latido del corazónUn nuevo estudio que vincula los latidos del corazón con la actividad cerebral puede abrir camino a fármacos para la depresión, al comprobar que las fases del ciclo cardiaco afectan a las respuestas neuronales, según publican los investigadores del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas (Alemania) en PLoS Biology. El trabajo ha revelado que existen ventanas óptimas para la acción y la percepción durante los 0,8 segundos que dura un latido La secuencia de contracción y relajación está vinculada a cambios en el sistema motor y su capacidad para responder a la estimulación, y esto podría tener implicaciones para los tratamientos de la depresión y el ictus que excitan las células nerviosas.

Un grupo de 37 voluntarios humanos sanos de entre 18 y 40 años recibieron una serie de impulsos de estimulación magnética transcraneal (EMT) sobre el lado derecho del cerebro. Durante los pulsos se midieron las respuestas motoras y corticales, así como los latidos del corazón, y los autores descubrieron que se registraba una mayor excitabilidad durante la fase sistólica. Estos registros simultáneos de actividad cerebral, cardiaca y muscular sugieren que el ritmo de los latidos y su procesamiento neuronal están relacionados con cambios en la excitabilidad del sistema motor.

Los autores añaden que, curiosamente, este estudio descubre una notable conexión entre el corazón y el cerebro humanos, revelando ventanas temporales distintas adaptadas a la acción y la percepción.

Ver más información:  Al E, Stephani T, Engelhardt M, Haegens S, Villringer A, Nikulin VV . Cardiac activity impacts cortical motor excitability. PLoS Biol[Internet].2023[citado 2 dic 2023]; 21(11): e3002393. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3002393

5 diciembre 2023 | Fuente: Neurología.com| Tomado de | Noticia| Neurología

diciembre 5, 2023 | gleidishurtado | Filed under: actividad cerebral, Neurociencia básica, Neuropsicología, Neuropsiquiatría | Etiquetas: , , , |

luz infrarrojaEl estudio del cerebro sigue siendo uno de los desafíos más importantes en neurociencia. Los investigadores han explorado diversos métodos para la visualización en vivo y la estimulación de la actividad profunda del cerebro. Uno de estos métodos es la excitación multifotón mediante el uso de luz infrarroja (IR) pulsada. Los tejidos absorben de forma muy débil este tipo de luz, de manera que puede penetrar a través del hueso y en profundidad en órganos como el cerebro. Sin embargo, tiene limitaciones para producir imágenes enfocadas y controlar la actividad celular con precisión. Para superar esto, los científicos han estado investigando la excitación mediante tres fotones utilizando pulsos ultracortos de luz IR para lograr la visualización de todo el córtex cerebral y la observación de la actividad neuronal. Sin embargo, hasta ahora, no se había probado la estimulación neuronal in vivo utilizando la excitación de tres fotones.

Un estudio pionero, liderado por el Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC) en colaboración con el ICFO – Instituto de Ciencias Fotónicas, ambos miembros del BIST, ha presentado el primer método para controlar la actividad cerebral en organismos vivos utilizando fármacos activados por excitación de tres fotones y luz infrarroja media. Este método se basa en la activación de un receptor específico para la acetilcolina, un neurotransmisor vital involucrado en varios procesos cerebrales, como el aprendizaje, la atención y la memoria.

Para lograrlo, los investigadores utilizaron PAI, una molécula sensible a la luz previamente desarrollada en el IBEC, utilizando la concentración de fármaco más baja y la longitud de onda de foto activación más larga jamás registrada.

El estudio, publicado en la revista Angewandte Chemie, fue dirigido por el Dr. Pau Gorostiza, Profesor de Investigación ICREA, miembro del CIBER-BBN y líder del grupo de Nanosondas y Nanoconmutadores en el IBEC, y por el Dr. Pablo Loza-Álvarez, jefe del laboratorio de Microscopía de Super resolución y Nanoscopía (SNL) del ICFO.

«La novedad de estos resultados es que nos demuestran que podemos controlar la actividad de los fármacos utilizando luz infrarroja. Además, la mayoría de los compuestos fotosensibles que solíamos usar en fotofarmacología con luz ultravioleta y visible son igualmente susceptibles a ser activados mediante la excitación de tres fotones con luz infrarroja de longitud media, que resulta menos agresiva para los tejidos.», explica Gorostiza.

