 meses, un estudio retrospectivo. Pediatría (Asunción), 50(1), 20 – 26.  https://doi.org/10.31698/ped.50012023005

https://www.revistaspp.org/index.php/pediatria/article/view/743

 

01/09/2023(Siic Salud) Tomado- Noticias biomédicas Pediatría 

septiembre 4, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Dengue, Fiebre, Pediatría, Problemas de Salud, Riesgo a la Salud | Etiquetas: , , , |

zika-dengue-chikunguñaEste trabajo, para el que se requiere una importante potencia informática, podría ayudar contra otras enfermedades causadas por virus similares, como el zika y la fiebre amarilla.

Los flavivirus (dengue, zika, virus del Nilo Occidental, fiebre amarilla…) infectan las células humanas por un proceso llamado endocitosis (fusionan su membrana con la pared celular en función de la acidez que detectan). Conocer este mecanismo es clave para obtener fármacos antivirales que eviten la infección y, dado que la interacción entre los virus y las células sanas se produce a través de proteínas muy complejas, para entender el proceso es necesario simular por ordenador cómo se produce la interacción química entre sus moléculas.

Con este enfoque, un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, publicado en la revista Biochimica Biophysica Acta Biomembranes, ha revelado la secuencia específica de la proteína E del virus del dengue donde se produce la interacción con las células humanas y, por tanto, hacia dónde deberían dirigirse los fármacos para prevenir la infección, según destaca José Villalaín, líder del estudio y profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la UMH.

¿Cuál es el punto de partida del proyecto? El virus del dengue ya es endémico en nuestro país, al detectarse casos autóctonos. Según Villalaín, investigador del Instituto de Desarrollo, Investigación e Innovación en Biotecnologías Sanitaria de la Universidad Miguel Hernández (IdiBE), es de esperar que se produzcan cada vez más casos debido a las altas temperaturas y a las inundaciones periódicas que favorecen la extensión y propagación de los mosquitos Aedes aegypti o Aedes albopictus, cuya picadura puede transmitir la enfermedad.

Anteriores publicaciones de Villalaín demostraron que la proteína E del virus del dengue, responsable de la entrada del virus en la célula huésped, tiene tres puntos de unión a las membranas biológicas. A partir de ese conocimiento, ya que la fusión de las membranas es el primer y más importante paso en la infección del virus del dengue, era necesario «afinar» aún más dónde podía producirse el proceso.

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Este estudio se ha realizado mediante dinámica molecular, un proceso de «simulación virtual» de la interacción entre proteínas que requiere tanta potencia informática que resulta necesario un conjunto de ordenadores para llevar a cabo el experimento. En estas simulaciones, se puede ver cómo se comporta cada átomo que compone las proteínas del virus y, por tanto, estudiar en detalle tanto la interacción entre moléculas como lo que ocurre dentro de las mismas.

Para este tipo de investigaciones, la UMH cuenta con un clúster de computación científica, un grupo de ordenadores unidos mediante una red de alta velocidad, gestionada por el Servicio de Innovación y Planificación Tecnológica. Según Villalaín, «se analizaron diversas conformaciones proteicas del sensor de pH y su interacción con diferentes lípidos de la membrana. Debido a la complejidad de los sistemas la toma de datos duró unos seis meses».

Gracias a esa labor, se ha demostrado que existe una secuencia específica de la proteína E del virus del dengue que es responsable tanto de la interacción proteína-proteína como proteína-membrana, fundamental en el proceso de activación proteica y en la consecuente fusión de las membranas viral y celular. Ese segmento, además de funcionar como sensor de pH, es decir, ser capaz de detectar la entrada del virus dentro del endosoma tardía, se une a la biomembrana de la célula con una alta afinidad y gran especificidad, lo que lo convierte en una diana terapéutica fundamental con la cual atacar al virus. Respecto al resultado, Villalaín destaca que «no se sabía si solo funcionaba como sensor de pH y/o además interaccionaba con la membrana de un modo específico, como así se ha demostrado».

