oct
12
Un ensayo clínico llevado a cabo en Brasil cuestiona la implementación de la telemedicina guiada por un médico en las unidades de cuidados intensivos (UCI), pues se ha comprobado que no reduce la duración de la estancia de los pacientes.
Son las conclusiones de un ensayo clínico en Brasil liderado por el Hospital Israelita Albert Einstein de São Paulo, en colaboración con el Ministerio de Salud brasileño (programa PROADI-SUS) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro apoyado por la Fundación «la Caixa».
Los resultados, publicados en la revista JAMA, sugieren que aún queda por definir cuál es el mejor modelo para la prestación de teleasistencia en la UCI, ha informado este miércoles el ISGlobal.
El cuidado de pacientes en estado crítico suele requerir de un equipo con médicos de cuidados intensivos, pero estos especialistas escasean en todo el mundo, sobre todo fuera de las grandes ciudades.
Una solución propuesta es la telemedicina, en la que los médicos dirigen a distancia los cuidados en las unidades de cuidados intensivos (tele-UCI).
«A pesar de lo prometedor de la telemedicina y de su creciente uso, ningún estudio a gran escala había probado si este enfoque puede mejorar realmente los resultados de los pacientes en las UCI», ha afirmado el investigador de ISGlobal Otavio Ranzani.
Para comprobarlo, se llevó a cabo el estudio TELESCOPE, financiado por el Ministerio de Sanidad brasileño, con la participación de 30 UCI de Brasil.
La mitad de las UCI siguieron sus rutinas asistenciales habituales, mientras que la otra mitad recibió, además de los cuidados habituales, rondas diarias de telemedicina, que consistían en reuniones entre el intensivista a distancia y el equipo local para discutir posibles diagnósticos, planes de tratamiento y problemas.
El especialista también facilitaba al equipo médico pautas de tratamiento actualizadas y celebraba sesiones virtuales mensuales para revisar los indicadores de calidad de la UCI.
Más de 17 000 pacientes en estado crítico participaron en el ensayo, que se desarrolló entre junio de 2019 y julio de 2021.
Las conclusiones del estudio es que la estancia media en la UCI fue prácticamente la misma tanto en el grupo de telemedicina como en el de atención habitual: unos 8 días.
Tampoco hubo diferencias significativas en otros resultados, como las tasas de infección o la mortalidad intrahospitalaria.
Varias razones pueden explicar por qué la telemedicina no tuvo un mayor impacto: «Es posible que pasaran por alto cuestiones relacionadas con la atención multidisciplinar (prestada por enfermeras intensivistas, terapeutas respiratorios/motores y farmacéuticos clínicos) y la gestión (proceso asistencial, flujo de pacientes, comunicación, etc.)».
«O que algunas UCI del estudio no dispusieran de recursos o personal suficientes para beneficiarse plenamente del modelo de telemedicina», ha aventurado el coautor del estudio Adriano Pereira, del Hospital Israelita Albert Einstein.
Si bien la telemedicina no redujo la estancia en las UCI en los casos estudiados, esto no significa que otros modelos no vayan a poder funcionar en otros entornos, por lo que el reto es encontrar la mejor forma de aplicar la tecnología, aclaran los investigadores.
09 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
12
El Hospital Universitario Vall d’Hebron, en colaboración con los también hospitales barceloneses de Sant Pau y del Mar, ha desarrollado, mediante una aplicación web, un modelo predictivo que ayuda a los oncólogos a identificar qué pacientes tienen mayor riesgo de morir en los siguientes 90 días.
El modelo lo publica este miércoles la revista científica The Lancet y está disponible para los profesionales que tratan a pacientes oncológicos de manera abierta a través del enlace https://promise.vhio.net/.
La herramienta se denomina ‘PROMISE Score’, por sus siglas en inglés («Pronostic Score for Hospitalized Cancer Patients»), y utiliza información clínica y de laboratorio fácilmente disponible en el momento del ingreso del paciente para predecir con precisión el riesgo de mortalidad a 90 días en enfermos con cáncer avanzado que reciben tratamiento activo.
El objetivo principal de la aplicación es asistir al equipo médico en la identificación de los pacientes con mayor probabilidad de sobrevivir sin necesidad de realizar más pruebas y ayudarles a tomar decisiones.
Los pacientes oncológicos suelen sufrir complicaciones derivadas del cáncer que se traducen en hospitalizaciones no programadas y esta herramienta puede ayudar a agilizar decisiones y optimizar estas hospitalizaciones, así como reducir ingresos prolongados y repetidos que pueden evitarse en pacientes terminales.
«El modelo que hemos desarrollado tiene un fuerte poder predictivo para los pacientes con un pronóstico favorable, con los que podemos apostar con más convicción por intervenciones terapéuticas agresivas», ha explicado el Dr. Oriol Mirallas, adjunto del servicio de Oncología Médica del Hospital Vall d’Hebron e investigador de la Unidad de Investigación en Terapia Molecular UITM-CaixaResearch del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).
El doctor Mirallas es el autor principal de este estudio, que ha contado con la colaboración de 41 profesionales, junto con el Dr. Joan Carles, jefe de sección del hospital y responsable de la Unidad de Genitourinario, Sistema Nervioso Central, Sarcoma y Tumores de Origen Desconocido, así como del Grupo de Tumores Genitourinarios, Sistema Nervioso Central y Sarcoma del VHIO, y el Dr. Rodrigo Dienstmann, jefe del Grupo de Oncology Data Science (ODysSey) del VHIO, quien ayudó a desarrollar el modelo y la herramienta web.
«Hasta ahora, los profesionales utilizábamos datos clínicos, validados en pacientes ambulatorios. Pero, con este modelo tenemos un dato objetivo y cuantificable que nos ayudará a conocer la evolución del paciente al ingresar en planta», ha añadido Mirallas.
Detalles de la investigación
Para crear esta aplicación y obtener un dato objetivo, se ha analizado una muestra de 1 009 pacientes, 749 ingresados en Vall d’Hebron y 260 del Hospital de Sant Pau y el Hospital del Mar, que han sido el grupo de validación.
En el momento del ingreso, los pacientes tenían más de 18 años, un tumor sólido avanzado o metastásico confirmado (principalmente de pulmón, gastrointestinal o ginecológico, los más prevalentes), habían recibido tratamiento sistémico anticanceroso al menos seis meses antes de la hospitalización, y estuvieron ingresados en urgencias o en planta un mínimo de 24 horas.
La edad promedio era de 65 años, el 51 % eran mujeres, con un tiempo promedio desde el diagnóstico de 22 meses, y la hospitalización duró 9 días en promedio.
La aplicación analiza una serie de factores clínicos y de laboratorio fácilmente disponibles en el momento del ingreso.
Un alto nivel de LDH (carga tumoral), neutrófilos (inflamación) y albúmina (proteína que indica el estado nutricional del paciente) en el análisis de sangre al ingreso en urgencias se asocian con un peor pronóstico.
También se valora el estado funcional ECOG, los últimos informes de TAC para estimar la respuesta al tratamiento y la progresión de la enfermedad, el estadio del tumor y el estado anímico del paciente.
Con estos valores, el PROMISE Score calcula un algoritmo que ayuda a identificar aquellos pacientes que tendrían una supervivencia superior a 90 días sin necesidad de realizar pruebas adicionales.
Próximamente, la aplicación se implementará en otros centros para llevar a cabo un estudio internacional con más pacientes.
09 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
12
Las personas fumadoras con trastorno mental grave pierden la función pulmonar antes que el resto de la población, según un estudio liderado por el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
El trabajo, que aborda la enfermedad física y la salud mental, señala que las personas con un trastorno mental grave, trastorno bipolar o esquizofrenia, pierden bastante más capacidad pulmonar que la población general que no presenta estas afecciones.
El investigador principal del estudio, el psiquiatra Fernando Sarramea, especialista en el hospital cordobés, ha señalado este miércoles durante la presentación del estudio que «esta relación entre hábito tabáquico y salud mental grave es especialmente relevante porque hablamos de pacientes con altas tasas de mortalidad prematura, como ocurre con personas con trastorno mental grave».
Sarramea ha precisado que tres de cada cuatro muertes prematuras en la población con trastornos mentales graves se debe a causas físicas, enfermedades cardiovasculares, respiratorias o infecciones, fundamentalmente.
El trabajo, publicado en European Neuropsychopharmacology, una de las revistas de mayor impacto en el ámbito de la psiquiatría a nivel mundial, recoge que más de la mitad de los participantes en el estudio, tras un seguimiento durante cinco años, perdió bastante más capacidad pulmonar que la población general que no presenta estas enfermedades.
La capacidad respiratoria se ha medido, en los sesenta pacientes que han participado en el estudio, a través del volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1, en sus siglas en inglés), que contabiliza la cantidad de aire que alguien puede expulsar de sus pulmones en un segundo. Se trata de un parámetro que es un predictor probado de mortalidad, pues a medida que se pierde FEV1, el riesgo de muerte prematura aumenta.
Para el especialista del Reina Sofía, la actividad física se sitúa como «el único factor capaz de frenar la pérdida acelerada de función pulmonar en estos y estas pacientes».
Por ello, los resultados del trabajo «refuerzan nuestra misión de mejorar la salud física de las personas con trastornos mentales graves y seguir aportando soluciones innovadoras que puedan mejorar su calidad de vida y reducir su mortalidad prematura».
Bajo el liderazgo del psiquiatra Fernando Sarramea, son autores de la investigación la médica de familia Cristina Ruiz, la neumóloga Nuria Feu, la bióloga Cristina Camacho, la psiquiatra y profesora de la Universidad de Córdoba María José Jaén, las enfermeras Marta Rodríguez y Gloria del Pozo y los residentes de Psiquiatría Micaela Reyes, Rosa Fiestas, David Lagua y Ana Jiménez.
También han colaborado en el trabajo el neumólogo de la Universidad de Kentucky David Mannino y el jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona Eduard Vieta, uno de los principales expertos internacionales en trastorno bipolar.
09 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
8
Ruanda empezó a inyectar este domingo una vacuna experimental contra el virus de Marburgo -similar al ébola- a trabajadores de primera línea, incluidos sanitarios, los más afectados por la enfermedad que ha causado ya 46 contagios y doce muertes desde la declaración del brote el pasado 27 de septiembre.
El ministro ruandés de Sanidad, Sabin Nsanzimana, declaró en rueda de prensa que se emplearán 700 dosis de una vacuna experimental, recibidas el sábado por la noche, del Instituto de Vacunas Sabin, una organización estadounidense que promueve su uso a nivel mundial.
«Las dosis han sido comprobadas y evaluadas por los responsables y por el departamento de vacunación del Centro Biomédico de Ruanda», aseguró Nsanzimana, que dijo que el fármaco recibido es el «más avanzado de todos los que se han desarrollado».
Las primeras personas en recibir el pinchazo serán «aquellas que corren un alto riesgo de contraer la enfermedad, entre las que se incluyen médicos y otras personas que han estado en contacto con pacientes de Marburgo».
Por su parte, el Instituto Sabin anunció en un comunicado el acuerdo de ensayo clínico con el Centro Biomédico de Ruanda, patrocinador del estudio, para proporcionar dosis de investigación.
«En la actualidad no existen vacunas ni tratamientos autorizados para el Marburgo, que tiene una tasa de mortalidad de hasta el 88 %», recordó la institución.
La vacuna de dosis única de Sabin emplea el vector cAd3, una versión atenuada de un adenovirus de chimpancé, tecnología en la que también se basan vacunas experimentales contra el ébola.
El fármaco se encuentra en ensayos de fase 2 en Kenia y Uganda, y hasta la fecha no se han notificado «problemas de seguridad», según Sabin.
«Los resultados de los ensayos clínicos de fase 1 y de los estudios no clínicos indican que la vacuna es segura y provoca respuestas inmunitarias rápidas y robustas», incidió el organismo.
Ruanda ha confirmado hasta ahora 46 casos del virus de Marburgo, 29 de los cuales se encuentran actualmente aislados y bajo tratamiento con el antiviral remdesivir y anticuerpos monoclonales. Cinco personas ya se han recuperado y doce han fallecido.
Ruanda ha puesto a disposición de la población laboratorios de pruebas en cada provincia, y hasta ahora se han realizado 1 748 test PCR en todo el país.
El pequeño país del este de África declaró el pasado 27 de septiembre, por primera vez en su historia, un brote del virus de Marburgo, una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que el ébola y que también puede provocar la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de hasta el 88 %.
Esta enfermedad es tan mortífera como el ébola y se calcula que en África ha causado la muerte de más de 3 500 personas.
Para evitar su propagación, las autoridades han recomendado reforzar la higiene y evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas como fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, dolores musculares, vómitos y diarrea.
Los murciélagos de la fruta son los huéspedes naturales del virus, que cuando es transmitido a los humanos puede ser contagiado mediante contacto directo con fluidos como la sangre, saliva, vómitos u orina.
La enfermedad fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda.
06 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
8
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) comenzó una revisión para evaluar el riesgo de pensamientos y comportamientos suicidas vinculados al uso de fármacos que contienen finasterida y dutasteride, presentes en tratamientos para la alopecia androgenética en hombres y la hiperplasia prostática benigna.
La agencia europea, con sede en Ámsterdam, explicó este viernes que su comité de seguridad (PRAC) está evaluando los datos disponibles que vinculan «pensamientos y comportamientos suicidas» a los fármacos que contienen finasterida y dutasteride, tratamientos disponibles en el mercado europeo, así como el impacto real de estos síntomas comparado al balance beneficio-riesgo del medicamento.
«Los medicamentos que contienen finasterida y dutasterida administrados por vía oral tienen un riesgo conocido de efectos secundarios psiquiátricos, incluida la depresión. La ideación suicida se ha añadido recientemente como un posible efecto secundario de frecuencia desconocida en la información del producto para Propecia y Proscar, los primeros dos fármacos que contienen finasterida autorizados en varios países de la Unión Europea», explicó la EMA.
Los comprimidos que contienen 1 mg de finasterida y la solución de finasterida para aplicación en la piel se utilizan para tratar las primeras etapas de la alopecia androgénica (pérdida de cabello debido a hormonas masculinas) en hombres de entre 18 y 41 años.
Mientras, los preparados con 5 mg de finasterida y las cápsulas que contienen 0,5 mg de dutasterida se usan para tratar a hombres con hiperplasia prostática benigna (HPB), una condición en la que la próstata está agrandada y puede causar problemas con el flujo de orina.
Para minimizar los riesgos, ya se recomienda a los pacientes que estén pendientes a los síntomas psiquiátricos y busquen atención médica si experimentan alguno, mientras se pide a los profesionales de la salud que supervisen a los pacientes tratados con estas sustancias en busca de señales de depresión, para suspender el tratamiento de forma inmediata si aparecen síntomas.
Los expertos en seguridad farmacológica estudiarán ahora los datos disponibles sobre este efecto secundario y la EMA emitirá una recomendación sobre si las licencias europeas de comercialización de estos fármacos deben mantenerse, retirarse, suspenderse o modificarse de alguna forma.
04 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
oct
5
La actividad física modifica la microbiota intestinal en personas mayores con obesidad y síndrome metabólico, según ha demostrado un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (Ibima Plataforma Bionand) y el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.
Los hallazgos, publicados en la revista Biology of Sport, han concluido que la actividad física regular, combinada con una dieta mediterránea, produce cambios significativos en la microbiota intestinal, lo cual podría tener beneficios en personas mayores con obesidad y síndrome metabólico.
Los resultados destacan el impacto positivo que los cambios en el estilo de vida pueden tener en la salud intestinal y general de la población envejecida.
El estudio, que forma parte del proyecto Predimed-Plus -sobre el impacto del estilo de vida en la prevención de enfermedades cardiovasculares-, incluyó a 297 participantes de los nodos de Málaga y Reus, de entre 55 y 75 años, todos con sobrepeso u obesidad y diagnosticados con síndrome metabólico.
Durante un año, los investigadores monitorizaron la actividad física, la dieta y los cambios en la composición de la microbiota intestinal de los participantes.
Gracias al desarrollo de este estudio, aquellos que aumentaron significativamente su actividad física, mostraron alteraciones positivas en su microbiota, incluido el aumento de bacterias beneficiosas como Sutterella y Lachnospira, y una disminución de Collinsella, asociada a niveles elevados de colesterol LDL.
La primera autora del estudio, Patricia Ruiz Limón, ha señalado que este trabajo pone de manifiesto «cómo la actividad física puede actuar como un modulador clave de la microbiota intestinal», lo que «abre una nueva ventana para comprender mejor su papel en la prevención de enfermedades metabólicas».
«Estos resultados nos permiten avanzar en el diseño de intervenciones más personalizadas para mejorar la salud de las personas mayores», ha afirmado la investigadora.
Por su parte, el director científico de Ibima y jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Virgen de la Victoria, Francisco J. Tinahones, ha agregado que «es muy relevante que en este estudio se haya profundizado más allá de la actividad física, la reducción de peso o la mejora del control glucémico».
«Ahora podemos asociar claramente que el ejercicio físico tiene influencia directa en la microbiota intestinal», ha manifestado Tinahones, que ha incidido en que se trata de «un vínculo que podría ser fundamental a la hora de tratar el síndrome metabólico en personas mayores».
Otra de las coautoras del estudio es la investigadora Isabel Moreno, quien ha apuntado que «este hito marca el camino a seguir de futuros estudios» encaminados a destacar el potencial que tiene el estudio de la microbiota con otros factores como la actividad física para «acercar el análisis de este tipo de bacterias» y dirigirlas hacia terapias «más personalizadas».
02 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia