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15
Investigadores en nanomedicina del Hospital Metodista de Houston han hallado una forma de controlar el cáncer de páncreas -uno de los más agresivos y difíciles de tratar- administrando inmunoterapia directamente en el tumor con un dispositivo más pequeño que un grano de arroz.
En un artículo publicado recientemente en Advanced Science, investigadores del Instituto Metodista de Investigación de Houston utilizaron un dispositivo nanofluídico implantable inventado por ellos para administrar anticuerpos monoclonales CD40 (mAb), un prometedor agente inmunoterapéutico, a una dosis baja sostenida a través de la semilla nanofluídica liberadora de fármacos (NDES). El resultado, observado en modelos murinos, fue la reducción de tumores a una dosis cuatro veces inferior a la del tratamiento inmunoterápico sistémico tradicional.
«Uno de los hallazgos más interesantes fue que, aunque el dispositivo NDES sólo se insertó en uno de los dos tumores del mismo modelo animal, observamos una reducción del tamaño del tumor sin el dispositivo», afirma la Dra. Corrine Ying Xuan Chua, coautora del estudio y profesora adjunta de nanomedicina en el Instituto Académico Metodista de Houston. «Esto significa que el tratamiento local con inmunoterapia fue capaz de activar la respuesta inmunitaria para atacar otros tumores. De hecho, un modelo animal permaneció libre de tumores durante los 100 días de observación continuada.»
El adenocarcinoma ductal pancreático se diagnostica con frecuencia en estadios avanzados. De hecho, alrededor del 85% de los pacientes ya presentan enfermedad metastásica en el momento del diagnóstico.
Los investigadores del Houston Methodist están estudiando una tecnología de administración nanofluídica similar en la Estación Espacial Internacional. El laboratorio de nanomedicina de Grattoni en el Metodista de Houston se centra en plataformas implantables basadas en nanofluidos para la administración controlada y a largo plazo de fármacos y el trasplante de células para tratar enfermedades crónicas.
La inmunoterapia es prometedora para tratar cánceres que antes no tenían buenas opciones terapéuticas. Sin embargo, como la inmunoterapia se administra por todo el cuerpo, provoca muchos efectos secundarios que a veces son duraderos, si no de por vida. Al concentrar la administración directamente en el tumor, se protege al organismo de la exposición a fármacos tóxicos y se reducen los efectos secundarios, lo que esencialmente permite a los pacientes sometidos a tratamiento tener una mejor calidad de vida.
«Nuestro objetivo es transformar la forma de tratar el cáncer. Consideramos que este dispositivo es un enfoque viable para penetrar en el tumor pancreático de forma mínimamente invasiva y eficaz, lo que permite una terapia más focalizada utilizando menos medicación», afirma el doctor Alessandro Grattoni, coautor del estudio y director del Departamento de Nanomedicina del Instituto Metodista de Investigación de Houston.
El dispositivo NDES consiste en un depósito de fármaco de acero inoxidable que contiene nanocanales, creando así una membrana que permite la difusión sostenida cuando se libera el fármaco.
Otras empresas de tecnología médica ofrecen implantes intratumorales liberadores de fármacos para terapias oncológicas, pero están pensados para un uso de menor duración. El dispositivo nanofluídico del Houston Methodist está pensado para una liberación controlada y sostenida a largo plazo, evitando el tratamiento sistémico repetido que suele provocar efectos secundarios adversos.
Se están llevando a cabo investigaciones de laboratorio adicionales para determinar la eficacia y seguridad de esta tecnología de administración, pero los investigadores desearían que se convirtiera en una opción viable para los pacientes con cáncer en los próximos cinco años.
Los colaboradores del Instituto Metodista de Investigación de Houston en este estudio son Hsuan-Chen Liu, Daniel Dávila González, Dixita Ishani Viswanath, Robin Shae Vander Pol, Shani Zakiya Saunders, Nicola Di Trani, Yitian Xu, Junjun Zheng y Shu-Hsia Chen.
Esta investigación recibió financiación de Golfistas contra el Cáncer y de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH-NIGMS R01GM127558).
Abril 13/2023 (EurekAlert!) – Tomado de la sección News Release. Copyright 2023 by the American Association for the Advancement of Science (AAAS). Traducido por DeepL Traductor 2023.
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Investigadores del Hospital del Mar, el IRB y otros han comprobado que añadiendo un péptido al oxaliplatino es posible evitar ese efecto indeseado.
Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital del Mar) y el Instituto de Investigación Biomédica (IRB), ambos de Barcelona, exponen en un artículo publicado en Journal of Medicinal Chemistry que añadiendo un péptido al oxaliplatino se logra un nuevo compuesto con el que se puede evitar que se genere resistencia a esta quimioterapia en cáncer de colon y recto avanzado, local o con metástasis. El oxaliplatino es lo más usado en estos casos; la mitad de pacientes se curan y en la otra mitad, la mayoría se muestran resistentes al tratamiento.
El estudio que recoge esa nueva estrategia, cuyo diseño y estudio ha contado con la colaboración de médicos y científicos de los servicios de Anatomía Patológica y de Oncología Médica del Hospital del Mar, la Universidad de Oviedo y del Ciber del Cáncer (Ciberonc), es consecuencia de un trabajo previo de este mismo equipo, publicado en Nature Communications, que desveló que la quimioterapia con oxaliplatino hace que esta sustancia se acumule en las células sanas que rodean al tumor, los fibroblastos, y provoque una activación de genes que están vinculados con una mala respuesta al tratamiento. Esos mismos genes tienen relación con la progresión tumoral, hecho que estimula al entorno tumoral y ayuda a las células cancerosas que han sobrevivido a la quimioterapia a proliferar de nuevo.
Para evitar ese efecto sugieren añadir un péptido específico para cáncer colorrectal al oxaliplatino con el objetivo de convertir lo que es un tratamiento sistémico en “algo más específico, una terapia dirigida, acercándonos así a la medicina personalizada”, según Alexandre Calon, investigador del IMIM-Hospital del Mar y colider del trabajo.
Un fármaco ya sin patente
Informa Calon a este diario de que el oxaliplatino es un fármaco ya sin patente, por lo que esta investigación no cuenta con industria farmacéutica detrás. Para poder seguir con ella necesitan financiación para intentar llevar el nuevo compuesto académico a los ensayos clínicos de fases I, II y III pero también para poder escalar su fabricación, que al parecer no es complicada.
El péptido seleccionado, indica Calon, ha salido de una biblioteca de péptidos, que son moléculas formadas por la unión de diferentes aminoácidos que deshacen por sí mismas en el organismo y que tienen mucha afinidad con las células tumorales pero poca con los fibroblastos.
Las conclusiones del estudio se basan en el análisis de muestras de tumores de 200 pacientes con cáncer de colon y recto. También se han analizado muestras de tumores de ratones y de pacientes tratados ex vivo para comprobar que añadir un péptido al oxaliplatino disminuía los efectos adversos de esta quimioterapia en las células normales del tumor, hecho por el cual podría reducir la resistencia a este tratamiento.
Los resultados indican que la acumulación de platino en el microentorno de los tumores de los ratones tratados con este nuevo abordaje (oxaliplatino más péptido) cae de forma drástica y es hasta 3,5 veces más baja. «Hemos visto que la carga de quimioterapia se reduce en los fibroblastos tratados con el nuevo compuesto respecto a los tratados con oxaliplatino, lo que reduce la posibilidad de inducir resistencia al tratamiento en las células tumorales», asegura Calon.
El estudio, que ha llevado cerca de siete años de desarrollo a partir de la hipótesis inicial, ha sido especialmente difícil de publicar por esta razón que revela Calon: demuestra la importancia de tener en cuenta que el cáncer no es solo las células tumorales sino también un microambiente compuesto por los vasos sanguíneos, los fibroblastos y células del sistema inmunitario, que están ahí para estructurar al tumor. “Aquí vemos las células que hay al lado del tumor”, subraya el científico.
Los investigadores de este trabajo también identificaron que el nuevo compuesto no solo se acumula menos en el entorno del tumor de los ratones sino también en los órganos que normalmente se ven más afectados por la quimioterapia, como son el propio colon, los riñones y el hígado.
Calon asegura que esta misma estrategia terapeutica propuesta para cáncer colorrectal avanzado serviría para otros tipos de cánceres que se están tratando en la actualidad igualmente con oxaliplatino, porque “los tumores mutan de formas diferentes pero los fibroblastos son muy similares”, dice. Eso sí: habría que utilizar péptidos distintos al del cáncer de colon y recto porque “ya sabemos que los hay específicos de un tipo de cáncer o de otro”, añade.
Descarta, no obstante, que con el uso de este nuevo compuesto en clínica se pueda llegar a renunciar a la actual combinación de oxaliplatino con 5-fluorouracilo (5-FU) y ácido folínico (AF) .
El trabajo ha contado con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III y de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Abril 12/2023 (Diario Médico) – Tomado de la selección de noticias de Investigación sobre Oncología. Copyright Junio 2018 Unidad Editorial Revistas, S.L.U.
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Esta enfermedad afecta a más de seis millones de personas en el mundo, la gran mayoría en América Latina, pero sigue desatendida y estigmatizada. Los expertos trabajan para detectarla desde la atención primaria y favorecer su prevención y tratamiento.
Esta enfermedad afecta a más de seis millones de personas en el mundo, la gran mayoría en América Latina, pero sigue desatendida y estigmatizada. Los expertos trabajan para detectarla desde la atención primaria y favorecer su prevención y tratamiento
Silvia Gold, presidenta de la Fundación Mundo Sano, recuerda que unos educadores fueron a una escuela de América Latina a explicar cómo se transmite el Chagas y un alumno dijo: “Yo nací con esa enfermedad, pero me curaron”. Al día siguiente, los otros padres pidieron que el pequeño dejara de asistir a clase por miedo a que contagiara a sus hijos. Para esta bioquímica especializada en las patologías olvidadas por los sistemas sanitarios, la triste anécdota refleja los prejuicios y el desconocimiento que rodean esta dolencia en los 21 países en los que es endémica. También en zonas como España, donde está presente debido a los movimientos migratorios.
La realidad es que aquel niño latinoamericano difícilmente habría podido contagiar a sus compañeros de clase. El mal de Chagas infecta al ser humano mediante insectos, concretamente las vinchucas (una especie de chinche), que defecan en la piel de la persona y, cuando esta se rasca, el parásito que está en las heces, llamado Tripanosoma cruzi, entra en su organismo. La persona afectada puede transmitir la enfermedad si dona sangre u órganos, si está embarazada, cuando puede pasar al feto, y raramente por vía oral.
“Es una enfermedad ligada a la pobreza y muy estigmatizada y eso tiene repercusiones negativas en el diagnóstico. Solo una parte muy pequeña de los enfermos son identificados y tratados”, explica Quim Gascón, responsable del Programa Chagas en el Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona.
Cada 14 de abril, fecha en que el investigador brasileño Carlos Ribeiro Justiniano Chagas diagnosticó el primer caso humano de la enfermedad en 1909, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que esta patología es un desafío global, ya que hay entre seis y siete millones de personas infectadas en todo el mundo. Pero subraya que se puede tratar y, si se llega al paciente en la etapa inicial y en una edad temprana, la curación total es posible.
“En Argentina, entre un 3 y un 4% de la población tiene Chagas. Cualquier médico de familia, pediatra, matrona o ginecólogo debería poder atender la enfermedad, porque no es rara cuando la sufre tanta gente. Pero si se encapsula y se extrae del sistema de salud ordinario, el médico de atención primaria no piensa en ella, no la tiene en el radar. Por eso, nuestra prioridad es situar el Chagas como problema de salud pública en zonas endémicas y en las que no lo son”, afirma Gold.
“Cualquier médico de familia, pediatra, matrona o ginecólogo debería poder atender la enfermedad, porque no es rara cuando la sufre tanta gente”
Silvia Gold, presidenta de Mundo Sano
Hace 20 años, cuando María Guilda Romero llegó a España desde Bolivia, sentía un gran cansancio y que el corazón “se aceleraba mucho”. Tenía 37 años y para ganarse la vida cuidaba a una señora en Valencia. “Necesitaba trabajar y decidí no hacer caso al malestar”, explica a este diario. El diagnóstico de Chagas llegó cuando participó en una campaña de donación de sangre. “Entonces no había medicamento. Me curaron la anemia y me hicieron controles para todo lo demás. El fármaco llegó a España en 2008, lo tomé dos meses y mejoré rápidamente. Afortunadamente, ninguno de mis siete hijos nació con la enfermedad”, explica Romero, que hoy preside la Asociación de Chagas de la Comunidad Valenciana (Achacova), que suministra información a migrantes, instándoles a hacerse una prueba diagnóstica, y trabaja para que todos los médicos de cabecera de la región tengan presente la patología cuando reciben a un paciente de zonas endémicas.
“Hay una fase inicial aguda de la enfermedad, que dura entre dos y cuatro meses, pero luego se cronifica y puede permanecer silenciosa durante 20 o 25 años”, explica Gascón, de ISGlobal. Aproximadamente, un 30% de las personas afectadas desarrollará complicaciones graves, principalmente de corazón, digestivas o neurológicas, y el resto puede vivir sin síntomas toda su vida. Por ello, salvo en el caso de los bebés infectados por sus madres, al resto de enfermos se llega cuando el Chagas ya se ha cronificado o cuando sus efectos son graves. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) calcula que, en el mejor de los escenarios, solo se identifica un 10% de los casos en el mundo.
“En las zonas endémicas, la gente infectada puede morir porque no tiene acceso a un marcapasos o a una cirugía intestinal. En pleno siglo XXI, la gente fallece por estas razones. Es claramente una enfermedad desatendida que torna muy vulnerables a las personas con pocos recursos y que no interesa a las comunidades farmacéuticas”, lamenta Miriam Navarro, doctora en Medicina y epidemióloga del Centro de Salud Pública en Elche, en Alicante.
El Chagas forma parte del grupo de 20 enfermedades que la OMS califica de desatendidas y que espera a eliminar a medio plazo, ya que afectan a más de 1.000 millones de personas en áreas tropicales y fundamentalmente empobrecidas. Pero la realidad es que la dolencia está presente en muchos países. En España hay unas 55.000 personas afectadas, prácticamente todas procedentes de alguno de los 21 países de América Latina donde el Chagas es endémico, según un estudio de 2022 realizado por Navarro y otros expertos. Un 70% de los casos en España no están diagnosticados y un porcentaje aún mayor no recibe el tratamiento adecuado, señala la experta. Debido a los movimientos de población, hoy también hay casos de Chagas en Estados Unidos, Italia o Suiza. En todo el mundo, se registran cada año 30.000 nuevas infecciones, mueren 10.000 personas y alrededor de 9.000 niños nacen con el parásito, según la OPS. La entidad de la ONU calcula además que unos 70 millones de personas en las Américas viven expuestas a esta dolencia.
De madres a hijos
La presidenta de Mundo Sano admite que en los últimos años ha habido “muchos progresos” y en América Latina, la transmisión vectorial, es decir, del insecto al hombre, se ha reducido. Ahora, las campañas de prevención de Chagas se centran en la transmisión vertical, es decir, de la madre al bebé. En un mundo ideal, sería necesario realizar la prueba diagnóstica a todas las mujeres jóvenes de zonas endémicas para poder tratarlas antes de un posible embarazo, ya que está demostrado que en ese caso no podrán transmitirlo al feto. En el mundo real, el objetivo es realizar esta prueba, simple y barata, al menos a todas las mujeres embarazadas de zonas endémicas. De esta forma, si dan positivo, se puede hacer el análisis al bebé al nacer y aplicar el tratamiento, tanto a la madre como al hijo.
En América Latina esta prueba prenatal es obligatoria en varios países, aunque según los expertos, no siempre se realiza. En España se practica en algunas comunidades autónomas y es inminente que el Ministerio de Sanidad la incluya en los cribados que se hacen a las embarazadas procedentes de zonas endémicas. En Murcia, por ejemplo, estas pruebas prenatales han logrado cortar totalmente la transmisión congénita de la enfermedad, algo inédito en el mundo. “Podemos adelantarnos a la enfermedad. Gracias a estas pruebas de detección han aumentado de forma considerable el número de bebés diagnosticados y tratados”, celebra la doctora Navarro.
“Creemos que es posible eliminar totalmente la enfermedad de Chagas. ¿Por qué nos centramos en transmisión materno-infantil? Porque de todas es la más injusta y la que más sentimientos despierta. ¿Qué futura madre a la que le dicen que tiene un parásito que puede hacer daño a su bebé no va a hacer lo necesario para evitarlo? Pero esto es el inicio del ovillo. Lo que pretendemos es tirar de ese hilo y que la patología pase a ser un problema de salud pública”, insiste Gold, presidenta de la Fundación Mundo Sano.
Navarro subraya que “la forma de abordar una enfermedad desatendida debe ser multidisciplinar y desde diferentes ángulos”. Esa visión global incluye, entre otros, formar al personal sanitario, desde enfermeras hasta especialistas, para que sepan identificar rápidamente a un posible afectado, educar al paciente para que deje atrás la vergüenza y el silencio en medio de los que vive su enfermedad, y mejorar la seguridad en las casas, por ejemplo, fumigando o mejorando el aislamiento.
Tratamiento
El Chagas se trata con dos fármacos que se toman por un corto periodo de tiempo. En bebés y jóvenes la curación es total, generalmente. En personas de edad avanzada y con síntomas muy claros, los medicamentos pueden ayudar a frenar el avance del parásito, pero la prioridad es tratarlas de los problemas cardiacos o intestinales que les ha generado la infección. Para Gascón, del Instituto de Salud Global, entre las asignaturas pendientes frente a la enfermedad está la investigación para ofrecer nuevos fármacos, ya que, aunque los actuales salvan vidas todos los días, entre un 15 y un 20% de los pacientes deja de tomarlos por los efectos adversos que producen. También es necesario mejorar los biomarcadores para saber de una manera más rápida si el paciente ha eliminado el parásito. “En este momento, el único marcador es la serología, que puede tardar hasta 20 años en dar negativo. Es decir, solo al cabo de muchos años podemos decir que hemos curado a una persona”, explica.
Pero el experto del ISGlobal también celebra que en los últimos años ha habido avances importantes. “Por ejemplo, recientemente se descubrieron unas formas latentes del parásito en animales que podrían explicar por qué a veces los tratamientos fallan, porque estas formas durmientes resisten”, explica.
Para Gold, de Fundación Mundo Sano, los pequeños triunfos contra la enfermedad se resumen en la imagen de un niño de siete años, infectado y tratado después de que su madre diera positivo al quedarse embarazada de nuevo y someterse a un cribado. “Un día te envían la serología negativa de ese pequeño, que tenía un 30% de posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiaca en su vida adulta, y ese es el mejor momento del mundo”.
Abril 14/2023 (El País) – Tomado de la selección de noticias de Salud. Copyright 2021 Ediciones EL PAÍS.
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