jul
3
Se espera que la esperanza de vida en todo el mundo aumente en casi cinco años en los hombres y más de cuatro años en las mujeres durante las próximas tres décadas, afirma hoy la revista The Lancet.
Previsiones de investigadores de varias naciones, publicadas por ese medio de prensa, indican que estos incrementos se produzcan en países donde la esperanza de vida suele ser más corta, en la medida que las personas en las naciones menos desarrolladas vivan más tiempo y alcancen a las de mayores recursos.
La tendencia está impulsada por las medidas de salud pública para mejorar la prevención, la detección y el tratamiento de la enfermedad cardíaca, la covid-19 y una variedad de problemas de salud relacionados con las enfermedades infecciosas, el parto y la nutrición, señalaron.
Sin embargo, también detectaron un cambio en las afecciones que influyen en la esperanza de vida, por lo que prevén que las dolencias crónicas como la cardíaca, diabetes, cáncer y pulmonar desempeñen un papel más poderoso que las infecciosas en la duración de la vida de las personas.
Como resultado, los factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión arterial, la mala alimentación, la falta de ejercicio y el tabaquismo tendrán el mayor impacto en las enfermedades y la esperanza de vida en la próxima generación.
De hecho, el número de años perdidos por una mala salud y una muerte prematura por esos factores de riesgo metabólico ha aumentado en un 50 % desde el año 2000, encontraron los expertos.
Tenemos por delante una inmensa oportunidad de influir en el futuro de la salud global al adelantarnos a estos crecientes factores de riesgo metabólicos y dietéticos, en particular los relacionados con factores conductuales y de estilo de vida, como las cifras elevadas de azúcar en sangre, el índice de masa corporal alto y la hipertensión, señaló el catedrático de Ciencias de la Métrica de la Salud de la Universidad de Washington, Chris Murray.
Se prevé que la esperanza de vida general aumente de 73,6 años a 78,1 años entre 2022 y 2050, avizora el estudio, en tanto el número medio de años que una persona puede esperar vivir con buena salud crecerá de 64,8 años a 67,4 años en ese mismo período de tiempo.
Además de un incremento en la esperanza de vida en general, se encontró que la disparidad entre las geografías se reducirá, comentó Murray.
«Este es un indicador en que, si bien las desigualdades en materia de salud entre las regiones de ingresos más altos y más bajos se mantendrá, las brechas se reducirán por lo que los mayores aumentos estarán en África subsahariana», destacó.
01 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
may
2
Un equipo internacional de investigadores ha descubierto más de cien nuevas regiones del genoma humano (o loci), que parecen influir en la tensión arterial de una persona.
Además, varios de ellos pueden ser relevantes para el metabolismo del hierro y un tipo de receptor celular conocido como receptores adrenérgicos.
El estudio, liderado por los Institutos Nacionales de la Salud estadounidenses (NIH) y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI) y publicado este martes en la revista Nature Genetics, es uno de los mayores estudios genómicos sobre la presión arterial realizados hasta la fecha, con datos de más de un millón de participantes.
Los resultados servirán para comprender mejor cómo se regula la presión arterial y encontrar posibles nuevas dianas farmacológicas.
«Nuestro estudio ayuda a explicar una proporción mucho mayor de las diferencias entre la presión arterial de dos personas de lo que se sabía hasta ahora», dice Jacob Keaton, científico del NHGRI y primer autor del estudio.
Además, «conocer el riesgo de una persona de desarrollar hipertensión podría conducir a tratamientos a medida, que tienen más probabilidades de ser eficaces», puntualiza.
Para comprender la genética de la presión arterial, el equipo combinó cuatro grandes conjuntos de datos procedentes de estudios de asociación de todo el genoma de la presión arterial y la hipertensión.
Tras analizar los datos, hallaron más de 2 000 loci genómicos relacionados con la presión arterial, incluidas 113 regiones nuevas.
Entre los loci genómicos recién descubiertos, varios residen en genes que desempeñan un papel en el metabolismo del hierro, lo que confirma estudios anteriores según los cuales los niveles elevados de hierro acumulado pueden contribuir a las enfermedades cardiovasculares.
El equipo también confirmó la asociación entre las variantes del gen ADRA1A y la presión arterial.
ADRA1A codifica un tipo de receptor celular, denominado receptor adrenérgico, que actualmente es diana de la medicación contra la tensión arterial, lo que sugiere que otras variantes genómicas descubiertas en el estudio también pueden tener el potencial de ser dianas farmacológicas para alterar la tensión arterial.
«Este estudio demuestra que estos grandes estudios de asociación de todo el genoma tienen relevancia clínica para encontrar nuevas dianas farmacológicas y son necesarios para descubrir más dianas farmacológicas a medida que avanzamos», defiende Keaton.
A partir de estos análisis, los investigadores pudieron calcular una puntuación de riesgo poligénico, que combina los efectos de todas las variantes genómicas para predecir la presión arterial y el riesgo de hipertensión.
Estas puntuaciones de riesgo poligénico pueden ser una herramienta útil en la medicina de precisión, pero se necesitan datos genómicos más diversos para que puedan aplicarse ampliamente en la atención sanitaria rutinaria.
Aunque los datos recopilados procedían en su mayoría de personas de ascendencia europea, los investigadores descubrieron que las puntuaciones de riesgo poligénico también eran aplicables a personas de ascendencia africana.
Casi la mitad de los adultos de Estados Unidos padecen presión arterial alta o hipertensión, una dolencia que suele ser hereditaria, lo que significa que, junto al estilo de vida (sendentarismo, tabaquismo o estrés) y la dieta, hay un componente genético en el desarrollo de esta afección.
Cuando la tensión arterial es demasiado alta de forma constante, puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos del cuerpo y provocar cardiopatías, enfermedades renales, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones.
30 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
abr
8
La Cruz Roja de España ha alertado del impacto del cambio climático en las personas vulnerables que han provocado un incremento del 67% de las atenciones a consecuencia de las olas de frío y calor. Según la organización, el cambio climático ha generado un aumento significativo en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, que tienen impacto directo en la salud de las personas tanto a corto como a largo plazo.
A propósito de la celebración del Día Mundial de la Salud, han asegurado que las personas en situación de vulnerabilidad económica o social son «particularmente susceptibles a sus efectos adversos», ya sea por el mayor riesgo que enfrentan al no disponer de recursos para mantener la vivienda a una temperatura adecuada (bien por calor extremo o frío), por la mayor prevalencia de enfermedades crónicas y su falta de adherencia terapéutica, o por el aislamiento social (que también redunda en su salud mental). Así, la organización humanitaria ha registrado en el último año un aumento de número de personas atendidas desde el área de salud en relación con esta problemática: si en 2022 eran cerca de 43 000 las personas que necesitaron de la ayuda de la Cruz Roja para combatir las olas de calor, este último año, con 1,3 grados por encima de la media, más de 24 días de altas temperaturas y récords históricos en 23 estaciones de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) durante el día y 10 durante la noche, han provocado el incremento de contacto y seguimiento de hasta 71 702 personas.
En respuesta a esta situación en 2023, se han implementado diversas acciones tanto a nivel individual como grupal. Estas incluyen llamadas telefónicas de información y seguimiento (con especial atención a personas mayores en situación de soledad no deseada), orientación sobre promoción y sensibilización acerca de los riesgos y consejos útiles, así como acompañamiento a recursos sanitarios y la organización de sesiones y talleres de formación y prevención.
Si bien no hubo más que un episodio de tres días que pudiera considerarse ola de frío, en 2023 hubo varios episodios con temperaturas por debajo de las habitualespara la época del año, tras el paso de las borrascas Gerard, Fien y Juliette, que también se dejaron notar en la salud de las personas: Cruz Roja tuvo que atender a más del doble que el año anterior, pasando de 21 676 a 43 672.
Según esta ONG, las temperaturas extremas pueden llevar a situaciones de soledad y aislamiento que puede repercutir negativamente en la salud de las personas por problemas de mala adherencia terapéutica, pudiendo provocar un peor control de la enfermedad, dificultar el desarrollo de actividad física, asumir patrones menos saludables de la alimentación, empeorar el ciclo de sueño, y deteriorar claramente su salud emocional.
El impacto de las temperaturas extremas en la población vulnerable puede generar empeoramiento en su estado de salud. Por eso desde Cruz Roja, de forma proactiva, se contacta con estas personas en los periodos de olas de calor y frío, intentando detectar precozmente los problemas que puedan aparecer. Esta población se ve muy afectada por el impacto de los determinantes sociales de la salud (las características de su vivienda, la economía, la soledad no deseada), y en ese contacto se valoran necesidades a las que se enfrenta la persona, antes de que se genere un problema mayor, intentando dar la mejor respuesta posible que se pueda en cada situación.
Muchas veces es suficiente con realizar un contacto telefónico, que aumente la tranquilidad de la persona sabiendo que no está sola, y que hay un equipo de Cruz Roja pendiente de ella; en otras, se precisa ayudarles a recoger la medicación crónica en su farmacia, acompañarles al centro de salud, darles recomendaciones preventivas para mitigar el efecto de las temperaturas extremas o realizar visitas domiciliarias.
IMPACTO CLIMÁTICO EN LA SALUD DE LAS PERSONAS
En el caso de las altas temperaturas, éstas pueden causar deshidratación, golpes de calor y agotamiento, especialmente en mayores, niños o personas con enfermedades
crónicas, sobre todo las cardiovasculares, respiratorias y renales, que pueden experimentar un empeoramiento de sus condiciones de salud debido al estrés térmico. Todo ello, además provoca el aislamiento de la persona para evitar el calor o frío exterior, y aumentan tanto el estrés como la ansiedad por mantenerse fresco o abrigados y seguros, incidiendo en la salud mental.
La ONG ha recordado que los efectos a largo plazo por fenómenos extremos de calor y frío pasan por desplazamientos de la población (las llamadas migraciones climáticas), el impacto en la seguridad alimentaria (por el daño que causa en los cultivos y el ganado) y ejercen presión sobre los sistemas de energía, agua y salud (precios más elevados en los suministros, escasez, etc.). En los casos más críticos, las dificultades económicas asociadas al uso de sistemas de calefacción o enfriamiento pueden llevar a las personas en situación de vulnerabilidad a tener que elegir entre gastar en necesidades básicas, como alimentos y medicamentos, o en mantener un ambiente seguro y saludable en el hogar.
En el Día Mundial de la Salud, Cruz Roja aboga por la mitigación del cambio climático y la adopción de medidas de adaptación como «elementos esenciales para proteger la salud pública y reducir los impactos adversos de estos eventos extremos».
05 abril 2024|Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
abr
4
Fumar cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, según uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha. Aunque no ha sido publicado, el tamaño de la muestra y el gran número de datos del estudio respaldan esta afirmación y demuestran que esta relación debe estudiarse con urgencia. Los resultados se han presentado este martes en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología.
La insuficiencia cardíaca, que afecta a más de seis millones de estadounidenses, es una enfermedad en la que el corazón se vuelve demasiado rígido o débil para bombear la sangre, lo que suele provocar síntomas debilitantes y hospitalizaciones frecuentes, sobre todo, a medida que se envejece. Los productos electrónicos de nicotina, como los cigarrillos electrónicos, los vapeadores o las pipas electrónicas, suministran nicotina en forma de aerosol sin combustión y desde que comenzaron a comercializarse a finales de la década de 2000, se han presentado a menudo como una alternativa más segura al tabaco.
Pero cada vez más estudios relacionan los cigarrillos electrónicos con efectos nocivos y descubren que podrían no ser tan seguros como se pensaba’, avisa Yakubu Bene-Alhasan, del MedStar Health (Baltimore, Estados Unidos) y autor principal del estudio.
La investigación se basó en datos y registros sanitarios electrónicos de ‘All of Us’, un gran estudio nacional dirigido por los Institutos Nacionales de Salud diseñado para analizar la relación entre los cigarrillos electrónicos y los nuevos diagnósticos de insuficiencia cardíaca. Basado en una muestra de 175.667 participantes (una media de edad de 52 años y un 60,5 % de mujeres), el estudio constató que 3.242 de ellos desarrolló insuficiencia cardíaca en un periodo medio de seguimiento de 45 meses.
El estudio descubrió que las personas que habían consumido cigarrillos electrónicos en algún momento tenían un 19 % más de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca que las que nunca los habían consumido.
Para calcular esta proporción, los investigadores tuvieron en cuenta diversos factores demográficos y socioeconómicos, y otros factores de riesgo de cardiopatía y el consumo anterior y actual de otras sustancias, como alcohol y tabaco.
Los resultados concuerdan con estudios anteriores realizados en animales, que apuntaban que el consumo de cigarrillos electrónicos puede afectar al corazón de forma relevante. Otros estudios en seres humanos también han mostrado vínculos entre el consumo de cigarrillos electrónicos y algunos factores de riesgo asociados a la insuficiencia cardíaca, pero ninguno ha sido concluyente, algo que, según Bene-Alhasan, se debe a las limitaciones inherentes a los diseños de los estudios transversales, al menor tamaño de las muestras y al menor número de casos de insuficiencia cardíaca observados en las investigaciones anteriores.
Para el equipo, los resultados de este estudio respaldan la necesidad de realizar más investigaciones sobre las posibles repercusiones del vapeo en la salud cardíaca, especialmente dada la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos entre los más jóvenes, que oscila entre el 5 % y el 10 % de los adolescentes estadounidenses y que va en aumento.
El estudio apunta también que los cigarrillos electrónicos no deberían utilizarse como herramienta para dejar de fumar, y recuerda que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aconsejan combinar el asesoramiento y la medicación como mejor estrategia para abandonar este hábito. Y aunque el estudio no demuestra de forma concluyente la relación entre los cigarrillos electrónicos y la insuficiencia cardíaca, los investigadores advierten de que el estudio indica que sí hay relación.
02 abril 2024|Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
abr
3
Un estudio muestra que las mujeres alcanzan rápidamente a los hombres en términos de riesgo cardiovascular; subraya la necesidad de aumentar la concienciación y el cribado
El riesgo cardiovascular de una mujer puede aumentar drásticamente después de pasar por la menopausia, alcanzando rápidamente a los hombres de una edad y un perfil de salud similares, según nuevos hallazgos presentados en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology). Los investigadores dijeron que el estudio subraya la importancia de reconocer y abordar las señales de advertencia tempranas del riesgo de enfermedad cardiaca en las mujeres, a medida que pierden los efectos protectores del estrógeno después de la menopausia.
Esta es una cohorte de estudio única de solo usuarias de estatinas posmenopáusicas que indica que las mujeres posmenopáusicas pueden tener un riesgo de enfermedad cardíaca que está a la par con los hombres», dijo Ella Ishaaya, MD, médica de medicina interna en el Centro Médico Harbor-UCLA en Torrance, California, y autora principal del estudio. «Las mujeres no son sometidas a pruebas de detección ni reciben un tratamiento insuficiente, especialmente las mujeres posmenopáusicas, que tienen un aluvión de nuevos factores de riesgo de los que muchos no son conscientes. Este estudio crea conciencia sobre cuáles son esos factores de riesgo y abre la puerta a indicar la importancia de aumentar las pruebas de detección de calcio en las arterias coronarias (CAC)».
En el estudio, las mujeres posmenopáusicas se sometieron a escáneres cardíacos para evaluar su puntuación CAC, una medida de la acumulación de placa (grasa, calcio y otras sustancias) en las arterias del corazón. Los niveles de CAC se evalúan con una exploración rápida y no invasiva similar a una radiografía. Una puntuación CAC más alta indica un mayor riesgo de ataque cardíaco u otros eventos cardíacos.
Los investigadores analizaron los datos de 579 mujeres posmenopáusicas que tomaban estatinas para controlar el colesterol y que se habían sometido a dos escáneres CAC con al menos un año de diferencia. Los participantes no tenían enfermedad cardíaca en el momento de la primera exploración. Para comparar los cambios en el CAC en hombres y mujeres, cada participante femenina fue emparejada con un hombre de un perfil similar en términos de edad, raza, uso de estatinas, presión arterial y estado de diabetes.
Los investigadores dividieron a los participantes en tres grupos con niveles de CAC de 1 a 99, 100 a 399 y 400 o más al inicio del estudio. Entre su primera y segunda gammagrafía cardíaca, las mujeres con CAC basal de 1 a 99 vieron aumentar su CAC en una mediana de ocho puntos, el doble de la mediana de cuatro observada en sus contrapartes masculinas. Del mismo modo, las mujeres con CAC basal de 100 a 399 vieron aumentar su CAC en una mediana de 31 puntos, aproximadamente el doble de la mediana de 16 observada en los hombres. No hubo diferencias significativas entre sexos para aquellos con CAC basal de 400 o más.
Los hallazgos sugieren que la acumulación de placa se acelera en las mujeres posmenopáusicas en comparación con los hombres, lo que indica que muchas mujeres experimentan un fuerte aumento en el riesgo de problemas cardíacos. Ishaaya dijo que es probable que esto esté relacionado con la reducción en el estrógeno que experimentan las mujeres durante la menopausia. Desde hace mucho tiempo se sabe que el estrógeno tiene un efecto protector sobre la salud cardiaca, pero los investigadores dijeron que muchas mujeres e incluso muchos médicos no son conscientes de lo que significa perder esa protección durante la menopausia.
«Después de la menopausia, las mujeres tienen mucho menos estrógeno y cambian a un perfil más cargado de testosterona», dijo Ishaaya. «Esto afecta la forma en que su cuerpo almacena la grasa, dónde almacena la grasa y la forma en que procesa la grasa; Incluso afecta la forma en que se coagula la sangre. Y todos esos [cambios] aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas».
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres, pero el riesgo cardiovascular de las mujeres tradicionalmente no se ha tratado lo suficiente porque las mujeres tienden a desarrollar enfermedades cardíacas a una edad más avanzada que los hombres y pueden experimentar síntomas diferentes y, a veces, más sutiles.
Basándose en estos resultados, los investigadores sugirieron que las mujeres posmenopáusicas deben hablar con su médico sobre los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca y hacer un seguimiento de las pruebas o el seguimiento recomendados. Más mujeres podrían beneficiarse de los escáneres cardiacos en comparación con el número de mujeres que los reciben actualmente, dijo Ishaaya.
Dado que todas las mujeres del estudio tomaban estatinas, pero muchas seguían viendo un aumento sustancial en el CAC, los resultados también podrían indicar que las estatinas no son suficientes para mantener la acumulación de placa bajo control en esta población, dijo Ishaaya. Estudios futuros podrían investigar la efectividad de las estatinas u otras terapias para reducir la carga de placa en las mujeres posmenopáusicas, planteó.
Las pautas de la ACC y la Asociación Americana del Corazón recomiendan considerar una gammagrafía cardíaca para evaluar el CAC cuando el nivel de riesgo de una persona es ambiguo o límite según los factores de riesgo estándar. En los EE. UU. y en muchos otros países, la puntuación CAC se utiliza más para determinar las recomendaciones de estatinas para pacientes de riesgo intermedio y asintomáticos.
02 abril 2024| Fuente: EurekAlert| Tomado de | Comunicado prensa
mar
29
Investigadores de la Universidad de Cambridge han creado el mayor catálogo de células mamarias humanas, que ha revelado cambios celulares tempranos en portadoras sanas de mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2.
Todo el mundo tiene los genes BRCA1 y BRCA2, pero las mutaciones en estos -que pueden ser hereditarias aumentan el riesgo de cáncer de mama y ovario.
El estudio descubrió que las células inmunitarias del tejido mamario de mujeres sanas, portadoras de mutaciones de los genes BRCA1 o BRCA2, muestran signos de mal funcionamiento conocidos como ‘agotamiento’.
Esto sugiere que las células inmunitarias no pueden eliminar las células mamarias dañadas, que a la larga pueden convertirse en cáncer de mama, explica un comunicado de la Universidad de Cambridge.
Los resultados, que se publican en Nature Genetics, plantean la posibilidad de utilizar los fármacos de inmunoterapia existentes como intervención temprana para prevenir el desarrollo del cáncer de mama en portadoras de estas mutaciones. Los investigadores van a ensayar este enfoque preventivo en ratones.
Si resulta eficaz, allanará el camino hacia un ensayo clínico piloto en mujeres. ‘Nuestros resultados sugieren que, en las portadoras de mutaciones BRCA, el sistema inmunitario no consigue eliminar las células mamarias dañadas, que a su vez parecen estar trabajando para mantener a raya a estas células inmunitarias’, afirma Walid Khaled, autor principal del informe.
El descubrimiento abre la posibilidad de un tratamiento preventivo distinto de la cirugía para las portadoras de estas mutaciones en cáncer de mama (ya existen fármacos capaces de superar este bloqueo de la función de las células inmunitarias, pero hasta ahora sólo se han aprobado para la fase avanzada de la enfermedad).
La cirugía de reducción del riesgo, en la que se extirpan las mamas, se ofrece a las personas con mayor riesgo de cáncer de mama. Esta puede ser una decisión difícil para las mujeres jóvenes y puede tener un efecto significativo en la imagen corporal y las relaciones sexuales.
La mejor manera de prevenir el cáncer de mama es comprender realmente cómo se desarrolla. Así podremos identificar estos cambios tempranos e intervenir’, apunta Khaled. A partir de muestras de tejido mamario sano recogidas de 55 mujeres de distintas edades, los investigadores catalogaron más de 800.000 células, incluidos todos los tipos de células mamarias.
El atlas de células mamarias humanas resultante está ahora disponible como recurso para que otros investigadores puedan utilizarlo y ampliarlo. Contiene enormes cantidades de información sobre otros factores de riesgo del cáncer de mama, como el índice de masa corporal, el estado menopáusico, el uso de anticonceptivos y el consumo de alcohol.
Según Austin Reed, coautor del informe, han descubierto que hay ‘múltiples tipos de células mamarias que cambian con el embarazo y la edad, y que es la combinación de estos efectos y otros lo que determina el riesgo global de cáncer de mama’.
El cáncer de mama, muchas enfermedades Uno de los mayores retos del tratamiento del cáncer de mama es que no se trata de una sola enfermedad, sino de muchas.
Muchas variaciones genéticas diferentes pueden provocarlo, y el riesgo genético interactúa con otros factores de riesgo de forma complicada. Por ejemplo, se sabe que la probabilidad de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, pero este riesgo se reduce en gran medida con un embarazo a una edad temprana. Y el riesgo asociado a la edad aumenta considerablemente en las portadoras de los genes BRCA1 y BRCA2.
El nuevo estudio pretendía entender cómo interactúan algunos de estos factores de riesgo, caracterizando los distintos tipos celulares de la mama en muchos estados fisiológicos diferentes.
Ver artículo: Reed AD, Pensa S, Steif A, Stenning J, Kunz DJ, Porter LJ, et al. A single-cell atlas enables mapping of homeostatic cellular shifts in the adult human breast. Nat Genet[Internet].2024[citado 29 mar 2024]. https://doi.org/10.1038/s41588-024-01688-9
Redacción Ciencia, 28 marzo 2024|Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.