oct
24
Más de la mitad de los casos de diabetes tipo 1 se desarrollan en la edad adulta.
Muchos casos de diabetes tipo 1 que aparece en la edad adulta se diagnostican después de los 30 años, según un estudio
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En la población general de más de 1,3 millones de adultos estadounidenses, el 37 % de los pacientes informaron haber sido diagnosticados con diabetes Tipo 1 después de 30 años; los hombres y las minorías raciales o étnicas recibieron el diagnóstico más tarde en comparación con las mujeres y los adultos blancos no hispanos.
Un estudio reciente de pacientes con diabetes tipo 1 (DT1) en los Estados Unidos encontró que una proporción significativa de los diagnósticos de diabetes tipo 1 ocurren en pacientes mayores de 30 años. Los hallazgos, publicados en Annals of Internal Medicine, son consistentes con estudios previos que sugieren que más de la mitad de los casos de diabetes tipo 1 se desarrollan en la edad adulta.
El diagnóstico erróneo es común en los casos de diabetes tipo 1 que aparece en la edad adulta, y aquellos a quienes se les diagnostica erróneamente diabetes tipo 2 (DT2) no reciben la atención adecuada para el manejo de la diabetes tipo 1, anotaron los autores. Las estimaciones basadas en datos emergentes indican que hasta el 62 % de los casos de diabetes tipo 1 se desarrollan en pacientes mayores de 20 años, 2 y el estudio actual tuvo como objetivo proporcionar información sobre la carga de la diabetes tipo 1 de inicio en la edad adulta entre la población general de EE. UU.
«La diabetes tipo 1 generalmente se considera una enfermedad infantil», dijo la autora del estudio, Elizabeth Selvin, PhD, MPH, codirectora del Programa de Capacitación en Epidemiología de Enfermedades Cardiovasculares de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, en una declaración escrita . «Nuestros resultados sugieren que una porción sustancial de los casos se diagnostican en la edad adulta. La diabetes tipo 1 que aparece en la edad adulta a menudo se presenta con síntomas leves, y puede ser un desafío distinguirla de la diabetes tipo 2 en esos casos».
Selvin y sus colegas de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud (NHIS) para explorar la distribución por edades del diagnóstico de diabetes tipo 1 en los Estados Unidos. Combinaron todos los ciclos de encuestas del NHIS que incluían datos de subtipos de diabetes (2016, 2017, 2019, 2020, 2021 y 2022), que abarcaban aproximadamente 1,3 millones de adultos estadounidenses.
Las entrevistas del NHIS recopilaron datos sobre la demografía y la información médica de los pacientes, y los pacientes con diabetes informaron sobre el tipo de diabetes, el uso de insulina y su edad en el momento del diagnóstico de diabetes. El estudio incluyó a personas de al menos 18 años de edad que informaron haber sido diagnosticadas con diabetes tipo 1 y que actualmente usaban insulina.
De la población general, se identificaron 947 personas con diabetes tipo 1. Se estimó la edad media en el momento del diagnóstico y los porcentajes de pacientes diagnosticados después de 20, 30 y 40 años, y se realizaron análisis de la población general, así como de las características demográficas y clínicas. En general, la edad media al momento de completar el NHIS era de 49 años, el 48 % de la población eran mujeres y el 73% eran personas blancas no hispanas.
En la población general, el 37 % de los pacientes informaron haber sido diagnosticados con diabetes Tipo 1 después de 30 años. Si bien la distribución de la edad en el momento del diagnóstico de diabetes tipo 1 alcanzó su punto máximo alrededor de los 15 años y en general fue más joven, la edad media en el momento del diagnóstico fue de 24 (RIQ, 12-40) años.
Los hombres fueron diagnosticados a una edad media de 27 años, mientras que la edad media de diagnóstico entre las mujeres fue de 22 años. Entre las minorías raciales o étnicas, la edad promedio en el momento del diagnóstico osciló entre 26 y 30 años, frente a 21 años entre los adultos blancos no hispanos. Los hombres y las minorías raciales o étnicas también tuvieron tasas más altas de diagnóstico después de los 30 años y edades medias de diagnóstico más altas.
“De acuerdo con nuestros hallazgos, estudios anteriores sugieren que más de la mitad de los casos de diabetes tipo 1 se desarrollan en adultos. Ampliamos la investigación existente caracterizando la edad en el momento del diagnóstico en una muestra representativa a nivel nacional y documentando la variación entre raza/etnia y características clínicas”, escribieron los autores.
Señalaron que la mejor manera de identificar a los adultos que tienen un alto riesgo de diabetes tipo 1 no está clara y que los marcadores tradicionales como el índice de masa corporal ahora son menos útiles porque la obesidad se ha vuelto común en la población con diabetes tipo 1. Por lo tanto, nuevas herramientas de estratificación del riesgo podrían resultar útiles para el diagnóstico de diabetes Tipo 1.
Según Selvin, los factores que impulsan las diferencias en la edad promedio en el momento del diagnóstico entre hombres y mujeres y entre grupos raciales/étnicos aún no se han dilucidado.
«No está totalmente claro por qué los grupos minoritarios raciales y étnicos tienden a ser diagnosticados más tarde. Puede ser que esto refleje disparidades en el acceso a la atención, incluido el acceso a especialistas como endocrinólogos y clínicas especializadas en diabetes», afirmó Selvin. «El hallazgo de que las mujeres tienden a ser diagnosticadas más tarde en comparación con los hombres se ha demostrado en estudios anteriores. Este es un hallazgo importante. Desafortunadamente, no teníamos datos disponibles para profundizar en por qué estas disparidades podrían estar presentes».
El estudio estuvo limitado en su dependencia de datos autoinformados, lo que puede llevar a una clasificación errónea del tipo de diabetes y la edad en el momento del diagnóstico de diabetes. Si bien no se recopiló información sobre las medidas de diagnóstico, los autores señalaron que la definición de diabetes tipo 1 utilizada en el estudio ha sido validada externamente en otros estudios. El análisis también puede subestimar la proporción de diagnósticos de diabetes Tipo 1 en la infancia porque todos los participantes tenían al menos 18 años de edad en el momento de la encuesta.
Aun así, Selvin y sus colegas concluyeron que sigue siendo necesario mejorar la precisión del diagnóstico en la diabetes Tipo 1 de inicio en la edad adulta. «Nuestros hallazgos son consistentes con las directrices de la Asociación Estadounidense de Diabetes que recomiendan realizar un seguimiento con pruebas de autoanticuerpos cuando hay sospecha clínica de diabetes tipo 1″, afirmó Selvin. «Nuestros resultados también sugieren que pueden ser necesarias más pruebas de autoanticuerpos en la práctica general en adultos para ayudar a distinguir la diabetes tipo 1 y tipo 2″.
Referencia
Fang M, Wang D, Echouffo-Tcheugui JB, Selvin E, Lees S. Age at Diagnosis in U.S. Adults with Type 1 Diabetes. Ann Intern Med[Internet]. doi:10.7326/M23-1707.
24 octubre 2023| Fuente: IntraMed| Tomado de Noticias médicas
oct
24
Crece 20,5 % la mortalidad por cáncer colorrectal en función del estado socioeconómico de los países
Entre 1990 y 2019, el incremento de la mortalidad por cáncer colorrectal en América Latina fue del 20,5 % con tendencia al aumento en la mayoría de los países de la región; los datos de crecimiento enfrentan la tendencia global que ha sido a la baja por influencia de los países con altos ingresos.
El estudio Colorectal cancer disparities in Latin America: Mortality trends… publicado en la revista virtual Plos One, describe las tendencias de la mortalidad por cáncer colorrectal en América Latina durante 30 años, con diferenciación de las categorías según los desarrollos humanos por país.
