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La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la principal causa de pérdida de visión en personas mayores de 65 años, y se caracteriza por cambios anormales en la mácula que provocan una reducción de la visión y distorsión de los objetos. La DMAE seca representa el 90 % de todos los casos de DMAE, con un deterioro de la visión relativamente leve; sin embargo, aproximadamente el 30 % evoluciona hacia la pérdida grave de visión asociada a la DMAE húmeda en un plazo de 10 años.
Los únicos tratamientos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para la DMAE seca a partir de 2023 son dos fármacos inyectables, limitados por la preocupación que suscitan las complicaciones de las inyecciones intravítreas y su modesta eficacia para restaurar la visión.
Los colirios son el método de administración de fármacos preferido en el mercado oftálmico, pero el desarrollo de fórmulas dirigidas a la retina, situada en el segmento posterior del ojo, sigue siendo un reto importante.
Para abordar las limitaciones de los tratamientos basados en inyecciones, el equipo de investigación, que ha publicado su trabajo en la revista Advanced Science, se centró en la vía de señalización inflamatoria de los receptores tipo Toll (TLR), de los que se sabe que desempeñan un papel fundamental en la patogénesis de la DMAE.
Extrayendo secuencias peptídicas de decenas de miles de proteínas con estructuras similares a las proteínas de señalización TLR naturales, crearon una extensa biblioteca de más de 190 000 péptidos candidatos a fármacos. Utilizando tecnología avanzada para el cribado rápido de péptidos que se unen específicamente a las proteínas de señalización TLR, identificaron con éxito múltiples péptidos candidatos capaces de inhibir las interacciones entre estas proteínas.
Los investigadores validaron la eficacia terapéutica de los péptidos administrándolos como colirios a ratones con DMAE seca inducida. El grupo tratado mostró una protección de las células de la retina y una reducción significativa de la degeneración retiniana, comparable a la de los ratones normales. Esto demostró que los colirios basados en péptidos podrían sustituir eficazmente a las terapias inyectables existentes para la DMAE seca.
MAYOR COMODIDAD
Este nuevo agente terapéutico, administrado en forma de gotas oftálmicas, ofrece a los pacientes una mayor comodidad y adherencia al tratamiento, al tiempo que reduce las complicaciones y los costes asociados a los tratamientos invasivos repetitivos. Además, la naturaleza no invasiva y segura de la terapia proporciona una nueva opción de tratamiento que mejora tanto la eficacia como la satisfacción del paciente. Se espera que esta innovación revolucione la accesibilidad al tratamiento de la DMAE y otras afecciones oftálmicas relacionadas.
«El Centro de Desarrollo de Fármacos de Productos Naturales de Corea (KIST), creado en septiembre para centrarse en la investigación orientada a la misión, tiene como objetivo desarrollar fármacos globales dirigidos a enfermedades relacionadas con el envejecimiento, incluidos el cáncer y las afecciones oftalmológicas. Tenemos previsto seguir investigando en colaboración con empresas farmacéuticas nacionales e internacionales para avanzar en los ensayos clínicos mundiales de esta innovadora terapia para la DMAE seca», ha finalizado el doctor Moon-Hyeong Seo que dirige el equipo de investigación del KIST.
26 diciembre 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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19
El uso de antibióticos en adultos mayores no se vincula con un mayor riesgo de deterioro cognitivo o demencia, según un estudio publicado en Neurology, revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
Los expertos precisaron que el deterioro cognitivo es cuando una persona tiene cambios sutiles en el pensamiento y la memoria, como olvidar eventos y perder objetos con mayor frecuencia.
En tanto, la demencia es cuando los problemas de pensamiento y memoria se vuelven más avanzados y afectan la capacidad de una persona para completar las tareas diarias.
El estudio involucró a 13 571 personas sanas mayores de 70 años, libres de deterioro cognitivo y demencia durante los primeros dos años de la investigación.
Durante este tiempo, los investigadores determinaron el uso de antibióticos de los participantes revisando los registros de prescripción, y señalaron que el 63 % consumió antibióticos al menos una vez durante ese periodo.
Los especialistas hicieron un seguimiento de los participantes durante un promedio de cinco años más, durante los cuales 461 personas desarrollaron demencia y 2 576 personas deterioro cognitivo.
Luego examinaron si el uso de antibióticos durante los dos primeros años se asociaba con cambios a lo largo del tiempo en las habilidades de pensamiento y memoria.
Después de ajustar factores como los antecedentes familiares de demencia, la función cognitiva al inicio del estudio y los medicamentos que se sabe afectan la cognición, los investigadores descubrieron que el uso de antibióticos no estaba asociado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo o demencia en comparación con no usar estos medicamentos.
Tampoco encontraron asociaciones con el uso acumulativo de antibióticos, el empleo continuo y los tipos específicos de antibióticos.
18 diciembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La alerta se activó en Brasil, donde datos del Boletín Epidemiológico sobre VIH/Sida del Ministerio de Salud revelan hoy que entre 2011 y 2021, el número de ancianos que dieron positivo para el virus se cuadruplicó.
Este domingo, 1 de diciembre, en el Día Mundial de Lucha contra el Sida, la campaña Diciembre Rojo llama la atención sobre las medidas de prevención, asistencia y protección de los derechos de las personas con el virus VIH y otras infecciones sexualmente transmisibles.
Según estadísticas oficiales, en 2011, 360 brasileños de más de 60 años dieron positivo para el VIH, pero en 2021 esa cifra saltó a 1 517. La participación relativa de las personas mayores en el porcentaje total de nuevos casos también creció, pasando del 2,6 % en 2011 al 3,7 actualmente.
El presidente de la Sociedad Brasileña de Geriatría y Gerontología, Marco Túlio Cintra, afirmó que son varios los factores ligados a esta subida, entre ellos la falta de campañas dirigidas a este público.
Precisó que los números pueden ser aún mayores, pues resulta grande la subnotificación por falta de pruebas. Durante una entrevista con la estatal Agencia Brasil, Cintra alertó sobre síntomas del paciente anciano cuando tiene un marcado adelgazamiento y, aunque los médicos necesitan investigar si es cáncer, no pueden descartar la posible presencia del VIH.
Para el especialista es fundamental que los profesionales de la salud soliciten la prueba, pues el diagnóstico temprano es fundamental para el éxito del tratamiento.
«Hay un aumento progresivo que el número de exámenes no justifica. Ahí va a una tercera pregunta que la gente se sorprende por el número de casos porque en la imaginación de las personas la vida sexual del anciano se ha enterrado. Es un aumento progresivo en un grupo de edad preocupante», refirió.
Explicó que, en el anciano, generalmente, hay múltiples causas. «Nuestros profesionales no piensan en la posibilidad del virus VIH, pero entonces se descubre con enfermedad ya manifiesta con síntomas de SIDA en una fase más avanzada», expresó.
Otra cuestión importante que no se comenta: no se dirigen campañas de prevención a la persona anciana. «Entonces la información no está llegando», certificó.
Detalló que, cuando se habla de personas mayores, no todos obviamente, pero hay un perfil de más enfermedades. Hay un cambio en el sistema inmune. No pocos toman un exceso de medicamentos. Es una cuestión que cuando entra el virus VIH complica, refirió.
«Entre los ancianos, la preocupación es menor. Muchos no se dan cuenta de que están expuestos. Eventualmente las campañas están dirigidas a grupos y no por comportamiento de riesgo. El comportamiento de riesgo puede estar en cualquier grupo de edad, incluyendo a los longevos que son sexualmente activos», subrayó.
01 diciembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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29
Con los avances científicos y en biomedicina la gente cada vez vive más y mejor, y son muchos los estudios, trabajos y ensayos dedicados desde hace tiempo a descubrir terapias, fármacos o tratamientos para frenar o curar enfermedades de gran impacto, pero desde hace no tanto la investigación aborda un campo mucho menos explorado y también sugerente: tratar de frenar el proceso de envejecimiento.
Es una realidad que la esperanza de vida de las personas en los países avanzados ha progresado espectacularmente desde principios del siglo XX hasta la actualidad.
Y, como explica el director del programa de Biotecnología del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Fernando Peláez, son muchos los factores que han contribuido a ello.
El cambio en los hábitos de vida, los remedios médicos y terapias, o las condiciones ambientales y el tipo de vida que se desarrolla son algunos, además de, cómo no, la genética de cada individuo.
Pero lo que es incuestionable es que se ha producido «una evolución» científica y que «se han ido mejorando las cosas» en «un camino que va a seguir», dice Peláez, que participa en Santander en el Congreso Nacional de Informadores de la Salud.
Máquinas biológicas
La ciencia, la investigación o la medicina van a seguir avanzando y aparecerán nuevos abordajes terapéuticos para las enfermedades que se multiplican con la edad.
A ello se une que «por primera vez en las últimas décadas lo que se ha abordado, aparte de las patologías que pueden estar asociadas al envejecimiento», es el proceso mismo de envejecer.
«Una cosa es tratar la enfermedad y otra cosa es intentar abordajes que lo que hacen es frenar el proceso en sí mismo. Eso es como el Santo Grial, es lo que querían conseguir los alquimistas, y no es nada fácil. Las máquinas biológicas como la nuestra están programadas para envejecer», destaca Peláez.
Y añade que, aunque no es fácil combatir el envejecimiento, cada vez se entiende mejor ese proceso que es «complejo».
Campo por delante para fructificar
Según comenta, existen ya ensayos clínicos y mucha actividad de investigación preclínica en modelos animales con compuestos con fármacos o posibles fármacos.
Es un campo que sobre todo se está explorando en Estados Unidos, no tanto en España, pero en el que, con seguridad, con el paso del tiempo surgirán más trabajos y aportaciones.
Sin embargo, advierte Peláez, «todo eso va a tardar mucho tiempo en fructificar», primero porque los ensayos clínicos, «por definición, son siempre largos», y también porque es un problema «de una gran complejidad» y, hasta hace no muchos años, poco explorado.
«Es algo que lleva haciéndose poco tiempo, y poner las bases para llegar hasta ahí ha llevado décadas», incide.
En todo caso, insiste en que «vivir muchos años y con buena calidad de vida es cuestión de ir poniendo los elementos». Se trataría de «ir controlando cada vez más todas las patologías que ahora mismo pueden ser intratables», indica.
Y «una de las reglas típicas de la biología es el genotipo», los genes, nuestro ADN, que tiene una importancia crucial, junto con los factores ambientales. «Claro que hay factores de riesgo importantísimos en lo que nos rodea, como la luz ultravioleta, la contaminación, la polución, o llevar una alimentación incorrecta», subraya.
Dilema moral
Este asunto de cómo envejecer y si es posible hacerlo más lentamente tiene además connotaciones bioéticas «muy importantes por muchas razones».
Por ejemplo, si se piensa en quién va a tener acceso a esos tratamientos o terapias para frenar el envejecimiento. «¿Van a ser para todos o sólo para los que puedan permitirse tener la atención sanitaria necesaria en ese sentido?», pregunta Peláez.
Además, avisa de que «una vida más larga plantea otro tipo de problemas», porque «en el fondo el organismo vive, pero la cabeza y tu mentalidad es la que es y está formada en un periodo histórico determinado», con las contradicciones y los choques que puede suponer.
27 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Con un llamado mundial a reforzar la atención y asistencia a los adultos mayores para envejecer con dignidad, la humanidad ha celebrado este 1.° de octubre el Día Internacional de las Personas de Edad.
Según destacó la Organización de las Naciones Unidas, el envejecimiento de la población está transformando las estructuras sociales de todo el mundo, por lo que el secretario general, António Guterres, instó a «reforzar los sistemas de cuidados y apoyo que respetan la dignidad de las personas de edad y las que prestan cuidados».
Actualmente la esperanza de vida al nacer supera los 75 años en la mitad de los países, 25 años más que en 1950, y para 2030 se prevé que el número de personas mayores supere al de jóvenes en todo el planeta y que este aumento sea más rápido en las naciones en desarrollo.
Este cambio demográfico ha transformado significativamente el ámbito de los cuidados, que engloba una amplia gama de necesidades de asistencia, tanto remunerada como no remunerada, en entornos formales e informales.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), esta es una de las regiones del mundo que ha envejecido más rápidamente, debido al avance de la transición demográfica.
En 2024 hay 95 millones de personas con 60 años y más, que representan el 14,3 por ciento de la población regional, en tanto en las próximas décadas se proyecta un crecimiento sostenido de este grupo poblacional.
Para el año 2050, representarán el 25 % de la población de la región, alcanzando los 183 millones, lo cual significa que en aproximadamente 25 años su número se duplicará.
Aun cuando no todas las personas mayores requieren cuidados, la demanda aumenta significativamente entre quienes tienen 80 años o más.
En América Latina y el Caribe se estima que en estos momentos, alrededor de ocho millones de personas mayores necesitan asistencia para realizar actividades básicas de la vida diaria.
Los cuidados de largo plazo para personas mayores en situación de dependencia presentan una serie de desafíos y oportunidades que exigen rediseñar las políticas actuales para responder a una mayor demanda.
Entre los principales desafíos, la Cepal destaca la necesidad de articular los servicios, ampliar las coberturas, formar recursos humanos especializados, incrementar el presupuesto, desarrollar infraestructura para el cuidado, crear nuevos dispositivos, formalizar a las personas cuidadoras y avanzar en el desarrollo normativo.
Los expertos subrayan que es fundamental avanzar hacia sistemas de cuidados que se adapten a las necesidades de las personas que requieren cuidados o podrían necesitarlos, y a quienes cuidan.
Además, es imprescindible desarrollar políticas y programas basados en derechos que fomenten la participación, autonomía y funcionalidad de las personas mayores.
01 octubre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de |Noticia
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La promesa de alargar la vida es un negocio que mueve actualmente millones de euros, pero la ciencia está centrada en conocer los mecanismos que provocan el envejecimiento con el objetivo de atajar las enfermedades, como se ha puesto de manifiesto en Madrid en una jornada dedicada a los avances en longevidad.
Los daños biológicos que inducen el envejecimiento son la causa de la mayoría de enfermedades y lograr frenar ese envejecimiento, y por tanto aumentar la longevidad, es clave para retrasar la aparición de enfermedades graves o mortales como el cáncer, la fibrosis pulmonar u otras enfermedades neurodegenerativas, incluso para llegar a curarlas.
Es una de las principales ideas abordadas este martes en Madrid en la Cumbre Internacional por la Longevidad, un evento que tiene por objetivo impulsar la investigación científica para la extensión de la vida saludable y el retraso del envejecimiento. También persigue que Madrid se convierta en una región referente en esta materia.
La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha explicado que el origen de la mayor parte de las enfermedades mortales, a excepción de las transmisibles o infecciosas, es el proceso de envejecimiento de las células. Por eso es esencial para la ciencia identificar los marcadores que indiquen la velocidad de envejecimiento de las personas con el objetivo de poder frenar la progresión de las enfermedades o curarlas.
La velocidad del envejecimiento podría ser una alerta para la aparición temprana de enfermedades.
«Sabemos ahora que el cáncer es una enfermedad asociada al envejecimiento, de manera que sabemos que si retrasamos el envejecimiento, retrasamos el cáncer», ha sostenido Blasco.
El acortamiento de los telómeros (estructuras que protegen el ADN) es una de las causas moleculares primarias del envejecimiento: cada vez que las células trabajan para reparar el daño que sufren (y se regeneran), estos telómeros se reducen y el acortamiento es «persistente y no reparable». Y es así en todos los animales.
La fibrosis pulmonar y la fibrosis renal, por ejemplo, están relacionadas con ese acortamiento de los telómeros. Blasco y su equipo trabajan para llevar una terapia de telomerasa a humanos en los próximos dos años para el tratamiento de enfermedades, si bien aún ve lejano en el tiempo recurrir a ello como forma preventiva del envejecimiento.
«Ahora no se entiende el envejecimiento como enfermedad», ha precisado la investigadora, motivo por el que no se pueden hacer experimentos para retrasarlo.
El también investigador Enrique Samper, que trabaja en la compañía LifeLength, ha señalado que la causa del envejecimiento es la acumulación de daños en distintos componentes celulares: el ADN, el ARN y las proteínas.
Ha defendido que el alargamiento de la vida impactaría en la incidencia de enfermedades grave y mortales: «Si podemos retrasar el envejecimiento podemos retrasar el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas», ha dicho.
Junto al acortamiento de los telómeros, ha indicado Samper, son once los mecanismos conocidos que causan el envejecimiento, biomarcadores que se relacionan entre sí. Pero también el estilo de vida influye en ese acortamiento de telómeros: el ejercicio intenso los protege, mientras que fumar o un estrés psicológico mantenido en el tiempo tienen un impacto negativo.
«La conservación y el mantenimiento de esos telómeros es un tema crítico» para alargar la vida sin enfermedad, ha defendido.
La I Cumbre Internacional por la Longevidad reúne en Madrid a 25 ponentes de distintas disciplinas, principalmente médicos y biólogos, para abordar cómo se puede extender la vida sin enfermedad.
El acto se celebra el 1 de octubre coincidiendo con el Día Internacional de las Personas de Edad y el Día Internacional por la Longevidad.
Durante la jornada, se homenajeará a la española María Branyas, que fue durante un tiempo la persona más longeva del mundo y que falleció el pasado agosto en Olot (Girona) a los 117 años.
01 octubre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia