medicamentos adulto mayorLos fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés) podrían prevenir la incidencia de la enfermedad tiroidea autoinmune (AITD, por sus siglas en inglés) en los pacientes con artritis reumatoide (AR), según un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Internal Medicine.

Kristin Waldenlind, M.D., Ph.D., del Instituto Karolinska en Estocolmo, y sus colegas examinaron si los DMARD, como se usan para la AR, podrían reducir el riesgo de AITD incidente. El análisis incluyó a 13.731 pacientes con AR de nueva aparición identificados en el Registro de Calidad de Reumatología de Suecia (2006 a 2018) y 63.201 controles de la población general.

Los investigadores encontraron que el 2,3 por ciento de los pacientes con AR y el 2,9 por ciento de la población general desarrollaron AITD, lo que corresponde a una incidencia de 3,7 frente a 4,6 por cada 1.000 años-persona (cociente de riesgo, 0,81). La disminución del riesgo de AITD incidente entre los pacientes con AR fue más pronunciada entre los pacientes tratados con DMARD biológicos en comparación con la población general (cociente de riesgo, 0,54). Entre los pacientes con AR tratados con DMARD biológicos, los inhibidores del factor de necrosis tumoral se relacionaron con la disminución más pronunciada de la AITD (cociente de riesgos instantáneos, 0,67).

«En contraste con el aumento de la prevalencia de AITD en pacientes con AR en el momento del diagnóstico, nuestros resultados indican que el riesgo de AITD disminuye después del diagnóstico de AR», escriben los autores.

Ver más información:  Waldenlind K, Delcoigne B, Saevarsdottir S, Askling J. Disease-modifying antirheumatic drugs and risk of thyroxine-treated autoimmune thyroid disease in patients with rheumatoid arthritis. J Intern Med [Internet]. 2023[ citado 28 dic 2023]. https://doi.org/10.1111/joim.13743

29 diciembre 2023 | Fuente: HealthDay | Tomado Noticias de Salud | Rheumatology

estilo saludableLa mejora cognitiva del adulto mayor está asociada a la actividad física, compromiso social, control de la presión arterial y la diabetes, reveló hoy una fuente especializada. ‘Los cambios personalizados en la salud y el estilo de vida pueden retrasar o incluso prevenir la pérdida de memoria en los adultos mayores de mayor riesgo’, subrayaron los investigadores de la Universidad de California San Francisco y Kaiser Permanente Washington, Estados Unidos. Enfocar de manera diferente a cada individuo, tratarlos de manera personalizada sería más eficaz para lograr una mejoría cognitiva o prevenir la demencia, insistieron los científicos citados por la revista JAMA Internal Medicine.

A diferencia de los medicamentos antiamiloides, los programas de reducción de riesgos basados actividad física, compromiso social, control de la presión arterial y la diabetes suelen ser menos costosos. Estos, además, ni tienen criterios estrictos de elegibilidad ni requieren un seguimiento exhaustivo para detectar efectos secundarios, explicaron los expertos.

Ver más información: Yaffe K, Vittinghoff E, Dublin S, Peltz CB, Fleckenstein LE, Rosenberg DE, et al. Effect of Personalized Risk-Reduction Strategies on Cognition and Dementia Risk Profile Among Older Adults: The SMARRT Randomized Clinical Trial. JAMA Intern Med[Internet].2023[citado 2 dic 2023]. doi:10.1001/jamainternmed.2023.6279.

4 diciembre 2023|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

OnusidaAmérica Latina está ante una «oportunidad única» para prevenir y acabar con el sida, enfermedad que causó la muerte de 27 000 personas y 110 000 nuevos contagios en 2022, señaló en una entrevista, la directora de Onusida para América Latina y el Caribe, Luisa Cabal.

«Creo que tenemos una oportunidad única, tenemos un compromiso político que se plasmó en la declaración política de 2021, que marca una ruta hacia el 2030 con una meta de poner fin al sida como desafío de salud pública», subrayó Cabal, que este miércoles inicia una misión oficial a Honduras, donde permanecerá hasta el viernes.

Para ello, la región cuenta con «todos los beneficios que la ciencia nos ha brindado no solo con respecto al tratamiento, sino con respecto a la prevención», señaló.

En 2022 Latinoamérica registró 110 000 nuevas infecciones, 27 000 personas fallecieron a causa del sida y 2,2 millones vivían con el virus, según datos del informe anual del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), citados por Cabal.

La alta funcionaria de la ONU celebró que los fallecimientos a causa del sida bajaron un 32 % en Latinoamérica entre 2010 y 2022, aunque lamenta que las nuevas infecciones por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en la región aumentaron un 8 % desde 2010.

«Hemos podido ampliar el acceso a antirretrovirales en nuestra región, pero también tenemos una crisis de prevención«, enfatizó, al tiempo que aseguró que la educación sexual integral, el uso del preservativo y la profilaxis preexposición (PreP) contribuyen a prevenir nuevas infecciones del VIH/sida.

Estigma deriva en diagnóstico tardío

El 93 % de las nuevas infecciones el año pasado correspondieron a hombres que tienen sexo con hombres, mujeres trans, trabajadora sexuales, personas que usan drogas o que están presas, precisó Cabal.

La estigmatización o el diagnóstico tardío siguen acechando a esta enfermedad, pero los avances hacen pensar que se puede «disminuir aún más» el número de fallecidos por sida en la región, subrayó la funcionaria.

Resaltó la importancia de que las personas tengan acceso a pruebas médicas y los autotest de detección de VIH/sida, así como a los servicios y tratamientos.

«Nuestra región aún tiene que hacer mucho más por incluir a las poblaciones que han sido dejadas atrás, hablamos también de esta crisis de exclusión, si invertimos más en campañas (..) para que las enfermeras, el personal de salud no estigmaticen por el VIH, habremos recorrido un importante camino», sostuvo Cabal.

Señaló que el «gran llamado» de la Agenda 2030 de Naciones Unidas es «no dejar a nadie atrás e incentivar un ambiente de inclusión, de no discriminación, y esto es fundamental para bajar las cifras de nuevas infecciones y que las personas afectadas puedan verdaderamente acceder a los servicios».

Más apoyo a las comunidades que trabajan en la prevención

Cabal agregó que no se puede «ser complaciente» con las cifras obtenidas y que se debe «estar más vigilante y poner más foco a las acciones» para acabar con el sida en la región.

En las últimas cuatro décadas, destacó, las comunidades han liderado la lucha por el acceso al tratamiento, al diagnóstico oportuno y al combate del estigma y la discriminación contra las personas con VIH/sida.

La directora de Onusida pidió apoyar «ahora más que nunca» con financiamiento las iniciativas de organizaciones lideradas por comunidades que trabajan en la prevención y el tratamiento del VIH/sida.

Instó además a los países a invertir más en el acceso de tratamiento entre las embarazadas para disminuir el número de transmisiones de VIH a niños, y «no dejar atrás» a la población de minorías étnicas.

2 diciembre 2023 | Fuente: Sintesis.com | Tomado de |Mundo Salud

diciembre 2, 2023 | gleidishurtado | Filed under: Problemas de Salud | Etiquetas: , , , , , , , |

alimentos polifenolesUn estudio del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla ha constatado que el consumo alimentario de polifenoles ayuda a prevenir el ictus. El estudio, publicado en forma de comunicación libre en Neurology Perspectives, en el marco de la LXXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), constata que la detección precoz de los síntomas y la introducción de medidas terapéuticas han revolucionado el manejo de estos pacientes, y que el control de factores de riesgo también contribuye a la disminución de la mortalidad y la discapacidad de las personas que sufren ictus, señalando que, dentro de estos factores de riesgo, la alimentación tiene un papel fundamental.

En esta línea el grupo de investigación neurovascular del Hospital Universitario Virgen Macarena ha concluido recientemente un estudio clínico que pondera los efectos positivos del consumo de la salicornia. Esta planta, conocida como ‘espárrago de mar’ por su forma y su proliferación en terrenos salados, parece ser eficaz para prevenir y tratar enfermedades neurovasculares como el ictus. La clave parece estar en su alto contenido en polifenoles y su gran capacidad antioxidante y antiinflamatoria. El análisis de los datos recogidos muestra que esta planta podría ser beneficiosa para la salud vascular. Los investigadores anuncian que, en estos momentos, están en activo los estudios con salicornia en pacientes con ictus y que esperan tener los resultados preliminares en el primer semestre del próximo año.

El grupo de investigación del hospital sevillano, convencido de la importancia de la alimentación en la prevención del ictus, iniciará próximamente otro estudio donde se evaluará la seguridad y eficacia de otros compuestos de alto contenido en polifenoles a partir de la piel del aguacate, el kale y el aceite de oliva virgen extra, ampliando el estudio también a observar los efectos de la sustitución de sal sódica por sal potásica.

Referencia

Nájar Moyano A, Acevedo Aguilera M, López Ázcarate C, Romero Bernal M, Domínguez Ruiz C, de Torres Chacón R, et al. Prevención de ictus mediante suplementación alimenticia con extractos de plantas ricas en polifenoles. Neurol Perspect[Internet]. 2023[citado 10 nov 2023]; 3(S1).

11 noviembre 2023| Fuente: Neurología.com| Tomado de Noticia

noviembre 11, 2023 | gleidishurtado | Filed under: alimentación, Neurología, Patología vascular | Etiquetas: , , , , |

DiabetesUna próxima declaración conjunta sobre urgencias hiperglucémicas en adultos con diabetes restará importancia a la glucosa como criterio de diagnóstico para la cetoacidosis diabética, junto con muchas otras actualizaciones de la última declaración sobre el tema, publicada hace 14 años.

Basado en extensas revisiones de la literatura y observaciones de las tendencias actuales, el nuevo documento, que se publicará próximamente, cubrirá el diagnóstico y tratamiento de las dos emergencias hiperglucémicas agudas más graves observadas en adultos, la cetoacidosis diabética y el estado hiperosmolar hiperglucémico.

Una novedad en la versión 2023 será un fuerte énfasis en los riesgos excesivos de morbilidad y mortalidad asociados con la presentación «híbrida» cada vez más frecuente de las dos afecciones juntas, que ahora se observa en aproximadamente un tercio de los casos. El nuevo informe también instará a los médicos a investigar por qué la persona experimentó la emergencia.

Si bien se reconoce que la diabetes de nueva aparición y las infecciones son causas precipitantes de la cetoacidosis diabética, se debe identificar si existe una omisión de insulina relacionada con las finanzas, la salud mental u otros determinantes sociales, y se debe dirigir a los pacientes a los recursos apropiados, dijeron los expertos que anticipan el nuevo informe de la European Association for the Study of Diabetes (EASD) en el próximo congreso.

«El desafío es que, aunque estuvimos progresando durante mucho tiempo en términos de esas crisis hiperglucémicas, en realidad nos hemos estancado y todavía hay muchas personas siendo hospitalizadas, y cuando miras a escala global, hay aún más», advirtió el Dr. Robert A. Gabbay, Ph. D., director médico y científico de la American Diabetes Association (ADA).

El nuevo informe de consenso contará con el respaldo conjunto de la American Diabetes Association, la European Association for the Study of Diabetes, la American Association of Clinical Endocrinology, la Diabetes Technology Society y las Joint British Diabetes Societies for Inpatient Care. La declaración de consenso anterior sobre el tema fue publicada en 2009 únicamente por la American Diabetes Association.

Las nuevas definiciones de cetoacidosis diabética y estado hiperosmolar hiperglucémico reflejan tendencias emergentes

La declaración revisará la definición de cetoacidosis diabética, en parte impulsada por la creciente aparición y reconocimiento de la cetoacidosis euglucémica que surge del uso de inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2). Para todos los pacientes con crisis hiperglucémica, el límite de hiperglucemia ahora se reduce a 200 mg/dl (11,1 mmol/l) desde los 250 mg/dl anteriores.

Sin embargo, el límite de glucosa se eliminó por completo para las personas con antecedentes de diabetes.

«Ambos cambios reconocen el amplio rango de niveles de glucosa en presencia de cetoacidosis diabética. Aproximadamente 10 % de la cetoacidosis diabética ocurre con euglucemia o casi normoglucemia», señaló la coautora, Dra. Shivani Misra, Ph. D., profesora clínica y consultora honoraria de medicina metabólica en el Imperial College, en Londres, Reino Unido.

Para evaluar la cetosis en la cetoacidosis diabética, la nueva declaración recomienda encarecidamente el uso de beta-hidroxibutirato, ya sea mediante una prueba en el lugar de atención o mediante una medición del nivel sérico en un laboratorio, con un límite bajo de ≥ 3,0 mmol/l. Alternativamente, se puede utilizar un valor de tira de cetonas en orina de 2+ o mayor.

Sin embargo, la prueba de beta-hidroxibutirato está más disponible ahora que en 2009 y se prefiere mucho a la medición de cetonas en orina, porque es la cetona predominante durante la acidosis. Además, el acetoacetato en orina (medido con las tiras) aumenta paradójicamente durante la resolución de la cetoacidosis diabética y pueden producirse interferencias farmacológicas con la medición de cetonas en orina, señaló la Dra. Misra.

La acidosis metabólica ahora se define como un pH <7,3 o una concentración de bicarbonato <18 mmol/l, frente a 15 en algunas directrices anteriores, incluida la del Reino Unido. Además, la brecha aniónica se eliminó de la definición principal, pero, según el documento, aún se puede utilizar en entornos donde las pruebas de cetonas no están disponibles.

Al igual que antes, la nueva declaración clasificará la cetoacidosis diabética en leve, moderada y grave, pero ahora, por primera vez, hay recomendaciones de atención para cada uno de esos niveles, así como para el estado hiperosmolar hiperglucémico.

Para el estado hiperosmolar hiperglucémico, el límite de glucosa de ≥ 600 mg/dl seguirá siendo el mismo. Pero ahora, la osmolalidad sérica efectiva se ha reducido de >320 a >300 mOsm/l para tener en cuenta el efecto de la deshidratación, junto con un criterio alternativo de osmolalidad sérica total > 320 mOsm/l. Los mismos dos cambios que con la cetoacidosis diabética tanto para las cetonas como para la acidosis también se han incluido para el estado hiperosmolar hiperglucémico.

Cuando se le solicitaron sus comentarios, el Dr. Charles Alexander, miembro de la audiencia en la sesión y consultor independiente de la industria de la diabetes, dijo a Medscape Noticias Médicas: «Me gustó la propuesta de eliminar la brecha aniónica en la toma de decisiones y centrarme en la medición de las cetonas en sangre, principalmente el betahidroxibutirato, en el diagnóstico de cetoacidosis diabética y seguimiento del efecto del tratamiento.

«Si alguien se encuentra bajo tratamiento con un inhibidor de cotransportador de sodio y glucosa tipo 2 (SGLT2), no es necesario vigilar los niveles de glucosa en sangre, que pueden ser normales o casi normales en el caso de la cetoacidosis diabética».

Pero el Dr. Alexander piensa que deberían haber eliminado los niveles de glucosa por completo como parte de la definición de cetoacidosis diabética/estado hiperosmolar hiperglucémico, incluso para personas sin diabetes.

«El problema es que la educación médica durante muchos años nos ha enseñado que la cetoacidosis diabética es una condición de nivel alto de glucosa en sangre, pero puede que no lo sea. Es bueno que dijeran que los niveles de glucosa en sangre no eran importantes si el paciente tenía antecedentes de diabetes. Sin embargo, una glucosa de 200 mg/dl puede no ser lo suficientemente baja si alguien está bajo tratamiento con un inhibidor de cotransportador de sodio y glucosa tipo 2. Es necesario que haya un umbral mucho más bajo para medir las cetonas en sangre en cualquier persona con náusea, vómito y dolor abdominal, independientemente del nivel de glucosa en sangre».

Manejo agudo: líquidos intravenosos, insulina y potasio

Al igual que la declaración de 2009, la nueva incluirá diagramas de flujo de manejo detallado para cetoacidosis diabética y estado hiperosmolar hiperglucémico, pero esta vez en color. Esta nueva declaración incluye algoritmos individuales para el manejo con líquidos intravenosos, insulina y potasio. El bicarbonato se eliminó y se relegó a una nota a pie que indica que solo debe considerarse si el pH es <7,0.

En cuanto al tratamiento con líquidos, la nueva declaración ofrece más información sobre el uso de cristaloides para la deshidratación y la recomendación de agregar dextrosa al tratamiento con líquidos por vía intravenosa como sustrato cuando la glucosa cae por debajo de 250 mg/dl, para prevenir la hipoglucemia. Para la cetoacidosis diabética euglucémica, la recomendación es incluir simultáneamente dextrosa y solución salina normal.

Y, por primera vez, la insulina subcutánea en lugar de la intravenosa se considera aceptable para la cetoacidosis diabética leve, pero no para la moderada o grave.

Se sugieren dos opciones para la insulina intravenosa en el estado hiperosmolar hiperglucémico: se puede administrar primero el líquido y agregar una infusión de insulina de dosis fija y baja, o se pueden administrar líquidos e insulina al mismo tiempo.

Los criterios para la resolución de la cetoacidosis diabética son un pH venoso ≥ 7,3 o bicarbonato > 18 mmol/l, cetonas < 0,6 mmol/l y glucosa idealmente < 200 mg/dl (11,0 mmol/l). Para el estado hiperosmolar hiperglucémico, se sugiere resolución cuando la osmolalidad sérica medida o calculada cae a < 300 mosm/kg, la glucosa en sangre es < 250 mg/dl (13,9 mmol/l), la producción de orina > 0,5 ml/kg/hora y el estado cognitivo mejora.

La declaración también proporcionará opciones recomendadas detalladas para la transición de insulina intravenosa a insulina subcutánea, pero deja al criterio clínico la decisión de cuándo se puede dar de alta al paciente. No se recomienda el inicio o la continuación de inhibidores de cotransportador de sodio y glucosa tipo 2 en ningún momento durante la hospitalización por crisis de hiperglucemia.

Mitigar las complicaciones, prevenir la recurrencia

Además de enumerar las posibles complicaciones del tratamiento de las crisis hiperglucémicas, tal como lo hacía la declaración de 2009, la nueva ofrecerá estrategias de mitigación para algunas de las más frecuentes. Para prevenir la hipoglucemia, se recomienda monitorear frecuentemente la glucosa en sangre además de agregar dextrosa a los líquidos intravenosos cuando la glucosa cae por debajo de 250 mg/dl.

Para la prevención de la hipopotasemia, que ocurre en aproximadamente la mitad de los pacientes tratados por cetoacidosis diabética y estado hiperosmolar hiperglucémico, el consenso recomienda monitorear el potasio cada cuatro horas y reponerlo añadiendo líquidos.

La lesión renal aguda, que también ocurre en aproximadamente la mitad de las personas tratadas por cetoacidosis diabética o estado hiperosmolar hiperglucémico, generalmente se resuelve con hidratación. Se recomienda monitorear diariamente la función renal.

Prevención de la recurrencia: muchos factores más allá de los clínicos

La prevención de la recurrencia con reingreso por cetoacidosis diabética o estado hiperosmolar hiperglucémico, que ocurre en hasta 22 % de los pacientes estadounidenses dentro de los 30 días, implica un seguimiento estrecho dentro de las dos a cuatro semanas posteriores al alta (incluso a través de telemedicina) y la evaluación de las posibles causas, incluyendo trastornos de salud mental y determinantes sociales de la salud.

Se debe proporcionar una educación adecuada, incluida una «educación estructurada» que incluya la resolución de problemas, reglas para los días de enfermedad, técnicas de inyección, revisión de las dosis de insulina, consideración del monitoreo continuo de la glucosa y pruebas caseras de cetonas.

Los pacientes deben recibir un suministro adecuado de insulina y equipo duradero para la diabetes, junto con información de contacto de los profesionales de la salud que puedan ayudarlos. Los profesionales de servicios sociales pueden ser útiles para los pacientes que carecen de un acceso confiable.

El Dr. Gabbay dijo a Medscape Noticias Médicas: «Lo revelador es que normalmente tendemos a pensar en la cetoacidosis diabética como la forma en que las personas tienden a ser diagnosticadas con diabetes y, sí, es cierto, pero eso es solo una minoría de personas. Esos síntomas podrían prevenirse mediante pruebas de detección, pero todas estas otras personas y la cantidad de episodios recurrentes es un área que de verdad implica que existe una falla del sistema y podemos hacerlo mejor para garantizar que no suceda».

La educación es solo una parte de ello, subrayó. «No es solo una cuestión de inteligencia. Son factores sociales, y puede haber problemas psicológicos complejos y problemas de salud mental. Necesitamos detectar esas cosas cuando vemos que alguien regresa por segunda, tercera, quinta o sexta vez. Todos lo hemos visto. Educarlos para que simplemente tomen insulina no es la respuesta… Hay que hacer preguntas e involucrarlos para que profundicen un poco más».

El Dr. Gabbay es empleado de la American Diabetes Association. El Dr. Alexander ha informado que es asesor no remunerado de diaTribe y consultor de Kinexum. La Dra. Misra ha recibido honorarios como oradora de Sanofi y ABCD y una subvención de investigación iniciada por investigadores de Dexcom, y es fideicomisaria de la Diabetes Research and Wellness Foundation en el Reino Unido.

Referencias

Umpierrez G, Hirsch IB, Dhatariya K, Misra S, Galindo RJ, Fadini GP, Gabbay RA. EASD/ADA Symposium: Hyperglycaemic crises in adult patients with diabetes consensus report. European Association for the Study of Diabetes Annual Meeting. Hamburgo: Alemania; 2023.

Kitabchi AE, Umpierrez GE, Miles JM, Fisher JN. Hyperglycemic crises in adult patients with diabetes. Diabetes Care[Internet]. 2009[citado 4 nov 2023];32(7):1335-43. doi: 10.2337/dc09-9032. PMID: 19564476.

6 noviembre 2023 | Fuente: Medscape| Tomado de Noticias Médicas

antibioticosEl agregado de vancomicina a la profilaxis con cefazolina no fue superior al placebo para prevenir infecciones quirúrgicas relacionadas con artroplastias en pacientes sin colonización conocida con Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).

El trabajo Trial of Vancomycin and Cefazolin as Surgical Prophylaxis in Arthroplasty publicado por la revista The New England Journal of Medicine,evalúa si el agregado de un segundo antibiótico profiláctico es más efectivo que la monoterapia para prevenir las infecciones del sitio quirúrgico en los procedimientos de reemplazo articular.

Las infecciones del sitio quirúrgico después de una artroplastia tienen una elevada morbilidad y mortalidad y, además de representar un riesgo mayor para los pacientes y una elevada carga económica para el sistema de salud.

Las pautas actuales recomiendan la administración profiláctica de una cefalosporina de primera o segunda generación, como la cefazolina, en el momento de la artroplastia. Sin embargo, estos antibióticos no protegen contra las infecciones causadas por SARM u otros patógenos con patrones de resistencia similares.

Varios estudios sugirieron que el agregado de un segundo antibiótico glucopeptídico, como la vancomicina, amplía el espectro de actividad antimicrobiana aunque no demostraron sus beneficios de manera concluyente. Por este motivo, los autores evaluaron la eficacia de la adición de vancomicina a la profilaxis quirúrgica habitual con cefazolina para prevenir la infección del sitio quirúrgico en adultos sometidos a artroplastias.

Detalles de la investigación

La hipótesis fue encarada mediante un estudio multicéntrico de fase 4, doble ciego, de grupos paralelos, aleatorizado, controlado con placebo, en pacientes sin colonización conocida con SARM en quienes se realizaron procedimientos de artroplastia de cadera, rodilla u hombro.

Según las pautas vigentes en Australia, los pacientes sometidos a esas intervenciones reciben una profilaxis antimicrobiana quirúrgica con 2 g de cefazolina administrados por vía intravenosa (IV), 60 minutos antes de la incisión de la piel.

Tras una aleatorización en bloques, recibieron también 1,5 g de vancomicina IV (o 1 g en pacientes con pesos menores de 50 kg) o un placebo comparable en los 120 minutos previos a la incisión.

Además de los estudios prequirúrgicos habituales y de los procedimientos de descolonización, la investigación  también examinó la portación perioperatoria de especies de estafilococos con hisopados de las fosas nasales y de la región inguinal antes de la administración del tratamiento profiláctico.

Después de la cirugía

El seguimiento continuó durante 180 días.

El criterio de valoración primario fue el desarrollo de una infección (superficial de la incisión, profunda o en un órgano u espacio) en cualquier sitio quirúrgico, evaluada a los 90 días de la intervención.

Como parámetros secundarios los autores evaluaron las infecciones producidas entre los 90 y los 180 días, las detectadas en el sitio quirúrgico y causadas por especies de estafilococos resistentes a la meticilina identificadas en los hisopados perioperatorios, así como el análisis de parámetros de seguridad que incluyeron variables de daño renal, reacciones de hipersensibilidad a los antimicrobianos y muerte por cualquier causa a los 180 días.

El estudio comprendió en total 4 113 pacientes: 2 044 recibieron vancomicina y 2 069, placebo, además de la profilaxis con cefazolina. Se detectó portación perioperatoria de Staphylococcus aureus en 29,1 %, con cepas sensibles a la meticilina en la mayoría de los casos.

Entre los patógenos resistentes, la tasa de SARM fue de 0,6 % y la de S. epidermidis resistente a meticilina, de 26,2 %.

Fueron detectadas infecciones en los sitios quirúrgicos en 4,5 % de los pacientes del grupo de vancomicina y en 3,5 % de los del grupo placebo, pero no se produjeron diferencias sustanciales en las infecciones de los distintos sitios quirúrgicos.

Se aisló un microorganismo o más en 51 pacientes (31 en los tratados con vancomicina y 19 en el grupo placebo). Todos los aislamientos de S. aureus excepto uno fueron sensibles a la meticilina; en 37 infecciones del grupo de vancomicina y en 5 del grupo placebo se identificaron bacilos gramnegativos.

El mismo microorganismo de la infección posoperatoria fue aislado en 19 pacientes que en los hisopados obtenidos previamente para detectar la portación de estafilococos.

Todos los casos se debieron a S. aureus meticilinosensibles.

Fallecieron 5 pacientes del grupo de vancomicina y 3 del grupo placebo. El daño renal agudo afectó alrededor del 2 % de los pacientes tratados con vancomicina y al 3,6 % de los del grupo placebo.

La investigación da cuenta de reacciones de hipersensibilidad en 1,2 % y 0,5 % de los pacientes tratados con vancomicina o placebo, respectivamente, con la inclusión de dos episodios de hipersensibilidad inmediata graves en pacientes tratados con vancomicina.

Resultados del trabajo

El estudio afirma que la adición de vancomicina no fue superior a la profilaxis antimicrobiana quirúrgica con cefazolina sola. El agregado de vancomicina se asoció con un riesgo más elevado de reacciones de hipersensibilidad y uno, más bajo, de daño renal.

Otros investigadores habían informado resultados variados en relación con la profilaxis con un segundo antibiótico glucopeptídico, aunque la selección del antibiótico y la implementación de diversos procedimientos para la prevención de infecciones podría haber influido en la variabilidad de los resultados.

En este estudio, los autores destacan que el S. aureus sensible a la meticilina fue el patógeno detectado con mayor frecuencia y sugieren que el hallazgo podría reflejar presiones de los antimicrobianos utilizados, con selección de variantes más virulentas de S. aureus o de bacterias gramnegativas en pacientes que recibieron la profilaxis combinada.

También advierten que la vancomicina se administró en los 120 minutos previos a la incisión de la piel, aunque otro estudio había sugerido que sería más efectiva cuando se administra 45 minutos antes de la incisión de la piel en el caso de las artroplastias.

Si bien se requieren más estudios para investigar los interrogantes planteados, los autores concluyen que en una población con baja tasa de colonización con SARM, el agregado de vancomicina no produjo mejores resultados que la profilaxis antimicrobiana quirúrgica habitual con una cefalosporina.

Referencia

Peel T, Astbury S, Nurs B, Cheng A, Biostat M, Paterson D, et al. Trial of Vancomycin and Cefazolin as Surgical Prophylaxis in Arthroplasty.  N Engl J Med [Internet]. 2023[citado 2 nov 2023]; 389:1488-1498. DOI: 10.1056/NEJMoa2301401

2 noviembre 2023| Fuente: SIICSalud| Tomado de Noticias biomédicas

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