may
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Una amplia gama de coronavirus con potencial para futuros brotes pude ser combatida con una nueva tecnología de vacunas, probada ya en roedores y desarrollada por científicos de universidades británicas, publicó la revista Nature Nanotechnology.
Luego de que un coronavirus provocara la pandemia de la covid-19, expertos de las universidades de Cambridge, Oxford y Caltech trabajan en el novedoso inmunógeno que protege contra coronavirus, incluidos algunos que ni siquiera se conocen aún.
Se trata de un nuevo enfoque, denominado vacunología proactiva, por el que los científicos crean una vacuna antes incluso de que aparezca el patógeno causante de la enfermedad.
De acuerdo con sus investigaciones la nueva inoculación entrena al sistema inmunitario del organismo para que reconozca regiones específicas de ocho coronavirus distintos, entre ellos el SARS-CoV-1, el SARS-CoV-2 y varios que circulan actualmente entre los murciélagos y que podrían saltar a los humanos y provocar una pandemia.
Con ese método la clave de su eficacia está en que las zonas específicas del virus a las que se dirige la vacuna también aparecen en muchos coronavirus relacionados, por lo que al entrenar al sistema inmunitario protege contra otros no representados en la formulación de la vacuna, incluso sin estar identificados.
Por ejemplo, explicaron los investigadores, la vacuna no contempla al SARS-CoV-1, que causó el brote de SARS en 2003, pero aun así induce una respuesta inmunitaria contra él.
Mark Howarth, de la Universidad de Cambridge y coautor principal comentó a Nature Nanotechnology, que no es preciso esperar a que surjan nuevos patógenos, ya que se sabe suficiente sobre ellos y sus diferentes respuestas inmunitarias como para empezar a construir imnunizantes.
La nueva vacuna Quartet Nanocage se basa en una estructura llamada nanopartícula, una bola de proteínas unidas por interacciones increíblemente fuertes.
Mediante un novedoso superpegamento proteínico, a esta nanopartícula se adhieren cadenas de diferentes antígenos víricos lo que entrena al sistema inmunitario para dirigirse a regiones específicas compartidas por una amplia gama de coronavirus.
Su diseño es mucho más sencillo que el de otras ampliamente protectoras actualmente en desarrollo, lo que, según los investigadores, debería acelerar su paso a los ensayos clínicos en fase 1 previstos para principios de 2025.
10 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), publicó un pronóstico de actividad del polen que puede vaticinar cómo las cargas de esa sustancia influirán en el clima.
La herramienta también prevé el impacto del clima en las concentraciones de polen y predice, en tiempo real, hacia dónde se transporta, por lo cual las personas alérgicas podrán ajustar sus actividades al aire libre y sus medicamentos.
Dicha herramienta es un módulo del sistema experimental de predicción del tiempo y la química atmosférica Rapid-Refresh Chemistry (RAP-Chem), encargado este último de realizar la predicción del tiempo y la calidad del aire de próxima generación que simula la química y el transporte en fase gaseosa y de aerosoles. Cada 24 horas, el modelo produce un pronóstico de dos días para el ozono, el humo, el polvo y otros parámetros relacionados con la calidad del aire y la química atmosférica, incluido ahora el polen.
RAP-Chem también tiene en cuenta la influencia que el polen, el polvo y el humo pueden tener en el clima, aclara el informe de la NOAA.
Los granos de polen como todas las partículas suspendidas, dispersan la luz solar, sirven como semillas para formar nubes y afectar la temperatura, la visibilidad y las precipitaciones.
El polen se emite durante el día, impulsado principalmente por los vientos simulados por el modelo y en la noche, las emisiones se detienen y las concentraciones de polen disminuyen a medida que las partículas se depositan en el suelo.
Por otro lado, la lluvia también tiende a limpiar el aire y reducir la cantidad de polen, aunque las corrientes descendentes frías creadas por las tormentas pueden concentrar partículas de polen, empeorando la picazón en los ojos o el asma, señalan los investigadores.
10 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El responsable del Laboratorio de Astronomía de Rayos X del Sol del Instituto de Estudios Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia, Serguéi Bogachov predijo hoy que el sábado ocurriría una tormenta geomagnética extrema.
Según comunicó el científico a la agencia Sputnik, la reciente serie de erupciones solares registradas podría resultar, por primera vez después de dos décadas, en esa tormenta geomagnética extrema, G5, que afectará al planeta el sábado 11 de mayo.
Bogachov alertó que el citado fenómeno alcanzaría el nivel cinco, el máximo, por primera vez en 20 años.
«En cuestión de tres días, el Sol emitió cuatro nubes de plasma excepcionalmente grandes hacia nuestro planeta; en el trayecto, algunas se fusionarán en un objeto aún mayor que azotará el campo magnético de la Tierra en la madrugada del sábado», añadió.
Según las estimaciones, la tormenta alcanzará en su punto culminante el nivel G4 como mínimo, o hasta G5 con una probabilidad del 15 por ciento, algo inédito desde el año 2005.
Durante los últimos dos días se han registrado seis llamaradas solares de clase X, la más intensa que existe. La actividad eruptiva ronda actualmente el nivel 9,8 en la escala de diez.
La energía explosiva tardará dos o tres días en agotarse, así que nos esperan tormentas geomagnéticas de diversa intensidad hasta finales de esta semana, según manifestó el investigador ruso.
10 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Un conjunto de modelos ambientales e hidrológicos sugiere que las áreas en riesgo de transmisión de paludismo o malaria en África podrían disminuir más de lo esperado debido al cambio climático en el siglo XXI.
Los modelos combinados predicen que el área total de transmisión adecuada de paludismo comenzará a disminuir en África después de 2025 hasta el 2100, incluyendo en África Occidental y hasta el este, llegando a Sudán del Sur.
El enfoque del nuevo estudio publicado hoy en la revista Science captura características hidrológicas que generalmente se pasan por alto con los modelos predictivos estándar de transmisión de malaria, ofreciendo una visión más matizada que podría informar los esfuerzos de control de la enfermedad en un mundo en calentamiento.
La mayor parte de la carga de la malaria recae en las personas que viven en países de ingresos bajos y medianos en África, donde la infraestructura de salud está incompleta y los programas de control se han estancado en los últimos años.
Debido a que se transmite por mosquitos, la malaria también es una de las enfermedades más prominentes sensibles al clima.
Por ejemplo, los cambios en las precipitaciones podrían expandir o restringir el rango geográfico de los mosquitos y la disponibilidad de agua estancada que necesitan para reproducirse, especialmente en África, donde el clima ya está cambiando rápidamente.
Sin embargo, la mayoría de los intentos de predecir el impacto del cambio climático en el paludismo solo han representado el agua superficial utilizando la precipitación, ignorando otras características hidrológicas importantes como el flujo de los ríos, consideró el artículo.
En lugar de depender de un solo modelo, el doctor Mark Smith, profesor asociado de investigación del agua en la Escuela de Geografía de la Universidad de Leeds y autor principal del estudio y sus colaboradores, aplican un conjunto de modelos hidrológicos y climáticos globales para predecir la transmisión de paludismo en África a escala continental.
Incorporaron métricas hidrológicas como el escurrimiento superficial y la evaporación, prestando especial atención a áreas densamente pobladas cerca de redes fluviales a gran escala como el Nilo.
En comparación con los modelos basados en precipitaciones, el método del conjunto predijo que estos cambios en el área serán más generalizados y más sensibles a los diferentes escenarios futuros de emisiones de gases de efecto invernadero.
«Conforme nuevas fuentes de datos estén cada vez más disponibles, nos beneficiaremos de su incorporación explícita en las proyecciones de procesos hidrológicos para explicar el riesgo de transmisión de paludismo físicamente realista a escalas que puedan informar estrategias operativas nacionales de control del paludismo», concluyó Smith.
La malaria es una enfermedad transmitida por vectores sensible al clima que causó 608 000 muertes entre 249 millones de casos en 2022, el 95 % de ellos reportado en África.
10 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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De cada 10 adultos estadounidenses, nueve se encuentran en las etapas temprana, media o tardía de un síndrome que conduce a la enfermedad cardiaca, y casi un 10 % ya la padece, trascendió hoy.
«La mala salud cardiovascular, renal y metabólica está muy extendida entre la población de Estados Unidos», concluyó un estudio dirigido por el doctor Muthiah Vaduganathan, del Hospital Brigham and Women’s y de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston.
Los investigadores observaron específicamente las tasas de lo que la Asociación Americana del Corazón denominó síndrome cardiovascular, renal y metabólico (CKM, por sus siglas en inglés), factores interrelacionados que progresan con el tiempo y, si no se controlan, conducen a la enfermedad cardiaca.
Según los expertos, el CKM se divide en cuatro etapas: acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, surgimiento de otros factores de riesgo metabólico (presión arterial alta, colesterol alto, diabetes), aparición de enfermedad renal de alto riesgo o un alto riesgo previsto de diagnóstico de enfermedad cardíaca en los próximos 10 años, y por último el dictamen de esta.
El estudio, publicado en la revista Journal of the American Medical Association, concluyó que casi el 90 % de los adultos estadounidenses cumplieron con los criterios para el síndrome de CKM (etapa uno o superior) y el 15 % para etapas avanzadas, ninguno de los cuales mejoró entre 2011 y 2020.
Halló que la gravedad del síndrome aumentó con la edad: un 55,3 % de las personas de 65 años o más estaban en una etapa avanzada, en comparación con un 10,7 % de las que tenían entre 45 y 64 años, y un 2,1 % de las que tenían entre 20 y 44 años.
La pesquisa demostró que la mayoría de los estadounidenses de 20 a 44 años (un 81,8 %) ya se veían afectados por estos factores de riesgo cardiacos y renales.
La raza también influyó, ya que los afroamericanos tenían un 38 % más de probabilidades de sufrir el síndrome de CKM en comparación con los blancos.
09 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy las primeras directrices mundiales para prevenir la aparición de infecciones del torrente sanguíneo y otras causadas por el uso de catéteres colocados en vasos sanguíneos menores durante procedimientos médicos.
Desarrollar e implementar orientaciones para prevenir la propagación de tales infecciones ha sido una prioridad clave para la OMS.
Las nuevas directrices incluyen 14 declaraciones de buenas prácticas y 23 recomendaciones sobre áreas clave para los trabajadores de la salud, que incluyen aspectos como: educación y capacitación, técnicas de asepsia y prácticas de higiene de manos, e inserción, mantenimiento, acceso, selección y retirada de catéteres.
Según los expertos, las malas prácticas en la inserción, mantenimiento y extracción de estos catéteres conllevan un alto riesgo de introducir gérmenes directamente al torrente sanguíneo, lo que puede provocar afecciones graves como sepsis y complicaciones difíciles de tratar en órganos importantes como el cerebro y los riñones.
También pueden ocurrir infecciones de tejidos blandos en el sitio de inserción del catéter.
Hasta el 70 % de todos los pacientes hospitalizados requieren el uso de un catéter insertado en una vena o arteria periférica, también conocido como catéteres de inserción periférica, en algún momento durante su estancia hospitalaria.
Las personas que reciben tratamientos a través de catéteres suelen ser particularmente vulnerables a las infecciones, ya que pueden estar gravemente enfermas o tener baja inmunidad.
De acuerdo con estimaciones de la OMS, entre los años 2000 y 2018 la mortalidad promedio entre los pacientes afectados por sepsis asociada a la atención médica fue del 24,4 %, cifra que aumentó al 52,3 % entre los pacientes tratados en unidades de cuidados intensivos.
Muchas infecciones del torrente sanguíneo son causadas por infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos.
Se estima que la resistencia bacteriana a los antimicrobianos fue directamente responsable de al menos 1,27 millones de muertes y contribuyó a 4,95 millones de decesos adicionales en 2019.
09 mayo 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia