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La cumbre mundial del clima de Dubái, COP28, contará por primera vez en la historia de los cónclaves de lucha contra el cambio climático con un día centrado en la salud humana, hito con el que se reconoce que el calentamiento no sólo afecta a la salud del planeta, sino también a la de sus habitantes.
Este paso supone avanzar en la implementación del concepto ‘One Health’ o ‘una única salud’, acuñado para enfatizar que la salud de naturaleza, animales y humanos está conectada y que, por tanto, el enfoque sanitario debe ser global.
Su influencia social
La profesión médica es ‘socialmente creíble e influyente’, solidaria con los más vulnerables y busca asegurar un presente y un futuro mejor para todos los ciudadanos, por eso es importante que se le dé mayor protagonismo en las cumbres del clima, ha dicho a EFE la vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, Rosa Arroyo.
‘Somos un colectivo fundamental para llevar a cabo esa transformación necesaria y urgente’ que necesita la humanidad, tanto por su capacidad de influir en la sociedad con ‘sus millones de prescripciones, consejos médicos y actuaciones’, como a través de una acción proactiva en la descarbonización del sector sanitario.
Olas de calor mortales
La Organización Mundial de la Salud (OMS), defensora del concepto ‘One Health’, estima que si no se toman medidas contra el cambio climático empeorarán cuatro de sus mayores efectos (fenómenos meteorológicos extremos, mala calidad del aire, inseguridad alimentaria y enfermedades infecciosas) provocando 250 000 muertes prematuras adicionales al año a partir de 2030. Con 489 000 muertes al año, las olas de calor se sitúan como el fenómeno meteorológico asociado al cambio climático más mortal, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que teme que la mortalidad relacionada con el calor extremo podría estar subestimada y ser en realidad 30 veces mayor, pues muchos países carecen de datos fiables.
Las olas de calor también empeoran la contaminación atmosférica debida, principalmente, a las emisiones generadas por los combustibles fósiles, a su vez los grandes responsables del calentamiento global por el efecto invernadero que producen. Solo la polución es responsable de 7 millones de muertes prematuras al año por cánceres, enfermedades cardiovasculares, afecciones neurológicas, según la OMS. La crisis climática también pone en riesgo los sistemas alimentarios mundiales y está desencadenando un aumento de enfermedades infecciosas, como dengue y cólera. Eliminar los combustibles fósiles En este contexto, la comunidad médica y sanitaria mundial reclama a los países participantes en la COP28 que se comprometan a la eliminación ‘acelerada, justa y equitativa de los combustibles fósiles’ como única vía para mejorar ‘la calidad del aire, el agua y el suelo, base de una buena salud’.
No es posible garantizar la salud y el bienestar de todas las personas ‘sin un clima seguro y estable’, afirman en un escrito respaldado por organizaciones que representan a más de 46 millones de profesionales de la salud. Para que la COP28 sea realmente la ‘COP de la salud’, debe abordar la causa raíz de la crisis climática: la extracción y uso continuado de carbón, petróleo o gas, según los sanitarios, que defienden que poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles ‘mejorará las perspectivas de salud de las futuras generaciones y salvará vidas’.
La salud, ancla de la agenda climática tras la COP28 El propio director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha dicho recientemente que el cambio climático es una de ‘las mayores amenazas para la salud de la humanidad’ y pronto rebasará la capacidad de los sistemas de salud de todo el mundo si no actuamos.
El primer Día de la Salud de una COP será el 3 de diciembre, cuando se celebrará la primera reunión ministerial sobre clima y salud. También está previsto que durante la cumbre se publique una declaración que, abanderada por la OMS, sitúe a la salud como ancla de la agenda climática y como parte esencial del legado de la COP28.
Precisamente, en la antesala de la cumbre, la OMS ha publicado un conjunto de medidas para mejorar la resiliencia climática de los sistemas de salud y, al mismo tiempo, que éstos reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero a fin de ayudar a proteger la salud de las comunidades de todo el mundo.
A un día de la celebración de la COP, The Lancet ha publicado un informe que pone de manifiesto que el fracaso para mitigar ‘en serio’ el cambio climático es evidente y advierte que, de no cumplirse el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados, las muertes anuales relacionadas con el calentamiento aumentarán un 370 % para mediados de siglo. Además, la destrucción que ocasionan eventos climáticos extremos pone en riesgo la seguridad del agua y la producción de alimentos de millones de personas, añade el informe, que refleja el trabajo de 115 expertos de 52 instituciones de investigación y agencias de la ONU de todo el mundo. No obstante, ‘sigue habiendo espacio para la esperanza’, según la directora ejecutiva de la University College London y participante en el informe, Marina Romanello, que ha subrayado que el foco sanitario en la COP28 es la oportunidad de asegurar compromisos y medidas.
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1 diciembre 2023|Fuente: (EFE)| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad sanitaria internacional ratificaron hoy la necesidad de que el impacto del cambio climático en la salud ocupe un lugar central en las negociaciones de la COP28. En vísperas del inicio de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU (COP28), que se desarrollará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que dar prioridad a este tema no es solo una elección, es la base de las sociedades resilientes.
Precisó que los fenómenos meteorológicos extremos de los últimos meses en todo el planeta ofrecen una visión aterradora de lo que tendrá lugar en un mundo que se calienta rápidamente. Según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, unos tres mil 500 millones de personas (casi la mitad de la humanidad) viven en zonas muy vulnerables al cambio climático. Además, las muertes relacionadas con el calor entre los mayores de 65 años aumentaron un 70 por ciento a nivel global en dos décadas, según las cifras de la OMS.
La comunidad sanitaria considera que el cambio climático ya afecta a la salud, contribuyendo a la propagación de enfermedades infecciosas y transmitidas por vectores, por lo que es urgente que los negociadores comprendan que es una amenaza directa a la vida mundial que no se puede ignorar o restarle importancia. También insiste en la trascendencia de reducir y detener las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que siete millones de muertes prematuras al año se atribuyen a la contaminación atmosférica. ‘Son necesarias medidas apremiantes de mitigación, incluida la transición a fuentes de energías limpias, para proteger la salud humana y crear resultados sostenibles’, concluyó el llamado. Los expertos plantean que la COP28 es una oportunidad crucial para tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática, teniendo en cuenta los récords de las temperaturas a nivel mundial y los fenómenos temporales extremos que afectan a la población del planeta.
En la cita, el mundo hará un balance del progreso establecido por el Acuerdo de París (tratado climático histórico firmado en 2015) y trazará el plan de acción para reducir las emisiones de forma drástica y proteger
vidas y sustentos.
29 noviembre 2023 (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
nov
28
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió en la cumbre anual para la lucha contra el cambio climático (COP28), que se celebra en Dubái, que la salud de la humanidad, en riesgo por el calentamiento global, esté en el centro de los debates que tendrán lugar hasta el 12 de diciembre.”
‘Los líderes mundiales deben lograr avances en Dubái, y debemos cambiar el debate demostrando los beneficios que la acción climática puede tener en nuestra salud y bienestar’, señaló en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La OMS recuerda a pocos días del comienzo de la gran cita en Emiratos Árabes que las muertes relacionadas con olas de calor en personas mayores de 65 años han aumentado un 70 % en las últimas dos décadas, o que los principales informes alertan que 3.500 millones de personas viven en áreas altamente vulnerables al cambio climático.
Mientras, el Banco Mundial indica que sin una acción efectiva para frenar el cambio climático éste provocará unos 216 millones de desplazados por el calentamiento global antes de mitad de siglo.
A modo de prólogo de este fenómeno, la OMS recuerda que el pasado año en Pakistán las peores inundaciones en décadas en ese país forzaron a 8 millones de personas a abandonar sus hogares.
El cambio climático está aumentando la expansión de enfermedades infecciosas y de aquellas transmitidas por animales, tales como el dengue o el cólera, poniendo en riesgo a millones de personas, advierte también la OMS.
Otra cifra preocupante que muestra la organización en la semana de inicio de los debates de Dubái es la de que la contaminación atmosférica, asociada al cambio climático entre otros factores, causa siete millones de muertes prematuras anuales. ‘Sólo un esfuerzo dramático y dedicado para limitar el calentamiento global a 1,5 grados (con respecto a los niveles preindustriales) puede evitar un futuro mucho peor a la situación que ya estamos viendo’, concluye la organización con sede en Ginebra.
28 noviembre 2023 (EFE) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
nov
27
Se espera que las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares debido al calor extremo aumenten entre 2036 y 2065 en los Estados Unidos, según un estudio respaldado por los Institutos Nacionales de Salud. Los investigadores, cuyo trabajo se publica en Circulation, predicen que los adultos de 65 años o más y los adultos negros probablemente se verán afectados de manera desproporcionada.
Si bien el calor extremo actualmente representa menos del 1 % de las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares, el análisis del modelo predijo que esto cambiará debido a un aumento proyectado en los días de verano con una temperatura de al menos 32,22 grados. Este índice de calor, que tiene en cuenta cómo se siente la temperatura con la humedad, mide la temperatura extrema. Los adultos mayores y los adultos negros serán los más vulnerables porque muchos tienen afecciones médicas subyacentes o enfrentan barreras socioeconómicas que pueden influir en su salud, como no tener aire acondicionado o vivir en lugares que puedan absorber y atrapar el calor, conocidos como «islas de calor».
«Las cargas para la salud derivadas del calor extremo seguirán aumentando en las próximas décadas», afirmó Sameed A. Khatana, M.D., M.P.H., autor del estudio, cardiólogo y profesor asistente de medicina en la Universidad de Pensilvania, Filadelfia. «Debido al impacto desigual del calor extremo en diferentes poblaciones, esto también es una cuestión de equidad sanitaria y podría exacerbar las disparidades sanitarias que ya existen».
Para generar estas predicciones, los investigadores evaluaron datos a nivel de condado de los 48 estados contiguos entre mayo y septiembre de 2008-2019. Durante ese tiempo se produjeron más de 12 millones de muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares. Utilizando estimaciones de modelos ambientales, también descubrieron que el índice de calor aumentaba al menos a 32,2 grados unas 54 veces cada verano. Los investigadores vincularon las temperaturas extremas que ocurrieron durante cada período de verano con un promedio nacional de 1 651 muertes cardiovasculares anuales. Algunas zonas, como el sur y el suroeste, se vieron más afectadas que otras, como el noroeste y el noreste.
Utilizando análisis de modelos para pronosticar cambios ambientales y poblacionales, los investigadores observaron el período 2036-2065 y estimaron que cada verano, entre 71 y 80 días, la temperatura será de 32,2 grados o más. Con base en estos cambios, predijeron que el número de muertes cardiovasculares anuales relacionadas con el calor aumentará 2,6 veces para la población general: de 1 651 a 4 320. Esta estimación se basa en que las emisiones de gases de efecto invernadero, que atrapan el calor del sol, se mantienen al mínimo. Si las emisiones aumentan significativamente, las muertes podrían más que triplicarse, hasta 5 491.
Para los adultos mayores y los adultos negros, las proyecciones fueron más pronunciadas. Entre las personas de 65 años o más, las muertes podrían casi triplicarse, aumentando de 1 340 a 3 842 si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen estables, o a 4 894 si no lo hacen. Entre los adultos negros, las muertes podrían más que triplicarse, pasando de 325 a 1 512 o 2 063.
Al comparar las poblaciones actuales y futuras, los investigadores tuvieron en cuenta múltiples factores, incluida la edad, las condiciones de salud subyacentes y el lugar donde vivía una persona.
La mayoría de las personas se adaptan al calor extremo, ya que el cuerpo encuentra formas de enfriarse, como por ejemplo a través de la transpiración. Sin embargo, las personas con problemas de salud subyacentes, incluidas diabetes y enfermedades cardíacas, pueden tener respuestas diferentes y enfrentar mayores riesgos de sufrir un ataque cardíaco, un ritmo cardíaco irregular o un derrame cerebral.
«La cantidad de eventos cardiovasculares debido al calor afecta a una pequeña proporción de adultos, pero esta investigación muestra lo importante que es para aquellos con riesgos subyacentes tomar medidas adicionales para evitar temperaturas extremas», dijo Lawrence J. Fine, M.D., asesor principal en la rama de prevención y aplicaciones clínicas, en la División de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), parte de los NIH.
Los autores describieron los enfoques de enfriamiento que algunas ciudades están utilizando: plantar árboles para dar sombra, agregar centros de enfriamiento con aire acondicionado y usar materiales reflectantes del calor para pavimentar calles o pintar techos. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender cómo estos enfoques pueden afectar la salud de la población.
«Además de pensar en el impacto de las temperaturas extremas en Estados Unidos, este tipo de pronóstico de modelado también presagia el impacto que el calor extremo podría tener en todo el mundo, especialmente en regiones con climas más cálidos y que se ven desproporcionadamente afectadas por las disparidades en la salud», dijo Flora N. Katz, Ph.D., directora de la División de Capacitación e Investigación Internacional del Centro Internacional NIH Fogarty.
Perspectiva clínica
¿Qué es nuevo?
Se proyecta que el número de muertes cardiovasculares asociadas con el calor extremo entre los adultos que viven en los Estados Unidos contiguos tendrá un aumento estadísticamente significativo desde el período actual (2008-2019) hasta el período de mediados de siglo (2036-2065).
Se prevé que el número medio de muertes cardiovasculares asociadas al calor extremo por año aumente en un 162 % (IC del 95 %, 142-182 %) en un escenario que represente un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero como resultado de las políticas climáticas actuales o en un 233 % (95 % IC, 206–259 %) en un escenario que representa grandes aumentos de emisiones de gases de efecto invernadero.
Se estima que el aumento proyectado en las muertes cardiovasculares asociadas al calor extremo será significativamente mayor entre los adultos mayores en comparación con los adultos más jóvenes y entre los adultos negros no hispanos en comparación con los adultos blancos no hispanos.
¿Cuáles son las implicaciones clínicas?
Debido a una combinación de aumento continuo de los días de calor extremo, envejecimiento de la población estadounidense y migración continua a áreas más cálidas, se prevé que el número de muertes cardiovasculares asociadas con el calor extremo continúe aumentando en las próximas décadas.
Este aumento tiene el potencial de exacerbar las disparidades preexistentes en la salud cardiovascular entre comunidades, especialmente para los adultos negros no hispanos en comparación con los adultos blancos no hispanos.
Se necesitan intervenciones urgentes de infraestructura y salud pública para ayudar a las comunidades a adaptarse a los aumentos proyectados del calor extremo y mitigar sus efectos adversos para la salud.
Ver más información: Khatana SE, Eberly LA, Nathan AS, Groeneveld PW. Projected change in the burden of excess cardiovascular deaths associated with extreme heat by mid-century (2036-2065) in the contiguous United States. Circulation [Internet]. 2023[citado 26 nov 2023];148: 1559-1569. doi: https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.123.066017
27 noviembre 2023 |Fuente: IntraMed | Tomado de Noticias médicas
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nov
25
Antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-28), la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su ‘Revisión de la salud en 2023 en las contribuciones determinadas a nivel nacional y las estrategias a largo plazo’, donde advierte de que ‘la salud debe estar al frente y al centro de los planes nacionales para luchar contra el cambio climático’.
En este documento, donde se describen las acciones necesarias para garantizar que la salud de las personas tenga plena ‘prioridad’, se recuerda que el cambio climático ya está dañando la salud y el bienestar humanos.
Desde enfermedades causadas por fenómenos climáticos extremos hasta el aumento de la incidencia y propagación de enfermedades transmitidas por vectores; y el aumento de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias causadas por el calor extremo y la contaminación del aire, respectivamente, los impactos del clima en la salud humana son ineludibles.
‘La salud de los seres humanos y nuestro planeta están indisolublemente ligadas y, tras años de promesas, se necesita urgentemente una acción rápida para proteger a ambos.
Solo las políticas climáticas impulsadas por resultados de salud darán como resultado las acciones necesarias para salvar vidas, prevenir enfermedades y construir sociedades más sanas y justas’, afirma el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
La OMS señala que se han logrado avances significativos en la integración de la salud en las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) y las estrategias de desarrollo y bajas emisiones a largo plazo (LT-LEDS), los principales instrumentos políticos para reducir las emisiones y desarrollar la resiliencia climática según lo establecido en el Acuerdo de París (Francia).
El 91 por ciento de las NDC disponibles ahora incluyen consideraciones de salud, en comparación con el 70% de las que informaron en 2019. En comparación con rondas anteriores de planes climáticos nacionales, se están desarrollando cada vez más objetivos y políticas climáticas inclusivas y que promueven la salud para la mitigación, la adaptación, medios de implementación, Pérdidas y Daños, y estrategias de desarrollo sostenible a largo plazo.
‘Los países han logrado avances significativos en el reconocimiento de la amenaza del cambio climático a la salud humana y planetaria en sus planes nacionales para abordar el cambio climático, pero necesitamos que estos compromisos se amplíen, se aceleren y se financien adecuadamente para garantizar una respuesta equitativa que proteja la salud y medios de vida de las generaciones actuales y futuras’, afirmó la doctora María Neira, Directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
El documento afirma que la financiación climática sostenible es ‘esencial’ para la adaptación de la salud, la mitigación y el desarrollo resiliente al clima, ‘pero la salud sigue estando crónicamente insuficientemente financiada en los planes nacionales para abordar el cambio climático’. Asimismo, emprender acciones de adaptación y mitigación del cambio climático depende en gran medida de su capacidad financiera ‘y, con demasiada frecuencia, los países más vulnerables a los impactos de la crisis climática son aquellos que no tienen los recursos para financiar la acción climática’.
A pesar de esta dependencia del financiamiento climático multilateral, actualmente solo el 2 por ciento del financiamiento para la adaptación y el 0,5 por ciento del financiamiento climático total se asignan a proyectos que apuntan explícitamente a proteger o mejorar la salud humana. Para garantizar una respuesta equitativa y eficaz al cambio climático, la OMS pide mecanismos multilaterales de financiación climática para asignar más fondos a políticas e iniciativas que apuntan explícitamente a proteger o mejorar la salud humana.
25 noviembre 2023 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
nov
23
Las mujeres embarazadas y los niños enfrentan algunas de las consecuencias más graves del empeoramiento de la crisis climática, advirtió hoy un informe publicado por tres agencias de la ONU.
En medio de un año marcado por desastres como incendios forestales, inundaciones, olas de calor y sequías; los impactos en las gestantes y los menores resultan nefastos, de acuerdo con el estudio Proteger la salud materna, neonatal e infantil del cambio climático.
El texto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reconoce además el descuido, la subestimación y la desatención de las consecuencias de los fenómenos climáticos sobre estos grupos. De acuerdo con el documento, el aumento de las temperaturas a nivel mundial también contribuye a la propagación de enfermedades mortales, que afectan especialmente a los niños y embarazadas.
El daño puede comenzar en el útero y provocar diversas complicaciones tanto para las madres como para los niños, con consecuencias que duran toda la vida, alerta el informe publicado cuando resta menos de una semana para la COP28. A juicio del subdirector general de Cobertura Sanitaria Universal de la OMS, Bruce Aylward, el cambio climático plantea una amenaza existencial para todos, pero las mujeres embarazadas, los bebés y los niños enfrentan algunas de las consecuencias más graves de todas.
‘Es necesario proteger conscientemente el futuro de los niños, lo que significa tomar medidas climáticas ahora por el bien de su salud y supervivencia, garantizando al mismo tiempo que sus necesidades únicas sean reconocidas en la respuesta climática’, añadió.
Por su parte, el director ejecutivo adjunto de Programas de la Unicef, Omar Abdi, reconoció la vulnerabilidad de los cuerpos y las mentes de los infantes a la contaminación, las enfermedades y las condiciones extremas del medio ambiente. ‘La crisis climática está poniendo en peligro el derecho fundamental de todos los niños a la salud y el bienestar: es nuestra responsabilidad colectiva escuchar y poner a los niños en el centro de la acción climática urgente, comenzando en la COP28′, insistió. Para encontrar soluciones climáticas que reconozcan las distintas necesidades de salud y vulnerabilidades de las mujeres y las niñas, debemos comenzar por hacer las preguntas correctas, cuestionó en tanto Diene Keita, directora ejecutiva adjunta de Programas de Unfpa.
‘Las soluciones climáticas globales deben apoyar, no sacrificar, la igualdad de género’, remarcó.
23 noviembre 2023 (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.