Aplicación a otros virus similares

La importancia adicional del trabajo radica en que este segmento, encontrado también en otros tipos similares de virus, podría ayudar a encontrar moléculas antivirales que también serían efectivas contra las infecciones de virus similares al dengue, como el zika o la fiebre amarilla. Ese hallazgo, en definitiva, «nos descubre una nueva diana para poder inhibir la entrada del virus del dengue y, posiblemente, la de otros flavivirus». En todas estas patologías, recuerda, «no existen vacunas, son ineficientes o incluso producen efectos secundarios a determinados tipos de paciente». Todo ello podría ayudar a «conseguir un antiviral de efecto genérico contra los flavivirus», además de «estar preparados para nuevos tipos de virus emergentes de la misma familia que, posiblemente, a medio y largo plazo puedan ser generadores de nuevas enfermedades».

Fuente: Diario Médico

 

DehydrationLa hidratación adecuada reduce la gravedad del dengue en la atención primaria puesto que beber al menos 5 vasos de líquido disminuye en forma significativa las manifestaciones clínicas de la enfermedad.

El estudio enfocado en la atención primaria del dengue que publica la revista Infectious Diseases Now se propuso estimar el volumen y tipo de hidratación oral de los pacientes adultos con dengue con el fin de evaluar su efecto en la aparición de probables signos de alarma y posteriores hospitalizaciones. Read more

Reunión de alto nivel

La última sesión virtual dirigida al mundo por la Organización Mundial de la Salud desde su sede en Ginebra (Suiza), sirvió para repasar los aspectos más candentes de la salud global en este ya de por sí tórrido verano de 2023.

La conferencia de prensa fue moderada por Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS y su responsable de relaciones con los medios de comunicación. Quien dio paso a distintos directivos de la institución supranacional a efectos de prevención y anticipación a crisis sanitarias potencialmente lesivas para el planeta en su conjunto.

En su discurso resumen, el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó que tan sólo hace tres meses él mismo declaró finalizada la emergencia de salud global debida a la Covid-19, sin perjuicio de que esta enfermedad siga suponiendo un desafío para la salud global. Aunque, sí en línea con un progresivo descenso de las hospitalizaciones y defunciones registradas internacionalmente por esta enfermedad. Y con el inconveniente que supone que crezca el número de países que deja de aportar sus datos a la OMS. De forma que, el pasado mes de julio, apenas un 25% de las naciones informó sobre las muertes debidas al SARS-CoV-2 y únicamente un 11 % sobre hospitalizaciones e ingresos en UCI. Fenómenos que presumiblemente siguen acaeciendo y van a más.

Atribuyó el director general a la certeza sobre la caída del riesgo de enfermedad grave a la inmunización generada por la vacunación y la propia infección natural, por separado o combinadas, así como por la rápida detección y los cuidados clínicos más eficaces. Factor que no impide que la OMS mantenga la Covid-19 con la etiqueta de riesgo alto para la salud pública global. Habida cuenta de que el patógeno circula por todos los países y mantiene su capacidad para cambiar y para producir defunciones.

En línea con lo anterior, la OMS anunció en la misma jornada que algunas variantes como la EG.5 están siendo evaluadas en sus actuales riesgos para descartar que pudieran suponer un repunte de la mortalidad. Lo que viene a confirmar lo acertado de haber establecido un comité emisor de recomendaciones el mismo mes de mayo en que finalizó la amenaza global del virus, para mantener una vigilancia de la enfermedad a largo plazo.

Recomendaciones que son válidas y de aplicación para los países de las siete principales regiones del planeta. En consonancia con el plan estratégico de preparación y respuesta ya publicado la pasada primavera. Al que deben contribuir los países con información sobre mortalidad, cambios en los patógenos y niveles de inmunización de sus poblaciones. Para enriquecer la información global sobre enfermedad grave, muerte, secuencias genéticas y efectividad de las vacunas.

Reiteró el doctor Adhanom que es deber de los países seguir vacunando a los colectivos con mayor riesgo de hospitalización y fallecimiento. Así como aportar datos de investigación para una mejor prevención y control de la Covid-19. A la vez que se mejoran los tratamientos con protección al personal asistencial y con adecuado nivel de test diagnósticos y medios clínicos.

Tedros reiteró que no hay que bajar la guardia a pesar de que la mayoría de los países ven la Covid-19 como algo ya del pasado. Olvidando, quizás, que muchas personas que han sufrido la enfermedad tienen que ser tratados cada día de una experiencia especialmente traumática. A lo que sumó que, aunque no es posible predecir el futuro, sí es posible estar preparados para afrontarlo.

Advirtió también el máximo responsable de la OMS que la situación humanitaria y sanitaria empeora en Sudán al iniciarse su cuarto mes en conflicto y mantener al 40% de la población en situación de hambruna y sin suministros médicos y de energía y agua potable. Una situación agravada por las hostilidades desatadas en Amhara, región de Etiopía, además del estado en que se encuentra Sudán. Para lo que la OMS ha dispuesto un centro para el cólera que, sin embargo, se ve dificultado por los problemas de acceso.

Seguidamente, el doctor Preben Aavitsland, responsable del departamento de Salud Pública y Atención Primaria de la Universidad de Bergen (Noruega) confirmó que la infección natural y la vacunación han reducido el daño causado por el patógeno. A pesar de lo cual, muchas personas padecen secuelas después de haber sufrido casos severos de la enfermedad. Una realidad que afecta a millones de personas en el planeta, a la vez que también se mantiene un funcionamiento todavía alterado en múltiples sistemas asistenciales.

Para el profesor vivimos una transición hacia una regulación internacional para la salud a lo que ayuda disponer por primera vez de pautas de alcance global.

Así mismo, reconoció que, gracias a la infección natural y la vacunación, el SARS-CoV-2 representa hoy una amenaza menor para los individuos y los sistemas sanitarios. A pesar de lo cual, el virus no ha desaparecido, como advirtió. Por lo que debe ser un objetivo primario de atención para disminuir la carga de la enfermedad. Al proseguir con la inmunización y la generalización de tratamientos eficaces para la Covid-19. Y sin olvidar el peligro que podría representar las nuevas variantes.

Recordó también el profesor Aavitsland que, de enero de 2020 a mayo de 2023, las recomendaciones de la OMS fueron provisionales. De forma que su actualización y cumplimiento mundial por los países abre una nueva era con una importante tarea a realizar. Esfuerzo al que se aplica el comité designado por la OMS. En el que se incluye instar a vacunar con refuerzo a los ciudadanos más vulnerables, reportar datos de riesgo global, informar sobre bajadas en la inmunidad y atar en corto las variantes desde la Delta.

En el turno de preguntas, María Van Kerkhove, responsable técnica para la Covid-19 dentro del programa de emergencias sanitarias de la OMS, actualizó datos sobre vectores de infección como los mosquitos y sus desplazamientos geográficos. Una amenaza que llega a países que históricamente no están preparados para ella.

Lo que lleva, como explicó, a que la organización supranacional trabaje desde hace años con estrategias específicas frente a peligros como el dengue, el ébola u otros que pudieran surgir.

 

Fuente: IMMedico

mosquito.jpnEl calentamiento global, caracterizado por el aumento de las temperaturas medias, las precipitaciones y la prolongación de los periodos de sequía, podría provocar un número récord de infecciones por dengue en todo el mundo, advierte la agencia sanitaria de la ONU.

El cambio climático está llevando el dengue hacia zonas donde antes no existía. La Organización Mundial de la Salud ha pedido a los países del continente americano y de Europa que se preparen ante posibles brotes.

«Aproximadamente la mitad de la población mundial corre el riesgo de contraer dengue, que afecta a unos 129 países», declaró el director del Programa Mundial de Control de Enfermedades Tropicales de la agencia.

Raman Velayudhan explicó que los países europeos también están en alerta porque ya había registrado una transmisión por Aedes de dengue o chikungunya desde 2010. “Hemos tenido más brotes desde entonces y se calcula que el mosquito está presente en unos 22 países europeos», declaró.

Además del cambio climático, otros factores han impulsado la propagación del dengue, como el aumento de la circulación de personas y mercancías, la urbanización y la presión sobre el agua y el saneamiento. Read more

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