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Fumar puede ser uno de los factores de estilo de vida más importantes que afectan la rapidez con la que las habilidades cognitivas declinan a medida que se envejece, sugirió un nuevo estudio divulgado hoy.
La pesquisa fue desarrollada por investigadores del Colegio Universitario de Londres, quienes analizaron datos de 32 000 adultos de 50 años o más de 14 países europeos que respondieron a encuestas durante 10 años, según publicó Nature Communications.
Analizaron cómo las tasas de deterioro cognitivo podrían diferir entre adultos mayores cognitivamente sanos con diferentes combinaciones de comportamientos relacionados con la salud, incluido el tabaquismo, la actividad física, el consumo de alcohol y el contacto social.
La función cognitiva se evaluó de acuerdo con el desempeño de los participantes en pruebas de memoria y fluidez verbal.
Los participantes fueron agrupados por estilos de vida en función de si fumaban o no, si realizaban actividad física moderada y veían a amigos y familiares al menos una vez por semana y si bebían más o lo mismo.
Descubrieron que los estilos de vida en los que se fumaba tenían puntuaciones cognitivas que se reducían hasta un 85 % más en 10 años que en los estilos de vida en los que no se fumaba.
La excepción fueron los fumadores que tenían un estilo de vida saludable en todas las demás áreas, es decir, hacían ejercicio regularmente, bebían alcohol con moderación y socializaban regularmente; este grupo tenía una tasa de deterioro cognitivo similar a la de los no fumadores.
En opinión de la doctora Mikaela Bloomberg, autora principal del estudio, «nuestros hallazgos sugieren que, entre los comportamientos saludables que examinamos, no fumar puede ser uno de los más importantes en términos de mantenimiento de la función cognitiva».
Para las personas que no pueden dejar de fumar, nuestros resultados sugieren que adoptar otros comportamientos saludables, como el ejercicio regular, el consumo moderado de alcohol y la actividad social, puede ayudar a compensar los efectos cognitivos adversos asociados con el tabaquismo, añadió.
05 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Un organismo regulador de Australia reclamó a empresas claves de internet, como Google o Facebook, la elaboración en seis meses de códigos que detallen cómo impedirán que los niños vean pornografía y otros materiales inapropiados, una preocupación creciente entre otros gobiernos.
El Comisionado de Seguridad Electrónica (eSafety), una oficina creada para proteger a los usuarios de internet, señaló que estos códigos «se centrarán en evitar que los niños pequeños encuentren material que no están preparados para ver y que son demasiado pequeños para comprender».
«Si bien se centrarán en la pornografía, también se espera que los códigos cubran otro material de alto impacto, incluidos temas de suicidio y enfermedades graves, que podrían incluir autolesiones y trastornos alimentarios», apunta el organismo.
Los códigos deberán establecer estándares sobre cómo las tiendas de aplicaciones, redes sociales, motores de búsqueda, servicios de chat, páginas con pornografía e incluso plataformas de juegos multijugador verifican que el contenido sea adecuado para los usuarios, remarca eSafety en un comunicado publicado la víspera.
Entre las posibles medidas destacan pautas para verificar la edad del usuario, controles parentales y programas para difuminar o filtrar el contenido sexual no deseado, dijo el regulador.
«La exposición de los niños a la pornografía violenta y extrema es una gran preocupación para muchos padres y cuidadores, y ellos tienen un papel clave que desempeñar (…) Pero no todo puede recaer en ellos. Necesitamos que la industria desempeñe su papel poniendo algunas barreras efectivas», dijo la comisionada Julie Grant.
Según la representante, la edad media de los niños australianos para acceder a pornografía es de 13 años, aunque matiza que «un tercio» de ellos ya ha visto contenido pornográfico más joven «a menudo, por accidente», especialmente a través de las redes sociales como TikTok, Instagram y Snapchat.
Otros gobiernos, como el de España o el Reino Unido, también buscan la manera de proteger a los niños de la pornografía.
03 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Las autolesiones no suicidas pueden generar una adicción de riesgo extremo en los adolescentes, según el psiquiatra e investigador de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Hilario Blasco-Fontecilla.
Este investigador, junto a otros expertos internacionales, ha participado en un libro desarrollado por profesionales de la salud para dar luz y hacer una revisión a las últimas investigaciones sobre este tema.
Blasco-Fontecilla ha alertado de que «lo que puede empezar como un mecanismo de regulación emocional puede derivar en un mecanismo de recompensa», que «genera una resistencia y hace que cada vez se necesite más asiduidad o más intensidad en las autolesiones, pudiendo llevar al descontrol», ha detallado este miércoles la UNIR en una nota.
Algunos estudios, ha indicado, muestran cómo la subida de beta-endorfinas en sangre de las personas que se autolesionan puede ser similar al que se produce cuando se consume tabaco, alcohol o drogas, con lo que se puede generar una adicción.
Además, «el estado emocional que precede a las autolesiones no suicidas puede compartir los síntomas aversivos de abstinencia que experimentan otras adicciones», ha precisado.
La probabilidad de que un adolescente que se autolesiona pueda intentar el suicidio es de un 30 %, un riesgo que es aproximadamente el doble que el de un adulto.
«Es por ello por lo que los adolescentes con autolesiones no suicidas cumplen criterios suficientes para considerarlos como personas con riesgo de suicidio», ha indicado.
Ha explicado que «las autolesiones son como si el adolescente pusiera el semáforo en ámbar para pedir ayuda» y si no se acude a tiempo «el riesgo de que pase a un intento de suicidio es muy elevado».
Por ello ha incidido en la necesidad de un plan de formación específica para profesionales de Atención Primaria, por ser ellos quienes suelen detectar los primeros síntomas de autolesiones o ideación suicida entre los pacientes.
Sus datos indican que entre 2019 y 2022 un 44 % de los niños o adolescentes con conducta suicida recibió tratamiento psicológico; en esos años, el uso de las nuevas tecnologías en los intentos de suicidio aumentó del 33,5 al 51,5 %.
03 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy sus primeras directrices para dejar de consumir tabaco, un conjunto de recomendaciones para los más de 750 millones de personas que desean abandonar el dañino hábito.
Más del 60 % de los 1 250 millones de consumidores de tabaco que hay en el mundo (unas 750 millones de personas) desean abandonar el hábito, pero el 70 % no puede acceder a servicios eficaces que les ayuden debido a las carencias y la escasez de recursos de los sistemas de salud.
En las directrices el organismo recomienda un amplio conjunto de intervenciones que abarcan el apoyo para el cambio de comportamiento prestado por profesionales de la salud, los recursos electrónicos y los tratamientos farmacológicos.
Según los expertos, la combinación del tratamiento farmacológico con intervenciones sobre el comportamiento contribuye a aumentar significativamente las tasas de éxito en el abandono del consumo de tabaco.
Enfatizan que los países de ingresos bajos y medianos deben proporcionar estos tratamientos sin costo alguno o a un costo reducido a quienes los necesitan para que les resulten más accesibles.
La OMS recomienda la vareniclina, la terapia de sustitución con nicotina, el bupropión y la citisina como tratamientos eficaces para dejar de consumir tabaco.
En abril de 2024 precalificó los dos primeros medicamentos para la terapia de sustitución con nicotina: el chicle y el parche de nicotina de la empresa Kenvue.
La agencia sanitaria sugiere intervenciones conductuales, como el asesoramiento breve (de 30 segundos a tres minutos) por profesionales como recurso que se ofrezca sistemáticamente en los establecimientos de salud, junto con el apoyo más personalizado para el cambio de comportamiento a los interesados, mediante asesoramiento individual o en grupo.
Ello se puede complementar con el envío al teléfono de mensajes de texto y con otros recursos que implican la participación activa del paciente, como las aplicaciones para teléfonos inteligentes y los programas disponibles en Internet.
La OMS anima a los profesionales de la salud, los responsables políticos y las partes interesadas a incorporar y aplicar estas directrices para promover el abandono del consumo de tabaco y mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo.
02 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Las personas que padecen ansiedad doblan las posibilidades de desarrollar Parkinson, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la University College de Londres, en Reino Unido.
Los especialistas se centraron en buscar si existía un vínculo entre las personas mayores de 50 años que habían desarrollado ansiedad recientemente y un diagnóstico posterior de Parkinson, de acuerdo con el artículo publicado en el British Journal of General Practice.
El equipo utilizó datos de Atención Primaria del Reino Unido entre 2008 y 2018 y evaluó a 109 435 pacientes que habían desarrollado ansiedad después de las cinco décadas y los comparó con 878 256 controles emparejados que no la padecían.
Luego rastrearon la presencia de síntomas de Parkinson (problemas de sueño, depresión, temblor y deterioro del equilibrio), desde el momento de su diagnóstico de ansiedad hasta un año antes de la fecha de un dictamen de Parkinson, para ayudarles a comprender el riesgo de cada grupo de desarrollarla a lo largo del tiempo y cuáles podrían ser sus factores de riesgo.
Los investigadores se aseguraron de ajustar los resultados para tener en cuenta la edad, el sexo, la privación social, los factores de estilo de vida, las enfermedades mentales graves, los traumatismos craneoencefálicos y la demencia, que pueden afectar la probabilidad de desarrollar la enfermedad en personas con ansiedad.
Hallaron que el riesgo de Parkinson se multiplicaba por dos en las personas con ansiedad, en comparación con el grupo de control.
También confirmaron que síntomas como la depresión, los trastornos del sueño, la fatiga, el deterioro cognitivo, la hipotensión, el temblor, la rigidez, el deterioro del equilibrio y el estreñimiento, son factores de riesgo para desarrollar Parkinson en personas con ansiedad.
01 julio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El uso hoy de las redes sociales «vuelve adicta la mente a estar conectada», comentó la psicóloga clínica del Ministerio de Salud Sinaí Valverde, en una entrevista con el canal costarricense Teletica.
Sobre semejanzas o diferencias de ese tipo moderno de dependencia con la causada por sustancias psicoactivas como el alcohol o el tabaco, la científica explicó que las primeras «repercuten en lo biológico y neuroquímico y las segundas en lo cognitivo, sicológico y emocional».
La adicción hacia sustancias psicoactivas –explicó- cambia desde el cuerpo, que se acostumbra a ellas, necesita más para sentirse normal (entre comillas) y cuando le falta aparecen los síntomas de abstinencia por esa dependencia, «que es física y muy fuerte».
Las redes sociales afectan las funciones de lo mental y de lo emocional y eso está ligado «a cómo le prestamos atención a la memoria, al bienestar emocional en general». «Es como si la mente se volviera adicta a estar conectada todo el tiempo», añadió la académica de la Secretaría Técnica de Salud Mental del Ministerio de Salud.
La sicóloga clínica tica observa «una relación muy profunda entre el uso excesivo de las redes sociales y altos niveles relacionados con la ansiedad y la depresión, que es de pronto de lo que más hablamos, es donde el problema se ve reflejado».
Valverde analizó que estar en las redes sociales implica una constante comparación con otros, «“vista desde la idealización de dichas vidas ajenas, porque nadie está publicando lo que hace, solo las cosas bonitas».
También significa una búsqueda constante de validación a través de los «me gusta» o de los «comentar», que pueden ser positivos, «pero también generar inseguridades y ansiedad, o situaciones adversas».
La científica aludió, además, a «la conducta compulsiva de la persona, a través de su adicción o dependencia a las redes sociales. Esa necesidad constante de estar revisando y actualizando las redes, similar a otras adicciones. Necesita estar, tenerlas ahí presentes».
Hace que la persona genere –agregó- una dependencia emocional en la búsqueda de esa validación, de estar actualizado, que va a ser parte de su bienestar o que más bien afecta su bienestar mental, porque para estar bien, necesita de eso.
Para la estudiosa, ese proceso conduce «a una disminución de capacidad de concentración, a una distracción a nivel de memoria». El consumo constante de información, de redes, interfiere en la consolidación de esa memoria a largo plazo.
«Es tanta la sobrecarga de información que recibe de tanta multitarea, de lo que te dan las redes, que dificulta esa capacidad de retener o de recordar información que podría ser importante».
La sicóloga clínica confirmó, por otro lado, que los más propensos a sufrir esa dependencia a las redes «son los jóvenes, los menores de edad, la fase de niñez y adolescencia, porque son quienes entran en un proceso de construcción de identidad».
30 junio 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia