nov
27
Las drogas, el alcohol y el suicidio podrían provocar la muerte de más de 1,6 millones de estadounidenses en una década, según estima un informe que analiza datos de años pasados.
El estudio, solicitado por los fideicomisos para la Salud y el Bienestar de Estados Unidos, señaló como una tendencia preocupante de la salud mental en el país que esos tres problemas provocaron 39,7 fallecimientos por cada 100 mil residentes en 2015. Tal cifra representó un incremento de 72 por ciento en comparación con 1999, cuando los decesos relacionados con esos fenómenos eran 23,1 por cada 100 mil personas, y apuntan a que para 2025 podría elevarse a 56 muertes por 100 mil habitantes.
Para realizar ese reporte, los investigadores del Berkeley Research Group examinaron las muertes ocurridas desde 1999 hasta 2015 a partir de datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En 2015 el estado de Nuevo México tuvo la tasa más alta de defunciones relacionadas con drogas, alcohol y suicidios (77,4), seguido por Virginia Occidental (67,4), cuyos números se triplicaron en comparación con los de seis años antes.
De acuerdo con el estudio, citado por USA Today, los fallecimientos por sobredosis de drogas en Estados Unidos aumentaron más del doble de 1999 a 2015, al pasar de 6,9 por 100 mil residentes a 16,3, y podrían dispararse hasta 28,4 para 2025.
Aunque el informe señala que las pérdidas de vidas por consumo de estupefacientes han recibido la mayor parte de la atención, las vinculadas con suicidios y el alcohol también están en ascenso.
Vemos una conexión entre las tres epidemias. Todas tienen asociado a ellas un diagnóstico de abuso de sustancias o salud mental, manifestó John Auerbach, presidente y director ejecutivo del Fideicomiso para la Salud de Estados Unidos.
Los decesos inducidos por el alcohol o que son resultado de enfermedades hepáticas asociadas con esas bebidas, aumentaron en un 47 por ciento, de siete a 10,3 por cada 100 mil personas, mientras que los suicidios se incrementaron de 10,5 a 13,8.
En 2016, 44,7 millones de estadounidenses de 18 años o más experimentaron una dificultad de salud mental, más de 20 millones de personas mayores de 12 años tuvieron un trastorno de abuso de sustancias y 8,2 millones de adultos sufrieron ambos.
Sin embargo, menos de una de cada 10 personas que consumen sustancias y menos de la mitad con problemas de salud mental recibieron tratamiento recomendado, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud de 2016.
Para Auerbach, Estados Unidos debe desarrollar aún más la capacitación y educación sobre medicamentos recetados, implementar un sistema de cuidado que tenga en cuenta tanto la salud física como la conductual y estudiar estrategias que maximicen el bienestar desde una edad temprana.
noviembre 26/2017 (PL)