«Además, esta técnica, al ser iluminación IR, ofrece la posibilidad de llegar muy profundo dentro del tejido y con resoluciones submicrométricas en las tres dimensiones. En términos simples, significa que podemos localizar la activación justo en el punto focal del haz láser, al iluminarlo externamente a través del cráneo», agrega Loza-Álvarez.

Estos resultados muestran el potencial de la farmacología de tres fotones y abren nuevas perspectivas para la investigación fundamental en neurobiología y el desarrollo de terapias de neuromodulación basadas en la luz.

El poder de la luz

La luz se puede utilizar para lograr dirigir la acción de fármacos en áreas específicas del cuerpo mediante la fotofarmacología. Este enfoque innovador implica modificar la estructura química de un fármaco agregando a su estructura un interruptor molecular activado por la luz. De esta manera se consigue que el fármaco se active solo cuando se expone a un color de luz particular.

En investigaciones anteriores, científicos y científicas del IBEC intentaron activar PAI utilizando excitación de una fotón y dos fotones con una reversibilidad y un control in vivo limitados. En su nuevo artículo científico, los investigadores recurrieron a la luz infrarroja de longitud de onda más larga y a cálculos teóricos para mejorar la activación de PAI a través de excitaciones de múltiples fotones. Estos cálculos, realizados por el laboratorio de Josep Maria Lluch y Jordi Hernando en la Universidad Autónoma de Barcelona, sugirieron que la excitación de tres fotones podría ser más eficiente que las alternativas de dos fotones y que el principio podría ser ampliamente aplicable.

Posteriormente, los investigadores llevaron a cabo experimentos in vivo para validar estas predicciones teóricas. Utilizaron larvas de pez cebra genéticamente modificadas para expresar un indicador de calcio fluorescente. La actividad neuronal conduce a rápidas fluctuaciones en los niveles intracelulares de calcio libre, razón por la cual los indicadores de calcio se utilizan comúnmente para visualizar la actividad neuronal.

Esta configuración experimental les permitió observar y analizar las alteraciones en los niveles de calcio cuando el cerebro fue expuesto a estimulación lumínica a través de la excitación de tres fotones: «La primera vez que vimos las respuestas cerebrales quedamos realmente impresionados. Administrarnos el compuesto PAI en su forma inactiva, que fue captado por el cerebro del pez cebra, y cuando lo excitamos con los destellos de tres fotones, todo el cerebro se iluminó. Usando nuestro equipo, pudimos ver claramente la activación de PAI en forma de cambios en la actividad cerebral», destaca Rosalba Sortino, primera autora del estudio y recién doctorada en el grupo de Gorostiza en IBEC.

Referencia

Sortino R, Cunquero M, Castro Olvera G, Gelabert R, Moreno M, Riefolo F, et al. Three-Photon Infrared Stimulation of Endogenous Neuroreceptors in Vivo. bAngew Chem Int Ed. https://doi.org/10.1002/anie.202311181

26 octubre 2023 | Fuente: EurekAlert| Tomado de Comunicado de Prensa

octubre 26, 2023 | gleidishurtado | Filed under: actividad cerebral | Etiquetas: , , , |

parcheUn equipo de investigadores ha conseguido desarrollar un parche, que imita los mecanismos de succión de los tentáculos de un pulpo y que se instala en las mejillas, capaz de suministrar medicamentos que son difíciles de absorber. Esto lo ha logrado un equipo de científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Zurich y las conclusiones aparecen hoy publicadas en la revista Science Translational Medicine.

Inspirados en las ventosas que recubren los tentáculos de un pulpo, los científicos han diseñado parches de succión que pueden administrar grandes fármacos y proteínas a través del revestimiento interno de las mejillas. El parche de succión consiguió administrar medicamentos como la desmopresina en perros y demostró ser seguro y tolerable cuando se probó en un primer ensayo en humanos.

En conjunto, los resultados muestran que el parche podría proporcionar una forma menos invasiva y más cómoda de administrar algunos medicamentos que actualmente solo se pueden tomar a través de comprimidos o inyecciones, han explicado los investigadores, que han recordado que muchos fármacos se deben administrar mediante inyecciones debido a su inestabilidad y alto peso molecular.

