abr
8
Según un estudio reciente de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y del Instituto Socioambiental (ISA) de Brasil, el 94 % de los indígenas de nueve comunidades de la Tierra Indígena Yanomami, la mayor de ese país, presenta un alto nivel de contaminación por mercurio.
En la investigación se recogieron muestras de cabello de 287 indígenas del subgrupo Ninam del pueblo Yanomami, el 84 % de ellas registraron niveles de contaminación por mercurio superiores a 2,0 μg/g (microgramos por gramo), otro 10,8 % superaba los 6,0 μg/g, cuando según la Organización Mundial de la Salud los niveles de mercurio en el cabello no deben superar 1 μg/g.
La investigación reveló que los indígenas que viven en las aldeas más cercanas a los sitios de minería ilegal tienen los niveles más altos de exposición al mercurio.
Las comunidades que participaron en la investigación están situadas a orillas del río Mucajaí, uno de los más afectados por la minería ilegal en la Tierra Yanomami, según la investigación. Según la organización no gubernamental Survival la presencia de mineros ilegales hace que la situación en la reserva siga siendo «catastrófica».
El 2024, según la organización, ha registrado un alto regreso de los extractores irregulares a la reserva, mientras las fuerzas armadas no reaccionaron a la incursión y varios puestos de salud en la zona fueron cerrados.
El vicepresidente de la Hutukara Asociación Yanomami, Darío Kopenawa, denunció que «la minería es el mayor mal que tenemos hoy en la Tierra Yanomami…» Agregó que «Si la minería permanece, permanecen también la contaminación, la devastación y enfermedades como la malaria y la desnutrición».
Situado en Amazonas y Roraima, el territorio Yanomami es el más grande de Brasil y alberga a 31 000 indígenas que viven en 370 comunidades. El pueblo Yanomami es considerado de contacto reciente con la población no indígena y se divide en seis subgrupos lingüísticos de la misma familia, designados como: Yanomam, Yanomami, Sanöma, Ninam, Yaroamë y Yãnoma.
Las muestras para el estudio sobre la presencia de mercurio fueron recolectadas en octubre de 2022 en las comunidades Caju, Castanha, Ilha, Ilihimakok, Lasasi, Milikowaxi, Porapi, Pewaú y Uxiú, todas en la región del Alto Río Mucajaí. La elección de las aldeas se hizo a petición de la Asociación Indígena Texoli Ninam.
05 abril 2024|Fuente: Xinhua| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
sep
27
Un estudio, liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), muestra un alto nivel de toxicidad en las bolsas de plásticos compostables, que aumenta con la fotodegradación, es decir, al incidir los rayos ultravioletas en ellas.
Este estudio preliminar ha analizado la toxicidad de bolsas de plástico compostables, bolsas de plástico convencional y otras de plástico reciclado en células de peces cebra, informa el CSIC. Para la investigación, liderada por científicos del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y de la plataforma Susplast, y publicada en la revista Journal of Hazardous Materials, se realizó una extracción de las bolsas para analizar los compuestos tóxicos que podían ser liberados al medioambiente.
Durante el estudio se evaluó la toxicidad de dichos compuestos con líneas celulares de pez cebra en tres situaciones distintas: directamente, a partir de las muestras de las bolsas; tras una simulación de envejecimiento de las bolsas con rayos ultravioleta (fotodegradación); y mediante los pequeños fragmentos de las bolsas que quedaban después de convertirse en abono o compost de calidad. Finalmente, se analizó el abono resultante del proceso de compostaje de las bolsas. ‘Nos sorprendió que las células expuestas a las bolsas de plástico convencional no mostraban rastros de toxicidad. Sin embargo, sí la detectamos en las biodegradables, las cuales disminuían la viabilidad de las células’, explica Cinta Porte, autora principal del estudio e investigadora del IDAEA-CSIC.
Porte precisa que la hipótesis es que los fabricantes ‘añaden aditivos químicos para elaborar las bolsas biodegradables que podrían ser especialmente tóxicos’. Además, las bolsas de plástico reciclado también mostraban mayores niveles de toxicidad que las convencionales, ya que también se añadirían aditivos plásticos para su reutilización.
Las bolsas de plástico biodegradables, que actualmente podemos encontrar en la sección de fruta y verdura de los supermercados cuentan con el sello ‘OK compost’, que indica que cumplen con las características y la legislación vigente para ser compostables industrialmente.
El estudio liderado por el IDAEA-CSIC demuestra que la toxicidad observada en las bolsas compostables se traslada al abono durante el proceso de biodegradación, lo que repercute en la acumulación de contaminantes, que pueden afectar al medioambiente e impactar negativamente en la salud de la población. ‘La toxicidad observada puede derivar tanto de los aditivos utilizados durante el procesado, como de los fragmentos de los plásticos biodegradables producidos durante el compostaje’, añade Amparo López Rubio, investigadora del IATA-CSIC, donde cuentan con una Unidad de Certificación de la Compostabilidad y Biodegradabilidad de materiales.
López considera necesario investigar exhaustivamente la migración y la ecotoxicidad de estos nuevos materiales y establecer un buen marco normativo, basado en la evidencia científica, que asegure la inocuidad de los mismos antes de que lleguen al mercado.
‘Necesitamos una interacción abierta y transparente con las empresas que permita avanzar en el desarrollo de materiales que, además de ser más sostenibles, sean seguros’, añade. Los compuestos químicos concretos añadidos a estas bolsas compostables no se han podido identificar en el estudio, ya que muchos aditivos están protegidos por patentes. ‘A pesar de que cada fabricante puede añadir unos aditivos diferentes a sus productos, hemos observado que todas las bolsas biodegradables tienen niveles similares de toxicidad’, aclara Tiantian Wang, primera autora del estudio e investigadora predoctoral del IDAEA-CSIC.
Referencia
Wang T, Hosseinzadeh M, Cuccagna A, Alakenova R, Casademunt P, Reyes Rovatti A, et al. Comparative toxicity of conventional versus compostable plastic consumer products: An in-vitro assessment. Journal of Hazardous Materials. 2023;Volume 459, 2023, 132123. https://doi.org/10.1016/j.jhazmat.2023.132123
Fuente: (EFE) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
mar
9
El ingerir bebidas alcohólicas en el embarazo pone en riesgo la salud del bebé, por la posibilidad de afecciones a nivel fetal, alertó el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Arturo Hernández. Read more
feb
15
Una reciente investigación, realizada en Barcelona en personas sanas, constata por primera vez la influencia de ciertos contaminantes del medio ambiente en el riesgo de contagio por SARS-CoV-2. El hallazgo podría explicar en parte la variabilidad clínica. Los expertos abogan por reducir el uso en la producción y en la gestión de estas sustancias. Read more
feb
14
Un trabajo liderado por investigadores el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) en colaboración con el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha evaluado los contaminantes químicos acumulados en la sangre y la placenta de mujeres embarazadas. Read more
ene
24
Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ”la Caixa”, y que se ha publicado recientemente en el International Journal of Hygiene and Environmental Health, analiza los trastornos de hipertensión durante el embarazo, que son una de las principales causas de mortalidad y morbilidad materna y fetal. Read more