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Un estudio observacional realizado por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y del Hospital del Mar determina que la administración intradérmica de la vacuna JYNNEOS contra la viruela induce una respuesta inmunitaria eficiente que debería prote
Investigadores del Laboratorio de Biología de la Infección del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) de la Universidad Pompeu Fabra y de la Unidad de VIH del Instituto de Investigación Hospital del Mar, han demostrado que la vacunación intradérmica con la vacuna JYNNEOS contra la viruela es la mejor opción para proteger a las personas con VIH de contraer el virus de la viruela del mono. Esta pauta de administración de la vacuna requiere menos material para inyectar a cada paciente, lo que multiplica por 5 las dosis de vacuna disponibles. Los resultados de este estudio observacional también indican que aquellos individuos con un nivel bajo de células T CD4 -un tipo de glóbulo blanco esencial para combatir adecuadamente nuevas infecciones- necesitan una dosis de refuerzo 28 días después de la primera dosis para compensar su estado de inmunodepresión.
El virus de la viruela del mono (monkeypox, en inglés) es un virus zoonótico de la familia del virus variólico que causa la viruela. La viruela del mono causa una enfermedad infecciosa que puede propagarse de forma autóctona entre humanos por contacto directo y por vía respiratoria. Los síntomas más comunes de la infección por viruela símica son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, inflamación de los ganglios linfáticos, erupción cutánea, síntomas respiratorios y rectales, y agotamiento. Su gravedad depende de la edad y de la respuesta del sistema inmunitario para resistir a patógenos y parásitos.
Antes de la primavera de 2022, la viruela símica solía aparecer como brotes aislados en zonas endémicas de África Central y Occidental, pero en ese momento se produjo un brote mundial que facilitó la transmisión de persona a persona. Transmisión que se produjo, principalmente, entre hombres que mantenían relaciones sexuales con hombres. Un grupo de población con muchos individuos infectados por el VIH y que son especialmente susceptibles a la infección por el virus de la viruela del mono y a su patogenicidad.
Aunque no existe una vacuna específica contra la viruela del mono, la vacuna contra la viruela protege a 8 de cada 10 personas de contraer la infección, debido al parentesco antigénico entre ambos virus.
Combatir la viruela del mono cuando se vive con el VIH
Los resultados del estudio publicado hoy en la revista Journal of Medical Virology indican que la actividad de las células T -responsables de la respuesta contra los patógenos, la homeostasis y la memoria del sistema immune- de los individuos infectados por el VIH-1, cuya carga viral estaba controlada por la terapia antirretroviral, aumentó tras la vacunación con la vacuna contra la viruela JYNNEOS. Y que la respuesta de las células T fue equivalente a la de los individuos sanos de control.
Entre las personas que viven con una infección por VIH, existe un grupo de riesgo que merece especial atención. Se trata de los llamados no respondedores inmunológicos (INR por sus siglas en inglés), individuos que controlan su carga viral con la terapia antirretroviral, pero sólo recuperan parcialmente su recuento de linfocitos T CD4.
«Nuestro estudio muestra que estos INR pueden necesitar una dosis de refuerzo 28 días después de la primera vacunación para generar una respuesta eficiente de células T y estar, así, protegidos frente a la viruela del mono», explica Robert Güerri, clínico del Hospital del Mar y profesor asociado de la UPF, que ha coordinado el estudio de vacunación. En conjunto, los nuevos hallazgos subrayan la importancia de realizar estudios específicos sobre la respuesta inmunitaria en personas con VIH, especialmente en aquellas con un número más bajo de glóbulos blancos CD4.
Las vías de administración de la vacuna modulan la respuesta inmunitaria
Antes del brote de viruela del mono de la primavera de 2022, la vacuna JYNNEOS se administraba por vía subcutánea para proteger a la población. Pero debido al aumento de la demanda de vacunas, en agosto de 2022, las autoridades sanitarias estadounidenses y europeas propusieron administrar la vacuna JYNNEOS por vía intradérmica. Por esta vía, la vacuna se libera en la capa superior de la piel, donde se encuentran muchas células inmunitarias. Aunque, lo más importante de este nuevo procedimiento es que multiplica por 5 las dosis de vacuna disponibles, aumentando la disponibilidad de la vacuna sin comprometer su eficacia.
En contraste con la respuesta de las células T de los individuos infectados por el VIH-1 que recibieron la vacuna JYNNEOS por vía subcutánea, todos los individuos que recibieron la vacuna por vía intradérmica generaron una respuesta significativa de las células T. Por lo tanto, la vacunación intradérmica fue más eficaz para activar la inmunidad antivírica específica.
«Nuestros resultados apoyan claramente la propuesta de una vía de vacunación que ahorre dosis también para la protección de los individuos inmunodeprimidos, que son los que más necesitan la vacuna», añade Andreas Meyerhans, investigador ICREA y catedrático de la UPF, que coordinó la parte experimental del estudio.
Este estudio proporciona una indicación temprana de cómo mejor proceder con la vacunación preventiva contra la viruela del mono en un grupo de individuos con alto riesgo de infección. Sin embargo, otros estudios deberán confirmar y ampliar las observaciones derivadas de este estudio que cuenta con un número pequeño de individuos vacunados.
Referencia: Sisteré-Oró M, Du J, Wortmann DDJ, Filippi MD, Cañas Ruano E, Arrieta Aldea I, et al. Pan-pox-specific T-cell responses in HIV-1-infected individuals after JYNNEOS vaccination. J Med Virol[Internet]. 2023[citado 17 ene 2024]; 96:e29317. doi:10.1002/jmv.29317
12 enero 2024| Fuente: Eureka Alert| Tomado de Comunicado de prensa
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Un nuevo análisis muestra que el virus de la viruela del mono o mpox está divergiendo rápidamente en varios linajes caracterizados por mutaciones resultantes de la interacción continua con el sistema inmune humano, lo que sugiere que el virus ha estado circulando en humanos desde 2016.
«Estas observaciones de la transmisión sostenida de MPXV presentan un cambio fundamental en el paradigma percibido de la epidemiología de MPXV como una zoonosis y resaltan la necesidad de revisar los mensajes de salud pública en torno a MPXV, así como la gestión y el control de brotes», escriben los autores.
Históricamente, el MPXV se describió como una enfermedad zoonótica endémica de África occidental y central que se transmite a través del contacto con roedores. Los primeros casos humanos de la enfermedad se observaron en la década de 1970 y se han asociado predominantemente con bebés y niños. Desde entonces, la mayoría de los casos se han tratado en gran medida como eventos de desbordamiento independientes con bajos niveles de circulación entre la población humana.
Sin embargo, en 2022 surgió una epidemia internacional de MPXV y se detectaron casos de mpox humana fuera de los países con reservorios endémicos conocidos, lo que indica que no se trataba únicamente de una infección zoonótica. Las comparaciones de secuencias del genoma de MPXV de 2018 con secuencias de la epidemia de 2022 muestran una tasa de mutación mucho más alta de lo que se esperaría para virus ADN bicatenario.
La mayoría de las mutaciones fueron cambios dinucleotídicos característicos de la actividad de una enzima antiviral en el sistema inmunitario humano llamada APOBEC3, lo que indica una transmisión sostenida de mpox de humano a humano en lugar de un desbordamiento zoonótico repetido. Para abordar esta cuestión, Áine O’Toole y sus colegas desarrollaron un método de reloj molecular para evaluar la evolución de MPXV.
Los hallazgos confirman que el linaje B.1 ahora distribuido globalmente de mpox humana muestra muchas mutaciones que indican la exposición a APOBEC3 y que esta evolución impulsada por APOBEC3 es una firma de un cambio a la transmisión sostenida en el seno de la población humana. Además, suponiendo una tasa de unas 6 mutaciones de APOBEC3 por año, O’Toole et al. estiman que el reciente clado IIb de MPXV ha estado circulando en humanos al menos desde 2016.
«Aunque el linaje B.1 en todo el mundo ahora está disminuido –pero aún no erradicado–, la epidemia humana de la que surgió continúa todavía no ha cesado», escriben O’Toole et al. «La vigilancia debe ser global para que MPXV se elimine de la población humana y se evite que resurja posteriormente».
Referencia
O’Toole A, Neher RA, Ndodo N, Borges V, Gannon B, Gomes JP, et al. APOBEC3 deaminase editing in mpox virus as evidence for sustained human transmission since at least 2016.Science[Internet].2023[citado 8 nov 2023];382(6670): 595-600. DOI:10.1126/science. adg8116
9 noviembre 2023 | Fuente: EurekAlert