feb
13
Un equipo de investigación liderado por miembros de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha descubierto el proceso por el que las legumbres ayudan a reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. El estudio consistió en analizar muestras de sangre de 1.833 individuos mayores con alto riesgo cardiovascular procedentes de un ensayo clínico sobre la dieta mediterránea Predimed, sobre los que se evaluó el consumo de alimentos al inicio del estudio y después de un año de seguimiento, ha informado la URV.
A partir de datos obtenidos, gracias al aprendizaje automático, se identificó un patrón molecular en el consumo de legumbres y se obtuvo una huella metabolómica en sangre formada por 40 metabolitos, entre los que destacaban varias clases de lípidos, lo que se relacionó con un 23 % menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Según el equipo investigador, los resultados ‘muestran la importancia que tiene el consumo de legumbres para la salud y, en especial, en la prevención de la enfermedad’.
También señalan que los metabolitos identificados ‘nos ayudan a comprender mejor las vías metabólicas relacionadas con el consumo de legumbres y su posible implicación en la fisiopatología de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares’. Además, según el estudio los individuos que comían más legumbres presentaban un patrón más alto de adherencia a la dieta mediterránea, con mayor consumo de lácteos, verduras y frutas y una menor ingesta de carne y cereales.
La URV ha señalado que los métodos utilizados ‘no sólo permiten identificar vías metabólicas relacionadas con la diabetes y enfermedades metabólicas, sino que confirman la importancia de la alimentación en patologías de larga duración y abre nuevas vías de investigación para desarrollar posibles fármacos y tratamientos preventivos’. Publicada en la revista científica ‘Cardiovascular Diabetology’, en la investigación también han participado científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard University y de la Universidad de Navarra.
Para más detalle, consulte el artículo completo: Margara Escudero HJ, Paz Graniel I, García Gavilán J, Ruiz Canela M, Sun Q, Clish CB, et al. Plasma metabolite profile of legume consumption and future risk of type 2 diabetes and cardiovascular disease
12 de febrero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
feb
2
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó recientemente el Compendio de herramientas clínicas esenciales 2023 de HEARTS en las Américas, un conjunto de recursos para ayudar a los equipos de salud a mejorar el manejo del riesgo cardiovascular y de la hipertensión en la atención primaria de salud en la región.
El compendio comprende herramientas para facilitar la medición precisa de la presión arterial, el diagnóstico de la hipertensión, la iniciación o ajuste del tratamiento, así como la evaluación del riesgo de complicaciones cardiovasculares. Las herramientas están diseñadas para ser fáciles de usar y comprender, y están disponibles en español e inglés.
La hipertensión es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en las Américas según datos de la OPS. Actualmente, se estima que solo el 36% de los adultos con hipertensión en la región tienen su presión arterial bajo control. Aumentar esta cifra al 50% podría ayudar a prevenir alrededor de 400.000 muertes relacionadas con la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular.
“El manejo adecuado de la hipertensión y del riesgo cardiovascular es clave para prevenir o retrasar graves problemas de salud e incluso muertes prematuras por ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal crónica, complicaciones de la diabetes y demencia”, señaló Pedro Ordúñez, asesor de enfermedades cardiovasculares de la OPS. «Este compendio es una herramienta valiosa que puede ayudar a los equipos de salud a mejorar el control de la hipertensión y salvar vidas», agregó.
El compendio surge a partir de la implementación de la iniciativa HEARTS en las Américas, una estrategia global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, desde 2016, la OPS impulsa en la región para apoyar a los países a mejorar la salud cardiovascular. Hasta ahora, 33 países de la región y más de 4.000 unidades de atención primaria salud se han comprometido con la implementación de HEARTS, y la OPS ha desarrollado una variedad de recursos técnicos para respaldar estos esfuerzos.
Un artículo publicado en la revista Current Hypertension Reports pone énfasis en el papel de los sistemas de salud y específicamente de la atención primaria para mejorar la salud cardiovascular y el control de la hipertensión.
Ver artículo completo: Ordunez P, Campbell NR, DiPette DJ, Jaffe MG, Rosende A, Martinez R. HEARTS in the CHEARTS in the Americas: Targeting Health System Change to Improve Population Hypertension Control. Curr Hypertens Rep. 2023 Dec 2. doi: 10.1007/s11906-023-01286-w. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38041725/
31 enero 2024| Fuente: OPS| Tomado de|Noticias
oct
9
La infección por SARS-CoV-2 desencadena respuestas inflamatorias proaterogénicas en los vasos coronarios humanos
Los pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) presentan un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares isquémicas hasta 1 año después de la infección. Aunque la respuesta inflamatoria sistémica a la infección por coronavirus 2 (SARS-CoV-2) del síndrome respiratorio agudo severo probablemente contribuya a este mayor riesgo cardiovascular, aún se desconoce si el SARS-CoV-2 infecta directamente la vasculatura coronaria y las placas ateroscleróticas acompañantes.
Aquí informamos que el ARN viral del SARS-CoV-2 es detectable y se replica en lesiones coronarias tomadas en la autopsia de casos graves de COVID-19.
El SARS-CoV-2 se dirigió a los macrófagos de la placa y mostró un tropismo más fuerte por las lesiones arteriales que por la grasa perivascular adyacente, lo que se correlaciona con los niveles de infiltración de macrófagos. La entrada de SARS-CoV-2 aumentó en los macrófagos primarios cargados de colesterol y dependió, en parte, de la neuropilina-1. El SARS-CoV-2 indujo una fuerte respuesta inflamatoria en macrófagos cultivados y explantes vasculares ateroscleróticos humanos con secreción de citoquinas que se sabe que desencadenan eventos cardiovasculares.
Nuestros datos establecen que el SARS-CoV-2 infecta los vasos coronarios, induciendo una inflamación de la placa que podría desencadenar complicaciones cardiovasculares agudas y aumentar el riesgo cardiovascular a largo plazo.
Desarrollo
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), está marcada de manera única por un tropismo tisular extraordinario y una variedad de presentaciones clínicas, desde infección asintomática hasta dificultad respiratoria aguda, falla multiorgánica y muerte.
Los eventos cardiovasculares isquémicos, como el infarto agudo de miocardio (IAM) y el accidente cerebrovascular, debido a la alteración subyacente de una placa aterosclerótica crónicamente inflamada, son complicaciones clínicas establecidas de COVID-19. El IAM y el accidente cerebrovascular pueden ser desencadenados por varias infecciones virales respiratorias agudas, incluido el virus de la influenza. Sin embargo, los pacientes con COVID-19 tienen >7 veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que los pacientes con influenza, y su riesgo tanto de IAM como de accidente cerebrovascular sigue siendo alto hasta 1 año después de la infección.
La respuesta inflamatoria extrema que se produce en los casos graves de COVID-19, también conocida como tormenta de citoquinas, probablemente contribuya al mayor riesgo de IAM y accidente cerebrovascular. Sin embargo, la posibilidad de que el SARS-CoV-2 afecte directamente a la vasculatura coronaria, como se ha documentado para otros órganos distantes (por ejemplo, riñón, intestino, cerebro, tejido adiposo y miocardio), sigue en gran medida inexplorada. En los pulmones, el daño tisular se ve agravado por la potente activación del inflamasoma en los macrófagos que detectan el virus SARS-CoV-2. Una respuesta similar en los macrófagos que se infiltran en los vasos arteriales afectados por el virus podría aumentar la inflamación de la placa y el riesgo de IAM y accidente cerebrovascular en pacientes con COVID-19.
Mostramos, en muestras de autopsia coronaria de pacientes con COVID-19, que los macrófagos infiltrantes estaban infectados por el SARS-CoV-2.
Macrófagos cargados de lípidos (células espumosas), un sello distintivo de la aterosclerosis en todas las etapas de la enfermedad, eran más susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 que otros macrófagos, y esto dependía del receptor neuropilina-1 (NRP-1). El SARS-CoV-2 indujo una fuerte respuesta inflamatoria proaterogénica tanto en macrófagos como en células espumosas, que se recapituló en gran medida en una infección ex vivo por SARS-CoV-2 de explantes vasculares humanos. Esta respuesta puede contribuir a las complicaciones cardiovasculares isquémicas en pacientes con COVID-19.
Conclusiones
En general, nuestros datos demuestran que el SARS-CoV-2 se replica en macrófagos dentro de las coronarias humanas de pacientes que murieron por COVID-19 grave. Nuestro estudio se limita al análisis de una pequeña cohorte de personas mayores con COVID-19 y aterosclerosis preexistente y otras afecciones médicas y comorbilidades. Por lo tanto, nuestras observaciones no pueden extrapolarse a individuos más jóvenes y sanos.
Nuestro estudio también se limita a casos que ocurrieron durante las primeras fases de la pandemia de COVID-19, y los hallazgos de que el SARS-CoV-2 se replica en la vasculatura coronaria aterosclerótica son pertinentes solo para las cepas virales que circularon en la ciudad de Nueva York entre mayo. 2020 y mayo de 2021. A pesar de estas limitaciones, nuestro estudio destaca la respuesta hiperinflamatoria orquestada por los macrófagos de la placa y las células espumosas infectadas con SARS-CoV-2 como un vínculo mecanicista entre la infección de los vasos coronarios ateroscleróticos y las complicaciones cardiovasculares agudas de la COVID-19.
Referencia
Eberhardt N, Noval MG, Kaur R, Amadori L, Gildea M, Sajia S, Das D, et al. SARS-CoV-2 infection triggers pro-atherogenic inflammatory responses in human coronary vessels. Nat Cardiovasc Res [Internet].2023[citado 7 oct 2023]. https://doi.org/10.1038/s44161-023-00336-5
9 octubre 2023 |Fuente: IntraMed| Tomado de Noticias médicas
sep
7
Un estudio publicado en The Lancet Healthy Longevity muestra que las personas de mediana edad con un riesgo cardiovascular elevado de forma sostenida durante 5 años experimentan una mayor disminución del metabolismo cerebral medido a través de técnicas de imagen avanzadas.
Las enfermedades cardiovasculares y la demencia coexisten en etapas avanzadas en muchas ocasiones; sin embargo, hay pocos estudios longitudinales en personas de mediana edad, 50 años, que hayan evaluado la interacción entre la aterosclerosis y sus factores de riesgo sobre la salud del cerebro. Ahora, una investigación realizada en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en la que participa el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), arroja nuevos datos sobre esta relación y confirma la relevancia de controlar los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, como hipertensión, colesterol, diabetes, tabaquismo o sedentarismo, no solo para cuidar la salud cardiovascular, sino también para prevenir enfermedades como el alzhéimer.
Publicado en The Lancet Healthy Longevity, la investigación del CNIC muestra que la aterosclerosis -el acúmulo de placas de grasa en las arterias- y sus factores de riesgo asociados, además de ser las principales causas de enfermedad cardiovascular, están también implicados en alteraciones cerebrales típicas de la enfermedad de Alzheimer, la causa más común de demencia.
La información es muy relevante porque, asegura el Dr. Valentín Fuster, Director General del CNIC y uno de los autores principales del estudio, abre la posibilidad de intervenir sobre un trastorno modificable, como las enfermedades cardiovasculares, para prevenir el desarrollo de las demencias, para las que no existe tratamiento para muchos pacientes. «Cuanto antes empecemos a controlar los factores de riesgo cardiovascular, mejor será para nuestro cerebro», indica el Dr. Fuster.
Asimismo, subraya el Director del CNIC, «a pesar de que todos sabemos la importancia de cuidarse y controlar los factores de riesgo cardiovascular para evitar un infarto, el hecho de que están relacionados con un deterioro de la salud cerebral puede hacer que haya una mayor conciencia de la necesidad de adquirir hábitos saludables en las fases más jóvenes de la vida».
En 2021, los investigadores del CNIC descubrieron que la presencia de factores de riesgo cardiovascular y de aterosclerosis subclínica -antes de que aparezcan los síntomas- en las arterias carótidas, que son las que suministran sangre al cerebro, en individuos de 50 años aparentemente sanos que participan en el estudio PESA-CNIC-Santander, estaba asociada a un menor metabolismo de glucosa cerebral (Cortés-Canteli & Gispert et al. JACC. 2021). El metabolismo de la glucosa cerebral está considerado un indicador de salud cerebral.
El PESA-CNIC-Santander, dirigido por el Dr. Fuster, es un estudio prospectivo que incluye a más de 4 000 participantes asintomáticos de mediana edad en los cuales se está evaluando exhaustivamente la presencia y desarrollo de aterosclerosis subclínica desde el año 2010.
El equipo del Dr. Valentín Fuster, liderado por los Drs. Marta Cortés Canteli y Juan Domingo Gispert, han seguido a estos individuos a lo largo de 5 años y han encontrado que aquellos que mantienen un riesgo cardiovascular elevado durante todo este tiempo sufren una disminución aún mayor del metabolismo cerebral medido a través de técnicas de imagen como tomografía por emisión de positrones (PET).
«Hemos detectado un declive metabólico cerebral tres veces mayor que el de personas que se mantienen en bajo riesgo cardiovascular», señala Catarina Tristão-Pereira, primera firmante del artículo y becaria INPhINIT de la Fundación «la Caixa».
La glucosa es la principal fuente de energía de las neuronas y otras células cerebrales. «Si el consumo de glucosa cerebral disminuye durante varios años puede limitar la capacidad del cerebro de lidiar en un futuro con enfermedades neurodegenerativas o cerebrovasculares», asegura el Dr. Gispert, experto en Neuroimagen del CNIC y del Barcelonaβeta Research Center.
De hecho, en colaboración con los doctores Henrik Zetterberg y Kaj Blennow de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), expertos mundiales en la determinación de nuevos biomarcadores en sangre, los investigadores de CNIC descubrieron que este declive metabólico se debía en parte a que ya existía daño neuronal en estos individuos. «Este dato es particularmente relevante ya que la muerte de las neuronas es un proceso irreversible», remarca la Dra. Cortés Canteli, neurocientífica del CNIC e investigadora Miguel Servet del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz.
Además, el equipo del CNIC descubrió que la progresión de la aterosclerosis subclínica en las carótidas durante estos 5 años se relacionaba con una disminución del metabolismo en regiones cerebrales vulnerables a la enfermedad de Alzheimer, de manera aditiva al efecto de los propios factores de riesgo cardiovascular. «Estos resultados corroboran que la detección por imagen de la aterosclerosis subclínica aporta información muy relevante», añade el Dr. Fuster, investigador Principal del estudio PESA. «La relación entre el cerebro y el corazón es un tema fascinante y con este estudio hemos visto que empieza mucho antes de lo que se creía», continúa.
Los investigadores concluyen que a la luz de estos resultados, «el cribado de la carótida tiene un gran potencial para identificar a las personas vulnerables a sufrir alteraciones cerebrales y deterioro cognitivo en el futuro». Así, escriben, «este trabajo podría tener importantes implicaciones para la práctica clínica ya que apoya la implementación de estrategias de prevención cardiovascular primaria en etapas tempranas de la vida como enfoque valioso para una longevidad cerebral saludable».
«Aunque aún no conocemos el impacto que esta disminución en el metabolismo cerebral puede tener sobre la función cognitiva, el haber detectado ya daño neuronal sí que nos indica que cuanto antes empecemos a controlar los factores de riesgo cardiovascular, mejor será para nuestro cerebro», concluye la Dra. Cortés Canteli.
El estudio PESA está cofinanciado a partes iguales por CNIC y Banco Santander. Además, recibe financiación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII, PI15/02019 & PI20/00819), el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (ERDF – A Way to Build Europe) y el Fondo Social Europeo (ESF – Investing in Your Future).
Asimismo, para este estudio en particular también ha recibido financiación de la Fundación BrightFocus y una Beca Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales de la Fundación BBVA. CNIC cuenta con el apoyo del ISCIII, el Ministerio de Ciencia e Investigación (MCIN) y Fundación Pro- CNIC. En el estudio han participado investigadores del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CiberCV), del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CiberFES) y el CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (Ciber-BBN).
Referencia
Catarina Tristão-Pereira, Valentin Fuster, Belen Oliva, Andrea Moreno-Arciniegas, Ines Garcia-Lunar, Cristina Perez-Herreras, et al. Longitudinal interplay between subclinical atherosclerosis, cardiovascular risk factors, and cerebral glucose metabolism in midlife: results from the PESA prospective cohort study. Lancet Healthy Longev 2023; 4: e487–98.
https://doi.org/10.1016/S2666-7568(23)00134-4
https://www.thelancet.com/journals/lanhl/article/PIIS2666-7568(23)00134-4/fulltext
Fuente: ( IMMedico)
04/09/2023
feb
24
Un estudio internacional en el que ha participado el CIberObn ha determinado que la ingesta de leche no se relaciona con un aumento del riesgo cardiovascular. Además, tras analizar los datos de 20 000 personas los investigadores han determinado que el biomarcador genético, MCM6-rs3754686 SNP, es un buen indicador de la ingesta de lácteos, principalmente leche, en la población mediterránea y americana. Read more
feb
13
Al hablar de psoriasis se piensa en la piel descamada y enrojecida. Pero la psoriasis no solo tiene repercusiones dermatológicas; sus comorbilidades abarcan más que la piel. Asi lo expone un estudios publicado en Reumatología Clínica.