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Los casos de COVID-19 se han disparado en las últimas semanas en el norte de Siria, donde la situación es crítica, informaron diversos responsables, explicando que los centros médicos están desbordados.
En algunas de las zonas más afectadas por los diez años de conflicto del país, las infraestructuras sanitarias son insuficientes y escasean los suministros médicos básicos y las dosis de vacunas.
Aunque el número de casos está aumentando en todo el país, las áreas más afectadas por la última ola de la pandemia son las del norte, que aún escapan al control del gobierno.
En la región de Idlib, donde alrededor de la mitad de los más de tres millones de habitantes fueron desplazados por el conflicto, el número de infecciones diarias registradas aumentó bruscamente y ahora supera con frecuencia los miles, al día.
«De agosto a septiembre, el número de casos confirmados de coronavirus en el noroeste de Siria se disparó un 144 %, hasta alcanzar los 71 715 casos a fecha de 28 de septiembre, con 1 151 muertes», indicó Save the Children.
La organización benéfica dijo que solo quedaban una docena de camas en unidades de cuidados intensivos para toda la región y pidió ayuda internacional de emergencia para evitar un desastre aún mayor.
«Cada muerte por coronavirus cuenta, pero cuando vemos que un bebé y un adolescente de 17 años han muerto debido a la enfermedad es algo devastador», dijo la directora de Save the Children en Siria, Sonia Khush.
En el noroeste de Siria, la situación sanitaria está «fuera de control«, según Francisco Otero y Villar, jefe de misión de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) en este país castigado por la guerra.
«Estamos en el nivel 4 de transmisión, el nivel más elevado», dijo.
Y «más del 20 % de las personas afectadas son desplazadas que viven hacinadas en condiciones de insalubridad extrema, lo que las torna más vulnerables«, agregó.
Según MSF, solo un 2 % de los 4,3 millones de habitantes del noroeste de Siria están vacunados.
«Pedimos a la comunidad internacional que consolide su apoyo en el noroeste de Siria aumentando la capacidad de diagnosticar, así como el número de camas y ventiladores en los hospitales y también acelerando la campaña de vacunación», dijo Otero y Villar.
Los casos de COVID-19 también están aumentando en el noreste del país, controlado en su mayor parte por la administración autónoma kurda, así como en zonas gubernamentales.
El Ministerio de Salud dijo la semana pasada que los hospitales de Damasco y de la principal ciudad costera, Latakia, estaban al máximo de su capacidad.
octubre 01/2021 (AFP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.