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16
Un caso inusual en el que las piernas de un paciente con covid persistente se volvieron azules después de estar diez minutos de pie pone de relieve la necesidad de una mayor concienciación sobre este síntoma entre las personas que padecen la enfermedad, según una nueva investigación publicada en la revista The Lancet.
El estudio, cuyo autor es el doctor Manoj Sivan, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), se centra en el caso de un hombre de 33 años que desarrolló acrocianosis, una acumulación venosa de sangre en las piernas.
Un minuto después de ponerse de pie, las piernas del paciente empezaron a enrojecer y se volvieron cada vez más azules con el tiempo, con las venas cada vez más prominentes. Al cabo de diez minutos, el color era mucho más pronunciado y el paciente describía una sensación de pesadez y picor en las piernas. Dos minutos después de volver a la posición normal, recuperó el color original.
El paciente dijo que había empezado a experimentar la decoloración desde su infección por covid-19. Se le diagnosticó el síndrome de taquicardia ortostática postural (STOP), una enfermedad que provoca un aumento anormal de la frecuencia cardíaca al ponerse de pie.
El doctor Sivan indica que «se trata de un caso sorprendente de acrocianosis en un paciente que no la había experimentado antes del covid».
«Los pacientes que experimentan esto no saben que puede ser un síntoma de covid persistente y disautonomía y pueden sentirse preocupados por lo que están viendo», añade.
El covid persistente afecta a múltiples sistemas del organismo y presenta una serie de síntomas que afectan a la capacidad de los pacientes para realizar actividades cotidianas. La acrocianosis se ha observado anteriormente en niños con disfunción del sistema nervioso autónomo (disautonomía), un síntoma común de los síndromes posvirales.
La disautonomía también se observa en otras enfermedades de larga duración, como la fibromialgia y la encefalomielitis miálgica, también conocida como síndrome de fatiga crónica.
Fuente: La Voz de Galicia
Referencia: Nafi Iftekhar. Manoj Sivan, FRCP Edin. Venous insufficiency and acrocyanosis in long COVID: dysautonomia. The Lancet. Aug 2023;402 (10409) DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(23)01461-7
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(23)01461-7/fulltext#%20
ago
12
La nueva variante EG.5 del covid-19 puede aumentar los casos a nivel mundial, aunque por el momento no está provocando un incremento de las hospitalizaciones.
La OMS ha variante EG.5 covid se notificó por primera vez el 17 de febrero y designó como variante bajo vigilancia el 19 de julio
El coronavirus sigue entre nosotros y nuevo caso lo recuerda. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que la nueva variante de covid-19, la EG.5 puede provocar un aumento de los casos a nivel mundial, aunque por el momento no está produciendo un incremento de las hospitalizaciones.
El informe del organismo sanitario internacional de Naciones Unidas ha calificado de «bajo» el riesgo para la salud pública que plantea EG.5, un linaje descendiente de XBB.1.9.2 que se notificó por primera vez el 17 de febrero. Se designó como variante bajo vigilancia el 19 de julio y hoy la OMS la ha calificado como variante de interés.
Como locos al volante tras la pandemia de covid
«Aunque EG.5 ha mostrado una mayor prevalencia, ventaja de crecimiento y propiedades de escape inmunitario, no se han registrado cambios en la gravedad de la enfermedad hasta la fecha. Aunque se han observado aumentos concurrentes en la proporción de hospitalizaciones por EG.5 y la COVID-19 (menores que en oleadas anteriores) en países como Japón y Corea del Sur, no se han establecido asociaciones entre estas hospitalizaciones y la EG.5″, ha informado el organismo.
Sin embargo, la OMS también puntualiza que, debido a su ventaja de crecimiento y a sus características de escape inmunitario, EG.5 «puede provocar un aumento de la incidencia de casos y convertirse en dominante en algunos países o incluso a nivel mundial».
Característicias de la variante EG.5 de covid-19
EG.5 porta una mutación adicional F456L en la proteína espiga en comparación con las subvariantes de las que procede, XBB.1.9.2 y XBB.1.5. Dentro del linaje EG.5, la subvariante EG.5.1 tiene una mutación adicional Q52H en la espiga y representa el 88 por ciento de las secuencias disponibles para EG.5 y sus linajes descendientes.
A nivel mundial, se ha producido un aumento constante de EG.5. Durante la semana del 17 al 23 de julio, su prevalencia global fue del 17,4 por ciento, lo que supone «un aumento notable» con respecto a los datos notificados cuatro semanas antes (del 19 al 25 de junio), cuando fue del 7,6 por ciento.
Hasta el 7 de agosto, se han recopilado para su estudio 7.354 secuencias de EG.5 procedentes de 51 países. La mayor parte proceden de China (30,6 %, 2.247 secuencias). Los demás países con al menos 100 secuencias son Estados Unidos (18,4 %, 1.356), Corea del Sur (14,1 %, 1.040), Japón (11,1 %, 814), Canadá (5,3 %, 392), Australia (2,1 %, 158), Singapur (2,1 %, 154), Reino Unido (2,0 %, 150), Francia (1,6 %, 119), Portugal (1,6 %, 115) y España (1,5 %, 107).
Fuente: Telecinco
ago
12
La última sesión virtual dirigida al mundo por la Organización Mundial de la Salud desde su sede en Ginebra (Suiza), sirvió para repasar los aspectos más candentes de la salud global en este ya de por sí tórrido verano de 2023.
La conferencia de prensa fue moderada por Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS y su responsable de relaciones con los medios de comunicación. Quien dio paso a distintos directivos de la institución supranacional a efectos de prevención y anticipación a crisis sanitarias potencialmente lesivas para el planeta en su conjunto.
En su discurso resumen, el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó que tan sólo hace tres meses él mismo declaró finalizada la emergencia de salud global debida a la Covid-19, sin perjuicio de que esta enfermedad siga suponiendo un desafío para la salud global. Aunque, sí en línea con un progresivo descenso de las hospitalizaciones y defunciones registradas internacionalmente por esta enfermedad. Y con el inconveniente que supone que crezca el número de países que deja de aportar sus datos a la OMS. De forma que, el pasado mes de julio, apenas un 25% de las naciones informó sobre las muertes debidas al SARS-CoV-2 y únicamente un 11 % sobre hospitalizaciones e ingresos en UCI. Fenómenos que presumiblemente siguen acaeciendo y van a más.
Atribuyó el director general a la certeza sobre la caída del riesgo de enfermedad grave a la inmunización generada por la vacunación y la propia infección natural, por separado o combinadas, así como por la rápida detección y los cuidados clínicos más eficaces. Factor que no impide que la OMS mantenga la Covid-19 con la etiqueta de riesgo alto para la salud pública global. Habida cuenta de que el patógeno circula por todos los países y mantiene su capacidad para cambiar y para producir defunciones.
En línea con lo anterior, la OMS anunció en la misma jornada que algunas variantes como la EG.5 están siendo evaluadas en sus actuales riesgos para descartar que pudieran suponer un repunte de la mortalidad. Lo que viene a confirmar lo acertado de haber establecido un comité emisor de recomendaciones el mismo mes de mayo en que finalizó la amenaza global del virus, para mantener una vigilancia de la enfermedad a largo plazo.
Recomendaciones que son válidas y de aplicación para los países de las siete principales regiones del planeta. En consonancia con el plan estratégico de preparación y respuesta ya publicado la pasada primavera. Al que deben contribuir los países con información sobre mortalidad, cambios en los patógenos y niveles de inmunización de sus poblaciones. Para enriquecer la información global sobre enfermedad grave, muerte, secuencias genéticas y efectividad de las vacunas.
Reiteró el doctor Adhanom que es deber de los países seguir vacunando a los colectivos con mayor riesgo de hospitalización y fallecimiento. Así como aportar datos de investigación para una mejor prevención y control de la Covid-19. A la vez que se mejoran los tratamientos con protección al personal asistencial y con adecuado nivel de test diagnósticos y medios clínicos.
Tedros reiteró que no hay que bajar la guardia a pesar de que la mayoría de los países ven la Covid-19 como algo ya del pasado. Olvidando, quizás, que muchas personas que han sufrido la enfermedad tienen que ser tratados cada día de una experiencia especialmente traumática. A lo que sumó que, aunque no es posible predecir el futuro, sí es posible estar preparados para afrontarlo.
Advirtió también el máximo responsable de la OMS que la situación humanitaria y sanitaria empeora en Sudán al iniciarse su cuarto mes en conflicto y mantener al 40% de la población en situación de hambruna y sin suministros médicos y de energía y agua potable. Una situación agravada por las hostilidades desatadas en Amhara, región de Etiopía, además del estado en que se encuentra Sudán. Para lo que la OMS ha dispuesto un centro para el cólera que, sin embargo, se ve dificultado por los problemas de acceso.
