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12
Un ensayo clínico llevado a cabo en Brasil cuestiona la implementación de la telemedicina guiada por un médico en las unidades de cuidados intensivos (UCI), pues se ha comprobado que no reduce la duración de la estancia de los pacientes.
Son las conclusiones de un ensayo clínico en Brasil liderado por el Hospital Israelita Albert Einstein de São Paulo, en colaboración con el Ministerio de Salud brasileño (programa PROADI-SUS) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro apoyado por la Fundación «la Caixa».
Los resultados, publicados en la revista JAMA, sugieren que aún queda por definir cuál es el mejor modelo para la prestación de teleasistencia en la UCI, ha informado este miércoles el ISGlobal.
El cuidado de pacientes en estado crítico suele requerir de un equipo con médicos de cuidados intensivos, pero estos especialistas escasean en todo el mundo, sobre todo fuera de las grandes ciudades.
Una solución propuesta es la telemedicina, en la que los médicos dirigen a distancia los cuidados en las unidades de cuidados intensivos (tele-UCI).
«A pesar de lo prometedor de la telemedicina y de su creciente uso, ningún estudio a gran escala había probado si este enfoque puede mejorar realmente los resultados de los pacientes en las UCI», ha afirmado el investigador de ISGlobal Otavio Ranzani.
Para comprobarlo, se llevó a cabo el estudio TELESCOPE, financiado por el Ministerio de Sanidad brasileño, con la participación de 30 UCI de Brasil.
La mitad de las UCI siguieron sus rutinas asistenciales habituales, mientras que la otra mitad recibió, además de los cuidados habituales, rondas diarias de telemedicina, que consistían en reuniones entre el intensivista a distancia y el equipo local para discutir posibles diagnósticos, planes de tratamiento y problemas.
El especialista también facilitaba al equipo médico pautas de tratamiento actualizadas y celebraba sesiones virtuales mensuales para revisar los indicadores de calidad de la UCI.
Más de 17 000 pacientes en estado crítico participaron en el ensayo, que se desarrolló entre junio de 2019 y julio de 2021.
Las conclusiones del estudio es que la estancia media en la UCI fue prácticamente la misma tanto en el grupo de telemedicina como en el de atención habitual: unos 8 días.
Tampoco hubo diferencias significativas en otros resultados, como las tasas de infección o la mortalidad intrahospitalaria.
Varias razones pueden explicar por qué la telemedicina no tuvo un mayor impacto: «Es posible que pasaran por alto cuestiones relacionadas con la atención multidisciplinar (prestada por enfermeras intensivistas, terapeutas respiratorios/motores y farmacéuticos clínicos) y la gestión (proceso asistencial, flujo de pacientes, comunicación, etc.)».
«O que algunas UCI del estudio no dispusieran de recursos o personal suficientes para beneficiarse plenamente del modelo de telemedicina», ha aventurado el coautor del estudio Adriano Pereira, del Hospital Israelita Albert Einstein.
Si bien la telemedicina no redujo la estancia en las UCI en los casos estudiados, esto no significa que otros modelos no vayan a poder funcionar en otros entornos, por lo que el reto es encontrar la mejor forma de aplicar la tecnología, aclaran los investigadores.
09 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) felicitó hoy a Brasil por eliminar la filariasis linfática, comúnmente conocida como elefantiasis, como problema de salud pública.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom, resaltó en un comunicado que «es otro ejemplo del increíble progreso que hemos logrado contra las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) y brinda esperanza a muchas otras naciones que aún luchan contra la filariasis linfática de que también pueden eliminar esta enfermedad».
Se trata de una enfermedad parasitaria debilitante transmitida por mosquitos, que durante siglos ha afectado a millones de personas en todo el mundo, causando dolor, hinchazón crónica y grave, discapacidad grave y estigmatización social.
En las últimas décadas, Brasil implementó acciones integradas para eliminar la elefantiasis, como la elaboración de un plan nacional para combatir esta enfermedad en 1997, la distribución masiva de medicamentos antiparasitarios, actividades de control de vectores y una vigilancia estricta, especialmente en las zonas más afectadas.
Con estos esfuerzos, el país sudamericano logró poner fin a la transmisión de la enfermedad en 2017.
A nivel mundial, Brasil se une a otros 19 países y territorios del mundo que han sido validados por la OMS por haber eliminado la filariasis linfática como problema de salud pública.
Estos son Malawi y Togo, en la región Africana; Egipto y Yemen, en el Mediterráneo Oriental; Bangladesh, Maldivas, Sri Lanka y Tailandia, en el Sudeste Asiático; y Camboya, Islas Cook, Kiribati, República Democrática Popular Lao, Islas Marshall, Niue, Palau, Tonga, Vanuatu, Viet Nam y Wallis y Futuna, en el Pacífico Occidental.
En las Américas, tres países endémicos (República Dominicana, Guyana y Haití) aún requieren administración masiva de medicamentos para detener la transmisión y trabajan para alcanzar el objetivo de eliminación.
Además de ser el vigésimo país validado en este éxito de salud, Brasil se convirtió también en el quincuagésimo tercer país que ha eliminado al menos una ETD a nivel mundial.
01 octubre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
24
Desde inicios de enero hasta fines de agosto de 2024 se confirmaron 38 casos de fiebre amarilla y 19 defunciones en la región de las Américas, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según la última actualización epidemiológica publicada este viernes por el organismo sanitario, esto representa cinco casos y dos decesos adicionales desde el anterior informe de la OMS emitido el pasado 29 de julio.
Los 38 casos fueron registrados en cinco países de la región: Bolivia (siete casos, incluidas tres defunciones), Brasil (tres y dos, respectivamente), Colombia (ocho y cinco), Guyana (dos) y Perú (18 y nueve).
Los casos fueron notificados principalmente a lo largo de la región amazónica de Bolivia, Perú, Brasil, Colombia y Guyana.
De acuerdo con los expertos, en las Américas el riesgo de ocurrencia de brotes de fiebre amarilla es alto.
Si bien la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más exitosas para prevenir esta enfermedad, la mayoría de los casos registrados durante el 2024 no tienen antecedentes de vacunación.
Ante este panorama la OPS/OMS alienta a los Estados Miembros con áreas de riesgo para fiebre amarilla a que continúen con sus esfuerzos para fortalecer la vigilancia y la vacunación en zonas endémicas.
Advierten de la necesidad de que los países garanticen coberturas de vacunación mayores o iguales al 95 % en las poblaciones de áreas de riesgo de forma homogénea y que las autoridades sanitarias aseguren contar con un inventario de reserva estratégico que les permita mantener la vacunación de rutina y al mismo tiempo responder a eventuales brotes.
La fiebre amarilla es una grave enfermedad viral hemorrágica que representa un desafío para el profesional de la salud, pues requiere un reconocimiento temprano de signos y síntomas, que a menudo son inespecíficos y pueden simular otros síndromes febriles agudos.
Estudios clásicos sobre la historia natural de la enfermedad muestran que esta se caracteriza clínicamente por tres fases: de infección, con temperatura corporal elevada; de remisión, con la presencia de albuminuria; y tóxica, con manifestaciones hemorrágicas y signos y síntomas de insuficiencia hepática aguda, como ictericia y encefalopatía hepática.
Aún no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, por lo tanto, la detección temprana de casos sospechosos o confirmados, el monitoreo de signos vitales, las medidas de soporte vital y el manejo de la insuficiencia hepática aguda continúan siendo las estrategias recomendadas para el manejo de casos.
20 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
ago
28
El mosquito Aedes aegypti utiliza el infrarrojo para detectar y alcanzar su objetivo de picar a seres humanos, demuestra un estudio publicado hoy en Nature.
Principal trasmisor de virus como el dengue, el zika o la fiebre amarilla, en su actuar el mosquito nota primero la mínima fluctuación de dióxido de carbono en el aire, provocada por la respiración de un ser humano, una detección que se realiza a más de diez metros del sujeto.
Este insecto reacciona a la actividad locomotora e incrementa su reactividad a otros estímulos provenientes del huésped, por ejemplo, el olor de los humanos, detectable a una distancia de uno o dos metros, destacan los autores.
El Aedes aegypti posee una pobre agudeza visual, por lo que la eficacia de estas señales se ve alterada por posibles corrientes de aire. Sin embargo, el mosquito sí sabe que está cerca de alcanzar su objetivo cuando se encuentra a menos de diez centímetros de la piel humana, ya que detecta la humedad y el calor.
A juicio de los científicos, con este hallazgo se podría contribuir en el diseño de nuevas trampas más eficaces para los mosquitos.
26 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
ago
28
Una nueva variante del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) circula hoy en Brasil, según un estudio de la Universidad Federal del estado de Bahía (nordeste) y la Fundación Oswaldo Cruz.
En la publicación de la revista Memorias del Instituto Oswaldo Cruz, los investigadores revelan que encontraron cuatro registros del virus recombinante en el país, en los estados de Bahía, Río de Janeiro y Rio Grande do Sul.
Hasta el momento, no se registran infecciones por esta variante en otros países.
Según el estudio, la nueva variante combina genes de los subtipos B y C del VIH, predominantes en el gigante sudamericano, por lo que se llama virus recombinante.
«Lo que llama la atención para el surgimiento de estas formas recombinantes es la tasa de infección doble. Los individuos están contaminando y recontaminando», afirma la bióloga Joana Paixão Monteiro-Cunha, coautora de la pesquisa.
Explica que para que surgieran variantes como la relatada en el estudio, resulta necesario que dos subtipos se encuentren en un mismo organismo huésped y se reproduzcan, mezclando características genéticas de ambos.
De acuerdo con Paixão Monteiro-Cunha, los virus recombinantes pueden ser únicos cuando se encuentran en un solo individuo que pasó por una reinfección o pueden ser viables o circulantes cuando se convierten en versiones transmisibles. Es el caso de la nueva variante descubierta, bautizada como CRF146_BC.
El virus recombinante fue descubierto en 2019, durante un estudio de población en el que los investigadores, incluyendo a Paixão Monteiro-Cunha, analizaron alrededor de 200 muestras de pacientes infectados atendidos en el Hospital das Clínicas de Salvador, capital de Bahía.
Luego de encontrar la variante, compararon la información del genoma del virus con bases de datos públicas que contienen secuencias genéticas de VIH.
«Teníamos allí, en estas bases de datos, otras tres muestras que tenían exactamente la misma estructura dinámica como el virus encontrado en Bahía», recuerda la estudiosa.
Precisa que ninguno de los identificados es el «paciente cero» de la variante, aquel infectado dos veces por dos subtipos de VIH que se recombinaron. Los cuatro casos ya son resultado de la transmisión de CRF146_BC.
No se sabe si la variante tiene mayor transmisión o virulencia, es decir, si progresa más rápido a la fase de la enfermedad, llamada Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
Para Paixão Monteiro-Cunha, los investigadores solo tuvieron acceso al cuadro clínico del primer caso descubierto en Bahía y el paciente estaba bajo tratamiento con antivirales, sin indicación de que el virus recombinante sea resistente al medicamento.
Se estima que actualmente un millón de personas viven con el VIH en Brasil.
26 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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«Nos cuesta respirar», se queja Tayane Moraes, residente de Porto Velho, una ciudad de la Amazonia brasileña sumergida desde hace días en una nube de humo por los incendios récord que golpean la mayor selva tropical del planeta.
«Ese humo está arruinando nuestra nariz», dice a la AFP esta pedagoga de 30 años que, para sobrellevarlo, cuenta que bebe mucha agua y pone el humidificador en su casa.
Capital del estado de Rondonia (noroeste), cerca de la frontera con Bolivia, Porto Velho, de 460 000 habitantes, registró el martes la peor calidad del aire de todas las grandes ciudades brasileñas, según los datos del organismo de monitorización independiente IQAir.
El índice de partículas finas (PM2,5) marcaba 56,5 microgramos por metro cúbico, 11 veces más del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 14 de agosto, ese índice alcanzó un pico de 246,4 microgramos por metro cúbico, el nivel «peligroso», el máximo definido por IQAir, con sede en Suiza.
El humo de los incendios forestales tiñó el cielo de Porto Velho de gris oscuro y la ciudad luce una espesa niebla.
Por momentos resulta difícil distinguir a lo lejos edificios que en condiciones normales son perfectamente visibles, constató un equipo de AFP.
Imposible escapar del humo, incluso dentro de las viviendas.
«Es horrible, me levanté a medianoche, los ojos me ardían, el humo estaba dentro de casa», relata Carlos Fernandes, un jubilado de 62 años.
Este hombre asegura que Porto Velho vive este año su «peor episodio de humo», que atribuye a los incendios «en las zonas rurales», donde los ganaderos realizan quemas para limpiar los pastizales.
El gobierno del estado de Rondonia lanzó una campaña para concientizar a la población e instarla a que denuncie las quemas ilegales.
Sequía e incendios
De acuerdo con los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), el estado de Rondonia registró su peor mes de julio en cuanto a incendios forestales en 19 años, con 1 618 focos identificados.
Y la situación continúa empeorando, con 2 114 focos ya registrados del 1° al 19 de agosto.
Imágenes aéreas captadas por AFP muestran grandes extensiones de selva amazónica completamente calcinadas en el territorio del municipio de Cujubim, al este de Porto Velho.
Golpeada desde hace meses por una severa sequía, la Amazonia brasileña registró desde inicios del año hasta mediados de agosto un incremento de más del 110 % de focos de incendios con respecto al mismo periodo de 2023.
Las imágenes satelitales de la agencia estadounidense de observación oceánica y atmosférica (NOAA) muestran una suerte de corredor de humo que atraviesa Brasil de norte a sur, que pasa también por Bolivia y Paraguay.
Otras localidades de la región han sufrido el humo las últimas semanas, como Manaos, la mayor ciudad de la Amazonia, donde el organismo público de salud Fiocruz recomendó el uso de máscaras de protección para salir a la calle.
Riesgos para la salud
Según las autoridades de Rondonia, el humo que cubre su capital proviene también de incendios en Bolivia, al oeste, y del estado vecino de Amazonas, al norte.
«Como estamos en el centro del continente, este humo permanece aquí por mucho más tiempo», explica Cae Aires, responsable del Centro de Gestión y Operaciones de Protección de la Amazonia (Censipam) en Porto Velho, en un video publicado en la cuenta de Instagram del gobernador de Rondonia, Marcos Rocha.
En el mismo video, la infectóloga Antonieta Ferreira, del hospital infantil Cosme e Damiao de Porto Velho, da cuenta de un aumento de las crisis de asma, así como de casos de neumonía, sinusitis y conjuntivitis.
«Es complicado, sobre todo para quien tiene problemas respiratorios», suspira Beatriz Graça, una ama de casa, de 35 años. «Sería bueno que Dios enviara una buena lluvia».
21 agosto 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia