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Realizar ejercicios físicos sencillos junto con el tratamiento del cáncer puede prevenir en muchos casos los daños nerviosos que ocasiona la quimioterapia, para los cuales los medicamentos demuestran ser ineficaces, publicó hoy una revista especializada.
Así lo demostró un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza), junto con un equipo interdisciplinario de Alemania, cuyos hallazgos aparecen divulgados en JAMA Internal Medicine.
En la pesquisa participaron 158 pacientes de cáncer, de ambos sexos, que recibían tratamiento con oxaliplatino o con alcaloides de la vinca, y fueron divididos al azar en tres grupos.
El primero fue un grupo de control, cuyos miembros recibieron la atención estándar, en tanto los otros dos completaron sesiones de ejercicio dos veces por semana, entre 15 y 30 minutos, en el periodo que duró su quimioterapia.
Uno de estos grupos realizó ejercicios que se centraron principalmente en el equilibrio sobre una superficie cada vez más inestable, mientras el otro entrenó en una plataforma vibratoria.
Los exámenes periódicos realizados durante los siguientes cinco años mostraron que en el grupo de control, aproximadamente el doble de participantes desarrollaron neuropatía periférica inducida por la quimioterapia que en cualquiera de los conjuntos que practicaron ejercicios.
Mientras, los ejercicios realizados junto con la quimioterapia pudieron reducir la incidencia de daño a los nervios entre un 50 y un 70 por ciento.
A la par aumentaron la calidad de vida percibida subjetivamente por los pacientes, hicieron menos necesario disminuir la dosis de medicamentos contra el cáncer y redujeron la mortalidad en los cinco años posteriores a la quimioterapia.
Los expertos detallaron que los participantes que recibieron alcaloides de la vinca y realizaron entrenamiento sensoriomotor tuvieron el mayor beneficio.
04 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Agentes infecciosos virulentos como el coronavirus SARS-CoV-2 pueden inducir daño tisular y, ahora, un estudio liderado por la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) propone un nuevo enfoque para tratar la covid-19: usar un medicamento experimental contra el cáncer.
Hace doce años, investigadores oncológicos de este centro universitario identificaron una molécula que ayuda a las células cancerosas a sobrevivir transportando células inflamatorias nocivas al tejido tumoral.
En esta nueva investigación, demuestran que la misma molécula hace lo mismo en el tejido pulmonar infectado por covid-19, y que la molécula puede suprimirse con un fármaco contra el cáncer reorientado.
El trabajo, publicado en Science Translational Medicine, representa un nuevo enfoque para prevenir daños irreversibles en órganos en enfermedades como la covid-19 y el SARM (acrónimo de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina), que no mejora con el tipo de antibióticos usados para las infecciones por estafilococos.
Los dos actores clave en este planteamiento son unas células inflamatorias llamadas células mieloides y la enzima PI3K gamma, explica un comunicado de la universidad.
Las células mieloides pertenecen al sistema inmunitario innato -la inmunidad con la que se nace antes de exponerse a los agentes patógenos del entorno- y actúan con gran rapidez para eliminar agentes mortales como el SARS-CoV-2, el virus causante de la covid-19.
El trabajo demuestra que los fármacos capaces de impedir el reclutamiento de células mieloides dañinas en tejidos infectados por agentes graves, como la covid-19 o el SARM, tienen un efecto beneficioso significativo en la preservación de la función tisular, si se administran en una fase suficientemente temprana de la infección, afirma la investigadora Judith Varner.
La mayoría de los fármacos covid se dirigen contra el virus, ya sea previniendo la infección o impidiendo que este produzca más de sí mismo después de esta. El enfoque actual se dirige al huésped, evitando que el sistema inmunitario reaccione de forma exagerada o que se acumulen fibras en los pulmones.
Las células mieloides protegen, pero también pueden hacer mucho daño, explica Varner. Si se tiene una pequeña infección, entran en acción, matan bacterias, liberan alertas que reclutan células inmunitarias asesinas aún más potentes y producen sustancias que pueden curar el daño.
Pero si la infección es demasiado fuerte, se produce una sobreproducción de estas señales de alerta y las sustancias que liberan para matar a los agentes infecciosos también pueden afectar al paciente; eso ocurre en la covid.
PI3K gamma promueve el movimiento de las células mieloides hacia los tejidos cancerosos, como descubrió el equipo hace doce años. El trabajo actual demuestra que esta enzima también ayuda a mover las células mieloides hacia tejidos infectados con SARS-CoV-2.
Esta constatación llevó al equipo a pensar que un fármaco contra el cáncer que inhibe PI3K gamma, llamado eganelisib, podría ser eficaz en la supresión de la inflamación en covid-19 mediante la anulación de la capacidad de la citada enzima para mover las células mieloides en el tejido infectado.
Los investigadores secuenciaron tejido pulmonar de pacientes con covid y vieron que muchas de sus células pulmonares mueren y hay un enorme aumento de células mieloides. También descubrieron lo mismo en ratones infectados.
El equipo comprobó que el eganelisib -aún no aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos- impide la entrada de las células mieloides en el tejido para que no puedan hacer todo ese daño. Estudios posteriores determinarán si realmente puede revertir el daño, señalan los investigadores, que también obtuvieron los mismos resultados en ratones infectados con SARM.
04 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Aunque la terapia celular con CAR-T lleva décadas investigándose, los medicamentos se administran en España desde hace apenas cuatro años, abriendo horizontes para atacar enfermedades como el cáncer, ganar en supervivencia y mejorar la vida del paciente, en un campo todavía incipiente, muy prometedor y en el que aún se afronta una «curva de aprendizaje».
Las terapias avanzadas suponen un gran paso en el sistema sanitario y una «ventana de oportunidad» en patologías y situaciones donde otros tratamientos no llegan. Ese nuevo camino está en la terapia génica, regenerativa o celular, como las CAR-T, explica a EFE la hematóloga del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, Lucrecia Yáñez.
Estas terapias tienen un gran potencial para desarrollar tratamientos personalizados y representan una perspectiva de revolución en la medicina.
En el otro lado de la balanza está su elevado coste: el tratamiento de cada paciente con CAR-T puede superar los 300 000 euros.
Una de las funciones de nuestro sistema inmunológico es eliminar las células tumorales. Pero esta función se puede perder y desarrollar una formación anormal en alguna parte del cuerpo de tejido en forma de tumor. Ahí entrarían en juego las CAR-T, «un linfocito, modificado genéticamente, que reconoce específicamente a las células que tiene que matar», detalla la doctora Yáñez.
Esta terapia consiste, básicamente, en extraer linfocitos T de la propia persona, modificarlos genéticamente, e introducirlos posteriormente como un medicamento. «Pero primero hay que evaluar al paciente, porque no todos los pacientes van a poder recibir esta terapia», advierte la hematóloga de Valdecilla.
Viaje a Ámsterdam e infusión
El primer paso es la extracción de linfocitos de esa persona, que posteriormente se envían a Ámsterdam, donde se realiza la modificación genética. Esos linfocitos son «la materia prima» con la que se van a desarrollar las células CAR-T para que después vuelvan a infundirse en ese paciente.
El proceso para crear esas células se prolonga dos o tres semanas y, una vez concluido, son necesarios controles. Cuando hay una validación, se devuelven las células criopreservadas y cuando retornan al lugar de origen, donde está el paciente, se le ingresa y se le administra una linfodepleción, que es un tipo de quimioterapia que se aplica para preparar al organismo.
Ya por fin, el CAR-T se descongela y se infunde. »
Durante los primeros días pueden aparecer complicaciones, que son variables dependiendo en parte del paciente y de cómo esté controlada la enfermedad», señala la doctora Yáñez.
Tras los primeros días, y si no aparecen más complicaciones, el paciente es dado de alta y tiene un seguimiento de consulta externa, para monitorizar la enfermedad.
Éste es un procedimiento complejo y que justifica que el Ministerio de Sanidad haya seleccionado para la administración de la terapia CAR-T a centros con gran experiencia en el uso de terapias antitumorales complejas, incluyendo el trasplante de progenitores hematopoyéticos, como es el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.
Veinte pacientes en dos años
Valdecilla fue designado en junio de 2022 centro infusor de CAR-T, junto a otros trece más dentro de la geografía nacional, en un movimiento del Ministerio que supuso duplicar la red de terapias avanzadas en España.
Yáñez explica que realmente había una necesidad de ampliar esa red, ya que cuando se decidieron los primeros centros en todo el país no se designó ninguno en el norte, «desde Galicia hasta el País Vasco», de forma que los pacientes tenían que trasladarse a Madrid o Barcelona.
El primer paciente al que se infundió terapia CAR-T en Valdecilla fue en agosto de 2022. Hasta hoy ha habido 20 beneficiados de esta terapia y hay dos en espera de que se les administre en las próximas semanas.
De los veinte, además, tres han llegado de otras comunidades autónomas, el País Vasco y La Rioja.
La puesta en marcha y la administración de esta terapia ha requerido el trabajo de un equipo multidisciplinar de profesionales, e involucra al Hospital Marqués de Valdecilla y al Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria. «El proceso es muy complejo y se necesita a muchas personas para llevarlo a cabo», destaca la doctora Yáñez.
28 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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El cáncer pediátrico, también llamado cáncer del desarrollo, es poco frecuente. En todo el mundo, se diagnostican unos 400.000 nuevos casos al año. La probabilidad de que una niña o un niño desarrolle dos cánceres independientes en su etapa infantil es extremadamente baja. Sin embargo, estos casos se dan y estudiar el origen de estas segundas neoplasias no solo sirve para explicar estos casos concretos, sino que también contribuye a entender mejor el origen del cáncer pediátrico en general.
En un estudio publicado hoy por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el PCCB-Hospital Sant Joan de Déu · Institut de Recerca Sant Joan de Déu (HSJD – IRSJD) en la revista Cancer Discovery, un equipo científico ha logrado importantes avances en la comprensión delorigen del cáncer infantil.
El trabajo no sólo esclarece el origen de las patologías tan improbables de estos pacientes, sino que mejora la comprensión de los cánceres pediátricos en general. En el futuro, este conocimiento podría contribuir a determinar el tratamiento y seguimiento de los pacientes jóvenes”, reflexiona el Dr. Abel González-Pérez.
La huella mutacional de la quimioterapia
El estudio se enfocó en explorar el origen de estos segundos cánceres, utilizando técnicas avanzadas de secuenciación del genoma. Los resultados revelaron que las terapias contra el cáncer, específicamente aquellas basadas en el platino, introducen mutaciones —cambios en el ADN— en el segundo tumor y en los tejidos sanos de los niños. Esta huella mutacional específica ayuda a entender cuándo se formó el segundo cáncer.
En concreto, uno de los pacientes del estudio desarrolló una leucemia (o cáncer de la sangre) cuatro años después de haber sido sometido a quimioterapia para el tratamiento de un primer tumor (sarcoma) en una pierna. Los patrones mutacionales que se hallaron, desvelaron que la leucemia se desarrolló posteriormente a este tratamiento.
Aunque sabemos que la quimioterapia recibida años antes está relacionada con el desarrollo del segundo cáncer, no podemos determinar si este ha sido causado por la acción mutagénica de la quimio, o por otras causas. Sea como sea, estas terapias aumentan el número de mutaciones en el cuerpo de los niños más allá de lo que se acumularía naturalmente con el tiempo, lo que nos hace preguntarnos cómo podrían afectar su salud en el futuro”, explica la primera autora del trabajo, la investigadora postdoctoral del IRB Barcelona Dra. Mónica Sánchez-Guixé.
Mutaciones tempranas o eventos independientes
Otro descubrimiento clave del estudio es que, en el caso de un paciente, ambos tumores (tanto el primero como el segundo, que se manifestó 8 años después) se desarrollaron a partir de una única mutación, que el niño había adquirido en una etapa temprana de su desarrollo embrionario, mucho antes de haber recibido cualquier tratamiento contra el cáncer.
La importancia de compartir los datos clínicos para impulsar la investigación
El progreso en la investigación médica, especialmente en áreas tan complejas y críticas como el cáncer, depende en gran medida de la disponibilidad y el análisis de datos clínicos. Especialmente en el caso de enfermedades raras (el cáncer del desarrollo es una de ellas), la falta de datos es uno de los mayores obstáculos en su investigación, ya que limita la capacidad de los científicos para identificar patrones, probar hipótesis y desarrollar terapias eficaces.
La decisión de pacientes y familias de compartir esta información tan personal y sensible es un acto de generosidad que tiene el potencial de transformar la investigación y salvar vidas. “Este estudio no hubiera sido posible si los padres de los pacientes no hubieran demostrado un compromiso total con la investigación a lo largo de todo su camino. Primero autorizando el uso de las muestras de sus hijos para seguir investigando. Segundo, autorizando el estudio de las muestras de autopsia en los casos de fallecimiento, un acto de donación extraordinario y con clara vocación para seguir ayudando a los siguientes afectados. Este convencimiento es lo que ha impulsado la creación del Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB)”, añade el Dr. Jaume Mora, Director Científico del Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu y coordinador del programa de Cáncer Pediátrico del IRSJD.
Este estudio, no solo contribuye significativamente a nuestra comprensión del cáncer pediátrico, sino que también enfatiza la importancia de mejorar los tratamientos pensando en el futuro de los pacientes, asegurando no solo su supervivencia, sino también su calidad de vida a largo plazo” concluye la Dra. Núria López-Bigas, investigadora ICREA del IRB Barcelona.
Ver artículo: Sánchez Guixé M, Muiños F, Pinheiro Santin M, González Huici V, Rodriguez Hernandez CJ, Avgustinova A, et al. Origins of Second Malignancies in Children and Mutational Footprint of Chemotherapy in Normal Tissues. Cancer Discov[Internet]. 2024[citado 20 mar 2024]; https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-23-1186
20 marzo 2024| Fuente: Dicyt| Tomado de| Noticias|Salud
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Científicos brasileños descubrieron una bacteria en el suelo de la Amazonía que produce un compuesto con propiedades antitumorales similares a las de la quimioterapia, lo que podría ayudar a luchar contra el cáncer de mama y otras enfermedades, informaron este jueves los responsables del estudio. La bacteria ‘Pseudomonas aeruginosa’, que se encuentra en el suelo del estado amazónico de Pará, genera un compuesto que resultó ser capaz de reducir al 50 % la capacidad de las células cancerosas para crecer y multiplicarse en 72 horas, según el estudio, publicado en la revista ‘Scientific Reports‘.
Este resultado es comparable a los obtenidos por los tratamientos convencionales con quimioterapia, según afirmaron los científicos en un comunicado divulgado por el Instituto Vale de Tecnología y por la Universidad Federal del Sur y Sudeste de Pará. La sustancia también demostró resultados prometedores en la lucha contra otras bacterias y virus de interés veterinario y médico, como el herpes o el coronavirus murino, que infecta a los ratones, según el comunicado. De acuerdo con uno de los autores del estudio, Sidnei Cerqueira, el compuesto descubierto puede servir para inhibir la toxicidad en suelos contaminados por metales pesados. Otro de los autores, José Pires, señaló el suelo amazónico como un lugar propicio para el desarrollo de diferentes bacterias con gran ‘interés farmacéutico’.
Ver artículo: Cerqueira dos Santos S, Araújo Torquado C, Alexandria Santos D de, Orsato A, Leite K, Mara Serpeloni J, et al. Production and characterization of rhamnolipids by Pseudomonas aeruginosa isolated in the Amazon region, and potential antiviral, antitumor, and antimicrobial activity. Scientific Reports[Internet].2024[citado 15 mar 2024]; 4629. https://doi.org/10.1038/s41598-024-54828-w
14 marzo 2024 | Fuente: EFE | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Un proyecto colaborativo para llevar la promesa de la terapia celular a pacientes con glioblastomna ha mostrado resultados espectaculares entre los primeros pacientes que recibieron el nuevo tratamiento. En un artículo publicado en The New England Journal of Medicine, investigadores del Mass General Cancer Center (Boston), miembro del sistema de salud Mass General Brigham, compartieron los resultados de los primeros tres casos de pacientes de un ensayo clínico de fase 1 que evalúa un nuevo enfoque de la terapia CAR-T para el glioblastoma (GBM).
El ensayo, conocido como INCIPIENT, está diseñado para evaluar la seguridad de las células T CARv3-TEAM-E en pacientes con GBM recurrente. Apenas unos días después de un único tratamiento, los pacientes experimentaron reducciones dramáticas en sus tumores, y un paciente logró una regresión tumoral casi completa. El enfoque del estudio combina dos formas de terapia, lo que permite tratar el glioblastoma de una manera más amplia y potencialmente más efectiva.
Los autores desarrollaron previamente células CAR-T para atacar una mutación cancerosa común conocida como EGFRvIII, pero cuando eso por sí solo tuvo efectos limitados, su equipo diseñó estas células CAR-T para administrar TEAM contra EGFR de tipo salvaje, que no se detecta en condiciones normales en el tejido cerebral, pero se expresa en más del 80% de los casos de GBM.
El enfoque combinado resultó prometedor en modelos preclínicos de glioblastoma, lo que animó al equipo de investigación a buscar una traducción clínica. Se inscribieron tres pacientes en el estudio entre marzo de 2023 y julio de 2023. Las células T de los pacientes se recolectaron y transformaron en la nueva versión de células CAR-TEAM, que luego se volvieron a infundir en cada paciente. Los pacientes fueron monitorizados para detectar toxicidad durante todo el estudio. Todos los pacientes habían sido tratados con radiación de atención estándar y quimioterapia con temozolomida y fueron inscritos en el ensayo después de la recurrencia de la enfermedad. Los pacientes toleraron bien las infusiones, aunque casi todos tuvieron fiebre y un estado mental alterado poco después de la infusión.
Ver artículo: Choi BD, Gerstner ER, Frigault MJ, Leick M, Mount C, Balaj L, et al. Intraventricular CARv3-TEAM-E T Cells in Recurrent Glioblastoma. N Engl J Med. 2024 Mar 13. doi: 10.1056/NEJMoa2314390.
15 marzo 2024| Fuente: Neurología| Tomado de |Noticia