Seguidamente, el doctor Preben Aavitsland, responsable del departamento de Salud Pública y Atención Primaria de la Universidad de Bergen (Noruega) confirmó que la infección natural y la vacunación han reducido el daño causado por el patógeno. A pesar de lo cual, muchas personas padecen secuelas después de haber sufrido casos severos de la enfermedad. Una realidad que afecta a millones de personas en el planeta, a la vez que también se mantiene un funcionamiento todavía alterado en múltiples sistemas asistenciales.
Para el profesor vivimos una transición hacia una regulación internacional para la salud a lo que ayuda disponer por primera vez de pautas de alcance global.
Así mismo, reconoció que, gracias a la infección natural y la vacunación, el SARS-CoV-2 representa hoy una amenaza menor para los individuos y los sistemas sanitarios. A pesar de lo cual, el virus no ha desaparecido, como advirtió. Por lo que debe ser un objetivo primario de atención para disminuir la carga de la enfermedad. Al proseguir con la inmunización y la generalización de tratamientos eficaces para la Covid-19. Y sin olvidar el peligro que podría representar las nuevas variantes.
Recordó también el profesor Aavitsland que, de enero de 2020 a mayo de 2023, las recomendaciones de la OMS fueron provisionales. De forma que su actualización y cumplimiento mundial por los países abre una nueva era con una importante tarea a realizar. Esfuerzo al que se aplica el comité designado por la OMS. En el que se incluye instar a vacunar con refuerzo a los ciudadanos más vulnerables, reportar datos de riesgo global, informar sobre bajadas en la inmunidad y atar en corto las variantes desde la Delta.
En el turno de preguntas, María Van Kerkhove, responsable técnica para la Covid-19 dentro del programa de emergencias sanitarias de la OMS, actualizó datos sobre vectores de infección como los mosquitos y sus desplazamientos geográficos. Una amenaza que llega a países que históricamente no están preparados para ella.
Lo que lleva, como explicó, a que la organización supranacional trabaje desde hace años con estrategias específicas frente a peligros como el dengue, el ébola u otros que pudieran surgir.
Fuente: IMMedico
ago
11
La covid-19 causa disfunción mitocondrial en el corazón y otros órganos que, a veces, no se recupera
Esta pérdida de función, más allá de los pulmones, provocó daños a largo plazo, ofreciendo una posible explicación de los efectos del denominado ‘covid prolongado’.
Desde casi el comienzo de la pandemia de covid-19 causada por el virus SARS-CoV-2, la comunidad científica ha tratado de determinar por qué este virus origina efectos tan negativos a largo plazo en comparación con los que crean la mayoría de los otros coronavirus.
La investigación empieza a dar algunas respuestas. Entre ellas, la que aparece publicada en Science Translational Medicine y que sugiere nuevos enfoques para tratar la covid-19, según el equipo investigador formado por un consorcio multicéntrico dirigido desde el Hospital de Niños de Filadelfia, Estados Unidos (CHOP) y el Covid-19 International Research Team (COV-IRT).
Esta plataforma científica ha descubierto que los genes de las mitocondrias, los productores de energía de nuestras células, pueden verse afectados negativamente por el virus, lo que lleva a una disfunción en múltiples órganos más allá de los pulmones.
Las mitocondrias se encuentran en cada célula de nuestro cuerpo. Los genes responsables de generar mitocondrias se encuentran dispersos tanto en el ADN nuclear ubicado en el núcleo de nuestras células como en el ADN mitocondrial (ADNmt) ubicado dentro de cada mitocondria.
Estudios anteriores han demostrado que las proteínas del SARS-CoV-2 pueden unirse a las proteínas mitocondriales en las células huésped, lo que podría provocar una disfunción mitocondrial.
Para comprender cómo el SARS-CoV-2 afecta a las mitocondrias, los investigadores del Centro de Medicina Mitocondrial y Epigenómica (CMEM) del CHOP, junto con sus colegas del COV-IRT, analizaron la expresión génica mitocondrial para detectar las diferencias causadas por el virus. Para ello, analizaron una combinación de tejidos nasofaríngeos y de autopsia de pacientes afectados y de modelos animales.
Recuperada en los pulmones, no en otros órganos
Joseph Guarnieri, investigador posdoctoral del CMEM en CHOP señala que las muestras de tejido de pacientes humanos permitieron observar cómo se vio afectada la expresión génica mitocondrial «al inicio y al final de la progresión de la enfermedad, mientras que los modelos animales nos permitieron completar los espacios en blanco y observar la progresión de las diferencias en la expresión génica a lo largo del tiempo». Read more
jul
20
De cara a la campaña de vacunación COVID-19 del próximo otoño, el Ministerio de Sanidad apuesta por la vacunación con Hipra, una vacuna adyuvada bivalente (incluye las variantes Alfa y Beta del virus) que fue autorizada a finales de marzo por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como dosis de recuerdo para los mayores de 16 años que han recibido la pauta de primovacunación con una vacuna de ARNm.
Así, el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, anunció tras el último Consejo de Ministros celebrado el pasado 4 de julio, que se administrará en el próximo mes de octubre una dosis de recuerdo adicional con Hipra para sanitarios y mayores de 60 años.
Sin embargo, dos meses antes del anuncio por parte del Gobierno de España, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó la recomendación de utilizar vacunas COVID-19 que incluyan y protejan de la cepa Ómicron en las próximas estrategias de vacunación a nivel mundial. Una comunicación amparada también por la EMA y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), que también apuntan a la necesidad de actualizar la composición de las vacunas.
Y es que el Grupo Asesor Técnico de la OMS sobre la Composición de la Vacuna contra la COVID-19, después de evaluar las implicaciones de la evolución del SARS-CoV-2 y debatir sobre la composición de las futuras formulaciones de las vacunas contra la COVID-19, concluyó que, a partir de ahora, la vacunación debería llevarse a cabo con vacunas monovalentes que contengan la proteína S de la espícula del linaje XBB.1 (sublinajes XBB.1.5 y XBB. 1.16), pues es probable que puedan dar lugar a las futuras variantes que circularán a corto y medio plazo en todo el mundo.
¿Es acertado vacunar con Hipra?
En los últimos tiempos, la vacunación frente a la COVID-19 se ha basado en las vacunas bivalentes, que contienen la proteína S de la cepa ancestral y de alguna de las variantes Ómicron. Sin embargo, tal y como ha indicado el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la cepa ancestral ha desaparecido y en la actualidad las variantes que predominan en todos los países son las subvariantes derivadas de la variante Ómicron XBB: la XBB.1.5 y la XBB 1.16.
Ante ello, Raúl Ortiz de Lejarazu, profesor de Microbiología en la Universidad de Valladolid y director emérito en el Centro Nacional de Gripe de Valladolid, se ha pronunciado sobre la conveniencia o no de administrar Hipra en el contexto actual. “Me gustaría ver artículos publicados en revistas científicas de peso sobre la antigenicidad e inmunogenicidad de esta vacuna adyuvada que tiene una cepa Beta de la época pre-Ómicron”, ha expuesto.
Actualmente, hay tres compañías que permanecen en la carrera de vacunas COVID-19 al cumplir los requisitos indicados por la OMS: las vacunas de ARNm de Pfizer (Comirnaty) y Moderna (Spikevax) y la vacuna de proteínas de Novavax (Nuvaxovid).
La vacunación COVID-19 en el plano internacional
A nivel internacional, algunos países del entorno se han alineado con la OMS para recomendar el uso de vacunas COVID-19 que incluyan la protección frente a la variante Ómicron. Es el caso de Alemana Francia o Italia, así como de Estados Unidos.
Alemania
En Alemania, desde principios de 2023, la variante Ómicron XBB.1, considerada variante de interés (VOI) ha determinado la situación epidemiológica del país y se espera que en los próximos meses aumente la incidencia. Ante esta situación, el Comité Permanente de Vacunación de Alemania (STIKO) recomienda administrar dosis de refuerzo a niños con condiciones de riesgo e inmunodeficiencia y, preferiblemente, utilizando vacunas de ARNm adaptadas a esta variante (Pfizer y Moderna).
Francia
La Alta Autoridad de Salud (HAS) de Francia también ha recomendado que, para la campaña de vacunación frente a la COVID-19 de este año, se realice la vacunación de refuerzo preferentemente con una vacuna bivalente de ARNm (Pfizer o Moderna), “independientemente de las vacunas utilizadas previamente”.
Por otro lado, la HAS aconseja el uso de las vacunas VidPrevtyn (Sanofi) y Nuvaxovid en mayores de 18 años vacunados con una vacuna de ARNm o de vector adenoviral, como alternativa a las vacunas bivalentes de ARNm para personas reticentes a dichas vacunas y para aquellas que no puedan beneficiarse de ellas (contraindicaciones).
Italia
En Italia, dos sociedades científicas han publicado un posicionamiento conjunto sobre la protección de las vacunas actuales frente a la variante Ómicro XBB. Así, la Sociedad Italiana de Higiene (SItI) y la Sociedad Italiana de Infecciosas y Tropicales Enfermedades (SIMIT) han expuesto que publicaciones recientes han demostrado que el refuerzo de ARNm bivalente “muestra protección contra la infección sintomática XBB/XBB.1.5 y hospitalización durante al menos los primeros 3 meses después de la vacunación en personas que han recibido previamente 2-4 dosis de una vacuna monovalente”.
De este modo, las sociedades científicas italianas consideran que estos datos “justifican” la necesidad de actualizar la composición de las vacunas COVID-19 para el período 2023-2024, para que la campaña de vacunación “coincida más con las variantes y sublinajes de Ómicron que circulan actualmente”.
Estados Unidos
Finalmente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha recomendado a las compañías farmacéuticas fabricantes de vacunas COVID-19 la inclusión de la subvariante de Ómicron XBB.1.5 como integrante exclusiva de la vacuna a utilizar para la próxima temporada 2023/2024, siguiendo las recomendaciones de su comité asesor VRBPAC. Las secuencias proteicas de esta subvariante son bastante similares a las de otras que actualmente circulan como la XBB.1.16 y XBB.2.3.
Gaceta Médica 11 de julio 2023
may
3
Tras un estudio dirigido por la Universidad de Queensland sobre la respuesta de las células inmunitarias al virus, se está más cerca de encontrar un tratamiento que evite la inflamación galopante en pacientes con COVID-19 grave.
La doctora Larisa Labzin y la profesora Kate Schroder, del Instituto de Biociencia Molecular de la UQ, junto con la doctora Sarah Londrigan, del Instituto Peter Doherty de Infección e Inmunidad, han descubierto que la mayoría de las células inmunitarias que contribuyen a la inflamación crónica no están infectadas por el virus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19.
Según el Dr. Labzin, en lugar de desencadenar una respuesta protectora para eliminar el virus, estas células no infectadas llamadas macrófagos detectan daños y muerte en las células vecinas y desencadenan una fuerte respuesta inflamatoria.
«Se produce un desequilibrio en la respuesta inmunitaria porque la mayoría de los macrófagos no están infectados por el virus», explica el Dr. Labzin.
«Acabamos con demasiadas células inmunitarias que acuden al lugar de la infección y causan muchos daños colaterales: demasiada inflamación y poca lucha contra el virus».
«Es un arma de doble filo para el organismo: el sistema inmunitario que ataca una enfermedad infecciosa en una fase temprana es protector, pero cuando es prolongado o excesivo, puede provocar una inflamación crónica».
El equipo de investigación del IMB está estudiando cómo actuar selectivamente sobre los macrófagos sin comprometer la capacidad del organismo para luchar contra el virus, con el fin de reducir la incidencia de la COVID grave.
En la actualidad se administran antiinflamatorios a los pacientes hospitalizados por COVID-19 después de que el virus haya alcanzado su pico máximo, para calmar la respuesta inmunitaria hiperactiva, pero los fármacos hacen que los pacientes sean susceptibles a infecciones secundarias.
Con los nuevos conocimientos sobre el funcionamiento de los macrófagos, los investigadores pretenden diseñar antiinflamatorios que puedan administrarse antes para evitar que la inflamación se descontrole.
Según la profesora Kate Schroder, conocer mejor la biología fundamental del sistema inmunitario nos ayudará a combatir mejor las infecciones.
«Tenemos vacunas y antivirales para luchar contra el COVID-19, pero el virus sigue mutando, así que ésta es una forma de prepararnos para el futuro contra nuevas variantes y también contra futuras pandemias e infecciones».
Más información: Larisa I. Labzin et al. (2023). Macrophage ACE2 is necessary for SARS-CoV-2 replication and subsequent cytokine responses that restrict continued virion release. Science Signaling. https://www.science.org/doi/10.1126/scisignal.abq1366
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