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Los ataques del 11 de septiembre de 2001, de los que pronto se cumplen 23 años, se cobraron un buen número de vidas en el cuerpo de bomberos de Nueva York, pero han sufrido aún más muertes por las enfermedades contraídas ese día en el rescate de las víctimas.
Mientras que 343 murieron en la respuesta inmediata a los ataques, sea para rescatar a supervivientes o para retirar escombros, 363 más han fallecido desde entonces por las condiciones tóxicas con que desarrollaron su trabajo ese día y los siguientes.
Las cifras, que publica este jueves el portal Gothamist, fueron comunicadas el miércoles durante una ceremonia en el cuartel central de bomberos de Brooklyn.
«Hemos visto morir a más de 360 compañeros por su valentía y su entrega», dijo el comisario Robert Tucker, en el evento en que se inscribió el nombre de 32 nuevas víctimas en un mural, entre las que se cuentan paramédicos o enfermeros del cuerpo.
Los 352 agentes químicos que se identificaron entre los escombros de la conocida Zona Cero se tradujeron en numerosas enfermedades respiratorias, y en los casos más graves derivaron a cáncer de próstata (900 en total) y de otros tipos.
En total, en la Zona Cero trabajaron 15 500 miembros del cuerpo de bomberos, algunos por periodos superiores a treinta días, lo que les hizo respirar aquella atmósfera contaminada.
05 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Una capa de niebla opacaba al sol el miércoles en Cuenca —una de las ciudades coloniales y patrimoniales más importantes del sur de los Andes ecuatorianos— provocada principalmente por decenas de incendios forestales y por un severo verano que afecta buena parte del país. La situación se replicó en la tarde en la capital del país, Quito, afectada por varios incendios simultáneos.
Las autoridades en ambas ciudades advirtieron de la mala calidad del aire, considerada, «poco saludable», debido a los incendios cercanos, y han recomendado medidas para la población, como no salir a la calle y usar tapabocas, además de la suspensión de clases presenciales para el jueves 5 de septiembre, en 22 instituciones educativas en Quito, en donde la tarde del miércoles, al menos tres incendios forestales se produjeron en laderas del nororiente de la ciudad.
En las calles del norte de la capital, las personas portaban tapabocas en busca de disminuir la aspiración del fuerte olor a humo. En las zonas altas se evidenciaba la densa neblina por la caída leve de partículas.
El ambiente de la capital se llenó de humo y de un olor penetrante que se sentía en las calles desde las que se veía una peculiar tonalidad del sol. El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, dijo en la noche a la radio FM Mundo que los incendios se mantenían activos y eran combatidos por tierra por unos 128 bomberos.
La secretaría de Ambiente de la ciudad informó en un comunicado que la calidad del aire está comprometida por el humo y contaminantes y «se espera un aumento en las concentraciones de partículas dañinas», representando un riesgo para la salud, por lo que se solicitó «evitar actividades al aire libre». En tanto, la secretaría de Gestión de Riesgos informó en un comunicado que 25 familias fueron evacuadas en Quito.
Más temprano, a 300 kilómetros al sur de la capital, en la ciudad de Cuenca, Omar Delgado, director del instituto de investigación de la Universidad del Azuay, dijo a la AP que las malas condiciones del aire en esa ciudad, cuyo cielo también se veía oscuro, se debe a las partículas finas que están suspendidas en la atmósfera provocadas por los incendios y atraídas por las corrientes del aire que llegan a Cuenca.
Las condiciones de sequía en esa región austral, intensifican el fenómeno, agregó Delgado.
Según el monitoreo de ese instituto, el nivel de partículas finas o material particulado (PM) suspendidas en el aire en Cuenca era de 109 PM, lo que implica que es «poco saludable».
Los parámetros de medición, según Delgado, se alinean a los establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, que señalan que la calidad del aire de hasta 50 partículas de hasta 2,5 micrómetros (50 PM) es buena, y hasta 100 PM es considerada moderada. Los niveles superiores a 100 son poco saludables y perjudiciales capaces de llegar al torrente sanguíneo, según la Organización Mundial de la Salud. En Quito aún no se ha hecho público en qué rango está la calidad de su aire tras los incendios.
En el rango en el que está Cuenca, los grupos vulnerables como niños, personas de la tercera edad o con enfermedades respiratorias, están obligados a «limitar su exposición al aire libre», recomendó Delgado.
Rodrigo Matute, jubilado de 64 años, vive en el sur de esa ciudad, y aseguró a la AP que se ve muy claro «la bruma, tenemos sol, pero está opacado». Relató que la única información que han recibido es que se trata de los efectos de los incendios forestales, un fenómeno que, dijo, no recuerda que haya sucedido antes.
El miércoles en Ecuador se registraron al menos 17 incendios forestales activos de diversa magnitud en siete provincias, seis de los cuales están controlados, pero no liquidados, según el reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Entre estos últimos se encuentra uno en la comunidad rural de Quilanga, en la provincia de Loja, aledaña a la de Azuay, cuya capital es Cuenca, que fue considerado por las autoridades como el mayor en la última década y que consumió cerca de 5 000 hectáreas de bosque y cultivos, de acuerdo con la evaluación oficial.
Para neutralizar este último flagelo llegó ayuda de aeronaves de Perú con capacidad transportar agua y dejarla caer sobre las llamas, que aún trabajan en el sector afectado.
04 septiembre 2024|Fuente: AP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.| Noticia
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy sus primeras orientaciones sobre la contaminación por antibióticos procedente de la fabricación, tema que ocasiona un daño ambiental sobre el cual existe poca información accesible.
Estas novedosas directrices sobre la gestión de aguas residuales y residuos sólidos en la fabricación de antibióticos arrojan luz sobre este importante pero desatendido reto antes de la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que tendrá lugar el próximo 26 de septiembre.
De acuerdo con los expertos, la aparición y propagación de la RAM causada por la contaminación por antibióticos podría socavar la eficacia de los antibióticos en todo el mundo, incluidos los medicamentos producidos en los centros de fabricación responsables de la contaminación.
A pesar de que los altos niveles de contaminación por antibióticos están ampliamente documentados, el problema carece en gran medida de regulación y los criterios de garantía de calidad generalmente no abordan las emisiones ambientales.
Además, una vez distribuidos los antibióticos, no se informa a los consumidores sobre cómo desecharlos cuando no se utilizan, por ejemplo, cuando caducan o se termina el tratamiento pero todavía queda medicamento.
La subdirectora general interina de la OMS para la RAM, Yukiko Nakatani, explicó que los residuos farmacéuticos de la fabricación de antibióticos pueden facilitar la aparición de nuevas bacterias resistentes a los medicamentos, que podrían propagarse por todo el mundo y amenazar la salud.
El control de la contaminación derivada de la producción de antibióticos contribuye a que estos medicamentos que salvan vidas sigan siendo eficaces para todos, dijo.
Por su parte, la directora del departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, María Neira, detalló que las orientaciones proporcionan una base científica independiente e imparcial para que los organismos reguladores, y los inspectores, entre otros, incluyan en sus normas un un control sólido de la contaminación por antibióticos.
Estas disposiciones fueron elaboradas en estrecha colaboración con un grupo diverso de expertos que representan a instituciones académicas, organismos de regulación, inspectores, organizaciones internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y otros sectores.
03 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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El verano de 2024 en Japón igualó al mismo período estacional del año anterior como el más caluroso desde 1898, confirmó hoy la dirección de la Agencia Meteorológica Japonesa (JMA).
Numerosos expertos se reunieron en esta capital para analizar las altas temperaturas sin precedentes desde que existen registros sistemáticos (1898) y concluyeron que el calentamiento global no se detendrá aquí, las condiciones podrían arreciarse en el futuro.
Según cálculos de la entidad científica nipona, la temperatura media entre junio y agosto fue 1,76 °C más alta de lo habitual, por lo que se igualó el récord del verano pasado.
El julio más caluroso desde el inicio de la serie estadística hace 126 años fue el de 2024, cuando se constataron temperaturas máximas de 40 grados o más en seis lugares en un solo día, algo considerado peligroso.
Más de 12 000 personas con síntomas de golpe de calor fueron trasladadas a hospitales de todo el país, solo en la semana del 22 al 28 de julio.
Igualmente en agosto la población japonesa percibió un clima bastante cálido, favorecido por sistemas de alta presión que cubrieron el archipiélago, especialmente el oeste, y produjeron cielos soleados con un calor intenso.
A lo largo del verano, la JMA emitió diversas alertas de insolación por temperaturas superiores a la media habitual.
Debido al peligro para la salud que representa la exposición a altas temperaturas, el gobierno japonés publicó en el período una serie de recomendaciones, incluidas evitar salidas y ejercicios innecesarios, ingerir líquidos y sal con frecuencia, así como no dudar en utilizar aires acondicionados.
A la vez, se alertó de que las personas mayores y los bebés requieren una atención especial, pues corren un mayor riesgo de sufrir golpes de calor.
03 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Durante el verano suele darse un fenómeno por el que el polvo del Sáhara puede recorrer miles de kilómetros dentro de un proceso que ha rastreado el servicio europeo de Monitoreo Atmosférico de Copernicus (CAMS) y cuyos datos confirman que durante los últimos meses se ha producido un transporte continuo de esas partículas hasta el Caribe a través del Atlántico.
El servicio de Copernicus ha estado haciendo un seguimiento de los episodios de transporte, brindando pronósticos precisos de las intrusiones de polvo y su impacto en la calidad del aire local en ambas orillas del Atlántico.
Aunque el polvo del Sáhara, a través del Mediterráneo suele alcanzar más habitualmente a zonas próximas al norte de África como el sur y centro de Europa o incluso en «condiciones excepcionales» al Reino Unido y Escandinavia, puede llegar incluso a atravesar el Atlántico hasta el Caribe, dentro del recorrido que realiza por el mundo en épocas de calor.
Este polvo afecta a la salud y puede causar problemas respiratorios o cardiovasculares entre otros, por lo que de ahí la importancia de monitorizar sus llegadas a distintos puntos del planeta, desde su lugar de origen en el desierto del Sáhara.
En el mes de agosto, «los vientos alisios del este transportaron cantidades significativas de polvo desde el desierto del Sáhara a través del Atlántico Norte hacia el Caribe, continuando una dinámica que también se observó en junio y julio», según ha informado este martes en una nota el servicio europeo CAMS.
Durante esos dos meses y agosto, «los principales flujos, que dieron lugar a valores elevados de profundidad óptica de aerosoles (AOD) se desplazaron hacia el oeste a lo largo de la ruta general de transporte a través de Cabo Verde y el Atlántico».
El polvo mineral transportado a través del Atlántico norte afectó a la calidad del aire en el Caribe y, en ocasiones, llegó a la península de Yucatán, Guatemala, Honduras y el norte de Nicaragua.
También se han producido varios episodios de transporte de polvo sahariano antes de viajar hacia el oeste a través del Atlántico sobre las islas Canarias, ubicadas directamente al oeste del Sahara, justo frente a la costa marroquí.
De hecho, Canarias es un territorio frecuentemente afectado por eventos de calima, con intrusiones de polvo que afectan negativamente a la calidad del aire en las islas.
La evaluación de los pronósticos frente a mediciones independientes de la Red Robótica de Aerosoles (Aeronet) de la NASA, «muestra una buena concordancia en el momento y la magnitud del pronóstico de profundidad óptica de aerosoles del CAMS en varios sitios en ambos lados del Atlántico, incluidos Santa Cruz de Tenerife (islas Canarias), Mindelo en Cabo Verde, Ragged Point en Barbados y la Reserva del Bosque Seco de Guánica en Puerto Rico», según la nota.
En Europa, la media diaria de PM10 (la fracción gruesa de partículas con un diámetro inferior a 10 μm) no debería superar los 50 µg/m3. El 11 y el 19 de agosto, en las islas de Martinica y Guadalupe, en las Antillas francesas, se comprobaron concentraciones de PM10 que alcanzaron o superaron este nivel.
02 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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España ha notificado un total de 1 386 muertes atribuibles al exceso de temperaturas en agosto, 615 más que en julio, cuando se registraron 771, según estima el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que pertenece al Ministerio de Sanidad.
Esta cifra supone un incremento del 3 % con respecto a agosto de 2023, cuando se registraron un total de 1 345 fallecimientos por esta causa. En suma, en lo que va de 2024 se han registrado 3 148 muertes por altas temperaturas, según datos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo).
A la espera del cierre del periodo estival, es posible que este verano supere las 3 009 muertes alcanzadas durante dicha estación en 2023. De hecho, para el 22 de agosto, la cifra de fallecimientos ya era superior que la del mismo periodo del año pasado con 906 fallecimientos (+47 %).
Así, las cifras más dramáticas se han registrado en los primeros 15 días de agosto. La peor semana este mes y de lo que va de verano ha sido la que dio comienzo el 29 de julio, cuando se registraron un total de 611 fallecimientos en solo siete días. Otra semana trágica fue la del 12 de agosto, en la que se registraron un total de 504 fallecimientos, seguida por la que se inició el 5 de agosto, con 433 decesos.
Por sexos, se han registrado un total de 810 fallecimientos por exceso de calor en mujeres y 577 en hombres. Por grupos de edad, el mayor número de muertes se ha dado en los mayores de 65 años, con 1 339 muertes.
Las CCAA más afectadas en el mes de agosto han sido Cataluña (274 muertes) y Madrid (251). En orden descendente, le siguen Castilla y León (175), Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana (126 ambas), Galicia (96), Aragón (82), Andalucía (76), País Vasco (44), Extremadura (34), Asturias (30), Navarra y La Rioja (22), Baleares (19), Cantabria (5), Murcia (2), Canarias y Ceuta (1). En Melilla no se ha registrado ningún fallecimiento por las altas temperaturas.
El Ministerio de Sanidad recuerda la importancia de prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de la ciudadanía, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, como personas mayores, mujeres gestantes, menores y personas con enfermedades crónicas, así como en aquellos colectivos que desempeñan su trabajo o realizan esfuerzos al aire libre.
02 septiembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia