Imagen: Archivo.El Ministerio de Sanidad ha hecho un llamamiento este lunes a la población para que se autoproteja frente a las altas temperaturas, sobre todo en zonas que tradicionalmente no eran calurosas pero que ahora, con el cambio climático y a las puertas de otro verano que se espera récord, «sí lo van a ser».

«En España, el calor es el principal problema de salud asociado al cambio climático, y en los próximos años se prevé un aumento de las temperaturas extremas debido al calentamiento global», ha advertido la ministra de Sanidad, Mónica García, en la presentación de la campaña «Un verano de cuidado».

Una campaña que pone en marcha para incidir en la importancia de la autoprotección individual y comunitaria. «Cada uno de nosotros tiene que tomar medidas para protegerse del calor» y «ayudar a aquellos que lo tienen más difícil a hacerlo», ha pedido.

Hidratarse adecuadamente, beber incluso cuando no tiene sed, evitar la exposición al sol durante las horas más intensas, usar ropa adecuada y buscar refugio en lugares frescos «son medidas muy básicas» y «de sentido común» que acaban resultando vitales para evitar los estragos del calor.

Según las estimaciones del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), en 2023 se produjeron 3 000 muertes atribuibles al calor, aunque el pico histórico se produjo el verano anterior, cuando rozaron las 5 000, sobre todo en mayores de 74 años.

Y este tiene «una alta probabilidad», superior al 70 %, de que sea más cálido de lo normal, según el sistema europeo de satélites Copernicus. «Hay que ser claros y contundentes: el negacionismo climático es perjudicial para la salud, pero también las posiciones políticas que lo blanquean», ha remarcado García.

«El cambio climático es un fenómeno que ya no podemos ignorar, no solo es una crisis ambiental, sino de salud pública», ha proseguido.

Por eso, ha ahondado en la necesidad de «crear una cultura de calor», que ya han asumido las zonas más habituadas, pero que ahora hay que «trasladar a aquellas que tradicionalmente no eran tan calurosas en verano y que ahora, con el cambio climático, sí lo van a ser».

En ello ha profundizado el responsable de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Sanidad, Héctor Tejero: «La cultura de calor es algo que en ciertas partes de España ya existe, pero que en otras, no, y es lo que explica que en algunas zonas de España con más calor haya menor impacto en la salud».

Advertir tanto de su impacto como los consejos para evitarlo debe ser «un esfuerzo continuado» este verano y los sucesivos, aunque hay que trasladarlos con mensajes sencillos alejados de tonos «catastrofistas», mucho menos efectivos.

«Protégete, hidrátate, refréscate y recuérdales», ha resumido el experto, que ha hecho hincapié en que «todos tenemos una responsabilidad no solo de protegernos individualmente, sino de colaborar en la creación de esa cultura de calor», especialmente en los más vulnerables.

El pasado 16 de mayo, Sanidad activó el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Altas Temperaturas, que define cuándo, dónde y a qué nivel se dan los avisos para esquivar el impacto del calor.

Como novedad, el de este año incluye un mapa del calor más preciso, dividido ahora en más de 180 zonas geográficas, cada una de las cuales lleva asociado un umbral de temperatura máximo a partir del cual se dispara la mortalidad y una serie de medidas para evitarlo.

El mapa mantiene las 52 unidades de referencia provinciales que tenían los anteriores, uno por cada capital de provincia más las ciudades autónomas, pero desde hoy se han incorporado 30 de meteosalud, áreas de territorio que mantienen un comportamiento de temperatura homogéneo y de las que puede haber varias en una sola provincia.

Las áreas estudiadas se elevan así de 52 a 182; para cada una de estas áreas, y con la información que proporciona diariamente la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el plan asigna un umbral máximo de temperatura a partir del cual se disparan los efectos nocivos del calor.

Dada la enorme variabilidad geográfica de España, no son los mismos en todas partes, y van del máximo de 41,4 en Córdoba a los 26,4 de Asturias.

Por cada grado que la temperatura ambiente supera esos umbrales, el riesgo de mortalidad atribuible a las altas temperaturas crece entre un 9,1 % y un 10,7 %, es decir, por cada día que hay un episodio de calor extremo, la mortalidad se incrementa, de media, en tres defunciones al día, ha recordado Antonio Cabrera, encargado de salud planetaria e inequidades en salud, de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Además de golpes de calor, las altas temperaturas agravan patologías previas como las cardiovasculares, pulmonares, renales, y psiquiátricas, además de favorecer accidentes cerebrovasculares o el aumento de partos prematuros.

Mayores de 65 años y menores de cuatro, además de embarazadas, son los grandes grupos de riesgo al calor, aunque también los trabajadores al aire libre y las personas sometidas a ciertos tratamientos farmacológicos. «Hay que estar muy pendientes de ellos», ha concluido.

17 junio 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Prensa Latina.El reciente hallazgo de una proteína llamada TP53INP2 puede resultar clave en la lucha contra la sarcopenia, trastorno frecuente en la vejez que se caracteriza por la pérdida progresiva de masa y función muscular.

Generalmente este desgaste comienza a manifestarse a partir de los 55 años y tiene un impacto negativo en la funcionalidad y salud del individuo, pues conduce a una mayor fragilidad, riesgo de sufrir caídas y lesiones, discapacidad física, dependencia y necesidad de cuidados a largo plazo.

La sarcopenia se acelera con el transcurso de los años. Más allá de los 50 años se producen disminuciones anuales de la masa muscular del uno al dos por ciento, para llegar a los 80 años con una pérdida de hasta 45 por ciento.

Es conocido que la potencia o fuerza muscular alcanza su pico máximo entre la segunda y tercera década de la vida y declina alrededor de 1,5 puntos porcentuales anual entre las edades de 50 a 60 años, y de tres por ciento después. Un estudio liderado por los doctores Antonio Zorzano, del Instituto de Investigación en Biomedicina de Barcelona, y David Sebastián, profesor de la Universidad de Barcelona, con la colaboración del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, mostró que niveles elevados de TP53INP2 en el músculo están asociados con una mayor fuerza muscular y un envejecimiento más saludable en humanos.

A través de experimentos en modelos de ratón y el análisis de muestras de tejido muscular humano, los investigadores descubrieron que los niveles de esta proteína disminuyen con la edad.

Tales revelaciones sugieren que fomentar la actividad de ésta y, por ende, la autofagia en el músculo, podría ser una estrategia efectiva para luchar contra la sarcopenia y promover un envejecimiento más activo y saludable.

«Este estudio no solo resalta la importancia de mantener activa la autofagia en los músculos para prevenir la pérdida de masa muscular, sino que también nos da esperanzas sobre posibles tratamientos que podrían mejorar o al menos mitigar los efectos del envejecimiento en nuestros músculos», explicó Zorzano en un artículo publicado en la revista Autophagy.

Este avance abre nuevas vías de investigación en el campo del envejecimiento, además de sugerir posibles intervenciones para mejorar significativamente la calidad de vida de las personas mayores, ayudándoles a mantener su independencia y vitalidad.

CAUSAS Y PREVALENCIA

De acuerdo con un estudio que vio la luz en la Revista Cubana de Medicina General Integral (julio-septiembre de 2019), la sarcopenia y sus consecuencias, sin lugar a dudas, representan un reto para la sociedad y el sistema de salud.

En Cuba, al concluir 2017, el número de personas de 60 años y más se elevó hasta el 19,8 % de la población, con un incremento evolutivo con respecto a 1970 de 10,8 puntos porcentuales. El proceso de envejecimiento se observó de manera más o menos intensa en todos los territorios, lo que se manifestó de forma más evidente en las provincias de La Habana, Pinar del Río, Las Villas y Sancti Spíritus.

Mientras, una de sus causas, la elevada esperanza de vida de la población, se situó en 78,45 años (2011-2013), cuando las mujeres presentaron una mayor longevidad que los hombres (80,45 frente a 76,50 años).

La sarcopenia es una entidad común en la población anciana, con una prevalencia entre nueve y 18 por ciento en mayores de 64 años y entre 11 y 50 por ciento en personas mayores de 80 años.

En un estudio donde intervinieron 651 hombres y mujeres, mayores de 60 años, residentes en diferentes barriadas habaneras, se evaluó la masa muscular apendicular y la fuerza de agarre manual para diagnosticar sarcopenia.

Según se observó, la masa muscular apendicular estuvo disminuida en 46,8 %, siendo más evidente en hombres.

Por su parte, la dinamometría fue más deficiente en mujeres (76 %) que en hombres (22), mientras 32,3 por ciento de los hombres y más del 90 % de las mujeres cumplieron con el criterio de sarcopenia.

Varios autores opinan que esta debe considerarse un síndrome geriátrico frecuente y relevante para la práctica clínica diaria.

Si consideramos que es un acompañante habitual del proceso de envejecimiento, se pudiera inferir que puede afectar al 100 % de los ancianos. Sin embargo, si introducimos el matiz de que la pérdida de masa y potencia muscular sea lo suficientemente intensas como para producir síntomas, la prevalencia será menor, se evaluó en el artículo.

Los expertos plantean varios aspectos que facilitan la aparición de la sarcopenia, entre ellos se destacan: el proceso de envejecimiento, las condiciones genéticas del individuo, la dieta inadecuada asociada a pérdida de peso desde edades tempranas, estilo de vida sedentario, enfermedades crónicas y los tratamientos con ciertas drogas.

También se mencionan los cambios hormonales producto del declive de la secreción de hormonas anabólicas -como la de crecimiento y las sexuales-, incremento de la resistencia a la acción de la insulina, la aterosclerosis, el incremento en la circulación de citoquinas pro-inflamatorias y la disminución en la densidad ósea y de la capacidad oxidativa, entre otros aspectos.

CÓMO PREVENIR O REVERTIR ESTE PADECIMIENTO

La mejor manera de prevenir o revertir la sarcopenia es sin duda alguna la actividad física y más concretamente los ejercicios de potenciación muscular, afirmó en un artículo especializado el doctor J. A. Serra Rexach, del Servicio de Geriatría del hospital general universitario Gregorio Marañón, Madrid, España.

Está ampliamente demostrado cómo este tipo de ejercicios produce en los ancianos un incremento de la masa y potencia muscular algo más pequeño en términos absolutos que los más jóvenes, pero similar en términos relativos, aseveró.

Los beneficios de estos programas de entrenamiento se obtienen en tan solo ocho semanas con ejercicios dos o tres veces por semana, habiéndose conseguido mejorías incluso en ancianos con más de 90 años.

Distintos programas de entrenamiento en ancianos demuestran un incremento de la potencia muscular entre el 30 y el 170 %, según el experto.

Además, dijo, «este incremento de la potencia muscular tiene importantes implicaciones funcionales: mayor capacidad y velocidad de marcha, mayor capacidad para subir escaleras y por lo tanto mayor capacidad para mantenerse físicamente independientes».

Asimismo la actividad física ha demostrado su utilidad para prevenir y tratar una gran cantidad de enfermedades frecuentes en los adultos mayores. Por último también está demostrado que los ancianos que llevan una vida más activa viven más años y en mejores condiciones, subrayó el especialista.

29 abril 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

Imagen: Instituto Pasteur (Alain Jocard / AFP)París acogerá en julio y agosto para los Juegos Olímpicos a millones de visitantes… y también a sus posibles patógenos, como bacterias, virus y otros parásitos, pero un equipo del Instituto Pasteur está ya alerta para intentar localizarlos.

«Sabemos que es probable que estemos movilizados mucho más de lo habitual, pero llevamos 18 meses preparándonos», asegura Jean-Claude Manuguerra.

Este virólogo del reputado Instituto Pasteur dirige la Célula de Intervención Biológica de Urgencia (CIBU), en primera línea desde hace 20 años frente a los nuevos patógenos.

«La célula nació en septiembre de 2002, un año después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos», en un contexto de temor a ataques con sobres contaminados con ántrax, explica.

El papel de la célula, que siempre está operativa, es vigilar y detectar los riesgos infecciosos (epidemias, accidentes, uso de armas biológicas) que amenacen la seguridad sanitaria de Francia.

Un gran número de virus ya han sido analizados en sus laboratorios, con «circuitos» diferentes dependiendo de su peligro: SARS, gripe H1N1, chikunguña, covid-19…

Gripe o dengue

En el caso de un agente potencialmente muy peligroso para el ser humano, su análisis se lleva a cabo en un laboratorio de tipo P3, «en algún lugar del Instituto Pasteur», explica Manuguerra, sin querer desvelar dónde exactamente.

En esos casos, se impone el uso de traje de protección integral, mascarilla FFP3, guantes y protectores de calzado.

El último virus identificado entre sus paredes: el de la rabia, tras la muerte de buscadores de oro en la selva de la Guayana Francesa, «mordidos por murciélagos vampiros», según el jefe de la unidad.

Las pruebas realizadas en este centro de investigación, cuya sede principal está en París, permitieron comprender la causa de sus muertes.

De cara a los Juegos Olímpicos, la CIBU se prepara para subir de nivel con el fin de «diagnosticar una gama de virus y bacterias mucho más amplia de lo habitual».

Ante la llegada de millones de personas de todo el mundo, algunas enfermedades podrían propagarse durante el evento deportivo.

Por ejemplo, la gripe, «porque será invierno en el hemisferio sur», o el dengue, que golpea actualmente Sudamérica y el Caribe.

Pruebas de PCR, secuenciación de alto rendimiento y metagenómica son algunas de las técnicas usadas por la veintena de científicos, técnicos e ingenieros que trabajan en la célula.

Secuenciación de urgencia

Para cumplir con su papel de vigía frente a las amenazas infecciosas, el Covid-19 fue claramente un acicate.

«Cuando [la variante] ómicron apareció en el mundo, las autoridades sanitarias francesas querían saber lo más rápido posible cuándo llegaba y dónde», recuerda Jean-Claude Manuguerra.

«En noviembre de 2022, les propusimos poner en marcha un sistema de secuenciación de urgencia, noches y fines de semana incluidos», agrega.

En caso de riesgo epidémico durante los Juegos, la célula se prepara para realizar diagnósticos lo más rápidamente posible.

«A partir de una única muestra, somos capaces de buscar hasta unos cuarenta virus y bacterias y tener una respuesta en pocas horas», se felicita Jessica Vanhomwegen, responsable de identificación viral.

Algunos de los más preocupantes: una gripe aviar altamente patógena o casos importados de un virus tropical como el ébola, explica.

«Nos hemos centrado en los agentes patógenos más mortales y más transmisibles para poder detectarlos», tranquiliza.

Para el período olímpico, la célula revisó su organización y movilizará a cuatro personas el fin de semana, en lugar de dos.

Si fuera necesario, también podrán desplegar un laboratorio móvil, completamente hermético.

«Si estalla una epidemia importante, tenemos que estar preparados», resume Jean-Claude Manuguerra.

29 abril 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2023. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia

abril 30, 2024 | Carlos Alberto Santamaría González | Filed under: Coronavirus, Enfermedades transmisibles, Medicina de Emergencia, Medicina Deportiva, Microbiología | Etiquetas: , , |

deporteLos ritmos circadianos que experimenta el cuerpo humano explican los resultados

Dos investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Loyola, Pablo Galán y Rafael Casuso han han realizado un estudio científico para comparar la respuesta del metabolismo humano cuando hace deporte por la mañana y por la tarde. Los resultados del trabajo demostraron que el entrenamiento que se realiza en horario de mañana no proporciona mayores beneficios metabólicos que cuando se hace deporte en horario de tarde. Por el contra, el estudio demostró que al realizar el ejercicio por la tarde se reduce en mayor medida la concentración de triglicéridos y de glucosa en sangre.

Todo ello puede ser explicado a partir de los ritmos circadianos que experimenta el cuerpo humano, es decir, nuestro cuerpo a lo largo de los días va repitiendo unos procesos de forma cíclica que implican cambios físicos y metabólicos. Numerosos estudios ya habían comparado el entrenamiento por la tarde y por la mañana y habían demostrado por ejemplo que los músculos tenían un mayor rendimiento en horario de tarde y además, otros estudios han sugerido mayor respuesta metabólica a las actividades físicas hechas en horario vespertino. Pero hasta ahora, ningún estudio había analizado ensayos clínicos para estudiar el control glucémico y de los lípidos sanguíneos que pudiera demuestrar que el entrenamiento de tarde es más efectivo que el de mañana.

El trabajo titulado Metabolic Adaptations to Morning Versus Afternoon Training: A Systematic Review and Meta-analysis publicado en la revista Sports Medicine realizó un análisis estadisitico de publicaciones científicas que demostró que el ejercicio de tarde era más efectivo para reducir los niveles de triglicéridos en comparación con el entrenamiento en la mañana. Además, el ejercicio en la tarde también mostró una gran tendencia a disminuir los niveles de glucosa en sangre en ayunas en mayor medida que con la mima actividad en la mañana.

Para abordar el análisis los investigadores realizaron una búsqueda exhaustiva en las bases de datos PubMed, SCOPUS y Web of Science para seleccionar estudios que compararan las adaptaciones metabólicas entre el entrenamiento en la mañana y el entrenamiento en la tarde, con una duración de más de 2 semanas. Se identificaron 9 estudios que involucraban a 11 poblaciones diferentes, con un total de 450 participantes.

Mediante este análisis estadístico de estudios publicados anteriormente llamado meta-análisis, con la utilización de diversos métodos de estudio avalados, los científicos evaluaron los resultados de diversos marcadores metabólicos, incluyendo la glucosa en sangre en ayunas, la hemoglobina, la insulina, los triglicéridos, el colesterol total, las lipoproteínas de baja densidad y las lipoproteínas de alta densidad.

Fueron los triglicéridos el hallazgo más relevante en este estudio, lo cual supone un dato muy importante para la prevención de enfermedades realicionadas con las arterias coronarias. La reducción de la obesidad y la hipertensión y los beneficios del deporte al final del día para evitar las interrupciones del sueño, son otras de las conclusiones del estudio que podrían influir en las prescripciones médicas del momento idóneo en el que realizar ejercicio físico.

De todos modos, es necesario seguir profundizando en el estudio de distintas modalidades de ejercicio y poblaciones para poder afinar la prescripción de deporte para la mejora de la salud. Los profesores e investigadores del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Loyola han realizado ya estudios previos relacionados y seguirán en este sentido. Por su parte, Pablo Galán fue premiado por su tesis en la que analizaba los estilos de vida y hábitos saludables de más de 1700 estudiantes de 13 a 16 años de España, Islandia y Estonia. Por otro lado, Rafael Casuso cuenta con más de 40 publicaciones en el ámbito del ejercicio físico, la función muscular, nutrición y rendimiento deportivo.

Referencia

Galan-Lopez P,  Casuso R. Metabolic Adaptations to Morning Versus Afternoon Training: A Systematic Review and Meta-analysis. Sports Med [Internet]. 2023[citado 4 oct 2023] ;(10):1951-1961. doi: 10.1007/s40279-023-01879-0. Epub 2023 Jul 17.

5 octubre 2023 | Fuente: Dicyt.com | Tomado de Ciencias Sociales

Varias líneas de trabajo se centran en el estudio de los efectos del ejercicio físico y los programas nutricionales en el bienestar de las pacientes con esta enfermedad.

Se estima que para 2040 el número de nuevos diagnósticos de cáncer aumentará en más de un 53%. Más allá de los tratamientos de quimioterapia o radioterapia, las intervenciones basadas en la nutrición, el ejercicio físico, la modificación de los factores ambientales y la atención integral de los pacientes con cáncer empiezan a cobrar fuerza en aras de mejorar su calidad de vida. La atención integral comprende el abordaje multidisciplinar del paciente; es decir, que todos los profesionales implicados en su manejo trabajen de manera consensuada y a la par, personalizando cada una de las acciones en cada uno de los pacientes y sus necesidades.

Así, Ejercicio, fisioterapia y bienestar en pacientes con cáncer de mama -publicado en una serie especial de la revista Frontiers in Oncology- se pregunta cómo influye el tipo de programa de recuperación del bienestar en el enfoque de intervención que se toma, así como ​​qué tipo de actividad es más efectiva y adecuada para cada paciente.

El cáncer de mama, al igual que el resto de los diagnósticos oncológicos, presenta un reto por su gran supervivencia y la posibilidad de mantener las actividades de la vida diaria con un alto nivel de bienestar y calidad de vida. «Desde una perspectiva multidisciplinar -en la que participan oncólogos, enfermeras especialistas, trabajadores sociales, fisioterapeutas y expertos en ejercicio físico y cáncer- se abordan acciones encaminadas a mantener esta calidad de vida, así como a solucionar problemas presentes o potenciales. De hecho, ya existe evidencia respecto a la prevención del cáncer de mama. Algunos estudios muestran que grandes cohortes de la población, con respecto a las recomendaciones habituales sobre ejercicio físico, reducen el riesgo entre un 6-10% en aquellas personas que realizan actividad física que oscila entre 7,5 y 15 MET (el equivalente metabólico de la tarea) por semana», señala De la Torre.

El director de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios añade que la línea de trabajo de los investigadores se centra en el cuidado de las pacientes con cáncer de mama y, de manera concreta, en el estudio de los efectos del ejercicio físico y los programas nutricionales en su bienestar.

«Las principales conclusiones se centran en los efectos beneficiosos de programas específicos de ejercicio físico en diferentes maneras, normalizados, reglados y practicados con asiduidad, así como los planes que incluyan una dieta equilibrada para mejorar la calidad de vida de estas pacientes. Lo que se puede ver es que no solamente los tratamientos farmacológicos, indudablemente necesarios, son los únicos que se deben implementar en el cuidado de las pacientes, de tal manera que este debe ser integral, multiprofesional y específico, personalizando cada una de las intervenciones que se realicen», dice.

¿En qué tratamientos (no basados en farmacoterapia o radioterapia) se ha basado este estudio? De la Torre explica que hay diferentes tipos de intervenciones descritas en esta serie especial, «desde la descripción del tratamiento basados en ejercicio (algunos trabajan la alta intensidad), hasta los basados en modalidades de Tai Chi. También se describen en algunos artículos síntomas asociados, como pueden ser sofocos, insomnio, dolores musculares, cansancio físico y mental, etcétera. En general, se han descrito aspectos relacionados con la calidad de vida, actividades de vida diaria y bienestar», indica.

Paliar los efectos secundarios de los tratamientos

La composición corporal en supervivientes de cáncer de mama a largo plazo que toman inhibidores de la aromatasa mejora con el ejercicio aeróbico y el ejercicio de resistencia, además de aliviar los efectos secundarios negativos, y los resultados de los informes de los pacientes también mejoran. «Para reducir el linfedema, por ejemplo, el protocolo incluye sesiones de ejercicio de intensidad moderada a intensa, siguiendo un plan de trabajo específico».

De La Torre también señala que los efectos comunes y conocidos derivados de los tratamientos orales posquimioterápicos, como los basados ​​en tamoxifeno, muestran que más del 70% de los pacientes presentan síntomas derivados, especialmente si son menores de 40 años. «Anticiparse a este tipo de situaciones facilita mucho el control precoz de los síntomas y la adopción de medidas para minimizarlos. También son importantes las terapias conductuales para reducir los efectos de la fatiga, llegando a una reducción de este síntoma en el 77,77% de los pacientes desde el inicio de la intervención hasta seis semanas después. Los síntomas depresivos también se pueden llegar a reducir en el 55,55% de los casos».

Añade que, en la misma línea, existe otra revisión que analiza los efectos del ejercicio físico en la mejora de las actividades. de la vida diaria.

«Ba Duan Jin es una una serie de 8 ejercicios de ChiKung (ejercicios cuerpo/mente y de meditación tradicional china que utiliza movimientos lentos del cuerpo con respiración controlada) cuyo propósito es aumentar la energía interna a través del ejercicio y la práctica espiritual para mejorar la salud y el estado físico. Los movimientos deben ejecutarse de manera moderada, relajada, fluida y consistente. La fuerza solo es necesaria durante un instante, al cambiar de movimiento, manteniendo la relajación el resto del tiempo. Este tipo de entrenamiento en 12 semanas podría reducir los efectos del inhibidor de la aromatasa, ya que las puntuaciones globales de calidad de vida y funcionamiento físico aumentaron significativamente en las pacientes que lo practicaban».

Por otro lado, la adherencia a este tipo de tratamientos no farmacológicos e intervenciones «suele ser excelente», señala De La Torre. «Los beneficios de manera directa son palpables, aunque obviamente no inmediatos, pero muy estimulantes para las pacientes con el objetivo de que estas no pierdan la motivación. El gran problema de la adherencia la tenemos en el largo plazo, donde los profesionales debemos aprender a generar motivaciones y objetivos que ayuden a los pacientes a mantener su actividad a largo plazo», asegura.

Por su parte, Soraya Casla, profesora de la la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios y directora del programa Ejercicio y Cáncer, explica que «los programas de fisioterapia personalizados, los planes nutricionales, las intervenciones cognitivas y el ejercicio físico son fundamentales en los cuidados de enfermería, así como en los tratamientos médicos, farmacológicos o radioterápicos. Aún así, deben ir más allá e integrar cada uno de los aspectos que influyen en la calidad de vida y el bienestar de las personas, los pacientes y sus familias».

¿Qué profesionales pueden recomendar/prescribir estos tratamientos de bienestar? En opinión de Casla, «la prescripción y seguimiento de programas de ejercicio físico tiene matices que pueden resultar convergentes, y a veces disputados y discutidos, en diferentes profesionales, sean expertos en ejercicio físico, bien sean fisioterapeutas o profesionales médicos o de enfermería».

El papel de la familia 

En la mayor parte de este nuevo paradigma de atención al paciente, el grupo familiar y las relaciones interpersonales juegan un papel importante en cuanto a los cambios que se deben producir a largo plazo.

«La adherencia al tratamiento en estos casos no se basa en la motivación del paciente para continuar con el tratamiento farmacológico. Aún así, a veces se basa en un cambio de rutinas, hábitos de vida y la adquisición de otros nuevos, que incluyen cambios de actitud y, en ocasiones, resultan en una menor necesidad de tratamientos orales», dice De La Torre.

Añade que el papel de la familia es fundamental, «teniendo en cuenta que, en las interacciones familiares con respecto a la alimentación o el tiempo dedicado al ejercicio ayuda contar con el apoyo de los mismos», concluye.

Abril 18/2023 (Diario Médico) – Tomado de Enfermería – Varias líneas de trabajo. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.

 

Investigadores españoles analizan durante una carrera de maratón cómo influye el sodio perdido a través del sudor en el mantenimiento de unas condiciones estables y fisiológicamente adecuadas para el organismo. Read more

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