Los científicos están explorando la posibilidad de administrar estos medicamentos a través de otras vías, como aerosoles intranasales o microagujas, pero estas alternativas se han visto limitadas por su complejidad o su poca eficacia de administración.

Para probar su parche, los investigadores lo cargaron con un fármaco aprobado (la desmopresina) y lo administraron a perros, y comprobaron que permaneció unido a la mucosa oral de los animales durante tres horas sin caerse ni causar irritación. A partir de ahí, probaron en personas voluntarias sanas para que se aplicaran por sí mismos el parche (sin medicamentos) durante treinta minutos durante los cuales hablaban, caminaban y se enjuagaban la boca.

La mayoría de los parches permanecieron en su posición durante todo el estudio y la mayoría de los pacientes informaron posteriormente de que preferirían el parche a las inyecciones para tratamientos farmacológicos diarios, semanales o mensuales, han destacado los investigadores.

Referencia

Luo Z, Klein Cerrejon D, Römer S, Zoratto N, Chistophe Leroux. Boosting systemic absorption of peptides with a bioinspired buccal-stretching patch. Sci Transl Med [Internet]. 2023[citado 28 sep 2023]; 15(715) .DOI:10.1126/scitranslmed.abq1887

29 septiembre 2023    Fuente: (EFE) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

betabloqueadores1Traumatólogos del Hospital Regional Universitario de Málaga han relacionado el consumo de betabloqueantes con el retraso de la progresión de la artrosis de rodilla y han confirmado en un estudio que el riesgo de requerir cirugía para implantar una prótesis total se reduce en un 54 %. Profesionales del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de este centro han publicado en la revista americana ‘The Journal of Bone and Joint Surgery’ su trabajo, que sugiere que entre los pacientes que padecen artrosis de rodilla, aquellos que toman una clase ampliamente utilizada de antihipertensivos llamados betabloqueantes, tienen menor riesgo de requerir una prótesis total de rodilla.

El investigador del estudio y traumatólogo del complejo sanitario Iskandar Tamimi ha asegurado que estos fármacos podrían retrasar la progresión de la artrosis al reducir los mediadores inflamatorios implicados en la degeneración del cartílago, lo que puede conllevar al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para su tratamiento.

Los investigadores analizaron las historias de 300 pacientes del hospital que fueron evaluados por dolor en una o ambas rodillas entre 2010 y 2019 y que posteriormente fueron sometidos a cirugía de prótesis de rodilla entre 2018 y 2019. Estos casos fueron emparejados por edad, sexo, año de primera cita y grado de artrosis, con 300 controles, que también fueron evaluados por dolor, pero que no se sometieron a esta cirugía y el uso de betabloqueantes se asoció a una reducción del 54 % en el riesgo de requerir una prótesis.

El análisis estadístico incluyó la duración del tratamiento con betabloqueantes y su adherencia por parte de los pacientes y se utilizó una herramienta de inteligencia artificial validada para minimizar posibles sesgos al ajustar a otros factores potencialmente relacionados con el riesgo de artrosis de rodilla y de tener que emplear una prótesis. ‘Los hallazgos pueden apuntar a una nueva línea terapéutica para el tratamiento de la artrosis’, asevera Tamimi. ‘El efecto protector fue aún más marcado en los pacientes que tomaron estos medicamentos de forma prolongada: los pacientes que tomaron betabloqueantes durante cinco años o más tuvieron una reducción del 64 % en el riesgo de prótesis y la asociación también fue más fuerte en los pacientes con mayor adherencia al tratamiento, con prescripciones cubriendo al menos el 75 % de los días de seguimiento’, señala.

Por este motivo, agrega que el papel de los betabloqueantes en el tratamiento de la artrosis podría ir más allá de un tratamiento analgésico y que estos fármacos podrían interferir en los procesos degenerativos del cartílago. En este hospital malagueño cada año se hace seguimiento a 6.600 pacientes con artrosis de rodilla. La prótesis total de rodilla se considera una intervención mayor, en la que se reemplazan la porción distal del fémur y el extremo proximal de la tibia por implantes metálicos de cromo y cobalto separados por un implante de polietileno, la recuperación dura unos 6 meses y normalmente se consigue mejorar la calidad de vida en la mayoría de pacientes.

Referencia

Tamimi I, García-Meléndez G, Vieitez-Riestra I, Palacios-Penedo S, Moriel Garceso D, Sanchez A, et al. The Use of β-Blockers and the Risk of Undergoing a Knee Arthroplasty. A Nested Case-Control Study. J Bone Joint Surg Am. 2023. DOI 10.2106/JBJS.22.01189

https://www.jbjs.org/reader.php?rsuite_id=57cfcddf-55fc-478a-b921-2a973655c442&type=pdf&name=JBJS.22.01189.pdf

Fuente: (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

 

biobancohecesEl Biobanco del CNIO alberga más de 43.000 muestras humanas, sin las que sería imposible diseñar tratamientos cada vez más personalizados o mejorar el diagnóstico precoz.

Con mucho cuidado, entre el humo del nitrógeno líquido, Eva Ortega saca un pequeño contenedor de un arcón congelador. El recipiente contiene células humanas, linfocitos criopreservados con mimo para que su vida quede suspendida, a la espera de que alguien las necesite. «Ahora mismo es como si estuvieran dormido», explica la investigadora. «Protegidos e inmortalizados para garantizar que cuando se descongelen sean viables para hacer cultivos en el laboratorio».

El Biobanco del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en Madrid, alberga más de 43.000 muestras humanas que, como esas células, son fundamentales para la investigación. En las instalaciones del centro se almacenan tejidos y sustancias como tumores, uñas, sangre, orina, heces o saliva que ya están siendo fundamentales para el avance de la medicina. Aunque no lo parezca, son un verdadero tesoro biológico para la ciencia.

«Sin la información que proporcionan estas muestras sería imposible diseñar tratamientos que cada vez son más personalizados o mejorar el diagnóstico precoz de enfermedades como el cáncer», señala Ortega, directora científica del organismo, que fue pionero en la creación de una red de tumores en España.

«En investigación básica y preclínica, las muestras humanas son imprescindibles para el desarrollo de infinidad de aplicaciones. Desde biomarcadores o indicadores de pronóstico a dianas terapéuticas», continúa la investigadora. Mientras habla, muestra otro arcón congelador que alberga xenoinjertos derivados de pacientes; biopsias de tumores humanos que se implantan en ratones u otros animales para su desarrollo y posterior estudio. «Hay más de 200 modelos de todo tipo de cánceres: páncreas, colon, pulmón, ovario… Y todos ellos están en régimen de biobanco», lo que significa que están disponibles para los investigadores que las necesiten. «Los biobancos son para los tejidos lo que las bibliotecas son para los libros», subraya Ortega, a quien le gustaría que, en lugar de biobancos, estos centros se denominasen biotecas.

Custodia, ética y legalidad

La custodia de sus recursos es fundamental. Para que las muestras puedan ser útiles para la investigación, es clave «mantener altísimos niveles de calidad» tanto en la extracción y procesamiento de esos tejidos como en su posterior almacenamiento, subraya Ortega. Por eso, el xenoinjerto que acaban de sacar de un congelador en el que estaba a -80 grados va directamente a un recipiente con nieve carbónica. «No queremos que en ningún momento haya una fractura en la cadena del frío, porque, si esto sucediera, puede variar la calidad de la muestra. Si se alteran las variables preanalíticas estás cambiando la muestra antes de analizarla», explica Ortega. Y eso supone que ya no sea útil para la investigación.

«En un biobanco no se puede improvisar». Todo está estrictamente protocolarizado y estandarizado para garantizar la calidad y la seguridad de los procesos. «No hay cabida para la espontaneidad ni el azar. Seguimos procedimientos normalizados y también utilizamos una semántica común a nivel internacional».

Además de directora científica del Biobanco del CNIO, Ortega también coordina el área de biobancos de la plataforma nacional de Biobancos y Biomodelos del Instituto de Salud Carlos III y es la coordinadora científica del Nodo Nacional que representa a España en el Consorcio Europeo de Biobancos (BBMRI-ERIC), que aglutina a más de 700 biobancos.

Debido a esta interconexión, científicos de otros países y también de otros puntos del país pueden tener acceso a las muestras almacenadas en el biobanco -y también al contrario-, «siempre que cumplan los requisitos científicos y éticos exigibles por la legislación».

«El respeto a las disposiciones legales y éticas que protegen los derechos de los donantes» es, junto a la calidad de las muestras y los datos que se manejan, otro de los pilares del biobanco, subraya la científica.

Por ejemplo, se garantiza que los datos personales de quien ha donado tejido sean confidenciales, de forma que las muestras y los datos clínicos siempre se ceden de forma anónima. Del mismo modo, también se certifica que todas las muestras se usen únicamente en proyectos de investigación que hayan sido previamente aprobados por un comité científico y un comité de ética, y solo se admiten donaciones si la persona ha firmado previamente un consentimiento informado.

Los aspectos éticos son fundamentales, porque en el pasado se cometieron abusos que no se pueden repetir, señala la investigadora. «Uno de los casos más flagrantes de mal uso de muestras a nivel ético fue el caso de la línea celular HeLa», remarca.

HeLa es el acrónimo de Henrietta Lacks, una mujer afroamericana de 31 años que, en 1951, murió de cáncer de cuello de útero. Sin su consentimiento, los médicos que la atendieron en Baltimore (EEUU) tomaron una biopsia de su tumor y la compartieron con George Otto Gey, un investigador del cáncer que, enseguida y para su asombro, comprobó la enorme capacidad que tenían aquellas células para replicarse en cultivos de laboratorio. Desde entonces, estas células se han utilizado en más de 70.000 estudios y han sido claves para muchísimos avances, como los que condujeron a la vacuna de la polio. Pero también son un paradigma de mala praxis. Tras años de silencio, recientemente, la empresa ThermoFisher, que comercializó las células de Lacks sin permiso, ha accedido a compensar económicamente a sus descendientes. «Los principios éticos basados en el consentimiento de los pacientes son fundamentales y deben respetarse siempre», incide Ortega.

La información que puede extraerse de las muestras es cada vez más extensa y variada, señala la investigadora. Por tanto, se intentan optimizar al máximo las posibilidades de conservación. Para que no se pierda nada.»Cuando existe la opción, intentamos preservar el tejido de diferentes formas», apunta María Jesús Artiga, responsable del área operativa del biobanco del CNIO. Así, por ejemplo, cuando llega un tumor al centro se intenta congelar una parte y conservar fijado en parafina el resto. «La fijación se hace inmediatamente después de que el patólogo haya hecho la valoración de qué tipo de tejido es y cuál es el diagnóstico. Esta fijación permite preservarlo, pero también se pierden propiedades y no permite el análisis de algunos aspectos, como el ARN, porque en el proceso se degrada. Sin embargo, si mantienes parte de la muestra congelada, puedes obtener esos datos que faltan. Es una manera de complementar la información que puedes obtener buscando distintos formatos de preservación», aclara Artiga.

«La información que puede extraerse de las muestras es infinita», añade Ortega, al abrir una de las salas del biobanco. «Aunque la muestra se agote, la información que se genera ya ha quedado para la comunidad científica y, en el futuro, seguirá proporcionando datos útiles para generar conocimiento», subraya.

Renacer

Una de las particularidades de este biobanco es que alberga las muestras de la Red Nacional de Metástasis Cerebral (Renacer), la primera colección de muestras vivas humanas de metástasis cerebral en todo el mundo. «Decimos que es una cohorte viva porque mantenemos la muestra como si siguiera viviendo, en unas condiciones y a una temperatura reguladas», señala la investigadora.

Renacer, creada en 2021 por el Grupo de Metástasis Cerebral y el Biobanco del CNIO, pretende crear una colección de muestras humanas para impulsar la investigación de las metástasis cerebrales, un área todavía muy desconocida.

«La metástasis cerebral aparece en hasta el 30% de los tumores primarios, principalmente en el caso de los de pulmón, mama y melanoma, sin que todavía sepamos muy bien las causas», explica Ortega. «No se conocen los mecanismos que explican por qué, en algunos casos, las células tumorales son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica y encontrar un nicho en el cerebro. Es algo que todavía no se ha descifrado».

El objetivo del grupo es contribuir a averiguarlo. Y para ello cuentan ya con más de 150 donaciones de tejidos cerebrales y la colaboración de 20 hospitales que pronto prevén ampliar a más centros. «La red ya ha permitido poner en marcha ensayos clínicos relacionados con la eficacia de la radioterapia frente a la metástasis en el cerebro y es un modelo por el que se han interesado distintos grupos de investigación», añade.

Muestras de personas sanas

El Biobanco también alberga una colección de muestras aportada por la Asociación Española de Tripulantes de Cabina de Pasajeros. Periódicamente, esta cohorte aporta muestras de sangre, suero, saliva, orina, heces y uñas que, entre otras cuestiones, se está utilizando para estudiar los efectos del jet lag en las células del sistema inmunitario. Según explican Ortega y Artiga, el trabajo explorará si en la sangre se pueden detectar marcadores de células inmunitarias que puedan ser útiles para identificar alteraciones en el ritmo circadiano que predispongan a desarrollar enfermedades inflamatorias, como el cáncer. «El objetivo es estudiar si estas personas, que realizan a menudo vuelos de largo recorrido, en los que salen por la mañana de un país y llegan al destino cuando es de nuevo por la mañana, pueden ser más vulnerables y tener mayor incidencia de cáncer», aclara Ortega. La investigación tendrá una duración de cuatro años.

Además, esas muestras también pueden ser útiles para otro tipo de análisis. «Por ejemplo, con las muestras de saliva se pueden hacer estudios sobre microbioma o para medir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés», señala Artiga.

Las donaciones de personas a priori sanas, sin problemas de salud declarados, como la de esa cohorte, son muy apreciadas, porque escasean. «Las personas que están sufriendo una enfermedad están muy comprometidas con la investigación y quieren colaborar en todo lo posible con los avances científicos. Pero para los estudios también son fundamentales las donaciones de personas sanas», señala Ortega, quien anima a todas las personas interesadas en donar a ponerse en contacto con el centro. De cualquier manera, la investigadora explica que existen limitaciones que hay que considerar. «Es fundamental tener en cuenta la sostenibilidad de los biobancos. No podemos almacenar muestras y muestras sin un fin claro, porque con eso lo único que conseguiríamos es provocar un consumo que no revierte en un círculo virtuoso. Todo debe estar planificado», recuerda.

Las muestras almacenadas en el centro madrileño han permitido en muchas ocasiones generar conocimiento científico. «Durante la pandemia, por ejemplo, hubo un proceso colaborativo extremo, en el que se aunaron fuerzas a distintos niveles. Nosotros aquí recogimos muestras de covid que se compartieron, bajo consentimiento informado, tanto a nivel nacional como a nivel europeo. Y de esos datos han salido artículos científicos, por ejemplo, sobre la gravedad en función de variables de género», señala.

Detrás de cada una de las decenas de miles de muestras que se conservan en el centro madrileño «hay puestas muchas esperanza», reflexiona Ortega. «A cambio de las donaciones que los pacientes dan desinteresadamente nosotros debemos darles respuestas, un conocimiento alcanzado gracias a esas muestras de sangre, tejido tumoral, orina, heces o saliva que son imprescindibles para hacer avanzar la investigación científica».

Referencia

El biobanco del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.  https://www.cnio.es/investigacion-e-innovacion/servicios/biobanco/

29/08/2023 (Diario Médico) Tomado- Medicina Oncología © junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

 


Un estudio vincula el lorazepam con un peor pronóstico del cáncer de páncreas y otros tumores. Otras benzodiacepinas podrían tener un efecto protector.

medicamentosLos pacientes con cáncer de páncreas que tomaron lorazepam casi cuadruplicaron las posibilidades de progresión o muerte.

Pese a que la prescripción de benzodiacepinas es habitual en los pacientes oncológicos, pocas veces la investigación ha abordado cómo estos fármacos pueden afectar al pronóstico. Un nuevo estudio publicado en Clinical Cancer Research muestra que los pacientes con cáncer de páncreas que tomaron lorazepam tuvieron una supervivencia libre de progresión más corta que los pacientes que no recibieron este ansiolítico.

Por el contrario, los pacientes que recibieron alprazolam presentaron una supervivencia libre de progresión significativamente más larga que los pacientes que no tenían prescrito este fármaco.

«Cuando se estudia la respuesta a la terapia, se piensa en tratamientos como la quimioterapia o la inmunoterapia, pero los pacientes (oncológicos) también reciben muchos medicamentos para la ansiedad y el dolor», explica Michael Feigin, profesor asociado de Farmacología y Terapéutica en el Centro Oncológico Integral Roswell Park (en Búfalo, Nueva York) y autor principal del estudio.

Alto consumo

Para su estudio, los investigadores evaluaron cuántos pacientes oncológicos habían sido tratados con benzodiazepinas. Entre los pacientes tratados en el Roswell Park comprobaron que el 30,9 % de los que tenían cáncer de próstata, páncreas, ovario, riñón, cabeza y cuello, endometrio, colon, mama, cerebro o cerebro habían recibido benzodiacepinas. Los pacientes con cáncer de próstata presentaban la tasa de consumo más alta: un 40,6 %.

Tras ajustar factores como edad, raza, sexo, etapa y progresión de la enfermedad y tratamientos recibidos, el uso de benzodiacepinas se asoció con un riesgo un 30 % menor de muerte por cáncer de páncreas.

Sin embargo, al analizar los resultados por tipo de benzodiacepinas se encontraron grandes diferencias. Aparte de las benzodiazepinas de acción corta utilizadas como parte de la anestesia ante una cirugía, las dos benzodiazepinas más utilizadas fueron lorazepam (40 pacientes) y alprazolam (27 pacientes).

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Los pacientes que tomaron alprazolam tuvieron un 62 % menos de riesgo de progresión de enfermedad o muerte en comparación con los que no tomaron alprazolam (42 pacientes). Por el contrario, los pacientes que tomaban lorazepam tenían un riesgo 3,83 veces mayor de progresión de la enfermedad o muerte que los pacientes que no recibieron este medicamento (29 pacientes).

Cuando los investigadores investigaron las asociaciones entre el uso de lorazepam y alprazolam en pacientes con otros tipos de cáncer, encontraron que el alprazolam rara vez se asoció con resultados significativamente diferentes.

Sin embargo, el lorazepam se correlacionó con una supervivencia global significativamente inferior en el cáncer de próstata, ovario, cabeza y cuello, útero, colon y mama, así como en el melanoma, con efectos que van de un aumento del riesgo del 25 % hasta el 116 %.

Mecanismo de acción

El siguiente paso fue investigar por qué. Abigail Cornwell, primera autora del estudio y estudiante de posgrado en el laboratorio de Feigin, dirigió estudios mecanísticos que muestran que el lorazepam puede activar una proteína llamada GPR68, que se expresa en gran medida en los fibroblastos involucrados en el tumor.

GPR68 aumenta la expresión de la citoquina IL-6, que promueve la inflamación en el microambiente del cáncer pancreático, lo que conduce a un mayor crecimiento tumoral.

Sin embargo, solo ciertas benzodiazepinas, como lorazepam, clonazepam, nordiazepam y oxazepam, podrían activar GPR68. Otras, como alprazolam, diazepam y temazepam, no tuvieron efecto sobre la activación de GPR68.

«Creemos que el mecanismo se reduce a una diferencia en la estructura entre diferentes benzodiazepinas», aclara Feigin. “El alprazolam tiene el efecto contrario al lorazepam; no tiene impacto en GPR68, pero reduce de forma potente la IL-6, y creemos que esto reduce el potencial inflamatorio de estos tumores».

Sin embargo, el investigador alerta que «es demasiado pronto para decir que los pacientes que deben dejar de tomar un medicamento o comenzar a tomar otro». Y afirma que «hay mucho más que aprender en términos de implicaciones clínicas».

Feigin señala que lo deseable es que el siguiente paso sea el desarrollo de un ensayo clínico para evaluar prospectivamente los efectos del lorazepam y el alprazolam en los resultados del cáncer de páncreas y el microambiente de este tumor.

Fuente: Diario Médico

Referencia: Abigail C. Cornwell, Arwen A. Tisdale, Swati Venkat, Kathryn E. Maraszek, Abdulrahman A. Alahmari, Anthony George, Kristopher Attwood, Madison George, Donald Rempinski, Janusz Franco-Barraza, Mukund Seshadri, Mark D. Parker, Eduardo Cortes Gomez, Christos Fountzilas, Edna Cukierman, Nina G. Steele, Michael E. Feigin; Lorazepam Stimulates IL6 Production and Is Associated with Poor Survival Outcomes in Pancreatic Cancer. Clin Cancer Res 2023; https://doi.org/10.1158/1078-0432.CCR-23-0547

https://aacrjournals.org/clincancerres/article/doi/10.1158/1078-0432.CCR-23-0547/728435/Lorazepam-Stimulates-IL6-Production-and-Is?searchresult=1

 

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