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La leyenda de la National Basketball Association (NBA), principal liga de baloncesto de Estados Unidos, Earvin (Magic) Johnson Jr., consideró que hoy resulta un bendecido por sobrevivir al diagnóstico de VIH, contraído en la cima de su carrera.
«Era para (el diagnóstico) ser una sentencia de muerte. Y fue un período muy difícil porque no sabía lo que podía pasar», afirmó el actual empresario, de 65 años, al espacio Negritudes, del programa Fantásticos, de la TV Globo.
Reconoció que cuando se enfermó la prioridad era su esposa, Cookie, quien estaba embarazada de su hijo, E-Jay.
«Necesitaba asegurarme de que estaban bien. Solo después fui a cuidarme. En ese momento, solo existía un remedio: el AZT. Así que hoy puedo decir que he sido bendecido. Miro atrás y veo cuántas personas han muerto desde que asumí que tenía la enfermedad», razonó.
La exestrella deportiva indicó que son casi 33 años de aquella desdicha, «pero los médicos y los científicos han estado haciendo un gran trabajo. Puedo decir que soy un sobreviviente», remarcó.
Además de luchar contra el prejuicio del VIH, Magic Johnson también inspira al apoyar públicamente a su hijo homosexual. Recalcó que tuvo que cambiar para aceptar quién era su descendiente y el desafío hizo que mejorara como padre.
«Creo que, si tratas a la gente con respeto, serás respetado de vuelta. Así que nunca cambiaría si alguien me discriminara», apuntó.
Insistió en que «la lección que aprendí es nunca dejar que nadie defina quién puedes ser, quién eres, o dejar que alguien te cambie».
El exjugador también reveló que devuelve a su comunidad la prosperidad ganada: ayuda a jóvenes negros en sus estudios.
Calificó de maravilloso poder viajar por el mundo y hacer acciones que antes solo soñaba, pero también que le propició devolver los logros.
«He dado becas a más de 10 000 jóvenes negros. Así que, esa es mi vida. Es el equilibrio de este éxito, sin dejar de cuidar e impactar a mi comunidad», subrayó.
Magic Johnson tuvo una carrera legendaria en la NBA, acumulando cinco títulos de campeón en 1980, 1982, 1985, 1987 y 1988.
Fue elegido Jugador Más Valioso (MVP, siglas en inglés) de la liga tres veces, en 1987, 1989 y 1990, y también ganó ese premio en las finales de 1980, 1982 y 1987.
03 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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Una investigación apoyada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos ha descubierto que la medición de dos tipos de grasa en el torrente sanguíneo junto con la proteína C reactiva (PCR), un marcador de inflamación, puede predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular de una mujer décadas más tarde. Estos hallazgos, presentados como investigación de última hora en el Congreso 2024 de la Sociedad Europea de Cardiología, se publican en el New England Journal of Medicine.
«No podemos tratar lo que no medimos y esperamos que estos hallazgos acerquen el campo a la identificación de formas aún más tempranas de detectar y prevenir las cardiopatías», afirma el Dr. Paul M. Ridker, autor del estudio y director del Centro de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares del Hospital Brigham and Women’s de Boston.
Para el estudio, los investigadores recogieron muestras de sangre e información médica de 27 939 profesionales sanitarios residentes en Estados Unidos que participaron en el Women’s Health Study. Las mujeres, que iniciaron el estudio entre 1992 y 1995 a una edad media de 55 años, fueron objeto de seguimiento durante 30 años.
Durante este periodo, 3 662 participantes en el estudio sufrieron un infarto de miocardio, un ictus, una intervención quirúrgica para restablecer la circulación o una muerte relacionada con problemas cardiovasculares. Evaluaron el modo en que la Proteína C Reactiva (PCR) de alta sensibilidad, junto con el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y la lipoproteína(a), o Lp(a), un lípido formado en parte por LDL, predecían, individual y colectivamente, estos acontecimientos.
Se agrupó a las participantes en cinco categorías –desde las que tenían los niveles más altos hasta las que tenían los más bajos– para medir cada uno de los tres marcadores. Los investigadores descubrieron que las mujeres con los niveles más altos de colesterol LDL presentaban un riesgo asociado de enfermedad cardiaca un 36 % mayor que las que tenían los niveles más bajos. Las que tenían los niveles más altos de Lp(a) presentaban un riesgo asociado un 33 % mayor, y las que tenían los niveles más altos de PCR presentaban un riesgo asociado un 70 % mayor.
Cuando se evaluaron conjuntamente las tres medidas (colesterol LDL, Lp(a) y PCR), las participantes con los niveles más altos presentaban un riesgo asociado de ictus más de 1,5 veces superior y un riesgo asociado de cardiopatía coronaria más de 3 veces superior en comparación con las mujeres con los niveles más bajos.
Los investigadores señalan que, aunque sólo se evaluaron mujeres en este estudio, cabría esperar resultados similares en los hombres. «En los últimos años, hemos aprendido más sobre cómo el aumento de los niveles de inflamación puede interactuar con los lípidos para agravar los riesgos de enfermedad cardiovascular –señala Ahmed A.K. Hasan, oficial médico y director del programa en el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI)–. Esto ayuda a explicar por qué los niveles más bajos suelen ser mejores».
Las células inmunitarias, que ayudan al organismo a repararse de heridas o infecciones, también pueden detectar la acumulación de colesterol extra en las células o activarse en respuesta a la acumulación de placa y enviar señales inflamatorias. Esto crea un entorno hiperinflamatorio en el que la placa puede formarse, aumentar de tamaño o incluso romperse, y provocar episodios cardiovasculares.
Para mantener una salud cardiovascular óptima, los investigadores insisten en la prevención primaria. Esto incluye realizar una actividad física regular, seguir una dieta cardiosaludable, controlar el estrés y evitar el tabaco o dejar de fumar. Otras medidas para las personas con mayor riesgo pueden incluir el uso de medicación para reducir el colesterol y/o la inflamación. Los investigadores también han observado que las medidas que se toman en etapas tempranas de la vida para mejorar la salud cardiaca y vascular pueden sumarse con el tiempo y correlacionarse con mejores resultados de salud años e incluso décadas más tarde.
El colesterol LDL, que los profesionales sanitarios miden de forma rutinaria, puede tratarse con terapias ampliamente disponibles, como las estatinas. Sin embargo, las recomendaciones estándar para el cribado de la Lp(a) y la PCR pueden variar. Algunos países recomiendan el cribado de la Lp(a), ya que los niveles elevados suelen deberse a riesgos hereditarios. En zonas sin cribado universal de la Lp(a), como Estados Unidos, los médicos pueden solicitar pruebas para personas con cardiopatías o con antecedentes familiares de las mismas. Existen algunas terapias para las personas con niveles elevados y los investigadores están probando nuevos enfoques para personalizar y mejorar las opciones de tratamiento.
Las pruebas de PCR también varían. El cribado depende a menudo de los riesgos subyacentes de la persona o queda a discreción del médico. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó en 2023 la colchicina, un tratamiento antiinflamatorio utilizado anteriormente para la gota, para contrarrestar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas con aterosclerosis. Se están estudiando otras terapias y enfoques antiinflamatorios.
02 septiembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La creación de minimédulas óseas para tratar enfermedades sanguíneas fue anunciada hoy por científicos venezolanos, lo que constituye una contribución importante al tratamiento de enfermedades de alto impacto en la población.
El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) informó sobre el desarrollo de mini-órganos capaces de producir células sanguíneas, lo que implicaría revolucionar el tratamiento de enfermedades como la leucemia y la anemia aplásica.
Este tipo de células, esenciales para transportar oxígeno y combatir infecciones se generan en la médula ósea a partir de células madre hematopoyéticas. Los científicos del IVIC han logrado imitar este proceso en un laboratorio, creando mini-órganos que funcionan como pequeñas fábricas de células sanguíneas.
El doctor José Cardier, jefe de la Unidad de Terapia Celular del IVIC reconoció el enorme potencial para mejorar la vida de pacientes con enfermedades de la sangre, pues significaría una alternativa a los trasplantes de médula ósea.
El galeno comentó que el gobierno venezolano, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ha brindado un gran apoyo a este proyecto, demostrando su compromiso con la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías en beneficio de la salud.
21 agosto 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Un equipo de investigación japonés formado por científicos de la Universidad de Kioto y la Universidad de Salud Fujita ha desarrollado un nuevo fármaco contra la covid-19 basado en células inmunitarias sintetizadas a partir de células madre.
Este equipo tiene previsto realizar un ensayo clínico dentro de tres años en pacientes inmunodeprimidos a causa de la quimioterapia y que sufren síntomas graves de covid-19, según explicaron los científicos.
La Universidad de Kioto ha presentado una solicitud de registro de patente antes de desarrollar el medicamento a gran escala.
«Aunque la covid-19 se ha convertido en una enfermedad menos peligrosa, sigue siendo aterradora para algunos pacientes», afirmó el jefe del equipo, Hiroshi Kawamoto, director del Instituto de Ciencias Médicas y de la Vida de la Universidad de Kioto, en un comunicado de esta institución.
El nuevo tratamiento se basa en linfocitos T citotóxicos, también conocidos como ‘células asesinas’ por su capacidad de destruir otras células infectadas por microorganismos, y en este caso creadas de manera artificial por el equipo de investigación a partir de células madre pluripotentes inducidas.
Las células, desarrolladas para reducir el riesgo de rechazo por parte de los pacientes, tienen genes con funciones de ‘sensores’ para detectar las proteínas exclusivas del nuevo coronavirus.
El grupo de científicos comprobó su efectividad tras cultivar las células sintéticas junto a las infectadas con el nuevo coronavirus, de las cuales fueron eliminadas alrededor del 90 % tras 12 horas.
El equipo de investigación también incluye miembros de la Universidad de Osaka y del Centro Nacional de Salud y Desarrollo Infantil japonés, quienes tienen previsto realizar pruebas con ratones para determinar la seguridad del tratamiento y consideran esta nueva tecnología puede ser útil para combatir otras enfermedades víricas letales.
En el ensayo clínico, las células desarrolladas artificialmente serán administradas por vía intravenosa, comentó Kawamoto, quien añadió que el riesgo de efectos secundarios graves, como los que se observan en las terapias inmunológicas, es bajo.
16 agosto 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La hepatitis vírica es una enfermedad que tranquilamente hoy por hoy debería haber sido erradicada con vacunas. Pero en lugar de ello, unas 6 000 personas por día la contraen en sus distintas variantes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con el fin de darla a conocer, al igual que sus formas de prevención y tratamiento, la OMS fijó al día de hoy como el Día Mundial de la Hepatitis, la segunda causa infecciosa de muerte en el mundo.
Esta enfermedad provoca una inflamación del hígado que puede ser causada por varios factores incluyendo virus, consumo de alcohol, drogas, fármacos, o por una disfunción del sistema inmunológico. Puede derivar también en enfermedades más graves como la cirrosis o el cáncer de hígado, dependiendo de su evolución a una forma crónica o aguda.
«La hepatitis es una de las enfermedades que se pueden prevenir y hasta erradicar gracias a la vacunación. Un ejemplo concreto es lo que ocurrió en Argentina desde el año 2005 con la hepatitis A, una enfermedad endémica que gracias al control de vacunación en chicos, desde el año 2007 ya no se trasplanta más a niños por esta enfermedad. En adultos todavía afecta a un 20 % porque no están vacunados», explicó el doctor Esteban González Ballerga, médico hepatólogo, Jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital de Clínicas «José de San Martín».
Y agregó: «Respecto a la hepatitis B es una enfermedad de bajo impacto y se contagia a través de la sangre o fluidos sexuales. Una de las formas de prevenirla también es la vacunación, pero en los adultos sigue siendo flojo la adhesión a la vacuna ya que se necesitan tres dosis para obtenerla en forma completa y solo el 20 % termina el esquema de vacunación. Hay que recordar que la vacunas es gratis desde al año 2000, además de ser segura y eficaz. A los niños se da al nacer, luego un refuerzo a los 12 y otro a los 18 años».
Según detallan expertos de Mayo Clinic, tener hepatitis B crónica aumenta el riesgo de desarrollar insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cirrosis, que consiste en una afección que deja cicatrices permanentes en el hígado.
«La mayoría de los adultos que tienen hepatitis B se recuperan por completo, aunque los síntomas sean graves. Los bebés y niños son más propensos a desarrollar una infección de hepatitis B de larga duración. Esto se conoce como infección crónica. La vacuna puede prevenir la hepatitis B, pero no existe cura si ya se tiene la afección, por lo que hay que tomar determinadas precauciones para prevenir que se disemine el virus a otras personas», agregaron.
«La hepatitis C es una enfermedad que la mayoría de las veces no da síntomas, por eso es tan importante realizarse el test por lo menos una vez en la vida. Campañas como la que estamos lanzando a nivel nacional son oportunidades inmejorables para hacerlo. Si el testeo -que es rápido e indoloro- da negativo, la persona sigue con su vida. Si, en cambio, da positivo y luego se confirma el diagnóstico, los profesionales de la salud acompañaremos a la persona para que pueda curarse y evitar complicaciones potencialmente severas a futuro», sostuvo González Ballerga, también presidente de la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE).
«Una persona puede tener hepatitis C y no saberlo durante décadas. Si se deja estar y pasan los años, lamentablemente llegará al diagnóstico cuando el daño hepático sea avanzado y tal vez presente grados de cirrosis, riesgo de cáncer de hígado y necesidad de recibir un trasplante. Todo esto puede evitarse testeándose a tiempo, por eso este año la idea de la SAHE es empoderar al paciente y que ellos le soliciten el test a su médico de cabecera», explicó el Dr. Manuel Barbero, protesorero de la Comisión Directiva de la SAHE.
Al ser una enfermedad silenciosa, preocupa el elevado subdiagnóstico que tiene en el mundo y en Argentina. Se calcula que -en nuestro país- entre seis y siete de cada 10 personas que tienen el virus lo ignoran, lo que refleja la necesidad de trabajar en mejores mecanismos de detección y en seguir concientizando a la comunidad para que cuide la salud de su hígado tanto como cuida la de su corazón u otros órganos.
«El estudio para detectar hepatitis B y C es sencillo, pero lamentablemente no se encuentra entre los análisis de rutina que el médico de cabecera solicita en un chequeo habitual. Sobre ese punto también tenemos que trabajar los hepatólogos, gastroenterólogos e infectólogos, que somos los que estamos más cerca de esta enfermedad todos los días. Tenemos que comprometernos a difundir la importancia de pedir este estudio entre los demás profesionales de la salud, como los clínicos, cardiólogos, endocrinólogos, ginecólogos y geriatras, entre otras especialidades», remarcó el Dr. Juan Carlos Bandi, vicepresidente de la SAHE.
«Algunas personas con hepatitis no presentan síntomas e ignoran que están infectadas. Pero si adquieren ese mal pueden incluir fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náusea, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces color arcilla, dolor en las articulaciones e ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)», precisó por su parte el doctor Roberto Vázquez Campuzano, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Y completó: «Si se tiene una infección aguda, los síntomas pueden comenzar entre dos semanas y seis meses después de haberse infectado, pero si es una infección crónica es posible que la gente no tenga síntomas hasta muchos años después. La hepatitis crónica puede ocasionar complicaciones como cirrosis (cicatrización del hígado), insuficiencia hepática y cáncer de hígado. El diagnóstico y el tratamiento temprano de la hepatitis crónica pueden prevenir estas complicaciones».
Cualquiera pudo haberlo contraído
Por prejuicio o desinformación, muchas personas creen que no estuvieron expuestas al virus o que están protegidas por las vacunas, pero la hepatitis C no es de las hepatitis que pueden prevenirse con vacuna (esas son la A y la B) y ésta se transmite por contacto con sangre contaminada.
Durante muchos años, este virus circuló, pero no se lo conocía, y además no existía la conciencia actual sobre las medidas de esterilización de instrumental que entraba en contacto con sangre. Por lo tanto, miles de personas contrajeron hepatitis C -sin saberlo- en tratamientos odontológicos, cirugías, al realizarse tatuajes, piercings y otros tratamientos de belleza, al recibir transfusiones, compartiendo jeringas, cepillos de dientes, afeitadoras o canutos para aspirar sustancias ilícitas, entre otros elementos cortopunzantes.
El Dr. Barbero aclaró que hoy «es mucho más habitual la esterilización adecuada de todo el instrumental que se utiliza en cada intervención de salud o estética, y las personas tienen más conciencia sobre los riesgos de entrar en contacto con sangre ajena, por lo que hay menos transmisiones que en los años 80 y 90. De todos modos, todos, aunque fundamentalmente los mayores de 35 o 40 años, con mayor o menor conocimiento, pudimos haber estado expuestos al virus, lo que amerita la realización del test para sacarse la duda».
«Vale la pena salir a buscar a los pacientes porque hoy contamos con medicaciones que curan prácticamente a todos en pocas semanas, casi sin efectos adversos, y que son cubiertas por obras sociales, prepagas y por el Estado. Entonces, si se diagnostican antes de que la enfermedad progrese, podrán curarse a tiempo y evitar poner en riesgo su vida», reconoció González Ballerga.
Otro aspecto crítico en esta enfermedad es que hay un grupo significativo de pacientes que tiene diagnóstico hace varios años o décadas, pero no ha vuelto al profesional de la salud para curarse porque ignora que hay medicaciones que curan, porque recuerda los duros efectos adversos de las medicaciones anteriores, cree que deberá pagar los tratamientos actuales de su bolsillo, posterga su salud por otras prioridades o, simplemente, porque no le da importancia ya que esta enfermedad durante muchos años no da síntomas ni duele.
«Para contrarrestar esta situación, múltiples hospitales de nuestro país están llevando adelante acciones de ‘revinculación’, que es una estrategia internacional exitosa que consiste en revisar historias clínicas archivadas o exámenes de laboratorio y convocar a aquellos pacientes con hepatitis C que no han vuelto a la consulta, para que lo hagan y se curen pronto», explicó el doctor Fernando Cairo, expresidente de SAHE y miembro actual de la subcomisión de Hepatitis Virales.
Otra propuesta también consiste en ir a buscar pacientes a comunidades de mayor riesgo, sin estigmatizar, pero valiéndose de estadísticas globales de mayor incidencia, en grupos como veteranos de guerra, población carcelaria, personas con VIH, pacientes dializados o que han recibido transfusiones de sangre y hemoderivados, como las personas con hemofilia, entre otros.
«Quienes durante décadas no podíamos darles respuestas a las personas con hepatitis C, hoy hacemos todo lo posible para encontrar más pacientes porque la cura es una realidad, está al alcance de la mano y puede cambiarles verdaderamente la vida», concluyeron desde la SAHE.
La Organización Mundial de la Salud había propuesto el ambicioso objetivo de eliminar la hepatitis C en el mundo para 2030 y ha tomado múltiples medidas orientadas a ese objetivo, más allá de la dificultad que representa. El desarrollo de constantes iniciativas de testeo a la comunidad es uno de los caminos que contribuyen a lograrlo.
«En el Hospital de Clínicas nos propusimos en los dos últimos años llegar a los pacientes con hepatitis. Por eso iniciamos el Programa de Revinculación en donde los llamamos para volverlos a meter en el sistema de salud y vacunarlos o medicarlos. Así logramos la curación del 90 % de los pacientes revinculables», remarcó González Ballerga.
Ahora, la Sociedad Argentina de Patología, que fundó la Subcomisión de Revinculación de Pacientes quiere reproducir esta experiencia en todo el país y hasta la región.
En tanto, la utilización de la inteligencia artificial y las nuevas herramientas diagnósticas ensayadas por la pandemia de covid-19 permiten un abaratamiento del diagnóstico que lleva a los especialistas a defender el coste-efectividad en población general de entre 50 y 85 años para la hepatitis C no diagnosticada.
27 julio 2024|Fuente: Infobae |Tomado de |Noticia
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Las medidas que tomen los líderes políticos este año serán decisivas para alcanzar el objetivo de acabar con el sida como amenaza para la salud pública en 2030, afirmó el lunes la agencia de la ONU dedicada al combate de la enfermedad.
Las cifras de 2023 muestran una mejora global en el número de nuevas infecciones, el tratamiento de pacientes seropositivos y un descenso en la mortalidad, pero Onusida recordó que la pandemia ha matado a más de 42 millones de personas y que el progreso continúa siendo frágil.
En 2023, un poco menos de 40 millones de personas vivían con el virus causante del sida, el VIH, revela el informe anual de la organización.
El año pasado se registraron alrededor de 1,3 millones de nuevas infecciones, 100 000 menos que en 2022, lo cual supone además un descenso significativo respecto al máximo de 3,3 millones alcanzado en 1995.
Pero Onusida no está satisfecha porque el objetivo de no más de 330 000 infecciones en 2025 parece inalcanzable.
El sida también mató menos: 630 000 muertes en 2023 frente a 670 000 el año anterior. Esa cifra es 69 % menos que en 2004, el año negro de la pandemia.
El acceso a una terapia antirretroviral es el principal reto, ya que hoy día es muy eficaz.
Para fines de diciembre de 2024, 30,7 millones de personas habían accedido a una de esas terapias, frente a solo 7,7 millones en 2010, pero la cifra continúa lejos de la meta para 2025, de 34 millones de personas.
Además, cerca de un cuarto de las personas infectadas con el virus no tienen acceso al tratamiento.
África oriental y meridional permanecen como las regiones más afectadas, con 20,8 millones de personas que viven con el VIH, 450 000 infectadas el año pasado y 260 000 muertes.
Estigmatización e infección
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Onusida, destacó que «el mundo no está en buen camino» para lograr el objetivo de 2030, y que «no se hace lo suficiente para eliminar las desigualdades que permiten a la pandemia del VIH» continuar.
«Una persona muere cada minuto por enfermedades ligadas al VIH», recordó.
La estigmatización y la discriminación, a veces la criminalización, de la que son víctimas ciertos grupos de personas, se traduce en tasas de contagio mucho más elevadas porque no pueden obtener la ayuda y atención que necesitan sin enfrentar peligro.
Las cifras son elocuentes: la prevalencia mundial del VIH entre adultos de 15 a 49 años es de 0,8 %.
Pero la prevalencia es de 2,3 % entre mujeres jóvenes y niñas de 15 a 24 años en África oriental y meridional, y de 7,7 % entre homosexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres.
Asimismo, alcanza 3% entre trabajadores y trabajadoras del sexo, 5 % entre usuarios de drogas inyectables, 9,2 % entre personas transgénero y 1,3 % entre personas encarceladas.
Acción coordinada
Byanyima denunció en una entrevista con AFP «un esfuerzo bien coordinado y bien financiado» contra los derechos LGBTI+, los derechos reproductivos y la igualdad de género por parte de países y grupos socialmente conservadores.
Y mientras en algunos países de África Subsahariana las nuevas infecciones han caído más de la mitad y las muertes han bajado hasta 60 % desde 2010, «también tenemos regiones como Europa Oriental, Asia Central y América Latina donde las nuevas infecciones avanzan en la dirección equivocada, aumentando», subrayó.
En el año 2023, en América Latina, se registraron 120 000 nuevas infecciones (contra 110 000 en 2022) y 2,3 millones de personas vivían con el VIH. Unas 30 000 personas murieron a causa del sida.
En Europa Oriental y Asia Central, solo la mitad de las personas infectadas por el VIH son atendidas, y solamente 49 % en el norte de África y Oriente Medio.
«La estigmatización mata. La solidaridad salva vidas», indicaron en la declaración.
«Llamamos conjuntamente a todos los países a suprimir todas las leyes punitivas contra las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgéneros y queer. La despenalización de las personas LGBTI+ es esencial para proteger los derechos y la salud de cada uno», expresaron.
22 julio 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia