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El Grupo de Biometría, Bioseñales y Seguridad (GB2S) de la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con la empresa Ilía Sistemas, ha llevado a cabo una investigación cuyos resultados revelan que existen patrones reconocibles en el olor corporal de cada individuo que se mantienen constantes.
El estudio señala que cada persona tiene un olor característico que permite identificarla dentro de un grupo de individuos con una tasa de acierto superior al 85%. Este resultado abre las puertas para mejorar la identificación personal de una forma menos invasiva que otras técnicas biométricas utilizadas en la actualidad.
Actualmente, la verificación de la identidad en la mayoría de aeropuertos o puestos de control fronterizos reside en la comparativa de nuestro parecido físico a la imagen que aparece en la foto de nuestro pasaporte u otros documentos identificativos. Aunque los nuevos pasaportes electrónicos son difíciles de falsificar, el uso de técnicas biométricas basadas en características físicas del individuo permitiría incrementar la seguridad en dichos controles, señalan los investigadores.
Algunas técnicas biométricas como el iris o la huella dactilar poseen una baja tasa de error, sin embargo suelen estar relacionadas con entornos delictivos, lo que provoca que la persona a identificar sea reticente a ofrecer dicha información.
Por otro lado, añaden estas fuentes, otras técnicas biométricas bien aceptadas por los individuos como el reconocimiento facial, poseen una tasa de error bastante superior.
febrero 4/2014 (NCYT)