El reconocimiento de las desigualdades regionales causadas por las diferencias en el desarrollo es fundamental para descentralizar las acciones para que sean más efectivas, sin perder de vista las disparidades sociales para garantizar la equidad en la gestión de las políticas de salud. De esta manera, incluir el contexto socioeconómico -y sus consecuencias, como la desigualdad- es necesario para un seguimiento adecuado y la prestación de servicios preventivos, diagnósticos y curativos para reducir la carga de enfermedad a nivel mundial.
Además de describir las tendencias de la mortalidad por la enfermedad en América Latina, la investigación llevada a cabo por investigadores de la Escuela Nacional de Salud Pública (Ensp/Fiocruz), el Instituto Nacional del Cáncer (Inca) y la Universidad de California, San Diego, EE.UU. relacionó los datos con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de los países.
El aumento de la mortalidad en la región, la más desigual del planeta, se observó de forma heterogénea. La investigación confirmó que existe un vínculo entre las tendencias de mortalidad por cáncer colorrectal y el desarrollo socioeconómico de los países latinoamericanos. Sin embargo, los autores aclaran que esta relación no es lineal.
Los países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) bajo tienen una menor mortalidad por cáncer colorrectal. ¿¿Los factores que influyen en esta relación son principalmente el infradiagnóstico y el menor acceso a factores de riesgo conocidos, como el consumo de alimentos ultraprocesados ??y carnes rojas.
Tendencia general y casos particulares
Los países de desarrollo medio, padecen por su parte de un acceso tardío al diagnóstico y dificultades para recibir un tratamiento oportuno, factor que reduce la supervivencia de los enfermos. Además, tienen una mayor exposición a factores de riesgo, como es el caso de Brasil.
Por el contrario, los países altamente desarrollados diagnostican la enfermedad antes y la población tiende a adoptar patrones de alimentación más saludables.
“Es interesante observar que la desigualdad entre países es tan llamativa que hay algunos, como Uruguay y l Argentina, que se encaminan hacia una disminución de la mortalidad por cáncer colorrectal. A pesar de tener un alto consumo de carnes rojas, son capaces de diagnosticarla y tratarla oportunamente, previniendo muertes.
Los países centroamericanos muestran un escenario diferente: la alimentación implica menos riesgo, pero hay subdiagnóstico y poco acceso al tratamiento”, explicó uno de los autores, Raphael Guimarães, del Departamento de Ciencias Sociales de la Ensp/Fiocruz.
El investigador afirmó que, en las áreas investigadoras del cáncer, es una tendencia mundial ahondar en el conocimiento de los llamados efectos contextuales, especialmente los socioeconómicos. “La investigación sobre el cáncer ha buscado ir más allá de los factores biológicos, que ya son bien conocidos. Actualmente hay muchos esfuerzos en esa dirección”, explicó.
En Brasil se están desarrollando investigaciones en la misma línea, afirmó Guimarães.
“Elegimos analizar América Latina precisamente por la desigualdad que existe entre los países que la componen. Esta realidad de la región como bloque es similar a la que tiene Brasil internamente. Por lo tanto, tenemos otras investigaciones en marcha para replicar el estudio. De manera preliminar, podemos afirmar que existe la misma asociación con factores socioeconómicos, la misma paradoja entre el IDH y la mortalidad por cáncer colorrectal”.
La tasa de mortalidad ajustada por edad se extrajo del estudio Carga Global de Enfermedad (CGE) de 22 países, subregiones y grupos de países latinoamericanos previamente clasificados por el estudio según el Índice Sociodemográfico (IDE) en el período analizado. El estudio de la CGE mide la salud poblacional en todo el mundo de forma anual y sus resultados están disponibles por país.
Los investigadores aplicaron un modelo de regresión a la tasa de mortalidad segmentada para analizar la tendencia temporal.
En las conclusiones de la investigación, los autores recomiendan realizar estudios que evalúen los contextos sociales y económicos de los países para una evaluación y provisión robusta de servicios preventivos, diagnósticos y curativos para reducir la mortalidad por cáncer en América Latina.
El estudio del cáncer y su distribución demográfica refleja las condiciones de vida de las poblaciones y el desarrollo de la sociedad. Pueden producirse desigualdades socioeconómicas en el tratamiento de algunos tipos de cáncer; en este sentido, el cáncer colorrectal es uno de los más sensibles a las desigualdades en salud.
La relación entre estos dos fenómenos (cáncer y desarrollo humano) se extiende a la exposición a factores de riesgo conocidos del cáncer colorrectal y a las oportunidades diagnósticas y terapéuticas.
Por lo tanto, reconocer las desigualdades regionales causadas por las diferencias en el desarrollo es fundamental para descentralizar las acciones para que sean más efectivas, considerando las disparidades sociales para garantizar la equidad en la gestión de las políticas de salud. De esta manera, incluir el contexto socioeconómico y sus reveses, como la desigualdad, es necesario para un seguimiento adecuado y la prestación de servicios preventivos, diagnósticos y curativos para reducir la carga de enfermedad a nivel mundial.
Referencia
Muzi CD, Banegas MP, Guimarães RM. Colorectal cancer disparities in Latin America: Mortality trends 1990–2019 and a paradox association with human development. PlosOne[Internet].2023[citado 23 oct 2023]. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0289675
24 octubre 2023| Fuente: SIIIC Salud| Tomado de Noticias biomédicas
oct
24
La cardiomiopatía arritmogénica es una enfermedad incurable del músculo cardíaco a la que se atribuyen hasta un 20 por ciento de las muertes súbitas documentadas en atletas.
Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha descubierto un posible tratamiento para una enfermedad que causa la muerte de deportistas de élite sin preaviso, la cardiomiopatía arritmogénica, una enfermedad incurable del músculo cardíaco a la que se atribuyen hasta un 20 por ciento de las muertes súbitas documentadas en atletas.
El estudio, dirigido por el doctor Juan A. Bernal, director de la Unidad de Vectores Virales del CNIC, y publicado en la revista ´Nature Communications´, ha descubierto un tratamiento para recuperar la capacidad de contracción del músculo cardíaco en modelos de cardiomiopatía arritmogénica.
Dos componentes patológicos principales caracterizan la cardiomiopatía arritmogénica; por un lado, los problemas de contracción cardíaca, y, por otro, arritmias ventriculares malignas. Como consecuencia, estos pacientes pueden sufrir eventos adversos como sincopes o incluso muerte súbita, frecuentemente asociados a episodios de ejercicio extremo.
Estudiando mutaciones en la proteína Placofilina-2 (PKP2), que provocan esta afección, han descrito por primera vez una función desconocida hasta el momento de la proteína PKP2 que controla la unión funcional de las células musculares del corazón.
Como comenta el investigador responsable de la publicación, Juan A. Bernal, «nuestro trabajo se centra en estudiar el problema muscular del corazón en esta enfermedad. Hacerlo nos ha permitido entender por qué las células musculares del corazón no se contraen adecuadamente y, además, cómo solucionarlo. Entender el funcionamiento de esta patología es esencial para desarrollar nuevos tratamientos inexistentes hasta la fecha».
Hasta el momento se han descrito más de 350 mutaciones en la proteína PKP2, «pero no sabemos cuáles de ellas son patológicas, y si lo son, si serán más o menos agresivas», asegura el investigador del CNIC. Lo que sí sabemos, desde hace unos años, «es que el ejercicio extremo acelera el desarrollo de la enfermedad», como ya demostró el grupo del doctor Bernal hace unos años.
Aunque se está lejos de entender completamente las bases moleculares de esta afección, este trabajo identifica un grupo de mutantes que siempre se asocian con problemas contráctiles graves y que responden al tratamiento farmacológico con un activador de las miosinas reguladoras, el 4-hidroxiacetofenona (4-HAP).
«Los resultados son una prueba de concepto que demuestra que generar un atlas completo de todas las mutaciones de PKP2 y poder categorizar qué pacientes son susceptibles de sufrir un síncope o una muerte súbita, es posible, y que casos como el de Antonio Puerta, podrían ser evitables en el futuro», enfatiza la doctora Nieves García-Quintáns, primera autora de la publicación.
«Nuestro trabajo en busca de tratamientos para esta terrible enfermedad, que se ceba con jóvenes deportistas, no hubiera sido posible sin la aportación público-privada del CNIC, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Fundación Bancaria «la Caixa», o la Cátedra Real Madrid-Universidad Europea. Y si cualquier club quiere ficharnos y continuar colaborando con nosotros en estas investigaciones, escuchamos ofertas», añade Bernal.
Referencia
García-Quintáns N, Sacristán S, Márquez-López C, Sánchez Ramos C, Martinez de Benito F, Siniscalco D, et al. MYH10 activation rescues contractile defects in arrhythmogenic cardiomyopathy (ACM). Nat Commun[Internet].2023[citado 23 oct 2023]; 6461. https://doi.org/10.1038/s41467-023-41981-5
24 octubre 2023| Fuente: IMMedico| Tomado de Noticia Atención Primaria| Cardiología
oct
24
La supervivencia libre de progresión fue mayor con quimioterapia específica ‘versus’ la estándar en 2 ensayos, pero hace falta mejorar el pronóstico del paciente.
Los cánceres de origen primario desconocido (CUP) tienen un mal pronóstico debido a la falta de estudios estandarizados destinados a identificar el lugar del tumor primario. Así, las Guías de práctica clínica de la ESMO resaltan la necesidad de nuevos datos para respaldar técnicas como la secuenciación de próxima generación para identificar posibles objetivos terapéuticos (Ann Oncol 2023;34:228–246). Precisamente, en el Congreso ESMO 2023, que se celebra en Madrid, se han presentado alentadores datos de estudios relacionados con la medicina de precisión para CUP.
Los resultados del ensayo CUPISCO de fase II (LBA16) mostraron una mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) significativamente mejorada, el criterio de valoración principal del estudio, en pacientes que recibieron terapia guiada molecularmente (MGT; 6,1 meses) frente a la quimioterapia estándar basada en platino (4,4 meses), con un índice de riesgo (HR) de 0,72 (intervalo de confianza [IC] del 95 %: 0,56-0,92; p = 0,0079).
Los datos de supervivencia general (SG) fueron inmaduros, pero tendieron a mejorar con MGT (HR 0,82; IC 95 % 0,62–1,09; p = 0,1779). Las tasas de respuesta objetiva fueron del 17,8% con MGT y del 8,2% con quimioterapia, con duraciones de respuesta similares (HR 0,95; IC 95 %: 0,33–2,72). Las tasas de eventos adversos fueron generalmente similares o menores con MGT versus quimioterapia y no hubo diferencias entre los brazos de tratamiento en las medidas de calidad de vida.
En CUPISCO, los pacientes con CUP no escamoso, desfavorable y recién diagnosticado recibieron 3 ciclos de quimioterapia de inducción; luego, aquellos con control de la enfermedad fueron aleatorizados 3:1 a MGT (n=326; elección del investigador después del consejo de la junta de tumores moleculares) o ≥3 ciclos más de quimioterapia basada en platino (n = 110).
Olivier Michielin, de los Hospitales Universitarios de Ginebra (Suiza), consideró alentadores los datos del estudio y añadió que «este es un ensayo positivo para los CUP, que se suma al conjunto de evidencia para un enfoque de precisión en una población de pacientes cuyo estándar de atención no es satisfactorio». Sin embargo, añadió, «sabemos que los pacientes con CUP generalmente tienen un mal pronóstico e incluir en el ensayo solo a pacientes con control de la enfermedad después de 3 ciclos de quimioterapia podría seleccionar casos de pacientes más favorables. Esto debe tenerse en cuenta al interpretar los resultados. El hecho de que este ensayo cambie la práctica depende de la ubicación: puede que los pacientes ya hayan sido remitidos a programas de perfiles genómicos y de oncología de precisión en algunos centros, pero esto no siempre está disponible».
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En un ensayo de fase III presentado en el congreso también se observó un beneficio en la SSP en 182 pacientes no tratados previamente con terapia específica del sitio CUP guiada por un ensayo de expresión de 90 genes versus quimioterapia empírica (Resumen 1208MO).
La mediana de SSP fue de 9,6 meses con terapia específica del sitio versus 6,6 meses con quimioterapia empírica (HR 0,68; IC 95 % 0,49–0,93; p = 0,017) en una mediana de seguimiento de 42,9 meses. La mediana de SG fue más larga con la terapia específica del sitio que con la terapia empírica (28,2 meses versus 19,0 meses, respectivamente; HR 0,74; IC 95 % 0,52–1,06; p = 0,098) y los eventos adversos de grado ≥3 fueron similares en ambos brazos. Michielin afirma que «este es un ensayo interesante que muestra aún más la importancia de identificar el sitio del tumor primario para permitir el uso de regímenes de quimioterapia específicos de órganos. Sin embargo, como se vio en el ensayo CUPISCO, las tasas de supervivencia aún eran bajas, lo que pone de relieve que aún quedan considerables necesidades insatisfechas».
Perfiles genómicos
En cuanto al diagnóstico, los datos presentados por el estudio CUP-ONE de 418 muestras revelaron una precisión similar cuando se utilizaron los datos de la firma de expresión genética de 92 genes CancerTYPE ID (CTID) frente a la inmunohistoquímica centralizada especializada (C-IHC; 11 marcadores) en comparación con un equipo multidisciplinario de determinado diagnóstico de referencia, aunque CTID mostró mayor precisión para clasificar el colangiocarcinoma (LBA100). Según Michielin, «el rendimiento de CTID parece ser similar al de C-IHC, salvo en el colangiocarcinoma, un tumor relativamente raro. Definir el diagnóstico de referencia estándar de oro sigue siendo un desafío en tales estudios, pero hay que seguir desarrollando herramientas para mejorar la precisión del diagnóstico».
Reflexionando sobre el cambiante panorama general de la gestión de CUP, Michielin dice: «La elaboración de perfiles genómicos es cada vez más frecuente debido a la mayor presencia de programas de oncología de precisión y juntas de tumores moleculares. Los ensayos en curso en CUP, que incluyen perfiles de tejido y sangre, pueden permitir nuevas estrategias terapéuticas, incluidas terapias dirigidas e inmunoterapias, para mejorar más los resultados».
Referencia
Mileshkin T, Bochtler C, Pauli G, Durán-Pacheco C, Arslan F, Bigot N. LBA16 Primary analysis of efficacy and safety in the CUPISCO trial: A randomised, global study of targeted therapy or cancer immunotherapy guided by comprehensive genomic profiling (CGP) vs platinum-based chemotherapy (CTX) in newly diagnosed, unfavourable cancer of unknown primary (CUP). Annals of Oncology[Internet].2023[citado 23 oct 2023]; 34(supl 2): S1254-S1255. https://doi.org/10.1016/j.annonc.2023.10.006.
24 octubre 2023| Fuente: Diario Médico| Tomado de Medicina| Oncología
oct
24
Las mediciones de lactato sérico y de la relación entre la saturación de oxígeno y la fracción de oxígeno inspirado (SpO2/FiO2) mejoró el rendimiento operativo del Índice de Mortalidad Pediátrico 3 (PIM3) y su capacidad predictiva en unidades pediátricas de cuidados intensivos ubicadas en grandes altitudes.
El artículo Escala “Pediatric Index Mortality 3” (PIM3) como predictor de… publicado en la revista Andes Pediatrica – Revista Chilena de Pediatría, evalúa si la incorporación de la medición del nivel sérico de lactato y de la relación SpO2/FiO2 podía mejorar la predicción de la mortalidad al incorporar factores menos afectados por la altitud.
Particularidades asistenciales en la altitud
Las escalas de predicción de la mortalidad en unidades pediátricas de cuidados intensivos, como la PIM3, se utilizan ampliamente para describir el estado clínico de los pacientes y evaluar el impacto de las intervenciones. Sin embargo, las poblaciones que viven en alturas superiores a los 2500 metros sobre el nivel del mar desarrollan respuestas fisiológicas únicas determinadas por el descenso de la presión barométrica y debido a estas características, que se suman a las condiciones socioculturales, económicas y nutricionales de localidades con recursos limitados, la mortalidad en los habitantes de grandes alturas es mayor y estos cambios no se reflejan en los parámetros utilizados para predecirla.
Los autores afirman que la escala PIM3 asume valores estandarizados al nivel del mar y por ello, consideran importante plantear una corrección para la altura o utilizar otros índices para analizar los trastornos de la oxigenación. Para ello, evaluaron si la incorporación de las mediciones del lactato sérico y del índice SpO2/FiO2 mejoran la predicción de mortalidad del modelo actual.
Metodología de trabajo
El estudio constituye un diseño prospectivo de cohortes atendidas en diez centros hospitalarios de dos ciudades de Colombia ubicadas a alturas mayores de 2500 metros sobre el nivel del mar que contaban con unidades de cuidados intensivos pediátricos.
Los investigadores seleccionaron registros de admisiones de pacientes de 1 mes a 16 años. Las variables necesarias para el cálculo de PIM3 se midieron durante la primera hora de admisión de los pacientes a la unidad de cuidados intensivos y los autores completaron los registros con las características demográficas, información relacionada con la mortalidad e incluyeron, además, la medición de lactato en suero al ingreso y la SpO2/FiO2.
Para la variable de la tensión arterial de oxígeno (PaO2/FiO2), por la altura sobre el nivel del mar para los centros de este estudio, asumieron un valor de referencia de 0,32 (no el habitual de 0,23 a nivel del mar) en conocimiento de que la PaO2 habitual a esa altura tiene una media de 60 mmHg.
Participantes y antecedentes
Los registros reconocieron la capacidad de discriminación entre sobrevivientes y fallecidos con el área bajo la curva con aplicación de un modelo de regresión logística para definir qué parámetros aportaban significativamente a la predicción de mortalidad con el agregado de las dos nuevas variables.
En el período del estudio se registraron 2803 admisiones en los 10 centros participantes, con una mortalidad global de 4,8 % y una mortalidad predicha por el PIM3 de 4,4 %.
El rendimiento del puntaje de la escala PIM3 mostró una baja calibración y una adecuada discriminación para la población aplicada.
La incorporación de lactato sérico y de la relación SpO2/FiO2 permitió una calibración adecuada y mantuvo una alta discriminación de la mortalidad. Los valores anormales de estos parámetros se asociaron con mayor mortalidad y su inclusión en el modelo predictivo mejoró el poder predictivo de la escala.
Otros investigadores analizaron la aplicación de PIM3 en diferentes regiones geográficas y demostraron una calibración y discriminación adecuadas, que estaban relacionadas con condiciones de vida de las poblaciones estudiadas similares a las del estudio original.
Conclusiones del estudio
Los autores atribuyen la baja calibración observada en los centros de Colombia a factores diferentes, no detectados en la puntación de la escala, posiblemente condicionados por la vida en grandes alturas, el acceso más limitado a unidades de cuidados intensivos y patologías más graves. Entre los condicionamientos también destacan una mayor prevalencia de enfermedades no identificadas en las categorías de riesgo como la desnutrición o las afecciones crónicas que empeoran la reserva funcional ante desequilibrios agudos.
Al finalizar, el artículo aclara que la altura snm. de las unidades de cuidados intensivos evaluadas podría explicar el buen rendimiento de la SpO2/FiO2 debido a que muchos pacientes requirieron soporte adicional de oxígeno y fueron poco frecuentes los puntos de saturación suficientemente altos para invalidar la relación, como ocurre a menudo en mediciones a nivel del mar, con la ventaja de incorporar un índice ampliamente disponible en tiempo real en la mayoría de los pacientes.
La mortalidad informada en las unidades pediátricas de cuidados intensivos de altura fue superior a la esperada en la escala PIM3, que mostró una baja calibración y buena discriminación de la mortalidad.
El agregado de las mediciones de lactato sérico y de la determinación de la relación SpO2/FiO2 mejora el modelo predictivo de mortalidad.
Los investigadores proponen tener en cuenta estos parámetros en próximas versiones de la escala para validarlos en otras poblaciones.
Referencia
López-Barón E, Vásquez Hoyos P, Martínez-Solarte M, Godoy J, Maya L, Perdomo Ramírez I, et al. Escala la “Pediatric Index Mortality 3” (PIM3) como predictor de mortalidad en unidades de cuidado intensivo pediátrico ubicadas a gran altitud. Andes pediatr[Internet]. 2023[citado 23 oct 2023];94(4): 436-443. doi:10.32641/andespediatr.v94i3.4528
24 octubre 2023| Fuente: SIIIC Salud| Tomado de Noticias biomédicas
oct
24
Lawrence Faucette se convirtió en la segunda persona en recibir un corazón trasplantado de un cerdo y, un mes después, no muestra señales de que su cuerpo rechace el órgano.
Ha pasado un mes desde que un hombre de Maryland se convirtió en la segunda persona en recibir un corazón trasplantado de un cerdo, y un video del hospital difundido el viernes lo muestra trabajando duro para reponerse.
Lawrence Faucette estaba a punto de morir por insuficiencia cardiaca y no era elegible para un trasplante de corazón tradicional debido a otras complicaciones de salud cuando los médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland le ofrecieron esa cirugía altamente experimental.
En las primeras imágenes de Faucette desde el trasplante del 20 de septiembre, un video del hospital muestra al fisioterapeuta Chris Wells instándole a sonreír mientras pedalea para recuperar fuerzas.
“Va a estar difícil, pero triunfaré», contesta Faucette, de 58 años, resoplando pero esbozando una sonrisa.
El equipo de Maryland realizó el año pasado el primer trasplante mundial de un corazón de un cerdo genéticamente modificado a otro hombre moribundo.
David Bennett sobrevivió solamente dos meses antes de que ese corazón dejara de funcionar por razones que no están completamente claras, aunque más tarde se encontraron evidencias de un virus porcino en el interior del órgano.
Lo aprendido en aquel primer experimento produjo varios cambios antes de este segundo intento, entre ellos la mejora de las pruebas de detección de virus.
Los intentos de trasplante de órganos de animales a humanos —los llamados xenotrasplantes— han fracasado durante décadas, ya que el sistema inmunitario de las personas destruía de inmediato el tejido extraño. Ahora los científicos vuelven a intentarlo con cerdos modificados genéticamente para que sus órganos sean más parecidos a los humanos.
En el video del hospital difundido el viernes, los médicos de Faucette dijeron que el corazón de cerdo no ha presentado síntomas de rechazo.
“Su corazón está haciendo todo autónomamente”, dijo el doctor Muhammad Mohiuddin, jefe de xenotrasplantes cardiacos del equipo de Maryland.
Una vocera del hospital dijo que Faucette, de Frederick, Maryland, ha podido levantarse y que los fisioterapeutas lo están ayudando a ganar las fuerzas necesarias para intentar caminar.
Muchos científicos esperan que algún día los xenotrasplantes puedan compensar la enorme carencia de donaciones de órganos humanos. Más de 100 mil personas están en la lista de trasplantes de Estados Unidos, la mayoría a la espera de un trasplante de riñón, y miles morirán esperando.
Un puñado de equipos científicos han probado riñones y corazones de cerdos en monos y en cuerpos humanos donados, esperando aprender lo suficiente para que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos les permita realizar estudios formales de xenotrasplantes.
24 octubre 2023| Fuente: Proceso| Tomado de Noticias Medicina | Ciencia -Tecnología