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La obesidad es hoy la forma de malnutrición más común en la mayoría de los países y actualmente, uno de cada cinco menores de edad del planeta tiene exceso de peso, confirmó una indagación publicada en la revista Jama Pediatrics.
El estudio que salió a la luz la víspera señala que el impacto de este fenómeno en la población infantojuvenil tiende al alza y la cifra de casos registrada entre 2012 y 2023 es un 60 % mayor que la reportada en la primera década del presente siglo.
Por otro lado, según las estimaciones de la Federación Mundial de la Obesidad, para 2025 habrá ya 310 millones de personas de cinco a 19 años con esta enfermedad; y en 2030 serán 350 millones.
Entre las causas más frecuentes, los expertos a cargo de la indagación, señalaron que están procesos como saltarse el desayuno, la exposición excesiva a las pantallas o el tabaquismo durante el embarazo, los cuales elevan la probabilidad de desarrollar obesidad en la infancia.
La investigación, a cargo de científicos de la Universidad de Sichuan en China, concluyó que la prevalencia global de obesidad en niños y adolescentes es del 8,5 %, aunque hay una gran variabilidad entre regiones.
En Vanuatu, una isla de Oceanía, la prevalencia es del 0,4 % y en Puerto Rico, del 28,4; mientras en España es del 9,28.
Además, los países de altos ingresos tienen cifras más altas de obesidad y sobrepeso, pero también entre ellos se identificaron grandes diferencias: en Estados Unidos, la prevalencia es del 18,6 % y en Japón, roza el 4 %.
La obesidad, advierte el estudio, también constituye la puerta a un mundo de enfermedades crónicas a medio y largo plazo como prediabetes, asma, hipertensión o hígado graso.
«Nuestra investigación reveló una alta prevalencia de comorbilidades en niños y adolescentes con obesidad y la prevalencia agrupada más alta se encontró en la depresión, que aproximadamente uno de cada tres niños con obesidad podría experimentar, seguida de la hipertensión, con una prevalencia agrupada del 28 por ciento», puntualizaron.
11 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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El Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica fue anunciado hoy en Oviedo, donde el jurado galardonó a expertos que desarrollaron fármacos contra la diabetes y la obesidad.
Los especialistas proceden de Estados Unidos, Canadá y Dinamarca, considerados referentes mundiales en el campo de la endocrinología. Son ellos, Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov.
«Las investigaciones de los científicos laureados han establecido las bases endocrinas de la diabetes y la obesidad, patologías prominentes que son un problema global de salud pública sin tratamiento efectivo hasta la fecha», destacó el jurado.
En un primer momento, los científicos desarrollaron un tratamiento para la diabetes, el cual posteriormente se aplicó con éxito a la lucha contra la obesidad y el sobrepeso. También, resultó útil frente a patologías asociadas, a la sazón cardiovasculares.
De forma separada, aunque con un nivel de coordinación e intercambio de criterios, Habener y Drucker desde Estados Unidos, y de forma paralela la bioquímica Mojsov, se enfocaron en nuevos tipos de hormonas intestinales relacionadas con la obesidad.
En tanto, en Holst descubrió en la Universidad de Copenhague que los niveles de insulina se disparaban y los niveles de azúcar disminuían en pacientes sometidos a una cirugía intestinal y relacionó esos cambios con varias hormonas.
05 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El doctor en Biomedicina Marc Schneeberger sostiene que un mensaje de salud pública fuerte será en el futuro «mucho más efectivo» contra la obesidad que medicamentos como los análogos del GLP-1, cuyo consumo está en auge, y advierte de que, un año después de consumir estos fármacos, se vuelve «exactamente al mismo peso en el que se estaba».
Schneeberger, que lidera un grupo de investigación en el laboratorio de control neurovascular de procesos homeostáticos en la Universidad de Yale (Estados Unidos), señala en una entrevista con EFE que estos fármacos son la «solución a un problema ya existente» de obesidad.
Sin embargo, aboga por la educación y un estilo de vida «balanceado» para prevenirla y, con ella, otras patologías asociadas como el estrés, la ansiedad o el déficit cognitivo.
El trabajo de este científico, natural de Lloret de Mar (Girona), intenta describir cómo el sistema nervioso controla el balance energético y el metabolismo, comunicándose con múltiples tejidos periféricos, con el objetivo de resolver situaciones patofisiológicas como la obesidad, que quintuplica el riesgo de padecer alzhéimer.
El Premio de Investigación Científica Princesa de Girona 2023, que ha acudido a Santander para asistir a la proclamación de un nuevo ganador de este galardón, reconoce que las terapias con análogos de GLP-1 para reducir el peso corporal son «efectivas», pero recalca que la mejor fórmula sigue siendo una alimentación adecuada y ejercicio.
«Siempre es mucho más efectivo prevenir que curar», recuerda, entre otros motivos por la relación entre el aumento de peso y su impacto negativo en el desarrollo cerebral, que, apunta, se desconoce «si es cien por cien reversible». «Hubiera sido mucho más efectivo (que esos fármacos) evitar aumentar el peso y que no se llegara a estas situaciones de obesidad», aconseja.
Volver a «cenar como un mendigo»
España es el país con más obesidad infantil de Europa y hay comunidades autónomas que ya tienen entre un 30 y un 40 % de niños con sobrepeso, un problema teniendo en cuenta que los cambios nutricionales durante el desarrollo de la persona afectan «de forma muy dramática a lo que será la estructura de la funcionalidad cerebral de cada individuo», por lo que llama a actuar.
«Vendemos que vivimos en una dieta mediterránea, pero no nos tomamos el tiempo para comer», lamenta Schneeberger, quien percibe un problema de «falta de comunicación» de lo importante que es una buena nutrición.
Y pide volver al dicho popular de «desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo». «Hemos pasado lo opuesto y volver a ese estilo de vida (…) es importante para minimizar el impacto de estas enfermedades neurodegenerativas, que están en auge», incide.
El trabajo, estar «rodeados» de alimentos procesados ricos en grasas y azúcares o el aumento de los precios son, según Schneeberger, factores que influyen en la obesidad, aunque considera que «si uno se toma el tiempo» necesario puede encontrar en el supermercado alimentos que son «positivos nutritivamente».
Educar, mejor que prohibir
Para el investigador de Yale, la educación desde edades tempranas es «fundamental» para un correcto estilo de vida y una buena alimentación.
En su opinión, es mejor opción educar que prohibir u obligar. «Puedes poder poner impuestos, obligaciones o prohibiciones, pero nunca funcionan tan bien como una buena educación», afirma.
«Mis padres, por ejemplo, tienen un bar y nunca han estudiado, pero mi padre, al ser cocinero, siempre nos transmitía a mi hermano y a mí, cuando éramos pequeños, ‘somos lo que comemos cada día’ (…) Y ese mensaje caló mucho en mí cuando era pequeño y creo que es un mensaje que sería muy fácilmente comunicable. Es muy de sentido común», agrega.
Marc Schneeberger cree que el mejor consejo que se puede dar para evitar la obesidad se resume en «una dieta baja en alimentos procesados».
También se puede «mirar al mundo animal», donde hay «alimentos ricos en fibra y azúcares y alimentos ricos en proteínas y grasas, pero no hay alimentos ricos en azúcares y grasas». «Evitándolos es cuando uno consigue ser más efectivo a nivel de dieta, y aumentando el ejercicio físico», apostilla.
26 abril 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La obesidad es actualmente la forma más común de malnutrición en la mayoría de los países y las tasas han aumentado en todas las categorías de hombres, mujeres, niños y adolescentes desde 1990, tal y como refleja un estudio publicado en ‘The Lancet‘.
Las tasas de obesidad en hombres adultos casi se han triplicado desde 1990, mientras que las tasas de obesidad en mujeres se han duplicado en ese tiempo.
Además, las tasas de obesidad en niños y adolescentes también se han cuadruplicado en ese periodo. En 2022, casi 880 millones de adultos y casi 160 millones de niños vivían con obesidad.
La prevalencia de la malnutrición en todo el mundo fue compartida por la NCD Risk Factor Collaboration, una red de científicos de la salud de todo el mundo que proporcionan y evalúan datos sobre los principales factores de riesgo para todos los países, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud.
El director Ejecutivo Asociado del departamento de Población y Ciencias de la Salud Pública del Centro de Investigación Biomédica Pennington de Baton Rouge (EEUU), Peter Katzmarzyk, fue uno de los autores que contribuyeron a esta publicación.
Los participantes en la red revisaron los datos del índice de masa corporal de más de 3.600 estudios realizados entre 1990 y 2022, determinando las tasas de malnutrición, ya sea por obesidad o por insuficiencia ponderal, de todos los países, y el grado en que los datos han cambiado a lo largo de los años. Las tasas actuales de obesidad parecen abrumadoras, pero la tendencia ha ido en esta dirección durante más de tres décadas. Con más de mil millones de personas que viven con obesidad, es importante que no hablemos de la obesidad en el vacío.
Sabemos que la obesidad puede provocar directamente comorbilidades, como hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes, cáncer y apnea obstructiva del sueño.
Si comprendemos mejor las causas profundas de la obesidad, podremos identificar formas de prevenir, tratar o incluso revertir sus efectos adversos’, ha explicado Katzmarzyk.
EEUU es el décimo país con más hombres obesos de los más de 190 países representados en este estudio, Estados Unidos ocupa el décimo lugar mundial en cuanto a prevalencia de la obesidad en los hombres, con un aumento del porcentaje de hombres del 17 por ciento en 1990 al 42 por ciento en 2022.
En el caso de las mujeres, la tasa de obesidad en 1990 era del 21 por ciento y aumentó hasta el 44 por ciento en 2022, situándose en el puesto 36 del mundo.
Por su parte, en los niños, la tasa de obesidad aumentó del 11,5 por ciento en 1990 al 22 por ciento en 2022, lo que sitúa a EEUU en el puesto 26Âú del mundo. La tasa de obesidad femenina en EEUU es la 22ª más alta del mundo, con un aumento del 12 por ciento en 1990 al 19 por ciento en 2022.
Los resultados se hacen eco de la prevalencia de la obesidad a niveles granulares, ya que, en 2020, el 38 por ciento de los adultos de Luisiana se enfrentan a la obesidad, según County Health Rankings and Roadmaps.
Los resultados de este estudio afirman rotundamente el valor de la misión de Pennington Biomedical’, declaró el director ejecutivo de Pennington Biomedical, John Kirwan, quien ha añadido que ‘con el aumento de la prevalencia de la obesidad a lo largo de las décadas, seguimos firmes en nuestro compromiso de promover la salud metabólica, eliminar las enfermedades metabólicas, descubrir los factores desencadenantes de la obesidad y mejorar la salud de todas las personas.
Durante el mismo periodo, las tasas de niños, adolescentes y adultos con peso inferior al normal descendieron a escala mundial, y en algunos países africanos la tasa de insuficiencia ponderal de los hombres se redujo drásticamente.
Tanto la obesidad como la insuficiencia ponderal son formas de malnutrición, y las tasas de obesidad son superiores a las de insuficiencia ponderal de niños en dos tercios de los países del mundo.
Ver artículo: NCD Risk Factor Collaboration. Worldwide trends in underweight and obesity from 1990 to 2022: a pooled analysis of 3663 population-representative studies with 222 million children, adolescents, and adults.The Lancet[Internet].2024[ citado 29 mar 2024]. DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(23)02750-2
Madrid, 27 marzo 2024|Fuente: Europa Press| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
mar
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Según un nuevo estudio publicado en ‘The Lancet’, más de 1.000 millones de personas (niños, adolescentes y adultos) en el mundo viven con obesidad, es decir, una de cada ocho personas; además, el 43 por ciento de los adultos tiene sobrepeso, según datos de 2022. Estas tendencias, junto con la disminución de la prevalencia de personas con peso por debajo de lo normal desde 1990, hacen que la obesidad sea la forma de malnutrición más común en la mayoría de los países. Read more
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Las nuevas incretinas orales en desarrollo pueden ser la palanca que facilite el acceso al tratamiento farmacológico de la obesidad a los pacientes que lo necesitan.
Tras la alta eficacia que están demostrando los medicamentos para la obesidad basados en las incretinas, el siguiente gran hito puede ser el desarrollo de compuestos que exploran esta vía de las hormonas del aparato digestivo, pero son de administración oral. Este tipo de fármacos permitirían pasar del pinchazo subcutáneo semanal a la pastilla diaria.
La consultora Evaluate revela que hay una docena de medicamentos antiobesidad orales incretinomiméticos en desarrollo clínico para diabetes y/o obesidad, de compañías como Novo Nordisk, Lilly, Pfizer, AstraZeneca y Roche (tras la compra de Carmot), entre otras más pequeñas y apenas conocidas.
La mayoría de estos compuestos están en fase I y II y actúan como agonistas del GLP-1. Solo tres tienen un mecanismo de acción dual: dos son agonistas del GLP-1 y GIP (un candidato de Novo Nordisk y otro de Viking Therapeutics), y hay un tercer agonista dual de Novo Nordisk, del GLP-1 y amilina (la amicretina).
El péptido similar al glucagón-1, o GLP-1, es la hormona intestinal más explorada en el desarrollo de este tipo de medicamentos. Los análogos del GLP-1 llevan quince años comercializados en España para diabetes tipo 2, y han pasado en este tiempo de la administración dos veces al día, a la diaria y, sobre todo ahora, semanal. Junto con sus beneficios en el control glucémico y la pérdida de peso, también han demostrado beneficios cardiovasculares.
El primer agonista dual del GLP-1 y GIP, la tirzepatida, de Lilly, autorizado en diabetes tipo 2 y obesidad, se espera que llegue a España en 2024, anuncia Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) y jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Arnau de Vilanova (Lleida).
«La llegada de análogos del GLP-1 orales facilita la democratización del tratamiento a todos los pacientes que pueden beneficiarse de él. Sin duda, la administración por vía subcutánea ha frenado su prescripción, que habitualmente se ha limitado a los especialistas de Endocrinología y Nutrición», reflexiona el experto.
«La terapia oral ayuda a llegar al paciente de manera más temprana y sencilla», coincide Cristóbal Morales, endocrinólogo e investigador de los hospitales Virgen de la Macarena y Vithas Sevilla. «Para los clínicos tiene una gran importancia, porque permite que el paciente pueda elegir la terapia que mejor le convenga a su estilo de vida».
PRIMER GLP-1 ORAL
Novo Nordisk tiene la primera y única incretina oral comercializada. El antidiabético Rybelsus contiene el mismo principio activo (la semaglutida) que los medicamentos inyectables Ozempic, para diabetes, y Wegovy, para obesidad.
La semaglutida oral, disponible en España para diabetes tipo 2 desde enero de 2022, está ultimando su desarrollo clínico en obesidad, pero ya tiene resultados en fase III a 68 semanas que muestran que la dosis de 50 mg es capaz de reducir un 15,1% el peso corporal. Morales califica estos resultados de pérdida de peso de «muy importantes».
En diabetes tipo 2, «es un fármaco ideal», expone Lecube, «porque ayuda considerablemente a normalizar los niveles de glucemia al tiempo que permite un mejor control del peso, que es un factor fundamental para los pacientes».
Al ser un péptido, hay ciertas precauciones que hay que guardar en su administración: se debe tomar con el estómago vacío, con poca cantidad de agua, y hay que esperar al menos otros treinta minutos antes de comer, beber o tomar otros alimentos orales.
De esta manera se limita su degradación en el tubo digestivo o interferencias con su absorción, explica Andreea Ciudin, coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de investigación en Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR).
Si los pacientes entienden y respetan cómo se debe tomar la semaglutida oral, «la experiencia global y la tolerancia son buenas», comprende Ciudin. «Aunque», alerta, «como sucede con los inyectables, hay personas que no responden al tratamiento o tienen reacciones adversas, la mayoría del tracto gastrointestinal, como náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, por lo general autolimitadas, pero cada persona es un mundo».
ORFORGLIPRON
La nueva generación de incretinas orales, al no ser péptidos, no precisan guardar precauciones especiales en su administración; pueden tomarse en cualquier momento del día sin necesidad de ayuno. Dentro de nuevo grupo de agonistas orales no peptídicos del GLP-1 el candidato más avanzado en el desarrollo clínico es orforglipron, de Lilly.
Esta molécula se investiga en tres ensayos de fase III en obesidad y cinco en diabetes, cuyos resultados se espera que se vayan publicando a lo largo de 2025. En fase II, este compuesto, dependiendo de la dosis, alcanzó una disminución media en el peso de entre el 8,6% y el 12,6% a las 26 semanas de tratamiento. «Son también resultados de pérdida de peso muy importantes, y ya hemos empezado en España los estudios de fase III», resalta Morales.
En diciembre se comunicaron resultados de fase I/II del candidato de Structure Therapeutics GSBR-1290. Los datos en pacientes obesos o con sobrepeso, considerados decepcionantes por los analistas en contraposición con el orforglipron, muestran pérdidas del peso corporal de entre 3,3 % y 3,5 % después de 12 semanas de tratamiento.
INYECTABLES ‘VS’ ORALES
Disponer de versiones orales de los incretinomiméticos presenta ventajas más allá de las obvias para aquellos pacientes que prefieren evitar las agujas. «Es mucho más fácil convencer a un paciente que opte por una administración oral frente a la inyectada, lo que sin duda tiene consecuencias en su adherencia», señala Lecube.
Por contra, para quienes el pinchazo no es una barrera, la administración de los inyectables «una vez a la semana, a cualquier hora», puede resultar «cómoda», apunta Ciudin.
A dosis equivalentes, la biodisponibilidad con el inyectable es mucho mayor que con los orales. «La potencia es mayor por la vía subcutánea, aunque este es un problema que podrá compensarse con la comercialización de dosis orales mayores», observa Lecube.
De la misma manera que el efecto se mantiene durante más tiempo con los inyectables, también los efectos adversos, agrega Ciudin. La pastilla diaria permite evitarlos de forma mucho más fácil (basta con no tomarse el tratamiento al día siguiente), que la inyección semanal.
Ver más información: Pratt E, Ma X, Liu R, Robins D, Haupt A, Coskun T, et al. Orforglipron (LY3502970), a novel, oral non-peptide glucagon-like peptide-1 receptor agonist: A Phase 1a, blinded, placebo-controlled, randomized, single- and multiple-ascending-dose study in healthy participants. Diabetes Obes Metab[Internet]. 2023[citado 3 ene 2024];25(9):2634-2641. doi: 10.1111/dom.15184. Epub 2023 Jun 21. PMID: 37344954.
4 ene 2024|Fuente: Diario Médico| Tomado de |Endocrinología