nov
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La tasa de mortalidad relacionada con el calor aumentó un 23 % desde la década de 1990, elevando el total de muertes por esta causa a un promedio de 546 000 al año.
Lo anterior es una de las principales conclusiones del informe de 2025 de la iniciativa Lancet Countdown sobre Salud y Cambio Climático, elaborado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud.
Dicho reporte revela que 12 de los 20 indicadores clave que monitorean las amenazas para la salud alcanzaron niveles récord, lo cual demuestra cómo la inacción climática está costando vidas, sobrecarga los sistemas de salud y debilita las economías.
El referido texto deja claro que la inacción climática causa muertes en todos los países e indica que en 2024 una persona promedio estuvo expuesta a 16 días de calor extremo que no se habrían previsto sin el cambio climático.
Mientras, los bebés y adultos mayores sufrieron un total de más de 20 días de olas de calor por persona, lo cual supone un aumento de cuatro veces en los últimos 20 años.
Además, las sequías y las olas de calor provocaron que 124 millones de individuos sufrieran inseguridad alimentaria moderada o grave en 2023.
Igualmente, la exposición al calor causó la pérdida de 640 mil millones de horas laborales potenciales en 2024, con pérdidas de productividad equivalentes a 1,09 billones de dólares.
Entre tanto, el costo de las muertes relacionadas con las altas temperaturas entre los adultos mayores alcanzó los 261 mil millones de dólares.
A su vez, los gobiernos gastaron 956 mil millones de dólares en subsidios netos a los combustibles fósiles en 2023, más del triple de la cantidad anual comprometida para apoyar a los países vulnerables al cambio climático.
No obstante, gracias a la acción climática se estima que se evitaron 160 mil muertes prematuras cada año entre 2010 y 2022, tan solo por la reducción de la contaminación del aire exterior derivada del carbón.
«Desde el desarrollo de energías limpias hasta la adaptación urbana, se están tomando medidas que generan beneficios reales para la salud, pero debemos mantener ese impulso», afirmó la doctora Marina Romanello, directora ejecutiva de Lancet Countdown en el University College London.
De cara a la COP30 en Belém, Brasil, las conclusiones del informe global 2025 de Lancet Countdown proporcionan una evidencia fundamental para acelerar la acción climática centrada en la salud.
30 octubre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
nov
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Brasil exhibe hoy, en la antesala de la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, capital del norteño estado de Pará, una inédita estrategia para adaptar su sistema de salud al cambio climático.
Bautizado Plan de Acción de Salud de Belém, el proyecto busca reorganizar la atención médica, prevenir crisis sanitarias y reducir el impacto ambiental del sector.
Entre las medidas más innovadoras figuran la redefinición de los horarios de atención y descanso en los hospitales durante períodos de calor extremo y la creación de protocolos clínicos que ajusten las dosis de medicamentos según las variaciones de temperatura.
«Si las olas de calor se vuelven más frecuentes, los servicios tendrán que cambiar. No podemos mantener el mismo horario si salir entre el mediodía y las cuatro de la tarde se vuelve riesgoso para la población», explicó la epidemióloga Ethel Maciel, exsecretaria de Vigilancia Sanitaria y enviada especial de Brasil a la conferencia.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la crisis climática provocará unas 250 000 muertes anuales entre 2030 y 2050, principalmente por desnutrición, malaria, diarrea y estrés térmico.
Los costos globales para los sistemas de salud oscilarán entre dos mil y cuatro mil millones de dólares al año.
Elaborado en conjunto con la OMS, el plan brasileño se estructura sobre tres pilares: vigilancia integrada de clima y salud, preparación de servicios y profesionales, e innovación sostenible en la cadena de suministro médico.
Como primer pilar propone cruzar datos ambientales y sanitarios para anticipar riesgos como olas de calor, contaminación, cambios en la calidad del agua o brotes de enfermedades.
«Hasta el año pasado, Brasil no contaba con un panel que vinculara contaminación y salud. Ahora lo tenemos, y eso lo cambia todo», afirmó Maciel, también profesora de la Universidad Federal de Espíritu Santo.
La estrategia surge tras tragedias recientes como las inundaciones en Rio Grande do Sul y los incendios en el Pantanal, que evidenciaron la fragilidad del sistema ante emergencias ambientales.
El segundo eje refuerza la preparación médica ante eventos extremos. Además de infraestructura adaptada, se prevé capacitar a profesionales para atender emergencias derivadas del calor, incendios o inundaciones.
Por último, el tercer eje del plan apunta a reducir la huella ambiental del sector sanitario, responsable de gran parte del consumo energético y del uso de plásticos. «El sistema de salud también contamina y debe transformarse», advirtió Maciel.
Con el Plan de Belém, Brasil busca llegar a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) no solo con compromisos climáticos, sino con una nueva visión sanitaria global: un sistema capaz de proteger la salud humana en un planeta cada vez más caliente.
27 octubre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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10
El departamento ministerial ha publicado el informe final de la campaña 2025 del Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud, del que se desprende que este verano ha habido 870 episodios de calor extremo, un 73% más en comparación con 2024.
El total de niveles de riesgo activados (nivel 1, 2 o 3) fue de 5 178, lo que supone un 20,6% de los días del verano con al menos una zona meteosalud en situación de riesgo térmico, mientras que el 79,38% correspondieron a situaciones sin riesgo (nivel 0).
Sobre los fallecimientos relacionados con las altas temperaturas, Sanidad ha detallado que el 95,98% eran personas mayores de 65 años y más de la mitad (65,29%) mayores de 85 años. El 59% de las personas fallecidas eran mujeres (2 276 casos) y el 40,61%, hombres (1 556).
Además, ha precisado que el mes de agosto fue el más letal, al concentrar 2 184 muertes, seguido de julio, con 1 060 fallecidos, junio (407), septiembre (173) y la segunda quincena de mayo, cuando se contabilizaron ocho defunciones.
Desde Sanidad, han puntualizado que, aunque estas estimaciones reflejan el «fuerte impacto» del calor en la salud de la población, no son diagnósticos clínicos individuales, sino un exceso de mortalidad calculado a partir de modelos estadísticos, por lo que los valores aún podrían ser revisados en próximos documentos oficiales.
25 FALLECIDOS POR GOLPE DE CALOR
El informe publicado confirma 25 fallecimientos por golpe de calor durante el periodo citado y apunta que hay uno pendiente de confirmación por la comunidad autónoma de Cataluña, frente a los 17 que tuvieron lugar en 2024. Las muertes se produjeron en distintos puntos de España, en concreto, en Andalucía (10 fallecidos), Aragón (5), Comunidad Valenciana (5), Extremadura (3), Islas Baleares (1) y Cataluña (1).
En la mayoría de los casos, las personas afectadas presentaban factores de riesgo, como enfermedades crónicas o uso de medicación sensible al calor, condiciones de exposición laboral o de ocio, y situaciones sociales vulnerables como vivir solas o en viviendas sin climatización.
El perfil de los casos incluye tanto a personas mayores con enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas, como a personas más jóvenes expuestas al calor en entornos laborales o actividades recreativas.
El Ministerio ha destacado que durante esta campaña se han consolidado mejoras técnicas ya incorporadas en los últimos años, como la redefinición de umbrales térmicos de impacto sanitario, el ajuste del algoritmo de alerta temprana, y la clasificación del territorio en zonas de meteosalud para una respuesta más precisa.
Además, ha señalado que el servicio gratuito de alertas térmicas se ha mantenido activo hasta el 30 de septiembre. A través de este sistema se han remitido 101 685 mensajes SMS y 37 631 notificaciones por correo electrónico a las personas suscritas, ofreciendo información diaria y personalizada sobre el nivel de riesgo térmico en su zona geográfica.
02 octubre 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
sep
23
Madrid es la segunda capital europea con mayor proporción de muertes por calor imputables al cambio climático (93%).
Hasta el 68% de las muertes por calor extremo en Europa ocurridas durante el verano son atribuibles al cambio climático, según un estudio del Imperial College de Londres (Reino Unido), la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido), la Universidad de Berna (Suiza), el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos y la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
El aumento de las temperaturas medias en hasta 3,6 °C ha provocado la muerte de 24 400 personas en las 854 ciudades europeas analizadas, de las que se podrían haber evitado unas 16 500 defunciones sin este incremento del calor, inducido por la quema de combustibles fósiles y la deforestación, tal y como han subrayado los autores del estudio.
Tras ello, han advertido de que esta cifra de fallecidos es «solo una instantánea» de la cifra real, pues la investigación ha abarcado en torno al 30% de la población europea, y han pedido tener en cuenta que la gran mayoría de las muertes relacionadas con el calor no se notifican, y que los problemas cardíacos, respiratorios o renales se agravan con las altas temperaturas.
Los países con más muertes estimadas por el cambio climático este verano son Italia (4 597), España (2 841), Alemania (1 477), Francia (1 444), Reino Unido (1 147), Rumanía (1 064), Grecia (808), Bulgaria (552) y Croacia (268). Mientras tanto, las capitales más afectadas han sido Roma (Italia), con 835 muertes estimadas; Atenas (Grecia), con 630; París (Francia), con 409; Madrid (España), con 387; Bucarest (Rumanía), con 360; Londres (Reino Unido), con 315; y Berlín (Alemania), con 140.
Cabe destacar que Madrid ha sido la segunda capital con mayor proporción de muertes atribuibles al cambio climático, con un 93% del total, y solo superada por Estocolmo (Suecia), que llega hasta el 97%. A estas dos ciudades le sigue Bratislava (Eslovaquia), con un 85% de fallecimientos atribuibles.
«Este estudio demuestra por qué es tan urgente la necesidad de dejar de quemar petróleo, gas y carbón. Hoy, con tan solo 1,3 grados de calentamiento, miles de personas ya mueren a causa de fenómenos meteorológicos intensificados por el cambio climático. Pero este siglo vamos camino de experimentar hasta tres grados, lo que traería a Europa un calor estival más intenso y mucho más mortal», ha declarado la profesora de Ciencias del Clima Friederike Otto, del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres.
LAS PERSONAS MAYORES DE 65 AÑOS, LAS MÁS VULNERABLES
El trabajo también subraya que las personas mayores de 65 años son las más vulnerables al calor, y es que representan el 85% del exceso de muertes, algo de especial relevancia si se tiene en cuenta el envejecimiento de la población europea y que el continente es el que «más rápido» se calienta.
«Esto amenazará la vida de las personas mayores y sobrecargará los sistemas de salud. Se necesitan políticas para que las ciudades sean más resilientes al calor extremo, afirman los investigadores», han recalcado los investigadores, quienes han recordado que el 70% de la población europea vive en ciudades, que suelen tener una media de entre cuatro y seis grados más de temperatura que las zonas rurales.
Es por ello por lo que han recomendado ampliar los espacios verdes y azules, un recurso «vital» durante épocas de calor extremo, especialmente en aquellas comunidades de bajos ingresos, que suelen tener viviendas más calurosas y densas.
«Las ciudades son muy vulnerables a las olas de calor debido a que grandes cantidades de superficies de hormigón y asfalto atrapan y retienen el calor, mientras que el transporte y el consumo de energía generan aún más, intensificando las peligrosas temperaturas urbanas (…) Las tendencias convergentes de urbanización, envejecimiento de la población y cambio climático impulsan la vulnerabilidad y aumentan el riesgo de alcanzar los límites de la adaptación», han agregado.
A pesar de la importancia de tomar políticas de protección contra el calor, los expertos han insistido en la necesidad de un «rápido abandono» de los combustibles fósiles como forma «más eficaz» de evitar veranos más calurosos y mortales.
«A pesar de ser el tipo de clima extremo más mortal, el calor se ha subestimado durante mucho tiempo como riesgo para la salud pública. Por ejemplo, incluso este verano en Europa, la gente sigue trabajando al aire libre con temperaturas superiores a los 40 grados. Nadie esperaría que alguien arriesgara su vida trabajando bajo lluvias torrenciales o vientos huracanados, pero el calor peligroso todavía se trata con demasiada ligereza», ha aseverado el profesor del Instituto Grantham de Cambio Climático y Medio Ambiente del Imperial College de Londres, el doctor Garyfallos Konstantinoudis.
LIGEROS AUMENTOS DEL CALOR PUEDEN CAUSAR MUCHAS MUERTES
Por otro lado, los investigadores han subrayado que incluso unos «pocos grados adicionales» pueden causar «grandes aumentos repentinos» de fallecimientos, principalmente por la exposición de personas vulnerables a temperaturas superiores a las que están acostumbradas a aguantar.
En ese sentido, han detallado que entre junio y agosto de este año se ha registrado un incremento de 0,9 grados por encima de la media de la serie 1990-2020, lo que la convierte en la cuarta temporada de verano más cálida.
Además, han estimado que las temperaturas veraniegas en Europa son entre 1,5 y 2,9 grados superiores a las que habrían sido en un clima 1,3 grados más frío, sin el aumento del calor provocado por la quema de combustibles fósiles.
«Puede que no parezca mucho, pero nuestro estudio demuestra que cambios en el calor estival de tan solo unos pocos grados pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte para miles de personas. Es otro recordatorio de que el cambio climático no es un problema que podamos abordar en el futuro», ha insistido la investigadora del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres, la doctora Clair Barnes.
La experta también ha advertido de que, cuanto más tarden los gobiernos en abandonar los combustibles fósiles y en reducir las emisiones, más «letal» será el calor estival.
De forma parecida se ha pronunciado el responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, Pedro Zorrilla Miras, quien ha instado al Gobierno español a adoptar una postura «acorde con la ciencia» que evite sobrepasar el límite de 1,5 grados de calentamiento global, así como a reforzar los objetivos climáticos para el beneficio del planeta y de la ciudadanía.
Asimismo, ha pedido tomar medidas a través del Pacto de Estado por la emergencia climática, tales como nuevos impuestos a la industria de los combustibles fósiles y a otros grandes contaminadores; adaptar las ciudades y pueblos para transformarlos en entornos más seguros, saludables y justos; o priorizar medidas urgentes que protejan a las personas más vulnerables.
«Hoy la ciencia vuelve a demostrar que el cambio climático mata. España es uno de los países europeos con más muertes este verano ligadas al calor, con casi tres cuartas partes atribuibles al cambio climático. En la capital, Madrid, la situación todavía es más extrema y casi todas las muertes por calor, se debieron a la crisis climática», ha concluido Zorrilla.
16 septiembre 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
sep
19
Hasta un millón y medio de australianos estarán en riesgo por la subida del nivel del mar en 2050 y hasta tres millones en 2090, reveló un nuevo informe nacional de evaluación del riesgo climático.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, señaló que este informe histórico publicado la víspera es una llamada de atención para tomar medidas serias a fin de combatir el impacto del calentamiento global.
La primera Evaluación Nacional de Riesgos Climáticos (NCRA por sus siglas en inglés), publicada el lunes 15 de septiembre de 2025 por el Gobierno de Australia, expuso las severas consecuencias que podría sufrir el país si no se reduce la contaminación climática procedente del carbón, el petróleo y el gas.
Este análisis modeló el impacto de riesgos como las olas de calor, sequías e inundaciones en diferentes partes de la comunidad, la economía y el medio ambiente bajo tres escenarios de calentamiento global: por encima de 1,5 °C, por encima de 2 °C y por encima de 3 °C.
Según ABC Australia, si bien el aumento del riesgo de calor afectará a todo el país, el norte será el más afectado, ya que se prevé que el aumento de las temperaturas haga peligrosas las condiciones para la actividad humana.
Se proyecta que con un aumento de 3,0 °C, la mortalidad relacionada con el calor aumentará en todo el territorio nacional.
También los indígenas australianos y las comunidades regionales se enfrentan a un impacto desproporcionado del aumento de las temperaturas.
Sobre incendios, el informe predice que más personas morirán debido a la mala calidad del aire, y se prevé un aumento en la frecuencia y gravedad de los siniestros forestales, lo que agravará los efectos adversos para la salud.
En cuanto al costo económico estimado, las inundaciones, incendios forestales, tormentas y ciclones en los estados y territorios podrían alcanzar los 40 000 millones de dólares al año en 2050, de acuerdo con la evaluación.
Detalla este reporte los riesgos que el cambio climático representará para Australia, desde la seguridad nacional hasta la producción alimentaria, y los sistemas de salud.
El primer ministro Albanese dijo que las conclusiones de la evaluación nacional de riesgos climáticos servirán de base para el objetivo de emisiones del gobierno para 2035, el cual se publicará próximamente.
16 septiembre 2025 | Fuente: Prensa Latina | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
sep
17
Las autoridades de Beijing han urgido a la población a tomar precauciones y mantenerse fresca mientras la ola de calor continúa azotando a la ciudad.
Según el Observatorio Meteorológico de Beijing, la temperatura en la zona central de la capital china oscilaba entre 34,7 y 35,6 °C durante el mediodía de hoy domingo.
La autoridad meteorológica emitió una alerta amarilla a las 14:30 horas del viernes, con pronósticos de altas temperaturas que persistirán en la próxima semana.
El Gobierno local ha aconsejado al público limitar las actividades al aire libre y mantenerse hidratado. A aquellos que trabajan al aire libre, como los obreros de la construcción, la policía de tránsito, los trabajadores de limpieza de las calles y los mensajeros, se les anima a ajustar sus horas de trabajo para prevenir las enfermedades relacionadas con el calor, como insolaciones y golpes de calor.
Las autoridades también han advertido a la población que use la electricidad de manera segura para evitar riesgos de incendios e instaron a los padres a supervisar de cerca a sus hijos, ya que pueden estar en riesgo de ahogarse al tratar de refrescarse en los ríos.
22 junio 2025 | Fuente: Xinhua | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
