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Los Estados que forman parte del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) han dado un paso importante para llegar a un acuerdo sobre el paquete de enmiendas que se presentará a la Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará del 27 de mayo al 1 de junio.
Así se ha dado a conocer tras la octava reunión del Grupo de Trabajo sobre Enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (GTIHR), que ha sido suspendida el pasado viernes hasta el 16 de mayo.
Las enmiendas, propuestas por los Estados Partes del RSI a raíz de la pandemia de Covid-19 para fortalecer la capacidad de la comunidad internacional para detectar y responder a las amenazas pandémicas, se discutirán más a fondo en la octava reunión que se reanudará los días 16 y 17 de mayo con miras a finalizar un paquete acordado para presentarlo a la Asamblea Mundial de la Salud en mayo para su consideración y, si se acuerda, su adopción formal.
«El Reglamento Sanitario Internacional ha sido la piedra angular de la seguridad sanitaria mundial durante décadas, pero la pandemia de Covid-19 demostró la necesidad de fortalecerlo en algunas áreas para que sea adecuado a su propósito», ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Los países están aprovechando esta oportunidad histórica para proteger a las generaciones futuras del impacto de las epidemias y pandemias, con un compromiso con la equidad y la solidaridad», ha señalado.
Esta octava reunión del Grupo de Trabajo sobre Enmiendas al RSI (GTIDH) comenzó el 22 de abril y se ha suspendido este sábado. Si bien el proceso se lleva a cabo junto con las negociaciones del primer acuerdo mundial sobre pandemias para fortalecer la colaboración global entre los gobiernos para prepararse, prevenir y responder a las pandemias, en el GTIHR8 se propuso que se presentaran dos Resoluciones separadas sobre los dos procesos a la Asamblea Mundial de la Salud. Las negociaciones sobre el acuerdo pandémico se reanudarán este 29 de abril y continuarán hasta el 10 de mayo.
Durante la octava reunión del GTHIH, se lograron avances sustanciales en la finalización del paquete de enmiendas a medida que los Estados Partes alcanzaron acuerdos en áreas críticas.
La copresidenta del GTHI, la doctora Ashley Bloomfield, ha dicho que «el trabajo para reforzar las defensas globales contra emergencias y riesgos de salud pública, mediante el acuerdo de un conjunto más sólido de Reglamentos Sanitarios Internacionales, refleja tanto los riesgos que enfrenta el mundo altamente interconectado, como el reconocimiento y la disposición de los países para garantizar que sus ciudadanos estén mejor protegidos».
El copresidente del WGIHR, el doctor Abdullah Assiri, ha dicho que las enmiendas propuestas al RSI son fácilmente implementables y reconocen la importancia de la equidad para garantizar una respuesta global efectiva. «La pandemia de Covid-19 mostró al mundo que los virus con potencial pandémico no respetan las fronteras nacionales», ha afirmado el doctor Assiri.
«La modificación del RSI refleja la necesidad crítica de reforzar nuestras defensas colectivas contra los riesgos actuales y futuros para la salud pública, de modo que la salud de las personas, las sociedades y las economías puedan estar mejor protegidas, respetando y adhiriéndose firmemente al principio de soberanía nacional», ha añadido.
La octava reunión del WGHIR se reanudará en una sesión final de dos días los días 16 y 17 de mayo para continuar y concluir el trabajo del Grupo de Trabajo de acuerdo con el mandato de la Asamblea de la Salud.
El RSI tiene 196 Estados miembros. Estas partes han liderado el proceso de modificación del RSI. El Reglamento se ha negociado con arreglo al Artículo 21 de la Constitución de la OMS. Cualquier enmienda entrará en vigor para todos los Estados, después de un período determinado, excepto aquellos que notifiquen al director general de la OMS su rechazo o reserva.
29 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Durante la pandemia de Covid-19 en todo el mundo hubo un uso excesivo de antibióticos, lo que puede haber exacerbado la propagación «silenciosa» de la resistencia a los antimicrobianos, comunicó hoy la OMS.
El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) parte de nuevas pruebas basadas en registros de la Plataforma Clínica Mundial para Covid-19, un repositorio de datos clínicos anónimos y estandarizados a nivel individual de pacientes hospitalizados con el coronavirus.
Por esta vía se recopilaron datos de unos 450 000 pacientes ingresados en 65 países durante un período de tres años, entre enero de 2020 y marzo de 2023.
Esto permitió conocer que si bien solo el ocho por ciento de los hospitalizados con la enfermedad tenían coinfecciones bacterianas que requerían antibióticos, tres de cada cuatro, o alrededor del 75 %, fueron tratados con antibióticos «por si acaso» ayudaban.
El empleo de antibióticos osciló entre el 33 % en los pacientes de la Región del Pacífico Occidental y el 83 % en las Regiones del Mediterráneo Oriental y África.
Entre 2020 y 2022, las recetas disminuyeron con el tiempo en Europa y América, mientras que aumentaron en África.
La tasa más alta de uso de estos medicamentos se observó entre pacientes graves o críticos, con un promedio global del 81 %.
Mientras, en los casos leves o moderados, hubo una variación considerable entre regiones, con el mayor empleo en África (79 %).
Cuando un paciente requiere antibióticos, los beneficios a menudo superan los riesgos asociados con los efectos secundarios o la resistencia a los antibióticos, explicó la doctora Silvia Bertagnolio, jefa de la Unidad de Vigilancia, Evidencia y Fortalecimiento de Laboratorios de la División de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS.
«Sin embargo, cuando son innecesarios, no ofrecen ningún beneficio y plantean riesgos, y su uso contribuye a la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos», afirmó.
Estos datos, dijo la experta, exigen mejoras en el uso racional de los antibióticos para minimizar las consecuencias negativas innecesarias para los pacientes y las poblaciones.
En general, el uso de antibióticos no mejoró los resultados clínicos de los pacientes con Covid-19, más bien, podría causar daño a las personas sin infección bacteriana, en comparación con aquellas que no reciben antibióticos, apuntó la OMS en su reporte.
26 abril 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El número de contagios del Covid-19 en Tailandia ha aumentado tras las celebraciones del Songkran, ya que la cepa JN.1 sigue siendo dominante en el país, informó el Departamento de Control de Enfermedades (DDC en inglés).
Se registraron más de 1 000 nuevos pacientes hospitalizados por el Covid-19, un promedio diario de 143 nuevos casos y tres muertes en la semana que finalizó el 20 de abril, dijo el director general del DDC, Thongchai Keeratihattayakorn, citado por los medios locales.
Los fallecidos están en el grupo de riesgo que abarca a las personas mayores, aquellas con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas.
Además de muchas fiestas y reuniones durante las festividades de Songkran, Thongchai dijo que los casos de pacientes hospitalizados aumentaron porque los infectados, en su mayoría, mostraban síntomas leves similares a los de la gripe y no eran conscientes de su infección y, por lo tanto, no se aislaron. La subvariante JN.1 de la variante Ómicron de Covid-19 sigue siendo la cepa dominante en Tailandia.
Desde que se confirmó el primer caso de la cepa JN.1 en Tailandia a finales del año pasado, no hay indicadores de que cause síntomas más graves que la variante Ómicron, dijo Thongchai, citando datos del Departamento de Ciencias Médicas.
Los infectados con la cepa JN.1 tienen síntomas similares a los de enfermedades respiratorias comunes, como fiebre, tos, dolor de garganta, dolores corporales, dolores de cabeza y secreción nasal, agregó.
22 abril 2024|Fuente: VNA |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Del 11 al 17 de abril Italia registró 538 casos de Covid-19 y nueve muertes por esa enfermedad, cifras menores en un 16,7 y un 40,0 por ciento, respectivamente, a las de la semana previa, indica hoy un parte.
De acuerdo con una nota divulgada por el Instituto Superior de Sanidad (ISS), en esa última etapa se realizaron 107 539 pruebas para detectar la presencia del virus SARS-CoV-2, y la tasa de positividad fue del 0,5 por ciento, similar a la de los siete días anteriores.
Por otra parte, el índice de transmisibilidad (Rt) de esta enfermedad fue de 0,96, por debajo del umbral epidémico, lo cual representa una disminución en relación con el de 1,01, informado en el reporte de la semana pasada.
Sobre la base de los datos informados por el ISS en este último parte, en Italia se mantienen positivas a la enfermedad 155 600 personas, de las cuales 154 878 están aisladas en sus hogares, mientras 700 se encuentran ingresadas en salas generales de los hospitales y 22 en cuidados intensivos.
En este país, con casi 59 millones de habitantes se infectaron con el virus SARS-CoV-2, desde el inicio de la pandemia de Covid-19, el 30 de enero de 2020, un total de 26 724 435 personas, de las cuales se recuperaron de esa enfermedad 26 372 324 y fallecieron 196 511 contagiados.
21 abril 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) examinaron a pacientes con COVID-19 en todo Estados Unidos que sobrevivieron a algunas de las batallas más largas y desgarradoras contra el virus y descubrieron que alrededor de dos tercios todavía tenían problemas físicos, psiquiátricos y cognitivos hasta un año después.
El estudio, que aparece en la revista Critical Care Medicine, revela el impacto que alteró la vida del SARS-CoV-2 en estas personas, la mayoría de las cuales tuvieron que ser conectadas a ventiladores mecánicos durante un promedio de un mes.
Demasiados enfermos para ser dados de alta a un hogar de ancianos especializados o a un centro de rehabilitación, estos pacientes fueron trasladados a hospitales especiales conocidos como hsopitales de cuidados intensivos a largo plazo (LTACH, por sus siglas en inglés). Estos hospitales se especializan en desconectar a los pacientes de los ventiladores y brindar atención de rehabilitación, y fueron una parte crucial de la respuesta a la pandemia.
Entre los 156 participantes del estudio, el 64 % informó tener un deterioro persistente después de un año, incluido el físico (57 %), respiratorio (49 %), psiquiátrico (24 %) y cognitivo (15 %). Casi la mitad, o el 47 %, tenía más de un tipo de problema. Y el 19 % siguió necesitando oxígeno suplementario. El seguimiento a largo plazo ayuda a esbozar el alcance de los problemas médicos que experimentaron quienes enfermaron gravemente de COVID al principio de la pandemia.
«Tenemos millones de supervivientes de la enfermedad COVID más grave y prolongada en todo el mundo» expone el primer autor del estudio, Anil N. Makam profesor asociado de medicina en la UCSF. «Nuestro estudio es importante para comprender su recuperación y sus deterioros a largo plazo, y para proporcionar una comprensión matizada de su experiencia que les cambió la vida».
Con este fin, los investigadores reclutaron a 156 personas que habían sido transferidas por COVID a uno de los nueve LTACH en Nebraska, Texas, Georgia, Kentucky y Connecticut entre marzo de 2020 y febrero de 2021. Los interrogaron por teléfono o en línea un año después de su hospitalización. La duración total promedio de la estancia en el hospital y el LTACH para el grupo fue de aproximadamente dos meses. Su edad promedio era de 65 años y la mayoría dijo que estaban sanos antes de contraer COVID.
Además de sus dolencias persistentes por COVID, los participantes también tenían problemas persistentes debido a sus largas estadías en el hospital, incluidas dolorosas úlceras por decúbito y años a los nervios que limitaban el uso de sus brazos o piernas. «Muchos de los participantes que entrevistamos estaban más molestos por estas complicaciones, por lo que evitar que ocurran en primer lugar es clave para la recuperación», apunta Makam.
Aunque el 79 % dijo que no había vuelto a su salud habitual, el 99 % había regresado a su casa y el 60 % de los que habían estado empleados anteriormente dijeron que habían vuelto a trabajar. Los resultados subrayan que es normal que alguien que ha sobrevivido a una enfermedad tan trave tenga problemas de salud persistentes.
«Las deficiencias duraderas que observamos son comunes a los sobrevivientes de cualquier enfermedad crítica prolongada, y no son específicas de la COVID, y se abordan mejor mediante rehabilitación multidisciplinaria», concluye Makam.
19 abril 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de |Noticia
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12
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió esta semana que tarde o temprano habrá una nueva pandemia y la cuestión es cuándo sucederá, ya que el mundo no está preparado para ello.
Al referirse a esa latente amenaza el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus insistió en que si no aprendemos todas las lecciones que
tenemos pendientes, «la próxima vez lo pagaremos caro».
La advertencia no es la única realizada por Adhanom, ya que el 12 de febrero de 2018 expresó su preocupación de que, en cualquier momento, pudiera ocurrir una pandemia, y menos de dos años después, en diciembre de 2019, aparecieron los primeros casos en la enfermedad generada por el coronavirus SARS-Cov-2, la Covid-19.
Luego, por los niveles alarmantes de propagación y gravedad y la inacción demostrada en los inicios para su enfrentamiento, fue declarada por la OMS una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero de 2020.
Posteriormente, el 11 de marzo la enfermedad fue clasificada como una pandemia, ante lo cual el titular de la agencia sanitaria de las Naciones Unidas afirmó que en realidad el mundo no estaba preparado.
Tal caracterización significó que la epidemia se había extendido por varios países, continentes o todo el mundo, y que afectaba a un gran número de personas.
Actualmente, después de la Covid-19, con millones de personas muertas y con efectos sociales, económicos y políticos que repercuten hasta el día de hoy, aunque con algunos avances, se repite la misma situación, expresó convencido de que tarde o temprano, otra llegará.
«La historia nos enseña que es una cuestión no de si ocurrirá, sino de cuándo lo hará, porque el problema es que corremos el riesgo de repetir el mismo ciclo que con la Covid-19″, afirmó, al tiempo que agregó que «si llegara mañana, enfrentaríamos muchos de los mismos problemas que afloraron entonces». De acuerdo con Adhanom, las dolorosas lecciones aprendidas corren el peligro de ser olvidadas, y en su opinión habrá una próxima vez.
La OMS considera que la nueva pandemia puede ser causada por un virus de la influenza (gripe), por un nuevo coronavirus o por otro patógeno que ni siquiera la humanidad conoce aún, y en cualquiera de los tres casos, esa futura causa es lo que llama Enfermedad X.
Dicho término no es desconocido, todo lo contrario fue utilizado por los expertos por primera vez en 2018 como marcador de posición para una enfermedad ignorada, pero para la cual los gobiernos pueden prepararse.
Así ocurrió con la Covid-19, era una Enfermedad X provocada por un nuevo patógeno, lo que explica que como están las cosas, el mundo sigue sin estar alistado para la próxima Enfermedad X y la próxima pandemia, concluyó el director general de la OMS.
Por eso, cuando el 5 de mayo de 2023 se anunció el término de la emergencia sanitaria global por la Covid-19, muchos no entendieron que se trataba de un fin simbólico de la devastadora crisis sanitaria que provocó confinamientos en muchos países y alteró las economías alrededor del mundo.
Si hoy la OMS advierte que habrá una nueva pandemia a partir de una Enfermedad X o Z, cualquiera que sea es razón suficiente para no bajar la guardia, desmantelar los sistemas construidos o enviar el mensaje de que el mundo se preocupa y se prepara, porque además la propia Covid-19 siendo una amenaza significativa.
10 abril 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. |Noticia