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Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima Plataforma Bionand) y del Hospital Virgen de la Victoria se han servido de la inteligencia artificial (IA) para identificar marcadores computacionales y avanzar en la predicción del riesgo de sangrado en pacientes con infarto de miocardio y cáncer.
El estudio, que ha sido publicado en la revista European Heart Journal, marca un avance significativo en la medicina personalizada para estos pacientes, según ha informado este jueves Ibima en un comunicado.
En la investigación ha participado el cardiólogo Francesco Costa, quien lidera un proyecto centrado en la mejora de la predicción de eventos cardíacos isquémicos y de sangrado en pacientes de miocardio, sirviéndose de inteligencia artificial para la integración de datos que sirvan de biomarcadores computacionales aplicables a la práctica clínica.
Según Costa, este trabajo permite «identificar con mayor precisión a los pacientes con cáncer que tienen un alto riesgo de sangrado», algo que no solo mejora la seguridad del tratamiento sino que también facilita una atención médica más personalizada y efectiva».
Los hallazgos posibilitarán que los profesionales puedan «ajustar de manera eficiente los tratamientos antiplaquetarios, reduciendo riesgo, optimizando recursos y mejorando la calidad de vida de los pacientes con este cuadro clínico».
El estudio presenta una versión actualizada de la escala PRECISE-DAPT, una herramienta clave para evaluar el riesgo de complicaciones hemorrágicas en pacientes que reciben terapia antiplaquetaria dual.
Este es un tratamiento utilizado para prevenir la formación de coágulos sanguíneos que consiste en el uso de dos tipos de medicamentos que impiden que las plaquetas, que son las células de la sangre responsables de la coagulación, se agrupen y formen coágulos.
Es importante para personas que han tenido un ataque al corazón, un accidente cerebrovascular, o que han recibido procedimientos como la colocación de stents en las arterias. Estos medicamentos ayudan a mantener las arterias abiertas y a reducir el riesgo de futuros problemas cardíacos o circulatorios.
Aunque esta terapia es muy efectiva, también aumenta el riesgo de sangrado, por lo que los médicos deben considerar cuidadosamente los beneficios y los riesgos para cada paciente.
La investigación ha demostrado que la incorporación de datos sobre el cáncer en PRECISE-DAPT mejora la capacidad de esta herramienta para predecir riesgos de sangrado.
El estudio ha incluido a más de 216 000 pacientes con infarto de miocardio, de los cuales 4 569 tenían un diagnóstico de cáncer. Los resultados han mostrado que la nueva herramienta modificada, que incluye el cáncer como una variable binaria, mejora la precisión predictiva en comparación con la original.
En este estudio han participado otros centros de Europa como la Universidad de Keele, la Universidad de Manchester y el Hospital Universitario de Gales (Reino Unido), el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención de Birmingham y la Universidad de Messina (Italia), donde Costa inició el estudio antes de su etapa en Ibima.
Además, han intervenido otros centros punteros en cardiología como el Hospital Militar de Santiago (Chile), el centro hospitalario adherido a la Universidad Médica de Harbin, junto con el laboratorio de investigación en isquemia miocárdica del Ministerio de Educación (China), así como la Unidad de Terapias Cardiovasculares Transcatéter de la Fundación de Investigación Cardiovascular de Nueva York.
26 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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14
Un equipo científico del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona ha identificado cinco factores independientes que predicen la respuesta de pacientes afectados por cáncer a los tratamientos con inmunoterapia.
Este estudio, publicado en la revista Nature Genetics, ha validado estos cinco factores en más de 1 400 pacientes y diversos tipos de cáncer.
Según ha informado este jueves el IRB Barcelona en un comunicado, el hallazgo ofrece un marco para mejorar la medicina personalizada del cáncer y sugiere que pacientes con algunos tipos de tumores, que generalmente no reciben inmunoterapia actualmente, también podrían ser beneficiarios de la misma.
El equipo de investigadores está dirigido por la doctora Núria López-Bigas y el doctor Abel González-Pérez, del grupo de Genómica Biomédica del IRB Barcelona, que han trabajado en colaboración con científicos de varios centros internacionales.
Los cinco factores identificados son la carga mutacional del tumor, la infiltración efectiva de células T, la actividad del factor de crecimiento transformante beta (TGF-B) en el microambiente tumoral, el tratamiento previo recibido por el paciente y el potencial proliferativo del tumor.
Estos factores se asocian con la respuesta a los inhibidores de puntos de control inmunológico (CPIs) en diferentes tipos de cáncer y han sido validados en seis cohortes independientes, con un total de 1 491 pacientes.
González-Pérez ha indicado que «hasta ahora, muchos estudios se han centrado en identificar biomarcadores individuales, pero nuestros resultados sugieren que muchos de estos biomarcadores podrían ser diferentes versiones de los mismos factores subyacentes».
Además, los investigadores han demostrado que un modelo multivariante que combina los cinco factores permite clasificar a los pacientes con mayor precisión que solo la carga mutacional del tumor, que se usa en la actualidad en la práctica clínica, y predecir quién responderá mejor a la inmunoterapia.
«Este avance podría en el futuro tener importantes implicaciones clínicas, ya que podría evitar que pacientes con baja probabilidad de respuesta sufran los efectos secundarios de los inhibidores de control inmunológico (CPIs), que pueden derivar en enfermedades autoinmunes, y, además, ayudar a reducir el coste de los tratamientos», se afirma en el comunicado.
Uno de los aspectos más destacados de este estudio es la validación de estos cinco factores en seis cohortes independientes de pacientes con cánceres como el de pulmón, colon y melanoma.
Los investigadores esperan en un futuro poder contar con mayor volumen de datos de pacientes para generar modelos más precisos.
La doctora López-Bigas ha considerado que «este estudio representa un paso importante para entender cómo distintas características del tumor y del paciente contribuyen a la respuesta a los CPIs. En el futuro esperamos que estos cinco factores se integren en la práctica clínica para guiar las decisiones terapéuticas».
El estudio ha contado con la colaboración del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), la Hartwig Medical Foundation en Amsterdam; el Centro de Investigación Biomédica en Red en Cáncer (CIBERONC) del Instituto de Salud Carlos III; Center for Molecular Medicine en la University Medical Center de Utrecht; Princess Margaret Cancer Center de la Universidad de Toronto y la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona.
También ha recibido financiación del programa Excelencia AECC: Metástasis, de la Asociación Española Contra el Cáncer, el European Research Council, el programa Horizon de la Comisión Europea, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Generalitat de Catalunya.
12 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Expertos en biología molecular se citan desde este martes y hasta el viernes en el Palacio de Exposiciones y Congresos de A Coruña en el 46º Congreso de la Sociedad Española de Biología y Biología Molecular (SEBBM), que abordará temas como el cáncer, para el que «falta ciencia» para superarlo, la biomedicina o la inteligencia artificial.
En la presentación, la presidenta del comité organizador, María Mayán, ha puesto el foco sobre las terapias dirigidas, que «salvan vidas ya, aunque el porcentaje es del 20 %» por lo que «se necesita más investigación» y abaratar los costes de este tipo de tratamientos: «falta mucha ciencia para superar la pandemia del cáncer», resume.
Mayán ha insistido en la necesidad de «aumentar el uso de estas terapias», pero ha recordado que faltan por «identificar» ciertos aspectos del cáncer para que «los pacientes respondan bien».
La presidenta saliente de la SEBBM, Isabel Varela, ha indicado que otro de los retos es «reducir el precio de esas terapias para extenderlas a toda la población».
Varela ha asegurado que este congreso, que se celebra por segunda vez en A Coruña tras la edición de 2003, es «una gran oportunidad para la ciencia española».
La vocal de congresos de la Sociedad y organizadora de la cita del próximo año en Cáceres, Guadalupe Sabio, ha manifestado que la función de la SEBBM es «llevar la ciencia a la ciudad», es decir, «no solo nutrir a los científicos» sino «implicar a las ciudades en las que se celebran los congresos».
Por eso, esta cita cuenta también con actividades de divulgación como una exposición de Severo Ochoa en la Domus o una actividad que mezcla ciencia y música con la actuación de Fillas de Cassandra.
Otro reto, ha indicado el próximo presidente de la SEBBM, Antonio Ferrer, es «romper el mito de que la ciencia es inaccesible para la sociedad».
«Los científicos tenemos ese compromiso social, queremos dar formación a la sociedad a través de la ciencia y evitar la desinformación que es tan severa en estos momentos por las redes sociales», ha declarado, a la vez que ha apuntado que este congreso puede servir para «motivar a los jóvenes a iniciar sus carreras profesionales dentro de la biología molecular».
Este encuentro en A Coruña arranca este martes con la charla del inmunólogo Tak W. Mak y concluye el viernes, 6 de septiembre, con la intervención de Evan Rosen, quien ha desarrollado investigaciones punteras relacionadas con la obesidad.
Así, más de 700 profesionales se reunirán en este congreso para analizar los avances de la biología y la biología molecular, que abarca diferentes áreas, por lo que servirá para «inspirar y establecer colaboraciones multidisciplinares», ha resumido Mayán.
03 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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¿Qué consecuencias tiene para la salud estar sometidos a un constante jet lag o a turnos de trabajo incompatibles con los biorritmos? El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha creado el primer biobanco de muestras de auxiliares de vuelo para comprender cómo afecta a las defensas tener un reloj biológico distorsionado.
El sistema inmune funciona en ciclos de 24 horas basados en una etapa de reposo y otra activa, en la que hay más leucocitos en los tejidos (glóbulos blancos que ayudan a combatir las enfermedades e infecciones).
El ciclo biológico se desincroniza
Los investigadores creen que en las personas sometidas constantemente a jet lag o a cambios de turno de trabajo ese ciclo biológico se desincroniza y el número y las funciones de sus leucocitos protectores dejan de ser óptimas.
Para comprobarlo y seguir avanzando en investigación médica, en 2021 el CNIO sumó a su biobanco una colección de muestras biológicas de un grupo de población sometida a constante alteración de sus biorritmos: los auxiliares de vuelo.
La iniciativa vino a ser una especie de simbiosis entre el centro de investigación y la Asociación Española de Tripulantes de Cabina de Pasajeros (AETCP), explica a EFE Virginia López, responsable de salud profesional de esta organización.
«Nosotros buscamos demostrar de manera científica que nuestro organismo se ve afectado por el desempeño de nuestro trabajo», señala López, bióloga molecular de formación.
Además de vivir al margen de los límites saludables que impone al cuerpo humano la sucesión del día y la noche, los tripulantes desarrollan su trabajo en un contexto peculiar de radiación, luz artificial, falta de contacto con el exterior y seres queridos, y una alimentación muy condicionada por el entorno de trabajo.
Según la portavoz de AETCP, los problemas de salud y el desarrollo de determinados tipos de cáncer son temas a menudo recurrentes de conversación entre tripulantes de larga distancia que llevan más de 15 años de carrera.
«Mientras otras profesiones con las que compartimos medios de trabajo tienen reconocido el riesgo laboral para jubilarse a los sesenta años, como pilotos o fotógrafos aéreos, nosotros no tenemos ese derecho», apunta.
Las muestras de hoy, las terapias de mañana
Y ahí es donde entra en juego el biobanco del CNIO: una colección escrupulosamente preservada de muestras biológicas (sangre, uñas, tumores o sustancias como heces o saliva) que es oro para que los científicos puedan investigar las enfermedades y encontrar tratamientos.
A raíz de la petición de la asociación de tripulantes, el biobanco abrió una colección específica de muestras que sirviera específicamente para estudiar los efectos del desfase horario crónico en las células del sistema inmunitario.
Desde 2021, más de 130 tripulantes de vuelo españoles acuden regularmente al centro a donar muestras de sangre y saliva, y a depositar otras tantas de orina, heces y uñas recogidas en sus domicilios, en unos tubos especiales aportados por el CNIO.
«Junto a las muestras, los donantes aportan información detallada sobre su historial clínico y familiar, dieta, práctica de ejercicio, consumo de tabaco y horas y tipo de vuelo, entre otros», señala a EFE la directora del Biobanco del CNIO, María Jesús Artiga.
La colección es confidencial (la identidad se sustituye por un código) y longitudinal: «cada año se recogen muestras de las mismas personas, lo que la convierte en una herramienta extremadamente valiosa para volver atrás cuando un donante comunique que tiene alguna enfermedad y estudiar marcadores tempranos», subraya Artiga.
Ritmos circadianos y cáncer
La primera solicitud para hacer ciencia con el biobanco de tripulantes llegó del grupo de inmunidad del cáncer del propio CNIO, donde las investigadoras María Aceves y Alba de Juan estudian la influencia de los ritmos circadianos sobre el sistema inmunitario y su relación con el cáncer, teniendo también en cuenta el metabolismo.
«Los seguiremos durante cuatro años para detectar los cambios en la cantidad de células del sistema inmunitario, y ver si tienen un perfil más favorable a la inflamación», detalla Alba de Juan.
Para ello han establecido tres grupos: tripulantes de vuelos de largo radio (distancia), de corto pero con turnos más variables y cortos, y un grupo de control con individuos que no vuelan y llevan una vida con horarios y costumbres regulares.
En estos momentos la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer considera que un trabajo que altere los ritmos circadianos es «probablemente cancerígeno», porque hay suficiente evidencia experimental en animales de que lo es, pero limitada en humanos.
El Biobanco del CNIO, puesto en marcha a comienzos de este siglo, cuenta en estos momentos con unas 45 000 muestras de 9 000 donantes y está abierto a toda la comunidad científica: para acceder a él los investigadores necesitan un proyecto de investigación y una financiación que garantice su viabilidad, indica Artigas.
«Es importante concienciar a la sociedad de que participen de manera altruista con la ciencia española, la aportación de nuestras muestras apenas requiere 20 minutos al año», enfatiza la responsable de salud profesional de la asociación de tripulantes.
02 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (FEPNC) ha subrayado la importancia de utilizar un lenguaje «adecuado» al abordar el cáncer infantil, ya que «con frecuencia», se emplean términos «que pueden generar malestar, estrés o tristeza en menores y adolescentes con cáncer y sus familias», como el concepto de «superhéroe».
En lugar de superhéroe, guerrero o luchador, instan a nombrarlo como «menor (niño, niña o adolescente) con cáncer», o simplemente como paciente pediátrico. Asimismo, en lugar de «batalla contra el cáncer infantil», abogan por mencionar «el tratamiento, camino o proceso del cáncer». También piden hablar directamente del cáncer y no referirse a él como «el bicho, bichito o el monstruo».
En lugar de «armas del cáncer infantil» es mejor emplear términos como «medicinas o tratamientos del cáncer infantil». En este sentido, también es preferible decir «el niño está recibiendo el tratamiento», en vez de «está peleando contra el cáncer». Además, en lugar de «larga enfermedad», es mejor emplear el propio nombre de la enfermedad, cáncer.
En este sentido, en vez de «perder la batalla» es mejor expresar «fallecer a causa del cáncer». Además, tampoco es recomendable utilizar la expresión «superar la batalla» o «vencer al cáncer», sino «lograr la remisión de la enfermedad».
Tampoco se recomienda decir «personas aliadas en la batalla», sino «familiares y amistades de apoyo». Por otro lado, en lugar de enfrentarse al enemigo, es mejor hablar de «enfrentarse a la enfermedad». Asimismo, no es recomendable el uso del concepto «cáncer devastador», sino simplemente de «cáncer agresivo».
En lo que respecta a los tratamientos, la asociación ha advertido de la extensión entre la sociedad de la expresión de «la quimio es veneno». «La quimio es un tratamiento duro, pero es una de las formas de curarse», indican desde la organización.
También destacan la importancia del uso de expresiones que denotan empatía, tales como «Te entiendo», «Entiendo que tengas miedo» o «¿Cómo te puedo ayudar?». En lugar de transmitir que es «una situación triste» es mejor expresar que «es un proceso difícil, en el que hay tristeza, pero también hay alegría».
MEJORAS EN EL ÁMBITO EDUCATIVO Y MEDIÁTICO
Así, abogan por mejorar el uso del lenguaje en el cáncer infantil en ámbitos como el educativo o el mediático, entre otros, para acabar con estigmas o imágenes estereotipadas como las que se generan cuando se vinculan a menores con superhéroes o luchadores.
Para superar este desafío, la Federación y su movimiento asociativo publicarán el próximo 18 de septiembre el cuento ‘Cáncer infantil sin cuentos’, que propone términos «alternativos y asertivos» para hablar de la enfermedad.
En un comunicado, la FEPNC ha recordado que este es uno de los retos que presentará este septiembre, mes de sensibilización del cáncer infantil, y en el que se llevan a cabo distintas acciones destinadas a visibilizar la realidad de la enfermedad y a concienciar sobre la necesidad de implementar determinadas medidas que mejoren la calidad de vida de pacientes oncohematológicos, supervivientes y la de sus familias.
Un año más, la Federación y sus 23 asociaciones se han sumado a la campaña internacional de Childhood Cancer International, formada por unas 190 organizaciones y que está presente en 94 países, que este año ha lanzado una iniciativa para visibilizar los desafíos que enfrentan pacientes, cuidadores, supervivientes o profesionales de la salud relacionados con el cáncer infantil en todo el mundo.
Simultáneamente, centros educativos de todo el país se unirán a la actividad que se ha diseñado con el objetivo de animar al alumnado a lanzar mensajes de apoyo a pacientes oncohematológicos hospitalizados. A través de recomendaciones, el alumnado reflexionará sobre por qué es tan importante promover un lenguaje empático y sobre el impacto negativo que tienen ciertas expresiones arraigadas en la sociedad.
Este mes también tendrá lugar el Encuentro Nacional de Supervivientes en Madrid, donde jóvenes del movimiento asociativo que han superado un cáncer en la infancia o adolescencia se reunirán para abordar las necesidades prioritarias de este colectivo que deben implementarse en toda España. El objetivo de estas jornadas es concretar medidas para seguir avanzando en la igualdad de derechos y oportunidades.
La campaña del mes de sensibilización culminará con la promoción del lazo dorado, que se iluminará y se reflejará en edificios y monumentos emblemáticos de todo el país. Además, se difundirán marcos dorados en redes sociales que inviten al conjunto de la sociedad a mostrar su compromiso con las familias de menores con cáncer.
01 septiembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un algoritmo desarrollado por expertos del Instituto de Investigación en Biomedicina (IRB Barcelona) y del Centro de Regulación Genómica (CRG) puede predecir qué fármacos serán más efectivos para el tratamiento de enfermedades genéticas y del cáncer.
El modelo computacional predictivo desarrollado es una herramienta de uso público llamada RTDetective y permite acelerar el diseño, desarrollo y eficacia de ensayos clínicos para una amplia variedad de trastornos causados por mutaciones en el ADN que provocan la síntesis de proteínas truncadas o incompletas.
Los hallazgos, publicados este jueves en Nature Genetics, marcan un paso importante en la personalización del tratamiento al emparejar a los pacientes con el fármaco más prometedor.
Las proteínas incompletas se originan cuando su síntesis se detiene repentinamente a causa de «mutaciones sin sentido» que actúan como una señal de stop o bloqueo.
En muchos casos, estas proteínas incompletas no pueden llevar a cabo su función y esto da lugar a diferentes trastornos.
Proteínas incompletas o inacabadas
De hecho, una de cada cinco enfermedades causadas por mutaciones en un único gen se relaciona con estas proteínas incompletas o inacabadas, incluyendo algunos tipos de fibrosis quística y la distrofia muscular de Duchenne.
Estas señales prematuras de stop también se dan en genes supresores de tumores, lo que provoca la inactivación de los mismos, favoreciendo el desarrollo del cáncer.
El estudio demuestra que, hasta la fecha, los ensayos clínicos de fármacos que funcionan leyendo a través de estas señales de stop probablemente han utilizado combinaciones de fármaco-paciente ineficaces.
Los investigadores desarrollaron un sistema experimental basado en líneas celulares humanas que les permitió medir la eficacia de ocho fármacos diferentes en 5 800 señales de stop prematuras causantes de enfermedades.
Así, descubrieron que un fármaco que funciona bien para superar una señal de stop prematura puede no ser efectivo para otra, incluso dentro del mismo gen, debido a la secuencia de ADN alrededor de la señal de stop.
Usaron el algoritmo para predecir la efectividad de fármacos
Los investigadores usaron el algoritmo para predecir la efectividad de diferentes fármacos para cada una de los 32,7 millones de posibles señales de stop que pueden generarse en el genoma humano.
Se predijo que al menos uno de los seis fármacos probados lograría un incremento del 1 % de lectura en el 87,3 % de todas las posibles señales de stop, y un incremento del 2 % en casi el 40 % de los casos.
Los resultados son prometedores porque porcentajes más altos de lectura generalmente se correlacionan con mejores resultados terapéuticos.
Los investigadores planean confirmar la funcionalidad de las proteínas producidas mediante fármacos, un paso clave para validar su aplicabilidad clínica.
El equipo también planea explorar otras estrategias que puedan usarse en combinación con estas terapias para aumentar la efectividad de los tratamientos, particularmente en el cáncer.
«Nuestro estudio no solo abre nuevas vías para el tratamiento de enfermedades genéticas hereditarias, sino también, y de manera importante, para el tratamiento de tumores», concluye Fran Supek, jefe del laboratorio de Ciencia de Datos del Genoma en el IRB Barcelona y profesor en el Centro de Investigación e Innovación Biotecnológica de la Universidad de Copenhague, quien ha coliderado el trabajo.
22 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia