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Un grupo de investigación ha realizado un estudio sobre las respuestas a estímulos sensoriales en niños con trastorno del espectro del autismo (TEA) y su relación con problemas de conducta y funcionamiento adaptativo, y con el estrés de las madres.
El estudio se realizó sobre una muestra de 45 niños con TEA, de 3 a 14 años, de los cuales un 86,7 % presentaban un funcionamiento sensorial atípico. En estas personas, estímulos táctiles u olfativos intensos pueden parecer como no percibidos, o al contrario, un sonido o un olor sutil puede provocarles un fuerte malestar.
Según los autores, mientras que la relación con problemas de conducta parece clara, no se encuentra relación con funcionamiento adaptativo. Los problemas de conducta en los hijos se han relacionado fuertemente con el estrés materno, pero no se ha estudiado apenas el efecto que puede estar teniendo en el estrés de la madre el perfil de funcionamiento sensorial de los hijos con TEA.
El estudio permitió establecer que existe un determinado subtipo de funcionamiento sensorial que predice la presencia de estrés en las madres en mayor medida que los problemas de conducta. En concreto, las madres de los niños que mostraban un umbral sensorial bajo, es decir, que respondían a estímulos de baja intensidad y lo hacían tratando de evitar estos estímulos, eran las que sufrían un mayor nivel de estrés. El estudio fue publicado por J Intellect Disabil Res 2017.
mayo 7/2018 (neurologia.com)