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Además de estar relacionada con enfermedades cardiovasculares y con la diabetes, la obesidad está asociada con el deterioro o deficiencia de la respuesta inmune, por lo tanto, quien la padece es más susceptible a las infecciones.
Así lo dio a conocer un grupo de científicos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, quienes estudiaron los niveles de producción de interferones tipo I, que son uno de los mecanismos antivirales más importantes del sistema inmune.
El estudio analizó la sangre de 30 personas con obesidad y 30 no obesos para determinar la expresión de interferón a nivel genético, es decir, el gen que codifica la producción de interferón, indicó el especialista inmune, Jesús Hernández López.
Posteriormente, los glóbulos blancos se estimularon con moléculas que tratan de simular al virus y se observó que en personas obesas había menos producción de interferones tipo I, así como un número mayor de proteínas que regulan su producción denominadas SOCS 3, las cuales inhiben la acción de los interferones.
«Nos percatamos de que los niveles de SOCS3 -los reguladores del interferón- son bajos en una persona que no es obesa, mientras que en personas con obesidad los niveles son elevados», subrayó el científico en un comunicado de la Academia Mexicana de las Ciencias (AMC).
Por lo tanto, el que una persona con obesidad tenga menor capacidad para producir interferón cuando se infecta con el virus de influenza la hacen más propensa a desarrollar complicaciones que pueden poner en riesgo su vida.
Agregó que el análisis explica lo que sucedió en la pasada pandemia de influenza, donde «las personas con obesidad presentaron un mayor riesgo a desarrollar complicaciones y fueron uno de los sectores de la población con mayores tasas de mortalidad».
abril 10/2015 (Notimex)