feb
2
Los mismos tratamientos oncológicos que aumentan la supervivencia también pueden ocasionar toxicidad cardíaca en los pacientes. Preservar la salud cardiovascular de los largos supervivientes del cáncer es el objetivo de la cardio-oncología, un campo en pleno desarrollo.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, el 4 de febrero, representantes de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) explican a EFE el trabajo de estas dos especialidades para controlar desde el ámbito hospitalario las dolencias cardíacas en los pacientes oncológicos. ‘No hay que lanzar un mensaje de alarma’, pero sí destacar la necesidad de hacer un seguimiento conjunto de estos pacientes, apunta la doctora Cristina Mitroi, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cardio-Oncología de la SEC.
La especialista cita datos del estudio Cardiotox que refleja que, aunque un 37,5 % de los pacientes oncológicos desarrolla cardiotoxicidades, la gran mayoría son leves y solo un 5,9 % son moderadas o graves. Este trabajo, llevado a cabo en cinco hospitales públicos españoles y otros cuatro europeos, se basa en el seguimiento durante dos años de 865 pacientes en tratamiento contra el cáncer. ‘Nos preocupamos porque los pacientes no paguen el peaje de las secuelas cardiológicas a corto plazo, que pueden ser más importantes, pero sobre todo las de medio y largo plazo que antes no se contemplaban’, explica el vicepresidente de la SEOM, el doctor Javier de Castro.
La prevención, el primer paso Los dos especialistas coinciden en señalar que el paso principal es la prevención de esa dolencia cardíaca generada por la toxicidad farmacológica. Pero también preservar la salud cardiovascular de la persona que ya padezca problemas cardíacos o comorbilidades (hipertensión, colesterol, sobrepeso…) en el momento de recibir el diagnóstico de cáncer, algo habitual en casos de tumores de pulmón, próstata o colon que tienden a aparecer entre los 60 y 70 años de edad.
Javier de Castro, también jefe de sección del Servicio de Oncología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, recalca: ‘Nos tenemos que preocupar desde el minuto uno de prevenir no solo la toxicidad, sino la propia salud de la persona’. La prevención primaria consiste en valorar, por parte de las dos especialidades, el riesgo cardiovascular del paciente antes de poner en marcha el tratamiento adoptado por oncología, y hacer un seguimiento posterior del enfermo con diferentes controles, explica Cristina Mitroi, también especialista en el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid). ‘Durante los primeros años, el superviviente está en conexión con el hospital, por eso donde más tenemos que trabajar es en el largo plazo, una vez superado el cáncer, ver cuál es la mejor estrategia’ de seguimiento, precisa la doctora.
Cardiotoxicidad, un amplio espectro ‘Puede haber muchos tipos de cardiotoxicidad’, indica la cardióloga, quien matiza que cada fármaco oncológico está asociado a determinados efectos secundarios cardíacos y en su interacción influyen las circunstancias de cada paciente (edad, tipo de tumor, otras enfermedades de base…).
La dolencia cardíaca más frecuente es la hipertensión arterial, mientras que la insuficiencia cardíaca no es habitual, pero sí más preocupante. La doctora explica que existe diferencia de género, mientras que las mujeres son más propensas a eventos de insuficiencia cardíaca y arritmias, los varones son más proclives a cardiopatía isquémica, infartos y eventos vasculares. Cardiólogos y oncólogos trabajan en coordinación en sus hospitales para cuadrar los diferentes tratamientos cuando coincidan, que no suelen presentar interferencias, y para hacer el posterior seguimiento del superviviente.
El arranque de la cardio-oncología y su futuro La cardio-oncología surge, sobre todo, por la necesidad de controlar los efectos secundarios cardiológicos que pueden producir los fármacos de oncología, terapias que en las últimas décadas han aumentado la supervivencia del cáncer al lograr la curación o cronificar la enfermedad en algunos casos.
El oncólogo Javier de Castro relata que estas toxicidades ya se evidenciaron hace unos cuarenta años con el uso de las antraciclinas, un tipo de quimioterapia para cáncer de mama y para linfomas y leucemias pediátricos que, en estos últimos, se observó la aparición de consecuencias cardíacas en la edad adulta. ‘Y esto llevó a la reducción de los tratamientos de quimioterapia, a evitar radioterapias torácicas en algunas situaciones. La oncología infantil fue el germen para evitar efectos a largo plazo’, señala el especialista.
Ahora, los tratamientos innovadores, como la inmunoterapia y las terapias diana, fundamentales en prolongar la supervivencia, también provocan ciertas toxicidades que se están investigando más en profundidad.
En concreto, una veintena de hospitales, entre ellos La Paz, y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC) colaboran en un programa piloto para identificar los parámetros que producen los daños a nivel cardíaco relacionados con la inmunoterapia.
Otro de los objetivos de la investigación en cardio-oncología es buscar más biomarcadores que ayuden a predecir las posibles dolencias cardíacas La alianza entre SEOM y SEC trabaja para avanzar en la cardio-oncología también de la mano de la oncología radioterápica y la hematología (para los cánceres de la sangre), así como de la Atención Primaria, importante para orientar al paciente cardio-oncológico en un estilo de vida saludable, ya que los factores de riesgo (tabaquismo, sedentarismo, hipertensión, sobrepeso…) son los mismos para las dos enfermedades.
Pero los cardiólogos van más allá al querer promover la subespecialidad de cardio-oncología en los hospitales y el desarrollo de programas oficiales que conlleven recursos que permitan avanzar en este campo de la Medicina. En el día a día, se siguen las guías de la Sociedad Internacional de Cardio-Oncología y cada hospital se organiza en función de sus disponibilidades para coordinar la atención de los largos supervivientes del cáncer.
2 febrero 2024| Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
ene
24
Un programa de apoyo telefónico puede ayudar a los pacientes que se enfrentan a una enfermedad crónica y potencialmente mortal
Los pacientes vieron mejoras en la depresión, la ansiedad y la calidad de vida después de llamadas regulares realizadas por una enfermera y un trabajador social
Las mejoras duraron meses después de que concluyó el programa
Las personas con enfermedades crónicas potencialmente mortales pueden recibir un respaldo efectivo por teléfono mientras gestionan su afección día a día, encuentra un ensayo clínico reciente.
Los veteranos gravemente enfermos que vivían con enfermedad pulmonar o cardiaca experimentaron mejoras significativas en la depresión, la ansiedad y la calidad de vida gracias a un programa de cuidados paliativos que se administró por teléfono, encontraron los investigadores.
«Si bien hacemos un gran trabajo en el cuidado de las enfermedades de estos pacientes, podemos hacer más por la calidad de vida. Muchos tienen síntomas persistentes, como depresión, ansiedad, falta de aliento y problemas para dormir, que pueden hacer que vivir con estas enfermedades sea muy difícil, y se han asociado con una muerte más temprana», señaló el autor principal del estudio, el Dr. David Bekelman, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado.
«Los cuidados paliativos pueden ayudar», añadió Bekelman en un comunicado de prensa de la universidad. «Sin embargo, el acceso a especialistas en cuidados paliativos ambulatorios es limitado o inexistente, y se necesitan formas nuevas y escalables de proporcionar cuidados paliativos tempranos».
En este estudio, Bekelman y sus colaboradores proporcionaron consejería telefónica a la mitad de un grupo de 306 pacientes en dos sistemas de atención de la salud de la Administración de Veteranos, ubicados en Colorado y Washington.
Los pacientes tenían una de tres enfermedades crónicas, no estaban siendo tratados en un hospital y todos tenían un riesgo alto de muerte y una mala calidad de vida, dijeron los investigadores. Las enfermedades fueron enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardíaca y enfermedad pulmonar intersticial.
Los pacientes asignados a un grupo recibieron 12 llamadas telefónicas de consejería durante un período de cuatro meses: seis llamadas con una enfermera para ayudar con el manejo de los síntomas y seis llamadas con un trabajador social para proporcionar terapia y apoyo.
La enfermera y el trabajador social se reunían regularmente con un médico de atención primaria y de cuidados paliativos para revisar la condición de cada paciente y determinar la mejor manera de abordar sus inquietudes. También tenían acceso a un cardiólogo o neumólogo según fuera necesario.
De esta manera, el programa proporcionó una atención de apoyo que no está ampliamente disponible, además de abordar los problemas de salud que podrían pasarse por alto en las visitas regulares al médico, señalaron los investigadores.
Las personas del otro grupo recibieron un folleto educativo que describía el autocuidado para su enfermedad crónica.
A los seis meses, la calidad de vida de los pacientes del grupo de consejería había mejorado significativamente más que la de los pacientes del grupo de control.
Los que recibieron asesoramiento telefónico también experimentaron mejoras en la depresión, la ansiedad y el estado de su EPOC o insuficiencia cardíaca.
Bekelman dijo que los resultados positivos del programa duraron muchos meses después de que el programa terminó.
El estudio aparece en la edición del 16 de enero de la revista Journal of the American Medical Association.
«Hay personas que soportan síntomas persistentes y mala calidad de vida a pesar de los buenos tratamientos. Necesitamos llenar los vacíos y proporcionar más a estos pacientes», dijo Bekelman.
«Este innovador modelo de atención en equipo es adaptable, escalable y puede ayudar a mejorar la vida de las personas que viven con estas enfermedades», añadió. «Este programa demuestra que incluso un corto período de tiempo proporcionando teleasistencia estructurada da como resultado una mayor calidad de vida meses después de que finalicen las llamadas».
Referencia: Bekelman DB, Feser W, Morgan B,Welsh C, Parsons EC, Paden G, Baron A, et al. Nurse and Social Worker Palliative Telecare Team and Quality of Life in Patients With COPD, Heart Failure, or Interstitial Lung Disease: The ADAPT Randomized Clinical Trial. JAMA[Internet]. 2024[citado 23 ene 2024];331(3):212–223. doi:10.1001/jama.2023.24035
19 enero 2024│Fuente: HealthDay│ Tomado de │ Noticias de Salud
dic
7
La incorporación de un equipo de enfermería especializado que asista en la inserción de vías centrales puede reducir el riesgo de los pacientes de desarrollar infecciones del torrente circulatorio debido a la colocación de esas vías.
El informe publicado en la revista American Journal of infection Control, órgano oficial de la Association for Professionals in Infection Control and Epidemiology de EE.UU., describe la exitosa contribución de un equipo de enfermería especializado que ayudó a reducir en un 47 % la proporción de infecciones del torrente circulatorio asociadas a las vías centrales. Las infecciones de los pacientes incluidos en el programa, por lo general, se producían dentro de los siete días siguientes de colocación de las vías.
Las vías centrales, o catéter de acceso venoso central, son alternativas a las vías intravenosas estándar (IVE) utilizadas para pacientes hospitalizados en estado crítico o que precisan de tratamiento a largo plazo. Son procedimientos más invasivos que las vías IVE y se asocian a un riesgo mayor de infecciones en el torrente circulatorio.
Este tipo de infecciones ocasionan solo en Estados Unidos más de 28 000 muertes.
Pese a que las directrices clínicas ofrecen protocolos específicos para asegurar la inserción correcta de una vía central, un estudio de los prestadores de la UNC Health con sede en Chapel Hill, Carolina del Norte, reveló que más del 80% de las inserciones no seguían la totalidad de las prácticas recomendadas.
Decisiones clavesLos especialistas de UNC Health en prevención de infecciones y los directivos del hospital se propusieron mejorar los resultados de los pacientes con la implementación de un equipo de enfermería dedicado a la asistencia en la colocación de vías centrales.
Al equipo profesional se le solicitó corroborar el cumplimiento de una lista de comprobación clínica, observar y habilitar las técnicas de prevención de infecciones, así como también garantizar la disponibilidad de los suministros necesarios para el procedimiento.
Objetivos previstos
Con el propósito de evaluar los resultados, la atención se focalizó en las infecciones del torrente circulatorio que surgieron en la semana subsiguiente a la colocación de la vía, por ser el período que presenta mayor probabilidad de infecciones relacionadas al proceso de inserción.
En los primeros tres años del programa, la proporción de infecciones asociadas a las vías centrales durante el período de una semana, descendió un 47% entre los pacientes que recibieron asistencia en la colocación de las vías por el equipo de enfermería especializado.
Según los autores, a pesar de que estudios anteriores demostraron la eficacia de contar con equipos específicos para llevar a cabo la colocación de las vías centrales, existía escasa información disponible respecto al empleo de equipos de soporte especializados para este procedimiento crucial. Además, aseguraron que la disminución del 47% de las infecciones vinculadas, durante los primeros tres años del equipo, fue notable y ofreció una clara validación para el enfoque.
El estudio de la UNC Health se llevó a cabo entre febrero del 2019 y marzo del 2022. El equipo especializado de 4,5 enfermeras/os a tiempo completo proporcionó apoyo las 24 horas del día para las vías insertadas junto a las camas de los pacientes adultos hospitalizados.
Los resultados mostraron:
- Luego de un período de incremento progresivo en el primer año de la iniciativa, el equipo de enfermería asistió de manera rutinaria de 110 a 120 aplicaciones de vías centrales por mes en el segundo y tercer año del programa.
- Al inicio del programa, un promedio de 60 vías centrales se colocaban cada mes sin que se solicitara asistencia para el equipo especializado. Para el tercer año del programa, ese número había descendido a 44 colocaciones por mes.
- Durante el período de tres años, la proporción general de infecciones del torrente sanguíneo asociadas a las vías centrales se mantuvo estable en el hospital. Dentro de este contexto, la proporción de tales infecciones entre pacientes cuyas inserciones fueron asistidas por el equipo de enfermería, descendió del 19 % previo a la implementación del programa al 10 % en el tercer año; estas diferencias representan una reducción general del 47 %.
- El equipo llevó a cabo auditorías de más de 100 vías centrales cada mes y ofreció entrenamiento para el personal de primera línea en el 90% de los casos.
Los investigadores afirman en su artículo que la reducción de las infecciones del torrente circulatorio asociadas a las vías centrales mejora la calidad del cuidado sanitario y salva vidas. Aseguran también que el enfoque innovador descrito revela que la incorporación de personal capacitado para asistir en la colocación de las vías centrales tiene un inmenso potencial para reducir infecciones y prevenir daños.
Ver más información: Summerlin-Long S, DiBiase L, Padgett M, Mack J, Clark C, Teal L, et al. A helping hand: The impact of a central line insertion support team. Am J Infect Control[Internet].2023[citado 6 dic 2023]; 51(12): 1438-1440. https://doi.org/10.1016/j.ajic.2023.09.004
7 diciembre 2023| Fuente: SIIC Salud| Tomado de| Noticias biomédicas
nov
16
Madrid, 15 Nov. 2023 (Europa Press) – La Asociación Española de Pacientes y Cuidadores de EPOC (EPOC España) ha resaltado la ‘urgencia’ de apostar por planes de diagnóstico temprano de esta enfermedad, ya que ‘detectarla a tiempo y dotar al Sistema Nacional de Salud (SNS) de mecanismos para la atención y seguimiento de los pacientes es clave para mejorar su calidad de vida y reducir la mortalidad y los costes hospitalarios’. La EPOC afecta al 12 por ciento de la población española mayor de 40 años. Según la asociación, ‘es una de las patologías más prevalentes en este tramo de edad y, sin embargo, una gran desconocida para el gran público y, lo que es más grave, para quienes la padecen’. De hecho, se estima que el 75 por ciento de los afectados permanece sin diagnosticar, lo que deriva en un empeoramiento irreversible de su estado de salud. A juicio de Iñaki Morán, presidente de EPOC España, ‘el infradiagnóstico sigue siendo el principal desafío para las asociaciones de pacientes’, por lo que propone medidas como la realización de espirometrías a todas las personas consideradas de riesgo.
Rehabilitación pulmonar y salud mental
Para EPOC España, la coordinación asistencial, el acceso a fisioterapia respiratoria y la atención psicológica son ‘áreas clave’ que requieren atención inmediata. Morán insiste en que, según estudios recientes, el 70 por ciento de los pacientes con EPOC carece de acceso a especialistas en salud mental, y más de la mitad nunca ha participado en programas de fisioterapia respiratoria. Además, una vez conocido el diagnóstico, EPOC España también detecta carencias en la información, concienciación y establecimiento de pautas de vida saludable.
Esta falta de conocimiento contribuye a la baja adherencia al tratamiento y la calidad de vida deficiente. ‘Son necesarias acciones educativas como las que ya estamos llevando a cabo las asociaciones de pacientes’, expresa el presidente de la Asociación. En este sentido, EPOC España aboga por campañas de concienciación intensificadas, dirigidas al público en general, y por la ampliación de la normativa antitabaco, ‘aprovechando que durante la pandemia se dictaron normas para prohibir fumar en espacios como las terrazas’.
Además del endurecimiento de la normativa de consumo de tabaco, la asociación reclama también acciones decididas de promoción de la vacunación entre todos los pacientes con EPOC, dado su alto riesgo de padecer complicaciones por infecciones como las de covid, gripe, tos ferina, VRS o neumococo. ‘Creemos que es importante que los profesionales sanitarios impulsen a los afectados a vacunarse y así prevenir enfermedades que pueden afectar seriamente a la progresión de la EPOC, además del riesgo de complicaciones’, ha afirmado Morán. Por último, la asociación demanda también la inclusión de los pacientes respiratorios entre los grupos de riesgo del virus del herpes zóster, al tener estos pacientes mayor riesgo de padecer complicaciones.
15 noviembre 2023 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
nov
14
La mayoría sabe que ciertos antidepresivos deben tomarse durante semanas antes de que los pacientes comiencen a ver mejoras, y ahora un nuevo estudio arroja luz sobre esa demora.
Los científicos han descubierto que esto se debe a cambios físicos en el cerebro que ocurren durante esas primeras semanas de uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y conducen a una mayor plasticidad cerebral.
Los ISRS incluyen una variedad de antidepresivos comunes como Paxil, Prozac, Celexa, Lexapro y Zoloft.
«La demora en la acción terapéutica de los antidepresivos ha sido un rompecabezas para los psiquiatras desde que se detectaron por primera vez hace más de 50 años. Por lo tanto, estos nuevos datos en humanos que utilizan técnicas avanzadas de imagen cerebral para demostrar un aumento en las conexiones cerebrales que se desarrollan durante el período en que se alivia la depresión son muy emocionantes», dijo David Nutt del Imperial College de Londres, quien no participó en la investigación. «Además, proporcionan más evidencia de que mejorar la función de la serotonina en el cerebro puede tener beneficios duraderos para la salud.»
Los investigadores estudiaron esto en un ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo en un grupo de voluntarios sanos.
Los investigadores administraron a 17 voluntarios una dosis diaria de 20 miligramos (mg) del ISRS escitalopram (Lexapro). Otros 15 voluntarios recibieron placebo.
Entre tres y cinco semanas después, se escanearon los cerebros de los voluntarios utilizando tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés).
Las exploraciones permitieron ver la cantidad de glucoproteína 2A del vesículo sináptico en el cerebro. Cuanta más proteína se encuentra en un área, más conexiones de células nerviosas están presentes.
Los investigadores observaron diferencias significativas en cómo evolucionó la densidad de las sinapsis con el tiempo en los dos grupos.
«Descubrimos que en aquellos que tomaban el ISRS, con el tiempo había un aumento gradual de las sinapsis en la neocorteza cerebral y el hipocampo, en comparación con aquellos que tomaban placebo. No vimos ningún efecto en aquellos que tomaban placebo», dijo la investigadora Gitte Knudsen del Hospital Universitario de Copenhague en Dinamarca.
La neocorteza es una estructura cerebral compleja que maneja funciones superiores como la percepción sensorial, la emoción y la cognición. El hipocampo está involucrado con la memoria y el aprendizaje.
Los resultados del estudio fueron presentados el lunes en la conferencia del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, en Barcelona, y simultáneamente publicados en línea en la revista Molecular Psychiatry.
«Esto apunta hacia dos conclusiones principales», dijo Knudsen en un comunicado de prensa de la reunión. «En primer lugar, indica que los ISRS aumentan la densidad sináptica en áreas cerebrales críticamente involucradas en la depresión. Esto indicaría en cierta medida que la densidad sináptica en el cerebro puede estar involucrada en cómo funcionan estos antidepresivos, lo que nos daría un objetivo para desarrollar nuevos medicamentos contra la depresión», dijo.
«El segundo punto es que nuestros datos sugieren que las sinapsis se acumulan durante semanas, lo que explicaría por qué los efectos de estos medicamentos tardan en manifestarse», añadió.
Referencia
Johansen A, Armand S, Plavén-Sigray P, Nasser A, Ozenne B, Petersen IN, et al. Effects of escitalopram on synaptic density in the healthy human brain: a randomized controlled trial. Mol Psychiatry[Internet]. 2023[citado 13 nov 2023]. https://doi.org/10.1038/s41380-023-02285-8
14 noviembre 2023 | Fuente: HealthDay| Tomado de Noticias de Salud| Salud Mental
nov
13
La escala HLS-EU-Q12M es un instrumento válido para medir la alfabetización en salud (AS) de los adultos/as con hipertensión arterial; el uso durante la consulta con el médico familiar y otros profesionales de salud identifica las dificultades de los pacientes en el reconocimiento de la enfermedad y facilita la mejora de los tratamientos.
El estudio que publica la revista Gaceta Médica de México se centró en el objetivo de validar en «español de México» la escala de alfabetización en salud HLS-EU-Q16 correspondiente a pacientes hipertensos y, a su vez, describir el grado de alfabetización de esa población.
Salud y Prevención PAPPS: Alfabetización en Salud en época COVID19
La AS de los pacientes con hipertensión arterial (HTA) es de suma importancia; sin embargo, hasta la fecha se desconoce el nivel de AS en México, cuya falta de control representa un factor de riesgo para eventos cerebrovasculares, cardiopatías isquémicas, disfunciones renales y muertes prematuras.
La medición de la AS es indispensable para identificar y enfocar intervenciones de mejora en esta área. Existen diversas escalas para evaluarla; una de las más utilizadas en el mundo es la Encuesta Europea de Alfabetización en Salud (HLS-EU-Q), con alcances que cubren las dimensiones esenciales de la AS.
La HLS-EU-Q se derivó del modelo conceptual del consorcio HLS-EU elaborado mediante una revisión sistemática de literatura. Este modelo reconoce la multidimensionalidad de la AS integrada en tres áreas (prevención, promoción y atención de la salud) y cuatro dimensiones del procesamiento de información (acceso, comprensión, valoración y aplicación).
El contenido de HLS-EU-Q se diseñó mediante método Delphi por expertos europeos, quienes seleccionaron 47 indicadores/preguntas del cuestionario y validaron la escala en inglés, alemán, griego, «español de España», búlgaro, holandés y polaco.
Posteriormente, HLS-EU-Q-47 fue reducida a una versión de 16 preguntas por la selección iterativa de ítems mediante el modelo de Rasch y criterios de validez aparente y de contenido para buena representación de las dimensiones y relevancia de las preguntas.
En México, las propiedades psicométricas de HLS-EU-Q no han sido validadas, a pesar de su adaptación por algunos estudios.
La versión corta de la escala compuesta por 16 preguntas ha sido reconocida como una forma rápida e integral para evaluar la AS, por lo que en este estudio se validó una versión en «español de México».
Detalles de la investigación
La población analizada incluyó adultos de 18 años o mayores con diagnóstico de HTA, tratamiento antihipertensivo y sin antecedente de deterioro cognitivo.
La recolección de la información se realizó mediante entrevista directa, a cargo de una enfermera previamente capacitada en una unidad de medicina familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social, entre abril y junio de 2022. El diagnóstico de hipertensión fue confirmado por revisión de los expedientes clínicos.
La AS constituyó la variable principal evaluada con la versión española de la escala HLS-EU-Q-16 que describe el grado de dificultad percibida por el encuestado para encontrar, comprender, interpretar y juzgar la información relativa al cuidado de salud.
El 89.4 % de los 424 pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión aceptaron participar en el ensayo.
Fueron excluidos 30 que respondieron «no sabe» en 20 % o más de las preguntas de la escala, por lo que el tamaño final de la muestra fue de 349 pacientes.
Al comparar excluidos con incluidos, los autores encontraron que los segundos eran de mayor edad (mediana de 68 años y rango entre 46 y 89 años) y menor escolaridad (66.7 % con solo la primaria o menos), respecto a quienes no aceptaron participar y los incluidos en el estudio (edad mediana de 64 y 62 años y rango 49-84 años y 22-88 años; escolaridad primaria o menos en 37.8 y 26.6 %, respectivamente).
Respuestas y conductas
Las preguntas a las cuales más del 50 % respondió muy difícil o difícil consistieron en interpretar y juzgar qué hábitos diarios afectaban su salud (69.4 %), qué tanto podían confiar en la información sobre riesgos de salud en los medios de comunicación (61.6 %), así como comprender y juzgar los consejos de salud de familiares y amigos (56.2 %).
Las respuestas «no sabe» de mayor frecuencia se basaron en la búsqueda de información sobre los tratamientos para enfermedades y problemas de salud mental (14.3% y 11.4 %, respectivamente) e interpretar y juzgar cuándo podría necesitar una segunda opinión médica (10.9 %).
Identificación de limitaciones
La evaluación permitió identificar mayor porcentaje de mujeres (25.5 %) con alfabetización inadecuada en salud en comparación con los hombres (20 %).
Los adultos mayores tuvieron el mayor porcentaje (34.1 %) de nivel inadecuado de alfabetización comparados con los menores de 65 años (17.5 %).
Los pacientes con escolaridad secundaria o menor tuvieron mayor porcentaje de alfabetización inadecuada en salud (32.2 %), comparados con 15.1 % de aquellos con preparatoria o más.
El artículo aclara que no hallaron diferencias en el nivel de alfabetización según la duración de la HTA.
Experiencias de la escala
El estudio encontró que la escala de AS validada en México en pacientes con HTA cuenta con características psicométricas aceptables, demuestra validez en la estructura teórica, así como buena consistencia interna y confiabilidad prueba-reprueba.
Al validar HLS-EU-Q16 en la población mexicana se conservaron 12 de 16 preguntas, por ello, la escala de alfabetización local se refiere como HLS-EU-Q12M.
Los resultados difieren de los obtenidos en España, Rumania, Islandia y Turquía al aplicar el cuestionario a la población en general que no eliminó ninguna pregunta.
Una posible explicación ofrecida por los autores señala que las eliminadas fueron aquellas preguntas con más altos porcentajes de respuestas «no sabe», referidas a la búsqueda de información para tratamientos de enfermedades físicas y mentales (preguntas 1 y 8), segunda opinión médica (pregunta 5) y autoevaluación de los hábitos (pregunta 16), prácticas inhabituales en México. El artículo aclara que los entrevistados carecían de respuestas para esas preguntas dado que nunca habían intentado practicar tales objetivos.
Los autores aclaran que antes de su aplicación, la escala HLS-EU-Q-47 fue por ellos validada en México en diabéticos/as, con apoyo de expertos en diversas áreas de la salud, quienes de manera unánime calificaron las preguntas de HLS-EU-Q como pertinentes para la AS según el modelo del Consorcio HLS-EU.
Según ellos, la utilidad se reflejó en el índice de validez de contenido de 0.98.
En relación a los dos factores de la escala, el primero se enfoca en medir la búsqueda activa, comprensión y utilización de la información proporcionada por el personal de salud, mientras el segundo refleja la capacidad de juzgar la información sobre autocuidado y prevención proveniente de medios de comunicación y amigos.
Semejanzas y contrastes
El hallazgo contrasta con lo reportado por diversos estudios europeos.
En España, los investigadores encontraron que la escala es unifactorial, mientras que en Rumania e Islandia se identificaron cuatro factores y en Turquía, tres.
El artículo indica que las discrepancias dan cuenta que los dominios de AS implícitos en la escala no se manifiestan de la misma manera entre las diferentes culturas.
Los dos factores de HLS-EU-Q12M explican 100 % de la varianza total. Este porcentaje es mayor en comparación con la validación en España (79.1 %), Rumania (59.6 %) e Islandia (62.6 %). Es decir, la variabilidad en los datos es explicada en mayor medida por los dos factores y no se pierde información.
El estudio informa que la mayoría de los pacientes presentaron una AS problemática (44.4 %), a quienes siguieron los participantes con alfabetización suficiente (31.8 %) e inadecuada (23.8 %).
Una situación similar fue reportada en Italia y Noruega, donde también la mayoría de los pacientes presentó alfabetización problemática en salud (55.2 y 41.8 %, respectivamente). Para el caso de Italia, el segundo lugar lo ocuparon los pacientes con alfabetización suficiente (33 %).
Los resultados mexicanos muestran diferencias con los reportados en Rumania, Islandia e Israel, donde la mayoría de los sujetos mostraron un nivel suficiente de alfabetización en salud (59.2, 72.5 y 69 %, respectivamente), seguidos por quienes presentaron alfabetización problemática (33.2, 22 y 21 %, respectivamente) e inadecuada.
Los autores consideran que las diferencias probablemente radican en los niveles de escolaridad. En México, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2020, 42 % de los adultos entre 25 y 64 años de edad había terminado la educación media superior, cifras menores a las de Noruega (82 %), Italia (63 %), Islandia (76 %) e Israel (88 %).
Al concluir, el artículo señala que la escala HLS-EU-Q12M es un instrumento válido para evaluar la alfabetización en salud en adultos con hipertensión arterial, con destaque de la versión corta (12 reactivos) por facilitar el uso durante la consulta con el médico familiar y otros profesionales de salud.
La medición de alfabetización en salud de los pacientes es relevante para identificar sus dificultades y enfocar en ellas las estrategias de mejora.
Referencia
García-Vera EM, Doubova SV, Sánchez-Arenas R, Monroy-Guzmán A. Validación de la escala de alfabetización en salud en pacientes con hipertensión arterial en México. Gac Med Mex [Internet]. 2023[citado 11 nov 2023]; 159:329-337. DOI: 10.24875/GMM.23000118
13 noviembre 2023 | Fuente: SIICSALUD| Tomado de Noticias biomédicas