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La biopsia líquida «va a revolucionar» cómo se aborda la enfermedad del cáncer porque ayudará a detectarlo en etapas «mucho más precoces» y a aplicar tratamientos más adecuados en función de los resultados, ha afirmado este martes el oncólogo Emilio Alba.
Este procedimiento consiste en la determinación en sangre o en otros fluidos de material genético producido por células tumorales, ha explicado el catedrático de Oncología y director de Oncología Médica de los hospitales Regional y Clínico de Málaga durante su intervención en una mesa redonda en los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga (UMA).
«Ayuda a identificar si hay un tumor y dónde está originado», ha apuntado el experto, quien ha manifestado que en el futuro, con un simple análisis de sangre, sobre todo en algunos tumores, se podrá conocer si un cáncer está presente en estadios muy tempranos, lo que podría favorecer la curación.
«La biopsia líquida -ha indicado- va a revolucionar cómo vemos la enfermedad del cáncer porque va a ayudarnos a detectarlo en etapas mucho más precoces».
El también director del Centro de Investigaciones Médico Sanitarias (CIMES) de la UMA ha añadido que, una vez que la persona ha sido diagnosticada, también servirá para identificar si las cosas van mal antes de cómo se hace en la actualidad.
Esta técnica ya se utiliza, fundamentalmente en lo que se llama detección de enfermedad mínima residual: «Cuando una persona es diagnosticada de un tumor, principalmente de colon que es con el que más se ha desarrollado este método, después de la cirugía teóricamente no debe haber ningún fragmento de ADN tumoral en la sangre».
No obstante, si se realiza esta biopsia líquida y siguen encontrándose estas células ayuda a identificar el pronóstico y a aplicar tratamientos más adecuados en función de esos resultados, ha señalado.
Sobre la incidencia de esta enfermedad en España, el especialista ha indicado que el cáncer actualmente es la primera causa de muerte, por encima de las enfermedades cardiovasculares.
Alba ha sostenido que la investigación es «el único mecanismo» para «cambiar estos datos» y ha lamentado que, aunque se hacen esfuerzos, este país no está al nivel de los del entorno.
En el encuentro también han participado los expertos nacionales en el ámbito de la biopsia líquida Javier Pascual, Rafael López y Jorge Martín Arana.
09 julio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La biopsia líquida se presenta como una metodología ‘llamada a evolucionar el manejo clínico del cáncer’, su utilización junto con tecnologías Next Generation Sequencing (NGS) apunta ‘a convertirse en la estrategia a seguir para su completa aplicación en el ámbito asistencial’, según ha asegurado el investigador principal en el laboratorio de Biopsia Líquida Experimental en la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Oncología Médica de Málaga (IBIMA-CIMES-UMA), Iñaki Comino.
Hace años que se habla de la medicina de precisión o medicina personalizada en relación al tratamiento del cáncer. La precisión en el diagnóstico es clave para seleccionar la terapia más adecuada para cada paciente. Por lo tanto, la evaluación del estado mutacional del tumor de manera fiable es necesaria en la selección de pacientes que se beneficien y sean aptos para la terapia dirigida.
Según señala la compañía Sysmex, aunque sea el estándar en oncología clínica, el análisis de mutaciones en tejido tumoral presenta varias desventajas, y, para solventarlas y poder obtener una información más precisa, aparece la biopsia líquida junto con las tecnologías relacionadas en su estudio. La biopsia líquida es la prueba que se realiza en una muestra de sangre -u otros fluidos corporales- con la finalidad de caracterizar células tumorales, o fragmentos de ADN provenientes de células tumorales, que circulan libremente por el torrente sanguíneo. Esta prueba, se ha convertido en una buena herramienta para distintas aplicaciones clínicas. La detección de mutaciones clínicamente relevantes, permite seleccionar, a través de muestras de sangre, la terapia más adecuada y monitorizar la respuesta del paciente en tiempo real, sin la necesidad de realizar una biopsia del tejido, indica la compañía.
Cómo funciona la biopsia líquida
La biopsia líquida utiliza fluidos corporales para evaluar el estado de salud de un paciente, y se emplea con mayor frecuencia para la detección del cáncer en el plasma sanguíneo. Puede aplicarse en la detección dentro de una etapa temprana, lo que le permite ayudar a planificar el tratamiento y averiguar cómo está respondiendo el paciente a un determinado tratamiento.
En este sentido, tomar múltiples muestras de sangre a lo largo del tiempo también puede ayudar a los médicos a comprender qué tipo de cambios moleculares se están produciendo en un tumor y cómo esto podría influir en la terapia. Uno de los elementos más destacados en este análisis, es el ADN circulante, que proporciona la información genética proveniente de las células tumorales.
También pueden aislarse y estudiarse las propias células tumorales circulantes, además de muchas otras sustancias. De todas ellas, el ADN tumoral circulante (ADNct) supone la molécula más analizada debido a la disponibilidad en sangre y por la información que proporciona su estudio.
Desde Sysmex, apuntan que la biopsia en tejido es el método de elección de referencia, pero no siempre está disponible y puede ser muy difícil de obtener.
Además, tampoco es factible adquirir rutinariamente muestras de tejido para el seguimiento de los pacientes. No obstante, la biopsia líquida ya se ha incluido en algunas pautas sobre el tratamiento del cáncer, incluidas las del cáncer de pulmón, colorrectal y de mama, añade la compañía.
Beneficios de la biopsia líquida
Sysmex indica que este método de análisis ha mostrado un alto nivel de concordancia con muestras de tejido en la mayoría de los cánceres, resultando mínimamente invasiva y más conveniente, tanto para pacientes como para médicos. Asimismo, la compañía asegura que la biopsia líquida es más rentable que la biopsia de tejidos; ofrece información holística del tumor (en ocasiones las muestras de tejido pueden no ser representativas debido a un error de muestreo), el tiempo de obtención de resultados es más rápido, es posible repetir el muestreo (contrariamente que con muestras de tejido) y ofrece información en tiempo real. Sysmex introdujo en el mundo de la biopsia líquida a través de la tecnología ‘OncoBEAMTM’, una solución basada en PCR digital que permitía caracterizar mutaciones en ADNct de forma sensible.
No obstante, desde la compañía aseguran que la tecnología Next Generation Sequencing (NGS) apunta a convertirse en la metodología de referencia, ya que permite conocer cualquier alteración en una región concreta de ADN.
23 noviembre 2023 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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El cáncer de mama diagnosticado en el embarazo o el posparto tiene peor pronóstico, de ahí la necesidad de métodos eficaces de detección precoz, una evidencia que se constata a diario en la unidad multidisciplinaria específica para tratar estos casos dentro de la Unidad de Mama del Hospital Universitario Vall d’Hebron en Barcelona, España.
En esta línea, en la que trabaja el equipo liderado por la Dra. Cristina Saura, Ph. D., jefa de la unidad y también del Grupo de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), se sitúan los resultados de un estudio recientemente publicado en Cancer Discovery, y en el que por primera vez se ha demostrado que la leche materna de las pacientes con cáncer de mama contiene ADN tumoral circulante (ADNct), susceptible de ser detectado mediante una biopsia líquida de esa leche.
La Dra. Saura explicó a Medscape en español cuál fue el motivo —en cierta medida, «sobrevenido»— de poner en marcha esta investigación: «En este caso fue la inquietud de una paciente con cáncer de mama diagnosticada durante el embarazo de su tercera hija; fue de ella en realidad de quien surgió la idea del proyecto. Le preocupaba haber transmitido el tumor a través de la leche materna a su segunda hija durante el periodo de lactancia, que había sido largo y se había prolongado hasta poco tiempo antes del diagnóstico de su cáncer de mama, así que nos trajo una muestra de leche materna que tenía guardada en su congelador».
«Y es ahí, gracias a ella, donde empezó nuestro proyecto ya que, aunque sabemos que el cáncer de mama no se transmite a través de la leche materna, decidimos analizar la muestra a la búsqueda de marcadores que pudieran ayudarnos en la investigación. Y, efectivamente, al analizar la leche materna de la paciente, encontramos ADN con la misma mutación que estaba presente en su tumor», añadió la Dra. Saura, quien apuntó que la leche materna analizada se había congelado más de un año antes del diagnóstico de cáncer de la paciente.
En cuanto a la metodología, Ana Vivancos, Ph. D., jefa del Grupo de Genómica del Cáncer del VHIO y otra de las autoras del estudio, comentó que se emplearon dos técnicas, secuenciación de nueva generación (NGS) y reacción en cadena polimerasa digital de sola gota (ddPCR) para analizar las muestras de leche materna y de sangre, comprobando así la existencia de ADNct en la leche materna.
«Fuimos capaces de detectar mutaciones presentes en el tumor de pacientes con cáncer de mama en su muestra de leche en 13 de las 15 pacientes analizadas, mientras que en las muestras de sangre recogidas en el mismo momento solo se detectó ADN tumoral circulante en una de ellas», afirmó Vivancos. «En cuanto a las muestras de las dos pacientes en las que no se detectó mutación, se comprobó que eran de calostro recogido en las primeras horas de la lactancia».
Asimismo, para dar utilidad práctica a este hallazgo, el equipo investigador diseñó un papel genómico basado en secuenciación de nueva generación como posible método de detección precoz del cáncer de mama. «Hemos desarrollado un panel basado en química de captura híbrida y con identificadores moleculares únicos (UMIs) que aseguran una mejor sensibilidad en la secuenciación de nueva generación. El diseño del panel se ha ajustado, basándonos en la literatura existente, a los genes más frecuentemente mutados en el cáncer de mama en mujeres jóvenes, menores de 45 años».
Según Vivancos, este panel tiene una sensibilidad de más de 70%, lo que significa que de las muestras de las pacientes analizadas con este se hubieran detectado 7 de 10 casos con una especificidad de 100 %.
«En la práctica, el diseño del panel permitiría detectar alteraciones en más de 95 % de los casos de cáncer de mama en mujeres de edad inferior a 45 años. Por lo tanto, su uso en el escenario de detección precoz de este tumor durante la lactancia debería contribuir a resolver una necesidad médica no cubierta a día de hoy», señaló Vivancos.
En relación con esta necesidad no resuelta, la Dra. Saura incidió en que actualmente no se dispone de ningún sistema o herramienta que permita sospechar de forma precoz de un tumor de mama en embarazadas antes del diagnóstico, «y, precisamente, el objetivo de esta investigación, que ahora se tiene que validar con un grupo más grande de mujeres en un estudio clínico, sería implantar el cribado de cáncer de mama en mujeres que acaban de dar a luz».
Contacto más directo con las células tumorales
En opinión de la Dra. Saura, esto facilitaría que, al igual que en España se realiza la punción del talón con una pequeña muestra de sangre del recién nacido para descartar patologías metabólicas, se recogieran muestras de leche materna de todas las mujeres que den a luz, para descartar o diagnosticar el cáncer de mama.
En cuanto a las ventajas potenciales que tendría la biopsia líquida de leche materna frente a técnicas similares, como por ejemplo la biopsia líquida en sangre, Vivancos remitió a los resultados de su estudio: «Hemos visto que la biopsia líquida en leche materna era positiva para la presencia de ADN tumoral circulante en 87 % de los casos, mientras que la sangre solo mostró presencia de este marcador en 8%. Esta diferencia indica que la leche materna es un biofluido que está en contacto más directo con las células tumorales y que, por lo tanto, será más informativo en estadios más iniciales».
La Dra. Saura apuntó sobre estos tumores en embarazadas o en el posparto que los datos reafirman una realidad: «En general, suelen tener un peor pronóstico por ser, en una gran parte de los casos, un diagnóstico en estadios avanzados. Además, se suele asumir que hay alteraciones fisiológicas de la mama, consideradas normales durante la gestación y la lactancia, que pueden esconder un tumor en desarrollo. El hecho es que el cáncer de mama durante el posparto, entendiendo como posparto la definición actual que corresponde a los 10 años posteriores al parto, representa entre 40 % y 45 % de los casos de cáncer de mama diagnosticados antes de los 45 años».
Las investigadoras tienen previsto dar continuidad a este proyecto: «Nuestro siguiente paso para confirmar la utilidad de la leche materna como nueva herramienta de biopsia líquida para la detección precoz del cáncer de mama en el periodo posparto es realizar esta prueba no invasiva en miles de mujeres», informó la Dra. Saura.
Objetivo, «estandarizarla» como método de screening
«Basándonos en los resultados que hemos publicado, estamos iniciando un estudio dirigido a recoger muestras de leche materna de 5 000 mujeres sanas de todo el mundo que se hayan quedado embarazadas a partir de los 40 años o a cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de padecer cáncer de mama», añadió la especialista.
Acerca de cuándo está previsto disponer de resultados preliminares de este nuevo estudio, la Dra. Saura afirmó que aún no es posible aventurarse a concretar este dato «ya que estamos pendientes de recibir financiación para avanzar en este trabajo, pero vamos analizando caso a caso y, por supuesto, si detectamos alguna anomalía en estas mujeres, seguiremos el protocolo establecido para confirmar el diagnóstico e iniciar un tratamiento si fuera preciso».
Sobre si es factible que la biopsia líquida de leche materna llegue a «normalizarse» como método de screening para las mujeres en edad reproductiva con antecedentes o factores de riesgo de desarrollar un cáncer de mama, Vivancos afirmó que «ese sería el escenario futuro que visualizamos y al que nos gustaría contribuir con evidencia científica para conseguir hacerlo realidad».
«Por el momento, nuestro objetivo es validar que el ADN tumoral circulante puede detectarse mediante biopsia líquida en la leche materna incluso antes de que el cáncer de mama pueda diagnosticarse mediante técnicas de imagen convencionales. Si validamos estos resultados preliminares podremos detectar precozmente el cáncer de mama con una prueba no invasiva como la biopsia líquida de la leche materna», señaló por su parte la Dra. Saura.
Finalmente, y en cuanto a las asignaturas pendientes que aún existen en la detección y el abordaje del cáncer de mama durante el embarazo, la especialista puso de relieve el impacto emocional que tiene para las mujeres y para su entorno el diagnóstico de un cáncer gestacional «pero lo primero que tienen que saber es que el diagnóstico no es necesariamente sinónimo de interrupción del embarazo, sino que este tumor se puede tratar durante la gestación ya que es posible hacer cirugía en cualquier momento y quimioterapia a partir del segundo trimestre. Prueba de ello son los 72 niños que han nacido en este contexto en los últimos 20 años en el Hospital Universitario Vall d’Hebrón, que es pionero en España gracias a un programa multidisciplinar para informar y hacer un seguimiento específico a las mujeres a las cuales se les diagnostica un tumor de mama durante el embarazo».
Referencia
Saura C, Ortiz C, Matito J, Arenas E, Suñol A, Martín A, et al. Early-Stage Breast Cancer Detection in Breast Milk. Cancer Discov[Internet].2023[citado 3 nov 2023];13(10):2180-2191. doi: 10.1158/2159-8290.CD-22-1340. PMID: 37704212. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37704212/
4 noviembre 2023|Fuente: Medscape| Tomado de Noticias y Perspectivas
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10
Un estudio en ‘The Lancet’ postula la biopsia líquida como una herramienta futura para la detección temprana, pero los expertos advierten de que hay que afinar su sensibilidad para evitar falsos positivos y sobrediagnósticos.
En el cáncer, el tiempo es oro: cuanto antes se detecte un tumor, más posibilidades hay de tratarlo y tener un pronóstico favorable. El problema es que la enfermedad no siempre da la cara y, a menudo, cuando asoma, en forma de síntomas u otras señales malignas, ya está avanzada. Los científicos han emprendido una carrera en busca de herramientas para adelantar el diagnóstico y la biopsia líquida, que detecta trazas biológicas del tumor en sangre u otros fluidos, se postula como una herramienta de detección temprana, incluso, en personas aparentemente sanas. Este tipo de test en sangre —para el paciente, es como una extracción para una analítica convencional— ya se emplea para monitorizar tumores metastásicos o afinar el pronóstico tras algunas operaciones oncológicas, pero un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet añade más evidencia para un potencial uso de estas técnicas en la detección temprana de cáncer en personas asintomáticas. Los expertos advierten, eso sí, de que a esta herramienta todavía le falta recorrido para que sirva como cribado poblacional y habrá que afinar su eficacia para evitar falsos positivos y sobrediagnósticos.
El tumor acostumbra a desprender al organismo señales de su presencia. Aun cuando parece invisible a los sentidos, sin dar síntomas ni muestras de malignidad, ya puede liberar al torrente sanguíneo ADN tumoral, proteínas u otras moléculas que delatan su existencia.
A través de las biopsias líquidas de sangre, que consisten en extraer una muestra de sangre y analizarla en busca de estas trazas biológicas del tumor, los oncólogos pueden llegar a saber, con una técnica mínimamente invasiva, información valiosísima de la enfermedad: desde su mera presencia, hasta si está respondiendo a un tratamiento o está generando resistencias. “La biopsia líquida tiene muchas aplicaciones”, adelanta Ana Vivancos, jefa del laboratorio de Genómica del Cáncer del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). “En el escenario metastásico la usamos para monitorizar mutaciones, ver si el paciente responde a la terapia o te está progresando y cómo lo va a hacer: la dinámica del ADN tumoral en sangre te informa de lo que pasa a nivel clínico en el paciente.
También se está empezando a usar en el escenario quirúrgico: sabemos que si operas un cáncer de colon y al cabo de una o dos semanas le sacas una muestra de sangre y hay ADN tumoral, a ese paciente no lo has curado; y si lo tratas con quimioterapia tras la operación y después desaparece el ADN tumoral en sangre, lo has curado, pero si todavía hay, te va a recaer”, expone la investigadora. La tercera aplicación —“la más difícil”, asume Vivancos— es usarla para detectar cáncer en gente asintomática.
Detección Cáncer Mama
Una investigación abre la puerta a la detección precoz del cáncer de mama a través de la leche materna
La investigación publicada en The Lancet por científicos estadounidenses agrega evidencia sobre el potencial de la biopsia líquida en esa tercera línea de acción: la detección temprana en personas asintomáticas.
Los investigadores reclutaron a más de 6 600 participantes aparentemente sanos, con y sin factores de riesgo de cáncer, y los sometieron a uno de estos análisis de sangre de detección temprana de la enfermedad: en 92 casos se detectaron señales de cáncer y, de ellos, a 38 se les diagnosticó, efectivamente, un tumor, pero otros 57 fueron falsos positivos —esto es, no tenían, realmente, enfermedad—. En total, en el año de seguimiento que duró el estudio, se llegó a diagnosticar cáncer a 121 participantes: aparte de los 35 detectados con la biopsia líquida, otros 86, que dieron negativo en ese test (falsos negativos), fueron diagnosticados finalmente con otras técnicas.
El test empleado en este estudio mide los patrones de metilación, que son como unas firmas características dentro del ADN tumoral que, además de delatar la presencia de enfermedad, apuntan también su origen. “El ensayo detectó muchos tipos de cáncer para los cuales no existen pruebas de detección, incluidos algunos que se encuentran en etapas tempranas. Por ejemplo, se detectaron cánceres de las vías biliares, del intestino delgado, del páncreas y una neoplasia de células fusiformes en etapas tempranas susceptibles de resección quirúrgica. Es poco probable que estas neoplasias malignas letales hubiesen sido identificadas mediante exámenes físicos o exámenes de detección de rutina”, convienen los autores en el estudio. Casi la mitad de los positivos que detectó el test fueron tumores en etapas tempranas de la enfermedad, en estadios I y II —IV es el más grave—.
A pesar de los casos de falsos positivos y falsos negativos que reportó la investigación, los científicos concluyeron que este estudio demuestra “la viabilidad clínica” de estas pruebas, aunque admiten, eso sí, que se requerirán más estudios para investigar “la seguridad, utilidad y eficacia clínica [de estas pruebas] como estrategia de detección del cáncer”.
El hallazgo de los investigadores estadounidenses se suma, en cualquier caso, a la literatura científica precedente que ya apuntaba en esta línea. Un estudio de científicos de la Universidad Johns Hopkins publicado en la revista Science en 2018, por ejemplo, ya validaba el potencial de otro test (CancerSeek) para detectar ocho tipos de tumores. En 2020, otro estudio en la misma revista demostraba que era posible usar ese test para encontrar tumores en personas asintomáticas: tras seguir a 9.900 mujeres, encontraron cáncer en 26, permitiendo, en algunos casos, tratamientos con potencial curativo.
Mucho trabajo por hacer
“El estudio de The Lancet demuestra que tienen un test capaz de detectar cáncer en una buena proporción de casos, pero los datos nos dicen que hay mucho trabajo por hacer. Tienes 86 falsos negativos, gente que no detectan”, expone Vivancos, que no ha participado en la investigación. En la misma línea, Clara Montagut, jefa de sección de Oncología Digestiva del Hospital del Mar e investigadora del grupo de Terapia Molecular del Cáncer del Hospital del Mar Research Institute, asegura que el nuevo estudio, del que tampoco ha formado parte, “es un paso importante en la buena dirección, pero falta más investigación”: “Los resultados no son para tirar cohetes, pero son similares a los cribados de mama o colon. Con la ventaja de que aquí puede subir la adherencia porque mucha gente no se hace todas las pruebas, mamografías, colonoscopias… pero si solo es un análisis de sangre, sí”.
Los expertos consultados insisten en que la técnica tendrá que depurarse si quiere convertirse, a largo plazo, en un potencial cribado poblacional. “Es un paso adelante, pero no el definitivo”, apunta César Serrano, secretario de Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica. El médico, oncólogo en Vall d’Hebron, apunta las limitaciones técnicas y biológicas que rodean a la biopsia líquida, como que no todos los tumores liberan ADN a la sangre. “Hay tumores donde hay mucho ADN tumoral circulante en sangre, como el pulmón, la mama y el colon. El de tiroides o los sarcomas, en cambio, liberan poco. Y en tumores del mismo tipo, hay algunos que liberan ADN y otros que no”, argumenta.
De hecho, una de las trabas tradicionales de la biopsia líquida en sangre es que se suele detectar mejor el ADN tumoral si la enfermedad está más avanzada. En estadios más tempranos puede ser más complejo, señala Vivancos: “Los pacientes que se están pasando por alto son los que están en estadios I y II porque tienen menos liberación de ADN a la sangre. Cuanto más metastásicos son, más ADN liberan y aparte del estadio, cuanta más malignidad, mayor es la liberación. Aunque el sarcoma, por ejemplo, libera poco y suele ser, en general, de buen pronóstico y el de páncreas, que es muy agresivo, libera poco. Aún no entendemos claramente cómo los tumores liberan ADN a la sangre”, admite la investigadora.
Los científicos consultados destacan, además, la necesidad de mejorar la técnica para evitar tanto los falsos positivos, como que se escapen casos. “Necesitamos que tenga mucha sensibilidad, que nos pille el cáncer; y que tenga especificidad, es decir, que no te diga que hay cáncer donde no lo hay”, sintetiza Montagut. La detección de un falso positivo implica someter a una persona realmente sana a pruebas médicas innecesarias y a una carga de estrés inútil. Vivancos insiste: “Todavía no estamos listos. La técnica ha avanzado, pero se les pasan muchos pacientes. Más que el falso positivo, que es un problema por el estrés que le generas, el problema son los falsos negativos”.
Una técnica prometedora
También hay que valorar, apuntan los expertos, el riesgo de sobrediagnóstico, que es la detección de lesiones que pueden no avanzar en un cáncer o desaparecer por sí solas. Y Serrano añade, además, que para convertirse en un cribado poblacional, además de tener validez clínica —que identifique el biomarcador en sangre—, hay que demostrar “la utilidad clínica, que tiene un impacto positivo en los pacientes porque mejora la supervivencia”.
Las posibilidades de la biopsia líquida, en cualquier caso, son inmensas, coinciden las voces consultadas. Tanto en sangre como en otros fluidos —Vivancos acaba de participar en una investigación que prueba sus posibilidades en leche materna y hay estudios también en líquido cefalorraquídeo para detectar tumores cerebrales—. La investigadora del VHIO es optimista, pero “realista”, dice: “Creo que llegara al screening [cribado] poblacional, pero hay que mejorar la técnica”. Por lo pronto, ya sirve para monitorizar la enfermedad en tiempo real y aspira a servir, a corto plazo, para orientar algún tratamiento. “Es muy prometedora, pero aún es prácticamente solo investigación”, aclara Serrano.
Referencia
Deb Schrag, Tomasz M Beer, Charles H McDonnell III, Lincoln Nadauld, Christina A Dilaveri, Robert Reid, et al. Blood-based tests for multicancer early detection (PATHFINDER): a prospective cohort study. The Lancet[Internet]. 2023[citado 9 0ct 2023]; 402(10409): 1251-1260. DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(23)01700-2
10 octubre 2023 | Fuente: elpais| Tomado de Actualidad
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